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MEDICINA FORENSE

Pueden usarse los términos Medicina Legal o Medicina Forense, aunque en el


ámbito estrictamente forense, el segundo término es el más empleado.
Existen varias definiciones de Medicina Forense:
1. Ciencia que tiene por objeto el estudio de las cuestiones que se presentan
en el ejercicio profesional del jurista y cuya resolución se funda total o
parcialmente en ciertos conocimientos médicos o biológicos previos.
2. Es el conjunto de conocimientos médicos y biológicos necesarios para la
resolución de los problemas que plantea el Derecho, en la aplicación
práctica de las leyes.
3. Disciplina de las ciencias médicas que se ocupa de la resolución de
problemas que plantea el Derecho.

La Medicina Forense, debido al desarrollo y avance del conocimiento, tiene varias


ramas o divisiones.

1. Tanatología Forense. Es la rama de la Medicina Forense que estudia todo


lo relativo al fenómeno de la muerte y el cadáver. Uno de sus propósitos es
el cronotanatodiagnóstico, que es la estimación del tiempo de muerte de
una persona.
2. Traumatología Forense. Estudia los traumatismos en general y su
importancia y su correlación con el Derecho.
3. Medicina Legal Criminalística. Es la rama de la Medicina Forense que
comprende todo lo relativo a los indicios de un hecho.
4. Sexología Forense. Se encarga del estudio todo lo relativo a la sexualidad
humana y su relación con la Ley.
5. Medicina Legal Laboral. Su propósito es estudiar la salud del trabajador y
su correlación con leyes laborales.
6. Medicina Legal Toxicológica. Tiene por objeto el estudio de las
intoxicaciones y envenenamientos.
7. Psiquiatría Forense. Estudia la salud mental y sus aspectos legales.

La finalidad de la Medicina Forense es aportar juicios esclarecedores para la


administración de justicia. Es una disciplina médica y no le competen labores
asistenciales.

Historia de la Medicina Forense.

Se considera que la primera autopsia médico legal se realizó en Guatemala en el


año de 1622, habiendo sido practicada por los doctores Domingo López Ruiz y
Juan del Castillo, al cadáver del reo Simón Zacarías. Esta se considera la primera
necropsia médico legal en Guatemala y Centroamérica.
En un principio la Medicina Forense era practicada por los médicos de los
hospitales, siendo en la década de los años 20, cuando pasa a ser administrada
por el Organismo Judicial a través del Servicio Médico Forense.
Entre los médicos que han destacado en el ejercicio y desarrollo de la M.F. en
Guatemala, se pueden mencionar: Dr. Carlos Federico Mora, Dr. Arturo Carrillo.
Hasta antes del advenimiento y creación del Instituto Nacional de Ciencias
Forense de Guatemala (INACIF), la Medicina Forense era practicada por tres
instituciones: Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, Organismo Judicial y
Ministerio Público. Actualmente esta función la realiza el INACIF, que fue creado
por el Decreto 32-2006 de Congreso de la República, de fecha 8 de septiembre de
dos mil seis, iniciando sus labores el 19 de julio de dos mil siete. El INACIF presta
sus servicios a requerimiento de Agentes y Auxiliares Fiscales, así como Jueces.
No actúa de oficio.
FENOMENO DE LA MUERTE

Consideraciones Generales

El procedimiento que práctica el médico forense para coadyuvar en una


investigación criminal es la necropsia, a la cual también se le conoce como
autopsia. Este último término se deriva de las raíces griegas autos, que significa
uno mismo o por si mismo, y opsis, que significa vista o ver. Se deduce entonces
que significa ver o examinar algo por sí mismo. El término necropsia, deriva
también de las raíces griegas opsis y necrós, que significa muerte, por lo tanto se
trata de examinar o ver un cuerpo muerto.
Quien realiza una necropsia es el médico forense, que en el ámbito de la
administración de Justicia, se le conoce como perito. El perito es una persona
experimentada, hábil o entendida en una ciencia o arte. Es un experto que gracias
a sus conocimientos actúa como fuente de consulta en la resolución de un
conflicto. Las funciones del perito están reguladas en el Código Procesal Penal,
sección cuarta y quinta, que corresponde a todo lo relativo a la peritación (artículos
225 al 243).

