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Servicio Bíblico Latinoamericano

Junio de 2014 – Ciclo A

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Domingo 1 de junio de 2014


Ascensión del Señor

Hch 1,1-11: Lo vieron levantarse


Salmo responsorial 46: Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas
Ef 1,17-23: Lo sentó a su derecha en el cielo
Mt 28,16-20: Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra

L a primera lectura de la liturgia nos ofrece el relato de la Ascensión del Señor


cuyo objetivo fundamental es trazar los rasgos específicos de la esperanza cristiana.
Jesús, nuevo Elías, asciende a los cielos y este hecho no significa el fin de la historia
deseado por los discípulos según se refleja en su pregunta: «¿Es ahora cuando vas a
restaurar el reino para Israel?» (v.6). Se trata por el contrario, del tiempo del testimonio
que prepara ese final. En el salmo interleccional se proclama la entronización de Dios
como «emperador» y «rey» de toda la tierra y la carta a los cristianos de Éfeso conecta
el señorío del Mesías Jesús a la comprensión que deben tener los miembros de la
comunidad eclesial sobre la esperanza a la que «abre su llamamiento» (1,18) .
El evangelio, final del relato de Mateo, vuelve a subrayar esa conexión.
Comprende las circunstancias del último encuentro entre Jesús y sus discípulos (vv. 16-
17) y las palabras finales del Señor a su comunidad (vv. 18-20).
Respecto a las circunstancias, el texto sitúa la escena en una montaña de la
Galilea. Se produce en ella la teofanía del Resucitado que debe colocarse en relación
con la montaña de la Tentación y con la montaña de la Transfiguración. Se anticipa, así
el Señorío de Jesús, tema principal que se desprenden de las palabras que éste
pronuncia.
Lejos del centro de la dirigencia religiosa, Jesús se encuentra con los Once. El
número es el resultado de la sustracción de Judas de la cifra original de los Doce
discípulos y significa la totalidad de los seguidores de Jesús que no defeccionaron.
Todos ellos son beneficiarios de la experiencia del Resucitado.
Ante esa experiencia su actitud es una mezcla de adoración y de duda. Como
Pedro ante el embate de las olas (cf Mt 14,23-33), la comunidad lleva en su seno estos
dos sentimientos contradictorios. Ambos son los dos únicos textos de Mateo que
combinan los verbos que se refieren a esos dos sentimientos.
Las palabras de Jesús se dirigen a fortalecer la fe comunitaria desde un encargo
en que están implicados tres personajes: Jesús, el círculo de los discípulos y «todos los
pueblos». Respecto a sí mismo, Jesús afirma que ha recibido «plena autoridad en el
cielo y en la tierra» (v. 18). Para el evangelista, la autoridad ocupa un puesto
importante en la presentación de Jesús. Este, al inicio de su actividad, había rechazado
la última propuesta del diablo en orden recibir «todos los reinos del mundo» (cf Mt
4,8-10), los discípulos habían visto actuante en Jesús el significado del poder divino
pero debían mantenerlo en secreto (cf Mt 16,28-17,9). Ahora es el momento de la
proclamación de ese señorío, recibido por Jesús del Padre.
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Los elementos que subrayan el universalismo son acumulados en este breve
pasaje. Junto a «cielo y tierra» y la mención de los «pueblos» se da una significativa
repetición del término «todo», «plena autoridad» (v. 18), «todos los pueblos» (v. 19),
«todo lo que les mandé» (v. 19), «cada día» (v. 20). La obediencia al querer divino
confiere a Jesús un señorío universal que se ejerce sobre toda realidad creada.
Este «relato de vocación» de la comunidad eclesial describe la transmisión que le
hace Jesús de «todo su poder». Gracias a él pueden convocar a nuevos discípulos
mediante el bautismo y la enseñanza. Por el bautismo, Jesús había iniciado el
cumplimiento definitivo de la justicia del Reino (Mt 3,15), igualmente el bautismo
cristiano injerta a cada bautizado en la misma dinámica. Junto al bautismo, el otro
rasgo característico de la existencia cristiana es la «enseñanza». No se trata de una
teoría que se debe proclamar, sino de la Buena Noticia del Reino frente a la cual todo
creyente es un seguidor al que se exige un comportamiento coherente. Se trata de
«guardar todo lo que les mandé». De esa forma, toda obra y palabra de Jesús se
convierten en punto de referencia que se debe tener presente en la propia vida.
El mandato de Jesús compromete a toda la comunidad eclesial y la responsabiliza
frente a todas las naciones. Aunque ya iniciado en el círculo de los discípulos, el
señorío de Jesús no puede agotarse al interno de la vida de las comunidades cristianas.
Para ello cuenta con la asistencia de su Señor: «Yo estaré con ustedes». Esta asistencia
suministra el coraje necesario para superar todos los temores y tempestades y confiere
un ámbito ilimitado para la actuación de la salvación.
Pero para ello, se exige de la Iglesia la misma obediencia de Jesús. Sólo en el
rechazo del poder de dominio, en la obediencia filial al Padre, podrá realizar su tarea.
Este «manifiesto» final del Señor Resucitado liga íntimamente la misión de la Iglesia al
camino recorrido históricamente por Jesús de Nazaret, Hombre y Dios.

Para una explicación más sencillamente catequético-hermenéutica de la


Ascensión ofrecemos este texto complementario, de Leonardo Boff, sobre la
Ascensión, que sigue muy de cerca al exégeta católico Gerhard LOHFINK:
http://servicioskoinonia.org/biblico/textos/ascension.htm Vale por sí mismo para
construir toda una homilía.

El evangelio de hoy es dramatizado en el capítulo 130 de la serie «Un tal Jesús»


(http://radialistas.net/category/un-tal-jesus/), de los hermanos LÓPEZ VIGIL, titulado
«Sobre las nubes del cielo».
La serie «Otro Dios es posible» tiene el capítulo 57, titulado «¿Ascensión y
asunción?», cuyo texto y audio puede ser encontrado en http://radialistas.net/article/57-
ascension-y-asuncion/

Para la revisión de vida


Que el Dios del señor Jesucristo os dé espíritu de sabiduría e ilumine los ojos de
vuestro corazón par que comprendáis cuál es la esperanza...: pedir
insistentemente ese espíritu de sabiduría, y la luz que ilumine los "ojos del
corazón", para "comprender la esperanza"...
-Superar todo resabio de espiritualismo y toda falta de fe; combinar
adecuadamente en mi vida el cielo y la tierra, el idealismo y el realismo, la
utopía y el compromiso, la escatología y la historia...
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Para la reunión de grupo


- La Ascensión del Señor, ¿fue un hecho histórico, físico, espiritual, teológico...?
- ¿Cuál es el mensaje fundamental del misterio de la Ascensión?
- La tierra es el único camino que tenemos para ir al cielo... Comentar esta famosa
sentencia del famoso misionólogo P. Charles.
- [El "texto complementario", de Boff, que sugerimos
(http://servicioskoinonia.org/biblico/textos/ascension.htm), se presta muy bien a ser
utilizado como una sesión de estudio bíblico, porque, sobe el caso concreto de la
Ascensión, involucra varios temas fundamentales de la comprensión de la Biblia, así
como otros respecto a la cosmovisión -cielo, tierra, tiempo, eternidad...-.]

Para la oración de los fieles


- Para que los cristianos no perdamos de vista al Señor Jesús, el hermano mayor a quien
pretendemos seguir, roguemos al Señor...
- Por todos los cristianos que están "ahí plantados mirando al cielo", descuidando los
problemas de la tierra, y pensando que los asuntos de este mundo les distraen de los
bienes celestes; para que superen el espiritualismo dualista...
- Por los hombres y mujeres que sólo miran a la tierra, para que nuestro testimonio de una
fe que no aliena sino que libera les lleve a descubrir que la fe es capaz de humanizar y
dar profundidad a sus vidas...
- Para que los cristianos sepamos combinar adecuadamente el cielo y la tierra, el más allá
y el más acá, la trascendencia y la inmanencia, la fe y las obras, la esperanza y el
compromiso aquí y ahora...
- Para que la fe en la victoria de la vida sobre la muerte nos dé una reserva de esperanza
inclaudicable que contagie a nuestros hermanos...

Oración comunitaria
Oh Dios, Padre nuestro y de nuestro hermano mayor Jesús; danos tu Espíritu de
sabiduría, e ilumina los ojos de nuestro corazón, para que comprendamos cuál
es la esperanza a la que nos llamas, cuál la riqueza de la gloria que das en
herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de tu poder para con
nosotros. Por nuestro Señor J.C.
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Lunes 2 de junio de 2014


7ª semana de Pascua
Marcelino y Pedro, Mártires (304)

Hch 19,1-8: ¿Recibieron el Espíritu Santo al aceptar la fe?


Salmo responsorial 67: Reyes de la tierra, canten a Dios
Jn 16,29-33: Tengan valor: yo he vencido al mundo

J esús siempre ha hablado claramente. Lo que sucede es que a veces consciente o


intencionalmente cerramos nuestros oídos y nuestros ojos para no escuchar ni ver las
orientaciones de la Palabra de Dios. Quizás porque están más abiertos a otras
propuestas o porque estas propuestas, hacen tanto ruido, que no dejan escuchar ni ver
los signos del Reino. La fe de los discípulos y la de todos los cristianos es todavía
incipiente porque creemos saberlo y entenderlo todo, olvidando que sin la fuerza del
Espíritu Santo todos los intentos misioneros serán vanos. Una fe con estas limitaciones
fácilmente se acomoda o se atemoriza ante las exigencias y desafíos de la misión. Las
consecuencias son predecibles: dispersión y abandono. La misión se queda sola. En
estos momentos de crisis renace la esperanza al comprobar que Dios no abandona a
Jesús y que Jesús no abandona a sus discípulos y discípulas. Con la convicción de que
Jesús está siempre con nosotros, todas las dificultades podrán ser asumidas con la
seguridad que la justicia, la fraternidad y la paz se impondrá en el mundo. Cabe
preguntarnos, ¿con la manera de vivir nuestro cristianismo estamos realmente
venciendo el egoísmo y el mal en el mundo?
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Martes 3 de junio de 2014


Carlos Lwanga y Compañeros, Mártires (1886)

Hch 20,17-27: Completo mi carrera, y cumplo el encargo que me dio el Señor Jesús
Salmo responsorial 67: Reyes de la tierra, cantad a Dios
Jn 17,1-11a: Padre, glorifica a tu Hijo

