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1ra. Parte
forma tal que se les puede aplicar una lectura que implique la noción de
inconsciente? Les advierto que si alguno de ustedes se animase a hablar –en
esta charla se puede interrumpir y hablar- si alguno me hubiera dicho en tono
de enojado “Sí, sí, los sueños son inconscientes”, les advierto que por ejemplo,
Dodds en Los griegos y lo irracional, que trabaja muchísimo Freud, todo el libro
es material de los griegos antiguos y clásicos y Freud, se pregunta si los
sueños que soñaban los griegos en la Grecia Antigua eran formaciones del
inconsciente en el sentido en que lo plantea Freud y la respuesta categórica es
no. Porque si un griego antiguo soñaba que tenía relaciones sexuales con su
madre –cosa que para nosotros… les doy un ejemplo: un paciente soñó que
mantenía relaciones sexuales con su madre, a tergo, ningún problema se le
presenta a él en ese momento hasta que su partenaire sexual se da vuelta y él
ve que es la madre, y en el sueño, dice, “yo la seguía cogiendo, no lo puedo
creer”. O sea, para él era intolerable porque él esperaba que si se daba vuelta
y era la madre, él tendría que haberse retirado. Un griego de la Grecia Antigua,
podríamos hipotetizar que se hubiera retirado, pero lo habría leído distinto
respecto de su responsabilidad sobre eso, podría preguntarse por qué los
Dioses lo habrían hecho soñar semejante cosa, qué le estarán queriendo decir
los Dioses al hacerlo soñar eso. Vean que nosotros lo leemos en clave
individualista ¿cómo puede ser que yo sea tan asqueroso? Sin la clave
individualista nosotros no podemos trabajar un sueño, porque si le hiciéramos
asociar libremente a un griego, tendría que asociar libremente sobre por qué a
los Dioses se les ocurrió hacerlo soñar con eso. ¿Se entiende? Con lo cual, los
sueños no son en sí inconscientes. Otro argumento mucho más complejo en el
cual no voy a entrar ya que muchos no van a estar de acuerdo y habría que
argumentar bastante, no para que estén de acuerdo, sino para que tengamos
bien planteado el problema; es que para mí en la psicosis los sueños no son
formaciones del inconsciente. Tienen más bien una estructura mucho más
parecida a una alucinación. Con lo cual, sin presentar muchos argumentos
podríamos decir ahí que hay sueños que sí son formaciones de inconsciente y
hay sueños que no. Ahora, hay sueños que son formaciones del inconsciente
no por la pasta con la que están hechos, sino por lo que se puede hacer
después con ellos, o sea, se los puede poner a hablar. No porque provienen
de una caverna como la de Platón y que ven la luz, sino porque son capaces
de ser tramitados de tal manera que algo de la índole de la verdad en juego,
advenga.
Comentario inaudible
Apertura, Sociedad Psicoanalítica de La Plata 4
“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
Alfredo Eidelsztein - Agosto 2006
Un poco de citas de Lacan, para que no tengan que estar pensando que estoy
loco, que están escuchando acá a un delirante en lugar de estar haciendo otras
cosas. Entonces citas de Lacan así los delirantes somos dos, y uno con el
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“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
Alfredo Eidelsztein - Agosto 2006
prestigio que tiene Lacan. De “Kant con Sade” elegí las fundamentales, y justo
se entienden. Para los que son grandes lectores de la enseñanza de Lacan,
les evoco la siguiente cuestión: ¿vieron cuánto interés le pone Lacan al final de
su enseñanza a los perversos y a los místicos? Si lo vieron, ese es el
problema. Por qué Lacan se interesa tanto en la mística cristiana -no trabajó
para nada la mística judía- y cómo se interesó por la perversión. De hecho, ya
pueden anotar de un lado los nombres del padre y père-version, la perversión
como una versión del padre, quizás tenga que ver con el goce. Me parece que
se empiezan a acomodar algunos términos que al menos no los obliga a
levantarse ahora e irse. Hay algunos términos que podrían justificar que se
quedaran escuchándome. “Kant con Sade”, dice Lacan:
“Sin duda, el cristianismo educó a los hombres a ser poco quisquillosos del
lado del goce de Dios”
“También el tiene relación con Dios, esto se manifiesta por doquier en el texto
de Sade, no puede avanzar un paso sin hacer referencia al ser supremo en
maldad, de quien resulta muy claro para él y para quien habla (Lacan), que se
trata de Dios.”
