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Instituto Nacional Walter

Thilo Deininger
Alumnos:
Alejandro Misael Pérez García
Ericka Lisbeth Pérez Guzmán
Ever Alexander Ramírez Ramírez
Katherine Giselle Valladares Cruz

Sección: 3-3C

Tema: La Empleabilidad

Año: 2022
La Empleabilidad
Podemos definir la  empleabilidad como la capacidad de adaptar nuestras
circunstancias profesionales y personales, capacidades, competencias y
conocimientos a las necesidades del mercado laboral. Es importante porque el
mercado laboral requiere cada vez más que nos adaptemos con mayor rapidez.

Lógicamente la empleabilidad también tiene que ver con nuestro potencial y con
resultar atrayentes para los empleadores a los que nos dirigimos. Hace 20 años
tener un grado universitario, un grado de formación profesional, un master
universitario o un postgrado marcaban la diferencia. En el siglo XXI tener estudios
universitarios no garantizan acceder a un trabajo. Tienes que asumir que ya no te
van a contratar por tus estudios. Van a querer contar contigo por lo que seas
capaz de hacer con los conocimientos, competencias y habilidades adquiridas con
esa formación.

La empleabilidad se debe trabajar ya a lo largo de toda nuestra trayectoria


profesional, El ser empleable es estar abierto al mundo. Debemos observar
nuestro entorno y estar al día de las tendencias, necesidades, requerimientos y
competencias que se precisan en nuestra profesión, sector o actividad profesional.
Esto supone buscar, investigar y procesar la información. Para atraer a las
empresas tenemos que pasar a la acción. Esto supone estar en constante
movimiento haciendo cosas que nos acerquen a nuestro objetivo profesional.

La empleabilidad, está compuesta de:

 Nuestros hábitos de búsqueda. Esto es, las horas que inviertes para
encontrar una oportunidad y las acciones que realizas para acercarte al
empleo que deseas. A veces estamos dando vueltas y no avanzamos. Se
trata de utilizar tiempo de calidad y de forma constante en el tiempo.

 La formación (académica y complementaria). Los títulos ayudan, pero no


lo son todo. A parte de acreditar tus conocimientos, también debes saberlo
poner en práctica. Cada vez va a primar más el formarnos a lo largo de toda
nuestra vida. Aunque entendiendo la formación con un punto de vista más
informal, es decir, se pueden adquirir los conocimientos a través de muchas
fuentes. Es tu responsabilidad averiguar qué necesidades formativas se
precisan en los puestos que quieres adquirir. Hoy en día, es necesario que
todos tengamos conocimientos virtuales, así que fomentar tus
competencias digitales es una garantía.
 La experiencia profesional es importante, aunque todos en algún
momento no la hemos tenido. Debemos buscar formar de poner en práctica
nuestros conocimientos. Se trata de buscar oportunidades. A veces va muy
bien trabajar en trabajos sin cualificación para adquirir ciertas competencias
como (iniciativa, trabajo en equipo, resolución de problemas, etc.) que te
las da el comenzar a trabajar. A veces el tener mucha experiencia también
se ve como un inconveniente. Debemos saber encontrar ventajas a las
carencias de nuestro perfil profesional. Es importante el tener identificados
los empleos relacionados en los que puede encajar un profesional de tus
características.

 La actitud es algo interno que debemos trabajar. Se trata de las ganas que
tienes de trabajar, de encontrar una oportunidad, del valor que puedes
aportar a una organización y del potencial que tienes. Esto lo transmiten tus
palabras y tus acciones. Se trata de mostrar el interés que tienes por una
empresa y/o empleo. Esto no tiene nada que ver con tener o no
experiencia. Va de la forma de encarar las circunstancias que te van a tocar
vivir en el mercado laboral.

 El objetivo profesional explica qué buscas en el mercado laboral. Tener


claro en que empresas quieres trabajar y en cuáles no. Qué estrategia
desarrollarás para conseguir una oportunidad. Qué planes alternativos
seguirás en caso de que no alcances tu objetivo profesional prioritario. Esto
tiene mucho que ver con tu ámbito de búsqueda, es decir, en qué localidad
y/o país buscas trabajo. No es lo mismo buscar trabajo solo en tu ciudad,
que estar abierto a oportunidades en áreas geográficas limítrofes. Si buscas
solo empleo en tu localidad, las opciones se reducen más. Esto hace que
debas afinar mucho más de qué forma optas a las oportunidades laborales.