T anto Pablo como Jesús están haciendo un discurso de despedida, una especie de
testamento para las futuras generaciones cristianas. Pablo se despide de los efesios
dejando como testamento un testimonio de vida ejemplar marcado por un servicio
humilde y sacrificado, por una predicación a tiempo y a destiempo, en público y en las
casa, sin discriminación cultural o religiosa. Con una bellísima figura, “encadenado por
el Espíritu Santo” Pablo confirma lo que es común a todo el libro de los Hechos, que
“el Espíritu santo es el verdadero protagonista de la misión”.
Jesús completa su despedida con una oración o un testamento para sus discípulos.
El tema central es una petición y una acción de gracias. Jesús pide la unión y comunión
de los discípulos con Jesús y con el Padre. Jesús da gracias al Padre porque ha podido
llevar a cabo su misión y por la fe de sus discípulos, porque aunque están en el mundo
les ha permitido resistir al mundo del mal teniendo como criterio los valores del mundo
del bien. La oración de Jesús al Padre, por ellos y ellas, es muestra del amor que nos
tiene y al cual estamos llamados a responder con testimonio y acción.
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Miércoles 4 de junio de 2014


Francisco Caracciolo, fundador (1608)

Hch 20,28-38: Le dejo en manos de Dios, que tiene poder para edificarlos y darles parte en
la herencia
Salmo responsorial 67: Reyes de la tierra, cantad a Dios
Jn 17,11b-19: Que sean uno, como nosotros

P ablo en su testamento deja otra advertencia importante para los cristianos de todos
los tiempos: hay que estar siempre atentos y despiertos para cuidar responsablemente el
rebaño, la comunidad y la familia que el Señor nos ha encomendado. No podemos
descuidarnos porque no faltan los lobos rapaces, los falsos profetas vendiendo falsas
ilusiones, ni los diablos que dividen con calumnias y chismes, nuestras comunidades.
Pablo termina su discurso encomendando las comunidades a la Palabra de Dios,
advirtiéndolas contra la ambición del dinero y recordándoles su compromiso con los
pobres y los débiles. Jesús también fue enviado al mundo para desafiarlo. Sus
discípulos deben seguir este camino sabiendo que como el Maestro sufrirán el odio del
mundo. Jesús no pide que se les resguarde de esa hostilidad, sino que los proteja en
medio de las adversidades, que sean consagrados y enviados al mundo, en orden a su
misión, consagrados en la Palabra de Dios que es la Verdad. Los discípulos han
aceptado y guardado la palabra que Jesús les transmitió de parte de Dios, ahora los
elige para la misión de transmitir esa misma palabra a otros para que todos y todas
tengan vida. ¿Qué significa ser un cristiano consagrado?
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Jueves 5 de junio de 2014


Bonifacio, obispo y mártir (754)

Hch 22,30;23,6-11: Tienes que dar testimonio en Roma


Salmo responsorial 15: Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti
Jn 17,20-26: Que sean completamente uno

P ablo está siendo juzgado por su opción de vida cristiana. Intentan condenarlo
porque no ha hecho otra cosa que anunciar un evangelio de vida, por proclamar a los
cuatro vientos un evangelio de inclusión, por dar testimonio de un evangelio inspirado
en el amor comprometido de Jesús por la humanidad. La clave misionera que presenta
el texto de hoy es el testimonio. Sin testimonio, lo que hagamos o digamos serán
palabras muertas. Sin testimonio no hay cristianismo. Por falta de testimonio Jesús
calificó a los fariseos de “hipócritas, que parecen sepulcros blanqueados: por fuera son
hermosos, por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda clase de
inmundicias”. Pablo es invitado a dar testimonio en Jerusalén y Roma, que simbolizan
todo el mundo cristiano, lo que significa que el testimonio no tiene límites ni fronteras.
El modo en que Jesús y el Padre son uno es el que pide para todos sus
seguidores. Una de las funciones de esta unidad será que el mundo conozca el proyecto
de Vida Plena anunciada por Jesús, de esta manera incluye, indirectamente, al mundo
en su plegaria. Durante su ministerio el mundo no reconoció a Jesús, pero el ministerio
de los discípulos dará al mundo nuevas oportunidades de reconocerlo.
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Viernes 6 de junio de 2014


Marcelino Champagnat, fundador (1840)

Hch 25,13-21: Un difunto llamado Jesús, que Pablo sostiene que está vivo
Salmo responsorial 102: El Señor puso en el cielo su trono
Jn 21,15-19: Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas

L a triple pregunta de Jesús y la triple respuesta de Pedro muestran una contrapartida


simbólica de su triple negación. Su arrepentimiento está implícito en la insistencia en
que ama a Jesús y en la angustia que le producen las preguntas. La intención directa de
las tres mociones no es mostrar que Jesús dude de Pedro, sino que Pedro ama
profundamente a Jesús. El mandato de apacentar al rebaño incluye dos actividades del
apostolado de Pedro: la animación de la primitiva Iglesia de Jerusalén y la predicación
misionera. El evangelio de Juan no insiste en la posición superior del pastor, sino más
bien en el conocimiento que lo une con las ovejas y en su entrega total al rebaño hasta
dar la vida por él. Jesús es el buen pastor al que el Padre ha dado el rebaño y Pedro
debe cuidarlo. El criterio cristiano para todo animador de comunidad es el amor. No se
dirige desde el poder sino desde el amor. Un amor, que en el caso de Pedro fue probado
con la ofrenda de su propia vida. ¿Los dirigentes políticos, sociales o eclesiales dirigen
nuestras comunidades desde el poder autoritario o desde el amor y el servicio?
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Sábado 7 de junio de 2014


Venerable Mateo Talbot, obrero (1925)

Hch 28,16-20.30-31: Vivió en Roma, predicando el reino de Dios


Salmo responsorial 10: Los buenos verán tu rostro, Señor
Jn 21,20-25: Quedan otras muchas cosas que hizo Jesús

L legamos al final del evangelio. Mientras Jesús conversa con Pedro, éste ve al
discípulo amado. No se llega a apreciar si Pedro está preocupado por el futuro de uno
de sus compañeros o si sólo siente curiosidad ante su presencia. La respuesta de Jesús
es fuerte y tajante, lo que vaya ser de los demás está en manos de Jesús y no de Pedro.
Seguir a Jesús exige un testimonio verdadero, un compromiso fiel y coherente. El
discípulo debe concentrar su corazón, sus energías, toda su vida en el seguimiento. Ha
sido llamado y deberá responder por sí mismo. De los otros se ocupa y se ocupará el
Señor con todo su amor. Se trata entonces de no desviar la atención, mirando a los
otros innecesariamente o con suspicacia, hay que agudizar la mirada en Jesús y poner
los ojos sólo en El, siguiéndolo hasta el final, de modo que la mirada hacia los demás
esté cargada del amor al que somos llamados. El Resucitado nos pide, como a Juan,
que sigamos siendo hoy testigos de la verdad del evangelio, para que así podamos
seguir escribiendo para todos los pueblos, las otras muchas manifestaciones de Dios en
el mundo.
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Domingo 8 de junio de 2014


Pentecostés
Medardo, obispo (560)

Hch 2,1-11: Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar


Salmo responsorial 103: Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra
1Cor 12,3b-7.12-13: Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo
cuerpo
Jn 20,19-23: Reciban el Espíritu Santo

C elebramos hoy la fiesta solemne de Pentecostés cincuenta días después de la


Pascua. Fiesta del Espíritu Santo y de la «inauguración» de la misión de la Iglesia.
El relato de Hechos que leemos en la primera lectura es una construcción del
escritor lucano. Su finalidad es eminentemente teológica. No es un acontecimiento
cronológico sino kairótico en la misma línea de la fiesta de la ascensión que
celebramos y comentamos el domingo pasado. Lucas recoge la «fiesta de las semanas»
del antiguo Israel. Esta fiesta se celebraba para conmemorar la llegada del pueblo al
Sinaí. La entrega de las tablas de la Ley a Moisés en medio de truenos relámpagos y
viento huracanado.
El redactor de Hechos toma los elementos simbólicos de resonancia cósmica para
manifestar que es una intervención de Dios. Quiere significar la irrupción del Espíritu
Santo en la historia humana. Es el comienzo de la etapa definitiva en la historia de la
salvación. Es el comienzo de la predicación del evangelio por parte de la Iglesia
apostólica. Estos elementos también recuerdan el anuncio profético del «Día del
Señor». Este pasaje entrelaza elementos históricos y escatológicos. El Espíritu empuja
a la Iglesia más allá de las fronteras geográficas y culturales. Por eso todos entienden el
mensaje en su propia lengua. Allí se han dado cita todos los pueblos hasta entonces
conocidos indicando la universalidad del mensaje evangélico. Otro elemento
importante es el aspecto comunitario: los discípulos están reunidos en comunidad y el
anuncio inaugura una nueva comunidad.
En la primera de Corintios Pablo enfatiza la acción del Espíritu en la vida de
los creyentes y en la construcción de la Comunidad eclesial. Conciente de las
divisiones que se vivían al interior de esta comunidad insiste en que los dones, los
carismas, los ministerios y los servicios proceden de un mismo Espíritu. Por lo tanto
todos los carismas, dones y ministerios están en función del crecimiento de la Iglesia.
La acción del Espíritu cualifica la misión de la Iglesia en el mundo y no sólo para la
santificación individual. El Espíritu articula interiormente la misión de Jesús y la
misión de la Iglesia.
El cuarto evangelio presenta dos escenas contrastantes. En primer lugar, los
discípulos encerrados en una casa, llenos de miedo y al anochecer. En segundo lugar, la
presencia de Jesús que les comunica la paz, les muestra sus heridas como signo de su
presencia real, se llenan de alegría y Jesús les comunica el Espíritu que los cualifica
para la misión. El miedo, la oscuridad y el encerramiento de «la casa interior» se
transforman ahora con la presencia de Jesús en paz, alegría y envío misionero. Son
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signos tangibles de la acción misteriosa y transformante del Espíritu en el interior del
creyente y de la comunidad. Resurrección, ascensión, irrupción del Espíritu y misión
eclesial aparecen aquí íntimamente articuladas. No son momentos aislados sino
simultáneos, progresivos y dinamizadores en la comunidad creyente.
Jesús cumple sus promesas. Les ha prometido a sus discípulos que pronto
regresará, que nos les dejará solos. Les ha dicho que el Espíritu Santo de Dios les
asistirá para que entiendan todo lo que él les ha anunciado. Así lo hace. Ahora les
comunica el Espíritu que todo lo crea y lo hace nuevo. Jesús sopla sobre ellos como
Dios sopló para crear al ser humano. Ellos son las personas nuevas de la creación
restaurada por la entrega amorosa de Jesús.
La violencia, la injusticia, la miseria y la corrupción en todos los ámbitos de la
sociedad nos llenan de miedo, desaliento y desesperanza. No vemos salidas y
preferimos encerrarnos en nosotros mismos, en nuestros asuntos individuales y
olvidarnos del gran asunto de Jesús. Entonces es cuando él irrumpe en nuestro interior,
traspasa las puertas del corazón e ilumina el entendimiento para que comprendamos
que no nos ha abandonado. El sigue presente en la vida del creyente y en el seno de la
comunidad. Sigue actuando a través de muchas personas y organizaciones que se
comprometen a cabalidad para seguir luchando contra todas las formas de pecado que
deshumanizan y alienan al ser humano. El Espíritu de Dios sigue actuando en la
historia aunque aparentemente no lo percibamos. No es necesario hacer tanta bulla para
decir que el Espíritu está actuando. Muchas veces no lo sentimos porque actúa en
forma muy sencilla a través de gestos que pueden pasar desapercibidos.
¿Qué signos de la presencia dinamizadora del Espíritu de Dios podemos percibir
en nuestra vida personal, familiar y comunitaria? ¿Conocemos personas que actúan
bajo la acción del Espíritu? ¿Por qué? ¿Qué podemos hacer para descubrir y potenciar
los dones y ministerios que el Espíritu sigue suscitando en personas y comunidades?

