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29/03/2023
Paciente pediátrico
● Abarca a las personas desde que nacen hasta que cumplen una madurez esquelética, es decir,
entre los 16 y 18 años de edad.
Consideraciones anatómicas
● Mínimamente desplazadas:
o Mayor capa de tejido adiposo facial → mayor amortiguación de fuerzas, disminución
de la tasa de fracturas, mayor número de fracturas en tallo verde.
o Huesos de mayor módulo elástico → por lo que las fracturas van a ser incompletas, o
en tallo verde.
o Líneas de suturas más flexibles.
o Baja mineralización ósea.
o Escasa o nula de neumatización sinusal → mayor número de lesiones craneales qué
faciales.
Prevalencia
● Entre los 0 y 18 años, las fracturas más frecuentes son las de mandíbula (32,7%), hueso nasal
(30,2%) y maxilar-cigoma (28,6%).
● El manejo ambulatorio es más común en fracturas nasales y dentoalveolares.
● La hospitalización es más común en niños con fracturas mandibulares.
● Prevalencia → cóndilo > sínfisis > ángulo > cuerpo mandibular. (cóndilo; por las características
anatómicas mayor proporción de tejido esponjoso).
Sitio y patrón
● Las fracturas Le Fort I son inusuales en menores de 2 años.
● Las fracturas del tercio medio facial son raras y se producen por causas de alto impacto.
● Las fracturas del tercio medio > 5 años (crecimiento seno maxilar, erupción dentaria)
● Las fracturas nasales son más comunes que las maxilares y que las del complejo cigomático
orbitario.
● Una vez dado el crecimiento del seno maxilar y la erupción dentaria, las fracturas del tercio
medio en niños mayores de 5 años son más comunes.
● Las fracturas de órbita en niños mayores de 5 años corresponden a un 20%.
● Las fracturas del techo orbitario son más comunes en menores de 5 años (seno frontal).
● Las fracturas del piso orbitario son más comunes en mayores de 5 años.
Evaluación clínica
● En la evaluación y tratamiento inicial de un paciente con un traumatismo facial infantil o
politraumatizado, se debe realizar el esquema ATLS (soporte vital avanzado en traumatología).
● Va a estar abocado a la mantención de una adecuada vía aérea, control y prevención de las
hemorragias, identificar injurias concomitantes y una reanimación temprana, en el caso de ser
necesario.
● La intervención maxilofacial se puede dar de forma inmediata o diferida, dependiendo de las
características del trauma y las condiciones sistémicas del paciente.
● La evaluación se realiza en forma secundaria, una vez estabilizado el paciente y descartadas o
tratadas las lesiones de riesgo vital.
● Detalles como el mecanismo y magnitud del impacto otorgan información valiosa y guían el
examen.
● Es difícil, normalmente no son capaces de comunicar sus síntomas, no pueden o no quieren
otorgar información y los padres pueden no estar presentes para realizar una historia clínica
completa.
● Pese a que la mayoría de las veces los pacientes son poco cooperadores y se asustan
fácilmente, el examen clínico debe intentar ser lo más completo posible y al igual que en el
adulto, de manera sistémica y ordenada.
● Se debe observar, inspeccionar y palpar el cráneo y la cara, además se debe realizar el examen
funcional de la visión, respiración y ATM.
● En general, las fracturas maxilofaciales en niños, muestran gran variabilidad en su
manifestación clínica, es por esto que se debe observar y examinar todas las áreas anatómicas.
● Se debe buscar la presencia de asimetrías faciales.
● Si el paciente lo permite, preguntar también por algunos síntomas como dolor, parestesia o
alteración de la mordida, lo cual es fundamental en las fracturas que comprometen la oclusión.
Evaluación imagenológica
● Ante la sospecha de fracturas, confirmar el diagnóstico con imágenes.
● Muchas veces el diagnóstico puede estar basado en las imágenes, ya sea por la imposibilidad
de realizar un adecuado examen, o bien, por la escasa manifestación de signos clínicos que a
veces presentan.
● El TAC es el examen de elección hoy en día, sobretodo para la evaluación de fracturas faciales
del tercio medio y superior.
● El TAC otorga gran información clínica, sobre todo en aquellas fracturas complejas, con gran
desplazamiento, conminutas o múltiples de la cara.
● Radiografías convencionales (Waters o Town inversa) pueden presentar cierta utilidad en
fracturas del complejo cigomático y cóndilo, respectivamente.
