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“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte


Alfredo Eidelsztein - Agosto 2006

“El concepto de goce de Jacques Lacan”

1ra. Parte

Lo que voy a plantear implica un trabajo en continuidad de las dos reuniones, es decir, propongo
para hoy algo así como una introducción al problema, e intentaré justificar por qué el goce es un
problema, por qué hemos llegado a la cuestión del goce; y en la segunda reunión voy a intentar
hacer un planteo de lo que para mí es la concepción específica que Lacan aporta en torno al goce
como concepto en psicoanálisis, y que es la noción de plus-de-goce o plus-de-gozar. Para la
reunión de hoy, de la bibliografía que utilicé para sostener mis argumentos, la única que es de
psicoanálisis es la única clase del Seminario sobre los Nombres del Padre de Jacques Lacan, y los
otros autores, si bien no son psicoanalistas, en los libros que yo consulté trabajan mucho el
psicoanálisis y si bien no en todo el libro, hay muchos capítulos dedicados a Freud y a Lacan, ellos
son: Umberto Eco, La estructura ausente; de Jean-Claude Milner El periplo estructural, de Jacques
Le Brun El amor puro, y de Michel Foucault Historia de la sexualidad, Vol I, “La voluntad de
saber”, cap. 5, El derecho de muerte y poder sobre la vida. Para la próxima reunión, donde les
propongo trabajar plus-de-gozar, voy a trabajar los Seminarios 16, 17 y 18 de Lacan, y voy a hacer
eje en el Seminario 16 para trabajar el desarrollo de Lacan del saber como goce del Otro, del 17 los
cuatro discursos en relación a plus-de-gozar y en el 18 el discurso como lazo social. De hecho, es
importante establecer que esos tres desarrollos son producto de cada uno los seminarios, para
nosotros es habitual decir que para Lacan el discurso es lazo social, pero les advierto que Lacan
recién lo produce en el Seminario 18, y en el 17, donde trabaja la estructura de los cuatro discursos
no cuenta con esa noción. No es tan importante la diacronía en sí misma, pero a veces revela qué
tipo de problemas encuentra un autor, y más un autor como Lacan que tuvo una enseñanza muy
vasta de muchos años y muy creativa, y también podríamos decir que estas diferencias indican
cómo Lacan mismo encontraba que tenían respuesta sus desarrollos como retorno de su público
hacia a lo que él trabaja, o sea, en los cambios que se van produciendo en los seminarios uno puede
establecer cierta dialéctica, como retorno a lo que Lacan produjo en seminarios anteriores.

Entonces, lo primero para la reunión de hoy ya esta en el título: el concepto de goce de Jacques
Lacan, o sea, lo que yo propongo que va a ser la idea que voy a intentar argumentar de la manera
más coherente para ustedes hoy es que “goce” es un concepto. Esa es mi propuesta. Al decir que
es un concepto, quiero decir que rechazo que sea un fenómeno, que sea una energía o que sea una
fuerza. En ese sentido, si uno acepta que goce es un concepto y no un fenómeno, no hay que peder
de vista que frases tales como “hay un goce”, o “hay cuatro tipos de goce” o “hay un punto de
goce”, implican un salto, porque en realidad si se trata de un concepto se lo estaría tratando como
un fenómeno. ¿Entienden? Porque en vez de decir “hay un goce”, habría que decir “interpreto que
tales fenómenos expresan algo de lo que en psicoanálisis lacaniano se considera en términos de
goce”.
Para pensar este problema, que es un problema arduo y no solamente para nosotros sino para
muchas disciplinas, me parece que el mejor ejemplo es el trabajo que hace Eco en La estructura
ausente, que es un libro de semiótica, Eco es un gran semiólogo que tiene varios intentos de
desarrollos sistemáticos de semiótica. Este es uno, pero tiene trabajos muy importantes que él
intenta que sean muy concretos, y es importante para nosotros porque toma muy en cuenta los
desarrollos de Lacan. A diferencia de la gran mayoría de los semiólogos que no toman en cuenta a
Lacan para nada.
En la sección D de este libro, Eco trabaja la estructura ausente, que es el título del capítulo y es lo
que él quiere proponer: que la estructura es una ausencia, que no es algo que esté presente; y en el
subtítulo del capítulo lo expresa con mucha claridad. El título del punto 2 de la sección D es
“¿Realidad ontológica o sistema operativo?” Dentro del capítulo, para que sea más claro para
ustedes ya que están acostumbrados a pensar así, donde están inmiscuidos conceptos
psicoanalíticos con categorías filosóficas, por ejemplo lo ontológico. La pregunta que hace Eco es si
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el estructuralismo es ontológico o metodológico. Primero el planteo del problema que hace Eco es:
la estructura con la que se trabaja en el estructuralismo, sin entrar en detalle, para esos autores, la
estructurra ¿posee ser?, o sea, la estructura ¿es algo que es? Para decirlo mas abreviadamente:
mediante estructura, ¿nosotros queremos indicar que es un ser? Porque podría ser no más que un
conjunto de ideas que nosotros tengamos y que las apliquemos a los fenómenos para hacerlos
inteligibles, esa es la propuesta de Piaget en torno a la función del estructuralismo, que es la de
aportar inteligibilidad a las cosas, o sea, que lo que el ser humano quiere estudiar sobre el ser
humano, mediante la aplicación de la noción de estructura se hace más comprensible. Ahora,
observen que es externo al fenómeno, es el investigador quien sostiene, posee, la idea del sistema
de ideas estructuralista y lo aplica a los fenómenos. Otra cosa es suponer que en los fenómenos se
manifiesta algo que posee ser en sí mismo y que es la estructura. De hecho la posición de Eco es
bien clara, porque dice que si la estructura es un ser, en todo caso será un ser ausente. La
estructura ausente. Eco es un autor muy importante para ser tenido en cuenta por nosotros, no
sólo por la relación que tiene con Freud y Lacan, que es muy íntima, sino por la relación que tiene
con la Argentina, a ninguno se le puede escapar que el clérigo ciego, Burgos, es Borges, que cuida
la biblioteca, bueno, en este capítulo, a esta altura, Eco trabaja la nocion de inconsciente, así que
observen la comunidad. Y yo respecto a eso quisiera plantearles el mismo problema: estructura,
goce o concepto de inconsciente ¿hay algo que sea inconsciente? Para probar la cuestión
ontológica, que es sumamente difícil especialmente en la actualidad luego del enorme desarrollo
que aportó Heidegger, que para colmo es un autor muy difícil, en Ser y Tiempo ahí mismo se
trabaja sobre el ser y el tiempo, el mismo problema del ser. Por ejemplo, para ustedes ¿hay algo
que sea inconsciente? ¿Hay algo que sea en sí mismo inconsciente? Por ejemplo, los sueños,
cuando decimos que los sueños son formaciones del inconsciente, ¿qué estamos queriendo decir
con eso? ¿que los sueños son inconscientes? Por ejemplo, que los sueños están hechos de
inconsciente? ¿Que toman de la materia inconsciente y con eso se hacen? ¿O que en realidad hace
miles de años que la gente sueña y que en la actualidad los sueños han adquirido cierta forma tal
que se les puede aplicar una lectura que implique la noción de inconsciente? Les advierto que si
alguno de ustedes se animase a hablar –en esta charla se puede interrumpir y hablar- si alguno me
hubiera dicho en tono de enojado “Sí, sí, los sueños son inconscientes”, les advierto que por
ejemplo, Dodds en Los griegos y lo irracional, que trabaja muchísimo Freud, todo el libro es
material de los griegos antiguos y clásicos y Freud, se pregunta si los sueños que soñaban los
griegos en la Grecia Antigua eran formaciones del inconsciente en el sentido en que lo plantea
Freud y la respuesta categórica es no. Porque si un griego antiguo soñaba que tenía relaciones
sexuales con su madre –cosa que para nosotros… les doy un ejemplo: un paciente soñó que
mantenía relaciones sexuales con su madre, a tergo, ningún problema se le presenta a él en ese
momento hasta que su partenaire sexual se da vuelta y él ve que es la madre, y en el sueño, dice,
“yo la seguía cogiendo, no lo puedo creer”. O sea, para él era intolerable porque él esperaba que si
se daba vuelta y era la madre, él tendría que haberse retirado. Un griego de la Grecia Antigua,
podríamos hipotetizar que se hubiera retirado, pero lo habría leído distinto respecto de su
responsabilidad sobre eso, podría preguntarse por qué los Dioses lo habrían hecho soñar semejante
cosa, qué le estarán queriendo decir los Dioses al hacerlo soñar eso. Vean que nosotros lo leemos
en clave individualista ¿cómo puede ser que yo sea tan asqueroso? Sin la clave individualista
nosotros no podemos trabajar un sueño, porque si le hiciéramos asociar libremente a un griego,
tendría que asociar libremente sobre por qué a los Dioses se les ocurrió hacerlo soñar con eso. ¿Se
entiende? Con lo cual, los sueños no son en sí inconscientes. Otro argumento mucho más complejo
en el cual no voy a entrar ya que muchos no van a estar de acuerdo y habría que argumentar
bastante, no para que estén de acuerdo, sino para que tengamos bien planteado el problema; es
que para mí en la psicosis los sueños no son formaciones del inconsciente. Tienen más bien una
estructura mucho más parecida a una alucinación. Con lo cual, sin presentar muchos argumentos
podríamos decir ahí que hay sueños que sí son formaciones de inconsciente y hay sueños que no.
Ahora, hay sueños que son formaciones del inconsciente no por la pasta con la que están hechos,
sino por lo que se puede hacer después con ellos, o sea, se los puede poner a hablar. No porque
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provienen de una caverna como la de Platón y que ven la luz, sino porque son capaces de ser
tramitados de tal manera que algo de la índole de la verdad en juego, advenga.

Comentario: (inaudible, se pregunta en relación al ejemplo del sueño del coito a tergo con la
madre)

A.E.: vos te referís a contenido manifiesto y contenido latente? No, yo no trabajo con contenido
manifiesto o latente, trabajo con el texto como si no tuviera profundidades, no trabajo con
latencias. Todo lo que dice el texto lo dice en el mismo nivel.

