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Recoger evidencia del avance de los aprendizajes propuestos, lo que nos ayuda a
realizar ajustes y adaptaciones necesarias. Entonces es fundamental que la
evaluación sea un proceso permanente y para el aprendizaje, que facilite la toma
de decisiones en cuanto a cómo se va desarrollando el proceso en general, a los
puntos que requieran mayor atención, y a las mismas estrategias utilizadas en
términos de su efectividad y acogida. Entregando además información a los y las
estudiantes sobre cómo ir mejorando en sus procesos formativos.
Llevar a cabo actividades y/o proyectos en que el estudiantado deba aplicar
aprendizajes teórico-prácticos, con posibilidades de investigación e intervención
dentro de su área disciplinar.
El Rol de la Mediación
La mediación pedagógica del acto educativo implica concebir a los sujetos de la enseñanza
y del aprendizaje como interlocutores activos en la búsqueda y construcción del sentido.
“En la relación presencial, la mediación puede surgir del trabajo en el aula y depende casi
siempre de la capacidad y la pasión del docente. En el contexto actual, es importante
saber que en un sistema a distancia, si fuera el caso (remoto-sincrónico) los materiales
encarnan esa pasión y son ellos los que permiten al/a estudiante encontrar y concretar el
sentido del proceso educativo” (Gutiérrez y Prieto, 1999, p.10).
Tal como se menciona anteriormente, el rol docente debe ser entendido como el de un
mediador que participa del proceso de aprendizaje, lo guía y retroalimenta. En este
sentido, el concepto de mediación pedagógica se vuelve central.
A continuación, se sugiere considerar las siguientes orientaciones que permiten mediar los
espacios y recursos para que se constituyan en instancias de aprendizaje:
Existen muchos recursos disponibles para compartir con los y las estudiantes, pero
nada reemplaza el acompañamiento del/a docente en la lectura analítica, rigurosa
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y problematizadora de dichos recursos. Para cada recurso, se sugiere preparar
preguntas o instrucciones que orienten el trabajo de los y las estudiantes hacia lo
que se señala en los resultados de aprendizajes.
Tanto en una clase presencial como en una sesión virtual, deben existir normas
que son conocidas por todos y todas; por ejemplo, la importancia de mantener la
puntualidad en la entrega de trabajos o tareas y mantener el respeto en los
canales de comunicación. Estas normas pueden ser trabajadas de común acuerdo
en la primera sesión con los y las estudiantes a través de una reflexión conjunta.
Sea claro/a con los criterios asociados a la evaluación, ya sea ésta formativa o con
calificación, continua en el desarrollo de las actividades, entregando pautas que
permitan retroalimentar los aprendizajes y democratizar la evaluación.
Planificación de la Enseñanza
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En este apartado, se revisarán aspectos formales a considerar para la planificación de la
docencia. Tanto el Programa de Asignaturas como la Planificación de Clases, permiten
tener una visión organizada de los elementos centrales que guiarán el desarrollo de las
sesiones, las actividades y resultados de aprendizaje, con el fin de que la planificación del
proceso educativo acompañe en el desarrollo de los desempeños declarados en el perfil
de egreso de los y las estudiantes de su carrera o programa.
Programa de Asignatura
El programa de asignatura tiene por objetivo definir qué se va a trabajar durante el
semestre y explicitar cómo esta aporta al cumplimiento de los desempeños del perfil de
egreso. En él se define el nombre, código, facultad, escuela, carrera, prerrequisitos, tipo
de asignatura, área de formación, carga académica, régimen, contenidos, estrategias de
enseñanza aprendizaje, bibliografía, entre otros elementos esenciales. Uno de ellos es
la indicación de los Créditos Transferibles asignados a la asignatura en el plan de
estudios, así como la definición de las horas de dedicación presencial y autónoma. Esto
último es fundamental para asegurar el logro de aprendizajes por parte de las y los
estudiantes, a partir de una organización planificada de sus tiempos de trabajo
semestral.
Asimismo, los programas de asignatura organizan los aprendizajes en unidades que
indican la secuencia de contenidos y establecen opciones didácticas y evaluativas
pertinentes.
Planificación de Clases
La planificación de clases es un instrumento que nos permite organizar la secuencia de
trabajo de un curso o asignatura, logrando ajustar los contenidos al tiempo disponible e
identificar las estrategias de enseñanza y aprendizaje más pertinentes para el logro de
los resultados esperados. También aporta a que los contenidos tengan como base la
mirada hacia los desempeños asociados a la asignatura. En contexto remoto, es aún
más importante revisar los tiempos de dedicación para el logro de los desempeños
asociados a su asignatura, los que se encuentran consignados en cada perfil de egreso.