● Es importante poder observar el grado de desplazamiento de los segmentos facturados en los 3
sentidos del espacio.
● La reconstrucción tridimensional de la imagen es de gran orientación para el cirujano.
LESIONES ESQUELÉTICAS
1. Lesiones craneales
● En la población pediátrica son consecuencia del impacto directo en la calota.
● La proporción del cráneo con la cara y la mandíbula en los primeros años es cercana al 90%.
o Nacimiento → 8:1.
o 5 años → 4:1.
o 18 años → 2:1.
● Esto es importante debido a la lesión asociada, que puede conducir a la muerte traumática o a
la discapacidad en la infancia/adultez.
1. Fracturas de órbita
● Diferentes patrones, pueden asociarse a traumatismos encefalocraneanos o trauma ocular
mayor.
● Las fracturas del piso, son las más frecuentes.
● Si no hay evidencia de alteración visual y/o motilidad ocular normal, la conducta es la
observación.
● Al existir uno de los signos anteriores, es altamente probable que exista una fractura con
desplazamiento o cabalgamiento óseo.
● En niños menores de 6-7 años, las fracturas del piso y del techo orbitario son infrecuentes
debido a la falta de neumatización del seno maxilar y frontal.
● Una mayor incidencia de fracturas del suelo de la órbita, coincide con la neumatización del
seno maxilar.
● Debido a la propensión de los niños a la fractura en talla verde, el trauma del piso de órbita
puede presentarse con un atrapamiento agudo del tejido adiposo y del músculo recto inferior,
conocido como efecto “trapdoor”.
● Este atrapamiento del tejido puede conducir al “síndrome de globo blanco” con la activación
del reflejo oculocardíaco (generalmente en supraversión; es decir, mirar hacia arriba) conduce
a bradicardia, náuseas y síncope asociadas con dolor extremo.
● Esta lesión requiere un tratamiento urgente.
● Es necesaria una revisión oftalmológica preoperatoria y postoperatoria (en el caso de intervenir
quirúrgicamente a los pacientes).
● Evaluar la extensión posterior y el posible compromiso del canal óptico si existe un
compromiso y una relación con la clínica, es necesaria la descompresión del canal de forma
farmacológica o quirúrgica.
● Es necesaria la liberación quirúrgica de las fibras musculares extraoculares o del tejido
conjuntivo orbitario fibroso de los fragmentos óseos.
2. Fracturas NOE
● Muy poco frecuentes en población pediátrica.
● Provocan importantes alteraciones funcionales y estéticas.
● Los signos clínicos clásicos son:
○ Aumento de la distancia intercantal.
○ Deformidad del puente nasal.
○ Nariz acortada, dorso aplanado y punta redondeada.
● Manejo de NOE similar al adulto, evaluación neurologica y oftalmologica son escenciales.
3. Fractura cigomática
● Poco probable sobre todo en etapa temprana, donde la mayoría son incompletas.
● En los casos de desplazamiento, se producen importantes alteraciones estéticas y funcionales.
● Habitual observar edema, equimosis y/o hematoma periorbitario, hemorragia conjuntival,
parestesia infraorbitaria y pérdida del contorno cigomático y /o paredes orbitaria inferior y
lateral.
● El manejo conservador, mediante control y observación se prefiere si no existe asimetría facial.
● En fracturas con leve desplazamiento la reducción cerrada puede otorgar estabilidad sin
exponer la fractura.
4. Fracturas nasales
● Se presentan normalmente de forma aislada, afectando a preadolescentes y adolescentes.
● A menudo no se informan en niños.
● Se presentan algunos patrones diferentes:
o Fractura nasal lateral y frontal.
o Fracturas nasales conminutas o múltiples, son inusuales.
● Los signos clínicos habituales son:
○ Deformidad nasal variable.
○ Equimosis.
○ Epistaxis.
○ Movilidad e irregularidad de los huesos nasales.
1. Fracturas mandibulares
● Se presentan en niños mayores, debido a la mayor proyección que está adquiere durante el
crecimiento.
● La zona más afectada es el cóndilo mandibular.
● La incidencia de fracturas mandibulares del cuerpo y ángulo aumenta con la madurez
esquelética.
● Las fracturas condilares incompletas y sin desplazamiento pueden pasar desapercibidas
fácilmente, pero a menudo se acompañan de laceración o contusión en el mentón.
● El examen clínico ante una posible fractura mandibular debe ser completo y no solo del tercio
inferior de la cara.