El evangelio de hoy es dramatizado en el capítulo 128 de la serie «Un tal Jesús»


(http://radialistas.net/category/un-tal-jesus/), de los hermanos LÓPEZ VIGIL, titulado
«Lo que hemos visto y oído».
Para ver/recordar las raíces de la fiesta judía, su evolución y su derivación en la
fiesta cristiana actual, recomendamos el clásico «Fiesta en honor de Yahveh», de
Thierry MAERTENS, en la biblioteca de Koinonía
[http://servicioskoinonia.org/biblioteca].

Para la revisión de vida


Hacer un tiempo de oración más profunda, tratando de escuchar las mociones
que el Espíritu suscita en mí y que quizá no tengo condiciones de escuchar en la
prisa diaria.
Educar la mirada: lograr "ver" al Espíritu actuando en tantas cosas como él
mueve y dirige...
No dejarnos deslumbrar por todos los que se remiten fácilmente al "espíritu" y
en su nombre se apartan del compromiso del amor, de la atención a los pobres...:
hacer "discernimiento de espíritus"…
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Para la reunión de grupo
- ¿Qué reacción nos produce la palabra "espíritu"? Presentemos y comentemos algunos
sinónimos explicativos.
- Hoy hablan muchos del "espíritu" y lo encuentran en regiones o en actividades muy
lejanos de la realidad, del compromiso social, en lo "puramente religioso"... ¿Es así lo
que la Biblia nos dice del Espíritu? Pongamos ejemplos.
- «Hay que ser espirituales, no espiritualistas»: comentar la frase, con razones y con
experiencias.
- Lucas, en la narración que hace del acontecimiento de Pentecostés en el libro de los
Hechos de los Apóstoles (1ª lectura) utiliza en el transfondo de lo que escribe los
símbolos de lo que ocurrió en Babel: ¿en qué sentido?

Para la oración de los fieles


- Para que el Espíritu de Pentecostés se siga derramando hoy en la Iglesia en todos sus
miembros, para animarla a ser fermento y catalizador de todas las transformaciones que
el mismo Espíritu produce en todos los hombres y mujeres de todas las razas y credos,
roguemos al Señor...
- Por este mundo que en la actualidad tiene en curso más de 30 guerras, para que el
Espíritu de Dios, que actúa en todos los pueblos, nos lleve poco a poco a superar la
Babel de la confusión y nos encamine a la reconciliación y la Paz...
- Por esta humanidad, hija de Dios, que se refiere a El y lo ama desde las más diversas
religiones y tradiciones espirituales; para que, sin perder la identidad espiritual que
Dios ha dado a cada pueblo -destello singular de su gloria- todas las religiones
dialoguen activa y fructuosamente, como mediaciones que son del único Dios...
- Para que el Espíritu Dios, "padre de los pobres" [Pater páuperum], que siempre les ha
dado a lo largo de la historia, sobre todo en los momentos más difíciles y de máxima
postración, claridad en la visión y coraje para la lucha, les dé hoy también en todo el
mundo, fe convencida y esperanza activa...
- Para que el Espíritu del Dios creador, "que repuebla la faz de la Tierra" y deposita -
también en todas las criaturas- una participación de sí mismo, nos haga a los humanos
conscientes de que no poseemos el mundo en propiedad para utilizarlo y consumirlo,
sino para co-existir con todas las cosas y con-vivir con todas las criaturas animadas
reverenciando así tanto a la Creación como al Creador...

Oración comunitaria
Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de la Gloria: ilumina nuestra
mirada interior para que, viendo lo que esperamos a raíz de tu llamado, y
entendiendo la herencia grande y gloriosa que reservas a tus santos,
comprendamos con qué extraordinaria fuerza actúa en favor de los que creemos.
Por N.S.J. [cfr Ef 1, 17ss]

Dios nuestro, Espíritu inasible, Luz sobre toda luz, Amor que está en todo amor,
Fuerza y Vida que alienta en toda la Creación: derrámate hoy de nuevo sobre
toda la Creación y sobre todos los pueblos, para que buscándote más allá de los
diferentes nombres con que te invocamos, podamos encontrarte, y podamos
encontrarnos en ti unidos en amor a todo lo que existe. Tú que vives y haces
vivir, por los siglos de los siglos.
Servicio Bíblico Latinoamericano
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Lunes 9 de junio de 2014


Efrén, poeta y doctor (373)

1Re 17,1-6: Elías sirve al Señor, Dios de Israel


Salmo responsorial 120: Nuestro auxilio es el nombre del Señor, / que hizo el cielo y la tierra
Mt 5,1-12: Dichosos los pobres en el espíritu

L a lectura del evangelio de este día nos es muy conocida. ¿Quién no se recuerda de
las bienaventuranzas? Desde nuestra niñez, pasando por la juventud y la madurez de la
vida, guardamos en el corazón el dulce sabor del mensaje que Jesús compartió a la
muchedumbre que le siguió hasta la cima del monte.
Cómo si nos sintiéramos caminantes con Jesús y los discípulos, escuchamos la
enseñanza de felices los pobres de corazón, afligidos, desposeídos, hambrientos y
sedientos de justicia, misericordiosos, limpios de corazón, trabajadores de la paz y
perseguidos por dar testimonio de un proyecto de vida diferente y alternativo al que el
Imperio romano pregonaba como lo maravilloso. Aquella felicidad, en cambio, era la
mejor de las noticias para quienes no contaban con las posibilidades de gozar y
disfrutar de una vida humanamente digna. Serán felices porque el Reino de Dios
acontece en sus vidas en hechos concretos (posesión de la tierra) y en actitudes acordes
con la voluntad de Dios.
Desde la proclama de las bienaventuranzas nos comprometemos en la
construcción de un mundo más justo y humano, aportando nuestro valioso granito de
arena en la búsqueda de condiciones más humanas de vida para las comunidades
cristianas donde vivimos.
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Martes 10 de junio de 2014


Juan Dominici (1420)

1Re 17,7-16: La orza de harina no se vació, como lo había dicho el Señor por medio de
Elías
Salmo responsorial 4: Haz brillar sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro
Mt 5,13-16: Ustedes son la luz del mundo

L as imágenes de la sal y la luz nos remiten a una reflexión profunda sobre la


autenticidad de nuestro compromiso cristiano. ¿Qué sabor tiene nuestra vida para que
agrade y atraiga a la comunidad cristiana en el seguimiento de Jesús? El Señor nos
llama para que nuestra vida se revista de muchos valores y actitudes que construyan
comunidad de hermanos y hermanas. Valores de solidaridad, compasión, cuidado,
amor, amistad y fraternidad.
Así que Jesús nos identifica como la sal de la tierra y la luz del mundo, en una
sociedad que ha perdido muchos sabores y sentidos de la vida. La violencia, la
injusticia, la indiferencia y la insensibilidad campean por todos lados. Para muchas
hermanas y hermanos la vida les es insípida, pues sus horizontes existenciales carecen
de sentido. En nuestra vida cristiana, muchas veces, no tomamos conciencia del
compromiso que representa ser luz para el mundo. Jesús tomó la imagen de una ciudad
en los montes, imposible de ser ocultada. También nos habló sobre la luz que no puede
tener el destino de ser puesta dentro de un cajón. Por el contrario, lo que prueba la
eficacia de la luz son las buenas obras que nos propongamos hacer.
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Miércoles 11 de junio de 2014


Bernabé, apóstol (siglo I)

Hch 11,21b-26; 13,1-3: Era hombre de bien, lleno de Espíritu Santo y de fe


Salmo responsorial 97 El Señor revela a las naciones su justicia
Mt 10,7-13: Vayan y anuncien que el reino de los cielos está cerca

L a proclama del Reino de los Cielos en el evangelio de Mateo viene acompañada de


cuatro señales muy concretas: sanar a los enfermos, resucitar a los muertos, limpiar a
los leprosos y expulsar a los demonios. Sabemos, que en tiempos de Jesús esto
significaba ir en contravía de leyes y costumbres que impedían acercarse a las personas
enfermas, endemoniadas y leprosas. Era quedar en condición de impureza, marginación
y exclusión social. Sin embargo, Jesús no prestó atención a estas normas legales y
morales que no estaban acordes con los valores del Reino.
Al enviar a los discípulos, les pone en alerta frente a las actitudes que han de
testimoniar por el camino, para que su mensaje sea creíble y tenga la fuerza
transformadora. Hay que dar razón de la gratuidad del amor de Dios, no rodearse de
cosas que distancian del camino, ganarse con su trabajo el sustento de cada día y ser
mensajeros de la paz.
También hoy, recibimos el llamado a anunciar la Buena Noticia de Jesús con
hechos concretos y no con meras palabras. El Señor espera que nuestro testimonio
abunde en signos de vida y esperanza, en gestos de solidaridad con quienes viven en
condiciones infrahumanas.
Servicio Bíblico Latinoamericano