Además, permite a docentes y estudiantes conocer la secuencia de actividades
planificadas, la organización del proceso de aprendizaje y las instancias para trabajar de
manera presencial, autónoma o remota.
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un programa que lo define y, por otro lado, en términos pedagógicos, haciendo converger
los resultados que deseamos alcanzar con las estrategias adecuadas y la metodología de
recopilación de evidencias para la retroalimentación del proceso y de los aprendizajes.
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o Esta modalidad idealmente debe realizarse en dependencias de la
Universidad, lo cual, en los casos que no pudiese realizarse, debe ser
informado al Encargado de Gestión de Planificación Docente
(alejandro.harris@academia.cl) o en la recepción docente el
establecimiento de esta situación.
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Presentación del/a Docente
Diseñe una estrategia de presentación, de manera que los y las estudiantes sepan quién
impartirá la asignatura y cuáles son algunas de sus características personales y
profesionales. Esta presentación es especialmente importante si no se ha trabajado
anteriormente con los y las estudiantes del curso o en el caso de que se integren
estudiantes nuevos.
Consecuente con los principios institucionales, una acción que se sugiere en el contexto de
valoración y respeto a la diversidad será que se consulte al estudiantado por el nombre
social con el cual desea ser llamada/o, así como con el pronombre que le identifique. De
esta manera usted les estará comunicando su reconocimiento como sujetos de derecho.
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que le sea útil como docente, y al mismo tiempo fácil de aplicar y analizar. Como
propuestas se recomienda el formulario Forms, de Office 365 disponible para la
comunidad de la UAHC, dado que arroja datos de manera automática, además de
la herramienta encuesta disponible en Moodle. Junto con eso, existe la opción de
recoger información a través de Mentimeter, aplicación de uso libre. En los casos
en los que requiera mayor detalle respecto a los y las estudiantes, puede proponer
un ensayo corto que releve ciertos aspectos en su redacción.
Junto a estas acciones, resulta importante la interacción con el curso, por lo cual se
le invita a diseñar algunas preguntas para un foro (herramienta disponible en el
Campus Virtual) que permitan conocer mejor a los y las estudiantes en relación a
sus conocimientos previos, expectativas y disposición general al aprendizaje, así
como fortalecer las relaciones en la comunidad-curso.
En concordancia con los principios de nuestra universidad, será relevante para las
relaciones en la comunidad-curso consultar a las y los estudiantes el nombre que
les identifica, así como con qué pronombre tratarles. Es probable que algunos no
lo digan en voz alta, sin embargo, esta sola acción abre la puerta al respeto y
comprensión mutua. Se debe recordar a las y los estudiantes que la institución
tiene procedimientos expeditos para el reconocimiento del nombre social.
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Sugerencias Prácticas
Planificar actividades para ser presentadas de manera semanal conforme su
planificación de clases.
Considerar los Créditos Transferibles asociados a la asignatura, éstos indican
cuántas horas semanales deben dedicar los y las estudiantes a las actividades de
aprendizaje. Recordar que los créditos, expresados en SCT Chile, establecen las
cargas horarias presenciales (o virtuales-remotas) frente al/a docente, más
aquellas que están definidas para el trabajo autónomo y mediado. Es relevante
ceñirse a estas definiciones, señaladas en los programas de asignaturas, porque
constituyen un punto crítico en la organización de las planificaciones; pero,
sobre todo, en relación a los tiempos de dedicación de los y las estudiantes para
su proceso formativo.
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de lo que se comprende como políticas democráticas en el mundo occidental. (Giroux, H.
2020).
Al cabo de unos meses, la comunidad universitaria estaba exhausta, no sólo por los altos
índices de Covid a nivel local, sino también por el alto grado de afectación emocional, el
encierro, la incertidumbre, las dificultades económicas, de conectividad y otras tantas.
Emerge entonces la semana de Receso de Pantalla como una forma de cuidado, tanto
para las y los estudiantes, como para los académicos/as; se hacía necesaria una pausa en
el camino. Lo mismo hicieron muchas instituciones de Educación Superior a nivel nacional,
quedó establecido este periodo de pausa para el año 2020 y 2021 como: semana de
repaso, atención, consultas, autocuidado, receso, retroalimentación, apoyo académico,
suspensión de actividades y otros tantos nombres más.
Es preciso decir que esta pausa involucraba la puesta al día con material de clases, (lectura
de bibliografía, grabaciones de las sesiones u otros materiales) de modo que pudieran ser
revisados y profundizados por estudiantes y docentes. Además, los académicos y
académicas debían guiar y supervisar el trabajo autónomo de los y las estudiantes,
favoreciendo la finalización de trabajos pendientes, programación de lecturas, y abocarse
a la atención de estudiantes que requerían apoyo. No se realizaban nuevas sesiones de
clases y no había evaluaciones, en el entendido de que el objetivo principal era decantar y
consolidar los aprendizajes y contenidos revisados hasta esa fecha.
