Conceptos fundamentales del Psicoanálisis:
Clase introductoria II
En esta segunda clase comenzamos con la
segunda unidad.
En la próxima vamos a comenzar con el primer
concepto fundamental del Psicoanálisis, que
sería el inconsciente. Entonces vamos a trabajar
cada uno de los conceptos a partir de Freud en
primera instancia. Es decir, las ideas principales
que podemos extraer en la obra de Freud, sobre
cada uno de estos conceptos.
En el programa ustedes tienen la bibliografía de
la clase siguiente, que son los textos de Freud
que vamos a incluir. Donde dice tercera clase,
primer concepto: inconsciente, lo que Freud nos
enseña, descubrimiento del inconsciente, la
hipnosis y la orden poshipnótica, la represión
primaria y secundaria, el fracaso de la represión,
la represión y el retorno de lo reprimido,
represión y fijación, el representante de la
representación. Puntos de vista tópico, dinámico
y económico. Destinos del afecto y de la
representación en las neurosis de transferencia.
Las formaciones del inconsciente, materialidad
del inconsciente, representación cosa y
representación palabra. Las leyes del
inconsciente: condensación y desplazamiento.
Las propiedades del inconsciente:
atemporalidad, no contradicción, principio de
placer. Inconsciente y su espacialidad (y acá
abro signo de interrogación), si es profundo o
superficial, interior o exterior, su temporalidad
(si obedece al pasado al presente o al futuro). Y
la constitución del inconsciente, si es autónomo
o es heterónomo. Son cuestiones que vamos a
dejar abiertas y las vamos a desarrollar.
Nosotros nos vamos a basar en la puntuación de
los textos freudianos ligados a esto.
Les voy a hacer una serie de comentarios sobre
las ideas principales que aparecen en “Lo
Inconsciente”, sobre el capítulo III, VI y VII. Es
un texto muy rico, muy denso y muy extenso
para trabajar detenidamente en la clase. A
ustedes les sugiero que lo lean, así me pueden
seguir en esa puntuación.
En todas las clases voy a hacer una especie de
repartición de los textos de Freud, Lacan no,
con Lacan vamos a trabajar acá, lo vamos a leer,
yo lo voy a abrir, lo voy a explicar. No les voy a
pedir que ustedes lo preparen porque merece ser
explicado detenidamente. Pero con Freud es un
poco más sencillo esto. Supongo que ustedes lo
deben haber hecho en alguna oportunidad.
La propuesta de la clase sería, que se
distribuyan los artículos y preparen
rotativamente los distintos textos.
A “Lo Inconsciente” me voy a dedicar yo que
son capítulos principales. Ustedes prepararían la
lección número XVII, de “Lecciones
introductorias al psicoanálisis”. Son lecciones
muy claras de Freud, porque le habla a un
público lego y es muy didáctico en cada uno de
los conceptos que va introduciendo. Esa lección
número XVIII se llama: “La fijación al trauma,
lo inconsciente”. Seguramente la conocen, la
han visto.
La idea sería hacer un resumen de las ideas
principales de esa lección, la otra parte me
encargo yo. Pero es para hacerlo un poco más
dinámico y más participativo por parte de
ustedes.
Yo los voy deteniendo y voy desarrollando los
conceptos para que se haga más dinámica la
clase.
Entonces, estas dos unidades que hemos
trabajado la clase anterior y que vamos a
trabajar hoy, son introductorias en realidad.
Porque la materia está basada en los cuatro
conceptos fundamentales del Psicoanálisis,
donde vamos a hacer hincapié
fundamentalmente y nos vamos a detener tanto
en Freud como en Lacan.
Toda esta temática es como un repaso sobre
cuestiones que seguramente ustedes han visto en
materias, desde la perspectiva de Freud, y ahora
quizás lo novedoso para muchos de ustedes sea,
los mismos temas transitarlos desde Lacan.
Entonces, en la clase de hoy vamos a continuar
con la constitución del sujeto, pensada en
términos del Edipo. Es algo que Lacan a lo
largo de su enseñanza después va a dejar atrás.
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Va a decir que el Complejo de Edipo es el gran
mito freudiano.
Ahora que lo deje atrás, no quiere decir que no
nos sirva. Sigue siendo una especie de brújula
de orientación para establecer una distinción
entre las tres grandes estructuras clínicas que es
un poco lo que yo hoy voy a desarrollarles, que
son: Neurosis, Perversión y Psicosis.
Entonces repasando, la vez pasada habíamos
concluido con la Metáfora Paterna. Les di una
definición de metáfora, les dije que es la
sustitución de un significante por otro. Dicho de
una manera popular y simple sería la sustitución
de una palabra por otra. En eso consiste la
operación de la metáfora.
Les dije que en una metáfora hay una ganancia
en el sentido, porque se condensan muchas
ideas ¿Se acuerdan que les puse el ejemplo de
decirle a la luna espejo de plata, como Borges?
Hay que buscar metáforas en los buenos
escritores, que son los que mejor logran el
efecto metafórico.
Y les decía que allí donde un científico diría “la
luna es un cuerpo opaco que no tiene luz propia,
que refleja los rayos de la luz solar” etc, etc…
un buen poeta diría: espejo de plata, y diciendo
eso está diciendo todo eso otro que explicaría un
científico aburridamente.
Los buenos poetas casi nombran lo Real. Lo
Real es innombrable por definición, pero los
poetas son los que mejor se acercan, por eso nos
producen ese placer estético, esa sensación de
“qué bien dice todo esto que yo siempre quise
decir y lo sé, pero no me sale decirlo de esa
manera tan bella”.
Entonces en ese sentido cuando una metáfora es
lograda se gana. Hay una ganancia en el sentido.
A diferencia de una metonimia que sería la
combinación de una palabra con otra. Dicho
vulgarmente sería a una palabra se agrega otra.
Siempre cuando se produce una metonimia en el
lenguaje hay un efecto de pérdida de sentido.
Esto es interesante clínicamente.
Ustedes saben que la histeria predomina en la
mujer, pero es independiente del género.
Obviamente hay hombres histéricos también,
pero predomina estadísticamente en la mujer,
así como la neurosis obsesiva predomina en el
varón, lo que no excluye que haya algunas
mujeres obsesivas. Yo he encontrado
clínicamente que por ahí no son tan
estructuralmente obsesivas, lo que uno a veces
observa en una mujer y uno puede pensar como
obsesivas, por lo menos en mi experiencia
clínica, más que una posición estructural
obsesiva, tiene más que ver con identificaciones
con el padre, o a ciertos rasgos del padre. Pero
yo diría que queda más del lado de lo que yo
llamo las histerias machazas, las histerias que
hacen demasiado de hombre, están demasiado
virilizadas y en ese sentido, se llegan a parecer a
un obsesivo.
¿Por qué les digo esto? Porque la metáfora
predomina en el discurso histérico, más al estilo
de las formaciones del inconsciente. Por eso a
veces se condensan muchas ideas y por ahí, en
la dirección de la cura hay que pedirles que
asocien y que desplieguen lo que están
queriendo decir de una manera tan condensada.
Algo así como pedir que se abran, que se
desarrolle lo que se condensa. En cambio, en la
obsesión, predomina la metonimia.
Si lo quieren articular, después lo vamos a ver
cuando veamos el concepto del Inconsciente
desde Lacan, les voy a explicar detenidamente
qué quiere decir una de sus frases axiomáticas,
que es que: ‘El inconsciente es estructurado
como un lenguaje’. Ustedes deben haber
escuchado “está” estructurado como un
lenguaje. Yo prefiero, y después les voy a
explicar por qué, decir “es” estructurado como
un lenguaje.
Justamente estas leyes de la retórica, que son
metáfora y metonimia, Lacan las articula con las
dos leyes que rigen el inconsciente. Entonces
hay una relación, con esto les adelanto algo,
entre la condensación y la metáfora, y el
desplazamiento y la metonimia.
Les venía diciendo que en el obsesivo
predomina la metonimia, es decir, el
desplazamiento, y la sensación es que se va por
las ramas, la sensación es “¿Pero, de qué viene a
hablar?, ¿de qué está hablando realmente?” Y se
empobrece el discurso porque es como si no
pudieras detectar cuál es el carozo.
Por eso Lacan inventa, yo les decía, el tiempo
variable de la sesión, que fue una de las razones
por las cuales lo echaron de la IPA porque había
que respetar a rajatabla los 50 minutos de
sesión, que ni Freud los respetaba, porque Freud
en general atendía una hora.
2
 Esos 50 minutos vienen del discurso
pedagógico. Se dice que es el tiempo de
capacidad de atención de una persona, por eso
en edad escolar a los 50 minutos hay un recreo.
Viene de ese discurso y se aplicó en la IPA para
estandardizar la duración de la sesión.
Lacan inventa el tiempo variable de sesión, es
decir que el corte de una sesión tenga que ver
con el discurso y no con la cronología. Pero
además inventó, y esto es aplicable
fundamentalmente en la obsesión, la sesión
corta, la sesión breve. Es interesante el efecto
que produce en el obsesivo, porque le produce
un efecto de ir más al grano y trabajar sesión
por sesión qué quiere hablar.
El obsesivo es muy amarrete. Uno de los rasgos
de carácter en la obsesión, es la avaricia. ¿Se
acuerdan? Orden, avaricia y obstinación; es
amarrete, terco y ordenado, como formación
reactiva.
Entonces, como es amarrete en relación al
dinero, y en algún punto transmitiendo en la
sesión breve que no tenemos todo el tiempo del
mundo porque no somos eternos, produce el
efecto de aprovechar cada sesión yendo al grano
de lo que se quiere hablar, de lo que se quiere
trabajar.
Es muy interesante, yo lo he experimentado en
su momento como paciente y también como
analista. Es la ley del gallinero, te lo hacen a
vos, después vos se lo hacés a los demás, pero
bueno, comprobás que es eficaz en relación a
aprovechar el tiempo. Y es una metáfora de la
vida. La sesión es una metáfora de la vida.
Primero no se sabe muy bien cuándo termina,
pero no es eterna, no estamos como para
postergar y hablar y bla bla bla. El goce del bla
bla bla lo llama Lacan.
Entonces, voy al carozo de la cuestión que sería
que en la obsesión se produce el efecto de
desplazamiento, es decir de metonimia, y se
pierde sentido.
Estoy repasando la cuestión de la metáfora
porque esta fórmula de la metáfora como
sustitución significante Lacan la va a aplicar al
tema de la metáfora paterna.
. solamente, digámoslo así, se detiene la cosa en
Vamos a repasar algo que empezamos a
desarrollar la clase pasada.
Se acuerdan que habíamos visto que el deseo de
la madre es una incógnita, una X. Esta era la
primera parte de la metáfora.
Si en las vicisitudes del Edipo de la madre se ha
inscripto la ley, lo que Lacan llama el Nombre
del Padre, que también dijimos que lo llama
deseo-ley (también les expliqué por qué junta el
deseo y la ley), cuando digo está inscripto el
Nombre del Padre, digo está inscripta la ley que
posibilita el deseo. También estoy diciendo que
está inscripta la castración en el recorrido de su
Edipo.
Entonces voy haciendo el recorrido freudiano, la
madre se frustra porque su madre no la dota de
falo y se dirige al padre, esperando recibir el
pene del padre y después hace la famosa
ecuación simbólica pene-niño.
El hijo va a advenir supliendo una carencia
fálica, supliendo una falta fálica. Toda la
envidia del pene que comenta Freud la resuelve
en el desarrollo psicosexual de la mujer en la
ecuación pene-niño. Es decir, sustituiría a la
madre por el padre, y al padre por un hombre en
el recorrido de su elección de objeto.
Se complica ese desarrollo porque tiene que
hacer dos pasajes que el hombre no. Tiene que
pasar de zona erógena y de objeto. Porque el
objeto primordial para ambos es la madre y para
el varón, Edipo mediante, sigue siendo la mujer,
digamos la madre.
En cambio para la mujer el objeto primordial
también es la madre, entonces tiene que pasar de
ese objeto primordial hacia el objeto de deseo,
es decir el padre. Eso es lo que se conoce como
cambio de objeto. Y también de zona erógena,
porque en la fase fálica la excitación es
clitoridiana y Freud dice que tiene que
producirse un pasaje también a la excitación
vaginal.
Digo también porque si no vamos a ponernos
muy evolutivistas y decir chau clítoris y no es
así a la hora de la sexualidad. En realidad hay
pulsiones parciales que se satisfacen y Freud
dice se reúnen todas para la satisfacción sexual
genital, pero no es que se supera, no lo piensen
evolutivamente.
Lo cierto es que Freud habla de estos pasajes. Si
la excitación clitoridiana Freud diagnosticaría se
trata de una paciente histérica que no se terminó
de constituir como mujer, no accedió a la
feminidad.
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En Lacan es más compleja la cuestión, porque
no basta con tener hijos para curarse de la
histeria. Lo cierto es que Freud justamente dice
que todo el narcisismo que está puesto en sí
misma, al tener un hijo tiene la posibilidad de
darle amor a otro. Tener un hijo ya es un intento
de salir de uno mismo, de salir de ese
narcisismo. Porque la mujer está muy en la
posición de ser amada por el Otro.
