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U nidad didáctica

Impo r tancia de la part icipaci ón


de mo cr át ica en Colombia
Escuela Superior de Unidad Didáctica
Administración Pública ESAP Importancia de la
participación demacrática
Jorge Iván Bula Escobar en Colombia
Director Nacional
Autor
Departamento Administrativo de la Oscar Simmonds
Función Pública DAFP

Revisó y ajustó
Sonia Cruz
2022

Dirección de Capacitación

Equipo de producción de la Dirección de


Entornos y Servicios Virtuales-ESAP
Corrección de estilo, acompañamiento
pedagógico, diseño instruccional, diseño
gráfico y virtualización.

Fecha última versión


2022

verídicos y que correspondan; sin embargo, y debido a la naturaleza dinámica de internet, ESAP no puede responsabilizarse
por el correcto y adecuado funcionamiento de los mismos.

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Tabla de contenido
Objetivo...............................................................................................................................................................................................................................................4

Resumen ............................................................................................................................................................................................................................................5

Presentación ................................................................................................................................................................................................................................ 6

Tema 1 .....................................................................................................................................................................................................................................................7

Participación en la Constitución de 1886 y la de 1991 ......................................................................................................8

Ley 134 de 1994: hito de la institucionalización de los mecanismos de participación

ciudadana ................................................................................................................................................................................................................... 10

Tema 2..................................................................................................................................................................................................................................................12

Conceptualización sobre la participación, la ciudadanía y la democracia........................................... 13

Diagnóstico de la participación ciudadana en la gestión pública del país ........................................ 18

Introducción a la ley 1757 de 2015 ............................................................................................................................................................ 26


Tema 3.................................................................................................................................................................................................................................................28

Mecanismos de participación ciudadana en corporaciones públicas ......................................................34

Coordinación y promoción de la participación ciudadana ...................................................................................... 37

Tema 4 .............................................................................................................................................................................................................................................47

¿Qué son las veedurías ciudadanas y para qué sirven? ..............................................................................................48

¿Quiénes pueden ejercer las veedurías ciudadanas? ...................................................................................................50

¿Cómo se hacen las veedurías ciudadanas? .............................................................................................................................52

Funcionamiento de las veedurías ciudadanas .....................................................................................................................57

Ejemplos de veedurías ciudadanas .................................................................................................................................................... 62

Referencias ...........................................................................................................................................................................................................................66
Objetivo
de aprendizaje
Al finalizar el estudio de esta unidad, el estudiante estará en la capacidad de comprender

los mecanismos para ejercer el derecho a la participación ciudadana en la gestión pública

en Colombia. Esto se hará en el marco de la ley de participación 1757 de 2015, y la ley 850 del

2003, lo que les permitirá hacer uso correcto de los derechos políticos y ciudadanos.

5
Resumen
El presente módulo de aprendizaje busca acercar a los y las estudiantes a la importancia

de la participación ciudadana en Colombia en los procesos de gestión pública, a través de

la descripción y orientación práctica de las distintas herramientas constitucionales que

pueden emplearse para ejecutar este derecho y deber ciudadano. Para esto, se iniciará el

módulo con una unidad de contextualización donde se identificarán las primeras nociones

de la participación democrática ciudadana en la normatividad de los últimos dos siglos

del país. A continuación, se profundizará en los mecanismos de participación ciudadana

consignados en la ley 1757 de 2015 disponibles en Colombia y un diagnóstico de su uso

en el contexto nacional. Finalmente, se hará énfasis en las veedurías ciudadanas como

mecanismo fundamental para ejercer control social a los procesos de toma de decisión y

ejecución en el sector público.

6
Presentación
del docente
Administrador público egresado de la ESAP, con un magister de la Pontificia Universidad

Javeriana, investigador y apasionado de las políticas públicas, ha trabajado en aspectos

administrativos en entidades como consejo de centro, Federación Nacional de Cultivadores

de Cereales, entre otras y además posee amplia experiencia como docente en universidades

como la Javeriana, Militar Nueva Granada, Santo Tomás, Tecnológica de Bolívar y ESAP.

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Tema 1
Primeras nociones de
participación democrática en
la normatividad colombiana
Participación en la Constitución de
1886 y la de 1991
Las concepciones de soberanía y democracia, sobre las que se desprende la idea de

participación política de la población civil en Colombia, aparecen por primera vez en la

Constitución Política de 1853. No obstante, se consolidan y amplían como facultades del

pueblo en la Constitución de 1991, la cual rige en la actualidad. Es de anotar, que continúa la

evolución jurídica y práctica en este tema (Hurtado e Hinestroza, 2016).

La Constitución Política de Colombia de 1853, estableció a la República de Nueva Granada

como un Estado democrático y soberano. Tanto el voto y la reunión con propósitos de

discutir temas de ámbito público o privado -siempre y cuando no buscasen representar

la voluntad del pueblo, ni demandas comunitarias a las autoridades-, eran derechos de

“todos” los ciudadanos, mientras estos fueran hombres blancos, casados y mayores de

edad. Dichas concepciones evolucionaron hasta lo que hoy se conoce como mecanismos

de participación democrática, que son instrumentos desde los cuales el pueblo ejerce

la soberanía. Específicamente, en la Constitución política de 1886, la soberanía recae en

la nación colombiana, constituida como una república unitaria. Con esta carta magna,

comienza a establecerse el derecho a la asociación pública, así como las peticiones a las

autoridades en materia de interés general y privado. De la misma forma, bajo el Título XVIII,

se reconoce el valor y funcionamiento de las elecciones, como eje central para la toma de

decisiones en el país.

9
Finalmente, en la Constitución Política de 1991, en los artículos 1 y 2, se establece que Colombia,

es un estado social de derecho, república unitaria, descentralizada, democrática y participativa

donde prevalece el interés general. El Artículo 3, resalta que la soberanía es una facultad exclusiva

del pueblo, la cual ejerce a través de sus representantes o de forma directa. De esta ciudadanía

hicieron parte las mujeres (desde 1957). De esta manera, en el Artículo 20, se garantiza el derecho

a la libertad de expresión, así como a dar y recibir información. En el Artículo 40, se ordena la

garantía para toda la ciudadanía a “participar en la conformación, ejercicio y control del poder

público”. Asimismo, el Artículo 79, establece el derecho colectivo de la comunidad de poder

participar sobre las decisiones que puedan afectarla.

Además, bajo el Título IV, de la participación democrática y los partidos políticos en el Artículo

103, se establece la obligación del Estado, en contribuir a la organización y promoción de las

asociaciones ciudadanas. Éstas son de carácter no gubernamental con el objetivo de representar

“diferentes instancias de participación, concertación, control y vigilancia de la gestión pública”

(Constitución política de Colombia, 1991, art. 103).

El derecho fundamental a la participación democrática brinda a los ciudadanos la libertad de

intervenir en la toma de decisiones frente a la conformación, cambio o control del ejercicio

de gestión pública. Los mecanismos de participación ciudadana son las herramientas por

medio de las cuales los ciudadanos intervienen en la toma de decisiones. La Constitución

Política de Colombia de 1991, establece que los “mecanismos de participación del pueblo

en ejercicio de su soberanía: el voto, el plebiscito, el referendo, la consulta popular, el cabildo

abierto, la iniciativa legislativa y la revocatoria del mandato” (art. 103).

10
Por último, en los artículos 270 y 311, se reafirma la obligación del Estado en la organización

de las formas y los sistemas de participación comunitaria para el desarrollo territorial, cultural

y social, así como la vigilancia de la gestión pública. En dichos artículos, se determina que

también recae sobre el Estado; la creación de leyes y de los diversos niveles administrativos

a través de las entidades municipales. De igual manera, estas deberán regular, garantizar,

informar y promover la creación de espacios para el ejercicio del control social.

Ley 134 de 1994: hito de la


institucionalización de los
mecanismos de participación
ciudadana
Una vez categorizados los diferentes mecanismos de participación popular en el artículo

103, de la Constitución Política de 1991, aparece la ley 134 de 1994, la cual fue creada para

detallarlos y exponer las normas bajo las cuales se regiría la participación democrática de

las organizaciones civiles (Ley 134, 1994). Esta ley no sólo marcó un hito en la descripción

e institucionalización de los mecanismos de participación popular (iniciativa popular

legislativa y normativa, referendo, consulta popular, revocatoria del mandato, plebiscito

y cabildo abierto), sino que, además, extendió la invitación a la ciudadanía colombiana, a

conocer y a ejercer sus derechos, tanto individuales como colectivos. También, a participar

en los procesos de toma de decisiones en la gestión pública del país.

11
Previo a la nueva Constitución Política del 91 y a la ley 134 de 1994, la noción de participación

ciudadana se había visto limitada tan solo al voto o sufragio. De hecho, así continuó posterior

a la ley. Desde los primeros intentos de democratizar al país hasta el presente, éste ha sido

el mecanismo popular más conocido, ejercido y socializado. La experiencia es la misma en

todo el mundo (Lazarsfeld, Berelson & Gaudet, 1948).

Sin embargo, la introducción contundente en la nueva Carta Magna, en donde la soberanía

residiría exclusivamente en el pueblo, abrió las puertas a un entendimiento más amplio de

lo que significaría, de ahí en adelante, participar en los escenarios públicos del país. La ley 134

de 1994, fue uno de los primeros acercamientos a la colectivización de este entendimiento

especialmente, a su institucionalización en el marco jurídico colombiano. De este modo,

el nacimiento de esta normativa ha venido transformando la idea de que la participación

ciudadana en la gestión pública se limita a ejercerse a través del sufragio, sino que existen

muchos otros canales para incidir en la gestión del país.

12
Tema 2
Ley de participación
1757 de 2015
Conceptualización sobre la
participación, la ciudadanía y la
democracia
Para comprender de manera más acertada las leyes 1757 de 2015 y 850 del 2003, es pertinente

conceptualizar los términos “participación”, “ciudadanía” y “democracia”. Estos conceptos,

son fundamentales puesto que interactúan permanentemente en todos los procesos de

participación democrática ciudadana y operan en la vida cotidiana de todas las personas.

