Está en la página 1de 5

PSICOPATOLOGIA II

 DOMINICAL
 TERCER AÑO
 INTEGRANTES:

1. PAOLA
2. ASTRID
3. OLIVIA
4. TANIA

pautas educativas para evitar los trastornos por miedo


como hemos señalado repetidamente, en la mayoría de las ocasiones los
miedos desaparecen por sí mismos. A medida que el niño va madurando y
progresando en sus aprendizajes, va tomando conciencia de que algunas cosas
no son reales ni posibles. Va adquiriendo seguridad y autocontrol, en estos
procesos, el ambiente educativo en el que el niño se desenvuelve es
fundamental, y las pautas educativas que se utilicen en presencia de los
miedos van acelerando su superación o por el contrario a entorpecerla.
Ofrecer un ambiente general de seguridad afectiva.
Los vínculos seguros de apego son importantes para evitar los miedos. La
sensación de saber que pueden contar con los padres en todo momento, que
están ahí cuando los necesite, que le quieren y les le deseen ayudarle, es algo
que ofrece al niño sensación de seguridad y tranquilidad y le permite
conseguir un mayor autocontrol para enfrentar las situaciones difíciles y los
temores.

Mantener un clima de tranquilidad y firmeza.


Se trata de mantener un ambiente sin tensiones excesivas, nerviosismo, gritos,
castigos continuos, amenazas o en casos extremos, maltratos físico o psíquico,
todo él aumenta la ansiedad del niño y le hace más vulnerable a experimentar
temores y miedos. El niño necesita normas claras que le den seguridad y le
haga sentirse orientado de este modo el menor conseguirá confianza en sí
mismo, y la sensación de que las preocupaciones y los temores se pueden
dominar y controlar.
Ofrecer al niño la oportunidad de ser elogiado y realizar actividades
exitosas y gratificantes.
Los elogios son importantes para obtener una buena autoestima y confianza
del niño en sí mismo siempre que no sean fingidas o excesivos, vestirse solo,
ayudar sin que se lo pidan, ordenar, comportamientos controlados, pueden ser
planteadas como éxitos por los adultos, con los que resultaran gratificante para
el niño, le harán sentirse seguro de sus progresos y adquirir una mayor
confianza en si mismo.
Un niño adquiere poca seguridad en si mismo tendera a evitar actividades por
lo que de forma circular obtendrá menos oportunidades de mejora y
autocontrol al estar menos preparado seguirá evitando situaciones y así
sucesivamente.
Fomentar la independencia del niño.
Hay que facilitar situaciones en la que el niño tenga que resolver las cosas por
sí mismo, según sus edades y nivel de madures y ofrecerle responsabilidad
adecuadas a su edad.
Por otra parte, hace que el niño se encuentre menos capacitado para superar
por si mismo los problemas enfrentarse con momentos difíciles por la falta de
oportunidades de encarar las situaciones.
El miedo es utilizado en ocasiones para conseguir obediencia ya que este
recurso para convencer a un niño de hacer algo que el adulto quiere, pero el
costo es demasiado alto por su desarrollo ya que eso le puede originar
ansiedad y trastorno.
Los niños poseen una sensibilidad muy especial para captar cualquier,
sentimiento de preocupación y temor de los padres.
No coaccionar al niño para enfrentarse con el objeto temido.
Puede producir el efecto totalmente contrario al que se pretende,
desencadenado sensación de desamparo y ansiedad, de confianza en sí mismo,
lo cual le dificultara superar sus miedos.

No reforzar cuando el niño tiene miedo.


Algunos autores nos insisten en la importancia de este hecho, que los padres
muestran excesivamente pendientes de los niños o sobre protección, las
conductas del niño al miedo pueden aumentar, sobre todo en niños con falta de
necesidad de atención, tenderán a repetir su conducta.
La clave es llevar un equilibrio, que el niño reciba atención y afecto en una
variedad de situaciones y no cuando tiene miedo.

No dramatizar la situación.
Procurar no angustiar al niño cuando tiene miedo, tampoco ignorar ni ponerlo
en ridículo, hacerlo entrar en confianza de manera que podamos motivar al
niño para ir disminuyendo el miedo permitiéndole expresar sus sentimientos
siempre y cuando sin presentar una excesiva atención.
Dar oportunidad al niño de enfrentarse poco a poco con los objetos temidos.
Locke explica de manera gráfica cómo puede un padre ayudar a su hijo a
actuar para ayudar a su hijo para enfrentar sus miedos con el objeto temido. SI
UN NIÑO LLORA Y HULLE AL VER UNA RANA, COJE LA RANA Y
DEJALA A CIERTA DISTANCIA DE EL, Y LUEGO EMPIECE
ACOSTUMBRARLO A QUE LA MIRE Y CUANDO YA PUEDA
HACERLO, QUE SE ACERQUE Y LA VEA SALTAR SIN
EXPERIMENTAR EMOCION.
Pues Locke nos trata de explicar con el fin de ayudar al niño entrar en más
confianza y seguridad que el miedo es algo pasajero.

Realización por parte del niño de actividades distractoras y agradables.


Se puede tratar de realizar actividades distractoras con el niño que le hagan
dejar a un lado el objetivo tímido, cuando está presente: jugar, comer algo que
le guste, contarle algo…. Y así el niño se permite estar delante de aquel objeto
que le provoca miedo.
Desmitificar el objeto temido.
En las ocasiones en que el miedo es ante criaturas no reales, suele dar
resultado de desmitificación.
En los últimos años se ha utilizado este recurso, en película infantiles como
ejemplo la película de ¨SHREK ¨ en donde el protagonista es un monstro
tierno que se enamora y tiene problemas, atreves de juguetes, colección de
recorte, cromos que representa un monstro de apariencia terrorífica, pero a la
vez provoca ternura o compasión por el objeto temido, y así el niño puede
controlar y manipular a su antojo, lo cual lo desmitifica totalmente el miedo
que puede causar.
Evitar en lo posible prestar atención al niño en los miedos nocturnos.
Prestar una atención muy excesiva y quedarse en la habitación del niño en sus
miedos nocturnos se convierte en habito para ellos. Pearce 1995 propuso
enseñar a controlar las pesadillas para así obtener finales felices, ir a la
habitación del niño solo cuando sea necesario tranquilizarlo hablarlo y salir en
el tiempo menos posible.
No despertar en los terrores nocturnos.
Cuando el niño presenta frecuente mente terrores nocturnos preferiblemente
no hay que despertarlos. Esta, una técnica en fase experimental la cual
consiste en anotar cuidadosamente el momento en el que se presenta el terror,
así poder despertar al niño antes que inicie su terror nocturno, se considera que
en una semana se abra interrumpido lo terrores, (Pearce 1995).
Cuando el miedo se ha convertido en un trastorno persistente, se recomiendo
recurrir a un especialista para así brindarle al niño
un buen desarrollo y no se vea perjudicado
seriamente.
TRABAJO DE:
Psicopatología ii

profesor: Lic. Norman montano


carrera: PSICOLOGIA CON Mención CLINICA.
TURNO: DOMINICAL
AÑO EN CURSO: III AÑO, I TRIMESTRE

Grupo # 3 integrantes:
1- Paola
2- Olivia
3- Astrid
4- Tania

También podría gustarte