El contexto hoy no presenta los niveles críticos de los años ya mencionados, sin embargo,
las comunidades, al interior de la Educación Superior, han comprendido que algo debe
modificarse en la formación de licencias, profesionales y posgraduados. Tan sólo uno de
esos elementos dice relación con la manera en que nos planteamos frente al uso de la
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tecnología como un recurso para promover aprendizajes. Por otro lado, la conciencia
respecto a la necesidad del autocuidado en salud mental comienza a extenderse
ampliamente en diversos ámbitos, sumando también a la Educación Superior. En esta
línea, la UAHC ha establecido una semana al semestre para -en el entendido que el
proceso de enseñanza-aprendizaje no se detiene-, hacer un pequeño giro que promueva,
tanto la consolidación de los aprendizajes, como la revisión de ajustes por parte de las/los
docentes.
Estas estrategias también juegan un papel crucial al permitir que los/as estudiantes se
conviertan en participantes activos en sus propias comunidades de aprendizaje. Los/as
estudiantes que tienen la oportunidad de ejercer voz, agencia y liderazgo en el diseño,
desarrollo y evaluación de su propio aprendizaje, tienen una mayor oportunidad de
convertirse en aprendices resilientes e independientes (Martínez-Fernández, 2007).
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Un buen punto de partida que se sugiere es evaluar la disposición de las/los estudiantes.
La presencia de actitudes, motivaciones y disposiciones específicas en un/a estudiante
permite:
Mejorar su capacidad de aprender.
Determinar su voluntad de perseverar y dar sentido al conocimiento y contenido
basados en disciplinas.
Determinar su voluntad de persistir en el desarrollo de habilidades y capacidades
que se experimentan como difíciles, elusivas o desafiantes.
Algunas de las estrategias más comunes utilizadas en el día a día en la enseñanza para
fomentar el aprendizaje y la interiorización de las estrategias metacognitivas son:
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retroalimentación de los aprendizajes, así como de estudio autónomo por parte de los y
las estudiantes.
Para reiterar, es preciso señalar que estas semanas NO deben entenderse como
vacaciones, sino más bien se trata de una pausa activa que permite contar con los tiempos
para acceder a los materiales de las distintas asignaturas y la apropiación de los
contenidos de estas.
Para hacer el mejor uso de estos momentos definidos por la Universidad, se sugiere a
docentes y estudiantes:
Convenir desde el inicio del curso las actividades que se realizarán en estos
tiempos de detención y que éstas sean comunicadas mediante Campus Virtual.
Si hubiese momentos de retroalimentación conjunta o alguna otra actividad que
implicara el uso de los tiempos conjuntos de estudiantes y profesores/as, respetar
el horario de clases programado para así no sobrepasar los horarios adecuados de
trabajo y estudio.
No desconectarse de las actividades académicas, sino que utilizar este tiempo para
fortalecer los aprendizajes y ponerse al día con aquello que esté pendiente.
Planificación de Asignatura
La Planificación es el último grado de concreción curricular, explicitando la interpretación
que el/la docente a cargo de la asignatura hace del Programa de Asignatura y la
organización temporal de la misma. Cabe destacar que este instrumento permite tener en
cuenta cuestiones contextuales coyunturales del proceso formativo que impactan en el
aprendizaje, y que el/a docente no debe desatender durante el desarrollo del semestre.
Debido a que el objetivo central de la planificación es organizar y secuenciar las
actividades del curso, incorpora como componentes el número de semana, la unidad de
aprendizaje, el contenido, los resultados de aprendizaje, las actividades con su respectiva
modalidad de trabajo, los recursos pedagógicos y el proceso evaluativo de la asignatura.
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A modo de síntesis, es en función de ambos instrumentos que se planifica la docencia. Por
una parte, de manera administrativa, resguardando la formalidad o trabajo académico de
gestión y, por otro lado, en términos pedagógicos, haciendo converger los resultados que
deseamos alcanzar con las estrategias adecuadas y la metodología de recopilación de
evidencias para la retroalimentación del proceso y de los aprendizajes.
Algunas otras ventajas del trabajo colaborativo entre docentes pueden ser:
Facilita la expresión de la creatividad. La lluvia de ideas grupal alienta a los/as
docentes a salir de sus zonas de confort compartiendo ideas, así como a ampliar
sus conocimientos y aprovechar las ideas de sus pares. Los/as docentes pueden
generar ideas únicas para sus planificaciones que nunca hubiesen pensado.