Fases de la Muerte.

1. Aparente: es la abolición “aparente” de las funciones vitales.


2. Relativa: se entiende como una prolongación de la agonía. (puede revertir
con maniobras).
3. Intermedia: es la fase de extinción progresiva de las actividades biológicas,
no se puede recuperar.
4. Absoluta: es la desaparición de toda actividad biológica referida al
organismo.
5. Muerte celular: al detenerse los procesos de respiración y metabolismo de
la célula, ocurre la muerte de los tejidos y a continuación sobreviene la
autolisis, que es un proceso de destrucción debida a la acción de las
enzimas propias de la célula que quedan libres al cesar los procesos
vitales.

Se considera que existen dos tipos de muerte, somática y cerebral o encefálica.


Muerte somática: este concepto indica que la persona ha dejado de funcionar
como individuo de manera irreversible, al cesar todas sus funciones vitales.
Muerte cerebral: se refiere al cese completo e irreversible de todas las funciones
cerebrales. El término mejor y más aceptado actualmente para definir este
proceso es Muerte Encefálica.

Dependiendo del momento en que ocurre la muerte, podemos hablar de: Muerte
súbita: es la muerte que ocurre de forma brusca e inesperada en una persona
aparentemente sana. Se considera que es de carácter natural.
Muerte repentina: se le denomina así a la muerte que ocurre de forma brusca, en
una persona de quien se sabe que ya padecía de una enfermedad aguda o
crónica.

Causa de Muerte

Es la condición o lesión que a través de un trastorno fisiológico conduce a la


muerte. Para mencionar algunas podemos citar: herida por proyectil de arma de
fuego, herida por arma blanca, tumores, cáncer, intoxicaciones, infecciones.
Mecanismo de Muerte

Es la sucesión de eventos que producen o conducen a la muerte.

Manera de Muerte

Es la explicación del origen de la causa de muerte. Se considera que existen cinco


maneras de muerte:
1. Natural
2. Accidental
3. Homicida
4. Suicida
5. Indeterminada

Fenómenos Cadavéricos

Con este nombre se designa a los cambios que se suceden en el cuerpo sin vida,
a partir del momento en que se extinguen los procesos bioquímicos vitales, al
verse sometidos a la acción de diversas influencias.

Los fenómenos cadavéricos se pueden dividir en abióticos y bióticos.

Se consideran fenómenos cadavéricos abióticos: la deshidratación, las livideces,


enfriamiento e hipostasis.
Son fenómenos cadavéricos bióticos: la rigidez y el espasmo.

Deshidratación cadavérica: las condiciones ambientales influyen directamente en


la evaporación de los líquidos de un cadáver, traduciéndose en fenómenos
generales como pérdida de peso, y en fenómenos locales, como desecación de
las mucosas y pérdida de la turgencia de los ojos. Las manifestaciones principales
de deshidratación ocurren en los ojos, donde podemos encontrar el Signos de
Stenon-Louis, que consiste en hundimiento del globo ocular, pérdida de
transparencia de la córnea que se torna opaca, y formación de arrugas en la
misma. Esto suele aparece a los 45 minutos con los ojos abiertos, y a las 24 horas
con los párpados cerrados. Además, también está el signo de Sommer, que
también se le conoce como mancha negra esclerótica, que consiste en un
triángulo oscuro con la base en la córnea, apareciendo primero en la mitad externa
del ojo, entre las 3 y 5 horas.

Livideces cadavéricas: con el cese de la actividad cardiaca, la sangre queda


sometida a la influencia de la gravedad, por lo que tiende a desplazarse a las
partes declives del cuerpo. Hasta las doce horas las livideces pueden desaparecer
si se cambia de posición el cadáver y pueden volverse a formar en las partes
declives de la nueva posición. Entre las doce y veinticuatro horas, las livideces que
se forman ya no desaparecen si se cambia de posición el cadáver, pero si pueden
formarse otras. Después de las 24 horas, las livideces no cambian, ni se modifican
al movilizar el cadáver.

Enfriamiento: después de la muerte, disminuye gradualmente la temperatura en el


cadáver, hasta igualarse con el medio ambiente. El enfriamiento al tacto será
completo de las ocho a las doce horas. Las enfermedades crónicas y las
hemorragias, dan lugar a un enfriamiento acelerado. En un primer período de tres
o cuatro horas, la temperatura corporal disminuye medio grado por hora. Entre las
seis y diez horas, la dispersión térmica es de alrededor de un grado por hora. En
un tercer período después de las doce horas de fallecida una persona, la
temperatura disminuye medio grado por hora hasta nivelarse con la temperatura
ambiente.

Hipostasis: es la acumulación de sangre en las partes declives de las vísceras.

Fenómenos Bióticos.

Rigidez cadavérica: estado de dureza y de retracción que sobreviene en los


músculos después de la muerte. En los músculos suele iniciarse entre las tres y
seis horas post-mortem, siguiendo un orden en aparente descenso cefalo-caudal,
siendo manifiesta inicialmente en los músculo de pequeño volumen. Se debe a la
degradación irreversible de la molécula ATP (adenosin trifostato). El estado
completo de rigidez suele alcanzarse entre las ocho y doce horas, y su intensidad
máxima alrededor de las 24 horas, período en el cual inicia su desaparición.

Espasmo cadavérico: es un tipo especial de rigidez que se manifiesta de forma


instantánea, fijando la actitud o postura que tenía el cuerpo en el momento de la
muerte. Se da principalmente en muertes súbitas.

Fenómenos Transformativos (Destructivos)

Se consideran que existen cuatro fases o períodos que ocurren luego de la


muerte. Estos son: período cromático, período enfisematoso, período colicuativo, y
de reducción esquelética.

Período cromático: es el primer dato objetivo de la putrefacción e inicia con la


formación de una mancha verdosa en la fosa ilíaca derecha. Se da además un
oscurecimiento progresivo. Este período cromático se inicia alrededor de las 24 a
36 horas post mortem. En este período también aparece lo que se denomina
circulación póstuma o veteado venoso, que es la visualización de la red venosa
superficial.

Período enfisematoso: este período es el resultado de la acción de los gérmenes


anaerobios productores de gas. Se forman vesículas o ampollas oscuras en la piel.
Se produce protrusión de los ojos y la lengua, así como deformidad de la región
genital. El período de la aparición varía entre 3 a 5 días y puede durar varias
semanas. El principal agente de la putrefacción es el Clostridium Welchii, que junto
con el bacilo Putridus Gracilis y Magnus, son bacterias anaerobias, productoras de
gases. A este período también se le conoce como monstruosidad cadavérica. El
área genital tanto en hombres como en mujeres, se deforma, y en algunos casos
provoca la expulsión del producto del embarazo en mujeres.

Período colicuativo: se inicia entre uno y tres meses después de la muerte, y


consiste en la licuefacción de los tejidos blandos.

Período de reducción esquelética: suele producirse entre dos y tres años, hasta un
máximo de cinco.

Fenómenos Cadavéricos Tardíos.

Momificación: es la desecación del cadáver por la evaporación del agua de los


tejidos. Son ambientes propicios para este fenómeno, los de mayor sequedad y
elevadas temperaturas (desiertos).

Saponificación: es la transformación de la grasa corporal en un compuesto similar


al jabón. A este compuesto también se le conoce como adipocira. Se da en
ambientes húmedos que tienen poco aire circulante.
Corificación: es la transformación de la piel del cadáver en un tejido que asemeja
al cuero recién curtido.
Lesiones Contusas

Las contusiones son traumatismos producidos por objetos romos, es


decir, que no tienen filo, ni punta. El mecanismo de acción de los
agentes contusos es la percusión, presión, fricción y tracción.

Atendiendo a la forma como se producen, pueden ser:


Activas: cuando el objeto choca contra el cuerpo.
Pasivas: cuando la persona choca contra el objeto.
Las contusiones se pueden clasificar en Simples y Complejas.