O sea, Lacan dice que el ser supremo en maldad de Sade es nuestro Dios,
nuestro Dios único. El Dios judeo-cristiano, no sé cómo llamarlo, desde hace
un siglo es un lío cómo llamarlo porque tiene varios nombres. Antes de Cristo
tenia un único nombre, era muy fácil, era impronunciable y había eufemismos
para referirse a él. Luego de Jesús, ya tuvo varios nombres, digo, Jesús
mismo es un nombre de Dios, con lo cual ya ahí… pero entonces, Lacan dice
que el ser supremo en maldad es ese Dios, el Dios de los cristianos. Sigue
diciendo de Sade:
Sade, habrán notado el esfuerzo denodado de Sade por escribir que está
representado en esa película, que hasta escribe con sangre, hay un afán, ¿cuál
es ese afan? Quizás lo podamos leer como propone Lacan: realizar el goce de
Dios. Todavía no aclaramos nada, estamos ordenando los primeros términos.
Ahora, en seminario de Los nombres del padre, dice:
“Aquí se marca la línea divisoria entre el goce de Dios y lo que una tradición le
asigna como deseo, deseo de algo de lo cual se trata de provocar la caída,
esto es, el origen biológico “
“Aquí está la clave de este misterio donde se liga la versión desde el punto de
vista de la tradición judaica, la práctica de los ritos metafísicos sexuales
respecto a lo que une a la comunidad en la fiesta en lo que hace al goce de
Dios.”
Entonces vieron que para Freud hay una teoría de la fiesta, se acuerdan del
banquete totémico y la prohibición de comer, pero en la fiesta se podía volver a
comer lo que en todo el año estaba prohibido, esa era la lógica de la fiesta,
pero es una teoría de la fiesta, hay otras, superiores, pero entonces lo que
propone Lacan es que toda la tradición judía -y en esto lo toma a Freud como
judío, no como descubridor de la horda primitiva- es lo que quedó enclavado
como problema en el judaísmo, es el pasaje a un Dios carnívoro, a un Dios
Apertura, Sociedad Psicoanalítica de La Plata 10
“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
Alfredo Eidelsztein - Agosto 2006
real, a un Dios que goza; o un Dios que desea, un Dios cuyo nombre es
impronunciable, del que no puede haber imágenes, se entiende ahora por qué
el escándalo con el becerro. En el texto, el becerro de oro es la aparición de
otras divinidades, pero para Lacan sería el retorno de lo biológico. De hecho, si
conociesen un poco de mística judía, las cosas no son tan claras como en el
versito canónico, por ejemplo, había dos divinidades, uno era Behemot que es
el monstruo terrestre y otro que es Leviatán, que era el monstruo marino
devorador de hombres, con lo cual observen ustedes que lo que Lacan dice es
que con el becerro retornan Behemot y Leviatán, o sea, divinidades animales,
biológicas, que comen carne cruda, en oposición a un Dios que es un Dios de
deseo, que carece de nombre, que son cuatro letras, impronunciables, que
carece de imágenes, se entiende la oposición: uno es bien carnal y en el otro
está abolido todo lo que es de la índole del cuerpo. Ni siquiera imágenes.
Tres citas más, Seminario 16, Clase 23, acá yo hice un salto, porque no queda
claro si estamos hablando de tradición cristiana o judía. Al final del Seminario
16, “De un Otro al otro” -que no está publicado- en la clase 23, dice Lacan:
Y Dios vio con buenos ojos la sangre, ven de vuelta el problema, ya en las
primeras páginas del Génesis lo tienen. ¿Entienden lo que está diciendo
Lacan? Que Dios pide sangre, no por nada vio con buenos ojos el sacrificio de
Abel y no por nada la solución fue que mataran a Abel, fue como si Caín
hubiese dicho, dejémonos de joder, si querés sangre… ¿esto es lo que
querés?