Comentario inaudible

A.E.: claro, estamos de acuerdo, el sueño es y no es, que es la categoría de todas las existencias. El
sueño es y no es una formación del inconsciente. Eso es una existencia y nosotros tenemos que
distinguir entre existentes y seres. Justo el ejemplo que estaba preparando para decirles ahora, es
que un niño le pregunte a su padre: “Papá ¿Dios existe?” Que es la pregunta que esperamos, en el
momento en que se formula la pregunta bajo esa forma, ya tenemos un nuevo creyente, pero si
pregunta “Papi, Dios ¿es?” Yo en el lugar del padre iría a consultar, esta todo mal con este chico,
¿Cómo si Dios es? ¡Dios existe! La pregunta es por la existencia de Dios, y de hecho, es y no es la
vez. Ni la iglesia católica es capaz de digerir con facilidad que Dios sea y no sea a la vez, por
ejemplo que una monja le vaya a contar a su padre confesor que Dios le ha hablado. Porque el
cura le diría.. . bueno, pero ¿en qué sentido te habló? Porque es “me habló” pero no me habló…
porque una cosa es que ella diga que en ese momento está escuchando la voz de Dios que le dice
que el cura es homosexual, por ejemplo. Y ahí ya la iglesia no la pondría de santa… por esa
relación que tiene con Dios la pondría de loca. Ahí tienen una forma de trabajar el problema de la
existencia y del ser.

Bueno, otra forma de presentar el argumento: Jean-Claude Milner, El periplo estructural, en su


último capítulo sobre el paradigma. Es un libro magnífico. Ahí Milner dice que hay muchos
paradigmas que caracterizan a Occidente y que él propone uno, que tiene la virtud de servir para
pensar el estructuralismo y la estructura, y los problemas por ejemplo de la sociología, la
antropología y el psicoanálisis. Y este paradigma es el de la oposición entre physei y thesei,
Milner dice que physei podría ser según la naturaleza, y thesei –es physis y tesis, la física y la tesis,
el argumento- según cultura, según convención, según sociedad. Physei comprende a todo aquello
que depende del orden regular del mundo, y thesei de la voluntad colectiva cociente o
inconsciente de los hombres, cultura, sociedad, ideología, etc. O sea, si aprovechamos esta
oposición propuesta por Milner, que es un enorme especialista en lingüística y en la obra de
Jacques Lacan, en función de esa oposición la propuesta que quiero desarrollar yo es: no niego que
haya sensaciones dolorosas y placenteras. Y uso el verbo “hay” para indicar el ser. No niego que
haya excitaciones, no niego que haya percepciones, obviamente, lo que pongo en tela de juicio es
que el goce en psicoanálisis sea physei. Lo que quiero trabajar hoy con ustedes es que mi posición
–ni siquiera digo que sea la posición de Lacan, en todo caso es mi lectura de Lacan, Lacan es un
autor que tiene muchas lecturas, de hecho yo busco mucho en internet y en el CD, buscadores de
Freud y Lacan, y entre todos los que busqué no aparece la expresión “concepto de goce”, miren
qué notable. O sea, yo estaría dando una conferencia sobre algo que Lacan nunca dijo, Lacan
nunca dijo “concepto de goce”. Al menos hasta donde llegan mis buscadores. Entonces, pongo en
tela de juicio que el goce en psicoanálisis sea physei. Hacerlo es mi posición y es la posición que
promuevo en psicoanálisis, no afirmo que no haya goce, no afirmo que no haya nada de la índole
del ser que pueda ser designado goce, porque decir que no hay goce es lo mismo que decir que
hay, es la misma lógica del ser, hay guita –no hay más guita, pero es la misma índole del ser. Digo
que Lacan se encontró con un problema en psicoanálisis y que para responder a ese problema
estableció el concepto de goce, que no tiene nada que ver –nada que ver- con aquello que proviene
del cuerpo biológico tridimensional, de la índole del placer o del displacer, ni siquiera bajo la
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forma de la repetición, o sea, si alguien se rasca todo el tiempo sin parar y se lo cuenta a un
psicoanalista y se queja porque se lastima de tanto que se rasca, les propongo es no es respecto de
eso, de por qué esa persona se atarea tanto en rascarse, no es para eso para lo que se desarrolla el
concepto de goce. Lo propongo más bien como un diagnóstico de la inserción del psicoanálisis en
nuestra cultura o civilización, o sea, que para caracterizar a nuestra civilización o cultura, o sea
podríamos llamar el malestar en la cultura que nos caracteriza, goce es un concepto que sirve para
dar cuenta de cómo el psicoanálisis se inserta en la civilización o la cultura, para dar cuenta del
tipo de malestar en nuestra cultura. Y me parece que con esa noción de goce lo que se está
intentando también es de darle a la posición del psicoanálisis un sentido, una orientación, o sea,
que respecto de ese problema que el psicoanálisis diagnostica a través de su inserción en la cultura,
el concepto de goce implica una posición ética, o sea, según qué concepto de goce uno tenga, va a
tener una posición ética respecto de cierto problema que el psicoanálisis podría estar
diagnosticando en la sociedad, un problema que quizás hasta podría justificar la existencia del
psicoanálisis, y es que quizás haya cierto tipo de malestar en Occidente que justificó la aparición, el
desarrollo y el sostenimiento del psicoanálisis en Occidente. Es muy notable que no haya
aparecido en otra sociedad, y que las otras sociedades sean tan resistentes a la admisión y difusión
del psicoanálisis como sucedió en Occidente. O sea, me pregunto más, no tanto por lo que
propuso Freud en términos de sus conferencias y textos, sino por qué Occidente tomó tanto la
propuesta de Freud, por qué se difundió, o sea, por qué tuvo éxito Freud. Hubo muchos autores
que propusieron cosas magníficas y nadie les dio cabida, ¿por qué Freud tuvo tanto éxito?

El concepto de goce de Jaques Lacan, además de trabajarlo como concepto, con el título estoy
queriendo decir mediante el “de”, que es de Lacan, o sea, que propongo que hay allí una novedad,
un concepto nuevo. Con lo cual, estoy queriendo decir que no es un concepto que estaba en Freud
ni en los podsfreudianos anteriores a Lacan. Es un concepto creado por Lacan y que fue creado
por Lacan en determinado momento de su enseñanza. Si ponen en el buscador “goce” van a
encontrar que la palabra aparece en 270 textos de Lacan, no que aparece 270 veces, para el
buscador que yo tengo cada clase de El Seminario de Lacan es un texto y cada capítulo de los
Escritos es un texto, así lo cortó el que hizo el CD. En 270 clases de El Seminario y 270 capítulos de
Escritos de Lacan, aparece la palabra “goce”. Si se fijan, son desde el Seminario 1 y desde el escrito
de antropología hasta el último seminario y el último escrito, o sea, la palabra “goce” está a lo
largo y a lo ancho de toda la enseñanza de Lacan, me refiero a goce como palabra.
Pero bueno, una palabra no es necesariamente un concepto, de hecho la palabra trieb en alemán es
una palabra y hay que ver en qué usos es concepto psicoanalítico y en qué usos es palabra del
idioma alemán. Lo mismo sucede con Unbewusste, hay ver en qué momento se la utiliza con
significados establecidos y en qué momento se la utiliza en sentido freudiano. Ya con psicoanálisis
no hay ese problema, porque como es un neologismo freudiano, no hay problema de confundirlo
con una palabra de la lengua. Lacan aquí no utiliza un neologismo, utiliza una palabra de la
lengua francesa y nos trae este problema de tener que ver cuándo la utiliza como palabra y cuándo
como concepto. Yo les propongo que el surgimiento del concepto de goce en la enseñanza de
Lacan que es en torno del seminario que debiera haber sido el 11, que es el de Los nombres del
padre. Años 63-64, existe una sola clase, el día anterior Lacan se había enterado de que había
perdido en las negociaciones, que lo habían tachado consecuentemente de la lista de didactas de la
IPA, o sea, no podía analizar a analistas y que ese análisis lo habilitara como analista a su vez, no lo
echaron como psicoanalista de la IPA, seguía siendo reconocido como analista de la IPA, lo habían
tachado de la lista de didactas, o sea, sus pacientes no se recibían de analistas a partir de ese
momento, o sea, se tenían que buscar otro analista autorizado para hacer un análisis didáctico. A
pesar de haberse enterado el día anterior, Lacan decide dar esa clase, con lo cual habría que pensar
muy bien si esa clase no debería haberse llamado la clase 1 del Seminario 11. Porque ahora no
tiene número, en el CD que yo uso se llama 10 A, no saben cómo ponerla. Mas aún, Jacques-Alain
Miller tiene un trabajo bastante extenso sobre esa clase, no, sobre ese seminario y lo llama “el
seminario inexistente”. Cosa que es increíble, porque si está esa clase… de hecho acaba de ser
publicada esa clase, entonces, ¿Cómo va a ser inexistente un seminario cuya primera clase está
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publicada? Más aún, que Lacan ya sabía que lo habían echado y la quiso dar… bueno, a mí me
parece que la noción de goce es lo que Lacan produce y quería desarrollar en ese seminario que
debería haber sido numerado 11 y se llamó Los nombres del padre. En ese mismo seminario Lacan
dijo “que se jodan” no lo doy ahora ni lo daré nunca. Si yo tuviese un paciente que me dice “no se
lo dije ahora ni se lo diré nunca”, por ejemplo que la ama, a ella, que lo recagó. Si yo tuviera un
paciente así, ¿no creen que se le va a escapar todo el tiempo por todos lados? Represión y retorno
de lo reprimido. A mí me parece que retorna todo el tiempo esto que Lacan dijo que no iba a decir
jamás, retorna todo el tiempo, ¡hasta hay otro seminario que se llama igual! El de “Los
desengañados se engañan” (Les non-dupes errent), también se puede leer “Les noms du père”, o
sea se puede leer que los que no se engañan se equivocan, pero también se puede leer los nombres
del padre, de hecho él en la primera clase dice ¿se dieron cuenta que se puede leer los nombres del
padre? Y dictó todo otro seminario con el mismo nombre… fíjense si no lo volvió a dar.

