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La Importancia que el Ser Humano Brinda a la

Realización del Sistema Comunista

The Importance that the Human Being Gives to the


Realization of the Communist System

Giacomo Ormea Bardales

1 de mayo de 2023
“¡Sal de tu infancia amigo, despierta!”

Jean-Jacques Rousseau

“El porvenir de un hombre no está

en las estrellas, sino en la voluntad

del dominio de sí mismo.”

Shakespeare
El día de ayer fui a una reunión celebrada en la casa de un amigo, todos en realidad
éramos y somos amigos, claro que con las propias afinidades que surgen en este po de
relaciones sociales. A media fiesta llegó Sergio, con el cual cada vez que lo veo suelo
conversar sobre temas interesantes. Cosa di cil en verdad, ya que a lo largo de mi vida
solo pocas personas son de este po, pero con él hablo con mucho mayor gusto y
presteza, es que él también sabe escuchar. Me acerqué para conversar con él y al cabo de
unos pocos minutos llegó Renzo, quien es también una persona sensible a la cultura y al
conocimiento, y se unió a la conversación. Este giró durante buena parte del empo sobre
el tema siguiente: el sistema comunista es posible. Y ese tema lo hablé yo, ya que desde
el mes de enero de este año he estado pensando (claro que no todo el empo) y he tenido
muy presente el tema de la polí ca y la economía. Mi preferencia por estos temas se debe
a que, en mi país, Perú, no gozamos de un estado nacional bueno, sino que está
corrompido por malas costumbres, hay gente verdaderamente abyecta e incapaz en el
gobierno por lo cual la situación no es buena. Este tema yo quería analizarlo y proponer
alguna solución. Desde entonces he estado escribiendo apuntes y he estado leyendo con
la intención de hallar respuestas a estas dudas. Este escrito, que en esta ocasión presento,
no está aislado de ese tema principal, sino que vendría a ser un subproducto de esas
meditaciones, las cuales me he propuesto que en algún empo (cuando yo sepa lo
suficiente) pueda ser una obra completa sobre el tema de porqué es que progresan las
sociedades. Bueno, pero con nuaré con el tema de la conversación para luego desarrollar
el contexto que creo necesario para entenderlo. Como dije, yo puse el tema sobre el
tapete y defendí la idea de que el comunismo sí es posible. Pero no creas lector que yo
soy un comunista acérrimo (ni comunista), sino que mis reflexiones me han llevado a
pensar de este modo, no es que yo haya querido pensar esto, sino que he visto, con el
transcurso y la concatenación de hechos en mi vida y en mi mente, esta verdad (digo
verdad aún con la sencillez espiritual de que haya errado y que no lo sea). Debo admi r
que al entrar a estos temas en verdad siento la necesidad de dejar manifiesto que espero
que mis capacidades me hayan permi do llegar a esta verdad y si no lo he logrado espero
aprender de mis errores y que haya contribuido en algo a la sociedad.
En esa conversación que mencioné al inicio surgieron crí cas y dudas sobre lo que yo
decía, y en verdad que las alabo en tanto que me han permi do escribir lo que ahora voy
a presentar; las dudas, la tesis y la an tesis, permiten la síntesis…

Por úl mo, digo que el comunismo, según mi análisis, es un sistema polí co de los
muchísimos que pueden exis r, solo que se le ha cri cado con ahínco y quiero contribuir
a analizar las verdaderas causas de su posibilidad material que algunos creen imposible,
y que esa obra completa que me propongo escribir sobre el progreso de las sociedades
no se centrará sólo en el comunismo sino también en el capitalismo. Dicho esto, queda
manifiesta mi postura.
Introducción

El comunismo ene por centro de su sistema é co el régimen de propiedad. En el cual los


medios de producción son comunes, es decir que en tal nivel no hay propiedad privada(la
cual en realidad existe en este sistema pero con ma ces propios). Si se quisiera lograr el
estado de modelo comunista se deberá por lo tanto empezar por este aspecto y analizar
si es posible o no de lograr. Y este aspecto ha sido examinado no hace años, ni siglos sino
hace milenios, desde la propuesta comunista de Platón, pasando por la “refutación” de la
propiedad comunista hecha por Aristóteles hasta nuestros días con las con nuas crí cas
o loas hechas a este sistema polí co.