Dar el diezmo o dar el sacrificio para sociedades tan atrasadas podía querer
decir dar lo único que había para alimentar a los hijos, si quieren estudiar este
problema pueden leer de Mauss el Potlach, el sacrificio de la riqueza, cosa que
Marx nunca entendió. Si Marx hubiese leído Mauss, no habría marxismo. Marx
arrancó con que no había fetichismo por la mercancía, y en los pueblos más
pobres, más antiguos de los que tenemos referencia, siempre hubo fetichismo
por la mercancía, que se quemó. Siempre se mató lo mejor, pero después te
quedás sin comer. El gobierno de Australia no sabe si prohibir o no el potlach,
porque es una guerra entre los consuegros, el padre de la novia sacrifica 10
animales, y el del novio otros 15, y entonces el de ella sacrifica 10 más y el del
otro 5 más, sería un empate técnico… ¡pero después no tiene para comer el
resto del año!
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“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
Alfredo Eidelsztein - Agosto 2006
Bueno, aquí estamos en esa situación, porque Caín dice que el también dio
todo lo que tenían para comer, entonces no es eso lo que vos querés, no es
que yo me sacrifique y mis hijos pasen hambre, no es que vos querés que te
pague con lo primero que surja de la tierra todas las primaveras, sino que vos
querés sangre, sos sanguinario, entonces si vos querés sangre, te voy a dar
sangre. Y ahí mata al hermano. Es interesante las perspectivas. Entonces ahí
tenemos la polaridad de dos dioses: un Dios carnal que quiere sangre, y un
Dios del deseo, sin cuerpo ni nombre ni imagen, que quiere cosas de la índole
de lo sublime. ¿Se entiende la oposición?
“Esto place de tal modo a Dios, estos corderos que él sacrifica, eso cosquillea,
de un modo tan manifiestamente visible a sus narices, pues al fin el Dios de los
judíos tiene un cuerpo.”
Les recomiendo para eso, de Harold Bloom, Jesus y Yahvé, los nombres
divinos, es muy interesante cómo trabaja la presencia corporal del Dios entre
los judíos antiguos, era un cuerpo. Lacan lo dijo 40 años antes.
“Esto es, ¿qué es la columna de humo que precede la migración israelita sino
un cuerpo?”
¿Se acuerdan la columna de humo, no? Moisés los sacó de Egipto y ¿cómo
hacían para no perderse? Además de que caía maná del cielo, había una
columna de humo que era el cuerpo de Dios, dice Lacan.
Dos citas más, Seminario 18, tiene varias versiones, esta es conocida como la
versión A, hablando de André Gide, Lacan dice:
”Mediante lo cual pescaba muy bien que había ahí un punto de preocupación
que lo salvaba evidentemente del abandono de su infancia…”
“Todas su bromas con Dios eran en fin algo totalmente compensatorio para
alguien que había comenzado tan mal. No es privilegio suyo, había empezado
hace tiempo, no di mas que una lección en mi seminario como lo llaman, algo
sobre el nombre del padre...”
o sea, está hablando de esa única clase del Seminario sobre Los nombres del
Padre.
“...naturalmente, comencé por el padre mismo, en fin, hablé durante una hora o
una hora y media del goce de Dios”
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“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
Alfredo Eidelsztein - Agosto 2006
Ven cómo Lacan evalúa esa clase, en el Seminario 16 dice que esa clase fue
una hora u hora y media sobre el goce de Dios. Si leen esa clase, no es tan
claro, hay leerla buscando de qué habla para encontrar de qué habla, del goce
de Dios.
“Si dije que era una broma, mística, fue para no volver a hablar nunca de eso.
Es cierto que desde que no hay más que un Dios, solo y único, en fin, el Dios
quiso emerger una cierta era histórica, es justamente este el que molesta al
placer de los otros, inclusive solo cuenta eso.”
Entonces Lacan dice que su sem de los nombres del padre… el de una sola
clase, de lo unico que hablo en esa hora y media fue del goce de Dios, y dice
¿que Dios?, el nuestro , el unico, y si ese existe, ese es el que molesta al
placer de los otros, tenganlo en cuenta, nuestro Dios, el unico, es uno que
molesta el placer, y encima es causante de displacer.