En el artículo 21 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, se reconoce la participación

como un derecho inalienable e inherente a todo individuo. Específicamente, declara que

“toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio

de representantes libremente escogidos” (ONU, 1948, p.6).

Asimismo, y como bien se ha señalado previamente, la participación es considerada un

derecho fundamental de todos/as los/as ciudadanos/as de Colombia, en la Constitución Política

del país, en los artículos 40, 79 y 103. No obstante, ¿a qué se refiere este derecho humano?

¿Qué significa participación? Según el diccionario de Oxford Languages1, la participación,

es la intervención de algo o de alguien en un suceso, un acto o una actividad, por tanto,

participar apela a hacer parte de algo. La participación puede ocurrir de manera organizada o

espontánea, individual o colectiva, a modo de apoyo u oposición. Actúa en distintos ámbitos

-político, económico, social, cultural, comunitario, académico, etc.- (Delfino y Zubieta, 2010).

14
Puntualmente, al hablar de participación política se hace referencia a “todas aquellas

actividades realizadas por los ciudadanos con el objeto de intervenir en la designación de

sus gobernantes o de influir en la formación de la política estatal” (Molina & Pérez, 2001, p.15).

Consecuentemente, la participación ciudadana se trata del involucramiento de diversos

miembros de la sociedad civil -de un Estado particular o de la comunidad internacional,

dependiendo de la escala que se esté contemplando- en los procesos de toma de decisión

del Estado y de la supervisión de estos (Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, 2014).

En efecto, la participación en el marco de lo político denota la intervención de la ciudadanía,

vista tanto desde la lupa de lo individual como de lo colectivo. En los procesos de gestión

pública, es decir, en todas aquellas decisiones que afectan a la sociedad civil de un país o de

la comunidad internacional.

Ciertamente, existen diversos debates alrededor de cómo ocurre aquella participación

política, si es de manera activa o pasiva, o de ambas formas. Para esto, es necesario remitirse

al concepto de democracia. Las definiciones tradicionales, la describen como un sistema

político en donde la soberanía reside en el pueblo. Por lo tanto, éste gobierna a través de

diferentes mecanismos de participación. En otras palabras, es “el gobierno del pueblo”. Sin

embargo, al considerar que este sistema político es una invención de los países “desarrollados”,

es necesario aterrizar su significación a América Latina y a sus particularidades. Además, se

debe dejar en claro que los modelos de democracia no son homogéneos.

15
Para Chantal Mouffe (2000), el verdadero ciudad –estado, un municipio o una nación-

ejercicio democrático ocurre en el conflicto Estado” (p. 15). De igual manera, Vidal y Vargas

o la disparidad de puntos de vista, quiere (2019) comparten el significado que Heather

decir, en la aceptación y garantía de la (2007) le otorga al término ciudadanía,

existencia de la diferencia. Se sustenta, en agregando que esta es “un tipo de identidad

que la democracia no implica solamente la sociopolítica construida históricamente”

participación del colectivo en los procesos (p. 3). Ser ciudadano/a, implica entonces la

de toma de decisión estatal, sino, además, pertenencia a una comunidad, la tenencia

la aceptación y acogida del pluralismo que igualitaria de derechos y deberes ante ésta

existe en ese grueso llamado pueblo. Este y el disfrute de las mismas oportunidades

término, no es homogéneo ni tiene intereses de los/as demás de influir en los procesos de

comunes siempre, motivo por el que la toma de decisión (Faro Democrático, 2020).

fricción y el posterior consenso derivado son

importantes para crear y tomar decisiones Sin embargo, hacer parte de una comunidad

más inclusivas, transversales y diversas. no necesariamente sugiere que exista

participación de sus integrantes. Si bien,

Este entendimiento, a su vez, habilita la participación política no sólo ocurre

una visión más amplia de lo que significa en el marco de lo reglamentado por los

la ciudadanía. Según Heather (2007) la Estados (como por ejemplo en las leyes

ciudadanía es entendida como “un estatus que determinan y regulan los mecanismos

ostentado por un individuo en relación directa de participación ciudadana). También,

con una unidad individual cohesionada puede ejercerse de formas más informales

política o administrativamente, ya sea una y espontáneas, e implica el conocimiento

16
de varios miembros de una sociedad civil participativa, sin embargo, expresa la idea

del funcionamiento, alcance y ejecución de ampliar los mecanismos de integración

de los canales de comunicación con la del Estado y de acercar la democracia a la

institucionalidad, dentro de ellos, los sociedad. Implica que los ciudadanos se

mecanismos de participación. Es cierto incorporen a los asuntos públicos, lo que

también, que la ciudadanía es un estatus suele ser fomentado por actores sociales

que se ejerce todos los días de maneras muy que buscan una mayor participación de la

diversas, pues todos estamos insertos/as en ciudadanía (ONPE, 2010).

colectivos sociales.

Dicho de otro modo, en las democracias

Alineado con esta discusión, se encuentra el representativas tiende a limitarse la

debate de las democracias representativas y participación ciudadana al sufragio

las participativas. universal -o voto-. Por tanto, se delega de

manera más exponencial al representante

La democracia representativa es la electo de los gobiernos, la gestión pública.

forma usual en un Estado constitucional Por otro lado, la democracia participativa

moderno. Consiste en que el pueblo no busca generar más mecanismos de pesos y

ejerce directamente el poder, sino que lo contrapesos y de intervención, en donde la

hace a través de órganos representativos ciudadanía esté más involucrada de manera

establecidos por la Constitución en activa en los procesos de toma de decisión.

elecciones generales, las mismas que se Es cierto, que localizar un sistema político en

realizan de manera periódica. La democracia apenas un punto del espectro (en este caso,

17
democracia participativa o representativa -y entendiendo que existen muchos más) De

hecho, es ilusorio, pues existen diferentes atributos de cada democracia que se articulan o

adaptan entre sí; no obstante, es también cierto que existen tendencias a tener más rasgos

de la una o de la otra.

Después de la entrada en vigor de la Constitución de 1991, Colombia ha trabajado por

fomentar una democracia participativa, en busca de superar la idea habitual de que ésta se

da únicamente a través del voto. Adicional a esto, que fomente la participación tanto en los

escenarios públicos y privados, como se indica en la sentencia C-180 de 1994.

Como lo indica María Teresa Uribe, en ese entonces “lo que se discutía en la antesala de

la Constituyente, era la necesidad de salirle al paso a las reiteradas crisis de legitimidad y

gobernabilidad ... de allí surgieron las iniciativas referidas al fortalecimiento de la democracia

participativa para oponerla a un modelo decadente de representación ...” (Echeverri, 2010,

p. 4). De allí en adelante, los esfuerzos estatales y gubernamentales se concentraron,

mayoritariamente, en lograr la legitimidad del pueblo, por medio de la ampliación y ejercicio

de la soberanía popular.

18
Diagnóstico de la participación
ciudadana en la gestión pública del
país
Según la Encuesta de Cultura Política del 2019, del DANE, el 71,4 % de las personas en Colombia2

dicen conocer o haber oído hablar de los mecanismos de participación ciudadana, mientras

que solo el 58 %, considera que Colombia es un país medianamente democrático. Otras cifras

relevantes son:

Figura 1
Porcentaje de personas encuestadas que dicen conocer o haber escuchado sobre
los mecanismos de participación.

Mecanimos de participación más conocido o


escuhado por la comunidad encuestada

13,30%
60,40%

54,40%

50,80%

Plebiscito Referendo Consulta Iniciativa popular


(aprobatorio popular lesgislativa o
derrogatorio) normativa

-
centaje de la población encuestada que dice conocer o haber escuchado sobre cada uno de los
mecanismos de participación ciudadana mencionados Los porcentajes expresados no suman 100
% teniendo en cuenta que son respuestas incluyentes. Fuente: elaboración propia basado en la
ECP-2019, DANE.

19
Respecto a la pertenencia de grupos participativos, la encuesta señala que el 16,6 %

de la población dice pertenecer a un grupo, organización o instancia. Se delimita de la

siguiente manera: grupos u organizaciones religiosas (6,7 %), juntas de acción comunal (4

%), organización cultural o deportiva (1,8 %), organización educativa (1,6 %), cooperativa de

trabajo (1,4 %) u organización étnica (1,1 %). Por otra parte, el 51,4 % de las personas, indicaron

que no votaron en las últimas elecciones presidenciales porque los candidatos prometen

y no cumplen. De igual manera, el 32,6 % aseguró que el conteo de votos en su municipio,

cada vez que hay elecciones (locales o nacionales), es transparente.

Estas cifras presentadas son medianamente disidentes a las resultantes de la Encuesta

de Cultura Política del 2017, en donde el 84,5 % de las personas decían conocer o haber

escuchado de los mecanismos de participación. Esto significa un 13,1 % más comparado con

el valor del año 2019. Sin embargo, para el año en mención, sólo un 29,3 % de la población

encuestada consideraba a Colombia, como un país democrático, es decir, un 28,7 % menos.

Cabe resaltar, que esta encuesta es una herramienta clave para el Estado, en el proceso

de fortalecer la democracia y conseguir la paz tan anhelada después de un largo y crudo

conflicto armado. De hecho, es factible una investigación frecuente (anual) sobre la realidad

y cultura política del país, además del seguimiento de aquellas metas establecidas.

Respecto a lo último mencionado, es de especial necesidad enfatizar en el componente de

la construcción de paz en Colombia. Es prioritario al hablar de democracia, de participación

política y ciudadana; entrelazarla con esta discusión. Al remitirse al concepto de paz, se

encuentran dos aproximaciones generales principales:

20
Figura 2
Contraste general Paz negativa - Paz positiva

Paz negativa Paz positiva


Equivalente a la ausencia de la Consecución de cambios de
violencia directa del conflicto la estructura que ha sido
armado. Es la ausencia de detonante de la violencia y
problemas generados por la del conflicto: cambios en el
falta de paz, pero sin su sistema político, modelo de
presencia real. desarrollo, patrones culturales
nocivos, etc.

proceso dinámico que involucra cambios a nivel comunitario, social, económico, político, entre mu-
chos otros.Fuente: elaboración propia.