A lo largo de este opúsculo voy a hablar desde diversos aspectos para tener como
resultado un escrito completo y claro. Hablaré sobre economía, é ca, polí ca, lógica,
filoso a. Es así que comenzaré hablando sobre Aristóteles y su crí ca.

1. Aristóteles y su crítica a la propiedad comunista

Aristóteles fue alumno de Platón en Atenas. Aristóteles es conocido por haber refutado y
cri cado muchas propuestas que hizo su maestro. Una de estas fue la que hizo a la
propiedad comunista expuesta en la mayor obra platónica llamada República. En ella
Platón dice que el sistema de propiedad no debe ser privado sino común, y defiende esto
en base a algunos principios é cos, uno de ellos es el altruismo, por ejemplo. Y qué dijo
Aristóteles: La propiedad comunista de Platón no es posible ya que si la propiedad fuese
comunista entonces las personas no se preocuparían por el cuidado o el mejoramiento
de ella. Creo que Aristóteles se dejó llevar por su realismo en demasía y no acertó en esta
afirmación. El hecho de que alguien haya visto siempre lo mismo no quiere decir que así
enen que ser siempre todas las cosas, este es el caso de la propiedad comunista, la cual
vendría a ser ese cisne negro en la propuesta aristotélica.

La afirmación é ca de Aristóteles siguiente: si la propiedad es comunista entonces las


personas no la cuidarán. No es una verdad absoluta sino una “verdad” é ca. Y es que
Aristóteles no dijo que la propiedad comunista fuese imposible, sino que desconfiaba de
su materialización debido a que según él la naturaleza humana es egoísta.

El hombre-dijo él- no sen rá mo vación si su propiedad fuese comunista, el hombre al


tener propiedad privada siente mo vación, el deseo de cuidarla y de generar ganancias.
Esto que acabo de decir después de esa “verdad” é ca es el paso intermedio, es la
maquinaria, es el deseo que lleva a Aristóteles a concluir que no es posible el comunismo.
Pero es precisamente ese el punto que me he propuesto analizar durante lo que queda
de este ensayo. Por ello me pregunto: ¿y qué si la maquinaria fuese dis nta? Eso mismo
analizó Aristóteles y por ello no concluía tajantemente la imposibilidad del sistema
platónico, sino que sen a miedo, sen a que era di cil lograr el “comunismo”, mas no
desechó tajantemente esa posibilidad.

Otro aspecto del que quiero hablar para entender con mayor profundidad el tema es el
análisis que Aristóteles hizo de los enunciados é cos, y es que en ellos la consecuencia
no es necesaria sino variable, por ejemplo:

Las plantas necesitan agua.

Sino se riegan entonces morirán

Por lo tanto, debo regarlas.

En este ejemplo se ve claramente la no necesidad de la consecuencia. Al decir: debo


regarlas. No estoy diciendo algo que ene que ocurrir, sino algo que debe, algo que mi
preferencia, y mi deseo quieren: que la planta no muera por ello decido regarlas. Lo
decido ya que esa es mi voluntad, esa es mi pasión. En todas las frases de ese po, se
aplican las mismas reglas. Por lo que al decir: si la propiedad es comunista entonces las
personas no la cuidarán. No es una verdad absoluta, sino que lo que dice se cumplirá solo
si las personas involucradas en tal caso enen la voluntad de no cuidarla, entonces, en tal
caso, no la cuidarán. Además, la voluntad es movida por el deseo, entonces concluyo
igualmente que si las personas no enen el deseo de cuidar la propiedad comunista por
el hecho de que lo sea entonces no la cuidarán. Esto qe yo digo sí es una verdad lógica,
mas no é ca. Lo plasmaré en un silogismo para que sea más fácil de recordar y de ver.
Los deseos dirigen la voluntad.

La voluntad dirige las decisiones.

Las decisiones afectan el mundo.

