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La teoría de Erikson sigue siendo significativa hoy.

La teoría ayuda a los


cuidadores a satisfacer las necesidades emocionales del niño en todos los
niveles (teorías del desarrollo infantil). También proporciona orientación
sobre en qué centrarse en el desarrollo y cómo afecta el crecimiento
general. Es uno de los únicos teóricos que discute el desarrollo de la vida
desde la infancia hasta la edad adulta.
 
1. Confianza vs desconfianza
Esta etapa es la primera etapa en la que los bebés deben aprender a confiar
en los adultos en sus vidas. Esta etapa comienza con el nacimiento y termina
alrededor de los dieciocho meses. Si el bebé tiene un entorno estable,
consistente y confiable, el niño confiará en el mundo. Cuando el bebé llora,
es la única forma de satisfacer sus necesidades. Si se satisfacen sus
necesidades, confiarán en el cuidador y desarrollarán un sentido de
seguridad. Si el niño no desarrolla la confianza en su entorno y sus
cuidadores, puede crecer sintiendo desconfianza hacia las personas
(Fulbrook, 2019).
Confianza VS desconfianza
1ª etapa (nacimiento - 18 meses)
    La primera etapa de la Teoría Psicosocial de Erikson se da en el neonato,
desde el nacimiento hasta aproximadamente los 18 meses de edad. Hace
referencia a la sensación física de confianza que experimenta el bebé nada
más nacer. El niño recibe el calor procedente del cuerpo de la madre,
además de sus cuidados amorosos. De esta forma, se comienza a
desarrollar el vínculo que servirá como base de sus futuras relaciones con
otras personas importantes. En este período el bebé es receptivo a los
estímulos ambientales, es por ello sensible y vulnerable a las experiencias
de frustración. Los sentimientos de confianza que tengan los padres en sí
mismos y respecto a los demás se verán reflejados en sus hijos en distinto
grado.

 Si esta crisis se supera con éxito los niños crecerán desarrollando


vínculos sociales estables, sin ansiedad y sin inseguridades. El vínculo
que se crea entre un bebé y su madre va a ser determinante en las
futuras relaciones con las demás personas y su entorno. De modo que
si el niño se hace confiado se va a tratar de alguien abierto a los
demás y a explorar cosas nuevas. 
  De lo contrario, si esta crisis no es superada con éxito los niños
crecerán inseguros y sus relaciones con las demás personas se verán
afectadas por ello. La desconfianza frena la curiosidad que los niños
tienen por conocer cosas nuevas y crean vínculos inestables e
inseguros con el entorno.