Recuerden que en “Introducción del narcisismo”
Freud compara a la mujer histérica con los
felinos y con los niños que están en posición
narcisista de ser amados, y que el Otro se
fascine con ellos. Entonces Freud dice, poder
tener un hijo le posibilita salir de mirarse el
ombligo y poder brindarle amor a otro. En ese
sentido ya habría un progreso subjetivo.
Digámoslo así: el progreso de una persona se
mide en la medida que pueda la castración ir
funcionando, ir articulándose en ese progreso.
Es decir, cuanto menos ha operado la castración,
más grave es la enfermedad mental. En el
extremo máximo tenemos el autismo o tenemos
la psicosis. Obviamente también tenemos la
perversión. Vamos a hablar de eso más adelante,
y tenemos las neurosis. Pero el progreso de un
sujeto es directamente proporcional a cuanto
acepta la castración. La castración en el Otro y
propia. No se quiere saber nada de eso pero
justamente es lo que nos hace avanzar en la
vida. Y en la medida que se acepta la castración
hay corrimientos del narcisismo.
Las figuras máximas narcisistas son figuras que
rechazarían la castración, por ejemplo no hay
Yo más fuerte (en esto yo criticaría las líneas
que dicen que hay que fortalecer el yo, para
Lacan es muy importante diferenciar yo de
sujeto) que el de un melancólico, o no hay Yo
más fuerte que el de un paranoico. Uno dice
pero cómo si un melancólico está hecho pelota,
cómo va a tener un yo fuerte. Está mal pensado
eso, porque nadie puede con él.
Me acuerdo que Miller decía: intenten curar un
melancólico, no hay con qué darle, no hay
entrada, goza sufriendo, autorreprochándose,
autocastigándose y nadie puede. Consulta
psicoanalistas y los castra a todos porque
ninguno puede, consultas psiquiatras y no hay
medicación que le termine de servir. Estamos
hablando de melancolía ya del lado de la
psicosis. También hay histerias melancolizadas
que no son nada fáciles, pero acá estoy hablando
de algo más grave todavía de algo más difícil.
Les pongo este ejemplo en relación a que
puedan captar lo terriblemente patológico que es
cuando se está encerrado en el narcisismo. El
melancólico está encerrado en su yo, el
paranoico está encerrado en su yo y en su
imagen especular, el doble especular que es otra
figura del narcisismo y en algún sentido está
totalmente atrapado.
Son cuestiones que les voy adelantando para
que vayan captando que el progreso de un sujeto
tiene que ver con la aceptación de la castración.
Y un análisis consiste en eso, en la transmisión
de la castración, pero no teórica sino en acto,
vez por vez, sesión por sesión. No es que
enseñamos Psicoanálisis y con eso la gente anda
mejor, no alcanza con estudiar la teoría. Es un
proceso en el cual se va aceptando la castración.
Bien, entonces el deseo de la madre es una
incógnita.
Detrás del deseo de la madre, uno puede ubicar
el concepto de Superyó, pero en Freud es un
término bastante complejo, porque el problema
de Freud es que a veces nombra con el mismo
término ideas y conceptos no sólo diferentes
sino antinómicos.
Cuando Freud dice que el Superyó es el
heredero del Complejo de Edipo, uno lo que ha
aprendido es que es heredero de los mandatos
parentales y uno cree que es heredero de la Ley
que se opone al incesto. Uno tendría esa idea,
que es lo que más se ha difundido del tema, pero
Freud en algún momento en “El Yo y el Ello”
dice que el Superyó es el abogado del Ello. El
Ello es el nombre en Freud de lo pulsional, de
las pulsiones, y la pulsión más importante es la
pulsión de muerte. En el Superyó se aloja la
pulsión de muerte.
Melanie Klein intuyó que hay un Superyó
temprano y lo relacionó más con la madre que
con el padre. Ahí ya nos estamos deslizando a
pensar el Superyó no del lado de la Ley y ahora
sí les agrego a Lacan, sino del lado del goce. Y
para que de a poquito nos vayamos entendiendo,
goce en el sentido psicoanalítico, es satisfacción
en el dolor, satisfacción en el sufrimiento.
El goce se articula con lo que ustedes han leído
como “Más allá del principio de placer”, se
articula con la pulsión de muerte, con el incesto.
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En algún momento Lacan dice: ese goce que
hace falta que no haya, digamos, hay que
ponerle límite al incesto para progresar
subjetivamente. Entonces es en ese sentido que
si detrás del deseo de la madre ubico al
Superyó, hay que poder pensarlo en su cara de
goce.
- Pregunta alumno: Perdón, ¿Puro
principio de placer es goce?
Sí, si vos pensás al puro principio de placer sin
falta, sin castración, te queda del lado del goce.
Es la lógica de alguien hedonista que dice “yo
en la vida hago sólo lo que tengo ganas y nada
más, y no acepto ningún tipo de límite y tiene
que ser placer inmediato y ya”. Parece un bebé.
- Pregunta alumno: Pero ¿el goce no está
más allá del principio de placer?
Está más allá del principio del placer, pero
ahora estoy hablando del puro principio del
placer. Es decir, cuando hablamos del principio
de placer, tenemos el principio de realidad. Para
que funcione el principio de realidad tiene que
operar la Ley, tiene que operar la falta, la
castración. Es en ese sentido que el puro
principio de placer tiene una pata que te cae del
lado del goce porque no está en juego la
castración y la falta.
Si uno escucha a adictos hay como una lógica
de placer inmediato, todo tiene que ser ya. La
ley del menor esfuerzo digámoslo así. Y eso te
deja del lado de la satisfacción pulsional y del
goce. Paradojalmente ellos creen que de esa
manera son libres, la lógica hedonista de hacer
lo que tengo ganas siempre lo relacionan con ser
libres y son todos unos tontos que son caretas
que están sometidos a las reglas culturales. Pero
se es absolutamente esclavo de la sustancia y no
se es en absoluto libre.
Un adicto justamente no es libre de elegir
cuándo consumir, se le impone. Estoy dando
este ejemplo para mostrar cómo el puro
principio de placer inmediato te deja del lado de
una posición de objeto a merced de una
satisfacción pulsional. Eso se llama goce. Es
más allá del principio de placer.
Cuando trabajemos pulsión vamos a ver
“Pulsiones y sus destinos” y vamos a trabajar
“Más allá del principio del placer”.
Freud tenía la tesis de que el aparato psíquico
está regido por el principio de placer y en ese
texto aparecen objeciones al principio del
placer. Por ejemplo, si todo el aparato psíquico
está regido por el principio de placer cómo
puede ser que uno sueñe una y otra vez a
repetición con algo traumático, ¿qué insiste allí?
En ese sentido él dice más allá del principio de
placer. Se le conmueve toda la teoría.
Freud tuvo la genialidad de pensar contra él
mismo y tirar por la borda todo lo que venía
diciendo a partir de que la clínica, la vida, la
cultura le enseñaba otra cosa.
Entonces dice, no, acá hay algo que no tuve en
cuenta que es este más allá del principio de
placer que es donde descubre la pulsión de
muerte.
Ahora, para lo que estoy explicando, si
solamente te regís por el puro principio de
placer es como que sos un bebé y un objeto.
Caes del lado del goce.
Decíamos que detrás del deseo de la madre se
ubica el Superyó, donde se aloja la pulsión de
muerte. Estoy pensando al Superyó como el
abogado del Ello, esa vertiente en Freud del
Superyó que Lacan dice “el Superyó ordena
gozar”. Es un imperativo categórico, y esto lo
toma de Freud cuando habla de Kant. Y al Yo
no le queda otra que decir obedezco, oigo. Es
como si estuviera en posición de objeto.
Freud va a decir en “El problema económico del
masoquismo” que hay una relación
complementaria entre el masoquismo del Yo y
el sadismo del Superyó. El Yo es masoquista y
está como objeto a merced de un Superyó
sádico que le ordena a gozar.
Si uno cumpliera con ese mandato hasta las
últimas consecuencias, es la muerte. Es decir,
aceptar esa orden de gozar es la muerte.
Como dicen los mejicanos cuando se
emborrachan: “¡Hasta morir manito!” Y no es
metáfora, algunos se quedan ahí tirados.
Yo me acuerdo que cuando fui a México me
sorprendí, porque con un amigo fuimos a bailar
con dos chicas mejicanas y nos reíamos mucho
5
porque en todas las mesas, en todas eh, estaban
las mujeres hablando solas y los hombres
durmiendo arriba de la mesa. Estaban todos
borrachos, increíble. Y a la mañana siguiente
caminando por la playa, veíamos en un bar que
había dos mejicanos, con sus bigotes como
corresponde y 14 o 15 porrones de cerveza a las
9 de la mañana. Se estaban sacando lo que se
llama la cruda. Porque se emborrachan
justamente con tequila, bebida blanca muy
pesada, tequila y ron, que son fuertísimas. Y a la
mañana siguiente para orinar se sacan la cruda
con cerveza. O sea, nosotros somos bebes de
pecho al lado de cómo toman ellos.
La coca y el alcohol producen el mismo efecto.
En general el adicto a la coca es alcohólico
también.
Entonces detrás del deseo de la madre está el
Superyó, está el goce, la pulsión de muerte.
Si para el deseo de la madre, está inscripta la
Ley (el Nombre del Padre, el deseo-ley en las
vicisitudes de su Edipo) va a poder hacer la
ecuación simbólica: pene-niño.
Piensen que estamos trabajando la conjetura de
cómo se va a constituir el sujeto antes de su
nacimiento. Qué lugar va a tener para el deseo
de la madre siendo que todavía el bebé no nació.
Estamos pensando cómo la madre lo va a
esperar, digámoslo así.
Si esto se inscribe en la estructura, porque queda
sustituido el deseo de la madre, Lacan deja de
hablar de deseo de la madre y habla de Otro
para desimaginarizar el tema del complejo de
Edipo. Ya se va a tratar de la posición del sujeto
en relación al Otro, porque ese Otro va a existir
a lo largo de la vida y se va a jugar con
cualquier persona con la que se relacione
transferencialmente. Pueden ser los maestros,
puede ser el analista, puede ser la pareja, pueden
ser los amigos, los jefes de trabajo. Ese Otro se
desdibuja. La posición que ese sujeto va a tener
en relación a ese Otro va a existir en su vida
como posición fantasmática.
A tal punto esto es así que las personas que no
han sido deseadas suficientemente en la vida
repiten ser desalojados. No tuvieron un lugar
claro en el deseo de los padres y resulta que hay
repetición, se hacen echar, se hacen desalojar, se
hacen rechazar.
Son personas conflictivas que tienden al acting
out, a armar quilombo.
En el colegio es el famoso niño problema y
produce ese efecto de rechazo en el Otro. Con lo
cual se repite ese lugar que no se tuvo,
justamente.
Les pongo ese ejemplo para que vean que el
término Otro nos permite pensar la amplitud de
cómo se va a jugar la posición del sujeto en su
vida. Ya nos olvidamos de mamá y papá. Por
esta razón Lacan deja de hablar de padre y
madre. Y el sujeto va a advenir al mundo como
falo imaginario del Otro.
Para que empiecen a acostumbrarse a las letras
de Lacan, la nomenclatura es la siguiente:
fi minúscula) letra griega que Lacan la
traduce como falo imaginario.
fi mayúscula) es falo simbólico.
-menos fies castración imaginaria.
¿Con qué lo pueden articular en Freud? Cada
vez que yo les enseño algo de Lacan lo vamos a
relacionar con Freud.
Cuando decimos falo simbólico si lo quieren
relacionar con Freud es la Premisa Universal del
Pene, que es lo que ustedes han trabajado. Las
Teorías sexuales infantiles y la Organización
genital infantil. O sea, es una teoría simbólica,
que el otro día les explicaba cuántas cosas rige
cuando hablábamos del falo. Rige la cultura,
rige el lenguaje, el deseo, el inconciente. Esto es
el falo simbólico.
Porque existe esta Premisa Universal del Pene
es que veo faltas allí donde no falta nada. Uno
podría decir, ¿cómo se va a ver una falta? ¿Si
falta cómo se la ve? Se la ve porque partimos
del supuesto que debería haber una presencia.
Esa es la Premisa Universal del Pene.
Entonces decimos la mujer está castrada. Porque
partimos de la teoría de que todos los seres
deben tener pene. La mujer no está castrada, es
diferente, no le falta nada. Pero como
suponemos que todos deberían tener pene
decimos, le falta pene.
Entonces -es castración imaginaria, pero ¿por
qué con este signo negativo? Porque parto de la
suposición de que debería haber una presencia.
Lacan pone un ejemplo muy clarito para
transmitir esto que es el ejemplo de la
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biblioteca. Supongamos que alguno de ustedes
tiene la edición vieja de Freud de los tres tomos
y hay dos tomos, entonces decimos que falta
uno. En realidad no falta nada en lo Real, pero
decimos que falta uno porque sabemos que
deberían ser tres. Es decir que partimos de una
premisa simbólica desde la cual observamos una
falta.
