Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
OBSERVACIONES
- Cada día de la semana comienza una nueva página para facilitar la impresión
independiente. Por ese mismo motivo no hay numeración de páginas.
- En el tamaño de letra se ha intentado llegar a un equilibrio en ahorro de papel en la
impresión y legibilidad.
- Se ha renunciado al uso del color para facilitar la impresión. Esta opción y todas las
anteriores, son modificables en su procesador de textos.
- Si tiene problemas con esta versión en RTF comuníquenoslo a través de
contacto@biblico.org. En todo caso, tiene a su disposición la versión en formato PDF,
que podrá utilizar en cualquier sistema.
Servicio Bíblico Latinoamericano
Oración comunitaria
Oh Dios, Padre nuestro y de nuestro hermano mayor Jesús; danos tu Espíritu de
sabiduría, e ilumina los ojos de nuestro corazón, para que comprendamos cuál
es la esperanza a la que nos llamas, cuál la riqueza de la gloria que das en
herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de tu poder para con
nosotros. Por nuestro Señor J.C.
Servicio Bíblico Latinoamericano
Hch 20,17-27: Completo mi carrera, y cumplo el encargo que me dio el Señor Jesús
Salmo responsorial 67: Reyes de la tierra, cantad a Dios
Jn 17,1-11a: Padre, glorifica a tu Hijo
T anto Pablo como Jesús están haciendo un discurso de despedida, una especie de
testamento para las futuras generaciones cristianas. Pablo se despide de los efesios
dejando como testamento un testimonio de vida ejemplar marcado por un servicio
humilde y sacrificado, por una predicación a tiempo y a destiempo, en público y en las
casa, sin discriminación cultural o religiosa. Con una bellísima figura, “encadenado por
el Espíritu Santo” Pablo confirma lo que es común a todo el libro de los Hechos, que
“el Espíritu santo es el verdadero protagonista de la misión”.
Jesús completa su despedida con una oración o un testamento para sus discípulos.
El tema central es una petición y una acción de gracias. Jesús pide la unión y comunión
de los discípulos con Jesús y con el Padre. Jesús da gracias al Padre porque ha podido
llevar a cabo su misión y por la fe de sus discípulos, porque aunque están en el mundo
les ha permitido resistir al mundo del mal teniendo como criterio los valores del mundo
del bien. La oración de Jesús al Padre, por ellos y ellas, es muestra del amor que nos
tiene y al cual estamos llamados a responder con testimonio y acción.
Servicio Bíblico Latinoamericano
Hch 20,28-38: Le dejo en manos de Dios, que tiene poder para edificarlos y darles parte en
la herencia
Salmo responsorial 67: Reyes de la tierra, cantad a Dios
Jn 17,11b-19: Que sean uno, como nosotros
P ablo en su testamento deja otra advertencia importante para los cristianos de todos
los tiempos: hay que estar siempre atentos y despiertos para cuidar responsablemente el
rebaño, la comunidad y la familia que el Señor nos ha encomendado. No podemos
descuidarnos porque no faltan los lobos rapaces, los falsos profetas vendiendo falsas
ilusiones, ni los diablos que dividen con calumnias y chismes, nuestras comunidades.
Pablo termina su discurso encomendando las comunidades a la Palabra de Dios,
advirtiéndolas contra la ambición del dinero y recordándoles su compromiso con los
pobres y los débiles. Jesús también fue enviado al mundo para desafiarlo. Sus
discípulos deben seguir este camino sabiendo que como el Maestro sufrirán el odio del
mundo. Jesús no pide que se les resguarde de esa hostilidad, sino que los proteja en
medio de las adversidades, que sean consagrados y enviados al mundo, en orden a su
misión, consagrados en la Palabra de Dios que es la Verdad. Los discípulos han
aceptado y guardado la palabra que Jesús les transmitió de parte de Dios, ahora los
elige para la misión de transmitir esa misma palabra a otros para que todos y todas
tengan vida. ¿Qué significa ser un cristiano consagrado?