En Colombia, después de los acuerdos de paz firmados en el año 2016, con el grupo

guerrillero de las FARC, el cometido primario ha sido la terminación inmediata y literal del

conflicto. Empezando por la dejación de armas -es decir, la paz negativa- y, el posterior, la

construcción de instituciones formales e informales sólidas y sostenibles que mantengan,

fomenten y reproduzcan esa paz -esto es, paz positiva-.

Esto es importante, porque sugiere que lograr una paz “estable y duradera” supone

necesariamente lograr una democracia más sólida y verdaderamente incluyente, garantista

y participativa. Ergo, es crucial seguir trabajando no sólo por la paz negativa o terminación

del conflicto armado, como también, por la construcción de una paz positiva con un impacto

a largo plazo.

21
En efecto, el Observatorio de Construcción de Paz de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, en

su libro Democracia, Desarrollo y Construcción de Paz, identifica claramente la constante

interpelación entre la democracia y la construcción de paz:

La relación entre democracia, desarrollo y paz se torna aquí necesariamente compleja,

especialmente para el caso colombiano, pues si bien el grado de democracia de un Estado o

su nivel de desarrollo socioeconómico son frecuentemente esgrimidos como determinantes

de la existencia de violencia armada, así como de sus condicionantes más próximos

(narcotráfico, ausencia de control estatal, inseguridad), parece darse por entendido que la

terminación del conflicto armado es equivalente al logro de la paz. De este modo, asuntos

como las reformas al sistema electoral o al modelo económico son tocados tangencialmente

en una negociación de paz o, en ocasiones, simplemente quedan fuera de la agenda; pero

ello no obsta al reconocimiento de su papel como posibles creadores o reproductores de

conflictos sociales y otras tensiones que pueden propender a la violencia (Observatorio de

Construcción de Paz, 2013, p.9)

Como se ha venido recalcando a lo largo del texto, construir paz y una democracia participativa

fuerte no son facultades exclusivas del Estado y sus instituciones; por el contrario, es

necesaria la participación de la ciudadanía para materializar estas intenciones. La situación

política actual en los últimos años, muestra una fuerte tendencia hacia la indiferencia en

este campo y la falta de confianza hacia los gobiernos en la región Latinoamericana. Por

supuesto, esto dificulta la comunicación e interacción asertiva entre la ciudadanía y los/as

tomadores/as de decisión en estos temas.

22
De acuerdo con Latinobarómetro, en el año 2018, se registraron altas cifras de “indiferencia

política” en la región de América Latina, puesto que la mayoría de los habitantes de sus

poblaciones, han perdido la confianza en sus dirigentes, en los sistemas políticos y, sobre todo,

en los partidos que los representan. Así, el panorama de la región está ceñido por una población

desideologizada y lejana de la política, ergo, de muchos/as candidatos/as y gobernantes

“outsiders” que, supuestamente, no se circunscriben a ninguna ideología o partido político

(Latinobarómetro, 2018). En Colombia, uno de los escenarios que mejor ilustra esta situación

desde hace un buen tiempo, son las históricas cifras de baja participación electoral.

Los principales motivos de la baja participación electoral son la poca eficiencia en el desarrollo

de las funciones de quienes han sido elegidos por voto popular, sumado a los altos niveles de

corrupción en el ejercicio de la política; lo que ha ocasionado también, la pérdida de confianza

en las autoridades y el respaldo a ellas (Registraduría Nacional del Estado Civil, 2018).

Sin embargo, ha existido también un componente que ha influido de forma circunstancial,

tal vez, no tan visible a primera vista: el conflicto armado. Este, por un lado, ha cambiado

la forma de concebir la gobernanza y la gobernabilidad en muchos territorios, en donde la

ausencia del Estado se ha visto suplida política y, muchas veces, económicamente por grupos

armados, Esto repercute en las tasas de participación electoral que han sido muy bajas o

incluso nulas. Por otra parte, el conflicto ha intervenido fuertemente en la confianza que tiene

“la ciudadanía a las instituciones, actores y procesos políticos del país” (Tilly, 2010 citado por

Registraduría Nacional del Estado Civil, 2018, p.78).

23
Ahora bien, en cuanto a la participación ciudadana en Colombia, más allá del voto, el informe

de la Registraduría Nacional del Estado Civil del 2018, sobre la calidad de la ciudadanía

en Colombia, indica que el 66% de las personas en el país participan en otras instancias

diferentes al sufragio. Estas últimas, están divididas en tres niveles de profundidad según la

Registraduría Nacional del Estado Civil:

Figura 3
Niveles de participación ciudadana en Colombia.

Leer o compartir información política en redes sociales; tratar de


convencer a otras personas de votar por una/a u otro/a candidato/a;
Primer conversar con otras personas sobre asuntos políticos.
nivel

Firmar documentos oficiales o documentos en señal de protesta;


colaborar a partidos políticos haciendo campaña antes o después
Segundo de elecciones.
nivel

Participar en veedurías ciudadanas; participar en protestas pacíficas;


participar en protestas violentas.
Tercer
nivel

a su complejidad en términos de involucramiento, decisión y acción civil y colectiva. Fuente: elabora-


ción propia basado en el Informe sobre la calidad de la ciudadanía en Colombia 2018.

24
A continuación, unas gráficas que permiten categorizar a la población según cada nivel:

Figura 4
Niveles de participación ciudadana y porcentajes de participación de la población
encuestada.

tipo de participación (esporádica o frecuente). Esto evidencia que existe un interés en lo político, pero
poca motivación para involucrarse en actividades de participación no convencional. Fuente: Informe
sobre la calidad de la ciudadanía en Colombia 2018 (p.117).

25
Es posible observar que en los tres niveles existe un mayor porcentaje de personas que

dicen participar de manera esporádica (bajo la categoría “a veces”): muy pocos ciudadanos,

en todos los niveles, lo hacen de manera continua. Cabe mencionar, que el primer nivel no

necesariamente alude a la participación política activa, por el contrario, hace referencia al

interés en la política que tiene la ciudadanía. Este factor, de todas formas, juega un papel

importante en cómo se experimenta y percibe la política en los diferentes sectores del país.

A modo de síntesis, las cifras de participación política ejercida por ciudadanos/as en Colombia

siguen siendo muy bajas. Aunque las últimas elecciones presidenciales vieron un aumento

significativo de sufragantes en comparación de sus años anteriores -con más de 19 millones

de votantes en segunda vuelta, a comparación del promedio de 15 millones que lo hicieron

en las elecciones del 2014 (La República, 2018), es preciso enfatizar en que la participación

política no significa exclusivamente votar. Es claro, que existen muchos otros mecanismos

de participación que, incluso, pueden generar un papel más activo y más participativo de la

ciudadanía en los procesos de toma de decisión y vigilancia dentro del marco de la gestión

pública.

En consecuencia, es de suma importancia considerar que la promoción y uso de los diversos

mecanismos de participación en el país, van de la mano con la construcción de paz, ergo,

de garantías efectivas. No sólo es necesario construir una democracia participativa, más

sólida e incluyente; sino también ciudadanías más activas y que cuenten con el respaldo del

Estado, en términos de garantías y protección de sus derechos.

26
Introducción a la ley 1757 de 2015
La ley 1757 de 2015 “por la cual se dictan disposiciones en materia de promoción y protección

del derecho a la participación democrática” reafirma el Artículo 3, de la Constitución Política

del 91, por el cual se establece que la soberanía reside en el pueblo y con esto la facultad

de constituir, legislar, juzgar, administrar y controlar de forma directa o a través de los

representantes (Función pública, 2017).

Esta ley estatutaria tiene como objetivo “promover, proteger y garantizar modalidades

del derecho a participar en la vida política, administrativa, económica, social y cultural,

y así mismo a controlar el poder político”, según lo establece el Artículo 1, es un avance

a la ley 134 de 1994 mencionada anteriormente. En esta si bien se esclarecen las normas

para la participación ciudadana, se busca que las diferentes instituciones promuevan la

participación en los/as ciudadanos/as. El Congreso, busca cumplir dicho objetivo a través

de la regulación de la iniciativa popular y normativa ante las corporaciones públicas (como

senado y cámara de representantes, asambleas departamentales, concejos municipales y

juntas administrativas locales).

De la misma forma, en esta ley se le explica a la sociedad civil, los diversos mecanismos de

participación democrática que se mencionan en el Artículo 103, de la Constitución política

de 1991 (el referendo, la consulta popular, la revocatoria del mandato, el plebiscito y el cabildo

abierto). Además, se expresan las obligaciones del Estado y las diversas instituciones de

administración pública en la promoción, garantía y organización de instancias ciudadanas

para la asistencia y control de las discusiones que les afecten.

27
Así, la Ley 1757 de 2015, instituye los principios de la participación democrática. Se establece,

con el propósito de fortalecer la pertenencia al ámbito público en los/as ciudadanos/as, la

promoción del liderazgo popular y el fomento de la participación democrática de los/as

ciudadanos/as. Esto, con el propósito que se incorporen y apropien de las herramientas

de vigilancia y control de las autoridades en un manejo correcto y transparente de los

recursos públicos. De esta manera, los/as ciudadanos/as en ejercicio de sus derechos

pueden contribuir a la garantía y al restablecimiento de los derechos sociales, económicos

y culturales, así como la reducción y la exposición de los diferentes tipos de irregularidades

cometidos por las autoridades y los representantes estatales.

28
Tema 3
Mecanismos de
participación ciudadana
Bajo el Título II de la ley 1757 del 2015, se establecen las regulaciones principales de los

mecanismos de participación ciudadana, a excepción del voto popular, que no sufre

modificación. Los mecanismos de participación ciudadana son la iniciativa popular y

normativa ante las corporaciones públicas, el referendo, la consulta popular, la revocatoria

del mandato, el plebiscito y el cabildo abierto (Función pública, 2017). A excepción del cabildo

abierto (el cual se regula por normas especiales en la parte seis de la presente Unidad3) y

del plebiscito; los mecanismos de participación tienen unas reglas comunes que se pueden

leer en el anexo 1, en el apartado de “material complementario” del Aula Virtual.