No se puede observar una falta si no partimos de
una premisa simbólica. Es lo simbólico lo que
introduce una falta en lo Real. Lo Real es lo que
es digamos, “es lo que hay.” A mi me gusta
mucho jugar con los refranes populares porque
hay mucha sabiduría detrás de ellos. Hay otro
dicho que es muy narcisista que es “no me
cierra”. La gente se pone muy nerviosa cuando
algo no le cierra. Por estructura no cierran las
cosas. Por suerte porque por ahí circula el deseo
también.
Ahora por definición cualquier progreso de lo
simbólico siempre le resta una pata en la cual lo
Real se le escapa, no puede atraparlo, no puede
asirlo completamente.
Un ejemplo del falo imaginario es el fetiche.
Recuerden que el fetiche viene a suplir la falta
de pene en la madre. Entonces un fetiche
ocuparía el lugar de un fi positivizado, que es lo
que vamos a estudiar hoy en relación a la
perversión. Que el perverso termina siendo el
falo de la madre. Y – fi es la castración
imaginaria, la observación de la falta.
Detrás del deseo de la madre ubicamos el
Superyó, el Goce. Detrás del Nombre del Padre,
el deseo-Ley. Se inscribe el Nombre del Padre y
el sujeto adviene como falo imaginario del Otro,
supliendo la carencia fálica de la madre.
Por eso la clase pasada yo cerré diciéndoles que
la función materna consiste en alojar al niño en
un deseo particularizado. “Aunque más no sea
por la vía de sus propias carencias.” Con lo
cual está diciendo, aunque más no sea por la vía
de que el niño va a venir a colmar una falta, una
carencia fálica.
Desarrollo todo esto, porque aquí vamos a
empezar a pensar una partición de aguas
fundamental entre Neurosis y Perversión por un
lado, y por otro lado Psicosis.
Hay una frontera porque la Metáfora Paterna
nos sirve para entender la diferencia entre
Neurosis/Perversión por un lado y Psicosis por
otro.
Esto es la tripartición de Lacan y la sostiene a lo
largo de toda su enseñanza. Después lo va a
complejizar, va a saltar del Nombre del Padre a
los Nombres del Padre y va a pensar otros
modos cómo el sujeto se estabiliza. Pero esto lo
va a mantener.
El hijo todavía no nació pero en el discurso ya
ocupa un lugar. La madre cuando va a tener un
hijo ya empieza a imaginarlo, a darle un lugar,
empieza a imaginar un nombre, cómo será. A
las madres psicotizantes eso no les pasa.
Les decía que Piera Aulagnier había estudiado
función materna en las psicosis, y para una
madre psicotizante un hijo no ocupa un lugar.
Es decir, es como un resto, un Real de su cuerpo
que no lo puede imaginar y no lo puede
simbolizar. En este sentido, el psicótico no llega
a la posición de falo de la madre.
De ahí tienen una frase clave del seminario
sobre las psicosis que es “porque Schreber no
pudo ser el falo de la madre intenta ser la mujer
de Dios, o la mujer que le falta a los hombres”
Todo psicótico puede delirar o tener un delirio
sistematizado. Eso lo puede hacer el paranóico y
a lo sumo las esquizofrenias paranoides, que son
delirios no tan sistematizados pero son delirios
al fin.
Schreber tenía una esquizofrenia paranoide pero
pudo construir un delirio. Se llama Metáfora
Delirante, es una suplencia de la Metáfora
Paterna que no operó.
Por eso se está intentando curar un psicótico
cuando delira. Está intentando calmar todo ese
goce, todo ese sufrimiento, encontrando un
sentido, encontrando un lugar en el mundo.
En Schreber cuando lo perseguían los
enfermeros, luego fantasea con que se convertía
en mujer en el momento del coito y luego se
empieza a perseguir con que se está
transformando en una mujer, esto en Lacan se
llama “el empuje a la mujer” que es una
categoría conceptual en las Psicosis. Es algo que
puede llegar a ocurrir en la medida que se va
brotando y desencadenando la psicosis, es como
un preámbulo de lo que luego va a ser un
delirio.
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En la medida que vayamos desarrollando temas
les voy a ir recomendando películas.
“El inquilino” de Polansky es excelente.
Entonces él empieza a sufrir con esta fantasía,
que lo cargan, que se ríen, que se burlan, que lo
persiguen, empieza a tener alucinaciones. Si
pueden lean su biografía que es el texto en el
cual se basó Freud para escribir su historial.
Freud no lo vio nunca a Schreber, estudió el
historial y conjeturó lo que le pasaba. El libro de
él se llama “Memorias de un neurópata”. Es
muy interesante porque era un tipo muy
inteligente. Cuando estaba estabilizado tenía 40
años y era presidente de la corte dirigiendo
abogados de 60 años. Por eso les decía que
cuando un psicótico está estabilizado, ‘agarrate
Catalina’, que puede ser genial.
En las Psicosis son interesantes dos cuestiones.
En la obra de Lacan existe el concepto pre-
psicótico que no es que no sea psicótico
estructuralmente, sino que es una Psicosis que
no se desencadenó todavía. Y dice Lacan ¿cómo
se detecta un psicótico clínicamente? A través
de trastornos del lenguaje.
Ahí utiliza a su maestro de psiquiatría: Gaëtan
Gatian de Clérambault, quien habla de
automatismo mental, donde justamente una de
sus manifestaciones, como trastorno del
lenguaje, son frases interrumpidas. Allí donde
por ejemplo uno dice “vengo del fiambrero” y
un neurótico diría “y compré un kilo de jamón
cocido”, un psicótico diría “vengo del
fiambrero” y escucha una voz en lo Real que lo
insulta y le dice marrana, una injuria. Entonces,
hay una frase interrumpida y cuando quiere
abrochar el sentido de lo que venía diciendo sale
un neologismo.
Un neologismo no es solamente una palabra que
no esté en el código, sino que valor neológico
tiene cualquier palabra que no cierra el mensaje
que estabas diciendo.
Bueno el psicótico habla así. Hay que
detectarlo.
Lacan pone de ejemplo en el Seminario III de
una entrevista de dos o tres horas hasta que
apareció el fenómeno elemental. Porque por ahí
si está estabilizado te habla muy bien, salvo que
esté en un momento delirante. Pero de pronto
puede aparecer esto, o actitudes bizarras, cosas
absolutamente extrañas, digamos. El psicótico
toma la palabra como cosa. Me acuerdo una
colega que trabaja en el Hospital Piñero, una
psicoanalista, me contaba una anécdota que se
te ponen los pelos de punta.
En una oportunidad saludó a una paciente
diciéndole ¿Qué hacés vieja? Ella es muy
cariñosa, es así, media campechana, muy
graciosa en el estilo que tiene, y la saluda
cariñosamente. Y empezó a envejecer
literalmente, a comportarse como una vieja, a
sentirse que se doblaba. O sea, la palabra la
literalizó, por eso hay que tener mucho cuidado.
Se apropió de la palabra y la hizo cosa. Y
estamos hablando de una mujer joven.
La técnica del chiste es así, el Superagente 86
cuando está con Jaime, (el robot), le dice “¿me
das una mano?” y Jaime se empieza a
desatornillar una mano. La técnica del chiste es
justamente tomar la palabra como cosa en
muchas ocasiones. Con eso juega mucho Le
Luthiers.
Entonces, para no irme por las ramas, les decía
que en la Psicosis son importantes dos
cuestiones. Es importante cómo se desencadena,
qué desencadena la Psicosis y cómo se
estabiliza. Digo, a la hora de la escucha de un
psicótico.
Ustedes van a tener que investigar clínicamente
si lo traen al paciente y ya tuvo un brote, una
internación para tratar de localizar en las
coordenadas de su vida qué le estaba pasando en
el momento de ese brote. Porque justamente,
otra de las cosas que hay que hacer en el
tratamiento, es evitar esas situaciones. O sea, si
a él lo brotó de pronto un estilo de trabajo muy
exigente, hay que evitar que haga ese tipo de
trabajos por ejemplo.
A Schreber lo brotaba que lo nombren
Presidente de la Corte porque era un lugar de
mucha responsabilidad. En realidad estudiando
su historia clínica se descubrió que le hicieron
un juico. Y un juicio es terrible. Para cualquier
neurótico es angustiante que le hagan un juicio.
Un psicótico tiene el problema de no tener de
dónde agarrarse porque en la estructura no tiene
de dónde agarrarse, y eso es clima de
desencadenamiento, del brote. Una situación de
tensión imaginaria con un otro especular, y allí
8
donde un neurótico se angustiaría pero de última
tiene de dónde agarrarse, el psicótico no y es
condición de brote. También podría ser
condición de brote una exigencia sexual muy
grande. Muchas veces se desencadena a partir
de una situación muy pasional y no tiene con
qué responder a esa escena.
Entonces es muy interesante como brújula en la
clínica tratar de evitar que se exponga a
situaciones que lo puedan brotar por un lado. Y
por otro lado detectar cómo se estabiliza.
Generalmente se estabiliza en el delirio. Poder
construir un delirio y acotarlo y que funcione en
otras áreas de su vida bien. Que el analista baje
el narcisismo, que se deje de hacer el héroe, que
la capa la deje colgada, porque el analista es un
mero testigo del delirio del paciente, decía
Lacan. Ocupa el lugar de testigo para que el
paciente pueda localizar su delirio en el
tratamiento y acompañarlo en ese delirio.
“Hay que darle la razón como a los locos”
volvemos a los refranes. El sujeto está
intentando curarse en el delirio, como también
en el síntoma, que también es un intento
terapéutico.
Entonces, volvemos, estamos desarrollando la
Metáfora Paterna y yo les decía que en la
Psicosis no se inscribe el Nombre del Padre en
la estructura. Lacan utiliza para esto el término
forclusión, del cual estuvimos hablando la clase
pasada, extraído del discurso jurídico que
significa: ‘no ha lugar’.
¿De dónde viene el término forclusión? En
Freud los momentos claves en donde él habla de
Psicosis son en: “La neuropsicosis de defensa”
donde se refiere al mecanismo específico de la
Psicosis y lo llama rechazo (verwerfung). Y les
cito textualmente el párrafo en el cual él
diferencia este mecanismo de las Neurosis:
“Se trata de una defensa mucho más enérgica y
eficaz que la represión”
Ustedes saben que la represión (verdrangung),
escinde el afecto de la representación. Queda la
representación reprimida y el afecto se va
transformando en angustia, en reproches, hay
distintos destinos de esto que después vamos a
charlar cuando veamos la represión. Pero hay
distintos destinos para el afecto y la
representación en las Neurosis de Transferencia.
Lo cierto es que se escinde. De aquí él deduce la
fobia, la histeria y la neurosis obsesiva
analizando los destinos del afecto y la
representación en cada una de estas neurosis de
Transferencia. Esto es lo que sucede en la
represión.
Cuando hablamos de rechazo, que es el
mecanismo específico de la psicosis ambos se
rechazan. El afecto y la representación. Es decir,
hay un agujero, no se inscriben ni la
representación ni el afecto. Ahí tienen un
antecedente de por qué Lacan llama a este
mecanismo forclusión, ‘no ha lugar’. Hasta allí
llega Neuropisosis de defensa.
En el caso Schreber, Freud cuando se dedica a
definir el mecanismo de la psicosis dice que en
realidad no es correcto hablar de proyección.
Porque él viene hablando del delirio
persecutorio, de la proyección, de los distintos
tipos de delirio en la paranoia: el celotípico, el
persecutorio, el erotomaníaco y el megalómano,
y habla muchas veces de proyección. Hace una
especie de análisis gramatical de los delirios en
la paranoia. Fíjense la brillantez de Freud que
todo esto lo hizo leyendo “Memorias de un
neurópata” escuchando la autobiografía de un
paciente, pero esto que hace es válido para todas
las psicosis, fíjense el vuelo que tiene porque
después se comprueba clínicamente lo que dijo
de la paranoia.
Viene hablando tanto de proyección y dice en
realidad no es correcto hablar de proyección y
aquí va la frase clave para definir el mecanismo
de la psicosis, dice: “Lo abolido en el interior,
retorna desde el exterior”
Eso que Freud dice así, Lacan lo dice: “Lo no
inscripto simbólicamente retorna desde lo
Real” O sea que va a haber una relación entre lo
que Freud llama interior y lo que Lacan va a
llamar lo Simbólico, lo inconsciente. Y vamos a
establecer una relación entre lo que Freud llama
exterior y lo que Lacan llama lo Real.
En la segunda parte vamos a trabajar la
negación. Ahí desarrollo la lógica de esta frase,
porque es raro o por lo menos enigmático.
Uno universitariamente lo repite, va al examen
lo dice y aprueba, pero ¿qué quiere decir?
Porque es loco lo que está diciendo.
9

Lo abolido en el interior, primero ¿qué es
interior?, retorna, ¿cómo algo abolido que no
está, retorna? Es una primera pregunta que yo
me hago. Bueno vamos a trabajarlo, porque a
partir de “La negación” que es un texto chiquito
de Freud, tiene 2 páginas, pero es enorme todo
lo que podemos sacar de ese texto.
Lacan invitó al filósofo contemporáneo más
famoso de Francia a que prepare ese artículo en
su Seminario que se llama Jean Hyppolite.