Jueves 12 de junio de 2014


Onofre, anacoreta (400)

1Re 18,41-46: Elías oró, y el cielo derramó lluvia


Salmo responsorial 84: Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec
Mt 5,20-26: Ve primero a reconciliarte con tu hermano

E ste episodio se sitúa en un contexto mayor que comprende Mateo 5,20-48. En esta
sección tenemos una introducción y seis antítesis, todas con la misma estructura. Se
cita un mandamiento de la Ley, seguido por la respectiva enseñanza de Jesús. Hay una
fase de conexión entre las partes: “han oído que se dijo a los antepasados”. La
intencionalidad es mostrar la ruptura y continuidad de la Ley en el proyecto de Jesús,
que tiene su mayor novedad en la práctica del amor, como símbolo de justicia plena. Y
la clave de todo amor y de toda justicia es el hermano. El amor a Dios sólo es creíble
cuando es amor al otro. ¿Cómo poder decir que se ama a Dios a quien no vemos, si no
somos capaces de amar al hermano a quien vemos? (1 Jn 4,20). Jesús cita textualmente
uno de los mandamientos del decálogo, “no matarás” (Éx 20,23). Mateo va a la fuente
y no a la interpretación rabínica, para demostrar que la justicia no viene de lo que hago
por Dios observando la Ley, sino de lo que Dios hace por mí acogiéndome, de la
misma forma que yo acojo a mi hermano.
Servicio Bíblico Latinoamericano

Viernes 13 de junio de 2014


Antonio de Padua, religioso y doctor de la Iglesia (1231)

1Re 19,9a.11-16: Ponte de pie en el monte ante el Señor


Salmo responsorial 26: Tu rostro buscaré, Señor
Evangelio Mt 5,27-32: No cometerás adulterio

U na lectura atenta del Evangelio de hoy nos ayuda a reconocer que Jesús no
interpreta la ley antigua al pie de la letra, sino que toma en cuenta una nueva situación:
el deseo prohibido en el corazón del hombre. El decálogo establecía en el último
mandamiento no codiciar los bienes y la mujer del prójimo (Éx 20, 17). De modo que
Jesús vislumbra una realidad más amplia de deseo y de violencia. No se trata de un
mero problema de sexualidad, como a veces se interpreta en nuestras comunidades.
Cabe también tomar en cuenta que la violencia incluye dimensiones sociales,
económicas, políticas, sexuales, culturales, familiares y religiosas. El objetivo último
del mensaje de Jesús es que los mandamientos estén al servicio de la vida, la justicia, el
amor y la verdad. Las imágenes de la auto-mutilación de los ojos y las manos aluden a
que antes de ejercer la violencia sobre los demás, resulta preferible sentirla en sí
mismo. Es cuando podemos tomar conciencia sobre lo que significa hacer el bien a las
personas y evitar el mal que no queremos que nos hagan. Que nuestro corazón sea el
lugar de donde broten los buenos deseos para crecer en humanidad.
Servicio Bíblico Latinoamericano

Sábado 14 de junio de 2014


Anastasio, Digna y Félix, mártires (s. IX)

1Re 19,19-21: Eliseo se levantó y marchó tras Elías


Salmo responsorial 15: Tú, Señor, eres el lote de mi heredad
Mt 5,33-37: Yo les digo que no juren en absoluto

V enimos de una tradición de años atrás en que la palabra representaba la


credibilidad sin atenuantes. “Aquella persona es de una sola palabra”, comentaba la
gente, “pues no necesita hacer juramentos”. El evangelio nos desafía a ser personas
auténticas, firmes y consecuentes frente a nuestros actos y comportamientos en los
diferentes campos de la vida personal, familiar y social. Se trata de vivir y actuar con
franqueza y transparencia en las relaciones sociales, procurando buscar el bienestar
común de los hermanos y hermanas.
La práctica de los juramentos falsos, probablemente era una costumbre muy
difundida en tiempos de Jesús. Las relaciones con Dios se limitaban a simples
promesas que no se tomaban con seriedad y responsabilidad. De ahí que se espere un
«sí, sí» o un «no, no». Tomar compromisos a medias no va con el seguimiento de
Jesús. Hoy como ayer seguimos actuando de esa manera, que no nos lleva a una
auténtica vivencia de los valores éticos y cristianos. El Señor espera que nuestra
palabra sea sincera, transparente y verdadera. Que asumamos de corazón nuestro
actuar, con la convicción de no fallarle a nuestro Dios de la vida, a nuestras
comunidades y a los procesos de donde venimos.
Servicio Bíblico Latinoamericano

Domingo 15 de junio de 2014


Santísima Trinidad
Vito, María Micaela

Ex 34,4b-6.8-9: Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso


Interleccional Dn 3: A ti gloria y alabanza por los siglos
2Cor 13,11-13: La gracia de Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo
Jn 3,16-18: Dios mandó a su Hijo para que el mundo se salve por él

L a Biblia nos revela en una palabra quien es Dios: Dios es amor (1 Jn 4,8). Amor
personal (porque te ama a ti, como si sólo a ti amase) amor total (sin medida, porque la
medida del amor es dar sin medida), amor sacrificado (oblativo, entregado y paciente),
amor universal (inclusivo, no excluyente), amor preferencial (se inclina más hacia el
débil). Las lecturas de hoy nos revelan el perfil, el rostro o la fisonomía de Dios. La
lectura del Éxodo lo revela como un Dios "compasivo y misericordioso, lento a la
cólera y rico en clemencia y lealtad" Ex 34,6; y esto inmediatamente después del
episodio de adoración al becerro de oro (Ex 32). Como queriendo contrastar la
infidelidad del Pueblo y la fidelidad de Dios.
Pablo, en la segunda lectura nos desvela el misterio de un Dios Padre, Hijo y
Espíritu Santo, mediante el saludo trinitario a la asamblea: "la gracia de nuestro Señor
Jesucristo, el amor del Padre, y la comunión del Espíritu Santo esté siempre con
ustedes" 2 Cor 13, 13.
Finalmente el evangelio de hoy, tomado de San Juan, es uno de esos textos
cumbres de la literatura bíblica que revelan una luz especial: "tanto amó Dios al mundo
que entregó a su Hijo" (Jn 3,16).
Éstos serían como los versículos fundamentales para nuestra fiesta. En primer
lugar el Dios de Israel y de Jesús, es un Dios inserto en la historia. El antiguo y nuevo
Pueblo de Dios no llegaron a la experiencia de Dios, ni por la naturaleza (religiones
naturalistas, tendentes a divinizar la creación), ni por la filosofía (la elucubración de los
filósofos, que a través de las causas segundas, llegaron a una primera causa: Dios), sino
por la historia. De ahí que el credo de Israel y el de la Iglesia se definan como credos
históricos. Imposible proclamar a este Dios, dejando de lado los grandes
acontecimientos salvíficos: que "nació de María, la virgen, que padeció bajo Poncio
Pilatos, que fue crucificado, muerto y sepultado", etc., son datos históricos puntuales.
Dejar de lado la historia, sería desencarnar la fe, privarla de su sacramentalidad
histórica. Un Dios desentendido de la historia no sería el Dios de los cristianos. En
segundo lugar, en esta historia llena de luces y de sombras, pero guiada de la mano de
Yahveh, se va dando un avance; lo que los teólogos han llamado "la revelación
progresiva". Cuando éramos niños tuvimos una experiencia de Dios que fue
madurando poco a poco hasta hacernos adultos... Se trata de un principio de la
pedagogía divina. El misterio de Dios uno y trino es fruto de esta experiencia de
revelación progresiva en la historia. Revelación cumbre, expresión de maduración:
Dios no es un ser aislado, desentendido de las realidades temporales, solitario. Es un
Dios comunitario, familia, sociedad, fraternidad, etc. Por eso como dijimos al
Servicio Bíblico Latinoamericano
principio; la cumbre de toda la revelación bíblica es ésta: Dios es amor. Y el amor
nunca es soledad, aislamiento, sino comunión, cercanía, diálogo, alianza.
La naturaleza misma de Dios es todo un proyecto de vida que revela la naturaleza
misma del alma humana, creada a imagen y semejanza de Dios. De este modo
podemos entender cómo la misma humanidad siente esa necesidad de alianza, aun en
medio de la pluralidad. Vivimos en una casa común, somos una familia (humana),
tenemos las mismas necesidades, los mismos problemas. Dios en esta hora de la
historia habla a través de esos signos de un mundo en búsqueda.
En tercer lugar no hay que estar rompiéndose la cabeza para intentar comprender
(desde nuestra lógica natural) un misterio que nos es dado por revelación, y que sólo
puede ser aceptado plenamente por la fe. A Dios nadie lo ha visto jamás, sólo el Hijo
que estaba en el seno del Padre, es quien nos lo ha dado a conocer (Jn 1,18). La fe
ciertamente que pasa del oído a la mente, de la mente al corazón, y del corazón a la
vida. No se trata de un proceso meramente racional. Pues la razón se entiende
necesitada de la razonabilidad de la fe, al reconocerse humilde ante el misterio de Dios.
En efecto Dios revela estas cosas a la gente sencilla, y las esconde a los sabios de este
mundo. Esta es la lógica y la sabiduría de nuestro Dios, muy distinta y muy distante de
la lógica natural, marcada por los egoísmos humanos. Dios entra más fácilmente en le
corazón del niño que en el del adulto, en el corazón del humilde que en el del soberbio,
en el corazón del débil que en el del fuerte.
Estamos ante el más grande misterio, que ni ojo vio, ni oído escuchó...
Acerquémonos a Dios con Adoración (El Padre)... dispuestos a asumir su proyecto de
fraternidad (El Hijo)... con toda la profundidad de nuestro ser (El Espíritu Santo).

El evangelio de hoy es dramatizado en el capítulo 056 de la serie «Un tal Jesús»


(http://radialistas.net/category/un-tal-jesus/), de los hermanos LÓPEZ VIGIL, titulado
«El gemido del viento».
La serie «Otro Dios es posible» contiene la entrevista 63, titulada «¿Santísima
Trinidad?», que puede ser útil para un debate en grupo. [http://radialistas.net/article/63-
santisima-trinidad/]

Para la revisión de vida


Me dejo inundar por la vida de Dios?
¿Estoy atento a la "vida comunitaria" de las tres divinas personas en la
"soledad" de mi vida íntima?

