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UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

Carrera: CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES, SÁBADO, SAN JUAN SACATEPÉQUEZ, GUATEMALA


Código: 202 Curso: Sociología de Guatemala
Catedrática: Licda. Nancy Karina Bac Guat
Secciones: “A” y “C” Fecha: 02-04-2022

PERÍODO COLONIAL
La Época Colonial es un término que se refiere a la colonización del territorio
guatemalteco y de sus habitantes -indígenas- por representantes de los Reyes de España,
como parte de su proceso de Colonización en América. La colonización o la Época Colonial
por tanto va desde la Conquista de Guatemala en 1524 hasta la Independencia de
Guatemala en 1821.

El choque entre españoles y nativos en el siglo XVI, propició una nueva actitud en la
población indígena que mantuvo latentes tradiciones prehispánicas, las que hasta la fecha
le proporcionan un sentido de identidad colectiva y un lazo de unión muy sólido. Se
transformaron los conceptos de propiedad de la tierra, privatizándola fuertemente, pero
se mantuvo la tierra comunal. Se introdujo el ritual católico, aunque se conservaron
muchas practicas o creencias anteriores.

Se manifestó la dinámica entre dos categorías de agentes participantes del proceso de


transculturación: los indígenas y los españoles en su relación productora, social y política.
La formación de esta nueva sociedad constituyó un proceso largo caracterizado por un
movimiento entre los hispánicos y lo indígena durante los siglos XVI y XVII hasta lograr una
nueva clase de cultura producto del mestizaje. Esta posición intermedia le permitió
conservar los rasgos indígenas a la vez que recibía la influencia española. Al mezclarse
ambos, se logró una sociedad representativa de la conquista espiritual y cultural que
mantiene fuertes rasgos indígenas, característicos de la realidad nacional.
Fundación de la Ciudad de Guatemala
Fundación de los poblados

A medida que sometían el territorio centroamericano, fueron los conquistadores


fundando los pueblos que servirían de centro a sus gobiernos. Estos pueblos se construían
alrededor de una plaza a cuyos lados se levantaban la iglesia, el palacio del Ayuntamiento
y la casa del gobernador.

El lugar escogido para un poblado debía tener cerca fuentes de agua potable, campos
para cultivo y pastoreo de ganados y reducciones de indígenas.

Las reducciones de indígenas

Las reducciones eran poblados que se formaban reuniendo varias tribus de indígenas
en un sitio. Sirvieron para cristianizar a los indígenas y además facilitaban su control para
cobrar el tributo que estos debían pagar a las autoridades coloniales. En las reducciones
había siempre un cura doctrinero.

Fundación de Guatemala

La principal ciudad de Centroamérica fue Guatemala. La fundó Alvarado al volver de su


accidentado viaje por tierras guatemaltecas y salvadoreñas. Escogió para este fin del sitio
que ocupaba Iximché, la capital de los indígenas cakchiqueles o guatemaltecos y allí con
toda clase de ceremonias fundó la ciudad de Santiago de Guatemala, el día 27 de julio de
1524.

La primera municipalidad la forma Diego de Porras y Baltasar de Mendoza como


alcaldes, y Pedro Portocarrero, Hernán Carrillo, Juan Pérez Dardón y Domingo Zubarreta,
como regidores.

Traslado de la ciudad a Almolonga

No estuvo mucho tiempo la ciudad en su lugar primitivo, pues los cakchiqueles se


sublevaron y su cercanía hacía difícil la vida de los vecinos. Buscaron entonces otro lugar
más apropiado y el 22 de noviembre de 1527 la asentaron en el valle de Almolonga, en las
faldas del volcán de agua.

El traslado lo llevó a cabo don Jorge de Alvarado, hermano de Don Pedro quien por
entonces se encontraba en España.
Destrucción de Almolonga

Quince años más tarde (el 11 de septiembre de 1541), esta ciudad fue destruida
por una corriente de agua que bajó del cercano volcán. En esta catástrofe murió doña
Beatriz de la Cueva, La sin Ventura, viuda de don Pedro de Alvarado.