Hyppolite hace un comentario brillante sobre
ese artículo y muestra lo rico que es ese artículo
de Freud.
La primera pregunta sería ¿Cómo algo abolido
retorna? Y además ¿cómo retorna abolido de un
lugar, desde otro? A qué le estamos llamando
interior y exterior y qué es lo que define que las
cosas se dividan de esta manera.
Como tenemos Yo a veces los pacientes dicen,
adentro me pasan tales cosas pero afuera pasan
otras. En realidad hay una banda de Moebius y
lo interior es exterior y lo exterior es interior,
pero vamos a ir viéndolo de a poco.
Esa es la definición del mecanismo de repudio,
rechazo y forclusión. Lacan lo llama así: “Lo no
inscripto simbólicamente retorna desde lo
Real” Después lo vamos a explicar en la
segunda parte de la clase.
Pero, por eso les digo, que la Metáfora Paterna
es posible y se realiza en su totalidad en
Neurosis y Perversión, no en Psicosis. Por eso
digo que es una frontera taxativa.
Desde la enseñanza de Lacan jamás un
neurótico va a ser un psicótico y jamás un
psicótico va a ser un neurótico. No hay pasaje
de estructuras. Digo esto porque en otras
escuelas postfreudianas hablan de núcleos
psicóticos de la personalidad. Hablan de que un
neurótico podría psicotizarse. Me parece que es
porque no hacen esta distinción tan clara entre
Estructuras Clínicas.
Es cierto que una histérica puede enloquecerse,
existe el concepto de locura histérica. Pero
enloquecerse no es psicotizarse.
Hay un texto muy interesante, en mi libro está,
sobre histeria. Yo trabajo un autor que se llama
Maleval que se formó con Lacan y que se
dedicó a estudiar locuras histéricas, y hay un
artículo que lo llama así: “El delirio histérico no
es un delirio disociado”
Es decir, un psicótico cuando delira no va a
poder asociar con su infancia, con su historia,
como sí lo puede hacer un neurótico. Una
histérica puede alucinar y puede delirar pero
después va a haber un momento en donde va a
conectar ese delirio con su historia. Ese es un
parámetro, entre varios, de diagnóstico
diferencial, muy interesante entre locura
histérica y psicosis.
El Moyano está lleno de locuras histéricas que
las internaron, y una vez que las internaron
después se mimetizaron con las psicóticas. La
histeria es una máquina de copiar lo que hay en
el entorno.
Consecuencia de no haber hecho un correcto
diagnóstico diferencial que quizás en manos de
un buen analista no las hubieran internado ahí y
el destino hubiera sido otro. Lo que pasa es que
es tan espectacular y tan angustiante para el
entorno una histérica que se pone loca que
entonces la encierran para sacársela de encima.
Pregunta de alumno: ¿Desde una prepsicosis
se puede neurotizar a alguien?
Una presicosis es una Psicosis que no se ha
desencadenado. Hay estructura psicótica.
Es lo que Freud llamaba el factor
desencadenante.
También un neurótico puede ser neurótico
estructuralmente pero todavía no se dieron las
condiciones para que se desencadene su
Neurosis.
No está tan estudiado esto, pero hay un
momento en la vida que por alguna razón X, se
produce algo traumático (una desilusión
amorosa, una desilusión laboral, un duelo mal
elaborado) que dispara la enfermedad, que
dispara aquello que ya está preparado en ‘la otra
escena’.
Para que algo tenga valor traumático en
Psicoanálisis por lo menos tiene que haber dos
escenas: una escena actual, factor
desencadenante, que se relaciona con ‘la otra
escena’ que ya estaba preparada en la
constitución de ese sujeto. Eso pasa en la
Psicosis y pasa en la Neurosis.
Entonces, por eso les decía que a las dos cosas
que le ponemos la lupa a la hora de escuchar a
un psicótico es cómo se desencadena y como se
10
estabiliza. Porque es interesante estimular la
estabilización.
Hay psicóticos en los que nunca se desencadenó
la Psicosis y se estabilizaron en el arte por
ejemplo.
Joyce es un famoso escritor inglés que escribió
“El Ulises”, generaciones de universitarios
tratando de entenderlo y descifrarlo, se
estabilizó en la escritura y nunca se
desencadenó su Psicosis. Sin embargo era
psicótico.
Es interesante esta cuestión de cómo el arte les
ha producido un efecto de estabilización.
Pienso en Dalí, Artaud, Van Gogh, digamos.
Pregunta de alumno: ¿El psicótico no puede
asociar porque no está inscripto el afecto y
la representación?
Bueno, está bien, está bien, es una forma de
pensarlo. No hay represión primaria en la
psicosis. Para poder asociar tenés que tener
inconsciente. El psicótico está como si fuera
Telefónica o Telecom, el psicótico está
desabonado del inconciente, no está. Es como
que nunca le dieron el teléfono.
En el lugar donde debería haberse inscripto el
Nombre del Padre, en ese lugar se produce el
rechazo, que después lo vamos a relacionar con
el juicio de atribución y la afirmación
primordial. Lo vamos a relacionar con el texto
“La negación”, muy interesante para pensar la
constitución del sujeto.
Si uno quisiera resumir cómo nos constituimos
en términos del Edipo freudiano y en términos
de la Metáfora Paterna, si uno quisiera hacer la
versión más sencilla de la Metáfora Paterna
tiene distintas alternativas por ejemplo: El
Nombre del Padre sobre el Superyó, es un modo
de decirlo: N.P.
S YO
Deseo-ley, recuerden que el Nombre del Padre
se articula con el deseo-ley sobre el goce:
Deseo-Ley
Goce
Les dije que el Nombre del Padre se puede
decir deseo-ley detrás del deseo de la madre
ubicamos el goce y el Superyó.
Otra vez vuelvo a la sabiduría de los refranes
populares: “creer o reventar”:
Creer
Reventar
Esta es la alternancia de la estructura que nos
constituye. El que no cree en nada revienta,
revienta a merced de la pulsión de muerte. No
importa en qué se crea, creer.
En el que no tiene posibilidad de transferencia,
aparece la dimensión del reventar. Cuando digo
reventar, digo sucumbir a la pulsión de muerte.
Justamente en la clínica actual hay que trabajar
mucho para que alguien se instale en un análisis
y vuelva a creer y vuelva a hacer transferencia,
porque hay como una especie de desilusión del
gran Otro digamos.
Una psicoanalista que yo respeto mucho, que
me parece una discípula de Lacan que continúa
con su enseñanza, Colette Soler, define a la
época actual como narcínica, utiliza ese nombre,
es un neologismo de ella. Se autorizó a inventar
ese nombre, porque dice que es una época de un
narcisismo extremo y un cinismo extremo.
El cinismo es una escuela filosófica que se
caracterizó por rechazar todo lo que venga del
Otro, todo lo que venga de la cultura. Andaban
desnudos, rechazaban el lenguaje, rechazaban
todos lo bienes.
Hay una famosa anécdota de Diógenes que
estaba en un tonel y viene Alejandro Magno, la
figura del amo antiguo, el máximo líder de la
época y como era un tipo complicado, alguien
desnudo adentro de un tonel en el medio de la
ciudad, en la calle, lo ponía nervioso. Entonces
Alejandro Magno le dice qué quiere él para salir
de ese tonel, que le ofrece lo que quiera, y
Diógenes le dice que se corra que le estaba
tapando el sol. Entonces Alejandro Magno no
sabe qué hacer y le dice, en realidad si no fuera
Alejandro Magno quisiera ser Diógenes.
Es alguien que se presenta de tal manera que
parece que está más allá de todo, de todo lo
fálico, la cultura y el lenguaje. Fue el fundador
de la Escuela de los Cínicos, que
lamentablemente terminaron todos suicidados.
Se ve que de tanto no querer nada, no quisieron
ni la vida e hicieron un pasaje al acto colectivo.
Lo que se toma es esa característica que tienen
algunos adictos, que Miller lo llama así: el goce
del adicto es un ‘goce cínico extremo’. Porque
también hay una dimensión en la cual rechazan
11
al Otro, tienen dificultades para hacer
transferencia.
Piensen en Maradona, piensen en Charly
García. Yo tengo un artículo que escribí en
Página 12. Tengo varios, uno que escribí que se
llamaba “Maradona, la mano de Dios”, que está
en mi página. Si ustedes ven artículos de
divulgación general, ahí está. Y hay otro que
escribí que se llama algo así como “En quién
puede creer Dios”, que juego con esto. A
Fernando Peña le gustó mucho porque se sintió
identificado con ese perfil.
Justamente son tipos muy difíciles para
instalarse en un tratamiento, porque no hacen
transferencia con nadie. O sea, Maradona con
quién se podía analizar, con Fidel Castro, no sé,
porque a nadie ubica allí, en ese lugar de Sujeto
Supuesto Saber.
Es muy complicado porque es un tipo que a
nivel mundial lo han puesto como más famoso
que el Papa, en todas partes era más conocido
que el Papa, entonces es como estar más allá del
padre y hay que tener con qué estar más allá del
padre.
Curiosamente la cocaína, es una droga que
viene de la coca, que la planta de la coca se
toma para no apunarse, para no marearse con la
altura. Y fijate qué metáfora porque la llaman la
droga del poder, la toman mucho los políticos.
Es decir, para tener con qué enfrentar todo lo
que hay que enfrentar en ese lugar.
Entonces, hay que hacer todo un movimiento en
la dirección de la cura, en las entrevistas para
poder lograr que un adicto se instale en el
análisis.
Yo les voy a presentar un caso de un muchacho
que se estaba por morir por adicción a la
cocaína y al alcohol y la maniobra que yo hice
que sirvió y se instaló en 9 años de tratamiento
y terminó el análisis. Fue a partir de una
maniobra que yo hice que fue, además del
análisis, derivarlo a los grupos de narcóticos
anónimos.
Entonces para la parte de la adicción la
trabajaba en ese espacio, que era un dispositivo
full time donde podían contenerlo en todo
momento, cosa que es imposible para cualquier
analista, y conmigo siguió tres veces por
semana e hizo este cambio. O sea me valí de
otro dispositivo más que el análisis. El análisis
solo no estaba alcanzando para que se instale en
transferencia y con deseo de trabajar su
inconsciente.
Bueno, entonces, volviendo sobre los pasos, la
Metáfora Paterna no sirve para dar cuenta de la
diferencia entre Neurosis y Perversión. ¿Por
qué? Porque ambos sí llegan a esta posición de
ser el falo del Otro.
Hay muchos autores que homologan lo que voy
a explicar ahora con la Metáfora Paterna y dicen
que es lo mismo, que es la Metáfora Paterna
desarrollada, que son los Tiempos del Edipo.
Los Tiempos Lógicos del Edipo, muchos dicen
que son lo mismo que la Metáfora Paterna.
Yo prefiero separarlos y decir que los Tiempos
del Edipo ya son pertinentes a pensar cuando el
hijo nació. Ya no es la conjetura de antes de su
nacimiento.
Tenemos un primer Tiempo del Edipo que
coincide con el resultado de la Metáfora
Paterna. Es decir, tenemos la madre fálica y el
hijo. Y este punto de intersección que
podríamos llamar fi minúscula falo imaginario
del Otro. Interesante porque acá les voy a
agregar un concepto más para que articulen.
En ese lugar se constituye el Yo, el Yo Ideal. El
famoso Yo de placer purificado que
conceptualiza Freud. En el lugar de ser el falo
del Otro se constituye el Yo. Se acuerdan que
Freud dice en Introducción del Narcisismo que
no nacemos con Yo, sino que es un nuevo acto
psíquico, que el Yo debe advenir. Y dice el Yo
es tomado por objeto.
Bueno ahí es donde para pensar el Yo, hay que
articular lo Simbólico y lo Imaginario. Es decir,
dime qué lugar ocupas en el deseo del Otro, y te
diré quién crees que eres.
Hay una consecuencia en la articulación de
ambas ideas. En el lugar de falo de la madre, en
ese lugar se constituye el Yo. Después lo vamos
a relacionar con otro esquema, o modelo que les
voy a explicar que es el Modelo Óptico, que es
la teoría del narcisismo de Lacan, el Estadio del
Espejo. Ahora lo estoy explicando desde esta
perspectiva. Este es el primer tiempo del Edipo:
la madre con su falo y el hijo colmando la falta
en la madre. En esto consiste el primer tiempo.
12
Ahora, segundo tiempo del Edipo, el hijo ya
nació y ya estamos viendo cómo se juegan las
funciones materna y paterna. Es el tiempo de la
castración, del corte de la célula narcisística.
Es el tiempo del padre idealizado, es un padre
que es la Ley en este caso. Y produce una doble
interdicción, le dirá al hijo no te acostarás con tu
madre, “la mujer es mía flaco, quedate en el
molde”. Y a la madre le dice no reintegrarás tu
producto, “no te apropiarás de tu hijo como tu
falito”.