Diferencias entre empleabilidad y adaptabilidad


Tanto es así que el perfil de empleabilidad que tenemos, podría vincularse con la
adaptación. Con el paso del tiempo y las necesidades del mercado laboral los
profesionales tienen que adaptarse y encajar en aquellos perfiles más punteros.
Formarse para seguir creciendo a nivel laboral es imprescindible, lo que conlleva
sí o sí una actualización constante de los conocimientos y una adaptación
constante a los cambios que experimenta el entorno laboral. Por lo tanto, la
diferencia entre ambos términos es que la adaptabilidad es un factor de la
empleabilidad que amplía tus posibilidades laborales.
¿Qué factores intervienen en la empleabilidad?

Fundamentalmente, son tres factores: actitudes, competencias y factores


estructurales.

ACTITUDES: Las actitudes positivas frente al trabajo y el valor que se le da al


empleo son básicas para ser “empleable”.
Algunos ejemplos de estas actitudes que favorecen la empleabilidad son:

- Tener y demostrar un interés real por trabajar.

- Tener disponibilidad (geográfica, horaria, incorporación inmediata, etc.). Las


empresas están en continua evolución y deben adaptarse a los cambios del
mercado. Para ello, solicitan trabajadores flexibles que puedan adaptarse a sus
necesidades específicas de cada momento.

- Mostrar interés por aprender y seguir formándose (ir de “yo ya lo sé todo” resta


muchos puntos en lo relativo a la empleabilidad).

-Vocación profesional: las personas que eligen su profesión en función de su


vocación son más empleables que las personas que optan por una u otra actividad
por otros motivos (beneficios económicos, tener un trabajo estable o cómodo, no
esforzarse en exceso en la formación o preparación, etc.).
Se entiende que las personas que trabajan de lo que les gusta realmente están
más motivadas, son más eficaces y tienen unos niveles de desempeño más
elevados.

COMPETENCIAS: Las habilidades o capacidades que tiene una persona y la


hacen más empleable pueden clasificarse en dos tipos: competencias personales
y competencias profesionales.

- Competencias personales: son aquellas capacidades transversales que no


tienen relación con un puesto de trabajo concreto y que “siempre vienen bien”.
Por ejemplo: responsabilidad, iniciativa, organización, flexibilidad, capacidad de
adaptación, habilidades de comunicación, habilidades sociales, de resolución de
conflictos…

- Competencias técnico-profesionales: son aquellas competencias necesarias


para desempeñar correctamente un puesto. Están relacionadas con la formación y
experiencia de la persona.

FACTORES ESTRUCTURALES: Son aquellas condiciones que afectan a toda la


sociedad de igual manera, ya que están relacionadas con condiciones
económicas, políticas o sociales de carácter general.

Tipos de empleabilidad
Podemos distinguir dos tipos de empleabilidad, la interna y la externa.

Empleabilidad interna
Hablamos de empleabilidad interna cuando los conocimientos y habilidades que
tiene un trabajador encajan con lo que necesita su empresa. Este concepto hace
referencia a los aspectos del perfil profesional de un trabajador que tiene que
potenciar para adaptarse a las necesidades que tiene su empresa.

Empleabilidad externa
Por otra parte, nos referimos a empleabilidad externa cuando los conocimientos y
habilidades del trabajador están alineados con lo que demanda el mercado laboral
en cada momento. De esta forma su inserción laboral será más sencilla.

¿Cuáles son las habilidades mejor valoradas por las


empresas?
Adaptabilidad
Aquellas empresas que más éxito tienen son las que saben adaptarse
rápidamente a los cambios. Por ello la adaptabilidad es una de las competencias
más valoradas en sus trabajadores. Implica saber modificar la propia conducta
para alcanzar determinados objetivos cuando surgen dificultades, nuevos datos o
cambios en el entorno.

Análisis y resolución de problemas y conflictos


Las empresas necesitan contar con empleados que resuelvan los problemas y
conflictos que surgen en las organizaciones en el día a día. Saber identificar
problemas, diagnosticar sus causas, reconocer información significativa, y buscar
soluciones son cualidades muy bien acogidas.

