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abdomen abierto
Juan Carlos Restrepo Medrano
PhD, MSc Nurse, BSc Nurse
Profesor UdeA – UPB
Unidad 5. Abdomen abierto
Introducción
El cuidado de las personas con abdomen abierto debe ser liderado por el profesional de enfermería,
quién con su conocimiento, experticia y ayuda de las últimas tecnologías disponibles en el mercado,
mejoran la calidad de vida del paciente demostrando que la curación avanzada del abdomen abierto
tiene excelentes resultados con pronósticos positivos, gracias a los innumerables casos de evolución
exitosa.
Este procedimiento requiere de varios factores que favorecen la pronta recuperación: accesibilidad,
nivel de atención, condiciones del paciente, recursos disponibles, técnica de curación (que depende
directamente de la etiología y característica de la herida) y personal idóneo; con todos estos factores
La utilización adecuada del material es el pilar fundamental del tratamiento, pues es lo que posibilita
ser tanto eficientes y eficaces, como racionales y acertados en su manejo. Lo anterior debe tenerse
en cuenta sin olvidar que la prioridad ha de ser siempre el paciente y sus necesidades, además el
cierre oportuno de la herida por segunda intensión cuando no puede hacerse quirúrgicamente.
El manejo del abdomen abierto es un reto para el profesional de enfermería, ya que es una realidad
compleja que requiere de los conocimientos suficientes para darle el tratamiento idóneo y lograr así
El abdomen abierto es una técnica quirúrgica en la cual se deja la cavidad abierta mientras se corrigen
las situaciones clínico-patológicas que llevaron al paciente a esta condición (1). Con esta técnica se
Indicaciones
Pacientes con sepsis severa de origen abdominal, trauma grave que requieren laparotomía, fascitis
mesentérica (ligadura), suturas vasculares que se consideran críticas (sutura de vasos renales o de la
vena porta) o peritonitis. Se realiza para llevar un control de los procedimientos realizados, además
poder acceder rápidamente a la cavidad abdominal ante una reintervención o urgencia, dependiendo
Cuando el cirujano toma la decisión de dejar el abdomen abierto es porque el caso es grave y es una
manera urgente de prevenir la muerte inminente. Mediante esta técnica se posibilita el manejo
adecuado de la infección abdominal evitando que se acumule material fecal y/o purulento y facilitando
el drenaje de este, a través de los lavados peritoneales y las revisiones posteriores (3). En el trauma
severo se evita el síndrome de hipertensión abdominal y facilita el manejo del paciente que requiere
cirugías de control de daños por la severidad de sus lesiones (1, 4). Los lavados peritoneales se
El abdomen abierto tuvo sus primeros avances en 1905 con Price y en 1906 con Torek, quienes
utilizaron su técnica de desbridamiento y lavado de la cavidad, argumentaban que esta técnica era
eficaz para el tratamiento de la apendicitis. En 1960 Artz propuso la irrigación con antibióticos en el
transoperatorio y Schumer la irrigación continua postoperatoria. En 1975 Huspeth inició la técnica del
desbridamiento radical peritoneal. Solo hasta el año 1979 el cirujano Steimberg manejó la cavidad
abdominal abierta para tener un acceso continuo, rápido y sin mayores complicaciones hacia la
cavidad peritoneal y así controlar, por no más de 72 horas, las complicaciones que causaba la
diseminación bacteriana. En 1980 Teichmann y Wittmann utilizaron el principio anterior del abdomen
abierto disponiendo de una malla con cremallera para abordar la cavidad abdominal continuamente,
En cuanto a los elementos utilizados para adecuar a la pared abdominal o dejarla abierta, existen una
(3).
En marzo de 1984, en el Hospital San Juan de Dios de Bogotá, el Dr. Borráez utilizó la bolsa estéril
de los líquidos endovenosos de polivinilo (Viaflex) como medida desesperada en una cirugía
abdominal. La idea fue difundida por Mattox alrededor del mundo y fue reconocida inicialmente como
Bolsa de Bogotá. Sin embargo, hoy en día se le denomina Bolsa de Borráez (1).
Dicho elemento es ideal por su bajo costo, es biocompatible y
utilización de una bolsa grande dentro de la cavidad peritoneal, suelta y cubriendo las vísceras
abdominales. Luego se coloca otra y se fija a la piel (1). Esta variación facilita abordajes sucesivos
dentro de la cavidad abdominal porque evita que se formen adherencias de las vísceras al peritoneo
cavidad y, además, permite el cierre definitivo de la cavidad abdominal (5). Cuando se considera que
el paciente no requiere más drenajes ni lavados, se retiran las dos bolsas, se tallan los colgajos
aponeuróticos tan ampliamente como sea necesario, se realizan múltiples incisiones en las fascias y
de esta forma se aproximan los bordes sin tensión alguna y sin necesidad de utilizar mallas (3).
El uso de este método permite el lavado de la cavidad abdominal cada 48 o 72 horas en personas que
manejo de estos pacientes debe ser dinámico, multidisciplinario e integral, sin olvidar las necesidades
Ventajas
evita el cierre de la pared a tensión previniendo el desarrollo del síndrome de hipertensión abdominal,
conserva adecuadamente la aponeurosis y la piel, facilita el cierre rápidamente y la deambulación
precoz (1).