¿En qué contexto de su enseñanza aparece el concepto de goce? Les propongo que en esta clase de
Los Nombres del padre, o sea, lo que Lacan tenía para decir de los nombres del padre, esa clase es
del ‘63, “Kant con Sade” que es del ‘62-‘63, “Subversión del sujeto...” que no sabemos qué fecha
tiene, porque la conferencia es del ‘60 pero el escrito tiene fecha ‘66, y la clase 18 del Seminario 9
que es del ‘62. La pregunta es entonces en qué contexto de su enseñanza aparece el concepto de
goce, o cuál es el problema que intenta resolver. Les propongo que además, producir un concepto
implica un posicionamiento frente a ese diagnóstico. ¿Cuál? Les propongo que es el siguiente -esto
esta entresacado por mí de los textos de Lacan que cito, de otros textos de Lacan que he leído, no
he leído todo, de los textos de los autores que cité y otros más que leí, y de mi posición personal, o
sea, quizás todo esto no sea mas que el engaño que mi propio fantasma y la insuficiencia de mi
análisis me dejan ver, quizás haya goce y es duro como una piedra y lo tengo incrustado y no lo
quiero reconocer porque estoy neurótico, eso me lo dirán ustedes, yo no llego a tanto, después de
23 años de análisis con 3 analistas no llego a darme cuenta de eso. El diagnóstico para mí es el
siguiente: que la modalidad fundamental de nuestra cultura ¿saben que en alemán civilización es
cultura y cultura es civilización? ¿Sabían? Lo que Freud publicó como “El malestar en la cultura!”,
es malestar en la civilización. ¿Conocen la diferencia entre civilización y cultura? Uno podría decir
“civilización maya” y poner todas las culturas que participan esa civilización, o sea, civilización
comprende más que cultura, porque hay culturas dentro de una civilización y no civilizaciones
dentro de una cultura. Pero en alemán es al revés. Así que se trata de la modalidad fundamental
en nuestra civilización, de velar la castración del Otro. El concepto de goce surge para responder
de una forma determinada a un diagnóstico. Un diagnóstico ¿de qué índole? De cuál es la
modalidad fundamental de nuestra civilización -o sea, la civilización occidental, con todas sus
modalidades culturales- de velar la castración –esto sería en Freud, con Lacan habría que decir la
falta- del Otro. ¿Cual es la forma fundamental de nuestra civilización de velar la castración o la
falta en el Otro? ¿Cuál es? El goce de Dios. O sea, nuestro problema es el goce de Dios.
El concepto de goce es un concepto que viene a funcionar en psicoanálisis como para poder
concebir esta forma de nuestra cultura de velar la falta del Otro bajo la forma del goce de Dios, e
indica una posición que Lacan propone para el psicoanálisis, la posición de Lacan es “No hay goce
del Otro, no hay goce de Dios” ¿entienden? Eso no posee ser. Para Lacan, en todo análisis, mas
allá de la particularidad de cada caso, los síntomas, lo que hay que trabajar con cada neurótico
para que llegue a analista, es trabajar la forma particular en nuestra civilización de velar la falta del
Otro. ¿Cómo se vela la falta del Otro? Mediante la aceptación del goce de Dios, para nuestra
civilización, según Lacan, o sea, para nosotros, Dios goza. Nuestra posición ¿cuál es? “No hay
goce del Dios, y no “Dios no goza”, porque sería seguir sosteniendo el “hay”, lo que nosotros
atacamos es el “hay”. No hay goce de Dios.

Un poco de citas de Lacan, para que no tengan que estar pensando que estoy loco, que están
escuchando acá a un delirante en lugar de estar haciendo otras cosas. Entonces citas de Lacan así
los delirantes somos dos, y uno con el prestigio que tiene Lacan. De “Kant con Sade” elegí las
fundamentales, y justo se entienden. Para los que son grandes lectores de la enseñanza de Lacan,
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les evoco la siguiente cuestión: ¿vieron cuánto interés le pone Lacan al final de su enseñanza a los
perversos y a los místicos? Si lo vieron, ese es el problema. Por qué Lacan se interesa tanto en la
mística cristiana -no trabajó para nada la mística judía- y cómo se interesó por la perversión. De
hecho, ya pueden anotar de un lado los nombres del padre y père-version, la perversión como una
versión del padre, quizás tenga que ver con el goce. Me parece que se empiezan a acomodar
algunos términos que al menos no los obliga a levantarse ahora e irse. Hay algunos términos que
podrían justificar que se quedaran escuchándome. “Kant con Sade”, dice Lacan:

“Sin duda, el cristianismo educó a los hombres a ser poco quisquillosos del lado del goce de Dios”

Con lo cual, si nuestra civilización puede ser caracterizada por el cristianismo -a mí no me parece
zarpado, menos que menos la nuestra- entonces hay algo que tuvo como efecto sobre los hombres
del cristianismo y es que sean poco quisquillosos. Lacan es un autor, no es Dios, no dice todo, uno
puede seguir leyendo mas allá de él a veces, no digo que todo lo que uno lea en Lacan él lo haya
puesto, pero digo, este “quisquilloso”, es importante que lo tomen en cuenta porque si conociesen
más el tema del goce en la enseñanza Lacan sabrían que él lo articula a las cosquillas. Entonces
parece que Lacan estuviese diciendo además que el cristianismo tuvo algunos efectos en las
cosquillas de los hombres en relación al goce de Dios. Seminario 10, el de la angustia, clase 13,
viene hablando de Sade:

“También el tiene relación con Dios, esto se manifiesta por doquier en el texto de Sade, no puede
avanzar un paso sin hacer referencia al ser supremo en maldad, de quien resulta muy claro para él
y para quien habla (Lacan), que se trata de Dios.”

O sea, Lacan dice que el ser supremo en maldad de Sade es nuestro Dios, nuestro Dios único. El
Dios judeo-cristiano, no sé cómo llamarlo, desde hace un siglo es un lío cómo llamarlo porque
tiene varios nombres. Antes de Cristo tenia un único nombre, era muy fácil, era impronunciable y
había eufemismos para referirse a él. Luego de Jesús, ya tuvo varios nombres, digo, Jesús mismo
es un nombre de Dios, con lo cual ya ahí… pero entonces, Lacan dice que el ser supremo en
maldad es ese Dios, el Dios de los cristianos. Sigue diciendo de Sade:

“Hace un esfuerzo loco, considerable, agotador, que hasta deja escapar su meta para realizar el
goce de Dios”

Entonces todo el esfuerzo sadiano es para realizar el goce de Dios. No sé cómo toman ustedes la
palabra “realizar”, pero podríamos tomarla como un pasaje a lo real, o sea, tendríamos algo
simbólico, o algo que es imaginario, podríamos decir “realizar” como un pasaje a lo real. Si vieron
la película de Sade, habrán notado el esfuerzo denodado de Sade por escribir que está
representado en esa película, que hasta escribe con sangre, hay un afán, ¿cuál es ese afan? Quizás
lo podamos leer como propone Lacan: realizar el goce de Dios. Todavía no aclaramos nada,
estamos ordenando los primeros términos.
Ahora, en seminario de Los nombres del padre, dice:

“Aquí se marca la línea divisoria entre el goce de Dios y lo que una tradición le asigna como deseo,
deseo de algo de lo cual se trata de provocar la caída, esto es, el origen biológico “

Es Lacan, tenemos frases fáciles pero es Lacan, no es Minguito Tinguitela, ¿Vieron el cuadro de
Caravaggio, “El sacrificio de Isaac”? Habrán visto que aparece un carnero, Lacan interpreta ahí -
Lacan es un autor muy simpático, muy loco en un punto, muy creativo, interpreta todo, tiene miles
de interpretaciones increíbles- él dice que el sacrificio -y hay que ver si era el sacrificio de Isaac o el
sacrificio de Abraham, porque el hijo primogénito que hará que sus descendientes sean numerosos
como los granos de arena, como las gotas de agua… para un viejo de 80 años casado con una vieja
de 70 y estéril… una vez que embocás una así…matar a ese hijo hay que ver el sacrificio de quién
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es- para Lacan la aparición del carnero indica ahí claramente si el Dios es asesino, si reclama
sacrificios humanos, de hecho me parece que no es muy difícil de aceptar que los sacrificios de
animales en los altares del Gran Templo, cuando entra Cristo y arma el quilombo que saca a
patadas a los usureros, ¿se acuerdan? no es otra cosa que la sublimación de anteriores sacrificios
humanos. Entonces es un Dios que quiere sangre, pero para Lacan lo que se juega en ese Dios que
desea sangre, que quiere sangre, es matar el origen biológico del ser humano, o sea, que el ser
humano quiera sangre, que seamos carnívoros. O sea, para Lacan lo que esta en juego ahí bajo esa
escenificación es el retorno de un problema de la religión judía que es el origen biológico del ser
humano, donde comíamos sangre de animales vivos, si quieren pensarlo de otro lado, Claude
Lévi-Strauss, lo crudo y lo cocido. Como si se estuviese ahí reiterando el pasaje de lo crudo y lo
cocido. De cuando comíamos carne cruda a pasar a carne cocida que para Claude Lévi-Strauss es
la marca de la civilización.

“Aquí está la clave de este misterio donde se liga la versión desde el punto de vista de la tradición
judaica, la práctica de los ritos metafísicos sexuales respecto a lo que une a la comunidad en la
fiesta en lo que hace al goce de Dios.”

Entonces vieron que para Freud hay una teoría de la fiesta, se acuerdan del banquete totémico y la
prohibición de comer, pero en la fiesta se podía volver a comer lo que en todo el año estaba
prohibido, esa era la lógica de la fiesta, pero es una teoría de la fiesta, hay otras, superiores, pero
entonces lo que propone Lacan es que toda la tradición judía -y en esto lo toma a Freud como
judío, no como descubridor de la horda primitiva- es lo que quedó enclavado como problema en
el judaísmo, es el pasaje a un Dios carnívoro, a un Dios real, a un Dios que goza; o un Dios que
desea, un Dios cuyo nombre es impronunciable, del que no puede haber imágenes, se entiende
ahora por qué el escándalo con el becerro. En el texto, el becerro de oro es la aparición de otras
divinidades, pero para Lacan sería el retorno de lo biológico. De hecho, si conociesen un poco de
mística judía, las cosas no son tan claras como en el versito canónico, por ejemplo, había dos
divinidades, uno era Behemot que es el monstruo terrestre y otro que es Leviatán, que era el
monstruo marino devorador de hombres, con lo cual observen ustedes que lo que Lacan dice es
que con el becerro retornan Behemot y Leviatán, o sea, divinidades animales, biológicas, que
comen carne cruda, en oposición a un Dios que es un Dios de deseo, que carece de nombre, que
son cuatro letras, impronunciables, que carece de imágenes, se entiende la oposición: uno es bien
carnal y en el otro está abolido todo lo que es de la índole del cuerpo. Ni siquiera imágenes.