Esta etapa es la primera de las siete etapas descritas por el psicólogo Erik


Erikson e inicia con el nacimiento y se extiende hasta que el niño alcanza
alrededor de 18 meses.  Según Erikson, es el período más importante de la
vida, debido a que durante ella se consolidan las bases de la visión del mundo
que tendrá el individuo a lo largo de su vida, igualmente se forjan los pilares
de la personalidad en general y la confianza.
En cada etapa de desarrollo psicosocial las personas enfrentan conflictos
que pueden resultar en la consolidación de una fortaleza psicológica o en una
debilidad la cual persiste a lo largo de sus vidas.
Durante esta primera etapa del desarrollo el conflicto psicosocial esencial
se refiere, como su nombre lo indica, entre la confianza y la desconfianza. 
La confianza básica durante esta etapa surge de la certidumbre interior y
de la sensación de bienestar físico, o sea en la autopercepción del propio
cuerpo; y en lo psíquico en la sensación de ser protegido, aceptado y amado,
lo cual se desarrolla a partir del vínculo con la madre quien brinda la
alimentación, cuidado y afecto.  En tanto que la desconfianza se desarrolla
en la no satisfacción de las anteriores necesidades, creando la sensación de
abandono, aislamiento y separación.
La Pregunta principal de la primera etapa de desarrollo psicosocial se
refiere a «¿Cómo puedo confiar en las personas que me rodean?».
La virtud básica que surge durante esta esta etapa es la esperanza y el
evento central es la alimentación.
La importancia de la confianza
Los neonatos dependen casi por completo de sus cuidadores. Por lo tanto, no
debería sorprendernos que la forma en que los padres interactúan con sus
bebés tenga un efecto profundo tanto en su salud física como mental
futuros.
Erikson creía que los patrones tempranos de confianza ayudan a los niños a
construir una base sólida de confianza que es crucial para su desarrollo
social y emocional. Si un niño desarrolla exitosamente la confianza, se
sentirá seguro en el mundo.  En esta etapa se forma la personalidad y se
determina cómo el individuo percibirá el mundo (Sege, 2017).
Los niños que aprenden a confiar en sus cuidadores durante la infancia serán
más propensos a crear relaciones de confianza con los demás a lo largo de
sus vidas.
Confianza Desconfianza
Seguridad en los cuidadores Desconfianza en los cuidadores
Percepción del mundo como seguro Temor al mundo
Certeza de la satisfacción de las Inseguridad en cuanto a que se cubrirán
necesidades. las necesidades.
¿Cómo se genera la confianza durante esta etapa?
La forma principal en que se genera confianza con el bebé es respondiendo a
sus necesidades. Debido a que los bebés aun no son capaces de emplear
palabras para expresarse, usan estrategias no verbales para expresar sus
necesidades e incomodidades.
El llanto es una de las estrategias principales que usan los bebés para
comunicarse con sus cuidadores y puede tener diferentes significados. Por
lo general, los bebés lloran ante la insatisfacción de alguna de las siguientes
necesidades:
 Afecto: Erikson creía que el llanto del bebé sirve para trasmitir un mensaje
importante a los cuidadores. Como tal indica una necesidad insatisfecha y
los cuidadores deben determinar cómo satisfacer dicha necesidad.
 Comodidad: Es importante que los cuidadores proporcionen confort al bebé
al sostenerlo de manera cercana y segura. Esto proporciona calidez y
contacto físico. Alimentar, bañar y consolar cumplen funciones que les
ayudan a aprender a confiar en que se satisfarán sus necesidades.
 Alimentación: Erikson también creía que la nutrición desempeñaba un papel
fundamental en el desarrollo de la confianza. Al proporcionar sustento al
bebé cuando tiene hambre, aprende que puede confiar en que se satisfará
su necesidad de alimento.
Cada bebé tiene sus formas particulares de comunicarse, por lo que
familiarizarse con su estilo de expresión es la clave para superar con éxito
esta etapa. Observar y responder a sus señales, ya sean gritos, movimientos
corporales, arrullos o incluso palabras, les ayuda a aprender a confiar en el
otro y el mundo que los rodea.
La clave para superar exitosamente esta etapa del desarrollo psicosocial
implica aprender a confiar en el mundo y en los que nos rodean, al responder
de forma rápida y adecuadamente a los llantos del bebé, está construyendo
una base de confianza.
Las consecuencias de la desconfianza
Los desafortunados niños criados por padres impredecibles y poco
confiables que no logran satisfacer estas necesidades básicas
eventualmente desarrollan un sentido general de desconfianza (Murphy,
2015).
La desconfianza puede hacer que los niños se sientan temerosos,
confundidos y ansiosos, todo lo cual dificulta la formación de relaciones
saludables. Esto, a su vez, puede conducir a un apoyo social deficiente,
aislamiento y soledad.
Un estudio realizado con gemelas, tanto idénticas como fraternas, concluyó
que una personalidad confiada parece ser al menos en parte genética,
mientras que una personalidad desconfiada parece aprenderse de la familia
y por medio de otras influencias sociales (Reimann, 2017).
Conclusión
La etapa del desarrollo psicosocial de confianza versus desconfianza sirve
como pilar para el desarrollo. Las consecuencias de esta etapa pueden tener
efectos que influyan durante el resto de la vida del individuo.  Por tanto es
esencial que los padres o cuidadores proporcionen un cuidado receptivo
PRIMERA ETAPA, INFANCIA: CONFIANZA CONTRA DESCONFIANZA
(ESPERANZA) Erikson afirma que durante el primer año de vida postnatal,
el lactante afronta su primer desafío importante, cuya victoria ejerce un
efecto profundo en todos los demás desarrollos. El sentido de confianza se
desarrolla, si las necesidades del lactante son satisfechas sin demasiada
frustración. Determina el desarrollo de la confianza en el propio yo y la
seguridad en si mismo. El sentido de desconfianza se revela a través de la
suspicacia, la introversión y una temerosa y angustiada preocupación
respecto a la seguridad. El niño que ha alcanzado un sentido básico de
confianza percibe cuanto le rodea como predecible y congruente. Las
madres infunden un sentido de confianza en sus hijos mediante la clase de
sus cuidados la cual en su calidad combina la atención sensible de las
necesidades individuales del bebe y un firme sentido de honradez personal.
Erikson cree que si la relación entre madre e hijo es mutuamente
satisfactoria, el niño un sentido de bienestar interno a través de la relación
armónica con la madre, que no necesita reafirmarse continuamente. La falta
de confianza en los niños hace que exhiban signos de inseguridad.
Numinosidad contra Idolatría. Erikson llama a la primera ritualizacion
numinosa. Ocurre como resultado de las interacciones repetidas de la madre
y el niño. La madre actúa y reacciona en presencia de su bebe en formas
rutinarias para atender sus necesidades, el niño a su vez actúa y reacciona
en relación a la madre. La distorsión de la ritualizacion numinosa es lo que
Erikson llama el ritualismo de la idolatría. La idolatría es una exageración de
la veneración y el respeto. Puede tener como resultado la sobreestimación
del yo o la idealización de los demás.
2. Autonomía vs vergüenza y duda
Esta etapa es de dieciocho meses a tres años. Esta es la etapa de “yo lo
hago”, y cuando el niño comienza a tomar decisiones (Fulbrook, 2019). El niño
también expresará sus preferencias en su entorno, como qué ropa quiere
usar y qué juguete prefiere. El niño adquiere un sentido de independencia.
Si el niño no explora las experiencias de toma de decisiones, el niño puede
desarrollar una baja autoestima y vergüenza. Los padres y cuidadores
tratan de no hacer todo por el niño para que éste tenga autonomía en el
mundo. (McLeod, 2018).
 
