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Se estima que el número de moléculas que puede reconocer la II ronda en 1000 moléculas (entre las cuales se
encuentran el LPS, el ácido lipoteicoico, el RNA ds, etc) y eso podría hacerlo a través de aproximadamente unos 100
receptores distintos. Los ligandos son comunes y muy conservadas entre microorganismos. En cambio, el número de
ligandos que son capaces de reconocer los linfocitos B y T ronda en los millones de moléculas por la variedad de los
recetores que se generan que también están dentro del orden de los millones (aprox. 1018 receptores). Este elevado
número es debido al mecanismo de recombinación, pero entre ellos pueden existir muchos receptores que
reconozcan regiones discretas de moléculas propias, por lo tanto, muchos se descartan.
El conjunto de receptores de la II se conoce como sistema de reconocimiento de patrones. Los receptores son
conocidos como receptores de reconocimiento de patrones (PRR), que son codificados en la línea germinal y permiten
realizar el reconocimiento por parte de las células de la II de patrones moleculares que están asociados con mo. Hay
receptores solubles en el plasma, linfa o en el líquido extracelular de los tejidos y receptores asociados a células en
membrana plasmática, en endosomas y en citoplasma. La ubicación de estos receptores permite tener un sistema
de control de todos los compartimentos en donde se pueden establecer infecciones.
Los MФ, NT y CD son los que presentan casi toda la diversidad de PRR y la varios en otras líneas celulares, pero no
solo las células del SI presentan estos receptores. Los fibroblastos del tejido conjuntivo, las células epiteliales, células
nerviosas y casi todas las células no pertenecientes al SI presentan algún PRR. Estas células también pueden ser
infectadas y tienen estos PRR para secretar moléculas de alarma y alertar al SI de que esa célula está infectada o
alterada. Los macrófagos amplifican esa alarma y pueden activar a la respuesta adaptativa. Según de en qué lugar
del cuerpo estén, tienen distintos PRR. La mayoría tienen PRR en el citoplasma, dado que un MO ahí es indicador de
infección. Otros los tienen en membranas o endosomas.
Estos receptores tienen como ligandos moléculas que se encuentran en los MO, que pueden ser patrones moleculares
asociados a patógenos (PAMPs) o patrones moleculares asociados a MO (MAMPs). La diferencia radica en que los
MAMPs reconocen por ejemplo al LPS de una bacteria Gram(-) de la flora comensal, pero también al de una
Salmonella patógena, por lo que los MAMPs son más inclusivos (es decir, patrones que tienen en común tanto los
patógenos como la flora).
Los MAMPs son estructuras altamente conservadas a lo largo de la evolución de los MO y los comparten grandes
grupos de MO. Son esenciales para la sobrevida y patogenicidad de esos MO para evitar seleccionar moléculas que
puedan perderse debido a mutaciones y están ausentes en el hospedador. Es imposible (al menos en un corto tiempo)
que los mo pierdan ese ligando para evitar al SI. A su vez, al ser tan conservados, suelen estar presenten en grandes
grupos de mo.
Grupos de receptores
Según la localización y función principal se pueden separar en cuatro categorías:
1. Receptores solubles: Realizan reconocimiento de MO o PAMPs que estén presentes en el espacio extracelular.
2. Receptores fagocíticos asociados a membranas: Por ejemplo, un receptor fagocítico asociado a membrana
plasmática reconoce al ligando y dispara el mecanismo de fagocitosis, llevando a la destrucción del MO que
porta al ligando.
3. Receptores señalizadores asociados a membrana: En estos casos, la unión del ligando al receptor altera el
patrón de expresión de la célula y hace que secrete moléculas activadoras de la RI o que funcionan como
alarmas.
4. Receptores señalizadores citoplasmáticos: Están solubles en citoplasma y al reconocer a su ligando
modifican el patrón de expresión de la célula, modificando su comportamiento o haciendo que secreten
moléculas señalizadoras para la RI.