Traslado a Panchoy

Asustados los colones por tan tremendo acontecimiento no quisieron permanecer


más tiempo morando a las faldas del vecino tan poco grato y se dieron a buscar sitio más
apropiado. Escogieron esta vez el valle de Panchoy, en donde el obispo Francisco
Marroquín y don Francisco de la Cueva la asentaron definitivamente el 16 de marzo de
1543. Esta nueva ciudad, que ahora se llama Antigua Guatemala, llegó a ser en su tiempo
la más bella de América. Aquí residió por dos siglos y medio la capital de la Capitanía
General de Guatemala, hasta el año de 1773 en que fue destruida por los terremotos de
Santa Marta. Sus ruinas nos muestran todavía las bellezas de sus templos, conventos y
palacios.

Los temblores son fenómenos son fenómenos naturales de la región, pero en el siglo
XVIII los de mayor intensidad se produjeron en 1717, 1751 y 1773. El 29 de julio de este
último año día de Santa Marta, alrededor de las tres de la tarde, hubo un terremoto de
regular intensidad que obligó a los vecinos de la capital del reino a salir, minutos después
se produjo otro sismo más fuerte que arruinó los templos y las casas.

El pánico se apoderó de los pobladores y sobre todo del presidente y capitán General,
Martín de Mayorga, quien recién había llegado a la ciudad y no estaba acostumbrado a
tales movimientos de tierra.

La ciudad se quedó sin agua y aislada de los pueblos vecinos y surgió, como en
anteriores ocasiones semejantes, la idea de edificarla en otro sitio. El traslado se efectuó
después de muchas vicisitudes, al Valle de la Ermita, llamada también de la Culebra, de las
Vacas y de la Virgen. Aquí se asentó oficialmente la Nueva Guatemala de la Asunción, en
enero de 1776.

Sociedad Colonial
La estructura social estaba dominada por el grupo indígena, aunque Gibson observa
que las zonas caracterizadas por la presencia aborigen tenían también la población más
numerosa de no indígenas y que la mezcla étnica era mayor en la ciudad y en los pueblos
o haciendas más grandes que en las pequeñas y en el campo. Por otra parte, parece claro
que entre todos los cambios sociales que se suscitaron durante el periodo colonial, el más
importante fue el avance del mestizaje, que se observa particularmente en el siglo XVIII y
que alcanzo grandes proporciones, tanto en su número como en su complejidad. Esta
situación produjo una verticalidad y jerarquización de la sociedad colonial, pues el grupo
español y criollo aristocrático estableció una drástica diferencia en relación con los otros
grupos, que para entonces también habían crecido y su presión era mayor que en los
primeros tiempos de la vida colonial. La proporción de sangre “blanca” que tenía una
persona determinada.

Los españoles peninsulares ocupaban la cúspide de la pirámide social; en su mayoría, se


concentraron en los centros urbanos. Mucho de ellos llegaban como parte del sequito de
los virreyes para ocupar los altos cargos, para habilitarse en la ganadería, agricultura,
comercio y la minería. Otros integrantes de la elite blanca eran los criollos; es decir los
españoles nacidos en América. Durante el siglo XVII adquirieron una conciencia de grupo y
eran despreciados cuando pretendían ocupar un cargo alto. La población indígena
constituía el sector mayoritario durante el siglo XVII; su composición era compleja y
heterogénea, pues había múltiples etnias, lenguajes y costumbres. A pesar que la corona
llevo una política a su favor los alcaldes y corregidores abusaron de ellos y los explotaron.
El grupo de los mestizos creció y adquirió importancia durante el siglo XVII. Este grupo
trato de incorporarse, ya sea a los españoles o a los indígenas con el fin de obtener su
aceptación social, así como oportunidades economías y culturales. España favoreció el
tráfico de negros hacia América hispana, que llegaban en calidad de esclavos para realizar
las tareas más pesadas en las minas, haciendas e ingenios, o bien, de criados en los
centros urbanos, y ya para el siglo XVII la población negra era muy numeroso.

Organización Política
Centralización del poder:
El poder supremo del imperio español estaba centralizado en la Corona, es decir, en la
figura del Rey (tenía poderes de mando ilimitado). Debido a las enormes distancias entre
las colonias y España, el Rey para gobernar a América tuvo que delegar poderes y
funciones en oficiales. Todo subalterno que ocupara una posición en el gobierno colonial
debía obediencia y lealtad al Rey. El jefe supremo era el Rey, omnímodo y absoluto,
inapelable en sus decisiones. Nombraba sus ministros, a los gobernantes de las colonias, a
los funcionarios de justicia, a los ministros de la religión, a los jefes de las armadas y a los
del ejército, funcionarios todos amovibles a su voluntad.
El consejo de Indias:
Era un tribunal que tenía la administración de todos los asuntos civiles, militares,
eclesiásticos y mercantiles en los dominios españoles de ultramar. Lo formaba una junta
de individuos que habían desempeñado altas funciones en el gobierno; servía de
intermediario entre el monarca y las autoridades superiores coloniales y la era potestativo
el proponer los candidatos para los empleos. Las leyes que expedía previa aprobación de
las dos terceras partes de los miembros de la junta, se publicaban en nombre del Rey.