El polivinilo comúnmente llamado Viaflex, ha demostrado resultados exitosos debido a que conserva
la integridad de las asas intestinales, desbrida por autolisis las membranas y el tejido necrótico,
establece un manejo seguro y costo efectivo, favorece el proceso de cicatrización y el cierre rápido de
la pared abdominal, y brinda una mejor calidad de vida al paciente al disminuir la estancia hospitalaria,
El uso de la bolsa genera un ambiente húmedo que permite llevar de forma segura y continua el
permanente del proceso infeccioso. Aquí juega un papel protagónico el profesional de enfermería que
deberá hacer una valoración y plan de cuidado apropiado para mantener un equilibrio en la cura
húmeda y tomar la correcta decisión respecto a cuándo retirar la bolsa de Borráez; el uso de esta debe
tejido de granulación, que casi siempre coincide con el control del proceso infeccioso intra-abdominal,
Cuando se retira la bolsa de Borráez, y no es posible cerrar quirúrgicamente por el abdomen congelado
(que consiste en la compactación de la cavidad abdominal con tejido fibroso, pálido, que no permite el
abordaje por el riesgo de desgarrar asas intestinales y provocar sangrado, además los tejidos son
inmóviles, friables, y no aptos para sutura), se lleva al paciente a una cicatrización por segunda
intención.
Algunas ventajas de dejar el abdomen abierto (en comparación con cerrarlo y luego,
Complicaciones:
enfermería, quien debe liderar este procedimiento. Existen varias propuestas para el manejo del
abdomen abierto pero hay poca evidencia escrita del mejor tratamiento, el cual ha sido llevado a cabo
por muchos años sin dejarlo documentado. Sin embargo, existen algunos alternativas que se puede
utilizar por largo tiempo como la bolsa de Borráez suelta dentro de la cavidad hasta que se forme un
buen tejido de granulación por debajo de ella y luego intentar la aproximación de la aponeurosis;
siempre dejar faja para evitar evisceración. Por ello, no se debe dejar muy suelta ni tampoco muy
sistema de presión negativa (conocido como VAC). Las fístulas intestinales pueden surgir del uso de
esta técnica, del manejo inadecuado de la técnica del abdomen abierto o como otra complicación de
procedimientos quirúrgicos. El VAC es una buena técnica pero desafortunadamente por ser muy
costosa para nuestras instituciones y pacientes, no todos tienen acceso a ella (5).
El VAC (Vacuum Assisted Closure - Cicatrización Asistida por Vacío) es un sistema no invasivo que
suministra presión negativa (subatmosférica) en la zona de la herida donde se aplica mediante un tubo
que somete a descompresión un apósito de espuma, ya sea de forma continua o intermitente (6).
La presión negativa realiza una macrotensión que hace que se aproximen los bordes, lo que reduce
Indicaciones
Heridas crónicas (úlceras por presión y heridas diabéticas), heridas subagudas (dehiscencia
las vísceras (7), y además favorece la granulación. Se debe utilizar espuma no adherente de alcohol
Presión recomendada: en abdomen abierto se recomienda una presión continúa de 125 mmHg.
Tiempo de uso: se deben realizar cambios de la espuma máximo cada 72 horas, hasta obtener el
Ventajas
Promueve la granulación.
Contraindicaciones: pacientes con tejido neoplásico en la herida, osteomielitis no tratada, fístulas no
entéricas o sin explorar, hemorragia activa, tejido necrótico. No colocar el VAC sobre órganos o vasos
Técnica aplicación
Tomado de KCI. Figura 2. V.A.C. ATS Un sistema avanzado de terapia para la curación de heridas. 2008.
Siempre que se realice una curación se deben conservar los principios de bioseguridad y
curación preferiblemente debe ser agua estéril tibia para evitar la reducción de la
Luer Lock, para evitar que la aguja se suelte y sea lanzada a la herida, y aguja
N.20G sin bisel (ver imagen), para garantizar una irrigación de 8PSI que es la ideal para remover el
exudado de la herida; debe ser en un ángulo de 45° y no con una presión más fuerte de la mencionada,
por el riesgo a fistulizar el paciente; este debe ser exhaustivo hasta dejarla visiblemente limpia en un
tiempo reducido para evitar la pérdida de temperatura. Se le retira la aguja y con esta parte se realiza
el lavado.
Otra opción es realizar fricción suave con un dedo enguantado y secar con toques suaves. Se elige el
apósito de acuerdo con la fase de cicatrización que se encuentre la herida. Si la herida esta granulada
ambiente húmedo se recomienda hidrofibra con plata y como apósito secundario un hidrocoloide
grueso, que sobrepase los bordes de la herida de 1 a 2 cm (ver imagen); realizar curaciones entre 3 y
5 días dependiendo del exudado y estado de la herida; dejar el paciente siempre con faja.
Imágenes
Recuperado de https://www.convatec.com/
Referencias bibliográficas
1. Borráez O. Abdomen abierto: la herida más desafiante. Rev Colomb Cir. 2008;23(4):204-209.
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4. Iñaguazo D, Astudillo M. Abdomen abierto en la sepsis intraabdominal severa. ¿Una indicación
beneficiosa? Revista Chilena de Cirugía. 2009;61(3):294-300. Recuperado de
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5. López L, Evaristo G, Fuentes, Ventura F, Sepúlveda R. Tratamiento de abdomen abierto con el
sistema de vacuum pack en pacientes con sepsis abdominal. Cirugía y Cirujanos.
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