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UNIVERSIDAD JOSE CARLOS MARIATEGUI

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS, EMPRESARIALES Y


PEDAGOGICAS

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

DERECHO ADUANERO Y
COMERCIO INTERNACIONAL

TRABAJO: TAREA 17 – GRUPO 7

DOCENTE : Mag. FREDDY JUAN TORRES MARRON

INTEGRANTES: GRUPO 7

 Agramonte Aguilar, Silvia Deborha

 Jorge Humire, Sonia

 Ccama Geri, Rolando

 Huaraya Apaza, Elizabeth


TAREA N° 17 SEGUNDA UNIDAD

Cada grupo deberá visualizar el video que aparece en la siguiente


dirección y responda como se desarrolla el Arbitraje en el CIADI

El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones


(CIADI), es una organización internacional de carácter público cuyo origen se
remonta a 1965, fecha en que se promulgó el tratado “Convenio sobre Arreglos
de Diferencias Relativas a Inversiones entre Estados y Nacionales de otros
Estados”, tratado, conocido como el Convenio de Washington. Este convenio
regula la solución de controversias surgidas entre los inversionistas extranjeros
y los Estados receptores de la inversión, tanto mediante un procedimiento de
conciliación y como por medio de un arbitraje.

Solo se podrá acudir a un arbitraje ante el CIADI (en adelante el Centro)


respecto de controversias que surjan de una inversión entre un Estado
Contratante (o cualquiera subdivisión política u organismo público de un Estado
Contratante acreditados ante el CIADI por dicho Estado) y el nacional de otro
Estado Contratante. No basta la sola ratificación del Convenio de Washington
por parte de los Estados Contratantes, sino que hace falta la manifestación de
voluntad de los sujetos que someterán su controversia ante el Centro, previo al
inicio de cualquier procedimiento.

Para el inicio de un procedimiento arbitral, cualquiera de las partes deberá


dirigir una solicitud escrita al Secretario General del Centro, quien enviará una
copia de la solicitud a la otra parte, para luego registrar el pedido, salvo que
este se encuentre manifiestamente fuera de la jurisdicción del Centro.

Posteriormente, independientemente de lo que ocurra, el Secretario General


deberá notificar a las partes, ya sea la denegación o el registro del pedido, para
que, en caso ocurra lo último, se proceda lo antes posible a conformar el
tribunal arbitral.
Luego de registrada la solicitud por el Secretario General, las partes dispondrán
el modo de nombrar al Tribunal, el cual podrá ser compuesto por un árbitro o
por un número impar de árbitros.

Si las partes no llegasen a un acuerdo respecto al número de árbitros y el


modo de ser nombrados, se constituirá un Tribunal con tres miembros,
designados uno por cada parte y el tercero por acuerdo común.

El Tribunal resuelve sobre su propia competencia, ya sea como cuestión previa


o al momento de expedir el laudo. El Tribunal resuelve conforme a las normas
de derecho que hayan sido acordadas por las partes o, en ausencia de
acuerdo, resuelve conforme a las normas del Estado parte en la controversia,
observando sus normas de derecho internacional privado y las normas de
derecho internacional aplicables.

El Tribunal se encuentra facultado, a pedido de parte, para resolver cualquier


demanda incidental, adicional o reconvencional relacionada de forma directa a
la controversia, siempre que no exista acuerdo en contrario de las partes, el
sometimiento comprenda la demanda y ésta se encuentre dentro de la
jurisdicción del Centro.

El laudo se expedirá por escrito, será motivado, se pronunciará sobre todas las
controversias sometidas y contendrá la decisión del Tribunal, a la cual se
arribará por mayoría de votos.

Contra el laudo se podrá solicitar pedidos de aclaración, revisión y anulación,


ante el mismo Centro. El laudo dictado por el Centro será de obligatorio
cumplimiento para las partes, es decir, vinculante y ejecutable; pero no solo
ello, sino que ante el mismo no procederá ningún tipo de apelación o recurso
más que los expuestos anteriormente.

El Convenio de Washington regula la imposibilidad de recurrir al recurso de


anulación de laudo arbitral ante el Poder Judicial (el cual está previsto en el
ordenamiento jurídico nacional, específicamente en el artículo 62 de la Ley de
Arbitraje).
Respecto al reconocimiento del laudo, el Convenio de Washington establece
que los Estados Contratantes deberán reconocer carácter obligatorio al laudo y
ejecutar las medidas pecuniarias impuestas por el laudo dentro de su territorio
como si se tratara de una sentencia firme expedida por un tribunal nacional.

En lo que concierne a la ejecución del laudo CIADI, dicho procedimiento se


realizará conforme a las normas sobre ejecución de sentencias que se
encuentren vigentes en el Estado Contratante en el cual se promueve la
ejecución del laudo.

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