El Virrey
Los gobernantes de esta época se llamaban virreyes, pues representaban en la Nueva
España la autoridad del Rey español. Es decir, durante la época colonial los virreyes eran
representantes de los reyes que vivían en España y que les permitían gobernar la Nueva
España en su nombre.

La autoridad del virrey solo era limitada por la Real Audiencia. El gobierno colonial era
compartido por los virreyes por la Audiencia. La Audiencia era un grupo de personas que
se reunían para discutir asuntos de gobierno y que vigilaban que el virrey gobernara
respetando las instrucciones del rey de España. Había alcaldes y corregidores, asi como
ayuntamientos en las ciudades. La iglesia y los obispos eran tan importantes que hasta
hubo algunos que fueron virreyes. Entre las responsabilidades administrativas de los
virreyes estaban:

• La imposición y recolección de impuestos para enviarlos a España.


• La construcción y mantenimiento de las obras públicas.
• Velar por el orden público.
• Organizar la defensa contra las rebeliones internas o ataques desde el
exterior por los enemigos de España.

Corregimientos
El corregidor fue el “brazo del gobierno” en cada una de las provincias en la que se
estableció y el encargado de hacer cumplir la ley de los más recónditos lugares.

• El corregidor era nombrado directamente por el rey y estaba en el cargo tres o


cinco años.
• Entre sus múltiples obligaciones se encontraba el recorrido por las provincias de su
corregimiento; la vigila de su recaudación de tributo; la conservación y reparación
de caminos y tambos ubicados a lo largo de los principales caminos dentro de su
corregimiento.
• El corregidor administraba justicia entre españoles y los indígenas, pero como
siempre primera instancia.
• Organizaba el registro personal de indígenas y velaba por que vivieran en las zonas
designadas.
• Del corregidor dependía el enviar a los indígenas a las minas.
• Se encargaba de la instrucción y evangelización de los indígenas y sabia protegerlos
de los abusos de los españoles.
• Sin embargo, muchas veces cobraban doble tributo o le imponían al reparto de
mercancías, por lo que los indígenas debían pagar cuantiosas sumas de dinero.

Cabildos
Unidad básica de gobierno, era un consejo compuesto por los vecinos de la
municipalidad.

• Promovía y administraba las obras de construcción y de abastos en el municipio.


• Velaba porque no se cometieran fraude en los mercados.
• Regulaban lo relacionado a la vida de la comunidad.

Organización de la Capitanía General de Guatemala


La audiencia de los confines
En los primeros años de la Colonia el territorio de Centroamérica estuvo dividido en
varias provincias independientes entre sí. Los gobernadores de cada uno de ellas eran por
lo general los primeros conquistadores, que se creían con derecho para ser despóticos y
crueles con los indígenas a los que esclavizaban y hacían trabajar despiadadamente.

Hacia 1542 la Corona española promulgó las llamadas Ordenanzas de Barcelona o


Nuevas Leyes que establecían, entre otras muchas cosas, la creación de reales audiencias.
Se creó entonces la Audiencia de los Confines bajo cuyo gobierno se reunieron todas las
provincias comprendidas entre el istmo de Tehuantepec y el istmo de Darién.

El primer presidente de ella fue el licenciado Alonso de Maldonado que la abrió en


Gracias, Honduras el 16 de mayo de 1543.
El presidente Cerrato
La Audiencia de los Confines enfrentó el problema de aplicar las Nuevas leyes, muchas
de cuyas disposiciones eran de protección al indígena. El licenciado Maldonado no se
atrevió a aplicarlas en su totalidad, lo cual le trajo la malquerencia de Fray Bartolomé de
las Casas, quien logró en España que lo sustituyeran por el licenciado Alonso López
Cerrato.