Servicio Bíblico Latinoamericano
P ablo está siendo juzgado por su opción de vida cristiana. Intentan condenarlo
porque no ha hecho otra cosa que anunciar un evangelio de vida, por proclamar a los
cuatro vientos un evangelio de inclusión, por dar testimonio de un evangelio inspirado
en el amor comprometido de Jesús por la humanidad. La clave misionera que presenta
el texto de hoy es el testimonio. Sin testimonio, lo que hagamos o digamos serán
palabras muertas. Sin testimonio no hay cristianismo. Por falta de testimonio Jesús
calificó a los fariseos de “hipócritas, que parecen sepulcros blanqueados: por fuera son
hermosos, por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda clase de
inmundicias”. Pablo es invitado a dar testimonio en Jerusalén y Roma, que simbolizan
todo el mundo cristiano, lo que significa que el testimonio no tiene límites ni fronteras.
El modo en que Jesús y el Padre son uno es el que pide para todos sus
seguidores. Una de las funciones de esta unidad será que el mundo conozca el proyecto
de Vida Plena anunciada por Jesús, de esta manera incluye, indirectamente, al mundo
en su plegaria. Durante su ministerio el mundo no reconoció a Jesús, pero el ministerio
de los discípulos dará al mundo nuevas oportunidades de reconocerlo.
Servicio Bíblico Latinoamericano
Hch 25,13-21: Un difunto llamado Jesús, que Pablo sostiene que está vivo
Salmo responsorial 102: El Señor puso en el cielo su trono
Jn 21,15-19: Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas
L legamos al final del evangelio. Mientras Jesús conversa con Pedro, éste ve al
discípulo amado. No se llega a apreciar si Pedro está preocupado por el futuro de uno
de sus compañeros o si sólo siente curiosidad ante su presencia. La respuesta de Jesús
es fuerte y tajante, lo que vaya ser de los demás está en manos de Jesús y no de Pedro.
Seguir a Jesús exige un testimonio verdadero, un compromiso fiel y coherente. El
discípulo debe concentrar su corazón, sus energías, toda su vida en el seguimiento. Ha
sido llamado y deberá responder por sí mismo. De los otros se ocupa y se ocupará el
Señor con todo su amor. Se trata entonces de no desviar la atención, mirando a los
otros innecesariamente o con suspicacia, hay que agudizar la mirada en Jesús y poner
los ojos sólo en El, siguiéndolo hasta el final, de modo que la mirada hacia los demás
esté cargada del amor al que somos llamados. El Resucitado nos pide, como a Juan,
que sigamos siendo hoy testigos de la verdad del evangelio, para que así podamos
seguir escribiendo para todos los pueblos, las otras muchas manifestaciones de Dios en
el mundo.
Servicio Bíblico Latinoamericano
Oración comunitaria
Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de la Gloria: ilumina nuestra
mirada interior para que, viendo lo que esperamos a raíz de tu llamado, y
entendiendo la herencia grande y gloriosa que reservas a tus santos,
comprendamos con qué extraordinaria fuerza actúa en favor de los que creemos.
Por N.S.J. [cfr Ef 1, 17ss]
Dios nuestro, Espíritu inasible, Luz sobre toda luz, Amor que está en todo amor,
Fuerza y Vida que alienta en toda la Creación: derrámate hoy de nuevo sobre
toda la Creación y sobre todos los pueblos, para que buscándote más allá de los
diferentes nombres con que te invocamos, podamos encontrarte, y podamos
encontrarnos en ti unidos en amor a todo lo que existe. Tú que vives y haces
vivir, por los siglos de los siglos.
Servicio Bíblico Latinoamericano
Servicio Bíblico Latinoamericano
L a lectura del evangelio de este día nos es muy conocida. ¿Quién no se recuerda de
las bienaventuranzas? Desde nuestra niñez, pasando por la juventud y la madurez de la
vida, guardamos en el corazón el dulce sabor del mensaje que Jesús compartió a la
muchedumbre que le siguió hasta la cima del monte.
Cómo si nos sintiéramos caminantes con Jesús y los discípulos, escuchamos la
enseñanza de felices los pobres de corazón, afligidos, desposeídos, hambrientos y
sedientos de justicia, misericordiosos, limpios de corazón, trabajadores de la paz y
perseguidos por dar testimonio de un proyecto de vida diferente y alternativo al que el
Imperio romano pregonaba como lo maravilloso. Aquella felicidad, en cambio, era la
mejor de las noticias para quienes no contaban con las posibilidades de gozar y
disfrutar de una vida humanamente digna. Serán felices porque el Reino de Dios
acontece en sus vidas en hechos concretos (posesión de la tierra) y en actitudes acordes
con la voluntad de Dios.