Proporciona una vía para el crecimiento profesional. Colaborando, los/as docentes
pueden obtener el apoyo de otros/as académicos/as que han adquirido dominio
sobre las habilidades que están tratando de desarrollar. Pueden observarse
unos/as a otros/as e informarse mientras buscan formas de mejorar su oficio.
Compartir las mejores prácticas y experiencias puede ser de crecimiento para el
grupo. La interacción, el diálogo, la retroalimentación y el intercambio de ideas
ayudan a los y las maestros/as a construir buenas relaciones de trabajo con sus
compañeros/as.
La colaboración entre docentes conduce a mejores resultados de los y las
estudiantes. No solo otros/as profesores/as sino también el estudiantado puede
beneficiarse de la colaboración entre profesores. Los y las maestros/as se vuelven
más efectivos cuando trabajan colaborativamente para mejorar sus
planificaciones, lo que puede traducirse no sólo en sesiones de clase más
atractivas, sino que más efectivas (Saka,O.A., 2021).
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Por otra parte, y en ámbitos bastante más prácticos, se alienta a la colaboración entre
docentes, en particular vinculada a las Semanas de Consolidación, de manera que los
equipos y comunidades planifiquen e implementen actividades en conjunto. Lo anterior
esperamos tenga consecuencias provechosas en la optimización de los tiempos de las/los
docentes, además de todas las ventajas ya señaladas. De igual forma, las/los estudiantes
percibirán de manera valiosa los alcances de nuestra institución, al observar a sus propios
docentes trabajar de manera conjunta para avanzar en el logro de sus aprendizajes.
Asimismo, y en el ánimo de mantener las puertas y los espacios de la universidad abiertas
y las actividades de aprendizaje extendiéndose por los patios y pasillos, se propone que
los lugares como talleres, salas de simulación, salas especiales no sólo permanezcan
abiertos y a disposición del estudiantado, sino que, en lo posible, formen parte de la
planificación de estas semanas de consolidación.
Igualmente se espera que los programas y carreras dispongan de 2 o 3 asignaturas
troncales en las cuáles se implemente una acción de consolidación, de manera que
varias/os docentes contribuyan a la ejecución de una actividad donde confluyan varios
resultados de aprendizaje. Por último, esta forma evitará la sobrecarga de actividades
tanto de las comunidades docentes, como de las/los estudiantes.
En ese contexto, el papel del/la docente en estas instancias debe ser el de mediador/a,
que promueva acciones de consolidación y la construcción de producto/s que de/n cuenta
de algunos aprendizajes adquiridos hasta el momento. Ello implica también, fijar un
momento coincidente con el horario de clases para estar disponible ante consultas del
estudiantado.
Es sustancial que las tareas que se asignen sean significativas y específicas, que además se
relacionen con las necesidades de formación de las y los estudiantes, así como con sus
intereses. Es bueno plantear esta semana, y en consecuencia esta actividad, como una
instancia para conocer los avances del estudiantado, lo que falta para llegar a la meta y
posibles caminos a seguir.
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Por otro lado, se sugiere organizar la planificación en tres momentos: (1) Preparación; (2)
Implementación; y (3) Retroalimentación.
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diferencias, o cualquier otra, las/los docentes deben fijar horario para encuentro
sincrónico, previamente informado. En este sentido se propone establecer un
tiempo -dentro del horario regular de clases- para atender consultas, dudas o
dificultades que pueda enfrentar el estudiantado de manera sincrónica; se
organizan grupos, que pueden ser citados por periodos breves de 5 a 10 minutos
para dar algunas orientaciones. Algunas de estas actividades pueden ser
entregadas en diversos formatos de documento, utilizando distintas plataformas
y/o recursos (Word, Power Point, Canva, Genially, Mindmeister), aunque también
se puede pedir a las y los estudiantes hacerlo por medio de grabaciones o cápsulas
videograbadas. Considerar asimismo la posibilidad que el curso retroalimente a
sus compañeras/os con el apoyo de una guía, escala de apreciación o rúbrica
diseñada para estos fines.
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individualmente suban su producto en modalidad borrador, y proponer al curso
que retroalimente el trabajo de alguno/a de sus compañeros/as. Es importante
que esta retroalimentación se haga en torno a los resultados de aprendizaje
propios de la unidad que se está trabajando, facilitando que los y las estudiantes
den sentido al trabajo realizado.
En los aspectos prácticos, se propone usar la plataforma TEAMS para reunirse con
el estudiantado (individual, grupal, curso) en un horario -previamente
comunicado- que corresponda a clases regulares y llevar adelante esta etapa de
manera sincrónica. También es posible utilizar un espacio de clases durante la
semana siguiente para realizar estas labores, en tanto ello sea pertinente.
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REFERENCIAS
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student does (3. ed., reprinted). McGraw-Hill [u.a.].
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