López Cerrato es una de las figuras más nobles de aquellos años. Las Casas lo había
conocido en Santo Domingo y lo tenía por justo, recto y bien intencionado para con los
naturales. Y el nuevo presidente de la Audiencia no defraudó al defensor de los indígenas.
En cuanto llegó a Gracias y tomó posesión de su cargo, comenzó a poner en todo su vigor
las ordenanzas famosas: declaró libres a la mayor parte de los esclavos naturales, redujo
las encomiendas de indígenas que se repartían entre los españoles, rebajó los impuestos.
Entre otras de las disposiciones que tomó para mejorar su gobierno, se cuenta la de haber
trasladado la Audiencia a Guatemala (1549).

Cerrato murió en Guatemala en 1554, fue muy querido por los indígenas.

Supresión de la Audiencia de los Confines:


El último presidente de está primera Audiencia de Guatemala fue Juan Nuñez de
Landecho. Sus malos manejos de los fondos reales y su injusticia llegaron a oídos del rey
Felipe II, quien mandó de España al licenciado Francisco Briceño con órdenes de trasladar
la Audiencia a Panamá. Los territorios de Guatemala, Chiapas, El Salvador, Honduras y
Yucatán fueron agregados al virreinato de la Nueva España desde el año de 1564 hasta
1568 en que se creó la nueva Audiencia de Guatemala.

Territorio de la nueva Audiencia:


El primer presidente de la nueva Audiencia fue el doctor don Antonio González. Este
tenía jurisdicción sobre todo el territorio que heredó Guatemala en 1821, es decir el
Estado mexicano de Chiapas, parte del de Tabasco, Belice y las cinco repúblicas
centroamericanas.
Autoridades Coloniales
El capitán general:

Centroamérica se llamó durante la Colonia. Capitanía General de Guatemala o reino de


Guatemala. La más alta autoridad era el capitán general, que tenía además los títulos de
presidente de Audiencia, gobernador y vice patrón real.

La Audiencia:

La Real Audiencia y Cancillería era un tribunal de justicia en el cual se ventilaban todos


los asuntos judiciales. La Audiencia estaba formada por el presidente, los oidores o jueces
y los fiscales.

Real Acuerdo:

Cuando había negocios de mucha importancia, como levantar tropas para la defecnsa
del Reino, trasladar una ciudad a otro sitio o interpretar las leyes emitidas en España, se
reunía el Real Acuerdo que se integraba con miembros de la Audiencia, el capitán general,
los oficiales reales y las autoridades eclesiásticas. Las disposiciones que tomaba el Real
Acuerdo no podían ser contravenidas por el capitán general.

Real Hacienda:

La administración de los fondos del Tesoro Real estaba encomendada a los oficiales
reales que integraban la Real Hacienda. La Real Hacienda arreglaba los presupuestos,
pagaba los sueldos, administraba las rentas y el Tesoro Real de la colonia. Había agentes
en todas las ciudades importantes.

Ayuntamientos:

Las ciudades y villas principales tenían su gobierno municipal llamado Ayuntamiento.


Un Ayuntamiento estaba formado por dos alcaldes ordinarios, varios regidores (el número
de éstos variaba de una ciudad a otra), un sindicato procurador y un abogado de la ciudad.
Estos eran los miembros principales, pero había además varios empleados de menor
importancia, tales como el escribano o secretario, el alguacil, el fiel de mercados y otros.
El ayuntamiento representaba los intereses del pueblo en el gobierno colonial. Sus
funciones eran múltiples: Fundaba escuelas, velaba por la salubridad de las ciudades,
tasaba el precio de los alimentos, vigilaba las siembras para que nunca hubiera escasez de
productos.

Funcionarios rurales:

Las autoridades de las villas y ciudades tenían a sus órdenes a varios funcionarios de
menor importancia. Estos eran los jueces menores que tenían a su cargo el control de las
siembras, castigaban la vagancia entre los indígenas, llevaban el registro de los fierros con
que se marcaban los ganados, conocían los pleitos por daños y perjuicios ocasionados por
los ganados en las siembras, daban fe en la compraventa de ganado, actuaban como
funcionarios rurales en todos aquellos asuntos de los pequeños agricultores e indígenas.

Policía:

Hubo en la Colonia una especie de policía rural llamada alcaldes de la Santa


Hermandad, cuyo jefe que tenía atribuciones de juez, mandaba los corchetes que
vigilaban los caminos para evitar los robos y demás crímenes.

En las ciudades no había una policía organizada. En su lugar existían los serenos que
recorrían las ciudades de noche, solos o en pequeñas patrullas.