Tenemos PRR en todos los sitios de infección, los solubles (1 y 4) y los que están asociados a membrana
plasmática (2 y 3). Hay algunos asociados con las membranas del compartimento endosomal que era otro sitio
donde podía haber infecciones y también libres en el citoplasma.
Hay moléculas propias que pueden funcionar como ligandos de los PRR y se
conocen como DAMPs (patrones moleculares asociados con el daño o estres
celular o tisular). En una situación donde no hay daño celular, los DAMPs
(proteínas de unión a DNA, histonas, ATP, etc.) no están expuestas a los PRR.
En una célula que muere por apoptosis (muerte ordenada en donde forman
vesículas cuya membrana está intacta), estos componentes no se
encuentran libres en el espacio celular. En cambio, en una célula infectada
por un virus lítico, el virus rompe la célula para salir y deja libre por ejemplo
histonas y altas concentraciones de ATP proveniente del contenido
intracelular (lo cual hace que se detecten altas concentraciones de ATP en
el espacio extracelular). En condiciones normales estas moléculas se
expresarían, pero se mantendrían aisladas y lejos de los PRR. No solo se
produce la liberación de los DAMPs por infecciones de virus líticos, sino por
cualquier tipo de necrosis (toxinas, temperaturas extremas, radiación, etc.)
o muerte por ruptura celular. Ante el reconocimiento de un DAMP, por más
que no haya sido una infección la que causo la aparición de este, se pone en
marcha la RI. Sin embargo, estos DAMPs no son las moléculas de alerta o
CTK, no son secretados, los DAMPs se liberan por la ruptura de la célula. Las
CTK no son exclusivas del SI, son parte de la comunicación celular del
cuerpo, son moléculas señalizadoras.
Cuando los receptores reconocen PAMPs o MAMPs una posibilidad es que se dispare la fagocitosis mediada por
células fagocíticas macrófagos, N y CD). Además, puede inducir la síntesis de citoquinas, moléculas que alteran el
comportamiento de otras células. En células que no son fagocíticas, como por ejemplo los fibroblastos, la unión del
ligando muy probablemente lleve a la expresión de algunas citoquinas que van a activar a las células del SI.
Otro resultado de la unión del ligando al receptor puede ser la opsonización, la cual consiste en recubrir algun mo o
alguna estructura con una molécula que sea reconocida por el SI. Por ejemplo, pasa con las bacterias que tienen
capsulas de polisacáridos, las cuales suelen evitar el reconocimiento por parte del LPS. Hay algunos receptores que
se unen a esta capsula para que el SI pueda identificar a la estructura extraña. Suelen ser proteínas propias que
sirven de identificación y pueden reconocer proteínas o lípidos de microorganismos y no de células propias. Esta
identificación puede llevar a la fagocitosis, a la destrucción de la pared del mo (depende del mecanismo que tiene
lugar luego de la marcación) o directamente a la lisis celular.
Receptores solubles:
Se encuentran en plasma, linfa o liquido extracelular. La mayoría los sintetiza el hígado pero también lo pueden
sintetizar algunas células como macrófagos o neutrófilos. Hay cuatro tipos:
• Colectinas
• Ficolinas
• Pentraxinas
• Receptores de DNA
Dentro de los receptores tipo NLR hay al menos dos grandes subfamilias, la subfamilia NOD y la subfamilia de los
NLRP.
Hay varios receptores tipo NOD pero los mas conocidos
son los receptores NOD1 y NOD2. NOD1 reconoce ácido
diaminopimelico mientras que NOD2 reconoce muramyl
dipéptidos. Estos componentes son típicos de paredes
bacterianas, y su presencia en el citoplasma indica
infección por bacterias. Tienen una estructura similar a los
TLR con una estructura en forma de herradura que media
el reconocimiento y otro dominio que recluta las proteínas
de respuesta. Al reconocer al ligando, estos receptores se
dimerizan y activan una vía de señalización que llevan a la
activación de algunos de los factores de transcripción
anteriores (NFkB, IRF). Casi todas las células tienen al
menos alguno de estos receptores. Es están típicamente
en MΦ y CD, pero también se encuentran en las células
epiteliales y sobre todo de las epiteliales de superficies mucosas, dado que son una de las principales vías de
infección bacteriana. Al reconocer sus ligandos pueden inducir la producción de CTK y alertar al SI de una infección.