El deseo necesario para que la propiedad comunista funciones es el mismo que lo que
sienten aquellos que poseen la propiedad privada y la cuidan y sienten mo vación en
generar ganancias.

Por lo tanto, si alguien ene este mismo deseo, y lo aplica a la propiedad comunista
entonces lo hará.

Aún más simplificado:

Si la propiedad es comunista y enen el deseo apropiado, entonces las personas sen rán
la necesidad de cuidarla.

Esto que he dicho es una frase más completa, ya que con ene la parte intermedia, es
decir que explicita el deseo que hace necesaria la consecuencia, por lo que esta sí es una
verdad lógica y no é ca, ya que yo no uso el verbo deber en la conclusión, sino que
concluyo sin la necesidad de usar ese verbo. El análisis del deseo y su posibilidad real será
explicado a par r del capítulo 3. Ya que de la materialización de esta pasión depende el
éxito o el fracaso del sistema comunista.

2. Definiciones

Seguiré el modelo del gran Euclides y para ello procederé a definir qué es lo que en endo
por las palabras que son centrales en este texto:

a) Deseo: sen miento que nos hacer querer algo

b) Voluntad: capacidad de la naturaleza humana para dirigir las acciones hacia


determinado fin.

c) Decidir: acción en la cual una persona analiza la realidad y dirige su accionar para lograr
ese fin.
Estas tres palabras siguen un orden en la realidad, y es el siguiente: La persona desea, por
ello dirige su voluntad para realizar determinada acción para lo cual decide qué hacer.
Algo más que quiero aclarar es que al igual que en textos an guos, usaré la palabra pasión
como sinónimo de necesidad y de deseo.

Otro punto importante es que la voluntad ene una gran importancia en nuestras vidas,
esto lo hablaré en el siguiente capítulo.

Por úl mo, señalo, como lo hizo Aristóteles, que al decidir uno no puede hacerlo respecto
de una cosa imposible, sino que uno decide hacer algo futurible.

3. Cicerón y el Hombre Humano

Grandes hombres han sido los an guos griegos y romanos, son los miembros más eximios
de nuestra especie. Ellos son recordados y sus ideas han llegado hasta nuestros días y
permi eron, debido a sus meditaciones, que el mundo sea como es hoy (en conjunto con
otros grandes hombres de épocas posteriores). Uno de esos grandes hombres que
contribuyó a la cultura y sobre todo en conceptos fue Cicerón, a quien Voltaire llama en
su “Tratado Sobre la Tolerancia” como el primer hombre que dudó de todo. ¿Qué dice
Marco Tulio Cicerón que nos pueda ayudar a resolver el problema de la posibilidad del
comunismo? Pues dice: voluntad. En su obra “El Orador” habla sobre el hombre humano.
¿Y qué es el hombre humano? ¿no es un pleonasmo decir hombre humano, no basta solo
con decir “hombre”, o con solo decir “humano”? Pues para él no, ya que ambas palabras
significaban cosas dis ntas. Cicerón dice que todos los miembros de la especie humana
son hombres (hombres y mujeres racionales), mas no todos los hombres son humanos
(humani). Ya que solo son humanos aquellos que han sido civilizados por los estudios
propios de la cultura y que por eso mismo enen humánitas, vale decir,
perfeccionamiento espiritual y riqueza interior, desarrollo de las facultades o potencias
del alma: entendimiento, memoria y voluntad. (M. A. Denegri, 2013)

La voluntad, potencia del alma, potencia es poder hacer. Humanos son solo aquellos que
han desarrollado esta facultad además de las otras dos. Los hombres, por naturaleza,
tenemos la facultad de la voluntad y depende de nosotros desarrollarla. Se toma como
superior al hombre que la ha desarrollado, e inferiores, a los que no.

La voluntad es la capacidad de dirigir nuestra energía en la consecución de un obje vo.