Ejército:

El gobierno colonial nunca tuvo un ejército fuerte, pese a que las ciudades costeras
vivían amenazadas por los piratas ingleses, franceses y holandeses que las asaltaban y
atacaban los barcos que conducían mercancías entre España y sus colonias.

Para hacer frente al asalto de los piratas se construyeron fuertes o castillos en lugares
estratégicos. Los principales fueron el de San Felipe, el de Omoa y San Carlos.

Para mantener sometidos a los indígenas había pequeñas milicias en las alcaldías
mayores y corregimientos.
La Economía Colonial
Agricultura y Minería
La riqueza guatemalteca ha sido siempre la agricultura. Los españoles fomentaron la
minería con la esperanza de enriquecerse más fácilmente, pero como en nuestro suelo no
abundaba el oro ni la plata como en otras colonias españolas, tuvieron que explotar la
tierra. Los cultivos principales fueron el cacao, el añil, o jiquilite, el tabaco y en los últimos
tiempos, la grana o cochinilla. Estos eran los productos de exportación, pero además
cultivaban para consumo de la colonia de maíz, el frijol, el algodón, la caña de azúcar, las
hortalizas y las frutas.

Ganadería
Los indígenas prehispánicos no conocieran ninguna clase de ganado. Los españoles
trajeron las razas vacunas, la caballar, la mular y lanar, especies que todas que pronto se
aclimataron en nuestras tierras y se produjeron en abundancia.

Honduras y Nicaragua fueron las provincias en donde la crianza de ganado fue mayor.
En los climas fríos de Guatemala se criaron los rebaños de ganado lanar que daban
material para las industrias de telas que todavía se conservan en el occidente del país.

Industrias
Las primitivas industrias fueron los obrajes. Había obrajes de telas en los cuales los
indígenas fabricaban sus mantas y géneros para vestidos que vendían al resto de la
población. Había ingenios para la elaboración de azúcar y panela; talleres de carpintería
para la fabricación de muebles, etc.

Los obrajes de añil fueron de los mas importantes, pues el añil era un producto muy
solicitado en Europa y en las demás colonias americanas. El añil se extraía de la ojas del
jiquilite y se empleaba para teñir telas.

Otra industria que tuvo mucha importancia fue la platería.

Los Gremios
Los obreros que trabajaban en los obrajes y talleres se hallaban organizados en
gremios. Había maestros, oficiales y aprendices de cada oficio. Para ser maestro en
cualquier oficio, tenía antes que haber pasado por los grados anteriores sosteniendo los
exámenes de rigor.
Los gremios principales eran: plateros, herreros, calceteros, zapateros, sastres,
albañiles, canteros, coheteros y carpinteros.

Comercio
España mantuvo un monopolio comercial sobre sus colonias. El reino de Guatemala
solo podía vender sus productos a la madre patria y a ella únicamente podía comprarle los
artículos que necesitaba. En algunos casos, sin embargo, fue permitido comerciar con las
otras colonias, sobre todo con Perú y con México.

Los artículos de exportación más importantes fueron el añil y el cacao.

El comercio se hacía por mar y por tierra. Por mar, en barcos de cabotaje que iban de
puerto en puerto sin alejarse mucho de las costas, por temor a los piratas. El comercio con
España se hacía por medio de una flota que dos veces al año llegaba al puerto de
Veracruz, en México.

El comercio por tierra lo hacían los arrieros que con sus carretas y recuas recorrían los
pocos malos caminos. Los indígenas siguieron cargando ellos mismos sus productos para
llevarlos al mercado en donde se los compraban.

Los Impuestos
La economía colonial tuvo como peor enemigo la gran cantidad de impuestos que se
ponían al comercio y a los productores. Los fondos obtenidos por este medio se
destinaban a pagar los empleados, a sostener las flotas y castillos que defendían a la
colonia de los piratas, y para enviarlos a España, en donde el rey siempre estaba
necesitado de dineros para los gastos de su corte y de sus negocios europeos.

Los principales impuestos eran: la alcabala, que se pagaba por la venta de cualquier
producto u objeto; la alcabala de Barlovento, impuesto de aduana que se pagaba por
producto que pasaba por los puertos del Reino; el almojarifazgo, impuesto de aduana que
se pagaba en los puertos de España por todo producto que venía de América; el diezmo,
diez por ciento que pagaban los hacendados sobre toda clase de productos y que estaba
destinado a la iglesia; y muchos otros.