Tres citas más, Seminario 16, Clase 23, acá yo hice un salto, porque no queda claro si estamos
hablando de tradición cristiana o judía. Al final del Seminario 16, “De un Otro al otro” -que no
está publicado- en la clase 23, dice Lacan:

“Estamos en vías de decir que en nuestra cultura todo se resume a esta dialéctica del amo y del
esclavo. No olvidemos que la génesis judeocristiana, su primer muerto es aquel que no tengo
necesidad de recordar pero del cual nadie parece haber destacado que (es Caín) es hacer la misma
cosa que él. Eso place de tal modo a Dios…”

Se acuerdan de Caín y Abel, ¿cuál fue el problema? No la solución del problema… la solución del
problema fue que Caín mató a Abel, pero ¿cuál fue el problema? Que Dios prefirió el sacrificio de
Abel, ¿por qué? ¿Qué sacrificio dio Abel? Abel era ganadero y dio animales y Caín era agricultor y
dio trigo. Y Dios vio con buenos ojos la sangre, ven de vuelta el problema, ya en las primeras
páginas del Génesis lo tienen. ¿Entienden lo que está diciendo Lacan? Que Dios pide sangre, no
por nada vio con buenos ojos el sacrificio de Abel y no por nada la solución fue que mataran a
Abel, fue como si Caín hubiese dicho, dejémonos de joder, si querés sangre… ¿esto es lo que
querés? Dar el diezmo o dar el sacrificio para sociedades tan atrasadas podía querer decir dar lo
único que había para alimentar a los hijos, si quieren estudiar este problema pueden leer de Mauss
el Potlach, el sacrificio de la riqueza, cosa que Marx nunca entendió. Si Marx hubiese leído Mauss,
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“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
Alfredo Eidelsztein - Agosto 2006
no habría marxismo. Marx arrancó con que no había fetichismo por la mercancía, y en los pueblos
más pobres, más antiguos de los que tenemos referencia, siempre hubo fetichismo por la
mercancía, que se quemó. Siempre se mató lo mejor, pero después te quedás sin comer. El
gobierno de Australia no sabe si prohibir o no el potlach, porque es una guerra entre los
consuegros, el padre de la novia sacrifica 10 animales, y el del novio otros 15, y entonces el de ella
sacrifica 10 más y el del otro 5 más, sería un empate técnico… ¡pero después no tiene para comer el
resto del año! Bueno, aquí estamos en esa situación, porque Caín dice que el también dio todo lo
que tenían para comer, entonces no es eso lo que vos querés, no es que yo me sacrifique y mis hijos
pasen hambre, no es que vos querés que te pague con lo primero que surja de la tierra todas las
primaveras, sino que vos querés sangre, sos sanguinario, entonces si vos querés sangre, te voy a
dar sangre. Y ahí mata al hermano. Es interesante las perspectivas. Entonces ahí tenemos la
polaridad de dos dioses: un Dios carnal que quiere sangre, y un Dios del deseo, sin cuerpo ni
nombre ni imagen, que quiere cosas de la índole de lo sublime. ¿Se entiende la oposición?

“Esto place de tal modo a Dios, estos corderos que él sacrifica, eso cosquillea, de un modo tan
manifiestamente visible a sus narices, pues al fin el Dios de los judíos tiene un cuerpo.”

Les recomiendo para eso, de Harold Bloom, Jesus y Yahvé, los nombres divinos, es muy
interesante cómo trabaja la presencia corporal del Dios entre los judíos antiguos, era un cuerpo.
Lacan lo dijo 40 años antes.

“Esto es, ¿qué es la columna de humo que precede la migración israelita sino un cuerpo?”

¿Se acuerdan la columna de humo, no? Moisés los sacó de Egipto y ¿cómo hacían para no
perderse? Además de que caía maná del cielo, había una columna de humo que era el cuerpo de
Dios, dice Lacan.

“Caín ve a Abel favorecer en ese punto al goce de Dios por su sacrificio, y cómo no va a dar él ese
paso, el de sacrificar al sacrificador a su turno.”

Dos citas más, Seminario 18, tiene varias versiones, esta es conocida como la versión A, hablando
de André Gide, Lacan dice:

”Mediante lo cual pescaba muy bien que había ahí un punto de preocupación que lo salvaba
evidentemente del abandono de su infancia…”

Gide fue abandonado en su infancia y dice que esto lo salvaba de ese abandono.

“Todas su bromas con Dios eran en fin algo totalmente compensatorio para alguien que había
comenzado tan mal. No es privilegio suyo, había empezado hace tiempo, no di mas que una
lección en mi seminario como lo llaman, algo sobre el nombre del padre...”

o sea, está hablando de esa única clase del Seminario sobre Los nombres del Padre.

“...naturalmente, comencé por el padre mismo, en fin, hablé durante una hora o una hora y media
del goce de Dios”

Ven cómo Lacan evalúa esa clase, en el Seminario 16 dice que esa clase fue una hora u hora y
media sobre el goce de Dios. Si leen esa clase, no es tan claro, hay leerla buscando de qué habla
para encontrar de qué habla, del goce de Dios.
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“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
Alfredo Eidelsztein - Agosto 2006
“Si dije que era una broma, mística, fue para no volver a hablar nunca de eso. Es cierto que desde
que no hay más que un Dios, solo y único, en fin, el Dios quiso emerger una cierta era histórica, es
justamente este el que molesta al placer de los otros, inclusive solo cuenta eso.”

Entonces Lacan dice que su sem de los nombres del padre… el de una sola clase, de lo unico que
hablo en esa hora y media fue del goce de Dios, y dice ¿que Dios?, el nuestro , el unico, y si ese
existe, ese es el que molesta al placer de los otros, tenganlo en cuenta, nuestro Dios, el unico, es
uno que molesta el placer, y encima es causante de displacer.

Y la última cita, del Seminario 20, clase 6, ese sí está publicado, “Aún” o “Encore” dice Lacan:

“A la postre, naturalmente, el cristianismo terminó inventando un Dios que es quien goza”

esta cita me la pasó María Inés Sarrailet.

Si no les parece mal, podríamos hacer una enorme y gigantesca y muy arriesgada diacronía, donde
tendríamos que en nuestra tradición religiosa judeocristiana, hemos comenzado con un Dios carnal
que goza, si quieren un nombre para ese Dios, podrían investigar Baal, que quiere decir en los
idiomas arameos “Señor”, que era un Dios carnal que gozaba. Luego un pasaje a un Dios del
deseo, un Dios que está más en la serie de presencia-ausencia, del sí y del no, es un Dios que no
tiene imágenes, cuyo nombre es impronunciable, al que está prohibido construirle ídolos, si
ustedes quieren, un Dios muy sublimado. Y lo que Lacan propone es que finalmente, a la postre,
finalmente en esta diacronía -que cualquier historiador religioso me sacaría a patadas, pero
nosotros no estaríamos trabajando si es cierto o no, estamos trabajando la cuestión del goce en la
teoría del autor que para mí introdujo el concepto- entonces para Lacan lo que sucede en nuestra
civilización es que se reintroduce el Dios del goce. ¿Cómo se reintroduce? A través de Jesús, Jesús
el Cristo, produce en una época muy, muy especial de la religión judía… la religión judía se
caracteriza por dos grandes momentos: cuando se les presenta un Dios omnipotente y se les
habilita el ganar todas las guerras, y vieron que desde la salida de Egipto, con el poderosísimo
ejército egipcio, los judíos que eran unos muertos de hambre, gracias a la ayuda de Dios atraviesan
cosas que otra manera nunca hubieran podido, hasta las guerras que se dan en Canaan para
conquistar esas tierras, tan sólo con la ayuda de Dios las ganan, por ejemplo, Jericó, dieron siete
vueltas, tocaron la trompeta y se cayeron las murallas, miren qué fácil. Bueno, yo diría que con
Maradona… ¡cualquiera! Lo que quiero decir es que con un Dios así ¿quién no va a ser creyente?
Con Roma y con Babilonia se arma una joda, que se llama la destrucción del Templo, dos veces
acontecida, que es la casa del señor, pero el problema de la destrucción del Templo tan sencilla por
Nabucodonosor y los romanos, es que ese Dios ya no es más omnipotente. Si te liquidan en una
batalla, ya está, ¿se dan cuenta del problema? Cambió el estatuto de la omnipotencia divina, es ahí
cuando surgen los profetas y empiezan a profetizar la caída del pueblo de Israel en el futuro, es un
pueblo que no tiene futuro, porque está siendo castigado por sus pecados. Esos son los profetas de
la época de Jesús, Jesús nace en una época fuertemente profética y mesiánica del pueblo de Israel.
Entonces, hasta ahí la secuencia histórica en la cual que les propongo que es la lectura que hace
Lacan para introducir el concepto de goce.