Para la reunión de grupo


- La doctrina o teología de la Trinidad pasa por ser el misterio máximo del cristianismo.
Sería como la revelación más profunda e imposible de descubrir por la sola razón
humana, que Jesús hubiera venido a revelarnos positivamente. Esto, que es lo que
siempre se dice, ¿será una afirmación «descriptiva», realista, más bien simbólica,
simplemente tradicional, no tan cierta desde la perspectiva de la teología de la
liberación...?
- Alguna de las críticas hechas al cristianismo por otras religiones sugieren que la doctrina
de la Trinidad sería la forma cristiana de salvar el monoteísmo una vez que se ha
afirmado la divinidad de Jesús: para evitar la pluralidad de dioses se habría remitido
Servicio Bíblico Latinoamericano
esta pluralidad al interno de la naturaleza misma de Dios (pluralidad de personas en
unidad de naturaleza). ¿Qué pensar?
- Si, como se dice, «todas las religiones son verdaderas» y, en ese sentido,
«complementarias», ¿no es cierto que a la doctrina trinitaria de los cristianos le viene
bien como complemento equilibrador la insistencia del Islam y del judaísmo en la unidad
del Dios monoteísta?
- Recomendamos de nuevo la lectura del libro de John HICK, «La metáfora del Dios
encarnado», Abya Yala, Quito 2004.
http://latinoamericana.org/tiempoaxial/index.html#2
- Las CEBs brasileñas hicieron famoso el refrán: «La santísima Trinidad es la mejor
comunidad». Comentar.

Para la oración de los fieles


- Por todos los que se esfuerzan por crear comunidad en el mundo, por encima de las
fronteras políticas, ideológicas, étnicas, culturales y religiosas... roguemos al Señor...
- Por todos los que están solos, aislados, o se sienten "sin nadie en el mundo", sin
comunidad, o lejos o incomunicados de los que les aman; para que sientan la
"comunidad con Dios" más poderosa que toda lejanía o incomunicación...
- Para que la Iglesia sea un modelo de comunidad, en la que reina la fraternidad, la
participación, la comunión... más que el poder, la jerarquización, la exclusión, los
privilegios, la falta de participación y de democracia...
- Por nuestras comunidades cristianas: para que cada una de ellas sea reflejo de la
Trinidad, que es "la mejor comunidad"...

Oración comunitaria
Oh Dios-Trinidad, "la mejor comunidad", misterio eterno, insondable, del que
apenas podemos balbucir una lejana aproximación. Aviva en nosotros tu misma
Vida, de la que haces partícipe a cada una de tus criaturas, para que nos
sintamos convocados a acrecentar la Vida, arrollados por esa corriente original
y eterna de vida en comunión que Tú mismo eres: Trinidad santa, Padre, Hijo y
Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
Servicio Bíblico Latinoamericano

Lunes 16 de junio de 2014


11ª semana de tiempo ordinario
Juan Francisco de Regis (1640)

1Re 21,1-16: Nabot ha muerto apedreado


Salmo responsorial 5: Atiende a mis gemidos, Señor
Mt 5,38-42: Yo les digo: No hagan frente al que los agravia

D evolver violencia con violencia es en nuestros días la mayor evidencia de que la


ley del talión sigue viva en las sociedades actuales. Nuestras culturas no logran superar
estos impulsos de atentar contra la vida y la dignidad de muchos seres humanos. En
tiempos de Jesús era común la práctica de aquel viejo mandato: “Ojo por ojo, diente
por diente” Como quien dice: “El que la hace la paga”. Pero Jesús antepone un NO
radical a la ley del Talión, anunciando una novedad escandalosa, una subversión en el
orden de las relaciones humanas, cuyo fundamento central es el amor. Las imágenes
son sorprendentes, aunque no sería para tomarlas al pie de la letra. Difícilmente que
una persona a quien otra la agrede con violencia vaya a consentir que el violento se
siga ensañando. La enseñanza puede tener más sentido si se asume que a un acto
violento no se responda con otro igual o peor. Que se oponga una resistencia activa que
excluya el empleo de la violencia que daña a las personas en su cuerpo y en su
dignidad. Y que ante las manifestaciones de la violencia, mantengamos la actitud de
obrar el bien con quienes causan el mal.
Servicio Bíblico Latinoamericano

Martes 17 de junio de 2014


Avito, abad (530)

1Re 21,17-29: Has hecho pecar a Israel


Salmo responsorial 50: Misericordia, Señor: hemos pecado
Mt 5,43-48: Amen a sus enemigos

D entro del llamado “Sermón del Monte” nos encontramos con el evangelio del
amor a los enemigos. Pareciera algo salido de lo común, pues en las realidades
cotidianas que vivimos lo que predominan son amores interesados que buscan estar
bien con todo el mundo. Amamos a quien nos cae bien y de quien esperamos que nos
corresponda del mismo modo. En cambio, Jesús nos vuelca al revés esta orientación
del amor humano, mediante una llamada que nos puede parecer absurda e impensable:
amar a los enemigos. Nos trae el recuerdo de una ley antigua que establecía amar al
prójimo y odiar al enemigo, para partir hacia una nueva formulación sorprendente: el
amor en la perspectiva de todas las relaciones humanas, superando las divisiones en
buenos y malos. Se trata de un surgimiento de lo humano, de la auténtica y radical
praxis de amor que supera sus límites. El amor en sentido universal (ágape) que
trasciende todas las fronteras en actitud abierta y acogedora, cuya referencia es: “Así
serán hijos de su Padre del cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos y hace
llover sobre justos e injustos”. Amar de esa manera es ponerse en camino de la
perfección.
Servicio Bíblico Latinoamericano

Miércoles 18 de junio de 2014


Juliana de Falconieri, fundadora (1341)

2Re 2,1.6-14: Los separó un carro de fuego, y Elías subió al cielo


Salmo responsorial 30: Sean fuertes y valientes de corazón, los que esperan en el Señor
Mt 6,1-6.16-18: Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará

E l evangelio de este día nos conecta con tres prácticas que tienen mucho arraigo en
nuestra religiosidad católica: el ayuno, la limosna y la oración. Jesús nos advierte de
los graves abusos en que podemos caer cuando nuestra religiosidad y espiritualidad se
convierten en un ayunar, orar y dar limosna interesadamente (obtener prestigio, buen
nombre, estimación social…). Caer en estas prácticas es convertir nuestra religiosidad
en una mercancía, en una mera apariencia y reducir la fe a una experiencia vacía y
mezquina. La relación íntima con Dios no admite negociar con el amor, la amistad, la
justicia, la gratuidad y la fe, porque se degrada la vida y la dignidad del ser humano.
Isaías denunciaba la indiferencia de Dios ante prácticas de ayuno estruendosas en su
tiempo y anunciaba el ayuno que agradaba a Yahvé, centrado en la práctica de la
justicia, el compartir y la solidaridad (Is 58, 1-12). Jesús, pues, siguiendo la tradición
profética, concede un nuevo sentido a estas prácticas de relación con Dios,
renovándolas de profundo respeto, humildad, sencillez y autenticidad. Dios acoge
nuestra oración y nuestros actos de solidaridad en la simplicidad y discreción de la
vida, sin necesidad de que andemos maltratando nuestro cuerpo.
Servicio Bíblico Latinoamericano

Jueves 19 de junio de 2014


Cuerpo y Sangre de Cristo
Romualdo, fundador (1027)

Eclo 48,1-15: Elías fue arrebatado en el torbellino, y Eliseo recibió dos tercios de su espíritu
Salmo responsorial 96: Alégrense, justos, con el Señor
Mt 6,7-15: Ustedes oren así

D esde nuestra niñez acuden los recuerdos sobre esta oración maravillosa que papá y
mamá nos enseñaron. La oración del Padre Nuestro recoge lo esencial del mensaje de
Jesús, convirtiéndose en la oración por excelencia para relacionarnos con Dios. No
tenemos otra referencia venida del evangelio que nos dé razón de la profunda y
genuina relación de Jesús con su Padre. Por ello, el Padre Nuestro ha de ser el centro
de nuestro orar cristiano en la vida personal, familiar, comunitaria y social. No quiere
decir que otras formas de orar no tengan importancia, ni mucho menos que no las
acojamos, pero sí que demos lugar especial en nuestra vida a la oración que nos enseñó
Jesús. Oración que nos pone en comunión con la grandeza de Dios en el cielo y en la
tierra, con la santidad de su nombre sobre todo nombre, con el aquí y ahora de su
Reino, con el pan y el sustento de cada día que compartimos, con su fortaleza que
transforma nuestra debilidad de no hacer su voluntad y con su amor que nos libra de
todo mal. Acojamos en el corazón la oración que nos encamina, hermana y libera en el
amor de Dios.
Servicio Bíblico Latinoamericano

Viernes 20 de junio de 2014


Silverio (537)

2Re 11,1-4.9-18.20: Ungió a Joás, y todos aclamaron: ¡Viva el rey!