Los impuestos encarecían la viada en las colonias; un producto venido de Europa con
todos estos gravámenes, más el enorme costo del transporte, resultaba muy caro.
El Tributo
Los indígenas tenían un impuesto aparte: el tributo. Este consistía en la suma de dos
pesos al año que pagaban todos los indígenas adultos, varones y las mujeres solteras. El
pago se podía hacer en dinero o en especies.

El tributo fue la renta más fuerte que recibía la Corna española y una de las injusticias
más grandes que soportaron los indígenas, pues muchas veces lo hacían trabajar a la
fuerza a cambio del tributo. A fines de la época colonial, los reales tributos provocaron un
levantamiento de indígenas en el occidente de Guatemala.

La Moneda
Los españoles impusieron su sistema monetario en las colonias. Este sistema se
basaba en el real. Cuatro reales hacia un tostón, 2 tostones hacían un peso. En los
primeros años, por falta de moneda los españoles tuvieron que valerse de plata u oro
laminando para sus transacciones (macacos).

En Guatemala se fundó la Casa de Moneda en el año 1773. Antes corría aquí la


moneda que se acuñaba en España, México y el Perú.

Los Puertos
Para el comercio de cabotaje se habilitaron varios puertos en las dilatadas costas del
Reino. Los más importantes estaban situados en lugares de fácil defensa contra los piratas
y corsarios. Como los barcos de entonces eran pequeños podían entrar en los grandes ríos
con facilidad; y asi los ríos San Juan, de Nicaragua; Dulce y Motagua, de Guatemala y
fueron vías de comunicación muy utilizadas.

En el lago de Izabal estaban los puertos de Izabal y San Felipe; en la Bahía de


Amatique, el de Santo Tomás; en la costa hondureña los de Omoa, Puerto Caballos y
Trujillo; en la desembocadura del Río San Juan, el de San Juan; en Costa Rica, el de Matina.
En el lago de Nicaragua los más importantes eran los de Granada y San Carlos.

Todos los anteriores ponían en comunicación el Reino por medio del océano Atlántico.
En las Costas del Pacífico estaban los puertos de Iztapa, Salto de Agua, Acajutla, Realejo y
Calderas.

El reino de Guatemala tenía marina mercante hasta navíos de guerra para proteger sus
costas.
Los Piratas:
Las guerras que España mantuvo con Francia, Inglaterra y Holanda arrojaron a nuestras
costas multitud de piratas y corsarios que se dedicaban a saltar los barcos de bandera
española y atacar las ciudades costeras. Hubo corsarios de mérito que fueron grandes
navegantes como sir Francis Drake, pero otros, la mayoría eran bandidos del mar que
asolaban los mares y las costas. Uno de los más sanguinarios fue Henry Morgan.

Los piratas hacían más difícil el comercio interoceánico de las colonias españolas y
obligaban a la madre patria a proteger sus barcos mercantes haciéndolos navegar yendo
acompañados por barcos de guerra.

Contrabando
Como España no permitía que otros países europeos comerciaran con sus colonias,
estas decidieron hacerlo de contrabando. Los mismos piratas fueron cambiando sus
actividades y de ladrones de los mares se fueron convirtiendo en contrabandistas,
profesión que les dejaba muchas utilidades con menos peligro.

Inglaterra se había apoderado de varias islas del mar de las Antillas, entre ellas Jamaica,
que fue el centro principal de los contrabandistas.

El contrabando fue bien visto por los colonos, porque por este medio les era más fácil
obtener a precios bajos artículos que con los numerosos impuestos compraban por la vía
normal a precios altísimo.

La iglesia en la Época Colonial


Primera parroquia de Guatemala:

El primer párroco de la Iglesia de Guatemala fuel el Padre Juan Godínez quien llegó a
nuestro país a fines de 1527 cuando la ciudad de Santiago fue trasladada al valle de
Almolonga. Pedro de Alvarado no trajo con él a ningún sacerdote y tal vez por eso fue tan
cruel con los indígenas, ya que generalmente los sacerdotes servían de moderadores de la
conducta de los conquistadores. En los libros de registro de la iglesia del Padre Godínez se
anotaron los primeros bautismos, defunciones y nacimientos coloniales.
Los primeros obispados de Centroamérica:

Un Obispado es una provincia eclesiástica que tiene como jefe a un obispo. El primer
Obispado de Centroamérica fuel el de Nicaragua. Se creó en 1531 y fue su primer obispo
fray Antonio de Valdivieso, un gran defensor de los indios a quien asesinaron los mismos
españoles en una rebelión que se conoce con el nombre de La conspiración de los
Contreras. El Obispado de Nicaragua tenía su catedral en León. Comprendía también a
Costa Rica.

