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1. BIENVENIDA
Muy buenos días, sean todas y todos bienvenidos al Estudio Bíblico del día de hoy domingo 22 de
noviembre de 2020, soy Jesús Martín y hoy compartiremos en Casa de Paz Caracas el estudio bíblico
titulado:
“LA HUMILDAD: OBRA DE LA FE EN LA VIDA CRISTIANA”
(SANTIAGO 4: 1-17)
a. Este mensaje va dirigido a quienes creemos en Dios y reconocemos a Jesucristo como nuestro único y
suficiente salvador
b. Vamos a compartir las enseñanzas del Capítulo 4 de la Epístola de Santiago, la cual trata de “La Humildad”
e identifica a los enemigos que nos tratan de alejarnos de la presencia de Dios y evitar establecer una
estrecha unión, o “Comunión” entre nosotros y Dios.
c. Los invito a estar atentos en los próximo minutos, porque al final de este estudio bíblico reconoceremos la
importancia de La Humildad, como una de las obras de nuestra fe.
2. ORACIÓN INICIAL:
- Dios te pedimos que nos des DIRECCIÓN para encontrar la palabra apropiada que tu nos quieres dar a
través de éste Estudio Bíblico
- Que la palabra que estamos listos para recibir en este momento sea guiada por tu Espíritu Santo, tal
como esta escrito
- “El Espíritu de Dios nos guiará a toda verdad” (Juan 16:13)
- Te pedimos Señor que nos des SABIDURÍA para poder comprender el mensaje que quieres dar a
nuestros corazones por medio de tu palabra
- “Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría pídasela a Dios, el cual da abundantemente y sin reproche”
(Santiago 1:5)
- Te pedimos también Padre que nos permitas apoderarnos de tu palabra, creer en ella y ponerla en
práctica en nuestras vidas. Permítenos que podamos oír con Fe tu mensaje.
- Danos La Habilidad para MEMORIZAR tu palabra, pues esta palabra presente en nuestras mentes será
como espada de doble filo con la cual podremos librar y vencer las batallas espirituales contra el maligno
- También te pido Padre de forma especial en este momento que bajo la dirección de tu Espíritu Santo,
llenos de tu sabiduría y poder, podamos practicar la humildad en nuestras vidas como resultado de haber
comprendido tu palabra y haberla puesto por obra.
- “Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes” (Santiago 4:6)
4. CONTEXTUALIZACIÓN
Continuando con las predicaciones sobre la epístola de Santiago que nuestro Pastor Marcos
ha desarrollado durante los últimos domingos, corresponde para hoy cerrar el Capítulo 4 con este
estudio bíblico a través del cual repasaremos principios importantes, consolidando el mensaje
principal del Apóstol Santiago sobre las obras de la fe y la importancia de transformar nuestra fe en
buenas obras.
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Para el estudio bíblico de hoy, vamos a emplear una visión panorámica del capítulo en su
contexto general, analizando las enseñanzas más predominantes que Santiago nos deja en este
capítulo bajo el paradigma de la “Ortopraxia” o la forma correcta de vivir como cristianos,
descubriendo sus verdades fundamentales para ponerlas como obras en nuestras vidas.
Es importante recordar que en el capítulo anterior, Santiago nos estaba enseñando lo importante
de reconocer y diferenciar la sabiduría del mundo de la sabiduría que proviene de Dios. La sabiduría
del mundo, o la forma de vida que caracteriza al mundo, es de celos amargos, contención,
vanagloria, mentiras. Tal forma de vida o filosofía de vida no proviene de Dios sino del mundo, de los
deseos carnales y del mismo Satanás. En cambio, la sabiduría que desciende de lo alto, que
proviene de Dios mismo se caracteriza por pureza o santidad, es pacífica, amable, benigna, llena de
misericordia, de buenos frutos, es sincera y es estable.
5. ESTUDIO BÍBLICO:
El Orgullo:
Este es uno de los enemigos que aparece de forma silenciosa en nuestras vidas y que nos
puede afectar de manera individual, pero la influencia más peligrosa que puede ser llegar a tener es
de forma colectiva en nuestra relación con los miembros de nuestra familia y hasta con los demás
miembros de nuestra iglesia. El Orgullo actúa de esta forma, desde lo individual hacia nuestras
relaciones con las personas que tenemos a nuestro alrededor, afectando primero nuestros
pensamientos con la “sabiduría del mundo” cambiando posteriormente el foco de atención en Dios y
la vida eterna, donde se concentran nuestros corazones, para desviarlo hacia los placeres del
mundo.