Entonces, no destaco del Seminario 7 de La ética del psicoanálisis, la relación goce-pulsión, o sea,
rechazo que el concepto de goce se sostenga de donde lo que lo hacen sostener todos los
lacanianos, que es en la relación goce-pulsión. Aunque leí, como todos, que en el Seminario 7
Lacan dice que el goce es la satisfacción de la pulsión. Para mí esa frase no dice nada, porque para
nosotros satisfacción ya era concepto, Freud decía que la pulsión tiene cuatro elementos
constitutivos y que uno de ellos era la satisfacción. Cambiarle a la satisfacción freudiana de
nombre, eso no me interesa para nada, ¿entienden? Si la satisfacción antes se llamaba Roberto y
ahora se llama Luis… ¿Lacan le cambia de nombre a las mismas cosas freudianas? Lo que era
pulsión, ¿es goce en Lacan? Yo creo que no. Me parece que hay otro diagnostico que hace Lacan,
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“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
Alfredo Eidelsztein - Agosto 2006
que Lacan trabaja con otras herramientas y produce otra solución. Entonces, rechazo la relación
goce-pulsión y rechazo la relacion goce-cuerpo propio. Lacan dice como 500 veces “sólo hay goce
del cuerpo propio”, yo rechazo que haya sido en torno a eso que se produjo o se creó el concepto
de goce y que haya una concepción nueva de Lacan en psicoanálisis. Entonces rechazo que se trate
de la pulsión o de la satisfacción de la pulsión.
El problema del que se trata es el goce del Otro.
Y si hubiese pizarrón yo escribiría: j(A) –al entre paréntesis Lacan propone leerlo “del”- o sea, el
problema del que se trata es del goce del Otro.
Y el concepto de goce en psicoanálisis es una respuesta al problema de que en nuestra cultura se
vela la castración con el goce del Otro.

Ahora les voy a leer cuatro citas de un libro maravilloso que se llama El amor puro, de Platón a
Lacan un trabajo de investigación crucial para nosotros, el autor es Jacques Le Brun. Este libro
trata de lo que se llamó la “querella del amor puro” 1760-1780-1790. Les voy a leer en cuatro citas
qué es el amor puro:

“Si se encuentra la noción de un puro amor, es desde el punto de vista de la superación de las luces
y de los pensamientos”

¿Ven? La erradicación de lo simbólico. Si hay un puro amor, eso no se piensa, no se racionaliza, eso
se siente. Un puro amor. El primer problema que tenemos es un puro amor que es sin nada de la
índole de lo racional, es un rechazo de lo racional.

“El amor puro incluye, implícitamente, el goce de Dios. Y mas aún, el amor puro, a partir del goce
de Dios, nos da nuestra beatitud”

O sea, si nosotros sentimos un amor puro, no racional, hacia Dios, el goce de Dios por nuestro
amor puro, nos hará beatos, nos hará puros, santos.
Fénelon es el autor más importante del desarrollo de la querella el amor puro y autor fundamental
de los libros sobre el amor puro.

“Fénelon no deja de destacar esa diferencia divina, signo de la superioridad infinita de Dios y de
su perfecta libertad. Su antojo y su arbitrariedad. El antojo y la arbitrariedad divinos trazan así
según Fénelon la figura de un otro omnipotente.”

Ya nos sentimos de vuelta en psicoanálisis, estamos trabajando cuál es la figura imperante en


nuestra civilización de la omnipotencia del Otro. Ahí tienen que hacer un trabajo, que es el pasaje
del narcisismo como rechazo de la propia castración (Freud) a que el problema neurótico sea la
omnipotencia del Otro y la falta en el Otro (Lacan). Es la oposición Freud-Lacan. Para Freud la
posición del neurótico se regula por su narcisismo, y su narcisismo significa el rechazo de su
propia castración. Por eso los kleinianos son los analistas que dicen “bueno, todo no se puede”,
porque estaban queriendo atacar el propio narcisismo, de querer uno hacer todo. Pero Lacan dice
que ese no es el problema. El problema en la neurosis, tal como la enfrenta el psicoanálisis es la
omnipotencia del Otro, que ya no es la castración sino el problema de la falta o falla en el Otro. Y
entonces este autor está trabajando directamente este problema, porque mediante el amor puro, se
garantiza la omnipotencia de Dios. ¿Cómo?

“El antojo y la arbitrariedad divinos trazan así según Fénelon la figura de un otro omnipotente, de
insondables designios, no el Dios de orden y la razón, sino el del Antiguo Testamento,

¿Ven? Es judío, es del Antiguo Testamento


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“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
Alfredo Eidelsztein - Agosto 2006
“… que los antropomorfismos bíblicos sugieren mejor que las conclusiones abstractas de los
filósofos”

o sea, lo que Fénelon dice es que mediante el amor puro, que él sostiene, que el Papa en 1699 ya le
bajó el pulgar, ahora van a entender claramente por qué, pero lo que él propone es que hay que
volver al Dios antropomórfico –un hombre- que goza y quiere cosas, porque ese es el único a
través del cual se logra beatitud moderna. ¿Cómo se logra beatitud moderna? Considerando a ese
Dios carnal y ofreciéndole a ese Dios carnal ese amor puro. ¿Y qué es el amor puro? Una cita más
larga, la última:

“Pero el amor puro ponía en el centro del debate no la cuestión del acto como tal sino el carácter
desinteresado de ese acto. Y la noción de indiferencia señalaba bien el paso de una problemática a
otra. Así se consideraba que el único verdadero amor estaba apartado de cualquier perspectiva de
recompensa...”,

¿Se acuerdan del trabajo de Lacan sobre el amor cortés, no? El de la película del caballero blanco
que corre contra el caballero negro… ¿se acuerdan de esa película en la que corrían por el pañuelo
de la princesa? Entre nosotros, no se la cogían ni se la iban a coger… sin obtener recompensa, eso
era el amor cortés, y es por eso que las mujeres dicen que hoy ya no hay hombres corteses, hoy ya
no hay hombres que se levanten y cedan el asiento a la mujer embarazada, siempre es otra mujer la
que se levanta y dice que ya no hay más caballeros. ¿Y qué quiere decir con “caballero”? El amor
cortés, un amor desinteresado, del siglo XVII. Es el siglo donde aparece el amor desinteresado, no
hay que perder esa línea porque después de eso viene el Romanticismo. Y ahí ya no es
desinteresado, es suicida, es peor todavía, el Werther de Goethe, tampoco se la coge, porque se la
lleva otro y él se suicida.
Entonces,

“… el único verdadero amor estaba apartado de cualquier perspectiva de recompensa y de


cualquier interés propio, y el criterio de validez e incluso de legitimidad del amor era la perfección
del desapego llevado hasta la pérdida del sujeto.

¿Qué quiere decir? Que había que ser piadoso y no por el paraíso, porque el paraíso, por la
recompensa, cualquiera hacía eso, si a vos te prometen una vida eterna en el paraíso para rascarte
eternamente… pero vieron en las películas cuando aparece la figura del inmortal… ¿vieron cómo
padece el inmortal por no poder cortar nunca con la vida, no? Así que ese paraíso eterno en
nuestra cultura ya no quedó tan divino, porque parece que al final no nos gusta tanto. Pero
entonces, el amor puro, la querella del amor, donde se sostiene el goce de Dios, tiene que ser un
amor desinteresado. “Puro” quiere decir sin recompensa. O sea, si por querer a Dios no se
encuentra el paraíso, sería un amor más verdadero.

“En el caso del amor divino, esta pérdida podía llevar hasta la condena radical ocasionada por
querer al objeto del amor, por Dios, un Dios que dañaba a quien lo ama, sería amado de un modo
más puro que si lo recompensara

¿Se acuerdan que habíamos hablado del Dios supremo en maldad, que tanto se esforzó Sade en
1789 en sostener? Un Dios que daña es el que se merece el amor más puro. Porque es muy fácil
amar al que te gratifica, lo mas difícil es amar al que te jode.

“…un Dios que dañaba a quien lo ama, sería amado de un modo más puro que si lo recompensara.
Llegar al límite era la famosa suposición imposible de los místicos: si por una suposición imposible
Dios no recompensaba e incluso si condenara con las penas del infierno al hombre que lo amaba
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“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
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perfectamente e hiciese así su voluntad, este hombre amaría a Dios igual que si lo recompensara y
le ofreciera todos los goces del paraíso.

