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Pontificia Universidad Javeriana

Taller de medios y formas


Angélica María Chavarría López
Federico López Vidal

Edda: sentimentalismo amoroso desde una perspectiva femenina

- Pues Edda está actualmente en Nueva York, y si usted quiere


conocerla…
- ¿Que si quiero conocerla?... Ahora mismo me dice usted dónde vive,
cómo se llama, y mañana sin falta la visito! Me la voy a comer a
besos!
- Pues empiece usted, señora … Edda soy yo!” (Rafael Pombo citado
por Héctor H. Orjuela en Edda la bogotana. Biografia de Rafael
Pombo, P. 5)

La pobre Viejecita (1855) o Rin rin renacuajo (1855) son poemas que han perdurado en
nuestra memoria. Es común encontrar diferentes textos investigativos que trabajan la obra
infantil de Rafael Pombo, la cual ha sido usada como una herramienta pedagógica en las
distintas instituciones educativas, sin embargo, existen muy pocas investigaciones sobre la
obra poética no infantil del autor. Lo anterior fue lo que hizo que surgiera un interés de
nuestra parte sobre estos escritos los cuales, en muchos casos y como sucede con Edda, están
firmados con seudónimos.

Este trabajo tiene como objetivo abordar el poema Mi amor (1853), escrito por Rafael Pombo
bajo el seudónimo de Edda, desde la biografía y la manera en que dentro del poema se puede
vislumbrar algunas facetas del autor. Es importante mencionar que durante el desarrollo del
trabajo se explicaran algunos temas como el travestismo literario, el romanticismo, y la
reivindicación de la mujer por medio del uso de seudónimos y la producción poética.

El travestismo literario de Pombo en Edda y su impacto


La pregunta por el «género» (o sexo) difuso en la literatura y la cultura resulta interesante.
Víctor Pueyo Zoco aborda en su libro «Cuerpos plegables. Anatomías de la excepción en
España y América latina (siglos XVI - XVIII)» de qué modo las leyes, tanto sociales como
penales, se han visto condicionadas por los cuerpos bixesuados (capítulo 3)1. Y aunque Pueyo

1
«Cuando Quevedo maldice en su España defendida la manera en que los hombres asumen “las galas” de las
mujeres, deplora de manera muy explícita que esta afición al travestismo torne borrosas las fronteras entre
ambos: “Al fin hacen dudoso el sexo, lo cual ha dado ocasión a nuevas pragmáticas, por haber introducido
Zoco aborda este tema en un contexto completamente distinto al de Pombo, estas «anatomías
de la excepción» y su operación sobre la sociedad y la ley siguen presentes aún hoy y,
evidentemente, lo estaba en los tiempos del poeta colombiano.
Pueyo Zoco en su libro ya mencionado hace un análisis de la amada de Don Quijote:
Dulcinea. El autor afirma:
Esta metamorfosis (de la mujer viril y rozagante a dama imaginada) es un efecto de la misma
ley que produce a Don Quijote. No en vano, Alonso Quijano se podía convertir en don
Quijote a través y sólo a través de la aceptación y el cumplimiento de las reglas que le
imponía su vasallaje amoroso con respecto a Dulcinea. (Víctor Pueyo Zoco Cuerpos
plegables. Anatomías de la excepción en españa y américa latina (siglos XVI - XVIII) p. 139)

La transformación de Pombo en Edda opera de manera similar. En efecto, es por su


transformación, por su travestismo que Pombo logra crear esta heroína, considerada por
algunos, precursora del feminismo. Hector Orjuela afirma:
Edda se convirtió en poco tiempo en la heroína favorita de las mujeres latinoamericanas.
Ninguna “poetisa” se había atrevido hasta entonces a descubrir su corazón tan abiertamente y
a poner su amor por encima de toda conveniencia social. El grito nuevo de rebeldía femenina,
lanzado por el travieso vate colombiano, tuvo amplio eco en Hispanoamérica y marcó un
momento de significación en la poesía amorosa en el continente (Héctor H. Orjuela Edda la
bogotana. Biografía de Rafael Pombo p. 47 - 48)

Es por esta transformación, este travestismo literario, esta fundición de Pombo en Edda2 que
el poeta logra cumplir su cometido: expresar su sentimentalismo amoroso y al mismo tiempo
lograr una reivindicación del lugar de la mujer en la sociedad. Hector Orjuela afirma:
Pombo se escuda bajo su nombre [el de Edda] por capricho, pero también para poder expresar
con más libertad sentimientos que se escapaban a raudales. Su mistificación no importaba
pues el fin era uno solo: cantar el amor imposible, profundo y apasionado de que hubiera
querido ser objeto, a la vez que idealizar a la mujer como ser efectivo (Héctor H. Orjuela
Edda la bogotana. Biografia de Rafael Pombo p. 50)3