Muchas parejas se van al diablo porque la
madre queda completita con el hijo y el tipo se
siente angustiado, mal, celoso y se va a buscar
el amor a otra parte. No estoy justificando a los
tipos que hacen eso, pero hay madres que son
así, que se completaron con el hijo y se olvidan
del hombre. Porque si el hombre comienza a
verla solo como madre se complica todo.
Entonces ahí aparece la famosa división del
obsesivo de la madre y la puta: “No, es la madre
de mis hijos, con ella no”.
Como digo en uno de mis artículos, es porque
no se anima a estar con una mujer de puta
madre digamos, juntar las dos cosas en una.
Entonces es el momento del corte de la célula
narcisística y dice con tu madre no te acostarás
y a la madre, no reintegrarás tu producto, el
padre interviene y se la juega, si no es tan
obsesivo, porque hay que jugársela, hay que
poner las bolas sobre la mesa y decir esto no.
A veces trabajo así con algunos pacientes
obsesivos porque al final no cortás ni pinchás
vos. Porque el hijo va, arma quilombo y se va a
dormir entre medio de los padres toda la noche
y qué pasa. La mujer dice y bueno yo quiero
estar con vos y él no se atreve a sacarlo, le da
lástima el pibe. Entonces a veces, como dice
Lacan, los consejos están hechos para no ser
cumplidos, o sea, tienen patitas cortas los
consejos. Pero alguna sugerencia en el marco de
un análisis puede venir bien. Y es la función
paterna la que transmite el deseo en la ley. Pero
la madre le tiene que dar lugar también.
Es a partir del discurso de la madre que el padre
interviene. Esto es importante, porque puede
ocurrir como la madre del perverso, que el padre
quiera producir un corte y la madre ni bola al
padre y hace una complicidad con el hijo y se
burlan del padre. Ahí tienen el destino de un
perversito digamos. Que se va a burlar de la ley
toda la vida porque ya en el origen pasó esto.
El padre que es la ley, no que la transmite
también produce una alienación, no una
separación. Por eso yo dibujo una nueva célula
narcisística, esto es un invento mío para que lo
entiendan didácticamente, se produce también
una alienación al padre.
Y por fin en el tercer tiempo del Edipo, es el
tiempo de la castración simbólica, que se llama
el tiempo del padre muerto, muerto en el sentido
Simbólico. En este caso se trata de un padre que
no es la ley, sino que es representante de la ley.
Es transmisor de la ley, una ley que lo supera,
que lo trasciende. Es el encargado de transmitir
el deseo en la ley pero no es la ley. Es un padre
que tiene una relación a la castración en la cual
no se cree que él es el digamos, como dice el
dicho popular: un hombre que se cree rey está
loco, y un rey que se cree rey también está loco.
En ese sentido no tiene esta locura el padre que
estoy diciendo. Sabe que es el representante de
la ley pero que él no es la ley.
Esto funciona estructuralmente, o sea, cuando se
juega la función materna y el pibe le toma el
tiempo a la madre y no le hace caso y no le da
bola, parece mágico pero si la madre dice:
cuando venga le voy a contar a papá lo que
estás haciendo, arrugator, se queda en el molde
digamos, y preocúpense si no se queda en el
molde esa miniatura. Pero parece mágico, se
nombra el nombre del padre a partir del discurso
de la madre y se pacifica la cosa.
La ley tiene mala prensa al igual que la
castración pero es pacificante, es ordenadora,
produce calma. Un pibe que está haciendo
acting que es caprichoso, le ponés límite y vino
el llanto, el capricho, y a continuación vino la
paz.
Hay una definición en el seminario de Lacan de
la angustia que es clave.
Hay que prestarle atención cuando Lacan dice
definiciones porque son momentos muy
importantes, dice: “la angustia es ante la falta de
normas”. Cuando no hay normas aparece la
angustia, es el territorio de la angustia, donde
puede aparecer cualquier tipo de patología,
13
acting, pasaje al acto, de todo. Pero es ante la
falta de normas.
Por eso digo que un análisis transmite la
castración digamos, pero no bajo la forma tonta
como pensaron algunas comunidades
terapéuticas de que falló el padre entonces hay
que meterlos en cana y poner un tipo de sistema
coercitivo, hay que tener cuidado con esa
lectura porque un analista no va a ser el padre
que no tuvo el paciente. No viene por ahí, no es
tan sencillo no es tan puntual. En todo caso
éticamente la castración se transmite de otra
manera. En algún momento por ahí sí hay que
poner algún límite, si algún paciente hace bardo
o falta hay que transmitir que hay condiciones
para trabajar, y eso es pacificante.
En el acting out, se presenta un caso en el cual
la analista estaba desesperada por el acting de la
paciente hasta que desde las entrañas le dijo: así
no te puedo seguir atendiendo, hasta aquí
llegamos. Cambió completamente y empezó el
análisis. Hizo lo que tenía que hacer porque le
salió de las tripas. Es este tema, de cualquier
manera no. Poner condiciones. Ni una madre es
incondicional.
Castración simbólica. Por fin se barra la madre,
por fin acá sí se divide el hijo. Acá sí podemos
hablar de sujeto dividido. Se dividió el hijo,
aparece dividido. Y cae, algo de los que les
hablé la vez pasada, el objeto a. El objeto que
va a causar el deseo. Es un momento
constitutivo que tiene que ver con la castración,
donde cae el objeto.
Para que se termine de producir esto, yo creo
que esto no se termina de producir del todo,
porque si en los sujetos esto funcionara hasta las
últimas consecuencias los analistas nos morimos
de hambre. Yo creo que esto se termina de
lograr en un análisis. Es una conjetura teórica de
lo que sería bueno que ocurra de acuerdo al tipo
de padre que ha tenido el sujeto, que da cuenta
de la gravedad del paciente.
Si estamos más cerca de este tipo de padre
resulta que vamos a tener un sujeto con más
posibilidades simbólicas de trabajo incluso en
un análisis. Si tenemos un estilo de padre que se
cree la Ley, se parece mucho a la madre del
primer tiempo y vamos a tener un sujeto muy
alienado con dificultades de hacer transferencia,
es más, hay que ver si consulta a un tratamiento
también.
Entonces, por eso yo les decía que el progreso
subjetivo es directamente proporcional a cómo
ha operado la castración en su constitución y
después a lo largo de un análisis.
Hay personas que consultan en un consultorio
con pseudoanalistas durante años y vos los ves
que están absolutamente igual. Y lo que
solemos decir entre colegas que vemos ese tipo
de cuestiones es que se trata de un paciente al
que la castración ni lo rozó, el análisis ni lo
rozó. Visitó el consultorio y por ahí pasaron 20
años, pero ves que las cuestiones más
importantes de su vida no cambiaron no se
modificaron.
Hay muchos casos de estas características y sí
notas, cuando funciona un análisis, que hay
progresos. Hay cambios de posición subjetiva.
Esta sería una de las definiciones de Lacan del
progreso de un análisis: Cambios de posición
subjetiva, respecto del narcisismo y respecto de
la castración, respecto del deseo, respecto del
goce, respecto a la posibilidad de amar.
Entonces les decía que el perverso en un primer
Lacan a nivel del seminario 4 de Las relaciones
de objeto va a decir: “El perverso es el falo de la
madre”. O sea que el perverso llega acá, a este
nivel, por eso operó la Metáfora Paterna y
ocupó el lugar de falo de la madre, digamos que
llegó al primer tiempo del Edipo, el psicótico
no. Pero fue burlada la intervención del padre,
el corte de la célula narcisística. Por eso el
perverso no se angustia.
Como en el neurótico operó la castración, el
neurótico padece, dice Lacan, de falta en ser y
se angustia, se expone a la angustia y tiene
posibilidad de angustiarse y posibilidad de hacer
transferencia suponiendo que el Otro va a saber
sobre lo que él desconoce.
En el perverso, al ser el falo, no operó la
castración sobre la célula narcisística entonces
no se angustia, por lo menos en la escena
perversa. El que se angustia es el partenaire.
Después les voy a explicar, en la segunda parte
de la clase, la diferencia entre el perverso
freudiano y el perverso lacaniano. Cómo Lacan
es mucho más riguroso para definir perversión.
14
En relación al perverso lacaniano, vamos a
explicar en qué consiste. El que se angustia es el
partenaire de la escena que siempre es un
neurótico, nunca un perverso con otro perverso,
siempre es un neurótico. El perverso ni se
angustia ni se enamora, es decir no hace
transferencia.
En realidad paradojalmente el que se angustia y
el que se enamora es el partenaire de él. ¿Por
qué se enamora el partenaire que es neurótico?
De manera sencilla se los explico: el neurótico
nunca sabe quién es, ni qué desea, siempre
duda. Encontrarse con alguien que es y que
además su deseo lo realiza a su voluntad, le
produce fascinación ¿Cómo hay alguien en el
mundo que la tenga tan clara, y me maneje y me
digite? En general es la histérica muy jodida
que a los hombres obsesivos los tiene de hijos,
les hace lo que quiere, entonces por ahí con un
perverso así, que la maltrata en algún punto, se
fascina, se engancha. La histérica aniñada
digamos, que se engancha con un tipo jodido
que le corta el rostro y le pone límites, una
especie de padre que la castiga sería. Una mujer
bien plantada lo manda al diablo.
El perverso necesita, en una escena, angustiar al
otro, lo necesita, es condición de su goce.
Me acuerdo una amiga colega que le salió eso
de carambola. Era una histérica brava, muy
brava. Resulta que en el zaguán de su casa un
perverso exhibicionista la quiso violar. Ella
entraba de noche a su casa y no había nadie. Se
quedó en el molde, ni lloró, ni se angustió. Se
quedó como estática, fría, sin ninguna
manifestación de afecto y el tipo se fue, no pudo
hacer nada con la condición que necesitaba, no
se calentó, se fue.
Bueno yo pararía por acá, después seguimos
hablando de Neurosis y Perversión.
Estábamos en que los tiempos del Edipo es una
conjetura a partir de que el sujeto nace, y yo
didácticamente lo diferencio en Metáfora
Paterna.
O sea, a la Metáfora Paterna la pienso como una
lectura, les diría, diacrónica del Edipo. ¿Qué
quiere decir diacrónica? Es un corte longitudinal
en el tiempo. Con lo cual tenemos en cuenta tres
generaciones: abuelos padres e hijos, es decir,
de acuerdo a cómo tramitan el Edipo los padres
así será el lugar que la madre le dará al hijo a
advenir. Por eso digo que es una lectura del
Edipo antes del nacimiento del hijo, el lugar que
está preparado en el deseo de la madre para ese
advenimiento.
En cambio los tiempos del Edipo, para mi
gusto, esto es mío, es una lectura sincrónica del
Edipo, es decir, el hijo nació y ahí tenemos que
pensar cómo interjuegan la función paterna, la
función materna y el hijo.
Entonces el problema del perverso es que queda
en esta posición, de falo de la madre.
En una época se mal enseñaba esto y se decía
que el psicótico era el falo de la madre. Esto es
incorrecto, porque claro, se lo estudiaba
evolutivamente al Edipo y se decía que quedó
capturado en la madre y el padre no intervino el
Nombre del Padre. Pero esto es incorrecto
porque es una lectura evolutivista. Para que la
madre pueda hacer la ecuación simbólica pene-
niño, en la madre está funcionando la Ley, la
castración y la falta. Es decir, no es que primero
tiene al hijo como falo, y recién después aparece
lo paterno a cortar la célula narcisística entonces
el psicótico sería el falo de la madre. Era por
una lectura evolutivista que se decía esto. Ya
está operando la castración en la madre para que
pueda hacer la ecuación simbólica. No opera en
la madre del psicótico y entonces no puede
imaginarlo, simbolizarlo, no le da lugar.
Entonces el perverso sí es el falo y vamos a
pensar la diferencia entre Neurosis y Perversión.
Si ustedes leen Tres ensayos de teoría sexual, el
primer ensayo, que son las aberraciones
sexuales, uno rápidamente va a decir que
perverso es todo homosexual, por ejemplo,
porque entraría dentro de las aberraciones
sexuales. Pero ese tratado entraría en algo más
descriptivo de Freud que Metapsicológico. En
realidad los textos privilegiados en la obra de
Freud para estudiar el mecanismo específico en
la Perversión son: “Escisión del Yo en el
proceso de defensa” y “Fetichismo”. Porque el
mecanismo de la perversión es la desmentida o
renegación.
¿Qué significa desmentida de la castración? En
este caso de la desmentida el Yo se escinde en
un parte que acepta y otra que niega la
castración. Es una escisión en el Yo. Así como
la represión producía una división entre
conciente e inconciente, en el caso de la
desmentida, la escisión es en el Yo en relación a
15
la castración en dos partes. Una parte donde se
acepta y otra parte donde se niega.
Hay una frase de Mannoni muy ilustrativa: “ya
lo sé, pero aún así” Esta es una frase que
ejemplifica la desmentida de la castración.
Esta operación es constitutiva del aparato
psíquico, predomina en la Perversión. El
neurótico también desmiente la castración.
Yo ponía un ejemplo de la época de elecciones
donde había una pintada que decía: “Nadie
cumple lo que promete” y a continuación decía,
“vote a nadie”. Con lo cual esa es una
desmentida de la castración, porque en la
continuidad de la fase a nadie se lo hizo alguien.
