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Los héroes principales de Dostoievski, efectivamente, son, según la misma intención artística
del autor, no sólo objetos de su discurso, sino sujetos de dic.hn discurso con significado
directa Por eso la palabra del héroe no se agota en absoluto por su función caracterplógica y
pragmático-argumental común, aunque tampoco representa la expresión de la propia posición
ideológica del autor. La conciencia del héroe aparece como otra, como una conciencia ajena,
pero al mismo tiempo tampoco se vuelve objetual, no se cierra, no viene a ser el simple
objeto de la del autor. En este sentido, en Dostoievski la imagen del héroe no es la imagen
objetual normal de la novela tradicional. Dostoievski es el creador de la novela polifónica.
Llegó a formar un género novelesco fundamentalmente nuevo. Es por eso que su obra no
llega a caber en ningún marco, no se somete a ninguno de los esquemas histórico-literarios de
los que acostumbramos aplicar a los fenómenos de la novela europea.
Viachesiav Ivanov, al encontrar una definición profunda y certera para el principio general
mediante el cual opera Dostoievski —la afirmación del “yo” ajeno no en tanto que objeto
sino en tanto otro sujeto—, monológico al mismo tiempo este principio, es decir, lo incluyó
en la visión del mundo monológicamente formulada dol autor, y sólo lo comprendió como
contenido temático de un mundo representado desde el punto de vista de su conciencia
monológica. Además, Ivanov vinculó su idea con una serie de aserciones metafísicas y
éticas que no se sujetan a ninguna comprobación objetiva con base en el material mismo de
las obras de Dostoievski.
“La primera tesis ética de Dostoievski —dice Askóldov— es algo formal a primera vista y,
sin embargo, algo que en cierto sentido es lo más importante. ‘Que seas una personalidad’
—parece estar diciéndonos con todas las valoraciones y simpatías— La personalidad, según
Askoldov, se diferencia del carácter, tipo y temperamento que suelen servir de objeto de
representación en la literatura, gracias a su excepcional libertad interior y la absoluta
independencia del medio exterior.
Dostoievski —dice Askóldov—, a través de todas sus simpatías y valoraciones artísticas,
proclama una situación sumamente importante; un malhechor, un santo, un pecador común
que llevan su principio personalista hasta las últimas consecuencias, siempre tienen un cierto
valor igualitario precisamente en tanto que personalidades que se oponen a las corrientes
turbias del medio exterior que todo lo nivela.
L. P. Grossman debe ser considerado como el iniciador de un estudio objetivo y lógico sobre
la poética de Dostoievski en nuestra ciencia literaria. Grossman ve el rasgo principal de la
poética de Dostoievski en la alteración de la unidad orgánica del m aterial, exigida por el
canon común, en la unión de los elementos más heterogéneos y dispares, en la unidad de la
construcción novelesca y en el rompimiento del tejido narrativo, unificado e íntegro.
Él dice:
En nuestra opinión, también es errónea la aseveración de Grossman acerca de que todo este
material heterogéneo de Dostoievski adquiere un “profundo sello de su estilo y tono
personal”. Si esto fuera cierto, ¿cuál sería entonces la diferencia entre la novela de
Dostoievski y la novela de tipo común, por ejemplo de la misma “epopeya de Flaubert que
parece hecha de una sola pieza tallada y monolítica”?
Desde el punto de vista del enfoque monológico de la unidad del estilo (y por lo pronto sólo
existe este enfoque), la novela de Dostoievski es pluriestillstica o carente de estilo; desde el
de la comprensión monológica posee una pluralidad de acentos y es contradictoria
valorativamente: los acentos opuestos se cruzan en cada palabra de sus creaciones.
Los elementos más dispares de las obras de Dostoievski se distribuyen entre varios mundos y
varías conciencias con derechos iguales; no se dan en un mismo horizonte sino en varios,
completos y equitativos, y no es el m aterial inmediato sino estos mundos, estas conciencias
con sus horizontes, los que se combinan en una unidad suprem a, es decir, en la unidad de la
novela polifónica.
Otto Kaus, señala la pluralidad de las posiciones ideológicas con igualitaria autoridad y la
extrema heterogeneidad del material en las novelas de éste. No hay un solo autor, según
Kaus, que hubiese concentrado tantos conceptos contradictorios y mutuamente excluyentes,
tantos juicios y valoraciones opuestos como él; pero lo más relevante consiste en que sus
obras parecen justificar los puntos de vista más contradictorios, y cada uno de ellos encuentra
un fundamento real en sus novelas.