Y la última cita, del Seminario 20, clase 6, ese sí está publicado, “Aún” o
“Encore” dice Lacan:
se cayeron las murallas, miren qué fácil. Bueno, yo diría que con Maradona…
¡cualquiera!
Lo que quiero decir es que con un Dios así ¿quién no va a ser creyente? Con
Roma y con Babilonia se arma una joda, que se llama la destrucción del
Templo, dos veces acontecida, que es la casa del señor, pero el problema de la
destrucción del Templo tan sencilla por Nabucodonosor y los romanos, es que
ese Dios ya no es más omnipotente. Si te liquidan en una batalla, ya está, ¿se
dan cuenta del problema? Cambió el estatuto de la omnipotencia divina, es ahí
cuando surgen los profetas y empiezan a profetizar la caída del pueblo de
Israel en el futuro, es un pueblo que no tiene futuro, porque está siendo
castigado por sus pecados. Esos son los profetas de la época de Jesús, Jesús
nace en una época fuertemente profética y mesiánica del pueblo de Israel.
Entonces, hasta ahí la secuencia histórica en la cual que les propongo que es
la lectura que hace Lacan para introducir el concepto de goce.
Aunque leí, como todos, que en el Seminario 7 Lacan dice que el goce es la
satisfacción de la pulsión. Para mí esa frase no dice nada, porque para
nosotros satisfacción ya era concepto, Freud decía que la pulsión tiene cuatro
elementos constitutivos y que uno de ellos era la satisfacción. Cambiarle a la
satisfacción freudiana de nombre, eso no me interesa para nada, ¿entienden?
Ahora les voy a leer cuatro citas de un libro maravilloso que se llama El amor
puro, de Platón a Lacan un trabajo de investigación crucial para nosotros, el
autor es Jacques Le Brun. Este libro trata de lo que se llamó la “querella del
amor puro” 1760-1780-1790. Les voy a leer en cuatro citas qué es el amor
puro:
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“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
Alfredo Eidelsztein - Agosto 2006
“El amor puro incluye, implícitamente, el goce de Dios. Y mas aún, el amor
puro, a partir del goce de Dios, nos da nuestra beatitud”
o sea, lo que Fénelon dice es que mediante el amor puro, que él sostiene, que
el Papa en 1699 ya le bajó el pulgar, ahora van a entender claramente por
qué, pero lo que él propone es que hay que volver al Dios antropomórfico –un
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“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
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hombre- que goza y quiere cosas, porque ese es el único a través del cual se
logra beatitud moderna. ¿Cómo se logra beatitud moderna? Considerando a
ese Dios carnal y ofreciéndole a ese Dios carnal ese amor puro. ¿Y qué es el
amor puro? Una cita más larga, la última:
“Pero el amor puro ponía en el centro del debate no la cuestión del acto como
tal sino el carácter desinteresado de ese acto. Y la noción de indiferencia
señalaba bien el paso de una problemática a otra. Así se consideraba que el
único verdadero amor estaba apartado de cualquier perspectiva de
recompensa...”,
¿Se acuerdan del trabajo de Lacan sobre el amor cortés, no? El de la película
del caballero blanco que corre contra el caballero negro… ¿se acuerdan de esa
película en la que corrían por el pañuelo de la princesa? Entre nosotros, no se
la cogían ni se la iban a coger… sin obtener recompensa, eso era el amor
cortés, y es por eso que las mujeres dicen que hoy ya no hay hombres
corteses, hoy ya no hay hombres que se levanten y cedan el asiento a la mujer
embarazada, siempre es otra mujer la que se levanta y dice que ya no hay más
caballeros. ¿Y qué quiere decir con “caballero”? El amor cortés, un amor
desinteresado, del siglo XVII. Es el siglo donde aparece el amor
desinteresado, no hay que perder esa línea porque después de eso viene el
Romanticismo. Y ahí ya no es desinteresado, es suicida, es peor todavía, el
Werther de Goethe, tampoco se la coge, porque se la lleva otro y él se suicida.
