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Primer Parcial
La carta se desprende del valor utilitario con el que fue concebida (la parte
comunicativa entre Perlangher y Tamara) para volverse un objeto autónomo que
se reviste con un nuevo valor dado por el placer que produce en los receptores,
ese nuevo valor es el valor estético.
2,5 p.
Ésta [demostrativos sin tilde] persona que con una aparente tristeza,
cuenta como pasa de un lugar cálido a un lugar frio frío. Nombra sin ser tan
directo, algunas cosas que se debería hacer en referencia a estos dos lugares de
clima diferentes. Más bien, haciendo preguntas sobre esas cosas, como por
ejemplo: “¿regalos para el calor regalos para el frío?” “¿las niñitas crecen hacia
las playas o hacia un interior cerrado de juguetes?”
[…] la diferencia entre nuestro punto de vista y el de Potebnia se puede formular de la siguiente
manera: la imagen no es un predicado constante para sujetos variables. Su finalidad no es la de
acercar a nuestra comprensión la significación que ella contiene, sino la de crear una
percepción particular del objeto, crear su visión y no su reconocimiento. (“El arte como
artificio” 1916: página 65).
2 p.
3.1
La esfera estética con una función privada pasa a la esfera artística porque
perdió por completo esa función privada [no, son los objetos o fenómenos los
que pueden trasladarse de una esfera a otra] ¿Qué quiere decir esto?, que cuando
la sociedad percibe la obra de arte dándole su valor estético, ésta se convierte en
una función estética [mal formulado; la obra de arte “no se convierte en una
función estética”, revise el artículo] (constante movimiento que transforma la
percepción de una obra), y por lo tanto entra en la esfera artística. Como dice
Mukarovsky: “La estabilización de la función estética, es un asunto de la
colectividad, y la función estética es un componente de la relación entre la
colectividad humana y el mundo.” (1936: Página 56). Esta sería una buena
justificación de porqué la crónica de Leila Guerriero pertenece a la esfera
artística. “Ambos, arte y estética, han ofrecido suficientes pruebas de que incluso
cosas a las que, según la concepción tradicional, no se les atribuiría un valor
estético, pueden convertirse en hechos estéticos” (Mukarovski 1936: pág. 47).
—Sí. Yo quiero terminar este trabajo. Para mí es importante creer que puedo
prescindir. Este trabajo ha sido muy injusto en términos de otras vidas posibles
para muchos de nosotros.
—Sí.
—Por supuesto que tiene partes malas. Cuando vos sos el familiar de un
desaparecido, tuviste que aceptar la desaparición, la aceptaste, estuviste treinta
años con eso. Te acostumbraste. De golpe viene alguien y te dice no, mire, eso
no fue como usted pensaba, y además encontramos los restos de su hijo, su hija.
Es una buena noticia [...].”
[…] no es por lo tanto, una reivindicación de lo falso. Aun aquellas ficciones que incorporan lo
falso de un modo deliberado—fuentes falsas, atribuciones falsas, confusión de datos históricos
con datos imaginarios, etc. —, lo hacen no para confundir al lector, sino para señalar el carácter
doble de la ficción, que mezcla de un modo inevitable lo empírico con lo imaginario. […] La
paradoja propia de la ficción reside en que, si recurre a lo falso, lo hace para aumentar su
credibilidad. (Saer: El concepto de ficción. 1997: pág. 12)
La tradición es considerada críticamente por el autor como una abstracción ilegitima de uno o
varios elementos literarios de un sistema en el que se emplean y donde desempeñan determinado
papel. Se le otorga valor idéntico a elementos de otro sistema donde su empleo es diferente. El
resultado es una serie unida solo ficticiamente, que tiene la apariencia de entidad. (Tinianov.
Pág. 90-01)
3.2
[…] hay tantos verosímiles como géneros y las dos nociones tienden a confundirse. Otro sentido
que se hace predominante es: se hablará de la verosimilitud de una obra en la medida en que ésta
trate de hacernos creer que se conforma a lo real y no a sus propias leyes; dicho de otro modo, lo
verosímil es la máscara con que se disfrazan las leyes del texto, y que nosotros debemos tomar
por una relación con la realidad. (Todorov. Pág. 13)
3 p.
Nota: 7,50 (siete con cincuenta). Dra. Clelia Moure. Mayo 2022.
Nombre completo: Sofía Belén Gómez.
Número de matrícula: 33322.
DNI: 42230806.
Carrera: Lic. En Letras.
Asignatura: Introducción a la Literatura. 1° Cuatrimestre.
Correo electrónico: belengomez3751@gmail.com
Bignozzi, Juana. Interior con poeta en: La ley tu ley. Buenos Aires: Adriana
Hidalgo editora, 2000. P. 175.
Guerriero, Leila. “El rastro de los huesos” en: Jorge Carrión (comp.). Mejor que
ficción. Crónicas ejemplares. Buenos Aires: Anagrama, 2012. Pp. 61-83.
Shklovsky, Víktor (1917). “El arte como artificio”, en: Todorov, T. (comp.):
Teoría de la literatura de los formalistas rusos, México, Siglo XXI, 1987.