3. Iniciativa vs culpa
Esta tercera etapa cuando el niño pequeño tiene de tres a seis años. El niño
aprende a planificar y lograr metas involucrando a otros. El niño necesita
tener muchas oportunidades para planificar actividades e inventar juegos.
Si el niño tiene una cita para jugar, pídale que planifique algunas actividades
para la cita para jugar. Si se les da la oportunidad, tendrán un sentido de
iniciativa, liderarán a otros y tomarán decisiones.
 
4. Industria vs Inferioridad
Esta cuarta etapa es durante los niños en edad escolar primaria, de seis a
doce años. El niño se da cuenta y se compara con los demás. El niño a esta
edad está aprendiendo a leer y escribir, así como el sentido numérico.
Durante esta etapa, los compañeros del niño desempeñarán un papel
importante en su vida y se convertirán en un importante refuerzo de la
confianza. El niño también piensa en los demás y en lo que necesitan. El niño
necesita obtener la aprobación que se acepta en el entorno y desarrollar un
sentido de orgullo por sus logros (McLeod, 2018). Si al niño no se le da
tiempo u oportunidades para tener éxito, el niño se sentirá inferior y
dudará de sus habilidades.
5. Confusión de identidad vs rol
La quinta etapa dura de doce a dieciocho años. En esta etapa, el niño
pregunta: "¿Quién soy yo?" y "¿Qué quiero hacer en mi vida?" (McLeod,
2018). El niño busca un sentido de sí mismo e identidad. El joven adulto
quiere pertenecer a una sociedad y encajar. La persona probará múltiples
roles durante este tiempo para descubrir cuál le “encaja mejor”. El
adolescente experimenta un sentido unificado de sí mismo basado en la
combinación de aprendizajes previos. Si la persona no tiene un fuerte
sentido de identidad propia y la capacidad de defender sus creencias
fundamentales frente a las opiniones de los demás, la persona puede tener
confusión de roles.
 
6. Intimidad vs aislamiento
La sexta etapa representa a los adultos jóvenes de dieciocho a cuarenta
años. El adulto forma estrechas relaciones personales. La persona comienza
a formar relaciones más íntimas que son a largo plazo. El adulto desarrolla
un sentido de compromiso, seguridad y cuidado dentro de una relación. Si el
adulto no hace el cambio de establecer relaciones a mantener relaciones, la
persona puede estar en peligro de quedar aislada. Esta etapa muestra la
virtud del amor.
 
7. Generatividad vs estancamiento
El adulto en la séptima etapa tiene entre cuarenta y sesenta y cinco años. El
adulto promueve el bienestar de los demás. Los adultos se preocupan por
contribuir a la sociedad, ya sea a través de su trabajo o la paternidad. Si el
adulto no continúa mejorando a sí mismo en beneficio de los demás, la
persona se estancará y se volverá improductiva.
 
8. Integridad vs desesperación
La última etapa de las etapas del desarrollo psicológico de Erikson es a
partir de los sesenta y cinco años de edad y más. En esta etapa el adulto
disfruta de una sensación de satisfacción al reflexionar sobre una vida bien
vivida. El adulto que reflexiona positivamente sobre su vida tiene un
sentimiento de satisfacción y está satisfecho. Si el adulto siente un fracaso
con su vida, a menudo se obsesionará con las ideas de lo que “debería haber”
o “podría haber hecho”. En esa circunstancia, el adulto generalmente sentirá
amargura y desesperación.

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