Al Otro que no existe se lo hizo consistir.
O sea en cuanto tenemos aparato psíquico, aún
los neuróticos desmienten la castración. Es
cuando hay situaciones en donde se quiere saber
y no se quiere saber al mismo tiempo lo que está
ocurriendo. Es esa doble operación, algo que
molesta algo Real. A veces pasa ante las
enfermedades, ante la posibilidad de la muerte,
ante la posibilidad de la pérdida de un ser
querido. ‘Ya lo sé pero aún así’, aún así me voy
a hacer el boludo. Voy a hacer como que lo que
está pasando y me duele, no está pasando. Esta
es una desmentida.
Pero en la neurosis hay represión, formaciones
del inconciente, retorno de lo reprimido. En la
perversión predomina la desmentida de la
castración. Entonces el perverso es el falo,
dijimos que no se angustia por lo menos en la
escena y no se enamora, no produce
transferencia.
El perverso freudiano es como un tratado
descriptivo en Tres ensayos, pero en los textos
escisión del Yo y fetichismo ya existe otro
vuelo metapsicológico.
Lacan en el seminario “La angustia”, dibuja el
Fantasma Neurótico y el Fantasma Perverso.
Tenemos el neurótico, donde el objeto que
causa su deseo está en el campo del Otro. El a
que opera como falta está en el campo del Otro
y por esta razón hace transferencia y está en
posición de sujeto barrado, de sujeto dividido.
Muchos neuróticos hay que lograr que lleguen a
este estado. A veces se presentan como objeto
pero tienen la posibilidad de entrar en análisis
como sujeto dividido.
El fantasma perverso Lacan lo invierte, el a
queda de su lado, lo que causa esa angustia en el
partenaire. Causa angustia, lo divide al
partenaire que siempre es neurótico y causa
enamoramiento, fascinación.
Cuando Lacan trabaja esto lo trabaja como
Agalma, dice: hay algo, un no se qué, que tiene
el Otro que me causa. Agalma viene del griego,
significa lo más precioso de su ser, que lo
esconde y me causa, ese ‘no se qué’. Lo saca del
Banquete de Platón sobre la transferencia de
Alcibíades con Sócrates. Dice: Sócrates tiene
ese no se qué que me causa. Entonces cuando
funciona así como causa de deseo el objeto a,
hay que leerlo como menos fi, (-φ) eso que me
falta en el campo del Otro y me causa. Me causa
el deseo, me causa el amor, me causa la
transferencia. Entonces el neurótico estaría aquí.
Vamos a dividir así. Campo del sujeto y campo
del Otro. Son dos campos para pensar estos dos
fantasmas. De este lado tenemos al sujeto del
cual estamos hablando y esto sería el campo del
Otro donde estaríamos hablando del partenaire.
S A
Neurótico $ (-φ)
Cuando hablamos del sujeto neurótico que está
dividido y el objeto que causa su deseo está en
el campo del Otro, en el partenaire. Por eso
tiene posibilidad de transferencia y por eso se
llama Neurosis de Transferencia como categoría
clínica.
¿Se acuerdan que decíamos que siempre se trata
de la posición del sujeto con respecto al Otro?
Porque el sujeto se constituye en el campo del
Otro. No existe tal cosa como el sujeto
autónomo. Siempre se habla de la heteronomía
del sujeto.
Entonces pensémoslo como el campo del
sujeto y el campo del Otro donde vamos a
ubicar al partenaire de ocasión. Ese Otro que se
puede encarnar en un partenaire.
Siempre que uno se relaciona se relaciona con el
Otro con mayúscula, lo que pasa es que ese Otro
se encarna, se encarna en semejantes que
representan ese Otro con el cual uno se
relaciona. Se trata de ese Otro que alude a la
posibilidad de transferencia que uno hace a lo
largo de la vida.
Por eso les decía hace un rato que Lacan deja
de hablar de madre y padre y habla de Otro con
mayúscula y siempre insiste en la posición del
sujeto en relación a ese Otro. Que se puede
16
encarnar en distintos personajes, pero se trata de
lo que va a insistir en esa posición. O va a ser el
falo del Otro, o se va a correr de ese lugar y va a
ser un objeto del Otro. Distintas posiciones pero
respecto del Otro.
Nada en la enseñanza de Lacan, creo que de
Freud tampoco, es autónomo en el sujeto. El Yo
es una ilusión yoica, la autonomía. El Yo se
constituye por identificaciones con los Otros, a
partir de la identificación primaria narcisista y
luego a partir de todas las identificaciones
secundarias. En realidad más que decir somos
nada, somos un montón de Otros. Somos un
montón de esos Otros que han sido importantes
en nuestra vida y hemos tomado algún aspecto y
algún rasgo que nos habita. Por supuesto que
esto en los neuróticos nos está reprimido, es
inconciente. Y tenemos Yo y creemos, cual
pavo reales, que somos autónomos, todo
empieza en uno y termina en uno. Pero en
realidad el yo no es causa de nada, el Yo es
efecto de identificaciones. Es una herida
narcisista. Dejemos por lo menos que el Ello sea
mío, porque es lo más interno, tiene más que ver
con mi cuerpo, tampoco. El Ello tiene que ver
con las palabras del Otro que han marcado
nuestro cuerpo. Bueno, dejemos que el
Inconsciente sea mío. El inconsciente es el
discurso del Otro, son las palabras del Otro que
nos han marcado. Nada nos es autónomo. Todo
nos viene del campo del Otro. Sí se puede
hablar de autonomía en el animal porque tiene
instinto, que es algo heredado filogenéticamente
y hay un saber instintivo y hay una relación con
el objeto y hay satisfacción. En el hombre no se
puede hablar más de instinto, se habla de
pulsión, y la pulsión ya está marcada por el
lenguaje.
Todo este desarrollo que estoy haciendo es para
mostrar que todo tiene que ver con la incidencia
del Otro sobre uno desde que somos bebés hasta
el último día de nuestra vida. Es decir, somos
seres sociales, seres culturales.
A tal punto esto es así, que a un bebé le das todo
lo que necesita desde el punto de vista de las
necesidades alimentarias y biológicas pero no
ocupa ningún lugar en el deseo de alguien y se
muere. Se llama marasmo u hospitalismo.
A tal punto es así, que en ciertas tribus
primitivas (Levis Strauss se enojaría con esta
palabra porque tienen organizaciones sociales
más complejas que las nuestras algunas) que a
los viejitos se los aísla de la comunidad y se les
da todo lo que necesiten para comer, para vivir,
pero se los aísla de la tribu, de la comunidad, y
ese aislamiento los mata. Esa muerte simbólica
les produce una muerte real.
Somos los seres más dependientes del planeta
del Otro.
Lo que angustia al neurótico es encontrarse con
la pura castración en el Otro o encontrarse con
un falo omnipotente, que no te da lugar. Sería la
angustia que podría sentir un neurótico frente a
un psicótico que es un puro resto, un puro
desecho, un puro objeto a que es alguien
absolutamente castrado.
A muchos analistas les pasa esto con los
psicóticos, se pone a trabajar, a estudiar, a
supervisar, a no saber si lo deriva al psiquiatra
para que lo medique, está angustiado y
laburando como analizante más que el paciente,
digamos, no sabe qué hacer, le causa
impotencia.
O también angustia encontrarse frente a alguien
que se presenta como completo, como un falo
omnipotente, que sería el encuentro con un
perverso. Entonces el a aparece como fi
minúscula, como falo y la angustia queda
siempre del lado del partenaire siempre
neurótico, pero también enamoramiento porque
se encuentra con alguien que la tiene clara. Sabe
quién es y lo que quiere y me da órdenes, me
dice lo que tengo que hacer. Esto es un
enganche muy jodido, ahora explico algo.
S A
Perverso a φ $
El objeto de deseo del neurótico, esto es una
frase de Lacan muy fuerte:
“El objeto de deseo del neurótico es la demanda
del Otro”. Es decir, el neurótico le pide al Otro
que el Otro le pida. Es como si fuera un niño
que quiere estar amparado frente a un adulto
que le dirija la vida, que sepa todo lo que es
bueno para él, que le de consejos, que le pida,
pero quiere ser libre al mismo tiempo. Cuestión
imposible, porque si realmente si alguien se
sitúa en ese lugar lo va a rechazar.
El otro día hablábamos de las patologías de la
ética y las patologías tienen que ver con
irresponsabilidad del sujeto, y la cura en el
horizonte tiene que ver con la responsabilidad,
con lo contrario. Entonces en ese sentido pide
17
que le pidan. Por eso muchas veces está como
objeto a merced de la demanda de los Otros. Y
hay que ver, en la dirección de la cura, cómo se
subjetiviza, como aparece la dimensión de
sujeto y de deseo. Cuanto más se está sometido
a la demanda, más obturado está el deseo. La
demanda se opone al deseo.
Les pongo un ejemplo muy típico, la mujer que
no puede quedar embarazada. Se va pasando el
cuarto de hora, va llegando cerca de los 40 años,
el reloj biológico, se entra a angustiar, presión,
algo hay que hacer. Cuanto más presión y más a
merced de la demanda supuesta de lo que se
debe hacer y ser, menos surge y menos fluye el
deseo. Esa misma mujer resulta que dice basta,
me dejo de joder con este tema porque ni
siquiera la sexualidad la estoy disfrutando, estoy
cogiendo por encargo, y cada vez eso anula el
deseo. Hay parejas que se separan en ese
proceso porque están cumpliendo con la
demanda. Resulta que la corta con esa presión,
adopta un hijo, y a continuación, queda
embarazada. Porque el deseo fluyó cuando no
hubo exigencia y no hubo demanda.
Es la mujer que va pasando el cuarto de hora, o
el varón y no arma pareja y está solo y ve los
amigos que se casan y tienen hijos y todos los
demás pueden y yo no puedo. Entonces van a
una cita a un encuentro, y por ahí el tipo le gusta
y la pasa bien y bueno, vamos a un lugar más
íntimo y que se yo, y ya “no este me quiere
coger, lo único que quiere de mí es eso” por
ejemplo. Porque no cumple con el ideal donde
más o menos tiene que firmarle los papeles en
ese primer encuentro.
Nada puede fluir así si se va a un encuentro con
el vestido de novia en la cartera más o menos.
Eso es todo lo contrario a que algo fluya, si se
encuentran con alguien así salgan corriendo
¿Conocen el cuento del caballo verde? Resulta
que un tipo era muy inhibido y no se animaba a
avanzar a una mujer que le encantaba, que
pasaba por la puerta de su casa y era un
bombonazo. Y pasa un amigo y le dice, es
hermosa pero no me animo a hablarle, no sé que
hacer. Y el tipo tenía un caballo en la puerta de
la casa, y el amigo era re canchero, sabía como
entrar y le dice: - ¿Sabés lo que tenés que hacer?
Pintá el caballo de verde, cuando pase se va a
sorprender y entonces ahí tenés un motivo para
empezar. Entonces pinta el caballo verde, pasa
la mujer y dice sorprendida: “Uy un caballo
verde” Y él dice: - ¿Querés coger? Es
exactamente igual de ridículo que el vestido de
novia. O sea, cuando alguien está desesperado
porque desde la demanda o la exigencia las
cosas no pasan, no van a pasar porque no van a
fluir. Son ejemplos para que entiendan que la
demanda y la exigencia se oponen al deseo.
El perverso está en posición de a de objeto
tapándolo en posición de falo. Para Lacan son
muy importantes dos cosas para pensar el
fantasma del perverso: que esté el fetiche en la
escena. El diagnostica perversión si sabe sobre
las condiciones de excitación sexual de un
paciente, sino no puede diagnosticar perversión.
Esto es muy importante. Porque se armó un
debate muy interesante acerca de si los
torturadores eran perversos o no a partir de unas
conferencias que vino a dar un psicoanalista
francés que se formó con Lacan. Y se armó un
debate muy interesante porque lo que se decía
es que no se puede diagnosticar, por una escena
de tortura, que se trate de perversión. Para que
se trate de perversión hay que demostrar que es
la condición de excitación sexual la escena de
tortura. Porque podría ser un obsesivo muy
grave y muy cruel que cree que está
defendiendo sus principios y al gran Otro, en
función de la teoría de los dos demonios
digamos, pero no goza sexualmente con eso.
Para que sea perverso hay que demostrar que su
condición erótica y de goce es angustiar al
partenaire. Y ¿por qué le interesa esto al
perverso? Porque no sabe qué es angustiarse,
entonces quiere investigar provocando eso en el
partenaire.
Fijensé que hay algo que le falta, al perverso,
parece que no le falta nada, pero hay algo que le
falta. No sabe qué es angustiarse y no sabe qué
es enamorarse. El destino de un perverso
lacaniano, como lo estoy explicando, es que él
mismo termina siendo un fetiche, un falo
petrificado, dice Lacan, una especie de monje
negro, como una especie de ser sin ningún tipo
de sentimientos, alguien absolutamente frío,
como si fuera un emisario del demonio. Y es un
emisario de la pulsión, fíjense qué interesante
porque Freud llamó a lo pulsional lo demoníaco.