Entonces,
¿Qué quiere decir? Que había que ser piadoso y no por el paraíso, porque el
paraíso, por la recompensa, cualquiera hacía eso, si a vos te prometen una
vida eterna en el paraíso para rascarte eternamente… pero vieron en las
películas cuando aparece la figura del inmortal… ¿vieron cómo padece el
inmortal por no poder cortar nunca con la vida, no? Así que ese paraíso eterno
en nuestra cultura ya no quedó tan divino, porque parece que al final no nos
gusta tanto. Pero entonces, el amor puro, la querella del amor, donde se
sostiene el goce de Dios, tiene que ser un amor desinteresado. “Puro” quiere
decir sin recompensa. O sea, si por querer a Dios no se encuentra el paraíso,
sería un amor más verdadero.
“En el caso del amor divino, esta pérdida podía llevar hasta la condena radical
ocasionada por querer al objeto del amor, por Dios, un Dios que dañaba a
quien lo ama, sería amado de un modo más puro que si lo recompensara
¿Se acuerdan que habíamos hablado del Dios supremo en maldad, que tanto
se esforzó Sade en 1789 en sostener? Un Dios que daña es el que se merece
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“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
Alfredo Eidelsztein - Agosto 2006
el amor más puro. Porque es muy fácil amar al que te gratifica, lo mas difícil es
amar al que te jode.
“…un Dios que dañaba a quien lo ama, sería amado de un modo más puro que
si lo recompensara. Llegar al límite era la famosa suposición imposible de los
místicos: si por una suposición imposible Dios no recompensaba e incluso si
condenara con las penas del infierno al hombre que lo amaba perfectamente e
hiciese así su voluntad, este hombre amaría a Dios igual que si lo
recompensara y le ofreciera todos los goces del paraíso.
Digo, ¿para qué se flagelan? Para estar con Dios. Doy un paso hacia atrás,
que salteé a propósito: Cristo, como hijo de Dios -y acá viene el quilombo- y
Dios a su vez, acaso ¿no es martirizado enormemente?
Mel Gibson no exageró en la película de “La Pasión de Cristo”, eso está en el
mensaje, lo que pasa es que Gibson creyó que fue porque los judíos eran
malos, no, no era por eso, hay un problemita ahí, porque si Cristo duplicó los
panes y los peces, podría haber duplicado su altura, no? Y el podría haber
medido 14 metros y haberse colgado la cruz del cuello, como los curas.
Luego, ¿qué era ser cristiano? Que te coman los leones y te de lo mismo.
No hay goce del Otro es la forma para nuestra cultura del no hay Otro del Otro
o no hay metalenguaje. Para todo ser humano hablante es aplicable el “no hay
Otro del Otro” y “no hay metalenguaje”. Esas son leyes de estructura, pero el
no hay Otro del Otro se verifica en cada civilización según las características de
cada civilización. En nuestra civilización, no hay Otro del Otro o no hay
metalenguaje, se escribe “no hay goce del Otro”.
¿Por qué? Porque nosotros vivimos la vida a través del cuerpo, y eso es un
problema de civilización.
El problema es que los psicoanalistas van en el sentido de creer que eso viene
del cuerpo.
Especialmente los psicoanalistas freudianos y más que ninguno los lacanianos,
porque creen que lo que Lacan descubrió es que lo que mueve todo es un goce
que es una energía, o un fenómeno que viene del cuerpo, con lo cual el
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“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
Alfredo Eidelsztein - Agosto 2006
Comentarios inaudibles.
Sufrió porque quiso. A partir de ahí, nuestro amor al Otro, es vía el dolor. En
psicoanálisis hay dos posiciones para tomar: suponer que es maniobra en
relación al Otro caracterizada por la cultura, la posición de quien nos consulta;
y hay otra posición que es la reinante, que es increíble que sea la mayoritaria y
es que lo verdadero que descubrió el psicoanálisis, Freud, es que el aparato
psíquico se mueve por las entrañas del cuerpo. Que las pulsiones son el motor
del cuerpo, que todo lo que quiere un ser humano es comer, coger, beber y
cagar. Es increíble. Yo no veo la diferencia con un perro. ¿Saben cómo se
llama la sociedad de los perros? Cinológica. Porque cínico viene de perros.
Porque los cínicos vivían como perros.
Entonces, les decía que me parece que es una posición ética lo que hagamos
con el concepto de goce de Lacan. Podremos terminar haciendo una religión
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“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
Alfredo Eidelsztein - Agosto 2006
Comentario inaudible.