¿Se entiende? Bueno, si no entienden, piensen en un monje al estilo de Umberto Eco, había uno que
se flagelaba, ¿por qué se flagelaba? Porque sufriendo se garantiza el goce de Dios. Toda la idea
que yo les quería proponer era esta: la inexistencia de la falta en el Otro. Sufriendo corporalmente
se garantiza al Otro en nuestra cultura, como omnipotente. Si ustedes tuviesen, supongan las
monjas de clausura, si fuesen hermanas de clausura, ¿cómo testimoniarían en la celda, de la forma
mas verídica, para ustedes mismas, que han tenido un encuentro con Dios? ¿En qué? ¿No sería en
el sufrimiento de vuestro cuerpo?
Digo, ¿para qué se flagelan? Para estar con Dios. Doy un paso hacia atrás, que salteé a propósito:
Cristo, como hijo de Dios -y acá viene el quilombo- y Dios a su vez, acaso ¿no es martirizado
enormemente? Mel Gibson no exageró en la película de “La Pasión de Cristo”, eso está en el
mensaje, lo que pasa es que Gibson creyó que fue porque los judíos eran malos, no, no era por eso,
hay un problemita ahí, porque si Cristo duplicó los panes y los peces, podría haber duplicado su
altura, no? Y el podría haber medido 14 metros y haberse colgado la cruz del cuello, como los
curas. Porque el sufrimiento es el mensaje de Cristo, porque el sufriendo, garantiza a Dios. Esa es
la clave de nuestra cultura.
Luego, ¿qué era ser cristiano? Que te coman los leones y te de lo mismo.
Les propongo que Cristo sufre, padece, corporal y moralmente, pero no lo inventó él, eh? En los
misterios de Eleusis, que eran los misterios más famosos de la Grecia precristiana -que duró desde
el siglo VII hasta el siglo III, hasta que lo prohibió un Papa- los ritos de Eleusis implicaba que
quienes iban a hacer esos ritos de iniciación, atravesaban un puente para ir al agujero que era el
lugar donde se hacían los misterios, y en el puente los insultaban, habían insultadores contratados
por la secta, que a todos los que hacían el rito los insultaban, es decir que ahí había un componente
de masoquismo moral, alguien que se sometía voluntariamente a ser escupido e insultado en su
trayecto, lo que se llama la vía dolorosa. Y nos vamos a encontrar con que otros ritos religiosos
también tiene su vía dolorosa. Lo que les propongo es que el hijo moderno occidental, sufre,
padece con su cuerpo y con eso garantiza el goce del Otro.
No hay goce del Otro es la forma para nuestra cultura del no hay Otro del Otro o no hay
metalenguaje. Para todo ser humano hablante es aplicable el “no hay Otro del Otro” y “no hay
metalenguaje”. Esas son leyes de estructura, pero el no hay Otro del Otro se verifica en cada
civilización según las características de cada civilización. En nuestra civilización, no hay Otro del
Otro o no hay metalenguaje, se escribe “no hay goce del Otro”.
La nuestra, consecuentemente, es una cultura del dolor, vivimos en una cultura de dolor. Si
quieren, les recomiendo un libro de David Morris que se llama “La cultura del dolor”, él propone
ahí dos cosas: que Occidente se caracteriza por una epidemia de dolor crónico, o sea hace 200 ó
300 años lo que caracteriza a nuestra civilización es el dolor crónico, o sea, somos beatos
permanentemente, y si quieren lo pueden ver desde dos perspectivas: el sufrimiento de la clínica
del dolor, tomen la cartilla de cualquier prepaga de buen nivel, van a encontrar un apartado que es
“clínica del dolor” y los médicos especialistas son anestesistas. ¿Por qué? Porque es una nueva
clínica. Porque no es que el traumatólogo cura el dolor traumatológico, el neurólogo el dolor
neurológico y el ginecólogo el dolor ginecológico. Ahora hay un dolor que ya no es ni
traumatológico, ni neurológico ni ginecológico, porque los tres especialistas ¿qué te dicen? Que no
tenés nada. Entre paréntesis, ¿cómo surgió el psicoanálisis? ¿No era por mujeres –que a ustedes
les gusta pensar que eran sucesoras de las místicas- que se quejaban de dolores en el cuerpo y que
los médicos les decían “usted no tiene nada”? O sea, nosotros como psicoanalistas nos dedicamos
a la forma en que el neurótico vela la falta en el Otro. ¿Cómo el neurótico vela la falta en el Otro?
Con su dolor corporal. Pero el dolor corporal no viene como había creído Freud, de las entrañas,
de la pulsión corporal. No viene de la entraña, viene de la posición que se asume. Curando la
posición que se asume, se cura el dolor.
Para terminar: si no les suena o no lo terminan de ver, observen que en el mismo momento
posterior al amor puro y posterior al romanticismo, vía fundamentalmente Schopenhauer –si no él,
Apertura, Sociedad Psicoanalítica de La Plata 13
“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
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hubiera sido cualquier otro- es que empieza a producirse en Occidente la idealización de las
culturas orientales, a los hindúes y a los japoneses. ¿Qué es lo que idealizamos de esas culturas?
Como tratan el cuerpo. O no? ¿No es el yoga y la longevidad increíble, que no tienen obesidad?
Cuando yo me tomé tres cafés hirviendo, el japonés no terminó el primer trago del rito del té…
nosotros somos eminentemente compulsivos. ¿Por qué? Porque nosotros vivimos la vida a través
del cuerpo, y eso es un problema de civilización. El problema es que los psicoanalistas van en el
sentido de creer que eso viene del cuerpo. Especialmente los psicoanalistas freudianos y más que
ninguno los lacanianos, porque creen que lo que Lacan descubrió es que lo que mueve todo es un
goce que es una energía, o un fenómeno que viene del cuerpo, con lo cual el problema es que el
psicoanálisis, que esta puesto para ir en contra de eso, habría que decirle “no, mirá, si querés tomar
remedios tomá, si querés ir del kinesiólogo andá”, ya no sabemos qué hacer. No levanten la mano,
pero si dijera que levante la mano al que le duele crónicamente algo, tendrían que levantar las dos
manos. Dolor crónico de espalda… no crean que es por estudiar. ¿Por qué nos duele tanto? Es
raro que en Occidente duela tanto, porque nosotros somos capaces de la anestesia, que quiere decir
ausencia total de dolor y sensibilidad, somos dueños de la anestesia y a pesar de eso, nos duele
tanto. Cada año la potencia analgésica se duplica o se triplica. El dolor no viene del cuerpo. El
dolor viene, en nuestro caso, para los casos de la neurosis, de la posición que caracteriza en nuestra
cultura a cómo se vela el “no hay Otro del Otro”. Nuestro Dios, ese que no tiene cara ni cuerpo,
tiene otro que tiene cuerpo. ¿Cómo garantizás ese? Increíblemente en nuestra cultura se produjo,
indudablemente vía Cristo, porque Cristo dice “Padre, padre ¿por qué me has abandonado?”, pero
no sabemos qué quiere decir, yo no creo que quiera decir “¿Por qué me has hecho sufrir tanto?”, no
sé qué quiere decir eso. ¿Qué quiere decir Aba, aba, lama sabactani? ¿No dan ganas de
preguntarle en qué lo abandonó?

Comentarios inaudibles.

Sufrió porque quiso. A partir de ahí, nuestro amor al Otro, es vía el dolor. En psicoanálisis hay
dos posiciones para tomar: suponer que es maniobra en relación al Otro caracterizada por la
cultura, la posición de quien nos consulta; y hay otra posición que es la reinante, que es increíble
que sea la mayoritaria y es que lo verdadero que descubrió el psicoanálisis, Freud, es que el
aparato psíquico se mueve por las entrañas del cuerpo. Que las pulsiones son el motor del cuerpo,
que todo lo que quiere un ser humano es comer, coger, beber y cagar. Es increíble. Yo no veo la
diferencia con un perro. ¿Saben cómo se llama la sociedad de los perros? Cinológica. Porque
cínico viene de perros. Porque los cínicos vivían como perros.
¿Seremos como perros? Me parece que el psicoanálisis, especialmente el lacaniano sostiene que sí,
que el punto de verdad última, el único punto de verdad es un punto de goce. Y un punto de goce
se halla en el cuerpo y proviene del cuerpo. Y sostienen que la ingenuidad neurótica es que no
proviene del cuerpo. Con lo cual, la dirección de la cura es amigarse con ese dolor, aceptarlo, dejar
de darle batalla, con lo cual entiendan ustedes que se hace doler más, que es peor, y creo que llegó
la hora de evaluar los efectos de los análisis. Si se sigue, ¿sigue con más dolor o con menos dolor?
Si la vida es un 50% una mierda, o un 20% una mierda. Soy hincha de Racing, no se crean que soy
un optimista, tengo lo mío...

Entonces, les decía que me parece que es una posición ética lo que hagamos con el concepto de
goce de Lacan. Podremos terminar haciendo una religión judeocristiana, judeo por la antigüedad
del judaísmo previo al Antiguo Testamento, retomado por Cristo, donde seamos fieles creyentes
del Otro con nuestro dolor. O puede ser que como analistas encaremos la perspectiva contraria y
dejemos de sufrir como para sostener así la barradura del Otro.
Bueno, hasta aquí lo que yo preparé. Si tienen preguntas, objeciones, críticas, aclaraciones...

Comentario inaudible.

A.E.: eso lo dice una sola vez, pero que el goce es del cuerpo propio lo dice montones de veces.
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“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
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Comentario inaudible

A.E.: es muy problemático para mí, fundamentalmente lo que te puedo decir hoy es que yo no
tengo respuesta para eso. No he encontrado una respuesta lo suficientemente abarcativa del
problema que a mí me satisfaga. Mi impresión es que esa frase está llena de problemas, por
ejemplo: ¿qué es el cuerpo propio? Y bueno, pero si no nos hacemos las grandes preguntas… ¿qué
es el cuerpo propio? El cuerpo, ¿es propio? Las chicas feas, las que dicen ser feas, las que se miran
al espejo y no pueden creer verse tan feas; si consultan, no sé si habrán tenido la experiencia de
haber atendido a una mujer que consulte por su fealdad, yo atendí a una que ya se había operado
varias veces la cara. Y seguía tan fea como al principio, según su propia evaluación, yo desde que
la empecé a atender, era una mujer medianamente bonita, en mi barrio hubieran dicho que estaba
para darle, y ella “era horrible”. Esa fealdad de su cuerpo, ¿es propia? ¿O tengo que decirles que
era adoptada, que los padres adoptaron en una muy mala situación de pareja, que apenas la
compraron? La fealdad del propio cuerpo, ¿es del propio cuerpo cuando uno con sus propios ojos
ve en la propia imagen del espejo un cuerpo feo, es uno el que ve? ¿Es uno el que ve? ¿Hay que
resignificar la propia mirada de esa chica? ¿Hay que decirle, “no, pero sos linda”? Freud mismo
indicó que no, que no intenten argumentar en contra del síntoma porque lo van a reforzar más.
¿Es propio el cuerpo? Por ejemplo, si a ustedes les gustara la oreja izquierda ¿están seguros de que
a ustedes les gusta porque a ustedes les gusta? ¿Están seguros de que no era la parte de vuestro
cuerpo que su mamá eligió porque algo se le jugaba a ella? Digo, la satisfacción que ustedes
encuentran hurgándose la oreja, ¿es vuestra satisfacción? ¿Están seguros? Con el partenaire, si se
satisfacen primero, ¿cómo pueden darle media hora y que no sientan nada? Los tipos dicen que
hacen fierros todas las semanas para darles y ellas no sienten nada… primero eso, y segundo, los
que sí obtienen satisfacción, ¿están seguros que obtienen satisfacción en su propio cuerpo u
obtienen una satisfacción tan mezclada con los signos de satisfacción del cuerpo del otro que ya no
se sabe si sí o si no? ¿Es claro cuál satisfacción es de un cuerpo y cuál del otro? ¿Es tan claro el
corte? Con lo cual, “el goce es del cuerpo propio”, yo no sé que quiere decir Lacan con ese ”cuerpo
propio”.

Les cuento otro problema: estuve trabajando mucho a autores muy interesantes, Agamben,
Esposito, Jean-Luc Nancy, acá en La Plata tienen a un supercapo en estos autores. Hay un
problema y es que cuando se habla de sociedad se dice “cuerpo social”, ¿por qué se dice cuerpo
social? Cuando se dice cuerpo social, es menos verídico que cuerpo propio? ¿El cuerpo, es social?
O sea, no veo ningún motivo para decir que el cuerpo sea propio. Menos que menos en los dolores.
¿Nunca les pasó que cuando un paciente se moría de dolor se vino a descubrir después que era el
mismo lugar donde le dolía a la abuela, y que apenas lo dijo se le fue el dolor? ¿Hace falta volver a
recordar eso? Parece que sí. Porque lo que dolía ahí era el omóplato de la Bobe. Lo que dolía ahí,
no era del cuerpo propio. En la clínica del psicoanálisis, digo, si fuéramos médicos no estaríamos
delirando así.