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Notemos que Santiago lo llama guerras, que significa un conflicto armado, serio y de larga
duración para indicar la seriedad del mismo y posiblemente la agresividad del mismo. No es que
había malos entendidos, ni que era que había diferencias de opiniones entre ellos; sino que existían
constantes peleas, pleitos, principalmente de tipo verbal: insultos, humillaciones, vejaciones, etc. La
Biblia nos enseña que esas luchas revelan el corazón de las personas, diferenciando a quienes
quiénes realmente son del pueblo de Dios de aquellos quienes han concentrado su atención en los
placeres del mundo.
¿Cuál era la causa de ello? Nos dice Santiago en forma de pregunta en el siguiente versículo:
La causa o el origen de estas peleas, Santiago lo atribuye a las pasiones. La palabra pasiones
proviene hedonismo. ¿Y qué es el hedonismo? “El hedonismo postula el placer como fin y
fundamento de la vida”. Esa era la causa detrás de las luchas que había en la iglesia.
¿Cuál era la causa? El amor a los placeres. El poner nuestra felicidad en las cosas del mundo. El
poner la mirada más en la tierra que en los cielos, más en el tiempo que en la eternidad, más en los
hombres que en Dios, más en la carne que en el Espíritu. Y cuando eso es lo que domina el corazón
inevitablemente producirá tal conducta. Se manifestará nos dice Santiago en el versículo 2a
Cuando el corazón busca la felicidad en las cosas del mundo: la ropa, los celulares, los trabajos,
los deportes, etc. tal inclinación del corazón los lleva a codiciar y envidiar a los demás. Y no solo eso.
Santiago nos dice que nos lleva en segundo lugar a:
Cuando el amor a los placeres o las cosas del mundo no es condicionado por el Espíritu
Santo, eso les llevará a no solo a codiciar y tener envidia de los demás, sino que los lleva a pensar
que lo que tienen que hacer para lograr las cosas lo pueden hacer ellos mismos.
Ese deseo es fuerte y ardiente y les lleva a desear todo. Es algo insaciable. A Rockefeller le
preguntaron una vez se estaba satisfecho con todo el dinero que había logrado y su respuesta fue:
con un poquito más.
Y los lleva a pensar que las cosas de la vida solo se adquieren por el esfuerzo humano. Yo no
necesito de Dios solo tengo que hacer aquí y allá y lograré lo que quiero. Los lleva a ser auto-
suficiente. No tienen que depender de Dios. Si yo me fajo mucho y hago todas las cosas que tengo
que hacer: soy diligente, pongo todo mi esfuerzo y tengo un solo propósito, lograré todo lo que me
propongo. Nada ni nadie va a impedir que lo logre. “Para poder tener ese celular solo tengo que
dejar de almorzar por varios días y semanas y tendré suficiente dinero para comprarlo. Es lo más
avanzado en celulares y seré la envidia de todos”.
Pero si nuestro amor son los placeres del mundo, esto nos llevará, en tercer lugar…
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No solo no pedían a Dios por sus necesidades, sino que cuando pedían a Dios pedían mal.
¿Cuál era la causa? Porque pedían para gastar en los deleites. Hermanos, hay necesidades reales,
y hay necesidades creadas. Hay cosas que podemos necesitar, pero hay cosas que nos empeñamos
en tenerlas porque los demás lo tienen. No es lo mismo necesitar un teléfono celular que necesitar
un celular inteligente. Uno de ello puede ser una necesidad genuina, el otro una necesidad creada.
No es lo mismo necesitar unos zapatos deportivos que necesitar los zapatos marca Lebron James.
Así lo aclara Santiago en el versículo 3:
Cuando nuestro corazón está puesto en los placeres inevitablemente nos lleva a buscar más los
bienes de Dios que a Dios mismo. Ellos no estaban orando como debían. Y cuando oraban, oraban
mal. Cuando oramos a Dios no solo debemos creer que Dios escucha nuestras oraciones y que Él
contesta las mismas. Eso no es suficiente. Debemos orar pidiendo que esa petición santifique el
nombre de Dios, adelante la causa de su reino y que esté en armonía con la voluntad de Dios. Si
estas cosas están presentes cuando oramos Dios prosperará nuestra petición.
Ahora bien, luego de conocer esta palabra revelada en las escrituras, se nos presenta la
incógnita de:
¿Cómo combatir este enemigo de mi relación con Dios? ¿Cómo vencer al Orgullo?