Kaus afirma que el mundo de Dostoievski viene a ser la expresión más pura y auténtica del
espíritu del capitalismo. Los mundos sociales, culturales e ideológicos que se enfrentan en
la obra de Dostoievski antes aparecían como autónomos, estaban orgánicamente cerrados,
solidificados e internamente comprendidos por separado. No existía un plano real y material
para su encuentro y mutua penetración. El capitalismo aniquiló el aislamiento de estos
mundos, destruyó el carácter cerrado y de interna autosuficiencia ideológica de estas esferas
sociales. En su tendencia de nivelación universal, no dejó ninguna otra separación que no sea
la que existe entre el capitalista y el proletario; hizo mezclar y confundir estos mundos en
proceso de formación en su unidad contradictoria.
De acuerdo con el carácter de la idea que domina la conciencia y la vida del héroe,
Engclgardt distingue tres planos en los cuales puede transcurrir la acción de la novela:
1. El “medio"; Con él rige la necesidad mecánica, no hay libertad y todo acto de
voluntad vital aparece como producto natural de las condiciones externas.
2. El “suelo", el sistema orgánico del espíritu del pueblo en proceso de desarrollo.
3. La “tierra”; tierra que no se aparta de sus hijos, la tierra que besó llorando, sollozando
y regando con sus lágrimas. Es la realidad suprema y al mismo tiempo el mundo en
que transcurre la vida terrenal del espíritu que había logrado el estado de una
verdadera libertad. Es el tercer reino, reino de amor y por lo tanto de plena libertad,
reino de eterna alegría y regocijo.
Los tres planos y los temas que les corresponden, examinados en su relación mutua,
representan, según Engelhardt, diversas etapas del desarrollo dialéctico del espíritu.
Los mundos de los héroes se construyen según el principio común de idea monológica, como
si se construyeran por ellos mismos. La “tierra” también sólo representa uno de los mundos
que forman parte de la unidad de la novela, uno de sus planos.
Los mundos de los héroes se construyen según el principio común de idea monológica, como
si se construyeran por ellos mismos. La “tierra” también sólo representa uno de los mundos
que forman parte de la unidad de la novela, uno de sus planos.
Las ideas de los héroes que están en la base de este plano de la novela tam bién aparecen
como objetos de representación, siendo “ideas-personajes” igual que las ideas de
Raskólnikov, Iván Karamázov y otros. No llegan a ser en absoluto principios de
representación y de estructuración de toda la novela, es decir, principios del mismo autor en
tanto que artista. En caso contrario, el resultado hubiera sido una novela filosófica común. El
acento jerárquico que marca estas ideas no convierte la de Dostoievski en una novela de tipo
monológico habitual que en su fundamento último posee un solo acento.
ni una sola de las ideas de los héroes, tanto “negativos” como “positivos”, llega a ser el
principio de representación para el autor ni tampoco constituye el mundo de la novela en su
totalidad.
En su totalidad, la misma obra literaria de Dostoievski tampoco puede ser entendida como un
desarrollo dialéctico del espíritu, porque el desarrollo de BU creación representa u n a
evolución artística de su novela, relacionada, es cierto, con la evolución de ideas, pero sin
disolverse en éstas. Sólo más allá de la obra literaria de Dostoievski se puede conjeturar
acerca del devenir dialéctico del espíritu que pasa etapas del “medio”, “suelo" y “tierra"; sus
novelas, en tanto que unidades artísticas, no representan ni expresan tal devenir.
Cada pensamiento de los héroes de Dostoievski (dei ‘hombre del subsuelo”, de Raskólnikov,
de Iván y de otros) desde un principio se percibe como la réplica de un diálogo inconcluso, y
un pensamiento semejante no busca ser redondeado y acabado en un todo sistemático y
monológico: vive intensamente en las fronteras del pensamiento ajeno, con la conciencia
ajena, y a su modo tiene carácter de acontecimiento y es inseparable del hombre. El término
“novela ideológica" se nos presenta, por lo tanto, inadecuado, puesto que no corresponde al
propósito artístico de Dostoievski. De este modo, tampoco Engelgardt supo adivinar la
voluntad artística de Dostoievski; al señalar una serie de aspectos importantes de ésta, la
interpreta en su totalidad como una voluntad filosófico-monológica, convirtiendo la polifonía
de conciencias coexistentes en el devenir homófono de una sola.
Otro apunte
(…)
Luego, la misma intención del relato –no importa si este se da por medio del autor, del
narrador o de uno de los personajes-, ha de ser totalmente distinta de la de novelas de tipo
monológico. La posición desde la cual se desarrolla su relato, se constituye la representación
o se ofrece la información, habría de orientarse de una manera novedosa, no con respeto a un
mundo de objetos, sino a este mundo de sujetos autónomos. El discurso hablado e
informativo habría de elaborar una nueva actitud hacia su objeto.