A.E.: eso lo dice una sola vez, pero que el goce es del cuerpo propio lo dice
montones de veces.
Comentario inaudible
Me parece que en Lacan están las dos teorías: la que yo dije, y la que el
cuerpo es goce. Me parece que son dos teorías de Lacan, con lo cual, el
problema ético se multiplica, no es que uno se pueda avalar en Lacan,
depende de qué Lacan elijas, me parece que hay al menos dos. Me parece que
hay un Lacan que está muy tomado de una posición individualista, y me parece
a mí que es el Lacan de los nudos, porque todos los colegas míos que trabajan
orientados con la teoría del nudo borromeo tienen una clínica ultra-
individualista. Son los que te dicen directamente que el Otro no existe –no
dicen que no existe el Otro del Otro- el goce es Uno, el goce del propio cuerpo
y el objeto a es propio también. O sea, la clínica para colmo, orientada por el
aporte novedoso de Lacan del borromeo, se articula muy bien al goce del
cuerpo propio dando a entender que es lo que Freud llamaba lo limitado por el
tegumento, lo que está dentro de la piel. Con lo cual, podriamos decir que hay
dos Lacan, o que yo me inventé uno a mi gusto, lo cual no me complicaría.
Que yo me haya inventado un Lacan a mi gusto no importaría, el asunto es
poder discurtirlo con ustedes racionalmente, tomando las fuentes, las citas, y
que ustedes me digan si sí o si no, que discutamos un caso, podemos discutir
un caso, y ver si es lo que provienen del cuerpo o no…
Comentario inaudible
A.E.: para colmo, hay otra cosa que es que el último Lacan se articula muy
bien al último Freud. Yo no sé qué me pasa, pero todo lo que me gusta es al
revés de Miller. A él le gusta el último Lacan, a mí no me gusta, ni el del nudo
borromeo ni el del goce del cuerpo. porque me parece una clínica individualista,
me parece que Lacan dejó de hablar, era cuando se quedaba parado mirando
por la ventana, escupía, los pateaba en el culo a los pacientes, les tiraba
macetas, comía delante de los pacientes, atendía en bata y pijama, sin
afeitarse… la clínica del último Lacan a mí no me gusta. Y su teoría no me
gusta porque me parece que va hacia un individualismo notable. ¿Por qué
Freud y Lacan terminan su periplo así? No tengo una teoría sobre eso. El
problema es que es muy difícil hacer teoría sobre eso, porque todos los
grandes psicoanalistas lacanianos estudian muchísimo al último Lacan, porque
creen que ahí esta la posta, y leen que el goce es del cuerpo y que es la
satisfacción de la pulsión y de la tripa. Alguna de estas famosas lacanianas
Apertura, Sociedad Psicoanalítica de La Plata 21
“El concepto de goce de Jacques Lacan” 1ª. Parte
Alfredo Eidelsztein - Agosto 2006
habla de la tripa carnal. Y creen que el goce viene del cuerpo como un
manantial, que es una expresión de Freud.
Si en todo caso hubiese un manantial, la fuente del manantial –para el Lacan
que yo leo- sería un agujero vacío, jamas un cuerpo tridimensional. Pero me
parece que ahí hay un problemón, porque hay muchos lacanianos que
practican el psicoanálisis así. En bata, con mala educación, desprecio por el
paciente, falta de respeto, no respondiendo a la demanda, todo no, cobrarle
caro, ¡parece que creen que es terapéutico el maltrato! Habría que decirles
que fueran a un convento y que vieran cómo gozan los curas y los
seminaristas… me parece que el maltrato lacaniano… Lacan se caracterizó por
el maltrato…. ¡se merecía juicio por mala praxis! Freud no, Freud engrupía.
Freud ya se había operado del cáncer de mandíbula como 20 veces y tenía
prohibido fumar, y le decía a la paciente, “¡qué buena asociación que ha hecho!