La epístola de Santiago es el manual perfecto en la vida del cristiano para convertir nuestra fe en
“Buenas Obras” en obras agradables a nuestro Padre y que imiten a nuestro Señor Jesucristo,
advirtiéndonos además del peligro de poner nuestro corazón en los placeres del mundo, porque éste
nos destruirá. Muchos se han apartado de la fe por los afanes y placeres del mundo. Así que
tengamos siempre presente, al combatir al Orgullo, la exhortación Santiago en el versículo 6:
Cuando oremos entonces, hagámoslo con un corazón humilde, pidiéndole a Dios que nos
preserve de poner nuestro corazón en las cosas del mundo.
El Mundo:
El siguiente de los enemigos está más perceptible que el anterior, pero esta representado en una
figura habilidosa, que domina el engaño, que tergiversa a su favor las circunstancias para sacar
provecho de las situaciones que vivimos y alejarnos de la presencia de Dios y de su gracia en
nuestras vidas, además de ser muy peligroso por conocer perfectamente la palabra.
Es conocido también como el príncipe del mundo, y es pertinente que todos recordemos siempre
que ha sido vencido por nuestro Señor Jesucristo en la cruz, quitándole toda potestad que tenia
sobre nosotros y sobre el dominio de la muerte, mediante su resurrección… es decir, es un enemigo
ya vencido, que buscará emplear siempre su mejor arma “el engaño”, para desviar nuestra atención
hacia los placeres del mundo y la sabiduría del mundo, para desviándonos del “Reino de los Cielos”.
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Santiago tiene la forma perfecta para no caer en esta trampa de este enemigo en el versículo 7:
Los humildes renuncian a la rebelión y se someten a Dios. Esto significa ordenarse bajo Dios,
rendirse a Él como un Rey conquistador, y comenzar a recibir los beneficios de su reinado. Entre las
razones por las que debemos someternos a Dios están:
- Porque Él nos creó.
- Porque su gobierno es bueno para nosotros.
- Porque toda resistencia a Él es inútil.
- Porque es la única manera de tener paz con Dios.
- Porque tal sumisión es absolutamente necesaria para la salvación.
Mientras nosotros como creyentes tengamos enfocada nuestra mirada en los tesoros del cielo y
no en los placeres de la tierra, los resultados de mantenernos en la presencia de Dios nos permitirán:
- Resistir al Diablo.
- Resguardar nuestra santidad y a ser puros.
- Evitar afligirnos por el pecado, - Hablar bien de los demás.
- Mantenernos en comunión, paz y armonía con Dios y las cosas eternas.
Estimados hermanos, Dios se dirige hacia la puerta de nuestros corazones. Él no llegará más
lejos de lo que nosotros le permitamos. Él nos llama, y nosotros somos los que le permitiremos
dejarle entrar. Esta es la única forma en la que Él va a entrar.
Santiago nos dijo que la forma de resistir al diablo es acercarse a Dios. Entonces, el diablo huirá,
se apartará de usted, porque el diablo no quiere estar en compañía de Dios. El diablo no llegará
hasta usted a menos que usted se aleje demasiado de Dios. Un lobo nunca ataca a una oveja
mientras ella se encuentre con el resto de las ovejas y con el pastor. Y cuanto más cerca se
encuentre la oveja del pastor, más segura estará. Nuestro problema es que a veces nos alejamos
demasiado de Dios.
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La Crítica:
El siguiente enemigo es “La Crítica”, la cual es más directa y descarada que los enemigos
anteriores; sin embargo, tiene efectos muy peligrosos por los rápidos resultados que logra obtener en
los incautos que logra afectar. Si usted juzga a su hermano, desobedece a la ley, lo cual equivale a
colocarse usted mismo por encima de la ley y tratándola con desprecio. En otras palabras, ¿quién se
cree usted que es? Cuando comienza a actuar de esa manera, está procediendo a ocupar la
posición de Dios.
Un ejemplo puede ser aquel individuo que se pone a juzgar a los demás. Santiago dice al
respecto que el juicio es una ocupación propia de Dios.
El humillarnos, sigue siendo el mejor antídoto para el veneno de “La Crítica”, sometiéndonos
primero a Dios y reconociendo que el juicio solo proviene de Él, así que al internalizar esto y
reconocer con humildad que no es nuestro rol como cristianos ir criticando la vida de los demás,
sean o no hermanos en Cristo, no aparecerá este enemigo para murmurar ni juzgar a otros. Este
pecado está mal por dos razones: primero, rompe un mandamiento del nuevo testamento de que
debemos amarnos los unos a los otros (Romanos 12:10); segundo, requiere un derecho de juicio que
solo Dios tiene (Romanos 2:2).