El segundo Obispado de Centroamérica fuel el de Guatemala:

El tercero se creó en 1538. Fue el Obispado de Chiapas que tuvo como primer
dignatario a fray Bartolomé de las Casas. Tenía su catedral en Ciudad Real.

En 1539 se creó el Obispado de Honduras con su catedral primero en Trujillo y después


en Comayagua. En 1559 se fundó el Obispado de Verapaz (suprimido en 1608, fue creado
de nuevo recientemente).

Creación del Arzobispado de Guatemala:

Los obispados que nombramos anteriormente dependían de los arzobispados de


México, Santo Domingo y Perú, es decir que no había unidad de gobierno eclesiástico en
la Capitanía General de Guatemala.

Así estuvieron las cosas hasta el año de 1743 en que se elevó a la dignidad de
Arzobispado el Obispado de Guatemala. La iglesia catedral de Guatemala se convirtió en
Catedral metropolitana y de ella dependieron todos los obispados de Centroamérica hasta
después de la Independencia.

El primer arzobispo de la Capitanía General de Guatemala fue fray Pedro Pardo


Figueroa.

Privilegios de la iglesia:

Durante la época colonial no hubo libertad de cultos. La religión católica era al única
que podían practicar los habitantes. El arzobispo, los obispos y el clero en general, recibían
fondos del Estado para la elección de iglesias, para el mantenimiento de misiones de
catequización en todos los pueblos y para los hospitales y escuelas que estaban bajo su
cuidado.
La iglesia castigaba toda falta cometida contra la fe cristiana y prohibía la entrada de
libros que consideraba peligrosos. En Guatemala había un comisario del Santo Oficio o
Inquisición que se encargaba de mandar al Tribunal del Santo Oficio que residía en
México, a todos los reos acusados de faltas contra la fe. Los indígenas no podían ser
castigados por la Inquisición.

Importancia de la iglesia:

El clero desempeñó un gran papel durante la colonia. Fue el que se encargó de impartir
enseñanza en las escuelas, colegios y universidades. Fueron además defensores de los
indígenas. Las ordenes de religiosos, sobre todo dominicos y franciscanos, ayudaron con
su paciencia y su piedad a la pacificación y conversión de los aborígenes más que la
crueldad y la avaricia de los soldados y encomenderos.

La cultura en la Colonia
Educación pública:

La educación pública estuvo durante la Colonia dirigida por la iglesia. Los curas
doctrineros y los frailes de las diferentes corporaciones religiosas eran los encargados de
las escuelas de indígenas, de primeras letras, seminarios, colegios y universidades. Los
métodos de enseñanza eran muy deficientes. El analfabetismo mayor que ahora. Los
mulatos y los negros apenas podían aprender los rudimentos de la doctrina cristiana y
muy pocas veces a leer y escribir.

Las primeras escuelas:

El obispo Francisco Marroquín fundó la primera escuela de primeras letras en


Guatemala. A ella sólo podían asistir los hijos de españoles.

Los misioneros religiosos por su parte creaban escuelas para indígenas en sus misiones.
En estas se les enseñaba a los naturales la doctrina cristiana, primeras letras, rudimentos
de agricultura y pequeñas industrias. Los misioneros aprendían idiomas indígenas para
que se les facilitara su labor. A eso se debe que los indígenas no hayan perdido sus
dialectos.
Enseñanza superior:

Además de las escuelas de primeras letras, funcionaban los colegios conventuales para
la preparación de los clérigos. El primero abrió sus clases en 1529, anexo al convento de
los dominicos. Los más importantes fueron los de Santo Tomás y San Francisco de Borja
que podían otorgar títulos de bachilleres, maestros y licenciados a los no religiosos.

La catedral tenía anexo un seminario para la preparación de sacerdotes.

La Universidad:

La actual Universidad de San Carlos de Guatemala fue creada durante el régimen


colonial, por real cédula de 1676 y comenzó a funcionar en enero de 1681. Los maestros
que enseñaban eran jesuitas, dominicos y franciscanos. Se otorgaban títulos de licenciado
y doctor en teología, leyes y medicina.