Desde la proclama de las bienaventuranzas nos comprometemos en la
construcción de un mundo más justo y humano, aportando nuestro valioso granito de
arena en la búsqueda de condiciones más humanas de vida para las comunidades
cristianas donde vivimos.
Servicio Bíblico Latinoamericano
1Re 17,7-16: La orza de harina no se vació, como lo había dicho el Señor por medio de
Elías
Salmo responsorial 4: Haz brillar sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro
Mt 5,13-16: Ustedes son la luz del mundo
E ste episodio se sitúa en un contexto mayor que comprende Mateo 5,20-48. En esta
sección tenemos una introducción y seis antítesis, todas con la misma estructura. Se
cita un mandamiento de la Ley, seguido por la respectiva enseñanza de Jesús. Hay una
fase de conexión entre las partes: “han oído que se dijo a los antepasados”. La
intencionalidad es mostrar la ruptura y continuidad de la Ley en el proyecto de Jesús,
que tiene su mayor novedad en la práctica del amor, como símbolo de justicia plena. Y
la clave de todo amor y de toda justicia es el hermano. El amor a Dios sólo es creíble
cuando es amor al otro. ¿Cómo poder decir que se ama a Dios a quien no vemos, si no
somos capaces de amar al hermano a quien vemos? (1 Jn 4,20). Jesús cita textualmente
uno de los mandamientos del decálogo, “no matarás” (Éx 20,23). Mateo va a la fuente
y no a la interpretación rabínica, para demostrar que la justicia no viene de lo que hago
por Dios observando la Ley, sino de lo que Dios hace por mí acogiéndome, de la
misma forma que yo acojo a mi hermano.
Servicio Bíblico Latinoamericano
U na lectura atenta del Evangelio de hoy nos ayuda a reconocer que Jesús no
interpreta la ley antigua al pie de la letra, sino que toma en cuenta una nueva situación:
el deseo prohibido en el corazón del hombre. El decálogo establecía en el último
mandamiento no codiciar los bienes y la mujer del prójimo (Éx 20, 17). De modo que
Jesús vislumbra una realidad más amplia de deseo y de violencia. No se trata de un
mero problema de sexualidad, como a veces se interpreta en nuestras comunidades.
Cabe también tomar en cuenta que la violencia incluye dimensiones sociales,
económicas, políticas, sexuales, culturales, familiares y religiosas. El objetivo último
del mensaje de Jesús es que los mandamientos estén al servicio de la vida, la justicia, el
amor y la verdad. Las imágenes de la auto-mutilación de los ojos y las manos aluden a
que antes de ejercer la violencia sobre los demás, resulta preferible sentirla en sí
mismo. Es cuando podemos tomar conciencia sobre lo que significa hacer el bien a las
personas y evitar el mal que no queremos que nos hagan. Que nuestro corazón sea el
lugar de donde broten los buenos deseos para crecer en humanidad.
Servicio Bíblico Latinoamericano
L a Biblia nos revela en una palabra quien es Dios: Dios es amor (1 Jn 4,8). Amor
personal (porque te ama a ti, como si sólo a ti amase) amor total (sin medida, porque la
medida del amor es dar sin medida), amor sacrificado (oblativo, entregado y paciente),
amor universal (inclusivo, no excluyente), amor preferencial (se inclina más hacia el
débil). Las lecturas de hoy nos revelan el perfil, el rostro o la fisonomía de Dios. La
lectura del Éxodo lo revela como un Dios "compasivo y misericordioso, lento a la
cólera y rico en clemencia y lealtad" Ex 34,6; y esto inmediatamente después del
episodio de adoración al becerro de oro (Ex 32). Como queriendo contrastar la
infidelidad del Pueblo y la fidelidad de Dios.
Pablo, en la segunda lectura nos desvela el misterio de un Dios Padre, Hijo y
Espíritu Santo, mediante el saludo trinitario a la asamblea: "la gracia de nuestro Señor
Jesucristo, el amor del Padre, y la comunión del Espíritu Santo esté siempre con
ustedes" 2 Cor 13, 13.