La subfamilia de los NLRP tiene muchos miembros, pero
funciona de manera similar. Tienen una forma parecida a
los receptores de tipo NOD pero reconocen a un grupo
heterogéneo de PAMPs y también de DAMPs. Es más, está
en duda si estos receptores reconocen PAMPs o si en
realidad reconocen patrones característicos de estrés
celular que pueden estar asociados a la presencia de un
antígeno. Tienen una estructura similar a la de los TLR y a
los de tipo NOD pero suelen estar asociados a proteínas de
shock térmico que al enfrentarse a una situación de estrés
se liberan del receptor provocando su dimerización y
posterior activación. Entre los DAMPs que reconocen están
la disminución de K+ en el citoplasma que deriva en la
activación de canales de K+ (esto puede o no ser resultado
de una infección ya que también ocurre en situaciones de
estrés). La ruptura del lisosoma en el interior celular por la endocitosis de cristales de urato monosódico (u otras
sustancias) es también reconocida como un DAMP por estos receptores y los activa. Cuando se da esta disminución
de K+ se produce la disociación de proteínas inhibitorias sobre el receptor NLRP, que al activarse se oligomeriza y
reclutan otras proteínas formando un complejo macromolecular que se llama inflamasoma. La formación de este
complejo puede dar lugar a dos fenómenos distintos: la liberación de las CTK proinflamatorias citoplasmáticas o, en
el macrófago, en el neutrófilo y eventualmente en la CD puede llevar a una forma de muerte celular programada no
apoptótica, denominada pyroptosis, que incluye ruptura de membrana y la liberación de DAMPs al medio (los cuales
activan a la respuesta inmune). Algunos mo manipulan a la célula para que haga pyroptosis porque si se indujera
apoptosis estas quedarían encerradas en los cuerpos apoptóticos y la bacteria no podría salir de ellos para infectar
a otras células.
Los receptores tipo RIG-1 helicasas o RLR son receptores de RNA. Hay varios receptores, entre ellos el RIG-1 que
reconoce RNAss con el extremo 5’ no modificados, o sea sin el CAP. Muchos RNAss virales tienen un extremo 5’ con
trifosfato, pero sin modificaciones, por lo que son reconocidos por estos receptores. El RIG-5 reconoce RNAds en
general largos (1-6 kpb) típicos de los ciclos de multiplicación viral. Si bien nuestro RNA puede formar estructuras
doble cadena, nunca son tan largos, por lo que no son reconocidos. Estos funcionan como PAMPs, activan al receptor
y estos activan los factores de transcripción antes mencionados dependiendo de la vía de transducción que se utilice.
Los receptores de DNA citoplasmático
reconocen DNA de manera indirecta ya
que en condiciones normales el DNA esta
almacenado en el núcleo. El receptor
STING media el reconocimiento de
dinucleótidos cíclicos, típicamente di AMP
cíclico, di GMP cíclico o GAMP, los cuales
pueden provenir de distintos lugares.
Puede que estén libres en el citoplasma
porque los dinucleótidos cíclicos son
moléculas típicas de señalización bacteriana, por lo que el reconocimiento de estas moléculas podría indicar una
infección por bacterias o, la otra opción es que haya DNAds libre en citoplasma. La presencia de DNAds en citoplasma
puede deberse a un genoma viral DNAds, la presencia de una bacteria o de un protozoo, etc. En el citoplasma se
encuentra una GAMP cíclico sintasa que si encuentra DNAds se activa y utiliza ATP y GTP para producir GAMP cíclico
que es después reconocido por el receptor STING que lleva a la activación de los factores transcripcionales IRF que
activan la producción de CTK antivirales. Esto puede ocurrir por bacterias, parásitos intracelulares o virus.
Las grandes consecuencias del reconocimiento de un PAMP por su PRR entonces son: