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Sobre el título “El estadio del espejo como formador de la función del yo [je] tal
como se nos revela en la experiencia psicoanalítica”.
1
el título original, de 1949, sin introducirle modificaciones. Lacan diferenciará a un
sujeto del inconsciente, yo sujeto, yo inconciente, ligado a lo simbólico, al que llamará
Je, de un yo moi, un yo imaginario. Je y moi son las dos maneras de nombrar el yo en
francés y que en castellano no podemos diferenciar. El pronombre personal Je en
francés, es equivalente al pronombre personal en primera persona del singular, o sea
el “yo”. En castellano, la presencia de los pronombres no es indispensable en el
armado de una oración como lo es en francés, debido a que los verbos están
marcados, indican en su terminación y en su declinación, la persona que está
hablando. No necesitamos decir yo al decir “yo hablo”, lo cual suena, en ocasiones,
casi como una redundancia, ya que la conjugación misma nos indica qué persona
habla. El moi, por otro lado, tiene una función enfática. Por ejemplo: si alguien quiere
decir en francés “yo hablo” y enfatizar que es él el que habla, tiene que decir “moi, Je
parle”, que en castellano, en una traducción literal, y por lo tanto incorrecta, sería “yo,
yo hablo”. Por eso, el Je simbólico es aquello que en castellano está presente
implícitamente y por eso suprimimos al hablar. Cuando decimos "yo", éste ya es una
enfatización, es el moi francés. En tanto, el moi imaginario está cercano al mí, al mí
mismo al Ich Freudiano, el yo, que con el ello y superyó, conforman la segunda tópica
freudiana.
1 Lacan, J. Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano. p. 779.
2
donde existe algo que posee todo el derecho a expresarse por yo (je), y
que demuestra este derecho en la circunstancia de ver la luz
expresándose a título de yo (je). Lo que en el análisis viene a formularse
como, hablando con propiedad, el yo (je), es precisamente lo más
desconocido por el campo del yo (moi)2”.
La última parte del título (“… tal como se nos revela en la experiencia
analítica”) hace una clara alusión a que la idea del estadio del espejo como momento
constitutivo del Yo, no es una mera elucubración teórica, sino que ésta es producto de
la experiencia analítica, es decir, a su clínica.
2
Lacan, J. El Seminario 2, p. 18
3
Lacan, J. “Acerca de la causalidad psíquica”, Escritos I, p. 181.
3
de él nos da el psicoanálisis. Experiencia de la que hay que decir que
nos opone a toda filosofía derivada directamente del cogito”. (p.86)4
4
Para localizar los párrafos ubicaremos entre paréntesis la página correspondiente a la edición 2002 de
los Escritos que, si bien no es la última, es la que se utiliza en la cursada. Los subrayados son nuestros.
5
Descartes, R., “El discurso del método”, Cuarta parte, versión digital.
6
Lacan, “La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud” Escritos II; p. 484
4
Wallon, Kohler y la psicología comparada
7
“El origen de carácter en el niño: los preludios del sentimiento de personalidad”
5
combinación automática entre las diversas sensibilidades (idea de Piaget), sino de la
integración progresiva del cuerpo físico a su yo; indicación que es crucial para Lacan.
Es hacia el décimo mes del bebé, cuando el niño extiende los brazos
frente al espejo hacia la imagen y el júbilo impregna la escena. La subordinación de la
imagen reflejada a la imagen real es ya un hecho.
“Este acto, en efecto, lejos de agotarse, como en el mono, en el control, una vez
adquirido, de la inanidad de la imagen, rebota en seguida en el niño en una serie
de gestos en los que experimenta lúdicamente la relación de los movimientos
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asumidos de la imagen con su medio ambiente reflejado, y de ese complejo
virtual a la realidad que reproduce, o sea con su propio cuerpo y con las
personas, incluso con los objetos, que se encuentran junto a él.
Köhler y la Aaha-Erlebnis.
Al respecto, y para ejemplificar como llega a este concepto, puede citarse su conocido
experimento del bastón y la banana: Köhler observó un chimpancé en una habitación,
en la cual se había colgado del techo una banana y en un rincón de la misma se había
dejado un bastón. Al principio el animal daba saltos una y otra vez para alcanzar la
banana sin lograrlo, hasta que, en determinado momento, el animal parecía 'ver' por
primera vez el bastón (al cual sin embargo había mirado antes sin interés). Entonces,
en lugar de volver a saltar, el mono utilizó el bastón para golpear la banana y hacerla
caer. La conclusión de Köhler es que, en determinado momento, el animal pudo
reorganizar su espacio perceptivo y así enlazó en una relación significativa dos objetos
7
que, hasta ese momento, percibía por separado (la banana y el bastón). Es en este
sentido que la apercepción puede ser leída como una “percepción comprensiva”.
Podría pensarse cómo en el Estadio del Espejo se toma esta idea para plantear el
instante en el que el niño es capturado por la imagen de completud. Considérese en
este sentido el termino instante, por diferenciarse de la idea de proceso, en tanto lo
que sucede, y puede leerse en el texto que nos convoca, es justamente el júbilo por
aquello que sorprende habiendo estado siempre allí.
8
erotomaníaco y de grandeza) que presenta la paranoia, Lacan alude
fundamentalmente al de persecución.
Gestalt
“Es que la forma total del cuerpo, gracias a la cual el sujeto se adelanta
en un espejismo a la maduración de su poder, no le es dada sino como
Gestalt, es decir en una exterioridad donde sin duda esa forma es más
constituyente que constituida, pero donde sobre todo le aparece en un
relieve de estatura que la coagula y bajo una simetría que la invierte, en
8
Lacan, J., Seminario III, Clase 7, p. 134/5, Paidós, Buenos Aires, 1984.
9
oposición a la turbulencia de movimientos con que se experimenta a sí
mismo animándola”. (p .87-88)
10
Así, Lacan postula que antes que haya coordinación vinculada a la integración motora
se bosqueja una globalidad corporal asumida como un todo a partir de la identificación
a la imagen especular. (Sólo explican la pregnancia, ya que están podrían explicar los
otros dos principios)
“La función del estadio del espejo se nos revela entonces como un caso
particular de la función de la imago, que es establecer, una relación del
organismo con su realidad o, como se ha dicho, Innenwelt con el Umwelt.
Pero esta relación con la naturaleza está alterada en el hombre por cierta
dehiscencia del organismo en su seno, por una Discordia primordial que
traicionan los signos de malestar y la incoordinación motriz de los meses
neonatales.” (p.89)
La noción de Umwelt fue acuñada por el etólogo y filósofo alemán Jakob Johann von
Uexküll en su libro “Umwelt und Innenwelt der Tiere” (“Mundo circundante y mundo
interno de los animales”) de 1909. En dicho libro Uexküll introduce los dos conceptos
incluidos en el título. Umwelt, mundo circundante o medio vital e Innenwelt, mundo
interno o interior, para desarrollar toda una teoría respecto de la unidad funcional que
se ubica entre los animales, cualquiera sea su nivel de organización, y su ambiente.
9
Lacan, J. “La agresividad en psicoanálisis”, Escritos I, p.117.
11
Uexküll llama “‘coordinación biológica’ a “la fuerza que actúa en el mundo viviente y
produce esa universal adaptación de los seres vivos”10
Plantea la idea de que existe un círculo funcional entre el Innenwelt y el Umwelt
conformando un todo el cual es construido en conformidad a un plan biológico
adaptativo:
“La afirmación de que los diferentes individuos de una especie estén más o
menos bien adecuados a su mundo circundante o Umwelt está totalmente
fundamentada. Todos y cada uno de los individuos son diferentes, de
acuerdo a su variable plan, pero perfectamente ajustado a su medio
ambiente [Umgebung o entorno físico]. Esto es debido a que el proyecto, o
Bauplan, en gran medida, se limita al mundo circundante o Umwelt del
animal”11.
Pero para Lacan, dicha relación está en el hombre alterada; no se puede hablar de
adaptación, ni de coordinación al mundo externo. Esto se debe a la dieshiencia
(abertura) producida por la fetalización o prematuración del nacimiento en el hombre; y
además esta mediatizada, subsanada de algún modo, por el estadio del espejo. El
círculo que hay en el animal entre el Umwelt y el Innenwelt está roto en el ser humano.
Hay una dehiscencia, una abertura, cuya causación Lacan ubicará más adelante a la
introducción del lenguaje que desnaturaliza los objetos despojándolos de su mítica
significación natural y abriéndolos a una infinidad de significaciones posibles, alejados
ya de la necesidad:
10
Uexküll, Jakob von. (1920) Ibid. Pág. 79.
11
Uexküll, Jakob v. (1909) Umwelt und Innenwelt der Tiere. Berlin: Verlag von Julius Springer. Pág. 5. Citado
en Castro García, O., “Jakob von Uexkull - El concepto de Umwelt y el origen de la biosemiótica”, inédito.
12
Lacan, J., Seminario II, p. 156., Paidós, Buenos Aires, 1983.
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Fetalización-Prematuración
“Pero esta relación con la naturaleza está alterada en el hombre por cierta
dehiscencia del organismo en su seno, por una Discordia primordial que
traicionan los signos de malestar y la incoordinación motriz de los meses
neonatales. La noción objetiva del inacabamiento anatómico del sistema
piramidal como de ciertas remanencias humorales del organismo materno,
confirma este punto de vista que formulamos como el dato de una verdadera
prematuración específica del nacimiento en el hombre.
Señalemos de pasada que este dato es reconocido como tal por los
embriólogos, bajo el término de Fetalización, para determinar la prevalencia de
los aparatos llamados superiores del neuroeje y especialmente de ese córtex
que las intervenciones psicoquirúrgicas nos llevaran a concebir como el espejo
intra-orgánico”. (p. 89-90)
Desde el punto de vista biológico la teoría de la prematuración plantea que a partir del
hecho de que nos traslademos en dos patas, de que los humanos sean bípedos, se
modificó el aparato músculo-esquelético, sobre todo la posición de la pelvis, lugar por
donde el bebé nace. Y en la medida en que la pelvis se redujo, el nacimiento del bebé
se tuvo que anticipar porque si éste creciese posteriormente, no pasaría por el canal
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de parto. Todo esto justifica el hecho de que seamos una de las especies que trae al
mundo sus bebés en un estado prematuro. Esta prematuración genera,
necesariamente, dependencia.
13
Lacan, J., Acerca de la causalidad psíquica, Escritos I, p. 176.
14
del ambiente y de la nutrición brindadas por el equilibrio parasitario de la vida
intrauterina.
Podemos retomar, en este sentido, recortes de las citas anteriores del
texto que nos convoca. Entendemos que cuando Lacan dice “dinamismo libidinal hasta
entonces problemático” así como cuando describe “una simetría que se invierte, en
oposición a la turbulencia de movimientos con que se experimenta a sí mismo”, hace
referencia al malestar que domina ese período. Malestar vinculado a este cuerpo aún
no constituido, dominado por los hechos biológicos anteriormente descriptos. Hasta el
advenimiento del estadio del espejo, lo que se encuentra es un organismo. El
atravesamiento por el estadio del espejo tiene como uno de sus resultados la
constitución de un cuerpo. Hay un efecto unificador sobre las pulsiones parciales, un
efecto de síntesis por la aparición de un objeto hasta entonces inédito, es decir del yo.
También del objeto cuerpo, aunque ambos son para nosotros análogos, ya que, tal
como lo plantea Freud el yo es la proyección de una superficie corporal14.
Además, Lacan señala cómo el momento en que el bebé se sobrepone
a este malestar provocado por el retraso físico, coincide con aquel en el cual logra
reconocer su imagen en el espejo y el júbilo impregna la escena.
Ahora bien, contrasta con este no acabamiento del bebé durante los
primeros meses, su marcado interés por la imagen del otro. Lacan califica este interés
de estructural: es en razón al retraso del desarrollo, que la maduración precoz de la
percepción visual toma su valor de anticipación funcional. Entonces: cuerpo inacabado
en el terreno de la realidad orgánica, pero anticipación imaginaria de la aprehensión y
domino de la unidad corporal en el plano psíquico.
La forma total del cuerpo, gracias a la cual el sujeto se adelanta en un
espejismo a la maduración orgánica, solo le es dada como una Gestalt: “[…] reconocer
en la captura espacial que pone de manifiesto el Estadio del espejo, el efecto en el
hombre […] de una insuficiencia orgánica de su realidad natural”. (XXX Estadio)
Lacan, con la teoría de la prematuración del nacimiento, interroga la teoría adaptativa,
de actualidad en la psicología de comienzos del siglo XX, y muestra cómo la
configuración psíquica del sujeto no depende ni va al ritmo del desarrollo neurológico:
las sensaciones estero, propio o interoceptivas, no estarán suficientemente
14
“O sea que el yo deriva n última instancia de sensaciones corporales, principalmente las que parten de la superficie del cuerpo. Cabe
considerarlo, entonces, como la proyección psíquica de la superficie del cuerpo…” (Freud, S., El yo y el ello, p.27-28, Amorrortu editores, T.
XIX, Buenos Aires, 1992).
15
coordinadas hasta después del año de vida, para que se haya completado el
reconocimiento del propio cuerpo y correlativamente la noción de lo que le es exterior:
“Hasta este punto, se trató, o bien de un doble físico (que adopta una
forma relacionada de modo más distante, en las comedias de identidades
equivocadas), o de una semejanza que se ha separado del yo y convertido
en un individuo (sombra, reflejo, separado del yo y convertido en un
individuo (sombra, reflejo, retrato)”16.
15
Lacan, J., Acerca de la causalidad psíquica, Escritos I, p. 188, Siglo XXI editores, Buenos Aires,2008.
16
Rank, O., El doble, p.33, JVE Editores, Buenos Aires, 1993.
16
“La presencia de «dobles» en todas sus gradaciones y plasmaciones, vale
decir, la aparición de personas que por su idéntico aspecto deben
considerarse idénticas ; el acrecentamiento de esta circunstancia por el
salto de procesos anímicos de una de estas personas a la otra –lo que
llamaríamos telepatía-, de suerte que una es coposeedora del saber, el
sentir y el vivenciar ele la otra; la identificación con otra persona hasta el
punto de equivocarse sobre el propio yo o situar el yo ajeno en el lugar del
propio –o sea , duplicación, división, permutación del yo-, y, por último, el
permanente retorno de lo igual, la repetición de los mismos rasgos faciales,
caracteres, destinos, hechos criminales, y hasta de los nombres a lo largo
de varias generaciones sucesivas”17.
17
Freud, S., Lo ominoso, Amorrortu editores, T. XVII, p.234.
17
(1893- 1974). Hace referencia las dificultades en la diferenciación entre el yo ya
existente y su relación con el otro semejante. Afirma Lacan:
Bibliografía:
Freud, S., El yo y el ello, p.27-28, Amorrortu editores, T. XIX, Buenos Aires, 1992
Freud, S., Introducción al narcisismo, Amorrortu editores, T. XIV, Buenos Aires, 1976.
18
Lacan, J., Seminario I, p. 252, Paidós, Buenos Aires, 1981.
19
Lacan, J., Seminario III, p. 60-61, Paidós, Buenos Aires, 1984.
18
Gomez B., G., “El poder organizador de la imagen” en
http://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/affectiosocietatis/article/viewFile/
12044/10922
Lacan, J., Acerca de la causalidad psíquica en Escritos I, Siglo XXI Buenos Aires
1988.
Lacan, J., El estadio del espejo como formación del yo tal como se nos revela en la
experiencia psicoanalítica, en Escritos I, Siglo XXI Buenos Aires 1988.
Lacan, J., La agresividad en psicoanálisis, en Escritos 1, Bs. As. Siglo XXI, 1988.
Rabinovich, D.S., “La teoría del yo en la obra de Jacques Lacan”, Manantial, Buenos
Aires, 1983.
19