Finalmente el evangelio de hoy, tomado de San Juan, es uno de esos textos
cumbres de la literatura bíblica que revelan una luz especial: "tanto amó Dios al mundo
que entregó a su Hijo" (Jn 3,16).
Éstos serían como los versículos fundamentales para nuestra fiesta. En primer
lugar el Dios de Israel y de Jesús, es un Dios inserto en la historia. El antiguo y nuevo
Pueblo de Dios no llegaron a la experiencia de Dios, ni por la naturaleza (religiones
naturalistas, tendentes a divinizar la creación), ni por la filosofía (la elucubración de los
filósofos, que a través de las causas segundas, llegaron a una primera causa: Dios), sino
por la historia. De ahí que el credo de Israel y el de la Iglesia se definan como credos
históricos. Imposible proclamar a este Dios, dejando de lado los grandes
acontecimientos salvíficos: que "nació de María, la virgen, que padeció bajo Poncio
Pilatos, que fue crucificado, muerto y sepultado", etc., son datos históricos puntuales.
Dejar de lado la historia, sería desencarnar la fe, privarla de su sacramentalidad
histórica. Un Dios desentendido de la historia no sería el Dios de los cristianos. En
segundo lugar, en esta historia llena de luces y de sombras, pero guiada de la mano de
Yahveh, se va dando un avance; lo que los teólogos han llamado "la revelación
progresiva". Cuando éramos niños tuvimos una experiencia de Dios que fue
madurando poco a poco hasta hacernos adultos... Se trata de un principio de la
pedagogía divina. El misterio de Dios uno y trino es fruto de esta experiencia de
revelación progresiva en la historia. Revelación cumbre, expresión de maduración:
Dios no es un ser aislado, desentendido de las realidades temporales, solitario. Es un
Dios comunitario, familia, sociedad, fraternidad, etc. Por eso como dijimos al
Servicio Bíblico Latinoamericano
principio; la cumbre de toda la revelación bíblica es ésta: Dios es amor. Y el amor
nunca es soledad, aislamiento, sino comunión, cercanía, diálogo, alianza.
La naturaleza misma de Dios es todo un proyecto de vida que revela la naturaleza
misma del alma humana, creada a imagen y semejanza de Dios. De este modo
podemos entender cómo la misma humanidad siente esa necesidad de alianza, aun en
medio de la pluralidad. Vivimos en una casa común, somos una familia (humana),
tenemos las mismas necesidades, los mismos problemas. Dios en esta hora de la
historia habla a través de esos signos de un mundo en búsqueda.
En tercer lugar no hay que estar rompiéndose la cabeza para intentar comprender
(desde nuestra lógica natural) un misterio que nos es dado por revelación, y que sólo
puede ser aceptado plenamente por la fe. A Dios nadie lo ha visto jamás, sólo el Hijo
que estaba en el seno del Padre, es quien nos lo ha dado a conocer (Jn 1,18). La fe
ciertamente que pasa del oído a la mente, de la mente al corazón, y del corazón a la
vida. No se trata de un proceso meramente racional. Pues la razón se entiende
necesitada de la razonabilidad de la fe, al reconocerse humilde ante el misterio de Dios.
En efecto Dios revela estas cosas a la gente sencilla, y las esconde a los sabios de este
mundo. Esta es la lógica y la sabiduría de nuestro Dios, muy distinta y muy distante de
la lógica natural, marcada por los egoísmos humanos. Dios entra más fácilmente en le
corazón del niño que en el del adulto, en el corazón del humilde que en el del soberbio,
en el corazón del débil que en el del fuerte.
Estamos ante el más grande misterio, que ni ojo vio, ni oído escuchó...
Acerquémonos a Dios con Adoración (El Padre)... dispuestos a asumir su proyecto de
fraternidad (El Hijo)... con toda la profundidad de nuestro ser (El Espíritu Santo).