Al continuar la “línea dialógica” del desarrollo de la prosa literaria europea, Dostoievski creó
una nueva subespecie de novela: la novela polifónica, cuyos aspectos novedosos hemos
pretendido vislumbrar en nuestro estudio. La creación de la novela polifónica es para
nosotros un enorme paso hacia adelante no sólo en el desarrollo de la prosa novelesca, esto
es, de todos los géneros que se desarrollan en la órbita de la novela, sino en genera en el
desarrollo del pensamiento artístico de la humanidad. Nos parece que se puede hablar
directamente acerca del pensamiento artístico polifónico que traspasa los límites el género
novelesco. Este tipo de pensamiento es capaz de alcanzar tales aspectos del hombre –ante
todo, la conciencia pensante del hombre y la esfera dialógica de su existencia-, que no son
abarcables artísticamente desde una posición monológica.
Pero ¿acaso esto significa que la novela polifónica, una vez descubierta, cancela como
obsoletas y ya innecesarias las formas de la novela monológica? Por supuesto que no. Un
nuevo género al parecer jamás cancela ni sustituye a los ya existentes. Todo género nuevo
completa los antiguos ampliando el horizonte de los géneros anteriores. Todo género
corresponde a una esfera preferente de la existencia con respecto a la cual es insustituible. Por
ello la aparición de la novela polifónica no suprime, ni tampoco limita en lo más mínimo, el
desarrollo productivo ulterior de las formas monológicas de la novela (biográfica, histórica,
costumbrista, novela-epopeya, etc.) puesto que siempre permanecerán y se extenderán las
esferas de la existencia del hombre y de la naturaleza que requerían una aproximación
objetual y conclusiva (léase, monológica). Sin embargo reiteramos que la conciencia
pensante del hombre y la esfera dialógica de la existencia de esta conciencia en toda su
profundidad y especialidad son inaccesibles al enfoque artístico monologal. Por primera vez
han sido objeto de la representación auténticamente artística en la novela polifónica de
Dostoievski.
Así, pues, ni un solo género nuevo anula ni sustituye a los antiguos. Al mismo tiempo, cada
género nuevo importante, influye en todo el conjunto de géneros antiguos; un género nuevo
vuelve a los antiguos más conscientes de sí mismos; los obliga a concientizar mejor sus
posibilidades y limitaciones, es decir, a superar su candidez. Por ejemplo, ésta fue la
influencia de la novela en tanto que género nuevo sobre todos los géneros literarios antiguos:
novela corta, poesía, drama, lírica. Además, también es posible un influjo positivo del género
nuevo sobre los antiguos, en la medida en que lo permita su naturaleza genérica; así, por
ejemplo, se puede hablar acerca de cierta “novelización” de los géneros antiguos en la época
con respecto a los antiguos en la mayoría de los casos (2) contribuye a su renovación y
enriquecimiento. Esto se refiere también a la novela polifónica. A la luz de la obra de
Dostoievski muchas antiguas formas literarias monologales llegaron a aparecer ingenuas y
simplificadas. En esa relación la influencia de la novela polifónica de Dostoievski sobre las
formas monológicas ha sido sumamente fecunda.
La novela polifónica presenta nuevas exigencias con respecto al pensamiento estético. Éste,
educado en las formas monológicas de la visión artística e impregnado por ellas
profundamente, tiende a absolutizar estas formas y a dejar pasar desapercibidas sus
limitaciones.
Es por eso que hasta ahora es todavía tan fuerte la tendencia a monologizar las novelas de
Dostoievski. Esta tendencia se expresa en el deseo de dar definiciones exhaustivas a los
personajes dentro del análisis, de encontrar infaliblemente una determinada idea monológica
del autor, de buscar en todas partes una verosimilitud superficial. Se subestima o se niega el
carácter inconcluso por principio y la aparente dialógica del mundo artístico de Dostoievski,
es decir, su misma esencia.
La conciencia científica del hombre actual aprendió a orientarse en las condiciones complejas
de las “probabilidades del universo”, no se inmuta frente a toda clase de “indeterminaciones”
sino que sabe tomarlas en cuenta y calcularlas. Desde hace tiempo esta conciencia se ha
apropiado al mundo einsteniano con su pluralidad de sistemas de cálculo, etc. Pero en la
esfera del conocimiento artístico se continúa exigiendo a veces un determinismo más burdo y
primitivo que de antemano no puede ser verdadero.
Es necesario abandonar los hábitos monologales para familiarizarse con la nueva esfera
artística descubierta por Dostoievski y para poder orientarse en el modelo artístico del mundo
creado por él, que es un modelo más complejo.