Ahora bien, de acuerdo con la ley 1757 de 2015, deben diferenciarse claramente cuáles son los

mecanismos reglamentados por las normas mencionadas anteriormente y sus específicos:

La iniciativa popular y normativa ante


las corporaciones públicas

Es un mecanismo de participación en el cual se presenta una propuesta documentada de

acto legislativo y de ley, ante el Congreso de la República; de ordenanza, ante las asambleas

departamentales; de acuerdo, ante los concejos municipales o distritales y de resolución

ante las juntas administrativas locales, entre otros. Se expone ante los distintos niveles de

gobierno, para que sea considerada, debatida y posteriormente aprobada o negada por las

autoridades de las entidades territoriales respectivas (Función Pública, 2017).

30
Un ejemplo de iniciativa popular legislativa A saber: Los referendos de iniciativa

y normativa fue “La Iniciativa Popular que gubernamental requieren de la firma del

busca modificar el Decreto Ley 2535 de 1993, presidente y sus ministros, o los mandatarios

por el cual se expiden armas, municiones y territoriales y su despacho, respectivamente

explosivos” del 2006. Dicha iniciativa nacional (Ley 1757, 2015, art. 31). Así, la decisión del

buscaba cambiar el Decreto Ley 2535, ante pueblo será acatada de manera obligatoria,

el Congreso de la República y a pesar de si los resultados son afirmativos por más

tener la aprobación por el censo electoral, no de la mitad de los sufragantes, y el número

prosperó en última instancia del Congreso de estos exceda la cuarta parte del total

(Registraduría Nacional del Estado Civil, s.f.). de ciudadanos/as que integran el censo

electoral (Ley 1757, 2015, art. 41).

El referendo
Como ejemplo de éste, se encuentra que:
Es uno de los mecanismos por el cual
durante el año 2021 se espera el aval para la
el pueblo tiene una participación más
recolección de firmas en torno a la propuesta
profunda debido a su carácter definitorio
del referendo “campesino” por parte del
a través del voto. Por medio de éste, se
senador, Jorge Londoño. Se le preguntará
convoca a la ciudadanía para aprobar o
a los/as ciudadanos/as “si están de acuerdo
rechazar un proyecto de reforma jurídica
con que el campesinado sea reconocido
total o parcialmente (referendo aprobatorio),
como sujeto de protección constitucional”.
o para que ésta derogue o no una norma ya
A través de ocho preguntas se modificarían
vigente (referendo derogatorio) (Función
siete artículos de la Constitución y se crearía
pública, 2017).
uno nuevo, en beneficio de los campesinos

(El Nuevo Siglo, 2021).

31
El plebiscito

Es una herramienta a través de la cual el pueblo, es convocado por el presidente de la

República, para que apoye o rechace una decisión tomada por la rama ejecutiva. Es

concebido como una forma de participación “semidirecta” (Función pública, 2017). La

convocatoria puede ser por cualquier tema de interés general, exceptuando el tiempo de

mandato o cualquier ley que vaya en contravía de lo que dicta la Constitución.

A saber: El presidente acompañado por sus ministros deberá presentar su iniciativa al

Congreso, sus razones y la fecha en la que se llevará a cabo (Ley 1757, 2015, art. 31). La decisión

del pueblo será imperativa siempre que haya participado más del cincuenta por ciento

(50%) del censo electoral vigente (Ley 1757, 2015, art. 41).

El ejemplo más popular de plebiscito en Colombia, es el que fue convocado en 2016, por el

presidente, Juan Manuel Santos, en el que la ciudadanía tuvo que responder “sí” o “no” a la

pregunta “¿Apoya el acuerdo final para terminación del conflicto y construcción de una paz

estable y duradera?”. Este plebiscito, sorpresivamente lo ganó el no, por un margen muy

reducido (Botero, 2017).

32
La consulta popular

Es una pregunta de carácter general sobre un asunto de trascendencia nacional,

departamental, municipal o local en la que la autoridad correspondiente, según el caso,

somete a consideración del pueblo el interrogante, para que éste se pronuncie al respecto

(Función pública, 2017).

A saber: “los resultados serán obligatorios cuando estos sean afirmativos por la mitad más

uno de los sufragios válidos, siempre y cuando haya participado no menos de la tercera

parte de los electores que componen el respectivo censo electoral” (Ley 1757, 2015, art. 41).

• Para la consulta popular nacional, el presidente acompañado por sus ministros y


la aprobación previa del Senado, podrá consultar al pueblo sobre una decisión de
trascendencia nacional. Mientras los/as ciudadanos/as, podrán convocar con el cinco (5 %)
de apoyos del total del censo electoral nacional (Ley 1757, 2015, art. 31).

• Para la consulta popular departamental, distrital, municipal y local, los mandatarios junto
con sus secretarios podrán convocar consultas de iniciativa gubernamental, y los/as
ciudadanos/as podrán convocar con el diez (10 %) de la población que conforma el censo
electoral del respectivo territorio” (Ley 1757, 2015, art. 31).

Como ejemplo de ésta, se puede tomar la iniciativa de consulta popular anticorrupción

nacional realizada en 2018. Esta consulta, liderada por dos representantes del Partido Verde,

consistió en la realización de siete (7) preguntas de respuesta “sí” o “no” alrededor de este

tema. El objetivo, enviar un mensaje directo y contundente a la clase política por parte de la

ciudadanía (El Tiempo, 2018).

33
La revocatoria del mandato

Es un derecho del pueblo por el cual un grupo que participen en la respectiva convocatoria,

de ciudadanos/as (la mitad más uno de los mientras el número de sufragios no sea

votos cuando fue elegido el gobernante inferior al cuarenta por ciento (40 %), de la

actual), buscan dar por terminado el mandato votación total válida registrada el día en

vigente de un alcalde o gobernador. Se que se eligió al respectivo mandatario. De

sustenta, en la responsabilidad política por lo contrario, se suspende la iniciativa y no

el incumplimiento de aquello que haya podrá volver a presentarse en lo que resta

prometido determinado candidato y por lo del mandato (Ley 1757, 2015, art. 41).

cual fue elegido.

Ejemplo de revocatoria del mandato, están

Es necesario tener presente que este las más de 28 iniciativas ciudadanas que se

mecanismo se podrá inscribir ”siempre han presentado a lo largo de todo el territorio

que hayan pasado doce (12) meses a partir colombiano (Acosta, 2021). Específicamente

de la posesión del respectivo alcalde o una revocatoria del mandato exitosa (la

gobernador y no falte menos de un año para primera en el país), fue realizada en 2018,

la terminación de su período constitucional” en el municipio de Tasco, Boyacá. Se

(Ley 1757, 2015, art. 6). Asimismo esta decisión removió automáticamente al alcalde Nelson

será obligatoria: Siempre que resulte positivo García, y se convocaron elecciones atípicas

por la mitad más uno de los votos ciudadanos (Rodríguez, 2018).

34
Mecanismos de participación
ciudadana en corporaciones públicas
La ley 1757 de 2015, establece la normatividad sobre la cual se realizan los mecanismos de

participación mencionados anteriormente ante las corporaciones públicas. Es decir, después

de la aprobación por parte de la Registraduría y la recolección de apoyos ciudadanos, así

como la forma en la que se realiza y normativiza el cabildo abierto. De esta manera, en esta

sección se esclarecen las reglas específicas y requerimientos especiales por parte de las

corporaciones públicas, como el Congreso, las asambleas departamentales y los concejos

municipales y distritales, por las cuales éstos tienen potestad de dar continuidad o denegar

la legalidad y legitimidad de una iniciativa ciudadana. También, se conocerán los deberes

que tienen las citadas corporaciones.

De acuerdo con la ley 1757 de 2015, el cabildo abierto, tiene como propósito promover el diálogo

horizontal entre la ciudadanía y las autoridades locales, municipales y departamentales en

temas de su interés. Se da por iniciativa de un número no inferior al cinco por mil de los/as

ciudadanos/as del censo electoral del respectivo territorio. De esta manera, es un mecanismo

para activar la relación del control del poder público directo entre la administración y la

ciudadanía (Función pública, 2017).

35
A través del cabildo abierto, se puede discutir, bajo la disposición y difusión de las autoridades

respectivas, cualquier tema de interés de la comunidad con el fin de ampliar los escenarios de

participación de la ciudadanía. Es de anotar, que nunca será un mecanismo para presentar

iniciativas de ordenanza, acuerdo o resolución local, no obstante, sí se podrá cuestionar a

los mandatarios invitados. Éstos, darán sus respuestas después de la intervención de los/

as ciudadanos/as, buscando que se logre traducir en compromisos de las autoridades

administrativas frente al pueblo.

De esta forma, los mecanismos de participación ciudadana en corporaciones públicas,

además de requerir un concepto previo por parte de dichas corporaciones, requieren la

consideración de las siguientes reglas generales:

• Desde la fecha que la autoridad pertinente determine, y hasta el día anterior de la


realización de alguno de estos ejercicios democráticos, se podrán desarrollar campañas
a favor, en contra y por la abstención. Para esto, las organizaciones políticas que deseen
hacerlo deberán notificar su intención ante el Consejo Nacional Electoral, en un término
no superior a 15 días contados a partir de la fecha determinada para empezar dichas
campañas (Ley 1757,2015, art. 34).

• En los mecanismos de participación ciudadana que requieren votación popular, la


herramienta escogida (papeleta o tarjetón electrónico), deberá garantizar que se
presente a los/as ciudadanos/as la posibilidad de manifestar libremente su decisión sobre
la respectiva pregunta. Éstas, deben ser claras y bien redactadas, con un diseño de fácil
lectura y de asequible manipulación (Ley 1757, 2015, art. 38).

• Un mecanismo de participación sólo podrá ser suspendido por el presidente de la República,


con la firma de todos sus ministros mediante decreto en: estados de conmoción interior,
guerra exterior o emergencia económica (Ley 1757, 2015, art. 40).

36
Por otro lado, la ley 1757 de 2015, ordena frente a la participación ciudadana ante las

corporaciones públicas, que cualquier persona u organización podrá solicitar en las diferentes

secretarías, que le sean remitidos, vía electrónica; los proyectos de normas y cuestionarios

de control político, respectivos a su interés. La dependencia, debe garantizarles el derecho a

recibir dicha información permitiendo la participación de la ciudadanía en la conformación,

ejercicio y control del poder político en dichas corporaciones.