Salmo responsorial 131: El Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella
Mt 6,19-23: Donde está tu tesoro, allí está tu corazón

E l evangelio de este día nos desafía a la reflexión sobre el sentido y la autenticidad


de nuestra vida cristiana. Las imágenes de tesoros en la tierra, polillas que los
destruyen y ladrones que los roban contrastan con las de tesoros en el cielo que están a
salvo de ser arrebatados. En tiempos de Jesús era muy frecuente, como lo es hoy
también, acumular grandes fortunas, logradas a base de injusticias, opresión y
explotación. La gente perdía el rumbo de su vida y entraba en la lógica desmedida del
apego y los afanes por acumular riquezas. Así que la vida y el corazón se empeñaban
en este objetivo, como leemos hacia el centro de la lectura (v. 21). No obstante, Jesús
nos llama a preocuparnos por los tesoros del cielo. Aquellos que traen sanidad para
nuestra vida, que irradian luz a nuestro alrededor y que ahuyentan las oscuridades en
que a veces caemos. Estos tesoros los cosechamos cuando rodeamos nuestra vida de
actitudes amorosas, solidarias, fraternas, justas, serviciales y compasivas. De ese modo
podemos testimoniar que somos fuente de luz para alumbrar en nuestro interior, en la
familia, en la comunidad, en la Iglesia y en la sociedad donde vivimos.
Servicio Bíblico Latinoamericano

Sábado 21 de junio de 2014


Luis Gonzaga, religioso (1591)

2Cr 24,17-25: Zacarías, al que mataste entre el santuario y el altar


Salmo responsorial 88: Le mantendré eternamente mi favor
Mt 6,24-34: No se agobien por el mañana

N os encontramos con uno de los textos más desafiantes para su interpretación en


estos tiempos, donde las condiciones vitales han caído a niveles extremos de indigencia
y degradación. Justamente el alimento, la salud, el vestido, la educación y el trabajo se
tornan en la preocupación del ahora y del mañana. Difícilmente podemos despachar
nuestras situaciones cotidianas con una lectura bíblica al pie de la letra. Hemos de
mirar más profundamente al sentido que nos quiere comunicar Jesús con estas
comparaciones de la economía y de la naturaleza. La enseñanza de Jesús es
contundente frente a las nuestras prácticas religiosas, pues apunta a que reconozcamos
la centralidad de Dios en la vida y relativicemos todo aquello que nos puede desviar
del sentido último de nuestra existencia. No se trata, en modo alguno, de que
rechacemos el dinero, un valor que en sí mismo es necesario para acceder a la
satisfacción de nuestras necesidades vitales. Hay que saber orientarnos en la búsqueda
de soluciones que no nos alejen de Dios, que contribuyan al bienestar humano y
espiritual de nuestras comunidades. Pongamos siempre nuestra esperanza en el poder
de Dios, con la fe y la confianza de que nos cuida y nos protege siempre.
Servicio Bíblico Latinoamericano

Domingo 22 de junio de 2014


Cuerpo y Sangre de Cristo
Paulino de Nola, obispo (431)
Juan Fischer y Tomás Moro, mártires (1535)

Dt 8,2-3.14b-16ª: Te alimentó con el maná, que tú no conocías ni conocieron tus padres


Salmo responsorial 147: Glorifica al Señor, Jerusalén
1Cor 10,16-17: El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo
cuerpo
Jn 6,51-58: Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida

E l Deuteronomio pone en boca de Moisés tres grandes y solemnes discursos ante el


pueblo, antes de entrar en la tierra prometida. Algunos han catalogado el Deuteronomio
como el "testamento de Moisés", refiriéndose a sus últimas palabras, llenas de unción y
de una honda espiritualidad. Moisés hace memoria del pasado, para dar sentido al hoy
de cada generación. La primera palabra de nuestro texto es "recuerda". Recordar, hacer
memoria, conectar con el pasado glorioso, es parte de la historia de fe, o de la
salvación. Dios no sólo ha irrumpido en un momento dado en la historia de este
pueblo, sino que ha estado presente en todos los momentos alegres y tristes. Nunca le
ha abandonado. Más aún las pruebas sufridas en el desierto, fueron necesarias para
madurar, para confiar, para vivir exclusivamente de Yahvé, sin apoyos humanos. El
desierto es símbolo de la fe pura. El hambre, necesidad básica y urgente se convirtió en
prueba para medir la fe-confianza en el Dios que sacia plenamente. Más tarde en una
sociedad próspera y consumista el pueblo se olvidó de Yahveh. Fue entonces cuando
estos discursos de Moisés adquirieron plena actualidad. Se les recuerda que: "no sólo
de pan vive el ser humano sino de cuanto sale de la boca de Dios". Desde esta
perspectiva el ayuno adquiere su sentido profundo. Recuérdese que Mateo retomará
este verso para enfrentar las tentaciones de Jesús. En la fiesta de hoy proclamamos a
Jesús, Pan de vida, ante las hambres de nuestros desiertos. El es el verdadero maná que
Dios da a la humanidad. Todos los demás panes (el dinero, el sexo, el consumismo, la
fama, el poder...) no logran saciar plenamente las ansias de hambre del corazón
humano, más aún dejan un hambre mayor... Viene entonces Jesús con su palabra y sus
gestos, con su propuesta de Reino y Alianza y hace posible un mundo lleno de
posibilidades en donde todo se comparte y nadie pasa necesidad.
Pablo orienta a una comunidad de los peligros de división. Aprovecha el
contexto comunitario de la Eucaristía para hacer algunas aplicaciones prácticas a este
respecto. La palabra clave es: el Cáliz, el Pan... ¿no nos "une" a todos, en la sangre, en
el cuerpo de Cristo?. El tema es: La unión de todos en el cuerpo y la sangre de Cristo.
De este modo revela el grave compromiso de unidad (común - unión) entre todos.
Beber el Cáliz, comer el Pan...expresan el hondo sentido de una fe comprometida por
la unidad, la fraternidad, el amor, la solidaridad, la entrega, a los hermanos en Cristo.
Si esto no está claro, nuestras Eucaristías están vacías de sentido, o son un mero rito
religioso intimista, muy lejos de lo que lo que Pablo quiso inculcar a su comunidad.
Acto seguido el Apóstol de los gentiles remacha el tema con la comparación "el Pan es
Servicio Bíblico Latinoamericano
uno... nosotros somos muchos"... para concluir que al comulgar "formamos un solo
cuerpo". La unidad en la universalidad, es un tema de gran actualidad. Pero también "el
cuerpo" expresa la dimensión sacramental de la Iglesia que en la diversidad de razas y
culturas visibiliza al Cristo total.

El capítulo 6 del evangelio según San Juan está consagrado al llamado "discurso
eucarístico". Los versos del 51-59 revelan una unidad en la expresión: "vivirá para
siempre", con la que comienza y termina nuestro texto. Jesús mediante una fórmula de
auto revelación se declara: "Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo". Los judíos no
entendían. Sucede lo mismo en nuestros días. Sin fe es imposible entender este gran
misterio. Aunque lo explique el mismo Jesús, sin fe es imposible captar el sentido que
encierran estas palabras y su alcance en la vida. Partiendo entonces de la fe, podemos
afirmar con propiedad que Jesús es el Pan de Vida. Es decir, es aquel que ha venido, no
de este mundo limitado e insaciable, sino de arriba, de Dios, para saciar
definitivamente las hambrunas enraizadas en el corazón humano. Las profundas
insatisfacciones, que son muchas, el cansancio de la vida, el sin sentido, los anhelos del
corazón... encuentran en este Pan de vida un remedio saludable. La terrible soledad se
transforma en habitación de comunión de vida. El creyente ya no vive para sí, es un
consagrado, un poseído por una presencia transformadora que le eterniza y da pleno
sentido a su existencia. Un dato interesante de este Evangelio es la relación que hace de
esta comida (única y sin precedentes), con el sacrificio de Jesús: se trata de comer su
cuerpo, beber su sangre. Al comulgar el cuerpo y la sangre de Cristo el creyente no
solo recibe, se identifica, se une a... sino que es capacitado para dar, ofrecer, entregar
una vida digna... a semejanza de aquel a quien comulga.

"Mi Cuerpo es Comida"

Mis manos, esas manos y Tus manos


hacemos este Gesto, compartida
la mesa y el destino, como hermanos.
Las vidas en Tu muerte y en Tu vida.

Unidos en el pan los muchos granos,


iremos aprendiendo a ser la unida
Ciudad de Dios, Ciudad de los humanos.
Comiéndote sabremos ser comida,

El vino de sus venas nos provoca.


El pan que ellos no tienen nos convoca
a ser Contigo el pan de cada día.

Llamados por la luz de Tu memoria,


marchamos hacia el Reino haciendo Historia,
fraterna y subversiva Eucaristía.
Servicio Bíblico Latinoamericano
(Pedro CASALDÁLIGA)

El evangelio de hoy es dramatizado en el capítulo 058 de la serie «Un tal Jesús»


(http://radialistas.net/category/un-tal-jesus/), de los hermanos LÓPEZ VIGIL, titulado
«El gemido del viento».
La serie «Otro Dios es posible» contiene la entrevista 64, titulada «¿El Cuerpo y
la sangre de Cristo?», que puede ser útil para un debate en grupo.
[http://radialistas.net/article/63-santisima-trinidad/]

Para la revisión de vida


¿Digo yo también, por dentro, al participar en la eucaristía, desde mi más honda
opción: "tomad y comed, éste es mi cuerpo...", poniéndome en disposición de
dejarme comer por el servicio a mis hermanos?
¿Es mi vida realmente un "compartir"?
¿Estoy sentado, participo en alguno de los "grupos de cincuenta" para
reflexionar qué hacer frente al hambre del pueblo?

Para la reunión de grupo


- La doctrina y la teología clásica (de los últimos siglos sólo, al fin y al cabo) sobre la
Eucaristía ha estado centrada en el concepto de «transubstanciación». Compartir en el
grupo sobre lo que este concepto filosófico, escolástico, aristotélico en el fondo,
comporta.
- ¿Es necesario aceptar la filosofía escolástica para estar en la verdad de la Iglesia sobre
la Eucaristía? Explicitar las relaciones entre la fe en la eucaristía y las opiniones
filosóficas involucradas en los conceptos con que se expresan las formulaciones oficiales
de la fe.

Para la oración de los fieles


- Por los 200 millones de niños menores de cinco años que están desnutridos; por los 11
millones de niños que mueren al año por desnutrición...
- Por nuestras "eu-caristías", para que sean realmente una acción de gracias, una fiesta,
una auténtica celebración...
- Para que la liturgia de nuestra Iglesia se despoje de todo hermetismo hierático, acoja los
símbolos de los pueblos, se inculture, asuma nuestras vidas, con sus problemas, sus
esperanzas y todas sus riquezas culturales y espirituales...
- Por todos los niños y niñas que en este día, en muchas iglesias locales, celebran su
"primera comunión", su primera participación formal en la eucaristía: para que esa
"primera" comunión no sea la última, ni sea demasiado distanciada su participación en
la comunidad...