Contusiones Simples:
Apergaminamiento: es una lesión de aspecto pergamino, amarillenta,
sin reacción inflamatoria. Es causada por fricción que desprende el
estrato córneo de la piel.
Excoriación: consisten en el desprendimiento de los estratos
superficiales de la epidermis, debido a fricción. Las excoriaciones se
observan es partes expuestas que están sobre planos óseos y pueden
estar cubiertas de costra serosa, serohemática y hemática.
Arañazos o estigmas ungueales: son excoriaciones producidas por las
uñas, son de forma arqueada, delgada y se deben a la presión de la
uña. Se distinguen el arañazo común y la excoriación en rasguño. El
arañazo común se produce por la acción tangencial de la uña. La
excoriación en rasguño, se debe a que la uña profundiza y se desliza a
lo ancho y es larga.
Equimosis: son producidas por la extravasación o salida de sangre, y
su posterior infiltración en el tejido celular subcutáneo. El color de la
piel se debe al infiltrado sanguíneo y va cambiando en la medida en
que la lesión se resuelve. Hay ruptura de venas, vénulas, y pequeñas
arterias. Para que se produzcan debe haber presión y circulación
sanguíneas. Pueden tener lesión patrón que deja la forma del agente
que la produjo. La equimosis también puede denominarse cardenal.
En el primer día es de aspecto rojizo. Negruzca en el segundo y tercer
día, por desprendimiento de la hemoglobina. Es de color azul o
violáceo del cuarto al sexto día por acción de la hemosiderina. Del
séptimo al onceavo día es verde por acción de la hematoidina.
Después del treceavo día hasta el día 21 es de color amarillenta,
debido a la hematina. En términos generales las equimosis
desaparecen a las tres semanas. Pueden también aparecer en
algunas enfermedades, tales como la hemofilia y la púrpura
trombocitopénica. Se pueden confundir con las livideces, pero para
diferenciarlas en una necropsia, se puede hacer un corte, y si se
observa que fluye sangre, estamos ante una lividez. Si encontramos
sangre extravasada, coagulada y firmemente adherida a los tejidos,
estamos ante una equimosis.
Sugilaciones: (chupones) son producidas por la succión con la boca
sobre el tejido. Se ejerce presión negativa, provocando que se rompan
los vasos sanguíneos. También se les conoce como equimosis
eróticas.
Derrames: pueden ser sanguíneos y linfáticos. Los sanguíneos se
dividen en superficiales y profundos. Los superficiales están en el
espesor de la dermis. Por su volumen se clasifican en hematomas y
bolsas sanguíneas.
Hematomas: se define como la protuberancia, producida por la ruptura
de vasos medianos o grandes (acumulación de sangre). La sangre
extravasada no se infiltra en los tejidos. Se acumula en forma de
coágulos. Duran entre 10 a 15 días.
Heridas contusas: es una pérdida de la piel, causada por un
instrumento romo. Los bordes de la herida son irregulares, de aspecto
machacado y deshilachado. Presentan puentes dérmicos, que
consisten en trozos de piel entre un borde y otro. El equivalente de
herida contusa en los huesos es la fractura, y en las vísceras, la
laceración. Las fracturas pueden ser expuestas y cerradas.
Enclavamiento: cuando el objeto contundente penetra profundamente
en el cuerpo se habla de enclavamiento.
Empalamiento: en esta lesión el agente contundente penetra en la
región perianal.