Esta idealización de la mujer que menciona Orjuela es también reflejo del pensamiento de
Pombo acerca del amor. Para el poeta el amor era un sentimiento esencialmente femenino,
Orjuela cita un texto de Pombo en el que el poeta afirma: «el amor humano es mujer siempre

vicios desconocidos de naturaleza”» Victor Pueyo Zoco Cuerpos plegables. Anatomías de la excepción en
españa y américa latina (siglos XVI - XVIII) (p. 136)
2
Nos parece muy bella la afirmación de Héctor Orjuela en «Edda la bogotana. [...]»: «Edda, en el simbolismo
pombeano, representaba a la amada y, al mismo tiempo, al poeta» (p. 50)
3
El agregado (entre corchetes) es nuestro.
que ama de veras»4 y Orjuela comenta sobre esta configuración del amor como algo
femenino:
La mujer se identifica pues en Pombo con la quintaesencia del amor terrenal y es, por lo tanto,
merecedora de la gratitud del hombre. De acuerdo con esta convicción, Faraelio desde un
principio se dedicó con ardor a la defensa del sexo débil (Héctor H. Orjuela La obra poética
de Rafael Pombo, P. 164)

Notemos también como en está última cita, Orjuela confirma la siempre presente actividad
política «feminista» de Pombo.

Para concluir esta parte del análisis del personaje Edda y, a la larga, de Pombo, nos gustaría
poner un pequeño énfasis en la especial condición del poeta/poetisa. Como ya se mencionó
brevemente, Pombo es él mismo a la vez que es Edda y es a través de Edda que expresa un
profundo y apasionado sentimentalismo típico de la juventud; no debemos olvidar que el
poema Mi amor y, con el, Edda aparecen en 1853 cuando Pombo tiene 20 años. Sobre esta
condición «bisexuada» y/o «travesti» de Pombo nos podemos referir a Rafael Maya quien
afirma de Pombo:

Era una alma dúplex. Sentía el amor por activa y por pasiva, con alma de hombre y con alma
de mujer, y en él como en todos los artistas, principalmente si se trata de poetas, había una
apreciable participación de elementos femeninos en lo mismo que constituirá su meollo de
varón, es decir, en su inteligencia. Si el artista penetra, mejor que nadie, a la mujer, es porque
participa en grado notable de la naturaleza femenina. Solo así se explican los versos de Edda
(Rafael Maya citado por Héctor H. Orjuela en Edda la bogotana. Biografia de Rafael Pombo
p. 53)

Sentimentalismo amoroso de Edda


Para esta parte del trabajo, queremos hacer un acercamiento histórico. El romanticismo
literario es un género que en Colombia abarca, aproximadamente, setenta años, desde 1810
hasta 1880, y es en esta época que se sitúa la poesía de Rafael Pombo, quien para 1853,
comienza una producción poética alejado de los asuntos políticos del país5. Después de
haberse graduado de ingeniero, viaja a Popayán, y allí escribe el poema Edda o Mi amor, el

4
Rafael Pombo citado por Hecor Orjuela en «Edda la bogotana [...]» (p. 53)
5
Más adelante, en 1854, Pombo pertenece a la Sociedad Filotémica (grupo jóvenes estudiantes de élite). Allí,
junto con otros escritores del romanticismo como José Eusebio Caro y José María Vergara y Vergara, fundan el
periódico La Siesta, órgano literario de tinte romántico, en el cual Pombo publicará sus poemas bajo el
seudónimo de Faraelio o Firatelio, sin embargo, en muchos de esos poemas evidenciarán su postura frente a la
configuración política y social del país, puesto que esos eran los temas que se discutían en la Sociedad
Filotémica.
cual, según Beatriz Helena Robledo, en el libro Rafael Pombo, la vida de un poeta, está
inspirado en su amor platónico, Manuelita Arroyo:
En las noches de lluvia y de tormenta continuó escribiendo como siempre, pero ahora
sintiéndose no sólo embargado por el amor platónico hacia su tía política, sino más libre y
juguetón, de acuerdo con su espíritu rebelde y travieso. Escribió entonces su poema Edda,
imaginando como serían los sentimientos de una mujer enamorada. (Rafael Pombo, la vida de
un poeta, Beatriz Helena Robledo, P.67)