Débil es aquél que no lo puede hacer. Hermoso concepto, ya que, del desarrollo de la
voluntad, la inteligencia y la memoria depende el bienestar de la sociedad. La voluntad es
fundamental para el establecimiento de las sociedades, ya que, sin voluntad, sin el control
de nuestros deseos, la sociedad sería un caos: ¿qué me limitaría a matar a alguien
simplemente porque es mi voluntad matarlo? Se podría alegar que el estado nos limitaría,
pero acaso vivimos atados por cadenas del estado, ¿acaso no se matan las personas en
discusiones cuando sienten cólera? Si ellas hubieran desarrollado la voluntad podrían
controlar sus decisiones.

Pero la importancia de esta potencia del alma no reside solo en hechos malos, sino
también en buenos. La capacidad de realización de este úl mo po mediante la voluntad
es donde reside su principal importancia, ello hace que se cons tuya como un pilar, sino
el más importante, de toda sociedad, sea de naturaleza capitalista o comunista. En toda
sociedad las decisiones son reguladas, caso contrario surge la anarquía; de la armonía y
conjunción de las acciones individuales semejantes (en ciertos niveles) surge un estado.
Al igual que en el estado capitalista está mal usar aquello que es “propio de otro”, en el
estado comunista está mal no ayudar al otro es decir ser egoísta (bien lo expresó Marx).
En el capitalismo también es di cil controlar las pasiones: corrupción, monopolios, exceso
de consumo, robos, etc. El comunismo no es una excepción en este sen do ya que en él
también ocurre el desarrollo de la voluntad para controlar los deseos. Toda sociedad se
basa en este principio: el autocontrol. Basta con que la voluntad humana dirija la
actuación de los hombres del modo correcto para que el comunismo funcione. El hombre
no ene ni actúa siempre de un modo egoísta, el hombre puede ser dis nto, y puede
regular su conducta, y al regular su conducta no cambia solo su voluntad, sino que tras
ello son sus deseos los que hacen mover su voluntad, sus decisiones y su realidad. El
hombre hace las cosas por interés, todas sus decisiones están movidas por interés, el
interés nos hace felices, además la felicidad no viene preestablecida, sino que en el
transcurso de la vida uno adquiere conocimientos y el entorno y nosotros mismos nos
impulsamos a creer que la felicidad está allí o acá. Además, es falso que el comunismo
sea todo pobreza y miseria, lo único cierto es que todos pertenecen a la misma clase. Por
ello para el éxito comunista es menester que las personas tengan el deseo de lograr esa
meta, y ello, si lo desean, los hará felices. La felicidad, el placer, sí es intrínseco al hombre,
el egoísmo no. El no compar r, el egoísmo capitalista, todo esto es un deseo secundario
en cambio la felicidad es primaria e ineludible.

Pero se me puede decir: el egoísmo es connatural al hombre, es naturalísimo, es


imposible que uno no sea egoísta, uno nace con ello, etc., etc., etc.

Yo digo que el comunismo no es imposible, eso se lo figuran algunos porque no lo creen,


porque su voluntad les hace representarse el mundo de ese modo, el mundo se les figura
como representación de su voluntad.

4. Utopías

Lo que he manifestado en el anterior capítulo es lo que, desde que Tomás Moro hizo al
escribir su Utopía, es decir que he descrito un ideal de estado, se llama utopía. Yo
reconozco que el comunismo es posible. Por eso mismo, al observar la posibilidad de lo
manifestado es que no llamaría utopía al comunismo, ya que yo no pido que los seres
humanos tengamos cosas imposibles, como que nos salga otro ojo o que tengamos alas,
sino que, de cierta conjunción de causas necesarias, de requisitos, se producirá la
consecuencia también necesaria del comunismo. Lo que digo es que los deseos pueden
variar y pueden hacerlo de tal modo que el comunismo funcione.