Oración comunitaria
Oh Dios-Trinidad, "la mejor comunidad", misterio eterno, insondable, del que
apenas podemos balbucir una lejana aproximación. Aviva en nosotros tu misma
Vida, de la que haces partícipe a cada una de tus criaturas, para que nos
sintamos convocados a acrecentar la Vida, arrollados por esa corriente original
y eterna de vida en comunión que Tú mismo eres: Trinidad santa, Padre, Hijo y
Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
Servicio Bíblico Latinoamericano
D entro del llamado “Sermón del Monte” nos encontramos con el evangelio del
amor a los enemigos. Pareciera algo salido de lo común, pues en las realidades
cotidianas que vivimos lo que predominan son amores interesados que buscan estar
bien con todo el mundo. Amamos a quien nos cae bien y de quien esperamos que nos
corresponda del mismo modo. En cambio, Jesús nos vuelca al revés esta orientación
del amor humano, mediante una llamada que nos puede parecer absurda e impensable:
amar a los enemigos. Nos trae el recuerdo de una ley antigua que establecía amar al
prójimo y odiar al enemigo, para partir hacia una nueva formulación sorprendente: el
amor en la perspectiva de todas las relaciones humanas, superando las divisiones en
buenos y malos. Se trata de un surgimiento de lo humano, de la auténtica y radical
praxis de amor que supera sus límites. El amor en sentido universal (ágape) que
trasciende todas las fronteras en actitud abierta y acogedora, cuya referencia es: “Así
serán hijos de su Padre del cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos y hace
llover sobre justos e injustos”. Amar de esa manera es ponerse en camino de la
perfección.
Servicio Bíblico Latinoamericano
E l evangelio de este día nos conecta con tres prácticas que tienen mucho arraigo en
nuestra religiosidad católica: el ayuno, la limosna y la oración. Jesús nos advierte de
los graves abusos en que podemos caer cuando nuestra religiosidad y espiritualidad se
convierten en un ayunar, orar y dar limosna interesadamente (obtener prestigio, buen
nombre, estimación social…). Caer en estas prácticas es convertir nuestra religiosidad
en una mercancía, en una mera apariencia y reducir la fe a una experiencia vacía y
mezquina. La relación íntima con Dios no admite negociar con el amor, la amistad, la
justicia, la gratuidad y la fe, porque se degrada la vida y la dignidad del ser humano.
Isaías denunciaba la indiferencia de Dios ante prácticas de ayuno estruendosas en su
tiempo y anunciaba el ayuno que agradaba a Yahvé, centrado en la práctica de la
justicia, el compartir y la solidaridad (Is 58, 1-12). Jesús, pues, siguiendo la tradición
profética, concede un nuevo sentido a estas prácticas de relación con Dios,
renovándolas de profundo respeto, humildad, sencillez y autenticidad. Dios acoge
nuestra oración y nuestros actos de solidaridad en la simplicidad y discreción de la
vida, sin necesidad de que andemos maltratando nuestro cuerpo.
Servicio Bíblico Latinoamericano
Eclo 48,1-15: Elías fue arrebatado en el torbellino, y Eliseo recibió dos tercios de su espíritu
Salmo responsorial 96: Alégrense, justos, con el Señor
Mt 6,7-15: Ustedes oren así
D esde nuestra niñez acuden los recuerdos sobre esta oración maravillosa que papá y
mamá nos enseñaron. La oración del Padre Nuestro recoge lo esencial del mensaje de
Jesús, convirtiéndose en la oración por excelencia para relacionarnos con Dios. No
tenemos otra referencia venida del evangelio que nos dé razón de la profunda y
genuina relación de Jesús con su Padre. Por ello, el Padre Nuestro ha de ser el centro
de nuestro orar cristiano en la vida personal, familiar, comunitaria y social. No quiere
decir que otras formas de orar no tengan importancia, ni mucho menos que no las
acojamos, pero sí que demos lugar especial en nuestra vida a la oración que nos enseñó
Jesús. Oración que nos pone en comunión con la grandeza de Dios en el cielo y en la
tierra, con la santidad de su nombre sobre todo nombre, con el aquí y ahora de su
Reino, con el pan y el sustento de cada día que compartimos, con su fortaleza que
transforma nuestra debilidad de no hacer su voluntad y con su amor que nos libra de
todo mal. Acojamos en el corazón la oración que nos encamina, hermana y libera en el
amor de Dios.