Oración comunitaria
Señor Jesús, que partiste y repartiste tu pan, tu vino, tu cuerpo y tu sangre,
durante toda tu vida, y en la víspera de tu muerte lo hiciste también
simbólicamente; te pedimos que cada vez que nosotros lo hagamos también "en
memoria tuya" renovemos nuestra decisión de seguir partiendo y repartiendo,
como tú, en la vida diaria, nuestro pan y nuestro vino, nuestro cuerpo y nuestra
Servicio Bíblico Latinoamericano
sangre, todo lo que somos y poseemos. Te lo pedimos a ti, que nos diste ejemplo
para que nosotros hagamos lo mismo.
Servicio Bíblico Latinoamericano

Lunes 23 de junio de 2014


12ª semana de tiempo ordinario
José Cafasso, confesor (1860)

2 Re 17,5-8.13-15a.18: El Señor arrojó de su presencia a Israel, y sólo quedó la tribu de


Judá
Salmo responsorial 59: Que tu mano salvadora, Señor, nos responda
Mt 7,1-5: Sácate primero la viga del ojo

E l evangelio de hoy nos invita a reflexionar sobre una situación que origina muchos
distanciamientos en la vida comunitaria. Se trata del juicio que hacemos a las demás
personas, sin antes reconocer nuestras propias fallas y limitaciones. Impresiona la
comparación de la pelusa en el ojo del hermano y la viga en el propio. Consciente o
inconscientemente nos sucede a veces esto que trae consecuencias destructivas en
nuestra vida. Jesús nos invita a no ser jueces implacables con las demás personas,
porque de la misma manera se nos pedirán cuentas. Reconociendo en nuestro interior
lo que no ayuda al crecimiento comunitario, entonces estamos en condiciones de
llamar la atención sobre lo que no nos parece apropiado. Jesús nos cuestiona sobre el
actuar hipócrita y espera que tengamos una actitud autocrítica hacia nuestro vivir, a
través de lo cual podemos construir relaciones armoniosas, saludables y respetuosas
con nuestros semejantes. Asumamos vivir con humildad y coherencia, deponiendo
nuestros juicios de valor que nos hacen injustos e inhumanos. Invoquemos la ayuda del
Señor que nos ama y quiere que seamos justos en nuestras actuaciones cotidianas. Así
lograremos alcanzar una convivencia de hermandad, amor, comprensión y respeto,
donde brille el amor humano y fraterno.
Servicio Bíblico Latinoamericano

Martes 24 de junio de 2014


Natividad de San Juan Bautista

Is 49,1-6: Te hago luz de las naciones


Salmo responsorial 138: Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente
Hch 13,22-26: Antes de que llegara Cristo, Juan predicó
Lucas 1,57-66.80: El nacimiento de Juan Bautista. Juan es su nombre

C elebra la Iglesia en este día el nacimiento de San Juan Bautista, quien fuera el
precursor de nuestro Señor Jesucristo. Los evangelios relatan su vida desde el
nacimiento hasta la forma como fue asesinado por Herodes Antipas. Juan el Bautista,
para no confundirle con Juan, el discípulo de Jesús, se apareció en el desierto,
llamando al pueblo a la conversión y a un cambio de actitud. Decía: “Entre ustedes hay
alguien a quien no conocen, que viene detrás de mí; y [yo] no soy digno de soltarle la
correa de su sandalia” (Jn 1, 26-27). Juan se refería a Jesús y vivió la experiencia de
bautizarlo en el río Jordán. Otro día en que sus discípulos manifestaban la
preocupación porque la gente se iba tras Jesús, Juan les dio una bella lección: “Por eso
mi gozo es perfecto. Él debe crecer y yo disminuir” (Jn 3, 29-30).
Inspiremos, pues, nuestra vida cristiana en el testimonio radical del Bautista que
anunció la llegada de Jesús de Nazareth y denunció hasta sus últimas consecuencias los
desmanes y abusos del gobernador de Galilea. Seguir sus pasos, es ponernos en la
honda de la fidelidad, el compromiso y la radicalidad del seguimiento de Jesús.
Servicio Bíblico Latinoamericano

Miércoles 25 de junio de 2014


Guillermo, abad (1142)

2Re 22,13; 23,1-3: El rey leyó al pueblo el libro de la alianza encontrado en el templo y selló
ante el Señor la alianza
Salmo responsorial 118: Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes
Mt 7,15-20: Por sus frutos los conocerán

E n la experiencia religiosa de los pueblos no faltan los falsos profetas que buscan
sacar provecho de su mensaje, como tampoco falta la gente que cree fácilmente
cualquier enseñanza. Jesús advierte sobre su presencia, desnudando sus prácticas y sus
intereses. Con imágenes y comparaciones de animales y plantas, tomadas de la vida del
campo (ovejas y lobos, uvas e higos, espinos y cardos, árbol sano y árbol enfermo,
frutos buenos y frutos malos), el mensaje central del evangelio se resume en reconocer
los frutos buenos. La denuncia de Jesús es frontal contra quienes se disfrazan de
apariencias engañosas y declara que para este tipo de actuación no puede haber lugar
en la comunidad.
A la luz de esta lectura, hagamos una revisión de nuestra vida e identifiquemos qué
clase de árboles somos y qué frutos estamos dando. ¿Nuestra cosecha está siendo
reconocida por el Señor? ¿Somos árboles sanos y frondosos, o somos más bien árboles
medio muertos y raquíticos? Jesús espera que nuestra cosecha sea abundante y de
buena calidad. Que los frutos se manifiesten en beneficio de toda la comunidad y no en
provecho de nuestros propios intereses. Espera que mantengamos los ojos bien abiertos
ante quienes buscan aprovecharse.
Servicio Bíblico Latinoamericano

Jueves 26 de junio de 2014


José María Robles Hurtado, mártir (México 1927)
Jose María Escrivá de Balaguer (1975)

2 Re 24,8-17: Nabucodonosor deportó a Jeconías y a todos los ricos de Babilonia


Salmo responsorial 78: Líbranos, Señor, por el honor de tu nombre
Mt 7,21-29: La casa edificada sobre la roca y la casa edificada sobre arena

L a lectura de hoy está en continuidad con la de ayer en cuanto a los frutos, como
criterio de reconocimiento del auténtico seguimiento de Jesús. La condición
fundamental para entrar en el Reino de los cielos está en hacer la voluntad del Padre.
“No todo el que me diga: ¡Señor, Señor!” está por el camino cierto. Jesús mismo,
aludiendo al juicio final (Mt 25, 31-46), será quien nos reconozca en nuestras prácticas.
Así pues, para mayor claridad, nos presenta la comparación del hombre prudente con el
hombre tonto, lo mismo que la casa construida sobre la roca y la casa levantada sobre
la arena. Obviamente que la invitación es a escuchar y poner en práctica la Palabra de
Dios, a semejanza de quien construye sobre bases firmes. De modo que el evangelio
nos invita a reflexionar en los cimientos sobre los que alimentamos cotidianamente la
relación con Dios. Sin embargo, muchas veces no atendemos este llamado de Jesús y
terminamos imitando al hombre tonto que no construyó bien su casa y cuando soplaron
los vientos se le vino encima. Fortalezcamos nuestra vida y la de la comunidad sobre
los valores del evangelio, para que se torne resistente a las dificultades.
Servicio Bíblico Latinoamericano

Viernes 27 de junio de 2014


Corazón de Jesús
Cirilo de Alejandría, Doctor de la Iglesia (444)

Dt 7,6-11: El Señor se enamoró de ustedes y os eligió


Salmo responsorial 102: La misericordia del Señor dura siempre, para los que cumplen sus
mandatos
1Jn 4,7-16: Dios nos amó
Mt 11,25-30: Soy manso y humilde de corazón

L a mansedumbre y la humildad son dos virtudes esenciales de la vida cristiana. La


alabanza de Jesús al Padre es extraordinariamente maravillosa, aunque representa una
inversión de valores en la sociedad de su tiempo, y hasta un escándalo. La sabiduría de
los títulos y los pergaminos es despachada hacia la nada, mientras que la sabiduría que
viene de Dios es puesta en el corazón y en la vida de las personas más humildes,
sencillas y excluidas. Jesús se maravilla por esta decisión de su Padre, que obra la
gracia de conocerlo por medio de su Hijo. Conocer a Jesús es un don gratuito que nos
llega del amor del Padre y no un mérito nuestro. Así, pues, llegamos a conocer a Dios a
través de la revelación de Jesucristo, que se encarnó en nuestra historia y que nos
reveló el rostro humano y divino de Dios.
También el evangelio nos revela el amor de Jesús a quienes sobrellevaban
pesadas cargas en la vida. Muchas personas sufrían bajo el yugo del Imperio romano y
de las autoridades religiosas de Jerusalén. Por ello, ayer como hoy, encontraremos el
consuelo y la fortaleza si caminamos en su amor y en su Espíritu.
Servicio Bíblico Latinoamericano

Sábado 28 de junio de 2014


Inmaculado Corazón de María
San Irineo, obispo y mártir (202)

Is 61,9-11: Desbordo de gozo con el Señor


Interleccional 1Sm 2,1.4-8: Mi corazón se regocija por el Señor, mi salvador
Lc 2,41-51: Conservaba todo esto en su corazón

E ste relato de Lucas nos conmueve el corazón porque alcanza dimensiones


profundamente humanas en la vida familiar y social: las tradiciones religiosas, las
jornadas peregrinas, el viaje de regreso, la pérdida de un niño, su búsqueda angustiada
en la ciudad, su hallazgo feliz y su respuesta desconcertante. De alguna u otra manera
hemos vivido este viaje y esta experiencia en nuestras vidas, bien en el lugar del niño
Jesús, de María, de José o de sus familiares. Por ello, puede ser también nuestra
historia. Peregrinar hacia las fiestas religiosas es un valor de la familia de Nazaret,
narrado de una manera extraordinaria. Pareciera que el evangelista nos quiere anticipar
simbólicamente la vivencia de la Pascua de Jesús desde los doce años. Puede llamarnos
la atención que Jesús es un niño que va más allá de lo que la gente vino a celebrar a
Jerusalén. Lucas se preocupa de que cada uno de los detalles confluya a esta escena:
“Luego de tres días lo encontraron en el templo, sentado en medio de los doctores de la
ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas”. La sorpresa y el desconcierto les embarga
a quienes le escuchan, pero su madre guarda estas cosas en su corazón.
Servicio Bíblico Latinoamericano

Domingo 29 de junio de 2014


12ª semana de tiempo ordinario
Pedro y Pablo, apóstoles (s. I)