Por ejemplo, en la URSS, algo que contribuyó a que el sistema comunista no funcione, fue
que aquellos que trabajaban en la dirección de las empresas públicas no sen an la
mo vación de producir bienes de calidad, ¿y porqué ese actuar? Pues porque sus deseos
no eran los apropiados para el modelo que se quería lograr. La solución, tan simple y
elegante es que aquellas personas debían haber sen do la mo vación y la alegría de
trabajar y estar en ese estado, pero como sus deseos eran capitalistas entonces no
actuaron como debían. Lean la novela “¿Qué hacer?” de Chernichevski, allí se narra el
ejemplo de una señora que decide abrir una empresa de tex lería. La “dueña” era una
mujer de deseos muy par culares y altruistas. Esto se nota desde el inicio ya que al ir a
buscar trabajadoras les ofreció un salario mayor. Llegado el momento de repar r las
ganancias, la “dueña” decidió que se repar eran la ganancia en partes iguales, al inicio las
trabajadoras aún no interiorizaron esa nueva moral, por lo que le ofrecieron un sueldo
mayor por ser la principal, aún así ella lo rechazó, llegó otro momento en el cual
decidieron pagar a aquellas que no trabajaban o enfermedad ya que consideraban justo
hacer eso. Incluso aquellas que tenían dificultades sicas ganaban lo mismo, y todo
porque las trabajadoras sen an esa felicidad, ese altruismo de tener que trabajar de ese
modo, ellas no eran haraganas ni se aprovechaban del nuevo sistema, sino que su
mo vación era trabajar más para que llegado el momento de la repar ción su trabajo
extra beneficiara no solo a ella sino a todas las demás y no consideraban eso injusto sino
que en ese mismo acto de liberalidad y generosidad hallaban el placer de ver el bien que
hacían a toda esa “comunidad”; en este ejemplo se ve que cuando las pasiones son las
apropiadas las cosas funcionan. Ese deseo altruista fue un deseo aprendido
culturalmente, de igual modo en nuestra sociedad, el egoísmo, al ser refrendado y
jus ficado por la jus cia y las leyes bajo las cuales vivimos es aceptado socialmente y se
le confunde como algo innato. Quizá debamos salir de ese foso profundo, para ver la
verdadera realidad, para ver que el egoísmo no nos envuelve a diestra y siniestra, sino
que aparece y se manifiesta cuando nosotros queremos. Recordemos lo que dijo John
Locke en su “Ensayo Sobre el Entendimiento Humano” en donde afirma que uno no nace
con ideas ni nace sin endo todas las pasiones, uno nace como una pizarra en blanco. Con
el empo, y al vivir en la sociedad en la que vivimos asociamos la idea de bien con la del
egoísmo capitalista, el egoísmo deja de ser solo un deseo para ser un principio cultural.
Este tema lo explicó con mucho mayor detalle el filósofo Helvé us en su libro “De l´esprit”
en él está de acuerdo con Locke en que el ser humano deriva sus nociones del placer y el
dolor, de tal modo que las personas no son buenas ni malas, sino que actúan guiados por
estas sensaciones, al tratar de intensificar el dolor y disminuir el placer. Hasta este punto
Helvé us no dice alguna novedad con respecto a lo que dijo Locke, pero lo que añade él
mismo es sorprendente: reconoce que todos los valores son productos de las vivencias
(experiencia sensorial) por lo cual concluye que si se controlan los datos percep bles por
los sen dos entonces se podrá determinar qué piensa y cómo se comporta el hombre. El
sen miento de querer la propiedad privada no es un placer en sí mismo, sino que hemos
asociado la idea de que tener cosas propias nos da placer. El egoísmo es por lo tanto una
consecuencia de esa búsqueda de la sa sfacción personal en el medio en el cual vivimos.
Pero si se cambiara esa realidad, si experimentáramos el placer en la sociedad comunista
entonces nuestros valores serían otros y asociaríamos ese placer con este nuevo modelo.
Además, la educación ene un factor fundamental en el desarrollo de las ideas, y tanta es
su importancia en la sociedad que Helvé us le llamaba “proceso de moldear al hombre”.
En suma, el capitalismo es cultural en tanto que es aprendido social y ambientalmente, y
no es algo que tenga que permanecer inmutable a través de nuestras vidas.