Servicio Bíblico Latinoamericano
El capítulo 6 del evangelio según San Juan está consagrado al llamado "discurso
eucarístico". Los versos del 51-59 revelan una unidad en la expresión: "vivirá para
siempre", con la que comienza y termina nuestro texto. Jesús mediante una fórmula de
auto revelación se declara: "Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo". Los judíos no
entendían. Sucede lo mismo en nuestros días. Sin fe es imposible entender este gran
misterio. Aunque lo explique el mismo Jesús, sin fe es imposible captar el sentido que
encierran estas palabras y su alcance en la vida. Partiendo entonces de la fe, podemos
afirmar con propiedad que Jesús es el Pan de Vida. Es decir, es aquel que ha venido, no
de este mundo limitado e insaciable, sino de arriba, de Dios, para saciar
definitivamente las hambrunas enraizadas en el corazón humano. Las profundas
insatisfacciones, que son muchas, el cansancio de la vida, el sin sentido, los anhelos del
corazón... encuentran en este Pan de vida un remedio saludable. La terrible soledad se
transforma en habitación de comunión de vida. El creyente ya no vive para sí, es un
consagrado, un poseído por una presencia transformadora que le eterniza y da pleno
sentido a su existencia. Un dato interesante de este Evangelio es la relación que hace de
esta comida (única y sin precedentes), con el sacrificio de Jesús: se trata de comer su
cuerpo, beber su sangre. Al comulgar el cuerpo y la sangre de Cristo el creyente no
solo recibe, se identifica, se une a... sino que es capacitado para dar, ofrecer, entregar
una vida digna... a semejanza de aquel a quien comulga.
Oración comunitaria
Señor Jesús, que partiste y repartiste tu pan, tu vino, tu cuerpo y tu sangre,
durante toda tu vida, y en la víspera de tu muerte lo hiciste también
simbólicamente; te pedimos que cada vez que nosotros lo hagamos también "en
memoria tuya" renovemos nuestra decisión de seguir partiendo y repartiendo,
como tú, en la vida diaria, nuestro pan y nuestro vino, nuestro cuerpo y nuestra
Servicio Bíblico Latinoamericano
sangre, todo lo que somos y poseemos. Te lo pedimos a ti, que nos diste ejemplo
para que nosotros hagamos lo mismo.
Servicio Bíblico Latinoamericano
E l evangelio de hoy nos invita a reflexionar sobre una situación que origina muchos
distanciamientos en la vida comunitaria. Se trata del juicio que hacemos a las demás
personas, sin antes reconocer nuestras propias fallas y limitaciones. Impresiona la
comparación de la pelusa en el ojo del hermano y la viga en el propio. Consciente o
inconscientemente nos sucede a veces esto que trae consecuencias destructivas en
nuestra vida. Jesús nos invita a no ser jueces implacables con las demás personas,
porque de la misma manera se nos pedirán cuentas. Reconociendo en nuestro interior
lo que no ayuda al crecimiento comunitario, entonces estamos en condiciones de
llamar la atención sobre lo que no nos parece apropiado. Jesús nos cuestiona sobre el
actuar hipócrita y espera que tengamos una actitud autocrítica hacia nuestro vivir, a
través de lo cual podemos construir relaciones armoniosas, saludables y respetuosas
con nuestros semejantes. Asumamos vivir con humildad y coherencia, deponiendo
nuestros juicios de valor que nos hacen injustos e inhumanos. Invoquemos la ayuda del
Señor que nos ama y quiere que seamos justos en nuestras actuaciones cotidianas. Así
lograremos alcanzar una convivencia de hermandad, amor, comprensión y respeto,
donde brille el amor humano y fraterno.
Servicio Bíblico Latinoamericano
C elebra la Iglesia en este día el nacimiento de San Juan Bautista, quien fuera el
precursor de nuestro Señor Jesucristo. Los evangelios relatan su vida desde el
nacimiento hasta la forma como fue asesinado por Herodes Antipas. Juan el Bautista,
para no confundirle con Juan, el discípulo de Jesús, se apareció en el desierto,
llamando al pueblo a la conversión y a un cambio de actitud. Decía: “Entre ustedes hay
alguien a quien no conocen, que viene detrás de mí; y [yo] no soy digno de soltarle la
correa de su sandalia” (Jn 1, 26-27). Juan se refería a Jesús y vivió la experiencia de
bautizarlo en el río Jordán. Otro día en que sus discípulos manifestaban la
preocupación porque la gente se iba tras Jesús, Juan les dio una bella lección: “Por eso
mi gozo es perfecto. Él debe crecer y yo disminuir” (Jn 3, 29-30).