Aprendizaje
Ante los cambios sociales y los avances técnicos y digitales, las empresas buscan
empleados con capacidad de aprendizaje, que sepan asimilar nueva información y
aplicarla eficazmente.
Autonomía e iniciativa
Otra habilidad valorada por los empleadores es que el trabajador tenga iniciativa y
autonomía: que sepa actuar por propia iniciativa, tomar sus decisiones y
organizarse su agenda de actividades, estableciendo prioridades y utilizando el
tiempo de forma eficiente. En resumen, que sean proactivos.

Capacidad crítica
Otra competencia requerida por las empresas es que sus empleados tengan
capacidad crítica, una habilidad para evaluar datos y líneas de acción para tomar
decisiones lógicas de forma imparcial y razonada.

Competencias digitales
Esencial en la actualidad es saber usar herramientas digitales, que cada vez son
más requeridas en un mayor número de puestos de trabajo. Esta competencia
conlleva dominar las principales aplicaciones informáticas pero también conocer
los riesgos del mundo digital, las libertades que asisten a las personas en el
mundo digital, saber buscar, obtener y tratar información, saber crear contenidos o
resolver problemas utilizando los recursos tecnológicos disponibles.
Creatividad
Algunas empresas también valoran la creatividad en sus empleados, entendida
como la capacidad para proponer soluciones imaginativas y originales, distintas a
los enfoques tradicionales.

Comunicación eficaz
Otra competencia bien valorada es la de ser capaces de comunicarnos
eficazmente de manera verbal y no verbal y con persuasión, es decir, de forma
clara y convincente a fin de que la otra persona -pueden ser clientes de la
empresa, futuros socios, etc.- asuma nuestros argumentos.

Liderazgo
Para ciertos perfiles -sobre todo directivos- las empresas buscan personas con
capacidad de liderazgo, que puedan guiar al equipo en la consecución de un
objetivo.

Resistencia
Se trata de la capacidad de mantenerse eficaz en situaciones de rechazo y de
tolerar la presión del puesto.

Sensibilidad organizacional
Es la habilidad para percibir el impacto y las implicaciones que tendrán las
decisiones en todos los departamentos de la empresa.

Empatía y sociabilidad
Las empresas buscan trabajadores empáticos, sociables, abiertos y participativos,
es decir, que sepan ponerse en el lugar de los otros y que sepan relacionarse con
el resto de personas tanto de dentro como de fuera de la organización.

Trabajo en equipo
Por último, las compañías valoran que sus empleados sepan trabajar integrados
en un equipo, buscando un objetivo común por encima del interés personal.
Características de las personas con alta empleabilidad

 Lideran su empleabilidad, se hacen responsables de su búsqueda de


empleo, se anticipan y son proactivos /as. 

 Trabajan en su autoconocimiento, conocen sus puntos fuertes y sus


áreas de mejora. Trabajan en su valor diferencial. 

 Se fijan metas, establecen objetivos, insisten en alcanzar aquello que se


proponen, insistiendo, mejorando. 

 Se actualizan, buscan aprender cosas nuevas, profundizar en


conocimientos, desarrollar nuevas habilidades, adaptándose a lo que
demanda el mercado. 
 Generan redes de confianza, establecen contactos, comparten
información, son colaborativos/as y generosos/as, cuidan su imagen
profesional. 

 Gestionan positivamente el fracaso, aprenden de cada NO que reciben,


siguen adelante, no sin tratarse mal, sin culpabilizarse. 

Consejos para ser más empleable.

- Enfócate hacia la profesión que realmente te gusta. Es la mejor manera para


tener una actitud positiva hacia el trabajo.

- Amplía tu formación, ya sea de manera autodidacta o asistiendo a cursos de


formación. Busca información sobre las tendencias del mercado laboral actual.
Asesórate sobre qué es lo que solicitan las empresas para cubrir los puestos
relacionados con tu profesión.
-Observar las ofertas de empleo da muchas pistas sobre cuáles son los
conocimientos y competencias más valoradas.
- Ahora que ya conoces lo que el mercado demanda, intenta adaptarte a ello. Si
descubres que en tu profesión es imprescindible hablar inglés, tener determinado
carnet o acreditación profesional, manejar una herramienta informática o conocer
una tecnología específica, ya tienes fijado tu próximo objetivo.

- Desarrolla tus competencias personales: procura ejercitar tus capacidades de


comunicación, trabajo en equipo, organización, etc.

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