Hch 12,1-11: Era verdad: el Señor me ha librado de las manos de Herodes


Salmo responsorial 33: El Señor me libró de todas mis ansias
2Tim 4,6-8.17-18: Ahora me aguarda la corona merecida
Mt 16,13-19: Tú eres Pedro, y te daré las llaves del Reino de los cielos

H oy la Iglesia celebra en su liturgia la solemnidad de los santos Pedro y Pablo,


columnas y apóstoles de la Iglesia.
En la primera lectura nos encontramos con el relato de la liberación de Pedro de
la cárcel por obra de un ángel enviado por Dios. Eran tiempos de una persecución
devastadora contra aquéllos que habían decidido seguir a Jesús, el Hijo de Dios; tanto
así que este tiempo será recordado como la era de oro de la Iglesia, pues incontables
mártires, niños y niñas, jóvenes y adultos, dieron testimonio con su sangre de la verdad
de Cristo, al no aceptar la religión del imperio romano ni apostatar de su fe en el Señor
Jesús.
En la segunda lectura nos encontramos con un pasaje de la despedida del
apóstol Pablo a su discípulo amado Timoteo, en el cual le exhorta a dar un buen
combate en la fe tal como lo ha hecho él, sin importarle las consecuencias que traiga
consigo semejante actitud. Reconoce el apóstol que su fe está puesta en Cristo, quien lo
fortalece en los momentos en que se encuentra prisionero en Roma, a la expectativa de
lo que vayan a hacer con su vida. Espera la corona merecida y seguirá confiando hasta
el final en el Señor, pues él lo seguirá librando de todo mal.
La fiesta de los Apóstoles Pedro y Pablo ofrece la ocasión para reflexionar, a
partir del texto evangélico propuesto, sobre la confesión de fe como forma de
construcción de la Iglesia.
El relato consta de una doble pregunta de Jesús a sus discípulos con su
correspondiente respuesta (vv. 13-16) y de la bienaventuranza de Simón (vv. 17-19).
Las preguntas y respuestas sirven para la separación de dos categorías de
personas, según la evaluación que hagan sobre Jesús. De una parte tenemos a la
«gente», de la otra a «los discípulos». La gente o «los seres humanos» no captan el
sentido auténtico de la actividad de Jesús. Su opinión lo coloca en continuidad con
personajes del pasado: Juan el Bautista, Elías, Jeremías o uno de los profetas. Como
Herodes en Mt 14,2 esta valoración puede estar entremezclada de elementos
desfavorables.
Por el contrario los discípulos, de quienes Pedro es portavoz, han captado el
verdadero significado de la actuación de Jesús. No solamente confiesan que es el
Mesías esperado sino también que su mesianismo se origina en su filiación divina,
condición que le posibilita transmitir la Vida de Dios, a diferencia de los ídolos
muertos. El «Hijo de Dios vivo» se ha hecho presente en la vida de la humanidad, en
una comunidad que lo reconoce el «Dios con nosotros» (cf Mt 1,23; 28,20).
Servicio Bíblico Latinoamericano
Este reconocimiento recibe, a su vez, la proclamación de felicidad y dicha que
hace Jesús respecto a sus seguidores de los que Pedro, gracias a su fe, se ha convertido
en prototipo e imagen. Frente a la opinión de la gente, Pedro ha aceptado la revelación
del Padre a los sencillos y humildes.
La originalidad de su confesión hace de Pedro y de sus compañeros, mensajeros
de la fe en medio de un mundo hostil. Más allá de la historicidad sobre el nombre de su
padre (aquí, hijo de Jonás, en Juan 21,15 hijo de Juan), en él se pueden detectar los
rasgos de Jonás, el profeta que debió llevar la Palabra de Dios a la ciudad hostil y que,
en ese intento, corrió el riesgo de ser sumergido en el mar (cf 14,30) y fue liberado de
ese peligro mortal (cf 14,31).
En la Asamblea del desierto, Moisés recibió de Dios el don de la Ley (Dt 9,10;
10,4 etc.). Aquí el discípulo recibe el don de la fe en Jesús que lo convierte en elemento
apto para la edificación de una nueva Asamblea, el Israel mesiánico, constituida en
torno a Jesús como la Asamblea del desierto se constituía en torno a Moisés.
Se realiza entonces para la comunidad lo que se realizaba en el individuo sensato
que ha colocado su cimiento sobre la roca de las palabras de Jesús (Mt 7,24-25). Los
discípulos que adhieren a Jesús construyen una ciudad inconmovible, a la que no
pueden derrotar las fuerzas de la Muerte o del Abismo.
Se crea de esta forma un espacio inexpugnable frente a las potencias del mal, en
el que los discípulos no son sólo cimiento sino también administradores: A ellos se les
han consignado las llaves y a ellos se les consigna la función judicial de tomar la
decisión de aceptar o no la entrada a aquella ciudad: «Atar o desatar». Esta fórmula
quiere significar una participación de la comunidad en la autoridad de Jesús.
La proclamación de la fe en Jesús por parte de Pedro, prototipo de los creyentes,
es el cimiento inconmovible capaz de superar los embates de las fuerzas del Mal
actuantes en la historia humana. Los que la proclaman pueden ofrecer asilo acogedor a
quienes están amenazadas por aquellas fuerzas. Pueden también negar ese asilo a los
que rechazan el designio salvífico.

El evangelio de hoy es dramatizado en el capítulo 67 de la serie «Un tal Jesús»,


de los hermanos LÓPEZ VIGIL, titulado «El bastón del Mesías». El guión y su
comentario pueden ser tomados de aquí: http://untaljesus.net/texesp.php?id=1300067
Puede ser escuchado aquí: http://untaljesus.net/audios/cap67b.mp3

Para la revisión de vida


«¿Y ustedes, quién dicen que soy yo?». La pregunta se dirige a la comunidad
cristiana y a cada uno de sus miembros. También a mí. La respuesta que yo dé,
sentida desde dentro, como fruto de una búsqueda personal, ésa es mi verdadera
respuesta personal. Las formulaciones ajenas, doctrinales, oficiales,
institucionales... son menos importantes.

Para la reunión de grupo


- Buscar, encontrar, reunir «credos» o manifestaciones de fe. Lograr una buena colección.
Desde las más antiguas... a las más modernas, pasando por las las oficiales... Comparar
su lenguaje, las categorías que utilizan, su contenido... Extraer conclusiones.
- «¿Y ustedes, quién dicen que soy yo?». En un primer tiempo de la reunión en grupo, quizá
con música religiosa de fondo, cada uno/a formula, en una página, el contenido
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principal de su fe en Jesús: ¿quién es realmente Jesús para mí? En un segundo momento,
cada uno/a lo lee al grupo y lo comenta brevemente; los oyentes anotan sus reacciones.
En un tercer momento, cada uno/a presenta al plenario sus reacciones, o preguntas más
importantes que anotó.
- Escuchar el episodio 67 de la serie «Un tal Jesús», leer también el comentario bíblico
teológico que acompaña al guión, y hacer una reunión de estudio sobre el tema.

Para la oración de los fieles


- Por la Humanidad, para que se una en defensa de la vida de todos los seres humanos,
especialmente de los más pequeños y humildes, de los marginados y explotados,
roguemos al Señor.
- Por todos los hombres y mujeres que habitamos esta casa común que es el planeta: para
que como "hermanos mayores" de todas las criaturas asumamos el cuidado de la
creación con amor, con ternura incluso, con responsabilidad, roguemos al Señor.
- Por todas las religiones de la humanidad, para que comprendan que todas ellas son
destellos únicos del Dios único, y que el "Dios de todos los nombres" quiere la paz y la
armonía entre todas las religiones de la tierra, roguemos al Señor.
- Para que las religiones de la humanidad comprendan que el Dios de la Vida las quiere a
todas en una alianza macroecuménica, rindiéndole el culto del cuidado de la vida de la
naturaleza y del ser humano, roguemos al Señor.
- Por nuestra Iglesia católica, para que haga su aportación específica a este concierto
universal según la voluntad de Dios, roguemos al Señor.
- Por esta comunidad nuestra, para que reviva su vida comunitaria con el compromiso por
la defensa y la promoción de la Vida, roguemos al Señor.

Oración comunitaria
Dios nuestro, Padre y Madre de la Humanidad y de la Materia Santa que
constituye este Cosmos maravilloso en expansión... Admiramos y comulgamos
profundamente el misterio que revela y transpira este Cosmos universal. En
Jesús nosotros los cristianos hemos experimentado una densidad mayor de tu
presencia, que cada día sentimos ampliarse sin límites, por el despliegue que el
Universo realiza ante nosotros, incesantemente. Queremos mantenernos en un
silencio contemplativo, de acogida y adhesión, y renovamos nuestra comunión
universal, contigo, con nuestros hermanos y con toda la realidad. Como, a su
forma, hizo también Jesús, hijo tuyo y hermano nuestro. Por los siglos de los
siglos. Amén.
Servicio Bíblico Latinoamericano

Lunes 30 de junio de 2014


Primeros Mártires de la Iglesia de Roma (s. I)

Am 2,6-10.13-16: Revuelcan en el polvo al desvalido


Salmo responsorial 49: Atención, los que olvidáis a Dios
Mt 8,18-22: ¡Sígueme!

N os disponemos a reflexionar sobre las características del seguimiento de Jesús.


Mateo nos presenta las actitudes de un letrado y un discípulo. El letrado representa
alguien con estatus importante dentro de la sociedad de su tiempo, a quien Jesús deja
desprovisto de cualquier interés por fama y poder. Seguirlo no augura seguridad de
acuerdo a los valores establecidos. Es despojarse de cualquier pretensión y apostar por
el sin poder que ofrece el ir en pos de Jesús. Su discípulo, a diferencia del letrado,
antepone en primer lugar un hecho familiar extremo: el entierro de su padre. El
seguimiento de Jesús no supone condicionamientos, incluso de la familia.
En ambas perspectivas, Jesús establece claramente los criterios y las
características que debe reunir quien quiera decidirse a seguirlo de verdad. Al letrado le
espera la vida itinerante, insegura y desprovista de comodidades. Al discípulo,
corresponde discernir su propia responsabilidad, pues el padre ya anduvo su camino y
no representa futuro y esperanza para el establecimiento del Reino a diferencia del hijo
que se encuentra en camino. Podríamos preguntarnos: ¿Tenemos actitudes de letrados
que queremos ir en busca de acomodarnos mejor? ¿Nos parecemos al discípulo que
antepone motivos personales y familiares?
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