Asimismo, éstas, deben promover la participación a través de la creación, promoción

y divulgación por medio de los canales oficiales de sesiones abiertas, la recolección de

propuestas ciudadanas para el ejercicio del control político y la creación de sesiones de

comunidades educativas, tal y como lo enuncia el artículo 155 de la Constitución. Por último,

deberán darle prioridad a la atención de forma rápida, eficiente y efectiva a las denuncias,

querellas o quejas de la ciudadanía.

37
Coordinación y promoción de la
participación ciudadana
El Título VIII de la ley 1757 del 2015, establece la creación de las instituciones de carácter

público de coordinación y promoción de participación ciudadana a nivel nacional y regional.

Primero, el Consejo Nacional de Participación Ciudadana, es presidido por el ministro del

Interior y tiene como miembros permanentes al director del Departamento Nacional de

Planeación, un enviado por la Federación de Departamentos, un enviado por la Federación

de Municipios, un representante de la Asociación de Víctimas, de las juntas administradoras

locales, del Consejo Nacional de Planeación, de la Confederación Comunal, de Ascun, de la

Confederación de ONG, de las veedurías ciudadanas, de los gremios y sindicatos, de los

grupos étnicos, de las organizaciones de mujeres, de discapacitados, y de los y las jóvenes.

Dicho Consejo, asesora al Gobierno Nacional en la definición, promoción, diseño, seguimiento

y evaluación de la política pública de participación democrática en Colombia. Con previo

concepto de éste, donde se incluye el asesoramiento, diseño, evaluación y la presentación

de propuestas, el Ministerio del Interior, coordinará las actividades relacionadas con el marco

jurídico y diseño de estas políticas.

Segundo, los consejos departamentales, distritales y municipales de participación

ciudadana, están compuestos de la misma forma que el Consejo Nacional con sus

equivalentes territoriales. Se encargan igualmente del diseño, promoción y evaluación de

política pública de participación ciudadana en sus territorios, así como de la articulación

con el órgano nacional.

38
Por otra parte, las comisiones regionales de moralización, se encargan de la elaboración

de informes públicos para enviar a los consejos de participación ciudadana. El documento

hace referencia a la actuación de las instituciones encargadas de prevenir y sancionar la

corrupción, así como los avances en cuanto a participación democrática y control social

sobre la administración pública (Ley 1757, 2015, art. 84).

Igualmente, bajo esta ley se ordena que las entidades municipales y departamentales

deben crear secretarías para la participación ciudadana, o asignar esta tarea a oficinas

ya existentes. Las mismas serán lideradas por los consejos de participación ciudadana de

dichas entidades territoriales. Estas dependencias tienen como función principal promover

la participación democrática a través del diseño y formulación de políticas locales en el

fomento de la cultura democrática, la garantía de la participación, así como el seguimiento

y rendición de cuentas de estas.

En esta línea la ley 1757 de 2015, establece que los gobiernos locales, en todos sus niveles,

deben programar en sus presupuestos la promoción del desarrollo de mecanismos

de participación, así como la vigilancia de la ciudadanía sobre la administración de los

recursos públicos y su incidencia en las decisiones de los asuntos que sean de su interés.

Esto, garantizando el correcto desarrollo humano, territorial y la formación participativa.

Así, el gasto en participación ciudadana debe entenderse como el financiamiento de

actividades y proyectos para la promoción, protección y garantía en el ejercicio del derecho

de participación a partir de recursos de cooperación internacional, del sector privado y de

las entidades públicas del orden nacional y territorial.

39
De manera coherente, el Fondo para la Participación Ciudadana y el Fortalecimiento de

la Democracia, es una cuenta adscrita al Ministerio del Interior destinado a la financiación

o cofinanciación de planes, programas y proyectos de formación para la participación

ciudadana, sin eximir a las entidades nacionales y territoriales de sus obligaciones en la

promoción y garantía de este derecho, haciendo énfasis en su rol de “apoyo”. Este fondo,

dispondrá de recursos provenientes de los dineros asignados por el Presupuesto General

de la Nación, además de donaciones y de los aportes de cooperación internacional. A su

vez, cada departamento, municipio o distrito puede crear su fondo para la participación

ciudadana, adscrito a las secretarías designadas para la coordinación de las actividades

encaminadas a este fin.

En otra línea, se establece que el Estado junto a las entidades territoriales, debe incentivar

el desarrollo de la participación ciudadana y el control social, a través de la creación de

premios anuales y semestrales para las experiencias positivas en este campo. De igual

manera, programar en el mes de febrero, una semana nacional de participación ciudadana

celebrada de forma cultural, académica, social y artística.

40
Por último, bajo el título de coordinación y promoción de la participación ciudadana, se

establecen los derechos y deberes de los/as ciudadanos/as y las autoridades con relación a

esta política. Los derechos son los siguientes:

• Participar en las fases de planeación, implementación, seguimiento y evaluación de la


gestión pública y control político.

• Recibir información oportuna y clara sobre las acciones de participación democrática, sus
contenidos y las distintas entidades.

• El respeto de su autonomía en las distintas instancias de participación ciudadana

• Recibir capacitación en la comprensión de la gestión pública, su control social y el


funcionamiento de sus políticas.

De esta manera, las obligaciones de los/as ciudadanos/as están enfocadas en informarse

sobre aspectos de la administración pública, relacionadas con las que buscan promover

discusiones, así como de las competencias de las entidades donde se generan las mismas.

De esta manera, se siguen los conductos para solicitar información, el cumplimiento

de determinados acuerdos y así respetar las decisiones tomadas en las instancias de

participación democrática por los actores involucrados.

En efecto, las autoridades tienen algunos deberes respecto a las instancias de participación

ciudadana. Rendición de cuentas y control social

41
Rendición de cuentas

Según el artículo 48 de la Ley 1757 de 2015, se entiende por rendición de cuentas:

El proceso conformado por un conjunto de normas, procedimientos, metodologías,

estructuras, prácticas y resultados mediante los cuales, las entidades de la

administración pública del nivel nacional y territorial y los servidores públicos

informan, explican y dan a conocer los resultados de su gestión a los ciudadanos,

la sociedad civil, otras entidades públicas y a los organismos de control, a partir

de la promoción del diálogo. (Ley 1757, 2015, art.48)

sta herramienta es una de las expresiones del control social en Colombia y comprende

acciones de petición, de información y de explicaciones, así como la evaluación y seguimiento

de la gestión. Tiene como objetivo la consecución y conservación de la transparencia en los

procesos de gestión pública del Estado y, por tanto, la transversalización de los principios de

“buen gobierno, eficiencia, eficacia, transparencia y rendición de cuentas en la cotidianidad

del servidor público” (Ley 1757, 2015, art.48). En este orden de ideas, los actores que deben

rendir cuentas son las entidades públicas nacionales y territoriales (locales), sobre las

gestiones realizadas y los resultados de lo planeado; y los actores receptores de aquel(los)

proceso(s) de rendición de cuentas son los/as ciudadanos/as del país y de las diferentes

entidades territoriales, otras entidades públicas y los organismos de control (art. 48; art.50).

42
Cabe resaltar, que el proceso de rendición de cuentas es obligatorio de ejecutar para

las entidades públicas nacionales y territoriales de manera periódica, de acuerdo con lo

establecido en la ley 1474 del 2011, “Por la cual se dictan normas orientadas a fortalecer los

mecanismos de prevención, investigación y sanción de actos de corrupción y la efectividad

del control de la gestión pública”. Únicamente, se exceptúan de este indicativo las empresas

industriales y comerciales del Estado, así como las sociedades de economía mixta.

Los principios básicos del proceso de rendición de cuentas de las entidades públicas tanto

nacionales como locales, presentados en el artículo 49 de la ley, son: en un primer orden,

continuidad y permanencia, apertura y transparencia, y amplia difusión y visibilidad. En

segundo lugar, información, lenguaje comprensible al ciudadano, diálogo e incentivos.

Asimismo, es imperativo que las entidades públicas desarrollen anualmente una estrategia

clara de rendición de cuentas respecto a sus gestiones. Ésta, debe estar alineada con el

Manual Único de Rendición de Cuentas, elaborado por el Departamento Administrativo de

la Función Pública, con el apoyo del Departamento Nacional de Planeación (art.51). A su vez,

esta estrategia debe incluir explícitamente:

• Los instrumentos y mecanismos de rendición de cuentas

• Los contenidos

• Cuando y cómo se desarrollarán las audiencias públicas respectivas

• Involucramiento de otras formas en las que la ciudadanía puede ejercer control. (art.52)

43
Por su parte, las etapas de dicho documento las cuales deben especificarse y seguirse en la

estrategia diseñada por cada entidad pública son las siguientes : 1) aprestamiento -etapa de

adaptación y preparación- 2) capacitación 3) publicación de la información 4) convocatoria

y evento 5) seguimiento 6) respuestas a las preguntas de los/as ciudadanos/as en el marco

de la temática de la cual se está rindiendo cuentas, en un plazo máximo de 15 días (art. 56).

Puntualmente, es de carácter obligatorio que las juntas administradoras locales, los concejos

y las asambleas departamentales elaboren un informe de rendición de cuentas mínimo

una vez al año respecto al tema en cuestión gestionado; el número uno, en los tres primeros

meses del año próximo a la actividad gestionada. Estos informes quedarán disponibles de

manera permanente en las páginas web de las entidades y en sus respectivas oficinas de

archivo (art. 59).

Una vez expresados y detallados los tecnicismos de la rendición de cuentas, es prudente

preguntarse: ¿para qué sirve realmente esta herramienta? Partiendo de la idea de que el

Estado es el principal garante de los derechos humanos de la ciudadanía, se encuentra una

primera pista: todo proceso de toma de decisión y actuar del Estado, involucra y afecta a la

sociedad civil, por tanto, todo proceso está -o debería estar- orientado a promover y proteger

los derechos humanos de cada integrante de aquella sociedad civil. En este sentido, los

procesos de rendición de cuentas juegan un papel fundamental en esta profundización.