Contusiones Complejas:
Son producidas por la asociación de dos o más mecanismos de
contusión simple. Comprenden: la mordedura, el aplastamiento, la
caída, la precipitación, y las contusiones cefálicas por martillo.
Mordedura: es producida por presión y tracción de los dientes sobre el
tejido, agregándose en algunos casos la succión. Consisten en una
pequeña equimosis, excoriación y hasta herida contusa, dispuestas en
dos líneas curvas. Hay tres tipos de mordeduras:
Erótica: se encuentra en cuello, hombros, mamas, región genital y
muslos.
De agresión o defensa: se encuentran en las mejillas, orejas, tronco y
miembros superiores. Su presencia en niños debe hacernos sospechar
maltrato infantil.
Por autolesionismo: suelen encontrarse en antebrazos y manos.
Aplastamiento: es producido por la acción convergente de dos agentes
contundentes sobre puntos antagónicos de un segmento corporal.
Suele ser de tipo accidental o laboral. La muerte se produce por
destrucción de órganos vitales.
Caída: consiste en el desplome del individuo en el mismo plano en el
que se encuentra sustentado, actuando en la producción del trauma la
altura y la aceleración del cuerpo. En la caída puede existir el efecto
golpe-contragolpe cuando el traumatismo es en la cabeza. El golpe se
observa en el cuero cabelludo, mientras que el contragolpe se localiza
dentro del cráneo, en un punto diametralmente opuesto. En los
miembros inferiores puede haber lesión en la pelvis y en la cabeza del
fémur.
Precipitación: consiste en el desplome de un individuo a un plano
inferior al que se encuentra sustentado, actuando en la producción del
trauma la fuerza de gravedad, fuerzas propulsivas y el impacto. Las
lesiones en piel son mínimas, mientras que el daño interno es severo.
Cuando el impacto ocurre de pie, la columna vertebral se introduce en
el cráneo, y ocurren también lesiones o fracturas en las piernas.
Cuando el impacto es de cabeza, pueden haber fracturas con múltiples
fragmentos
(fractura conminuta) que se conoce como “en bolsa de nueces”. En la
precipitación también pueden encontrarse lesiones en la arteria aorta.
El hígado puede lacerarse. También se habla del término
defenestración, cuando la precipitación ocurre a una altura mayor a
cinco metros.
Contusiones por martillo: el martillo actúa por percusión y lesiona el
cuero cabelludo y el cráneo. Puede haber equimosis o herida contusa.
Se asocian con homicidios. Puede existir una lesión en sacabocado o
signo de Strassmann, que consiste en un disco de hueso, cuya forma
y tamaño reproducen el agente contundente. La lesión en mapamundi,
telaraña o signo de Carrara, da lugar a una fractura con hundimiento
parcial del hueso, del cual irradian múltiples fisuras. Existe también el
signo de Hofmann, que consiste en una fractura de forma triangular,
con fisuras escalonadas, cuyo vértice se hunde en la cavidad craneal.
Existen también las contusiones con desprendimientos o profundas.
Los desprendimientos localizados son arrancamientos o avulsiones,
amputación y decapitación.
Avulsión: consiste en el desprendimiento parcial o completo de piel y
tejidos blandos, de una región del cuerpo, producida por presión y
luego tracción del objeto contundente. Cuando esta lesión ocurre en el
cuero cabelludo se denomina escalpe. El pronóstico en esta lesión es
grave.
Amputación: es la separación de un miembro o parte del mismo. El
mecanismo suele ser por presión o tracción. En el plano de
separación se observan bordes irregulares, deshilachados de la piel y
músculos seccionados en diferentes niveles. Los huesos pueden estar
astillados o con fracturas conminuta.
Decapitación: es la separación de la cabeza del resto del cuerpo. El
mecanismo es presión sobre el cuello, que se encuentra apoyado en
un plano duro (pavimento, vía férrea). La etiología puede ser
accidental, suicida u homicida.
Atriciones: son grandes lesiones de tejidos, producidas por
aplastamiento, ocasionadas por objetos pesados y consisten en tejidos
machacados, que se mantienen en relación mediante estrechas
bandas de tejidos blandos. El mecanismo es la presión y la tracción.
Se observan en accidentes de aviación y atropellamiento ferroviario.
Descuartizamiento: es la división del cuerpo en segmentos que quedan
separados entre sí. El agente actúa por presión y tracción.
Lesión Patrón:
Se define como lesión patrón, a la alteración o conjunto de cambios
que por su configuración o localización, sugiere un objeto causante de
la lesión, o un mecanismo o una secuencia de eventos. Pueden tener
dos tipos de características: de clase e individuales.
Las características de clase son las obvias, evidentes a simple vista en
un objeto, que sirven como datos de selección o tamizaje para
dilucidar si el objeto y la lesión son compatibles.
Las características individuales, son los detalles propios, específicos de un
objeto, que pueden probar de manera fehaciente que provienen de una
fuente o persona específica.
-FIN-

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