La Soberbia:
Este otro “archi-enemigo” de nuestras vidas centradas en Cristo tampoco deja de ser peligroso y
su principal fortaleza está en que es una clase de mezcla de la autosuficiencia del “Enemigo
Orgullo”, con la intención de rebelarse a los planes de soberanía de Dios para nuestras vidas del
“Enemigo Mundo”; produciendo una sensación engañosa de autosuficiencia que invita a alejarnos de
Dios porque La Soberbia le hace creer a las personas que no necesitan depender de Dios por ser
autosuficientes, y con una subestimación de nuestra propia limitación.
Santiago nos llama a considerar lo frágil que es la vida humana, y el hecho de que vivimos y nos
movemos solo bajo el permiso de Dios. Santiago no nos desanimará de planear ni de hacer, solo de
planear y de hacer apartados de Dios, recalcando que no sabemos qué sucederá mañana y planteó
la pregunta en el v.14:
V. 14 “Porque, ¿Qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco
de tiempo, y luego se desvanece”
Más aún, la vida humana vivida aparte de Dios y sin Dios, es el fracaso más grande que se
puede ver en este universo!!! Todo lo demás sirve un propósito largo y útil. El sol en el cielo es
pródigo en su energía. Así que la vida humana aparte de Dios está como dislocada, descoyuntada y
constituye un tremendo fracaso. Una de las razones es la brevedad de la vida humana aquí en la
tierra.
V. 15 “En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o
aquello."
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Es decir, que nuestras vidas están en manos del Señor. Y añadió en el v16:
Es que el ser humano no puede jactarse y si lo hace, está pecando. Y finalmente, dice el último
versículo de este cuarto capítulo de Santiago, el versículo 17:
Hay muchísimas personas que hoy están pecando y no lo saben, pero lo que nos invita Santiago
a hacer nosotros como Cristianos y “hacedores y no solamente oidores de la palabra” es
primeramente evitar criticarlos o juzgarlos (combatiendo a La Crítica) y en segunda instancia
debemos mostrarles a ellos cómo debemos hacer el bien, pudiese ser primero ellos los beneficiados
y luego invitarlos a ser parte de un grupo de personas que benefician a otros (visitando enfermos,
poniendo sus conocimientos gratuitamente al servicio de los demás o sirviéndoles a otros sin recibir
nada a cambio). A la luz de lo que Santiago afirma al término de este capítulo 4, si nosotros sabemos
cómo hacer el bien y no lo hacemos, estamos en pecado y cayendo entonces en los dominios de La
Soberbia. Recordemos lo que dice la palabra sobre este enemigo:
Cuando viene la soberbia también viene la deshora, pero con los humildes está la sabiduría
(Provervios 11:2)
Nuestras vidas son breves, y no deberíamos pasar nuestro tiempo en conflictos, envidia y celos.
Esto arruina una vida. Necesitamos venir a Cristo, colocar nuestras vidas ante Él, y comenzar a vivir
de verdad. Cuando imitemos “La Humildad” de nuestro Señor Jesucristo en su paso por el mundo,
estaremos viviendo una verdadera vida. Como reflexión podríamos ahora preguntarnos:
¿Qué clase de vida estamos viviendo hoy? Una influenciada por estos 4 archi-enemigos de la
comunión con Dios (El Orgullo, El Mundo, La Critica y La Soberbia)….o
…Esto, es una decisión estrictamente individual que solo puede ser tomada por ti!!!
6. TEMA MUSICAL:
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7. REFLEXIONES FINALES:
¿Qué clase de vida estamos viviendo hoy? Una influenciada por estos 4 archi-enemigos de la
comunión con Dios (El Orgullo, El Mundo, La Critica y La Soberbia)….o
…Esto, es una decisión estrictamente individual que solo puede ser tomada por ti!!!
8. ORACIÓN:
9. DESPEDIDA:
Muchas gracias por su amable atención y por haberme permitido compartir estos minutos
con cada uno de ustedes en Casa de Paz Caracas.
Saludos y bendiciones, soy Jesús Martín y me despido hasta una próxima oportunidad.
¡¡¡FELIZ DOMINGO!!!
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