La Universidad con todo y sus métodos defectuosos, sus planes de estudios y sistemas
de enseñanza, señaló un gran progreso en a cultura colonial. De ella salieron grandes
hombres de la Colonia y próceres de la Independencia.

La imprenta:

La cultura de un país no puede ser completa si faltan los medios de divulgar las ideas.
De aquí la gran importancia que tiene la instalación de la primera imprenta en el Reino de
Guatemala.

En 1660 el obispo de Guatemala fray Payo Enríquez de Rivera hizo venir la primera
imprenta y el primer impresor. Este fue Don José de Pineda Ibarra. Después de esta se
instalaron otras más, pero todas se dedicaban preferentemente a publicar libros y hojas
de carácter religioso. No había libertad de expresar los pensamientos por escrito y todo lo
que se publicaba debía pasar antes por la censura eclesiástica.

El primer periódico:

A fines de noviembre de 1729 se comenzó a publicar la Gaceta de Goathemala, primer


periódico de nuestra patria. Era un periódico mensual, de cuatro páginas, que daba
noticias de la época y las festividades religiosas.

A fines de la época colonial cambió un poco y en ella escribieron personajes de gran


talento que honran nuestra cultura. Eran ellos J. Antonio de Liendo y Goicoechea, Simón
Bergaño y Villegas, José Valle, Pedro Molina y otros.
Las Artes Coloniales
Carácter de las artes coloniales:

La época colonial se caracteriza por la gran influencia que tuvo la idea religiosa, sobre
todas las manifestaciones de la vida y las bellas artes tenían por consiguiente que
manifestarse dentro de este molde. La arquitectura, la pintura y la escultura estuvieron
siempre al servicio de la religión.

La literatura misma no podía manifestarse libremente pues la imprenta, su vehículo


natural estaba controlada. El teatro estuvo reducido a las loas y a los bailes de moros y a
uno que otro juguete cómico.

La arquitectura:

La arquitectura fue entre las artes la que tuvo una mayor y más vigorosa expresión,
cosa natural en un país en donde todo se estaba haciendo. Las ruinas de las iglesias y
conventos de la Antigua y las majestuosas iglesias y catedrales de todas las capitales de
Centroamérica, son una muestra de la pujanza de este arte. Casi puede decirse que no hay
lugar del Istmo en donde no quede recuerdo arquitectónico de la colonia.

La arquitectura colonial es de origen español en su esencia y realización, pero el


indígena también puso en ella su propia inspiración. No hay que olvidar que ellos habían
sido también grandes arquitectos como lo muestran las ruinas de sus milenarias ciudades.
Los españoles les enseñaron la técnica del arte y de la bóveda, que no conocían, pero ellos
siguieron siendo como en tiempos prehispánicos, la mano de obrar, los albañiles.

Escultura y pintura:

La escultura tampoco era un arte desconocido para el indígena y fueron ellos con los
mestizos y los mulatos, los que se dedicaron a construir las imágenes de los múltiples
templos del país. Había también escultores blancos, desde luego y estos fueron de mayor
inspiración. Los más famosos son: Quirio Cataño, autor del Cristo de Esquipulas y del
Cristo del Perdón (de la iglesia de San José, Antigua), Alonso de Paz y Evaristo Zúñiga.

La escultura estuvo reducida a la imaginería religiosa y algo parecido pasó con la


pintura. La inspiración de los artistas estaba restringida a temas de la Biblia y de la vida de
los santos y no podían dar a sus facultades creadoras toda la libertad necesaria para que el
arte se manifestar en toda su pujanza.
Rafael Landívar:

Al hablar de los cronistas anotamos algunos nombres famosos en la historia de


nuestras letras. No fueron los únicos hubo también poetas y prosistas de mérito entre los
que se destaca el padre jesuita. Rafael Landívar.

Nació este poeta en la Antigua el 27 de octubre de 1731, se hizo jesuita,


distinguiéndose pronto por su dominio de latín, lengua en la que se escribió su obra más
famosa “Rusticatio mexicana” en la cual describe escenas de la vida del campo y la
naturaleza americana. Landívar fue probablemente el más alto poeta latinista de América.
Murió en Boloña, Italia, a donde fue a vivir al ser expulsado de Guatemala, por Carlos III.

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