¡Esto se merece un festejo, me voy a prender un cigarro!” Está publicado, no
es invento mío… se moría de ganas de fumar. Freud engrupía, pero me
parece el Lacan de los últimos 15 años del ‘66 al ‘80, hay ya 15 libros
publicados sobre su práctica, era de un maltrato enorme, pero ese maltrato
enorme, me parece que consolida el sufrimiento del neurótico que engorda la
ilusión del goce del Otro. Con lo cual, me parece que hay dos corrientes en
Lacan: no hay goce del Otro, y hay goce del cuerpo propio, que parecería ser lo
mismo, por que cualquiera que lo lee dice “se’ igual” como Minguito, claro, si no
hay goce del Otro es porque hay goce del cuerpo propio. No, no. Cuando
decimos que no hay goce del Otro, es que sufrir con el cuerpo es la forma
fundamental de sostenerlo y es propio de nuestra cultura. Los orientales no
pueden entender cómo nos duele. De hecho, muchos de ellos vienen a
trabajar acá con nuestro dolor. ¿No está lleno de chinos que hacen
acupuntura, yoga? ¿Y por qué tienen que venir ellos a curar nuestro dolor? Por
que pareciera que ellos lo hubiesen resuelto… no, no, el yoga no cura nada, es
que ellos no tienen la fuente del dolor. No aman al Otro mediante el dolor, lo
aman de otra manera, nosotros lo amamos mediante el dolor. Entre
paréntesis, lean el romanticismo, lean el Werther de Goethe… y nosotros ¿no
amamos con dolor? Hasta la mujer, digo, ¿no creemos que más la amamos si
más sufrimos? ¿Y el tango? ¿Cuándo me di cuenta que te amaba? dice el
tango. Cuando te fuiste. ¿Y por qué me di cuenta que te amaba cuando te
fuiste? Porque ahora me duele. ¿Ven que creemos que el amor es verdadero
si duele? ¿Y por qué creemos que sería verdadero si duele? ¿Qué? ¿El amor
es masoquista? No, me parece que entra en esta dialéctica. El problema está.
Es cierto que está lleno de “el goce es del cuerpo propio”
Comentario inaudible
Comentario: (inaudible) me parece que concebir las cosas así , con que al final
el goce es lo último que encontramos, me parece que deja de lado muchos
desarrollos previos, como ser sujeto, lenguaje.
puta por cómo la trató? ¿Qué dice el paciente siempre? ¿Cuál es la deuda?
“Me dio la vida”. ¿Ven como de vuelta es el cuerpo? En vez de decir, “me dio
una educación, me dio una moral, me hizo socio de Chacarita”. No, dicen “me
dio la vida”, ¿ven que el valor último hoy se considera que es la vida carnal?
Nosotros, ¿tenemos que ir a favor o en contra de eso? Me parece que lo
terapéutico es ir en contra. Y me parece que muchos análisis lacanianos,
después de 15 años, que no producen nada, no es por el goce más resistente
de los pacientes boludos, sino porque los analistas ya no están para curar
nada. Porque consideran que practican sobre la energía corporal. La sesión
corta, breve. ¡No! Tiene que ser larga, para que se pueda hablar, que pueda
haber silencios. El otro día un paciente decía que no se le ocurría nada para
decir, pero tenía miedo de quedarse en silencio por si yo le cortaba la sesión.
Es un caso de re-análisis. ¡Qué idiotez eso de no tener tiempo para pensar!
¿No hay tiempo para pensar? Son todas cosas vinculadas a las formas de
concebir el cuerpo y la vida en Occidente moderno, una corrida abrupta.
Comentario inaudible
Comentario inaudible
Comentario inaudible.
Comentario inaudible
Comentario inaudible
A.E.: ah, claro, no curan. Un psicoanalista que venga a decirles que el goce
es el goce del propio cuerpo… y todos dicen ¡claro! Ahora, cuando querés
convencerlos de que todo eso es falso, o que si no es falso en tal caso no nos
conviene, te quedás con poco público y te llenás de enemigos. Porque a nadie
le gusta que le conmuevan las ideas.
Comentario inaudible.
como si dijesen que el último Marx estaba viejo…¡por favor! ¡Es la plusvalía el
problema! Para próxima vamos a trabajar los dos capítulos de Marx de El
capital sobre plusvalía.
Pero no entiendo por qué el corrimiento de los tres hacia el cuerpo biológico.
No digo Klein porque ella estuvo siempre de ese lado.
Comentario inaudible