Me parece que en Lacan están las dos teorías: la que yo dije, y la que el cuerpo es goce. Me parece
que son dos teorías de Lacan, con lo cual, el problema ético se multiplica, no es que uno se pueda
avalar en Lacan, depende de qué Lacan elijas, me parece que hay al menos dos. Me parece que hay
un Lacan que está muy tomado de una posición individualista, y me parece a mí que es el Lacan
de los nudos, porque todos los colegas míos que trabajan orientados con la teoría del nudo
borromeo tienen una clínica ultra-individualista. Son los que te dicen directamente que el Otro no
existe –no dicen que no existe el Otro del Otro- el goce es Uno, el goce del propio cuerpo y el objeto
a es propio también. O sea, la clínica para colmo, orientada por el aporte novedoso de Lacan del
borromeo, se articula muy bien al goce del cuerpo propio dando a entender que es lo que Freud
llamaba lo limitado por el tegumento, lo que está dentro de la piel. Con lo cual, podriamos decir
que hay dos Lacan, o que yo me inventé uno a mi gusto, lo cual no me complicaría. Que yo me
haya inventado un Lacan a mi gusto no importaría, el asunto es poder discurtirlo con ustedes
Apertura, Sociedad Psicoanalítica de La Plata 15
“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
Alfredo Eidelsztein - Agosto 2006
racionalmente, tomando las fuentes, las citas, y que ustedes me digan si sí o si no, que discutamos
un caso, podemos discutir un caso, y ver si es lo que provienen del cuerpo o no…

Comentario inaudible

A.E.: para colmo, hay otra cosa que es que el último Lacan se articula muy bien al último Freud.
Yo no sé qué me pasa, pero todo lo que me gusta es al revés de Miller. A él le gusta el último
Lacan, a mí no me gusta, ni el del nudo borromeo ni el del goce del cuerpo. porque me parece una
clínica individualista, me parece que Lacan dejó de hablar, era cuando se quedaba parado mirando
por la ventana, escupía, los pateaba en el culo a los pacientes, les tiraba macetas, comía delante de
los pacientes, atendía en bata y pijama, sin afeitarse… la clínica del último Lacan a mí no me gusta.
Y su teoría no me gusta porque me parece que va hacia un individualismo notable. ¿Por qué
Freud y Lacan terminan su periplo así? No tengo una teoría sobre eso. El problema es que es muy
difícil hacer teoría sobre eso, porque todos los grandes psicoanalistas lacanianos estudian
muchísimo al último Lacan, porque creen que ahí esta la posta, y leen que el goce es del cuerpo y
que es la satisfacción de la pulsión y de la tripa. Alguna de estas famosas lacanianas habla de la
tripa carnal. Y creen que el goce viene del cuerpo como un manantial, que es una expresión de
Freud.
Si en todo caso hubiese un manantial, la fuente del manantial –para el Lacan que yo leo- sería un
agujero vacío, jamas un cuerpo tridimensional. Pero me parece que ahí hay un problemón, porque
hay muchos lacanianos que practican el psicoanálisis así. En bata, con mala educación, desprecio
por el paciente, falta de respeto, no respondiendo a la demanda, todo no, cobrarle caro, ¡parece que
creen que es terapéutico el maltrato! Habría que decirles que fueran a un convento y que vieran
cómo gozan los curas y los seminaristas… me parece que el maltrato lacaniano… Lacan se
caracterizó por el maltrato…. ¡se merecía juicio por mala praxis! Freud no, Freud engrupía.
Freud ya se había operado del cáncer de mandíbula como 20 veces y tenía prohibido fumar, y le
decía a la paciente, “¡qué buena asociación que ha hecho! ¡Esto se merece un festejo, me voy a
prender un cigarro!” Está publicado, no es invento mío… se moría de ganas de fumar. Freud
engrupía, pero me parece el Lacan de los últimos 15 años del ‘66 al ‘80, hay ya 15 libros publicados
sobre su práctica, era de un maltrato enorme, pero ese maltrato enorme, me parece que consolida
el sufrimiento del neurótico que engorda la ilusión del goce del Otro. Con lo cual, me parece que
hay dos corrientes en Lacan: no hay goce del Otro, y hay goce del cuerpo propio, que parecería ser
lo mismo, por que cualquiera que lo lee dice “se’ igual” como Minguito, claro, si no hay goce del
Otro es porque hay goce del cuerpo propio. No, no. Cuando decimos que no hay goce del Otro,
es que sufrir con el cuerpo es la forma fundamental de sostenerlo y es propio de nuestra cultura.
Los orientales no pueden entender cómo nos duele. De hecho, muchos de ellos vienen a trabajar
acá con nuestro dolor. ¿No está lleno de chinos que hacen acupuntura, yoga? ¿Y por qué tienen
que venir ellos a curar nuestro dolor? Por que pareciera que ellos lo hubiesen resuelto… no, no, el
yoga no cura nada, es que ellos no tienen la fuente del dolor. No aman al Otro mediante el dolor,
lo aman de otra manera, nosotros lo amamos mediante el dolor. Entre paréntesis, lean el
romanticismo, lean el Werther de Goethe… y nosotros ¿no amamos con dolor? Hasta la mujer,
digo, ¿no creemos que más la amamos si más sufrimos? ¿Y el tango? ¿Cuándo me di cuenta que te
amaba? dice el tango. Cuando te fuiste. ¿Y por qué me di cuenta que te amaba cuando te fuiste?
Porque ahora me duele. ¿Ven que creemos que el amor es verdadero si duele? ¿Y por qué
creemos que sería verdadero si duele? ¿Qué? ¿El amor es masoquista? No, me parece que entra en
esta dialéctica. El problema está.
Es cierto que está lleno de “el goce es del cuerpo propio”

Comentario inaudible

A.E.: vamos a decirlo bien: no se resuelve nada, te explica, el tipo te explica ¿cómo?: “mucha
pulsión”… ¡eso es Klein! No es Lacan, eh? Que algunos nacen con exceso de pulsión de muerte,
eso es Klein elemental. Con lo cual habría que ver si muchas cosas que creemos “lacanianas” no
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“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
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son en realidad kleinianas. Y para colmo en muchas cosas hay dos Lacan, porque en ese sistema
de explicación que proponías, yo te puedo decir que la resistencia es resistencia del analista. De
vuelta, hay dos Lacan: porque si tanto resiste es porque es un goce, y si es un goce, ¡chau! Si el tipo
tiene diarrea y la sigue teniendo después de analizarse 14 años conmigo… y ya probé de todas
formas... Cuando el analista dice que ya probó de todas las formas posibles habría que decirle
“salvo de la que no te diste cuenta”. Pero en vez de decir que yo me equivoqué durante 14 años,
en vez de trabajar con que la resistencia es del analista y que falló la composición dialéctica de la
experiencia, se supone un goce, o sea, algo misterioso que viene de las tripas y que lo deja fijado a
la diarrea. En realidad así no se resuelve nada, porque se dice “usted siempre va a tener diarrea,
tiene que amigarse con su diarrea, lleve papel higiénico en el bolsillo izquierdo”. Ustedes se ríen
pero es así, no hay tantas variables en la clínica.

Comentario: está estandarizado.

A.E.: obvio que está estandarizado.

Comentario: (inaudible) me parece que concebir las cosas así , con que al final el goce es lo último
que encontramos, me parece que deja de lado muchos desarrollos previos, como ser sujeto,
lenguaje,

A.E.: ¡e inconsciente! El inconsciente ¿es el discurso del Otro, o no? Bien, pero ahora podemos
agrandar el problema y citar a Paul Ricceur y decir que el psicoanálisis es una herencia freudiana,
en la cual se trata de o una hermenéutica o una energética, una hermenéutica es una forma de
interpretar el problema del sentido; o si se trata de una operatoria energética. Me parece que
siempre estamos oscilando en Freud de un lado al otro, Klein volcada totalmente del lado de la
energética. No quedó tiempo, pero iba a leerles a Foucault, que es un gran critico del psicoanálisis,
dice que el nazismo como racismo hace de la sangre aristocrática, de la sangre del rey, de la
soberanía del rey; hace una sangre biológica, la sangre aria, y él rescata del psicoanálisis que hace
de la sangre toda la simbólica del falo, restituye todo su valor de ley, de símbolo. Me parece que
en el psicoanálisis tenemos una báscula: o es una energética o es una hermenéutica. Mi impresión
es que sobre eso no hay que tener una pata en cada lado: hay que asumir una posición y la
posición no debe ser a piacere, por gusto, debe ser hacia una hermenéutica, porque la dirección
hacia una energética hace doler más. No por Freud o por Lacan, es que hacia la energética se sufre
más. Y me parece que si el psicoanálisis no se asocia algo de la índole de sufrir menos, dejémonos
de joder, pongámonos un kioskito o un taxi. Si no reduce el sufrimiento, dejémonos de joder.
Obligatoriamente debemos ir hacia una hermenéutica. Pero en Occidente ya nadie cree en la
hermenéutica. Todo el mundo cree en la carne y en la genética. ¿Por qué todo el mundo prefiere
un hijo parido que un hijo adoptivo? ¿Vieron el sufrimiento de la gente que no quiere adoptar, no?
Hay gente que se queda sin hijos por no adoptar. ¿Por qué no adoptan? Porque no es carne de mi
carne… y habría que preguntarles de qué mierda sirve tu carne.-
Casos de pacientes neuróticos en los cuales ustedes ya pudieron manchar al Otro, donde tiraron y
¡pum! Le pegó. O sea, ya se puede hablar del padre y de la madre. ¿Cuál es el ultimo argumento
para no ir a decirle que fue una hija de puta por cómo la trató? ¿Qué dice el paciente siempre?
¿Cuál es la deuda? “Me dio la vida”. ¿Ven como de vuelta es el cuerpo? En vez de decir, “me dio
una educación, me dio una moral, me hizo socio de Chacarita”. No, dicen “me dio la vida”, ¿ven
que el valor último hoy se considera que es la vida carnal? Nosotros, ¿tenemos que ir a favor o en
contra de eso? Me parece que lo terapéutico es ir en contra. Y me parece que muchos análisis
lacanianos, después de 15 años, que no producen nada, no es por el goce más resistente de los
pacientes boludos, sino porque los analistas ya no están para curar nada. Porque consideran que
practican sobre la energía corporal. La sesión corta, breve. ¡No! Tiene que ser larga, para que se
pueda hablar, que pueda haber silencios. El otro día un paciente decía que no se le ocurría nada
para decir, pero tenía miedo de quedarse en silencio por si yo le cortaba la sesión. Es un caso de
re-análisis. ¡Qué idiotez eso de no tener tiempo para pensar! ¿No hay tiempo para pensar? Son
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todas cosas vinculadas a las formas de concebir el cuerpo y la vida en Occidente moderno, una
corrida abrupta.