Es cierto que nosotros nacemos diseñados para experimentar sensaciones, pero el


desarrollo que ellas tengan en nuestra vida dependerá de las circunstancias. Uno no nace
con el egoísmo vivito y coleando, el egoísmo aparece y se acentúa más o menos con el
empo y en el mismo medio en el que aparece el deseo de la propiedad comunista que
no es sino el deseo de la igualdad y fraternidad en un sen do más profundo que el
expresado por los liberales capitalistas. Y ese deseo en el comunismo, ese deseo del ¿Qué
hacer? se puede explicar, vaya casualidad, con una frase del padre del capitalismo llamado
Adam Smith, quien en su libro Teoría de los Sen mientos Morales dice lo siguiente: “Por
más egoísta que quiera suponerse al hombre, evidentemente hay algunos elementos en
su naturaleza que lo hacen interesarse en la suerte de los otros de tal modo, que la
felicidad de éstos le es necesaria, aunque de ello nada obtenga, a no ser el placer de
presenciarla.” Aquí Smith dice: “por más egoísta”, pero no niega que el hombre no pueda
serlo. En fin, en lo que me quería centrar es en ese puro deseo de contemplación de bien
y de igualdad con los demás, en ese puro placer de contemplar la felicidad de los otros.

Así pues, es falsa esa idea de que en el comunismo la gente es pobre, bárbara, y que ene
que aprovecharse de todo ya que todo lo puede usar. No, el comunismo es un sistema
é co, no uno perverso. Marx no habla de robar sino de usar lo que uno necesite. Se
supone que la gente deberá actuar de un modo humano, dialogante, armonioso, educado
y fraternal, no como pillos que van de casa en casa asaltando “lo que no les pertenece”.

5. Estado y É ca
Para ser aún mas claro debo decir que para cada modelo social y de estado corresponde
un único sistema é co, el cual está cons tuido según la naturaleza del modelo al que se
aspira.

Mientras leía la obra Leviatán de Thomas Hobbes llegué a un capítulo llamado:” Del
Origen de las Mociones Voluntarias, Comúnmente Llamadas Pasiones, y Términos por
medio de los Cuales se Expresan” me sen un poco confundido al no saber qué hacer con
la larga lista de emociones que describe, tales como la ira, la alegría, la venganza, el valor,
la esperanza, etc. Pasado un empo recordé súbitamente lo que había leído y lo
comprendí: las pasiones mueven los estados. Un estado no puede ser lo que es sin las
pasiones adecuadas, sin la correcta mezcla de unas y otras pasiones, así como el desecho
de otras (no ú les para tal fin). Para tal estado, tal é ca y para tal é ca tales pasiones.
Hobbes las llista y describe con diligencia ya que ellas son el motor de la vida humana, sin
la cual no seríamos humanos sino una mera consecuencia prestablecida de la naturaleza.

6. El Fracaso del Capitalismo

Creer que el capitalismo es el único sistema capaz de exis r, el único capaz de establecerse
movido por una fuerza natural que nos atrae hacia un único des no ineludible es una
falacia. Por ello llamo a este capítulo el fracaso del capitalismo, ya que con los ejemplos
que voy a dar podremos salir a la superficie y ver qué hay más allá de lo que creemos
pétreo e inmutable, podremos ver la diversidad que ha creado la vida humana.

El ejemplo principal es el siguiente: Ubiquémonos entre los años 1906-1911, durante esa
época era primer ministro de rusia el sico y matemá co Piotr Stolipin. Este hombre
estaba influenciado por occidente y su sistema de propiedad privada, así como por los
avances que allí había tenido la economía. Pero en cambio, en Rusia, la propiedad no era
igual que la occidental. Ya que en occidente el sistema de propiedad que tenemos es el
romano (dominio absoluto de las pertenencias), en cambio la propiedad en el
volost(comunidad) rusa era dis nto, la propiedad no era propia sino comunal, y esta
tradición provenía de la edad media, época en la cual quemaban los bosques para cul var,
convir endo así la res nullius en propiedad comunal debido al trabajo aplicado. Esos
campesinos (mujiks) se agrupaban en comunidades que ges onaban la propiedad, así
como los incas lo hacían a través de los topos. Los mujiks recibían de la comunidad erras
para que las cul vasen, mas este recibimiento no era como en occidente, es decir que no
era su propiedad, sino que el campesino recibía mientras viviera este espacio y no lo podía
vender, y no podía hacer eso porque no quisiera sino porque en realidad ni siquiera era
una costumbre social hacerlo, simplemente vivían así. Otra cosa muy peculiar es que estas
personas ni siquiera tenían una palabra para designar a la propiedad privada ya que la
única propiedad de la erra que concebían era la comunal.