Por un lado, hacer rendición de cuentas a la ciudadanía, fomenta los derechos

-fundamentales- a la información y a la libertad de opinión y expresión. Esto posibilita que

44
la población tenga acceso a los detalles y resultados de los procesos de toma de decisión

que le afecten. Igualmente, que pueda intervenir constantemente, manifestar su opinión y

ejercer control social a la gestión pública. Nuevamente, todo esto constituido como derechos

inalienables e indivisibles a cada ciudadano/a.

Por otro lado, transversalizar a los procesos de rendición de cuentas el enfoque de derechos

humanos, junto con el de paz; orienta a una mejoría de las condiciones de vida de la

población. En un contexto de conflicto armado de más de cinco décadas, consecuencia de

situaciones políticas y sociales agitadas en todo el país -en distintos grados-, se presenta

como imperante generar mecanismos de protección y promoción de todos los derechos

humanos que han sido violados sistemáticamente durante el conflicto. Así, los procesos de

rendición de cuentas, pueden también contribuir con el fortalecimiento del enlace entre

la ciudadanía y la institucionalidad, relación que también se ha visto lesionada en este

contexto sociopolítico (Función Pública, 2017).

Control social a lo público

De acuerdo con el artículo 60 de la ley 1757 de 2015, se entiende por control social “el

derecho y el deber de los ciudadanos a participar de manera individual o a través de sus

organizaciones, redes sociales e instituciones, en la vigilancia de la gestión pública y sus

resultados”. Su objetivo principal, es la evaluación y el seguimiento de la gestión y políticas

públicas ejercidas por las autoridades y por aquellos/as particulares que realizan estas

funciones (ver Concepto 51521 de 2020 Departamento Administrativo de la Función Pública).

45
Adicionalmente, este mecanismo propende por:

Acompañar el cumplimiento de los fines del Estado, promover y alcanzar la

realización de los derechos y buscar la consolidación de la democracia y la

gobernabilidad, teniendo clara la importancia de brindar mecanismos que

permitan a los ciudadanos ser partícipes de la toma de decisiones para bienestar

de sus comunidades, y permitiéndoles de esta forma empoderarse de los temas

de estado. (Ministerio del Interior, s.f.)

Cuando el ejercicio de este control social se da de manera colectiva, pueden generarse

alianzas entre diferentes grupos sociales, “organizaciones no gubernamentales, fundaciones,

universidades, gremios empresariales, medios de comunicación y entidades afines, para

fortalecer su ejercicio, darle continuidad y obtener apoyo financiero, operativo y logístico”

(Ley 1757, 2015, art. 60). De igual forma, estos congregados podrán apelar a otras instancias

de participación para intercambiar experiencias y sistemas de información y, así, definir

estrategias conjuntas claras orientadas a la evaluación, vigilancia y rendición de cuentas.

Todos los procesos de gestión pública, pueden ser objeto de control social, salvo aquellos

estipulados como reservados. Estos últimos, se tratan de aquella información que estando

en poder o custodia de un sujeto obligado en su calidad de tal, es exceptuada de acceso

a la ciudadanía por daño a intereses públicos y bajo cumplimiento de la totalidad de los

requisitos consagrados en el artículo 19 de esta ley” (Ley 1712, 2014, art.6).

46
Concretamente, el control social puede ser ejercido a través de diferentes modalidades, a

saber: veedurías ciudadanas, juntas de vigilancia, comités de desarrollo y control social de

los servicios públicos domiciliarios, auditorías e instancias de participación ciudadana. En

el próximo capítulo de este módulo de enseñanza se hará especial énfasis en la primera de

estas modalidades (veedurías ciudadanas).

Sin duda, el control social es habilitado en gran medida por los procesos de rendición de

cuentas. Cuando la ciudadanía tiene acceso a la información del desarrollo y resultados de

los distintos procesos de gestión pública, puede posteriormente vigilar, evaluar y monitorear

tanto a las entidades respectivas como a sus procederes. De igual modo, como se estipula

en la ley 1712 del 2014 “por medio de la cual se crea la Ley de Transparencia y del Derecho

de Acceso a la Información Pública Nacional y se dictan otras disposiciones”, son principios

del derecho de acceso a la información pública: la transparencia, la facilitación, la gratuidad,

la eficacia, la divulgación proactiva de la información, la buena fe, la no discriminación, la

celeridad, la calidad y la responsabilidad en el uso de la información. Todos estos, encuentran

un vínculo directo con el proceso de control social, pues permiten que ocurra de manera

asertiva, coordinada y exitosa. Adicionalmente, se presentan como principios transversales

y necesarios para facilitar y promover la participación ciudadana democrática. l

47
Tema 4
Veedurías ciudadanas
y control social
¿Qué son las veedurías ciudadanas y
para qué sirven?
De acuerdo con la ley 850 del 2003,

La veeduría ciudadana, es el mecanismo democrático de representación que

le permite a los/as ciudadanos/as, así como a las organizaciones comunitarias,

vigilar la gestión pública en todos sus niveles donde se utilicen de forma parcial o

total los recursos públicos. A saber, son sujetos de dicha vigilancia las autoridades

administrativas, políticas, judiciales, electorales, legislativas y órganos de control,

incluidas de igual forma, las entidades públicas o privadas y organizaciones no

gubernamentales de carácter nacional o internacional que operen en el país,

encargadas de la ejecución de un programa, proyecto, contrato o de la prestación

de un servicio público. (Ley 850, 2003, art. 1)

De esta forma, las veedurías ciudadanas son una herramienta ágil a través de la cual los/

as ciudadanos/as se organizan frente a un tema de interés común para conocer o solicitar

el cumplimiento de las obligaciones del Estado y de las diferentes entidades territoriales.

A través de este mecanismo, los/as ciudadanos/as vigilan que la utilización de los recursos

públicos se haga de manera correcta de acuerdo con las normas, proyectos y planes de

desarrollo aprobados.

Sus facultades están expresas en el artículo 68 de la ley 1757 de 2015, y el artículo 16 de la ley

850 de 2003, y son las siguientes:

49
• Intervenir en audiencias públicas en los casos y términos contemplados en la ley.

• Denunciar ante las autoridades competentes las actuaciones, hechos y omisiones de los
servidores públicos y particulares, que ejerzan funciones que puedan constituir delitos,
detrimento del patrimonio público, irregularidades o faltas en materia de contratación
estatal y en general en el ejercicio de funciones administrativas o en la prestación de
servicios públicos.

• Utilizar los demás recursos, procedimientos e instrumentos que algunas leyes especiales
consagren para el control social.

En consecuencia, las veedurías ciudadanas tienen prohibido, sin el concurso de autoridad

competente, retrasar, impedir o suspender los programas, proyectos o contratos objeto de

la vigilancia. Es preciso destacar que éstas no sólo ejercen vigilancia posterior a la gestión de

las entidades, por el contrario; también laboran de manera preventiva y durante el proceso

de gestión “haciendo recomendaciones escritas y oportunas ante las entidades que ejecutan

el programa, proyecto o contrato y ante los organismos de control del Estado, para mejorar

la eficiencia institucional y la actuación de los funcionarios” (Ley 850, 2003, art. 4).

Los principios generales transversales a las veedurías ciudadanas según lo consignado en el

artículo 4 de la ley 850 de 2003, deben ser la igualdad, la moralidad, la eficacia, la economía,

la celeridad, la imparcialidad y la publicidad. Adicionalmente, según el Título II de esta

misma ley, los principios rectores de las veedurías son: la democratización, la autonomía,

la transparencia, la responsabilidad, la objetividad y la legalidad. Además, no es suficiente

mantener presentes siempre estos principios a la hora de realizar una veeduría ciudadana,

también, es crucial generar una buena organización en todos los procesos internos que

ella requiera, para que estos mandamientos fluyan y sean sostenibles todo el tiempo. Las

funciones de las veedurías ciudadanas establecidas en la ley se presentan en el artículo 15.

50
El ejercicio de este mecanismo de control, trae consigo diversos beneficios tanto para la

ciudadanía como para las entidades públicas. Por un lado, estimula la transparencia y la

lucha contra la corrupción, en tanto que invita a la ciudadanía a hacer vigilancia, monitoreo y

evaluación de la gestión de las entidades frente a todos los temas que la comprometen. Por otro

lado, fomenta la participación ciudadana en los procesos de toma de decisión en el marco de

la gestión pública y, por tanto, una democracia más participativa (Ministerio del Interior, 2016).

En sumatoria, las veedurías ciudadanas apoyan las labores de las personerías municipales en

el fomento y robustecimiento de la participación ciudadana, promueven el cumplimiento

de los principios constitucionales que rigen la función pública y democratizan y vuelven

más horizontal e inclusiva la gestión y administración pública (Ministerio del Interior, 2016).

De igual manera, propenden por un vínculo más estrecho y activo entre la institucionalidad

y la ciudadanía que contemple canales de comunicación e instancias de participación más

diversas, dialógicas y articuladas. Así, busca superarse la idea de la pasividad de la ciudadanía

y la amplia asignación -democracia representativa- de gestión a los/as dirigentes del país.

¿Quiénes pueden ejercer las


veedurías ciudadanas?
En concordancia con el artículo 8 de la ley 850 de 2003, las veedurías ciudadanas se

conforman por la libre iniciativa de los/as ciudadanos/as, quienes gozan de autonomía

plena frente a las diferentes entidades públicas e instituciones de control. De esta forma,

las veedurías ciudadanas pueden ser ejercidas por cualquier grupo de ciudadanos/as como:

organizaciones comunitarias, profesionales, juveniles, sindicales, benéficas o de utilidad

51
común, no gubernamentales y sin ánimo de lucro (Supersolidaria, 2018). Sin embargo, no

deben incurrir en ninguno de los siguientes puntos (Ley 850, 2003, art. 19):

• Contratistas, interventores, proveedores o trabajadores adscritos a la obra, contrato o


programa objeto de veeduría o que tengan algún interés patrimonial directo o indirecto
en la ejecución de éstas. Aplica desde el presente y hasta el año anterior.

• Quienes estén vinculados por matrimonio, unión permanente o parentesco dentro del
cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad o único civil con el contratista,
interventor, proveedor o trabajadores adscritos a la obra, contrato o programa. Aplica
también, a los servidores públicos que tengan la participación directa o indirecta en la
ejecución de estos.