Inspiremos, pues, nuestra vida cristiana en el testimonio radical del Bautista que
anunció la llegada de Jesús de Nazareth y denunció hasta sus últimas consecuencias los
desmanes y abusos del gobernador de Galilea. Seguir sus pasos, es ponernos en la
honda de la fidelidad, el compromiso y la radicalidad del seguimiento de Jesús.
Servicio Bíblico Latinoamericano
2Re 22,13; 23,1-3: El rey leyó al pueblo el libro de la alianza encontrado en el templo y selló
ante el Señor la alianza
Salmo responsorial 118: Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes
Mt 7,15-20: Por sus frutos los conocerán
E n la experiencia religiosa de los pueblos no faltan los falsos profetas que buscan
sacar provecho de su mensaje, como tampoco falta la gente que cree fácilmente
cualquier enseñanza. Jesús advierte sobre su presencia, desnudando sus prácticas y sus
intereses. Con imágenes y comparaciones de animales y plantas, tomadas de la vida del
campo (ovejas y lobos, uvas e higos, espinos y cardos, árbol sano y árbol enfermo,
frutos buenos y frutos malos), el mensaje central del evangelio se resume en reconocer
los frutos buenos. La denuncia de Jesús es frontal contra quienes se disfrazan de
apariencias engañosas y declara que para este tipo de actuación no puede haber lugar
en la comunidad.
A la luz de esta lectura, hagamos una revisión de nuestra vida e identifiquemos qué
clase de árboles somos y qué frutos estamos dando. ¿Nuestra cosecha está siendo
reconocida por el Señor? ¿Somos árboles sanos y frondosos, o somos más bien árboles
medio muertos y raquíticos? Jesús espera que nuestra cosecha sea abundante y de
buena calidad. Que los frutos se manifiesten en beneficio de toda la comunidad y no en
provecho de nuestros propios intereses. Espera que mantengamos los ojos bien abiertos
ante quienes buscan aprovecharse.
Servicio Bíblico Latinoamericano
L a lectura de hoy está en continuidad con la de ayer en cuanto a los frutos, como
criterio de reconocimiento del auténtico seguimiento de Jesús. La condición
fundamental para entrar en el Reino de los cielos está en hacer la voluntad del Padre.
“No todo el que me diga: ¡Señor, Señor!” está por el camino cierto. Jesús mismo,
aludiendo al juicio final (Mt 25, 31-46), será quien nos reconozca en nuestras prácticas.
Así pues, para mayor claridad, nos presenta la comparación del hombre prudente con el
hombre tonto, lo mismo que la casa construida sobre la roca y la casa levantada sobre
la arena. Obviamente que la invitación es a escuchar y poner en práctica la Palabra de
Dios, a semejanza de quien construye sobre bases firmes. De modo que el evangelio
nos invita a reflexionar en los cimientos sobre los que alimentamos cotidianamente la
relación con Dios. Sin embargo, muchas veces no atendemos este llamado de Jesús y
terminamos imitando al hombre tonto que no construyó bien su casa y cuando soplaron
los vientos se le vino encima. Fortalezcamos nuestra vida y la de la comunidad sobre
los valores del evangelio, para que se torne resistente a las dificultades.
Servicio Bíblico Latinoamericano
Oración comunitaria
Dios nuestro, Padre y Madre de la Humanidad y de la Materia Santa que
constituye este Cosmos maravilloso en expansión... Admiramos y comulgamos
profundamente el misterio que revela y transpira este Cosmos universal. En
Jesús nosotros los cristianos hemos experimentado una densidad mayor de tu
presencia, que cada día sentimos ampliarse sin límites, por el despliegue que el
Universo realiza ante nosotros, incesantemente. Queremos mantenernos en un
silencio contemplativo, de acogida y adhesión, y renovamos nuestra comunión
universal, contigo, con nuestros hermanos y con toda la realidad. Como, a su
forma, hizo también Jesús, hijo tuyo y hermano nuestro. Por los siglos de los
siglos. Amén.
Servicio Bíblico Latinoamericano
http://servicioskoinonia.org/biblico
Em Português: http://www.claretianos.com.br/servicobiblico
In italiano: http://www.peacelink.it/users/romero/parola.htm