Sin embargo, no se encuentran registros sobre la mujer que inspira este poema, pero su
nombre resuena en otros autores anteriores a Robledo, como Héctor Orjuela, uno de los
escritores que más ha estudiado la biografía y la obra poética de Pombo, la cual, según él,
está atravesada por «la idea pombiana del amor»6, la cual se ve afectada por los fracasos
amorosos en su vida personal7:
La frustración amorosa se manifiesta de manera insistente en su obra en la que se transparenta
una búsqueda inútil, y a ratos angustiosa, por un ideal de amor y por el afecto y comprensión
de una mujer. Esta ansia de cariño nunca satisfecho, expresada tan vehemente en sus versos,
es lo que hace de Pombo un gran poeta poseído a ratos del espíritu dionisiaco, sediento del
placer amoroso, y otras veces lleno de sentimientos más sublimes. (Obra poética de Rafael
Pombo, Héctor. H Orjuela, p.167)

Es importante mencionar que entorno al amor, y según la cita anterior, siempre hubo en
Pombo un ansia por querer explicar este concepto, pero en muchos momentos se sintió
frustrado porque el lenguaje no le parecía suficiente para hablar sobre este. El amor en
Pombo toma distintas facetas y pareciera que en cada seudónimo hubiera una perspectiva
distinta. Por ejemplo, Orjuela afirma que los poemas pertenecientes a Faraelio, plantean una
visión pura y caballeresca8 de este sentimiento. A diferencia de Edda, personaje que en sus
poemas desborda una pasión atormentada. Pombo, «con la misma sutileza puede interpretar
el cariño inocente o la pasión arrebatadora, o revelar los secretos gozos de una comunión de
almas» (Obra poética de Rafael Pombo, Héctor. H Orjuela, P.156).

6
Es importante mencionar que ,según Héctor Orjuela, hay una diferencia entre el ideal pombiano del amor y el
ideal del romanticismo colombiano, ya que este se enfocaba en la atracción sexual, y para Pombo, se
relacionaba con la exaltación de la mujer y la mezcla entre lo sensual y lo amoroso, pero de una manera sutil.
(P.165,1975,Orjuela)
7
Rafael Pombo, según Orjuela, nunca se casó y adoptó el celibato como un estilo de vida, puesto que,
aparentemente, por cuestiones de carácter, decidió permanecer solo. Sin embargo, en algunos poemas firmado
por Faraelio, se arrepentía de esta decisión.
8
Según Orjuela este ideal de caballerismo tenía que ver con el hecho de que en su poesía se manifestaba una
entrega total hacia la mujer amada. (P. 157)
Sin embargo, como ya se ha mencionado antes, para Pombo el amor siempre iba relacionado
con el ideal de mujer que él tenía: «la mujer era el dispensador del verdadero amor humano».
(Obra poética de Rafael Pombo, Héctor. H Orjuela, P.168)

Edda, el poema
Es esta una de las primeras poe­sías escritas en la ciudad de Popayán por el poeta Rafael
Pombo. El nombre Edda firmaba aquellos versos que fueron publicados por el periódico La
Guirnalda, en una colección hecha por José Joaquín Ortiz, quien en la introducción a este
poema hizo alusión a que Edda era un seudónimo de una joven escritora bogotana, quien
utilizaba el anonimato para expresarse pasionalmente, e incluso llegó a comparar su poesía
con la de Safo. (Poesías de R. Pombo, P.12). Sin embargo, tiempo después, Pombo reveló que
ese poema era de su autoría. Más adelante, escribió varios poemas del mis­mo tono y estilo
romántico que el primero (Mi amor), los cuales fueron unificados con el título de Edda. Pero,
también compuso y añadió fragmentos al poema Mi amor, que es el primero que aparece en
dicho compilado.
“Este culto a la mujer es muy típico del espíritu romántico, pero en el colombiano es
particularmente intenso, pues señala una manera muy personal de entender el amor humano
como sentimiento casi enteramente femenino”. (Obra poética de Rafael Pombo, Héctor H.
Orjuela, P. 163) Con la anterior cita, podemos ver que Pombo (aunque sigue siendo un
enigma para lo críticos) busca comprender la forma en que ama una mujer, pero también la
exalta al firmar como una. Y convertir a esta figura ficcional, y a su poesía en un referente
que reivindica la posición de la mujer.
En este poema podemos ver algunas actitudes que evidencian la forma en que este personaje
expresa el sentimentalismo amoroso: sin control, dispuesta a darlo todo por la persona que
ama. Esta mujer pareciera no tener condición alguna para entregarse a su amado, el único
problema es que pareciera, que ese sentimiento no es correspondido.
Oh, si el amor de una mujer valiera
Por el santo dolor de un serafín.
Por verte alegre hasta tu amor yo diera
Mi porvenir, mi amor, mi ser, en fin!
(Mi amor, estrofa x)