• Trabajadores o funcionarios públicos, municipales, departamentales o nacionales, cuyas


funciones estén relacionadas con la obra, contrato o programa sobre el cual se ejerce la
veeduría. Se incluyen: ediles, concejales, diputados, y congresistas.

• Quienes tengan vínculos contractuales, o extracontractuales o participen en organismos de


gestión de la ONG, gremio o asociación comprometidos en el proceso objeto de la veeduría.

• Organización o servidor público, que fuera cancelada o suspendida su inscripción en el


registro público, que haya sido condenado penal o disciplinariamente. Salvo por los delitos
políticos o culposos o sancionados con destitución.

Cabe destacar que, según la Corte Constitucional, el derecho de vigilar y hacer seguimiento

al ejercicio de poder y de toma de decisiones del Estado, no es exclusivo de las personas

mayores de edad. Esto sustenta, que los menores de edad también pueden integrar y

desarrollar veedurías ciudadanas (Ministerio del Interior, 2016, p. 15).

52
¿Cómo se hacen las veedurías
ciudadanas?
Conformación e inscripción de las veedurías ciudadanas

El primer paso para conformar una veeduría ciudadana es la elección democrática de los/

as respectivos veedores/as. Aquí, es preciso mencionar que, en el caso de las comunidades

indígenas, este rol lo asumirán las autoridades propias respectivas.

Seguido a esta elección, el grupo ciudadano debe proceder con la elaboración del acta de

constitución -documento que oficializará la veeduría ciudadana-. Esta debe incluir:

• Nombre de los/as veedores/as seleccionados/as para integrar la veeduría ciudadana y sus


respectivos números de documento de identidad

• El objeto definido al que se le hará vigilancia: debe manifestarse claramente la entidad, el


proyecto, el programa, la obra, el contrato, la prestación de servicios -entre otros- a la que
se le hará el control social.

• El nivel territorial donde se encuentra el objeto de vigilancia de la veeduría

• La duración de la veeduría: esta debe ser equivalente o mayor a la duración del objeto
gestionado a vigilar.

• El lugar de residencia: dirección y municipio donde reside la veeduría

El Ministerio de Interior (2016) resalta la importancia, adicional a la elaboración mandatoria

del acta de constitución, de la elaboración de un “reglamento de funcionamiento o estatutos,

el cual permitirá trabajar de manera organizada y con una visión clara de lo que se quiere

en un futuro” (p.15).

53
El reglamento debe ser conciso y sencillo y puede ser elaborado colectivamente a partir de

ejercicios de socialización y planeación con los/as integrantes de la veeduría. En los estatutos,

por su parte, deben ser fijadas las reglas y condiciones que deben cumplir los/as integrantes

del grupo, así como la asignación de roles y deberes.

Una vez elaborado el documento del punto dos (el acta de constitución), debe inscribirse la

veeduría con este formato, por medio de las personerías municipales o distritales o ante las

cámaras de comercio que tienen jurisdicción donde esta reside. Cabe señalar, que dichas

entidades serán las encargadas de llevar el registro público de las veedurías inscritas en su

nivel territorial.

54
Si el procedimiento se realiza ante las registro de las veedurías ciudadanas es clave

cámaras de comercio, las veedurías se en tanto que es uno de los pasos primarios

inscriben como entidades sin ánimo de lucro. para generar legitimidad. Primero, ante la

Los documentos necesarios para entregar institucionalidad e incluso, hacia la misma

en este caso son: comunidad local o nacional.

• Acta de constitución y estatutos


Planeación de las
veedurías ciudadanas
• Registro Único Tributario (RUT)

Con miras a ejecutar una veeduría ciudadana


• Formulario de registro con otras
entidades (estos tendrán un costo al organizada y exitosa, es necesario que se
pagar la matrícula mercantil)
realice una buena planeación estratégica,

Si las veedurías se inscriben ante las comprendiendo los componentes básicos

personerías municipales o distritales, los de formulación de: misión, visión, objetivos

documentos necesarios serán: y metas. Es importante dar respuesta a las

siguientes preguntas (a todas o a su mayoría):


• Acta de constitución (original y copia)

• Fotocopia del documento de identidad


de los/as integrantes

El registro no tiene ningún tipo de costo

Finalmente, una vez inscrita la veeduría

ciudadana, se efectúa la anotación en el

registro público respectivo. Es relevante

mencionar, que el proceso de inscripción y de

55
Figura 5
Planeación estratégica para una veeduría ciudadana con propósito.

Las veedurías ciudadanas

Naturaleza del objetivo a Justificación de la Establecimiento de los


vigilar (proyecto, obra veeduría ciudadana objetivos que buscan
contrato, ect.) que busca realizarse conseguirse con la
veeduría ciudadana

Qué Porqué Para qué

Definición de la Delimitación clara del


metodología que se Metas e indicadores
utilizará para llevar a claros tiempo y las actividades
cabo la veeduría conforme a él.

Cómo Cuándo Cuándo

Recursos humanos,
Descripción y detalle del Responsables de la técnicos, financieros, etc.,
lugar donde se realizará veeduría y beneficiarios/as empleados para la
la veeduría de la misma ejecución de la veeduria

Dónde Quíenes Con qué

funciones de las veedurías ciudadanas. Fuente: elaboración propia.

56
En afinidad con este modelo estratégico, es de vital importancia diseñar un buen plan de

acción o cronograma que al menos responda a estas preguntas. En la siguiente imagen se

presenta un ejemplo que ilustra el uso de estos componentes:

Figura 6
Modelo estratégico del plan de acción.

PLAN DE ACCIÓN

Actividad Indicador Meta Fecha de Responsable Recursos


Clave realización

Elaborar el Primer mes después de Febrero Juan Esteban Humanos


Reglamento Reglamento construir la veeduría 27 de 2014 Pardo Bravo Financieros
interno ciudadana

Nación (2013, p.19).

Ahora bien, como ya se ha visto, tanto a nivel nacional como local, existen fondos de

financiación para la participación ciudadana. Para lograr beneficiarse de ellos, es necesario

hacer una formulación del proyecto (el documento oficial donde se presentará la propuesta

de la veeduría con todos sus componentes desagregados) rigurosa y organizada. Para

esto, la Procuraduría General de la Nación (2013) recomienda seguir la metodología del

marco lógico, “el cual permitirá guiar la forma como se pueden adelantar procesos de

planeación, seguimiento y evaluación de proyectos de inversión” (p.20). Cabe mencionar

que la planeación estratégica, junto al plan de acción mencionado previamente, pueden ir

insertos en este marco lógico del proyecto extenso formulado.

57
Para profundizar en esta información, se puede revisar el documento de la Procuraduría

General de la Nación, titulado “Hacia una veeduría ciudadana efectiva: guía para el ejercicio

de la veeduría ciudadana”.

Funcionamiento de las veedurías


ciudadanas
En términos de la puesta en marcha de la veeduría ciudadana, estos son los pasos más

importantes a considerar:

Tabla 1
Funcionamiento de las veedurías.

En caso de que sea la primera veeduría ciudadana a realizarse o de


que se tenga un conocimiento más o menos limitado del funciona-
miento y desarrollo de las veedurías, es muy recomendable acudir
a capacitaciones o buscar apoyo de organizaciones estatales o no
Capacitación y gubernamentales. Para ello, puede gestionarse:
apoyo - Autocapacitación (formación autodidacta con material virtual o
físico en distintas formas)

- Solicitar apoyo a entidades públicas sujetas de control,


universidades y/o ONG.
En el marco de la realización de las veedurías ciudadanas, es impor-
tante realizar reuniones organizadas, claras, democráticas y estructu-
radas. Para dicho fin, se propone antes del inicio de cada reunión la
comprobación del quórum y la socialización de la agenda respectiva
Realizar con todos/as los/as participantes, así como la metodología que se em-
reuniones pleará durante la reunión.
efectivas y Una vez finalizada la reunión y siendo abarcados todos los puntos de
proactivas la agenda, se sugiere conversar colectivamente sobre las conclusio-
nes que quedan de la reunión y asignar tareas respecto a lo discutido.
Es de suma importancia, que todas las reuniones estén consignadas
en actas o relatorías para que todo lo conversado, pactado y debatido
quede en papel y todas las personas tengan acceso a ello.

58
Con miras a cumplir con los objetivos que se propone la veeduría
ciudadana, ésta podrá hacer uso de diferentes mecanismos contem-
plados en la ley. Se exponen los siguientes:

Derechos de petición mediante sus diferentes tipos según el Códi-


go Contencioso Administrativo: quejas, reclamos, manifestaciones,
Mecanismos de peticiones de información y/o consultas. Este se eleva a las entidades
respectivas a quiénes se quiera solicitar o presentar la petición.
acción para el
desarrollo de - Acción de tutela: se eleva a los jueces o tribunales respectivos en
las veedurías casos de violación a alguno de los derechos fundamentales constitu-
cionales.
ciudadanas
- Acción de cumplimiento: se eleva a las autoridades respectivas para
solicitar el cumplimiento de leyes o actos administrativos.

- Acción popular/de grupo: por medio de estas acciones públicas se


busca la defensa de derechos colectivos que se están vulnerando a
una comunidad.
La mayoría de los resultados del actuar de las veedurías ciudadanas
encuentran su materialización en productos puntuales como:

- Pronunciamientos e informes→ para cuando las veedurías intervie-


nen en audiencias públicas.
Productos de
la actuación - Quejas y denuncias→ presentadas a las autoridades competentes
cuando un/a funcionario/a público/a actúa de manera irregular.
emprendida por
las veedurías - Solicitudes→ entregadas a entidades públicas realizando observacio-
ciudadanas nes o recomendaciones preventivas a la gestión pública vigilada.

- Control excepcional→ solicitado a la Contraloría General de la Repú-


blica, mediante oficio cuando la veeduría/ciudadanía sospecha de la
falta de imparcialidad del órgano de control local en el proceso de
fiscalización.

Nota. Se presentan los pasos más importantes que se deben efectuar para el correcto funciona-

de la Nación (2013, p.23-29).