Pregunta de alumno: - Cuando decís que el
perverso busca generarle angustiar al otro
porque no sabe lo que es angustiarse ¿es a
partir de la identificación que disfruta?
18
No porque se identifique, él está investigando
pero no se identifica necesariamente con eso. En
realidad está investigando.
Lacan dibuja el fantasma sadiano, de Sade. Dice
que el a le queda de su lado, estando el fetiche
en la escena o él mismo como un fetiche. Esta v
que escribe es el estatuto del deseo en la
perversión que lo llama voluntad de goce. El
deseo es voluntad de goce. El perverso hace
algo que el neurótico no puede hacer nunca, le
cuesta mucho. Habría que pensar en un fin de
análisis o cuando están en los finales del
tratamiento que pueda en algunas cosas juntar el
deseo con su voluntad. El neurótico dice que
quiere ciertas cosas pero que no le sale, que no
es voluntario, que por más que quiera es algo
más fuerte que él y no puede, supongamos lo
que sea en lo cual se está inhibido o se está
trabado y hay como un enojo, y es cierto porque
no puede juntar el deseo y la voluntad. El
perverso junta el deseo con la voluntad. En la
escena su deseo es voluntad de goce en el
sentido de llevar al partenaire detrás de la
angustia al goce y él mismo gozar con eso. Esa
es la v.
Y acá por contrapunto les explico una diferencia
entre el estatuto del deseo en las neurosis y en la
perversión. En las neurosis el deseo es defensa
contra el goce. Recuerden que estamos
homologando goce con incesto, con pulsión de
muerte, con más allá del principio del placer.
Les voy a desarrollar un poquito esto para que
no les quede solamente como frase, sino que
puedan entenderlo y bajarlo a la clínica y a la
vida.
Las tres modalidades de neurosis, el deseo en la
fobia es deseo prevenido, se llama así,
prevenido del encuentro con el deseo del Otro.
Hay una teoría general en Lacan sobre la
angustia, lo que angustia es el deseo de Otro. No
saber qué objeto se es para el deseo del Otro, no
saber qué objeto soy para ese deseo enigmático,
eso es lo que angustia. Bueno, justamente en la
fobia, el deseo se mantiene prevenido para que
no aparezca el deseo del Otro. Me escapo, huyo.
El deseo en la obsesión es deseo imposible. Está
encerrado en su Yo, en la jaula de su narcisismo
y los objetos de su deseo se le tornan
imposibles. Piensa algún día cuando muera mi
Amo, la vida recién comenzará, recién seré
libre. Esto no ocurre nunca digamos, porque se
trata de un cambio de posición de él. No es que
no desee el obsesivo sino que espía por la
cerradura de su Yo al mundo, a los objetos de su
deseo, y le quedan como imposibles.
Y el deseo en la histeria es deseo de deseo
insatisfecho.
Les quiero dar algunos ejemplos.
Veamos el ejemplo de la fobia. Dije deseo
prevenido de que aparezca el deseo del Otro.
Juanito tenía fobia a los caballos. ¿Cómo trabaja
Lacan la fobia a los caballos? Dice que el objeto
fobígeno, el caballo, es un significante comodín
del Nombre del Padre. Es decir, porque tuvo un
padre que no operó bien para cortar la célula
narcisística, la castración. Es un padre que no
corta la simbiosis del hijo con la madre ni
tampoco logra que la mujer se interese por él.
Cuál es la paradoja, es un intento, yo les dije
que el deseo es una defensa contra el goce y les
dije que el goce es el incesto. El deseo
prevenido es prevenirse del deseo del Otro por
temor a quedar atrapado como objeto a merced
del deseo del Otro, pero al mismo tiempo el
significante comodín intenta suplir lo fallido de
la función paterna. Es decir, se intenta tener un
caballo porque el padre no operó, no se pudo
temerle al padre. Es un intento de cortar el
incesto y temerle a algo, pero la paradoja es que
el caballo se le hace más extensivo y la fobia se
hace cada vez más extensiva y Juanito queda
cada vez más pegado a la mamá. O sea es un
intento de defenderse del incesto pero de
manera fallida, quedando atrapado en el incesto.
Por eso yo les decía el deseo es defensa contra
el goce, quiere decir defensa contra el incesto,
pero es una defensa fallida. Hay un intento de
zafar pero al mismo tiempo queda atrapado.
En la histeria pasa lo mismo, deseo de deseo
insatisfecho. Yo digo en el libro sobre histeria
que para una histeria de pura sepa: ‘Ningún
hombre está a la altura de mi padre, ni mi
padre’. Porque se trata del padre idealizado, ni
siquiera es el padre real. Pero lo cierto es que
manteniendo la insatisfacción la suposición
neurótica y tonta (un cognitivista diría que un
neurótico piensa mal) es que si se realiza el
deseo eso es igual a que se acabó el deseo, es
igual al goce, en el sentido de que falta la falta,
angustia y se acabó el deseo. Ese es el pensar
mal, porque puede haber realizaciones parciales
del deseo sin que se acabe el deseo, el deseo
sigue circulando pero se pueden satisfacer
algunas cosas parcialmente. Sostener la
19
insatisfacción permanente defendiéndote de que
no haya más deseo termina siendo
paradojalmente goce, porque se sufre de la
insatisfacción. Y en la insatisfacción en el fondo
te quedas con los primeros objetos de amor
incestuosos, te quedás con mamá y con papá.
Justamente Freud dice que la histeria está fijada
a los primeros objetos de amor incestuosos. Es
decir, si no hay poronga que te venga bien, al
final te quedás con mamá y papá. Son intentos
de zafar del incesto fallidos porque te dejan
atrapado. Por eso un síntoma es un intento de
curación, pero un intento fallido porque no
terminás de cortar con lo incestuoso.
Pregunta de alumno: - El miedo a satisfacer
el deseo es el miedo a no poder seguir
deseando. Ese deseo que se evita satisfacer,
qué deseo sería. ¿El incesto?
En algún punto yo se los relacioné con el
incesto. Pero vamos a ir por otra vía. Lacan
dice, la histérica no soporta ser objeto causa del
deseo de un hombre. Porque quedar como
objeto es la sensación de quedar atrapada en el
incesto. Falta la falta, queda como objeto y se
acaba el deseo, es como incestuoso. Entonces
huye a esta cuestión de quedar como causa del
deseo de un hombre. Lo femenino, ya hablando
más allá de una posición histerica juega a ser
objeto sin perderse como sujeto. Puede jugar a
ser objeto, hasta es divertido, pero sin perderse
como sujeto. La histérica no soporta ser objeto.
“yo soy sujeto” ahí está la reivindicación fálica
de las feministas, que no defienden la
feminidad, defienden ser igual que el hombre y
no hay igualdad entre el hombre y la mujer,
viva la diferencia. Lo que sí hay que reclamar es
la igualdad de derechos, eso sí. Y Lacan dice, la
histérica tanto se pelea con el hombre porque
quiere ser un hombre. Tiene el Yo puesto en un
hombre.
En cada una de las categorías clínicas, las
formas del deseo son defensivas respecto del
goce pero defensas fallidas porque finalmente el
sujeto queda atrapado en una posición de goce
incestuoso. El sujeto no hace el duelo del lugar
como objeto para el deseo del Otro, del deseo de
los padres. Por eso les decía que un análisis es
un largo proceso de duelo.
Y en la obsesión está encerrado en el narcisismo
sosteniendo al padre. Su Yo lo ubica en el punto
de falta del Otro para sostener al Otro. Al Otro
le falta, es insuficiente. Su narcisismo lo coloca
ahí para tapar esa falta en el Otro. No utiliza el
narcisismo de cualquier manera, esto es muy
interesante. Porque la histeria también usa el
narcisismo pero de otro modo. El obsesivo
sostiene al padre, tapando con su Yo la falta en
el Otro, y su deseo se torna imposible. Y nunca
se anima a ir más allá del padre. El fin de
análisis de un obsesivo es poder ir más allá del
padre. Lacan lo dice así: ir mas allá del padre,
sirviéndose de él, a condición de servirse de él,
no es que hay que desechar todo. Superar a tu
padre, ir más allá y dejar de sostenerlo. Esto le
pasa de diferentes maneras a todo obsesivo, es
paradojal.
El obsesivo puede decir bueno mi padre fue un
desastre, fue mujeriego, yo voy a ser prolijo voy
a hacer las cosas bien y me voy a casar y tener
una familia, se lo impone para ser una versión
mejorada del padre tapando los puntos donde el
padre falló. Simplemente por planteárselo así ya
se siente prisionero de un deseo que no es
propio. Va a tener unas ganas de levantarse una
mina cuando se case y se sienta apresado en ese
mandato y va a repetir lo que hizo el padre
justamente por querer hacer lo contrario. Ir más
allá es dejar de sostenerlo y poder diferenciarse
y es un territorio de mucho desamparo abismal
donde te quedás sin Otro y es la hora tuya de tus
decisiones, ese es el clima de un fin de análisis,
digamos, no estás sosteniendo más a nadie. Es
interesante porque hay una sensación de libertad
interesante y de responsabilidad.
Entonces qué es lo paradojal, que
supuestamente posterga y posterga y no se
atreve y el deseo es imposible pero en el fondo
se supone que sería una defensa de quedar
atrapado que el deseo sea imposible.
Paradojalmente al quedar atrapado sigue
sosteniendo una posición incestuosa, en relación
a la madre y al padre, porque es defensivo
respecto del goce porque también está la
suposición tonta de que si el deseo se
realiza….hay una idea tonta obsesiva que es que
si hago algo de mi deseo mi padre morirá o la
persona amada morirá. Algo terrible le va a
pasar a alguien que amo, empezando por mi
padre, aunque el padre ya estuviera muerto.
Pero simbólicamente es cierto, porque cuando
uno se la juega por algo que decide se queda
solo, el padre muere simbólicamente. Hay una
20
verdad en ese razonamiento. Es cierto que
cuando uno se hace cargo de un acto está
matando al padre simbólicamente.
Todo este desarrollo era para mostrarles cómo
en las neurosis el deseo es defensa contra el
goce pero paradojalmente termina en goce, son
defensas fallidas contra el goce.
¿Por qué les planteo esto?, porque hacemos
contrapunto diferencial con el deseo en la
perversión donde el deseo es voluntad de goce.
Y por eso el encuentro de un perverso con un
neurótico es de terror, porque si el neurótico se
defiende del goce, el perverso lo angustia y lo
lleva al goce.
Les recomiendo si quieren avanzar en el
estudio de perversión en algún momento que
lean al Marqués de Sade y “La Venus de las
pieles” es un libro de Sacher Masoch donde
habla de masoquismo. Es un texto brillante
donde justamente vemos cómo aún el
masoquista es un amo que te impone las
condiciones de cómo tiene que ser maltratado y
angustia al partenaire, y por ahí el neurótico
juega alguna fantasía un poco perversa, no se
olviden que el fantasma del neurótico es
perverso, pero el masoquista no tiene límites,
llega a un territorio donde el otro se angustia
porque el neurótico tiene límites.
El fantasma que el neurótico reprime es
perverso, la diferencia es que el perverso lo
actúa y el neurótico lo reprime y ese fantasma
perverso se expresa en sus síntomas. Eso es lo
que le hace decir a Freud, la neurosis es el
negativo de la perversión.
Faltaría el estatuto del deseo en la psicosis es un
deseo muerto, porque no está en juego la
significación fálica. Esta dialéctica del ser y el
tener. ¿Se acuerdan que definimos al deseo
como la metonimia de la falta en ser?
Justamente no está en juego que el deseo se rija
por el ser y el tener.
Ahora ¿cómo se mueve un psicótico cuando está
estabilizado? ¿Por qué Schreber llegó a ser
Presidente de la Corte, qué lo movió para llegar
a esa posición? Evidentemente no se mueven
como un neurótico. Por eso cuando están
estabilizados llegan tan lejos. No tienen las
inhibiciones, no tienen los síntomas y no tienen
la angustia que tiene un neurótico. Entonces no
le importa un corno cómo va a quedar su
imagen frente a los Otros, cosa de la cual
depende el neurótico, y eso lo inhibe, lo
reprime. Pero bueno cuando Lacan dice el deseo
es muerto se refiere a que no está subsumido a
la dialéctica fálica y a la metonimia del deseo
como la falta en ser, porque ni siquiera llega a
ser el falo el psicótico. Para que haya falta en
ser primero tenés que haber sido el falo. Toda
esa lógica no está en juego en la Psicosis, ni el
tener ni el ser. Está más allá de todo eso, o para
decirlo mejor, más acá.
Ahora fíjense qué interesante porque el fin de
análisis Lacan lo piensa en el campo femenino,
lo piensa más allá del falo. Que no estemos
atrapados en el ser y el tener. Es muy Zen,
justamente los budistas dicen que hay dos cosas
engañosas con las cuales coincidiríamos los
analistas, el Yo es un engaño, es una ficción, y
el deseo, regido por el falo. Ahora hay otras
modalidades de deseo que no están regidas por
el falo, la prueba de eso podría ser la Psicosis o
el fin de análisis. También en algún momento
habla de ‘amor muerto’, porque a lo sumo llega
a la erotomanía el psicótico, tiene serias y
estructurales dificultades para enamorarse, y
mucho más para amar.