Aquí viene occidente mediante Stolipin, quien trató de cambiar esta situación en el campo
a través de reformas e “incen vos” para que la gente cambiase su moral y empezara tratar
la propiedad al modo occidental y así pudiera venderla y hacer todo lo que en occidente
podríamos hacer, pero lo que ocurrió es que pocos campesinos aceptaron cambiar su
modo de vida y los que lo hacían eran mal vistos por la comunidad, de la cual quedaban
apartados.

En este ejemplo se ve que el régimen de propiedad es cultural y que nosotros, homo


sapiens, actuamos y vivimos según lo que hayamos aprendido, solemos vivir como hemos
estado acostumbrados a hacerlo, si quisiéramos cambiar el modo de vida tendríamos
primero, como ya he dicho: quererlo. Deberíamos tener las pasiones necesarias para
lograr tal obje vo. Los deseos son, pues, la causa eficiente de un modelo de estado
determinado.

7. El Mundo Como Representación de Mi Voluntad

El tulo de este capítulo está influenciado por el filósofo Schopenhauer, quien escribió su
obra “El Mundo Como Voluntad y Representación”.

Lo que aquí quiero hablar no es más sobre lo que he venido hablando sino sobre porqué
hay personas que creen que el comunismo es imposible. Entre ellas se podría incluir a mi
yo de hace algún empo. Yo no quiero hacer una crí ca venenosa, sino explicar el porqué
de ese hecho, yo en verdad abogo siempre por la paz y creo que debe exis r armonía,
tolerancia y paz entre todos. Dicho esto, con núo con mi explicación.

Como creo, y espero que lo que he escrito en todo lo anterior del ensayo haya sido
correcto y que mis facultades naturales me hayan permi do solucionar este problema, es
que el comunismo es posible. He analizado los datos de la realidad y considero esa
posibilidad. Es decir que la razón y la evidencia de los hechos me han mostrado lo que he
visto. Por lo tanto, aquella persona que no vea lo mismo que yo será simplemente porque
no ha contemplado con espíritu filosófico este ámbito de la realidad. Soy consciente que
en la sociedad actual la polarización es considerable y que salen chispas cuando se habla
de estos temas, yo no me sumo a ello, ya que para mí el respeto y la concordia están por
encima de la inquina y el odio. Es así que este odio no ene por objeto a personas
solamente sino a libros, conceptos, ideas, etc. Lo propuesto por Marx exacerba pasiones
algunas veces, por lo que esas personas, dicen, con el hígado y no con la cabeza, que no
es posible lo que él propone, otros simplemente no han analizado suficientemente el
tema y se dejan llevar por lugares comunes u opiniones que han escuchado de otros que
opinan lo mismo.

Al fondo de todo ello está el desprecio, otras veces recelo o desconfianza, por este
sistema. Y qué genera esa voluntad, pues que el mundo se les represente del modo en
que ellos lo ven. Sin duda alguna que si alguien no ene la voluntad de lograr un
obje vo(posible) como el comunismo entonces el mundo seguirá siendo tal cual es. El
mundo será la representación de su voluntad y seguirán viendo o que su voluntad les
muestre. El sistema del que tantas veces he mencionado su nombre no va contra la
naturaleza humana sino contra la voluntad de aquellos hombres que la hacen imposible.
Yo ya he dicho que no soy comunista, ni tampoco tengo el deseo ferviente de que se logre,
pero creo injustas las crí cas que se le hacen, en honor a la verdad he escrito esto.

SI cambia nuestra voluntad cambia el mundo. Termino citando el hermoso poema, tan
simple a la vez que complejo y elegante, de Shakespeare que coloqué al inicio del texto:
“El porvenir de un hombre no está en las estrellas, sino en la voluntad del dominio de sí
mismo.” Domínense y cambiarán el mundo…
Referencias

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