Comentario: el otro día una paciente me preguntó de cuánto tiempo disponía yo para ella.
También era un caso de re-análisis.

A.E.: un caso de re-análisis y que no es boluda. No te preguntó en cuánto tiempo atendés, sino de
cuánto tiempo disponías para ella, porque acá todo lo que se va a jugar es lo que vos dispongas
para mí. Esa ya tiene un paso dado, ahora vos tenés que hacer que de dos más, esa es la parte mas
difícil. Psicoanálisis, ¿no es poner el tela de juicio que el goce sea del cuerpo propio? ¿No es creer
que hablando con otro y por lo que el otro te diga –y que no te conoce, porque el único que no
puede saber nada de vos es el psicoanalista- que cure eso, que cure esa función de palabra, no
desmiente el goce? No desmiente que te duele, hablemos de que te duele, te duele por tu mamá, te
duele por tu papá, te duele por la relación con tu tío, te duele porque tu mamá se llevó tan mal
siempre con su hermana melliza, porque la bobe prefería, etc. De eso te duele, aunque parezca
mentira. Y parece cada vez más mentira, pero si no lo vamos a creer los psicoanalistas, estamos
listos, no va más.
Yo ya no me digo más lacaniano, por el problema del último Lacan, porque no quiero quedar
enganchado, yo no voy a adherir a la teoría de un tipo que me parece contraria a la teoría que yo
sostengo y que la saqué del mismo tipo, eso no es tan complicado porque hay tipos que leen a
Hegel de una manera y otros lo leen de otra. Estos autores tienen muchas lecturas, como Freud.
Pero yo ya no me digo más lacaniano, y digo “los lacanianos”, porque no quiero quedar más
pegado al tema del goce del propio cuerpo. Y me parece que Lacan lo dice, y si lo dice, yo no estoy
de acuerdo. Ya lo dije tres veces y no me cayó un rayo encima. Les advierto que ya no me invitan
más a muchos lugares, no es sin consecuencias, ya no me invitaron más a los lugares donde lo dije.

Comentario inaudible

A.E.: si yo tuviese mucha oportunidad de intercambiar con ustedes, trabajar un año seguido, y
conocernos bien, yo podría decir que el goce de los millerianos, es igual al Orgón de Reich. Es
igual. Lean algo del Orgón de Reich y van a ver el delirio. Terminó hospitalizado, fue muy
compleja la hospitalización de Reich, fue muy político, EEUU estaba en una caza de brujas, pero
sea como fuere, el delirio… ¿Conocen el cerro Uritorco? ¡Todavía hay un grupo de reichianos
recibiendo descargas de orgón…! ¡En serio! Me parece que el goce de Miller, pulido con Voltaire y
otros autores franceses, es lo mismo que el Orgón de Reich, llegaron al mismo punto, que es un
punto que está en Freud, la crítica que estamos haciendo es a Freud. O sea, el valor que le vamos a
dar a la Qn, la Qn del Proyecto de Freud, ¿qué valor le vamos a dar? Si un tipo no se levanta de la
cama, ¿le falta Qn? ¿Se acuerdan de la red del Proyecto? ¿Le falta Qn? ¿Es poca energía? ¿Qué es la
energía psíquica? ¿Existe la energía psíquica? ¿O es interpsíquica? Si tuviesen que poner un
medidor de energía, ¿dónde lo pondrían? Volvamos a las glorias: ¿lo pondrían en cada jugador
de la Selección Argentina, o entre los jugadores? El problema es que si lo ponemos entre los
jugadores, no sabemos dónde enchufarlo… el problema es dónde medir la energía. La arenga del
director técnico, ¿para qué es? El Jaka que hacen los australianos, en la cancha, antes de cada
partido ¿lo vieron? ¡Meten miedo! Entonces, el goce se mete.

Comentario inaudible

A.E.: a veces, el gol lo mete el entrenador, y la lesión la produce el entrenador. A veces el


entrenador lleva a los jugadores a tal límite que se lesionan todos. Entonces la gente puede decir
¿con quién entrenás? ¡Uy, te vas a lesionar! La lesión se produce entre. Si uno habilita este
“entre” se produce otro mundo.

Comentario inaudible.
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“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
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A.E.: por ejemplo, ¿por qué ganan en un porcentaje estadísticamente comprobado, los equipos
locales? ¿Es porque la pelota esta torcida a favor del equipo local? No, es por el aliento de la
hinchada. El aliento, el ánimo, viene de afuera. Cosas tan elementales, con el goce de los
millerianos ya no se pueden entender más. Pero el goce de los millerianos está presente en todos
los boliches, en los cuales los pibes para aguantar toda la noche tienen que tomar un producto que
se llama Energizer, energizante. Porque les hacen creer que la energía viene de algo que te clavás o
que te enchufás. Con lo cual vean ustedes ¿qué anima más? ¿El LSD o un grupo de admiradores?
Lo otro, otro problema ligado al deporte, que lo trabaja muy bien Stephen Jay Gould, con los
problema estadísticos, es: los negros -los negros de mierda, reconozcamos el problema donde está,
el racismo campea… el racismo fue un fenómeno inventado en Europa, no en África o Asia- los
negros, por qué son tan buenos en basquet en EEUU? ¿Qué tienen genéticamente? ¿Más genes
basquetbolísticos? No, es porque se armó una cosa cultural muy rara, de que van a dejar la vida en
el básquet, y los blancos no. ¿Vieron que Le Penn como un ministro italiano declaró que la
Selección Francesa no era francesa porque estaba llena de negros e islamistas? ¡Negros e islamistas!
Que por eso no eran franceses. Pero es verdad que si uno veía el banco, eran todos negros y dos
blancos, ¿por qué? ¿Los negros tienen mejores genes para el fútbol? ¿A dónde vamos a ir con la
genética?

Comentario inaudible

A.E.: el psicoanálisis solo se sostiene con el Otro.

Comentario inaudible

A.E.: nuestro estado, nuestro estado moderno, nace y se configura completamente en una
tendencia individualista y biologizante del ciudadano. ¿Cuáles son los tres principales ideales del
estado democrático moderno? Libertad, autonomía e independencia. Los mismos tres ideales para
los sujetos. El sujeto moderno tiene total correspondencia con el estado moderno. El estado
moderno concibe personas que son individuos, considerados biológicamente. Foucault fue el que
mejor lo diangosticó, porque dice que el estado, después de la soberanía, después de los reyes, el
estado de la política no la llama democrática, la llama la biopolítica, porque la política asienta, se
origina y se destina completamente en función del cuerpo biológico. El único que agregó un ideal
es Esposito, en realidad son cuatro los ideales: libertad, independencia, autonomía e inmunidad.
En sus libros Communitas e Immunitas, él propone un cuarto ideal que es el de inmunidad, que ni
me contagies, es el nuevo ideal occidental. ¿Vieron los yanquis que hacen turismo acá, que andan
con la botellita de agua mineral? ¿Por qué? Para no contagiarse de los sudacas de mierda… Ahora
nuestro ideal es inmunidad. En el individualismo ha llegado a postularse un “no hay Otro” de tal
manera que ni siquiera me afecte en el sentido del contacto. Por eso viven solos. Ahora se estudia
la enfermedad de los solos. Las series yanquis más difundidas son o de asesinos seriales, donde la
verdad ¿dónde aparece? En el microscopio, en las tripas. “C.S.I.” Y la otra es “Friends” tres
pajeros acá y tres pajeras allá. Vamos hacia el Loft. El psicoanálisis milleriano va en esta dirección.
El psicoanálisis ¿tiene que tener la misma dirección que aquello que causa tanto sufrimiento?
Infartos, úlceras, lean eso de que vivir solo va en contra de la salud. Lean eso. El psicoanálisis,
¿tendrá que ir en contra o a favor? Los que van a favor, convencen más a la gilada.

Comentario: pero no curan.

A.E.: ah, claro, no curan. Un psicoanalista que venga a decirles que el goce es el goce del propio
cuerpo… y todos dicen ¡claro! Ahora, cuando querés convencerlos de que todo eso es falso, o que
si no es falso en tal caso no nos conviene, te quedás con poco público y te llenás de enemigos.
Porque a nadie le gusta que le conmuevan las ideas.
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“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
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Comentario inaudible.

A.E.: yo me estoy preguntando mucho por eso pero no tengo respuesta. Lo primero que se me
ocurre es una idiotez tan grande que casi ni la digo… ¿será porque se ponen viejos? Pero explicar
teorías como la de Freud, Lacan o Reich porque el autor se puso viejo, me da vergüenza. Me
parece una estupidez. Es como si dijesen que el último Marx estaba viejo…¡por favor! ¡Es la
plusvalía el problema! Para próxima vamos a trabajar los dos capítulos de Marx de El capital sobre
plusvalía.
Pero no entiendo por qué el corrimiento de los tres hacia el cuerpo biológico. No digo Klein
porque ella estuvo siempre de ese lado.

Comentario inaudible

A.E. en Buenos Aires se trabajó mucho eso, las patobiografías, (inaudible) se practicó mucho Reich,
pero el problema con Reich es que no da dirección de la cura.

Bueno, muchas gracias por la paciencia y seguimos la próxima.

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