Para poder amar tiene que haber operado la
castración. Si no operó la castración no salís de
vos, no te dirigís a otro. Fijate qué interesante
porque una de las grandes ideas de Lacan
respecto al progreso de una cura es salir de la
posición de eromenos a la posición de erastés.
Esto lo saca del griego. Eromenos significa
amado y erastés significa amante. Dice que en
general se está, aún en la Neurosis en posición
de amado, de demandarle amor al otro para que
el otro con su amor te de un ser. Y dice ya es un
progreso, y esto no es sin castración, poder
amar. Es decir salir de la posición de demandar
amor a Otro y poder amar, eso se llama erastés.
Se traduce como amante o deseante. Hay algo
del orden de amante o deseante en el horizonte
de una cura.
Esto suena muy lindo muy teórico pero es todo
un progreso es todo un trabajo en cada uno. No
venimos preparados para eso. Venimos con el
deseo inhibido estructuralmente, venimos con la
capacidad de amar también inhibida, venimos
en el caso de la Neurosis alienados al deseo del
Oto. Entonces hay que hacer todo un proceso de
separación y de duelo para adquirir esas
capacidades.
Yo no acuerdo con la frase de Freud cuando
dice: ‘Habría que devolverle al sujeto la
21
capacidad de amar y trabajar coartada por
fijaciones infantiles’. Me gusta mucho la idea en
sí misma pero no acuerdo con la palabra
‘devolverle’, porque devolverle sería algo que
tuvo y que perdió, en realidad nunca la tuvo,
hay que construirlo, hay que adquirirlo, hay que
inventarlo.
Les comento que hoy en día está en debate pero
se siguen sosteniendo las tres Estructuras
Clínicas pero se habla de los inclasificables y
van a escuchar también que cierta corriente
lacaniana cuestiona que haya tres estructuras
clínicas y se pueda determinar tan tajantemente
esta diferencia. Es un debate dentro del
lacanismo. Yo adhiero a seguir sosteniendo que
hay tres Estructuras Clínicas, más allá de que
puede presentarse la clínica actual muy
compleja donde ha fallado el Nombre del Padre,
el alojamiento en el deseo materno y la clínica
se presenta de manera cada vez más compleja.
Pero las Neurosis, las Psicosis y las
Perversiones siguen existiendo. De hecho un
caso que les voy a presentar de un adicto a la
cocaína y al alcohol cuando se presenta no era
posible hacer un diagnóstico de estructura,
porque el diagnóstico de estructura en
psicoanálisis se hace bajo transferencia. Se hace
dentro del análisis de acuerdo a cómo el sujeto
se posiciona en transferencia en relación al
deseo del Otro, encarnado por el deseo del
analista en el dispositivo analítico.
Entonces para poder hacer un diagnóstico de
estructura se necesita que alguien entre en
análisis, lo cual es posible con algunas Neurosis
pero un psicótico no entra en análisis digamos,
vamos a buscar por otra vía. Y un perverso
lacaniano que recién les describí no consulta, si
no se angustia.
En mis 38 años de experiencia una sola vez vino
a verme un perverso con su pantalón de cuero,
su campera de cuero, sus tachas, peinado a la
gomina, y todo lo que dijo en una entrevista de
30 minutos es: “ - Vengo porque no estoy
teniendo el mismo éxito en los boliches gay”
Entonces le pregunto si le pasa algo más y me
dice: “ - No, es sólo eso” y me mira
lascivamente durante media hora. Eso fue todo,
cuánto le debo, tanto y punto. Nunca más nos
vimos. El aire se cortaba con tijera.
Yo trabajé en el Centro de Salud Mental
Número 3: Ameghino muchos años, y he
atendido muchos homosexuales pero eran
histéricos, los que tenían problemas de amor,
como niñas, como histéricas digamos. Este que
les relato era pesado. Alguna vez si les pasa van
a recordar esta anécdota. Eso fue todo. Pero lo
que quiero transmitirles es el clima que uno
siente frente a un perverso, es otra historia.
La angustia ante un perverso y ante el deseo del
Otro, que no se sabe, que es diferente al miedo,
porque no se sabe qué me quiere. Chorros eran
los de antes, hoy se te torna una escena
angustiante porque está drogado y no sabés qué
te quiere y qué te va a hacer. El miedo es, ante
un objeto específico, el qué me quiere se
responde, pero en la angustia,…¿qué me quiere?
es enigmático, no se que objeto soy para ese
deseo del Otro. Hoy estamos en una zona
complicada que es angustiante.
Bueno hasta aquí esta parte del recorrido que
teníamos para hoy y la segunda parte
simplemente ustedes lo pueden leer es un
artículo que yo escribí cuando yo estaba en la
cátedra de Psicopatología hace años en la
Universidad Kennedy, me invitaron a hacer un
trabajo sobre el texto “La negación”. Y es el
artículo que les mandé que se llama “La
negación, su valor para su diagnóstico
diferencial entre Neurosis y Psicosis”. Yo
simplemente les cuento la idea principal del
texto.
De alguna manera ese texto nos ayuda a
entender la definición de Freud del mecanismo
de rechazo o repudio, que es el mecanismo
específico de la Psicosis. Recuerden: ‘Lo
abolido en el interior retorna desde el exterior’.
Entonces se parte en ese texto de dos juicios, el
juicio de atribución y el juicio de existencia.
Respecto del juicio de atribución dice que todo
lo agradable soy yo, pertenece a mi yo y lo
desagradable forma parte del mundo exterior. Es
decir que tiene que ver con la constitución del
Yo de placer purificado, lo llama así Freud.
Bajo este juicio de atribución todo lo agradable
y que me da placer lo incorporo y lo que me da
displacer lo expulso y forma parte de lo que se
constituye como mundo exterior.
Así funciona el aparato psíquico, tiene que ver
con la lógica fálica. Si yo les digo a ustedes que
se presenten van a decir, argentina, estudiante
de psicología, casada, madre etc. En ese acto
que ustedes se están presentando que tiene que
ver con el Je, con las capas de identificación, en
el mismo acto que ustedes dicen esos atributos
22
están diciendo lo que no son. Están diciendo no
soy soltera no estudio arquitectura, etc etc.
Siempre que afirmo algo sobre mí, afirmo lo
que soy y lo que no soy al mismo tiempo.
Así se construye el aparato psíquico bajo la
lógica fálica. Es un momento donde se divide lo
interior y lo exterior diría Freud. Y es un
momento donde se divide diría Lacan lo
Simbólico y lo Imaginario, que es el Yo, y lo
Real. Lo Real va a pasar a formar parte de lo
que Freud llama el mundo exterior. Entonces
tenemos la realidad psíquica que es un nudo
entre lo simbólico y lo imaginario, que tiene que
ver con el juicio de atribución, con el Yo, con lo
interior, y lo Real que tiene que ver con el
exterior.
¿Por qué nos sirve explicar esto para entender el
mecanismo de las psicosis? Porque exactamente
en donde debería haberse dado el juicio de
atribución, allí se da la forclusión, se expulsa el
juicio de atribución. Lo que en alemán significa
Behagung (afirmación primordial). Cuando se
da una afirmación primordial que constituye al
yo, todo lo agradable que me pertenece,
automáticamente se da lo que se llama
ausstosung, que significa (expulsión). Una no es
sin la otra. Ahora, ¿qué ocurre en la Psicosis?,
en el lugar de la Behagung, lo que se da es la
expulsión, o sea no se da la Behagung en la
Psicosis. Por lo tanto el aparato psíquico del
neurótico no es como el del neurótico. No hay
distinción entre los registros. Es decir, yo les
decía que en la Behagung se produce la
diferenciación entre lo que Freud llamaría
interior y exterior. Lo que Lacan llamaría la
Realidad y lo Real. La Realidad les dije sería un
nudo entre lo Simbólico y lo Imaginario. Dicho
freudianamente, en el mismo lugar donde ocupo
un lugar para el deseo de la madre, como falo de
la madre, esto es simbólico, ahí se constituye el
Yo, esto es imaginario. Siempre van juntos lo
Simbólico y lo Imaginario. Por fuera queda lo
que Freud llama el exterior y Lacan llama lo
Real.
Esa partición que se da en todo sujeto neurótico
y perverso, no se da en las Psicosis. En la
Psicosis se forcluye el significante de la
Behagung, que es el significante fálico, de la
afirmación primordial, que nos permite
reconocernos. Es la diferencia que Lacan
establece entre Je y Moi. Supongamos que
tenemos un álbum de fotografías, cada foto es
una capa del Moi, un momento de identificación
narcisista donde nos vemos completitos como
salimos en la foto en distintos momento de
nuestra vida. Eso es el Moi y es completamente
imaginario. Pero nos reconocemos como
nosotros a lo largo del álbum gracias al Je. El Je
se acerca más al concepto de sujeto, es un
concepto más simbólico. La falla del psicótico
es a nivel del Je, no se puede reconocer como el
mismo a lo largo de tiempo porque no tiene un
lugar en el deseo del Otro y no tiene una imagen
de sí a lo largo del tiempo. Como la Behagung
está forcluida, no se diferencian los registros en
la psicosis, y por la cual algo abolido en el
interior retorna desde el exterior. Algo no
inscripto simbólicamente retorna desde lo Real
porque se indiferencian los registros. Por eso un
neurótico dice adentro me pasan ciertas cosas
pero afuera me pasan otras digamos. Esto un
psicótico jamás podría decirlo, no existe el
adentro y el afuera. Por eso un psicótico se
mimetiza con el interlocutor, o con el deseo del
interlocutor, es el ejemplo que yo les dije hace
un rato de qué tal vieja. Hay que tener cuidado
con cómo uno le habla a un psicótico.
Por ejemplo en la paranoia Lacan dice que hay
una regresión tópica al estadio del espejo, es
como si el paranoico se hubiera quedado
capturado en la constitución del Yo, pero sin la
influencia de lo simbólico que atempere. Es
como si el paranoico quedara apresado en lo
Imaginario y tuviera certeza de lo Imaginario,
que se caracteriza por la agresividad, por el
amor, por el odio, por el fascinodio, por el
odioenamoramiento. Un neurótico puede tener
escenas imaginarias en las cuales se calienta
mucho y se vuelve medio loco cuando se
enamora o cuando odia. Pero en el neurótico
está inscripta la ley y hay una segunda escena en
la cual va a decir no era para tanto, me puse
loco, qué boludo. El psicótico tiene certeza del
Yo, entonces el Otro realmente lo persigue, o
realmente lo ama en su delirio. Es un defensor a
ultranza el paranoico del Yo, del narcisismo.
Ahí tenés un ejemplo de cómo funciona el
imaginario en la paranoia. En la esquizofrenia
no, porque ni siquiera hay Yo. Freud decía la
fijación en la esquizofrenia es al autoerotismo,
en cambio en la paranoia es al narcisismo,
Articulen Imaginario con el narcisismo.
O sea hay que estudiar los registros en las
psicosis pero de otra manera. La falla en la
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Psicosis no es a nivel Imaginario, es a nivel
Simbólico. Como se forcluyó el Nombre del
Padre hay consecuencias en el Yo, o ni siquiera
se constituye el Yo (autismo ni hablar, o está
totalmente pegado a lo imaginario sin
castración, no hay metáfora, hay certeza
delirante, el neurótico duda)
El psicótico no tiene algo que le haga de filtro,
la protección del fantasma. El delirio a veces le
hace de protección, es una suplencia del
fantasma que no hay. Entonces en ese sentido
tomo el texto de la negación. El nudo principal
del artículo es este que nos permite diferenciar
Neurosis de Psicosis estructuralmente y
entender frases complejas como qué quiere
decir que algo abolido retorne y desde otro
lugar. Y por qué no hay diferenciación en la
Psicosis entre interior y exterior. ¿Cómo estudió
Freud el Superyó? A partir de las voces que
escuchaba el psicótico y el descubrió que el
neurótico también escucha voces, pero voces
internas.
El psicótico escucha una voz en lo real que le
dice suicidate o matá a fulano de tal y le hace
caso. Viene de lo Real y él es objeto. Como no
está inscripto el Nombre del Padre el psicótico
se encuentra con Un Padre Real. Como no opera
el padre simbólico, la castración simbólica,
opera la castración en lo Real.
Es terrible, es como si nos encontráramos con
el Superyó en el mundo, es una figura que nos
maltrata que nos reta, que nos hace sufrir. O sea
es de terror vivir en ese mundo, sufre mucho el
psicótico cuando alucina, por eso el delirio lo
tranquiliza. Y como falla la castración
simbólica, además de encontrarse con Un Padre
en lo real muchas veces se castra en lo Real. Las
mutilaciones están a la orden del día en el
Moyano, en el Borda, se cortan efectivamente
miembros del cuerpo porque no hubo castración
simbólica, y aparece el intento de que haya un
padre pero castigándote.
Bueno hasta aquí lo principal que quería
transmitirles hoy, me parece que son muchas
ideas pero por lo menos para que tengan un
pantallazo sobre Neurosis, Perversión, y
Psicosis.

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