● En el examen funcional se debe palpar la ATM en forma bilateral durante los movimientos de
apertura, cierre y lateralidades y protrusión y observar el recorrido de ambos cóndilos.
● Si hay ausencia de movimiento condilar, esto se conoce como “silencio condíleo”.
● Si existe limitación del movimiento de apertura (trismus), se debe registrar la medición para
evaluar su evolución posterior.
● Determinar si existe alteración de la oclusión dentaria con presencia de contactos prematuros.
● Se debe inspeccionar rigurosamente durante el examen intraoral y preguntar en niños mayores
si mantiene su mordida normal.
● En la cavidad oral es frecuente observar equimosis vestibular en la zona de la fractura (si es
reciente se puede observar sangrado a través del surco gingival), sangramiento gingival y signo
de Vincent (+).
● Cuando existe un gap a nivel óseo, se corresponde normalmente con un gap a nivel dentario y
algún TDA.
TRATAMIENTO
Generalidades
● La gran capacidad de crecimiento de los niños permite una intervención quirúrgica
mínimamente invasiva y mejores resultados en la no intervención. En comparación con la
exposición amplia y fijación interna rígida como tratamiento gold estándar para los adultos.
● Minimizar la manipulación del periodonto y las inserciones musculares reduce la cicatrización y
por lo tanto, disminuye las restricciones en el crecimiento temporal.
● El potencial de crecimiento también se ve afectado por el momento de la reparación de la
fractura, en los niños se requiere reparación más pronta.
● Mientras que se acepta una ventana de 3 meses para el tratamiento en adultos, la
manipulación de las fracturas se vuelve difícil más allá de 1 semanas para los niños, puesto que
se comienzan a formar callos óseos.
● La ventana ideal para el tratamiento en niños son las primeras 48 horas → debe ser más
temprano que en un paciente adulto.
Tratamiento conservador
● Destinado a aquellas fracturas únicas, con nulo o mínimo desplazamiento, cuando no existe
alteración de la oclusión del paciente.
● Dieta blanda y reposo relativo para evitar la exposición a un nuevo trauma.
● Controles de forma periódica hasta dar el alta entre la 3º y 4º semanas en que se espera la
consolidación de la fractura y previo al control radiográfico → hasta que el paciente termine la
fase de crecimiento.
Tratamiento ortopédico o RC
● Indicada en aquellos casos con una leve alteración de la oclusión y en la gran mayoría de las
fracturas de cóndilo mandibular.
● Se utiliza algún medio de bloqueo maxilo-mandibular por un periodo corto de tiempo (7-14
días) para lograr recuperar la oclusión normal. Luego se realiza fisioterapia intensa para evitar
una posible anquilosis de ATM.
● Reducción cerrada de fractura.
● Tratamiento conservador → no existe intervención quirúrgica.
● Se utiliza algún medio de bloqueo maxilo-mandibular por un periodo corto de tiempo (7-14
días) para lograr recuperar la oclusión normal.
● Poner una ligadura de alambre es complejo de realizar en niños y no está indicado en la mayor
parte de los casos por la escasa retención de los dientes temporales o el escaso desarrollo
radicular de los dientes definitivos durante la dentición mixta.
● Tratamiento alternativo → férulas de acrílico que se cementan en las piezas dentarias.
Tratamiento quirúrgico o RA
● Reducción abierta y OTS rígida en fracturas desplazadas con alteración franca de la oclusión, así
como en casos más complejos de fracturas conminutas o múltiples fracturas faciales.
● Se utilizan abordajes intraorales con la mejor desperiostización posible que se pueden
complementar con heridas faciales presentes.
● Tener presente el potencial daño de los gérmenes dentarios y ubicar las placas de OTS hacia el
borde basilar.
Complicaciones de fracturas pediátricas
● Tipo de fractura
o Variables en severidad.
o Graves → ceguera, parálisis facial.
Conclusión
● El trauma craneofacial pediátrico difiere del de los adultos debido a las diferencias en la
anatomía y dinamismos del cráneo en crecimiento craneofacial.
● Siempre se debe considerar el potencial de crecimiento cuando se aborda el trauma pediátrico
y a menudo, lo mejor es un enfoque conservador o mínimamente invasivo.
● Independientemente de la modalidad de tratamiento, los casos de trauma pediátrico deben
seguirse a través de todo el progreso de curación hasta la madurez esquelética del paciente.