59
Ahora bien, como se ha manifestado previamente, una de las funciones de las veedurías

ciudadanas es informar a su comunidad sobre los avances y resultados de su trabajo. A

esto, se le conoce como la fase de rendición de cuentas y suele darse a través de audiencias

públicas. Los pasos que recomienda la Procuraduría (2013), para hacer un proceso de

rendición de cuentas que vaya en armonía con los principios de transparencia, publicidad y

responsabilidad son los siguientes:

1. Planeación de la pre-audiencia y la audiencia pública: En esta fase es importante crear


una estrategia de socialización de la información obtenida durante la veeduría con la
comunidad y la publicidad de la audiencia pública que se llevará a cabo para mostrarla en
detalle.

2. Convocatoria a la audiencia: invitar a la ciudadanía a inscribirse y participar en la audiencia;


planear la metodología de participación dentro de la misma.

3. Realización de la audiencia: una vez ésta se realice, es importante siempre llevar un registro
de los/as asistentes y delimitar una agenda clara y pública.

4. Redacción de informes de rendición de cuentas

Una vez finalizada la veeduría ciudadana y su proceso de rendición de cuentas a la ciudadanía,

el último paso consiste en la elaboración de un Plan de Mejoramiento.

El Plan de Mejoramiento es el conjunto de elementos de control, que consolidan las

acciones de mejoramiento, necesarias para corregir las desviaciones encontradas

en el desarrollo de la gestión de la veeduría ciudadana, que se generan como

consecuencia de los procesos de autoevaluación, de las reuniones de asamblea y

de la rendición de cuentas. (Procuraduría General de la Nación, 2013, p.32)

60
El diseño de este plan de mejoramiento es realizado conjuntamente por todos/as los/as

miembros de la veeduría ciudadana. Para esto, es necesaria la planificación de acciones

concretas que se emprenderán para resarcir los desaciertos encontrados en el desarrollo

de ésta. En otras palabras, se dejará en manifiesto tanto para el grupo de la veeduría como

para el público, qué se hará internamente para mejorar el actuar y proceder en lo inmediato,

como en futuras oportunidades. El plan puede diseñarse a modo de tabla como se ilustra

en la siguiente imagen:

Figura 7
Diseño del plan de mejoramiento.

PLAN DE MEJORAMIENTO

Problema a
mejorar/ Objetivo Meta Indicador Actividades Responsables
prioridad

No se ha Reuniones
elaborado Contar con Al 4to mes de la veeduría 1 Reglamento Sesiones de
el reglamento reglamento contar con un interno de la trabajo Santiago
interno de la interno de la reglamento interno veeduría Documentos Pardo
veeduría veeduría borrador
Validaciones

Red Institucional de Apoyo a las Veedurías Ciudadanas

Creada bajo la ley 850 del 2003, la Red Institucional de Apoyo a las Veedurías Ciudadanas, es

una instancia para coordinar acciones y recursos a través de la colaboración, la comunicación,

la cooperación, el consenso y la gestión colectiva, que tiene como objetivo apoyar a las

61
veedurías ciudadanas y sus redes por medio de la asesoría legal, la promoción de la vigilancia

y la evaluación a la gestión pública. Esta red está compuesta por las siguientes instituciones:

La Procuraduría General de la Nación, la Contraloría General de la República, la Defensoría

del Pueblo, el Ministerio del Interior, el Departamento Administrativo de la Función Pública,

la Escuela Superior de Administración Pública, los organismos de planeación y el Fondo

para la Participación y el Fortalecimiento de la Democracia adscrito al Ministerio del Interior

(Ministerio del Interior, 2016).

Las funciones principales de esta red son:

• Promover el apoyo a las veedurías ciudadanas y a sus redes.

• Contribuir con los procesos de conformación, inscripción y desarrollo de las veedurías


ciudadanas.

• Implementar un sistema de interacción y comunicación entre los diversos niveles de la


Red.

• Promover tanto la cooperación financiera, como la cooperación técnica internacional, con


miras a diversificar las opciones de financiación y las fuentes de información y experiencia.

• Elaborar documentos y manuales de orientación respecto al contenido de la Ley 850 del


2003 y su implementación.

• Promover espacios de participación para el ejercicio del control social a la gestión pública.

• Presentar informes de los resultados de los diferentes estudios que se lleven a cabo al
interior de la Red y dar recomendaciones a las instancias gubernamentales respectivas y
a las organizaciones ciudadanas.

• Elaborar un informe anual de gestión (Ministerio del Interior, 2016).

62
La Red Institucional de Apoyo a las Veedurías Ciudadanas, juega un papel importante

acompañando, orientando e instruyendo -cuando sea solicitado y necesario- a las diferentes

veedurías por conformar o conformadas en este respecto. Adicionalmente, la articulación

de distintas fuerzas organizacionales permite la ampliación de canales de comunicación

interinstitucionales y con la ciudadanía. Esto promueve una mayor interacción entre la

institucionalidad y la sociedad civil, además de la creación de alianzas, consensos y diálogos.

Es importante recalcar, que a nivel departamental existen redes de acuerdos locales entre

diferentes veedurías ciudadanas.

Ejemplos de veedurías ciudadanas


Veeduría ciudadana al Plan de Desarrollo
Esta veeduría fue creada en diciembre de 1996. Nació con el propósito de “hacer seguimiento

al Plan de Desarrollo de Medellín, acompañar su proceso de ejecución y hacer pública la

presentación de sus resultados” (Veeduría ciudadana al Plan de Desarrollo de Medellín,

2021, p.1). Puntualmente, la preocupación con la que surge la conformación de la veeduría,

es el bajo control ciudadano ejercido a los procesos de gestión pública. -Específicamente a

la asignación presupuestal de cada gobierno local- y a la poca cercanía de los gobiernos a

los temas de control social y participación ciudadana activa. Teniendo en cuenta esto como

argumento, el objeto de vigilancia de dicha veeduría desde su creación es, claramente, el

plan de desarrollo de cada uno de los nuevos gobiernos en la ciudad de Medellín.

63
El objetivo general que se propone la veeduría ciudadana es “contribuir a mejorar la gestión

pública a partir de una mayor participación de la ciudadanía en el control y seguimiento al

Plan de Desarrollo Municipal” (Veeduría ciudadana al Plan de Desarrollo de Medellín, 2021).

Algunos de los objetivos específicos, por su parte, son la promoción de una relación más

cercana y activa entre las instituciones y la ciudadanía. También, incentivar a diferentes

grupos sociales organizados a hacer uso de este mecanismo y para mantener un canal de

información y comunicación transparente y claro.

En cuanto a la metodología de actuación de la veeduría para realizar seguimiento, análisis

y evaluación del Plan de Desarrollo de Medellín, se basa principalmente en el uso de los

siguientes mecanismos e instrumentos: pronunciamientos públicos y estudios, diálogos

públicos, balances parciales o generales.

Para profundizar en las experiencias y en el contenido de esta veeduría

ciudadana, recomendamos visitar el sitio web: https://veeduriamedellin.org.co/nosotros/

64
Red Departamental de Veedurías Ciudadanas de mujeres
por el derecho a una vida libre de violencias

Esta red nace en el año 2020, en el departamento del Meta, después del registro oficial ante

la Personería del Municipio de Mesetas. Tiene como veedurías ciudadanas integrantes: La

veeduría Mujeres Libres de Violencia de Villavicencio, Veeduría Somos Equidad de Mesetas

y Veeduría de Mujeres Valientes del municipio de Vista Hermosa. Estas veedurías, decidieron

consolidarse como red para aunar esfuerzos en el trabajo de visibilización de “las barreras y

debilidades institucionales que enfrentan las víctimas de violencias basadas en género en el

departamento del Meta” (Red Departamental de Veedurías Ciudadanas de mujeres por el

derecho a una vida libre de violencias para las mujeres del departamento del Meta, 2020, p.4).

Puntualmente, el objeto a vigilar de esta red de veedurías es la ley 1257 del 20084, por

medio de la cual busca eliminar todo tipo de violencia hacia las mujeres. Según la Red,

es profundamente necesario, crear acciones verdaderamente eficaces y eficientes, a nivel

institucional -sin desconocer todos los otros niveles y el profundo trabajo que debe existir

en ellos también- para superar la violencia sistemática hacia las mujeres, pues los índices de

violencia contra las féminas siguen en aumento y encuentran fuertes particularidades. Por

ejemplo, una de ellas se dio con el confinamiento por la pandemia del Covid-19.

En el informe final “Las Mujeres Hablan” presentado en el 2020, por esta Red y apoyado por

Limpal, Colombia y ONU Mujeres, es visible el proceso de veeduría que llevaron a cabo en la

Red. Inicialmente, se presentó una contextualización sobre la violencia que experimentan

las mujeres en el departamento del Meta -sobre todo en tiempos de pandemia- y la línea

65
de llamadas de emergencia para casos de violencia de género (155). En segundo lugar,

se realizó un seguimiento de las acciones institucionales en el marco de la pandemia del

COVID-19 y los casos de violencia de género ocurridos en ella. En tercer lugar, se construyeron

documentos con historias de vida de diversas mujeres violentadas y su experiencia al buscar

acompañamiento y ayuda institucional.

En cuarto lugar, se hizo un seguimiento riguroso al Pacto por la Garantía del Derecho a

una Vida Libre de Violencias para las niñas, adolescentes y mujeres del Meta, firmado en

el marco del Comité de la ley 1257 de 2008. En quinto lugar, se recolectaron historias de

resistencia e incidencia de diferentes casos. Finalmente, y después de cada uno de estos

pasos, se redactó un pliego de recomendaciones a las entidades con competencia en la

atención a la ruta de violencias basadas en género.

Para profundizar en el desarrollo e informe de esta red de veedurías ciudadanas, lo invitamos

a ver el documento: “Las mujeres hablan”: https://www.limpalcolombia.org/images/documentos/


Informe_Las_Mujeres_Hablan_Red_Dptal_de_Veedurias_Ciudadanas_de_Mujeres_del_Meta.pdf.

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U ni d a d d i d á c t i c a

Im p o r ta n c i a d e la p a r t icip a ció n
d em o c r á t ica e n C o lo m b ia

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