Por otro lado, ella nos describe la forma en que se siente cuando tiene algún tipo de contacto
con su amado, sin embargo es interesante que esas sensaciones no se pueden explicar con
palabras y quedan sin resolver. Lo anterior puede relacionarse con lo que se mencionó
(afirmación hecha por Orjuela), respecto a la sutileza que tenía Pombo para mostrar el deseo,
sin la necesidad de ser vulgar o convertir a la mujer en un sujeto sexual. Podemos ver que
pareciera que la presencia de este hombre la lastimara, por su indiferencia, pero eso no le
impide querer estar cerca de él.
Cuando roza tu brazo mi vestido,
Cuando siento tu mano... ¡yo no sé...!
Lívida salto atrás cual león herido
Y tambalea trémulo mi pie.
(Mi amor, estrofa XX)

El hombre al que esta mujer enamorada le dedica su escrito, le dio sentido a su vida. La
estrofa que abre el poema, permite evidenciar que es gracias al amor que su mundo se llena
de color. Sin embargo, podemos ver que en este poema se invierten los papeles de la
caballería de Pombo, puesto que es la mujer quien decide entregarse y vivir por ese hombre, y
sin mesura, es capaz de componerle los versos más apasionados.
Era mi vida el lóbrego vacío;
Era mi corazón la estéril nada;
Pero me viste tú, dulce amor mío,
Y creome un universo tu mirada.
(Mi amor, estrofa I)

Conclusión

Para concluir queremos poner énfasis en que Mi amor y su escritora, Edda son reflejos de un
Pombo joven. Mi amor es, por una parte, el reflejo de un joven poeta de 20 años enamorado,
tal y como corresponde hacer a la juventud, pero es, por otra parte, un amor ya quebrantado
posible reflejo de las decepciones amorosas de Pombo. El amor de Edda es un amor
enfermizo, desesperado, completamente fuera de control:
Y si tú no eres tú... si das un paso,
Desplomada a tus pies viérasme allí…
¡La emoción infinita de un abrazo
Era mucho... era un rayo para mí!
(Mi amor, estrofa XIX)

Así, este amor oscuro desprovisto ya de esperanza es un posible preludio de la siguiente etapa
en la vida de Pombo que esta marcada por un profundo existencialismo, inaugurado por el
famoso poema La hora de las tinieblas que, de hecho, es escrito poco después de Mi amor.
También es preciso recordar que la religión es transversal a la vida del poeta. En Mi amor y,
por extensión, en la época «juvenil» se trata de una religiosidad típicamente romántica donde
se crea una especie de binomio entre Dios y el objeto amado; después en el periodo
existencialista del poeta Dios, aunque no es totalmente negado, si se configura, en cierto
sentido, como una entidad cruel que ignora los deseos del poeta (no sería descabellado
afirmar que se trata, pues, de la «conclusión» y «venganza» del poeta por su desamor); no
obstante, en el último periodo de la vida de Pombo la religión se recupera de manera vivaz y
quizá incluso extrema, en efecto, su poesía adquiere un tono netamente religioso.9

Queremos resaltar que la mujer para Pombo se convierte, como ya se ha mencionado, en


fuente de amor, lo cual no solo se ve reflejado en su preocupación por querer entender la
manera en que ama una mujer, sino en la primera parte de su producción poética, en la que
exalta aquel sentimiento como propio del sujeto femenino. Durante el desarrollo de nuestro
trabajo buscamos encontrar un punto en común, tanto en la biografía como en la poesía del
autor, y logramos concluir que es la mujer el centro del sentimentalismo amoroso en Pombo,
y la clave para que se construya el travestismo literario en él. Y queremos invitarlos a que a
través de nuestra propuesta de lectura, o la de ustedes, se acerquen a la poesía de este autor
que no solo fue el poeta de los niños.

9
Un muy buen ejemplo de este tipo de poesía es Noche de diciembre
Bibliografía
● Pueyo Zoco, Víctor (2016) Cuerpos plegables. Anatomías de la excepción en España
y América latina (siglos XVI - XVIII) Woodbridge, Estados Unidos, Tamesis
● Robledo, Beatriz Helena (2005) Rafael Pombo, la vida de un poeta, Bogotá,
Colombia, Ediciones B.
● Orjuela, Héctor (1995) Edda, la bogotana, Bogotá, Colombia, Kelly.
● Orjuela, Héctor (1975) Obra poética de Rafael Pombo, Bogotá, Colombia, Instituto
Caro y Cuervo.
● Compilación acargo de Antonio Gómez Restrepo (1916) Tomo I, Poesías de R.
Pombo, Bogotá, Imprenta Nacional.

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