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GENERALIDADES CONCEPTUALES
La moral (del gen. latín mōris, ‘costumbre’, y de ahí mōrālis, ‘lo relativo a los usos y las
costumbres’) es un conjunto de normas, creencias, valores y costumbres que dirigen o guían la
conducta de grupos de personas en la sociedad. Se distingue de la ética en que esta es una
moral transcultural o universal, aunque ambas se suelen confundir. La moral permite distinguir
cuáles acciones son buenas y cuáles malas para un grupo social. Otra perspectiva la define
como el conocimiento de lo que el ser humano debe hacer o evitar para conservar la estabilidad
social.
Moral Ética
Nace en el seno de una sociedad y por tanto, Surge de la interioridad de una persona como
ejerce una influencia muy poderosa en la resultado de su propia reflexión y su propia
conducta de cada uno de sus integrantes. elección. Pueden coincidir o no con la moral
recibida.
Actúa en la conducta desde el exterior o desde Influye en la conducta de una persona de forma
el inconsciente. consiente y voluntaria.
La deontología (del griego δέον, -οντος déon, -ontos 'lo que es necesario', 'deber' y -
logía 'conocimiento', 'estudio')1 es la rama de la ética que trata de los deberes, especialmente
de los que rigen actividades profesionales, así como el conjunto de deberes relacionados con
el ejercicio de una profesión. A su vez, es parte de la filosofía moral dedicada al estudio de las
obligaciones o deberes morales.
Los principios son normas o ideas fundamentales que rigen el pensamiento y la conducta.
Los principios son reglas o normas que orientan la acción de un ser humano cambiando las
facultades espirituales racionales. Se trata de normas de carácter general y universal, como, por
ejemplo: amar al prójimo, no mentir, respetar la vida de las demás personas, etc. Los principios
morales también se llaman máximas o precepto constitucional.
Los principios éticos son declaraciones propias del ser humano, que apoyan su necesidad de
desarrollo y felicidad, los principios son universales y se los puede apreciar en la mayoría de las
doctrinas y religiones a lo largo de la historia de la humanidad.
El valor ético de algo nota su grado de importancia, con el objetivo de determinar qué acción o vida
es mejor realizar o vivir, o por lo menos un intento de describir el valor de distintas acciones.
El valor yace cuando se da importancia a los principios inculcados, para cumplir con ellos a razón
de su hacerlos parte primordial de nuestras actuaciones
Una virtud es una "disposición de la persona para obrar de acuerdo con determinados proyectos
ideales como el bien, la verdad, la justicia y la belleza".1 La virtud se opone al vicio, y tiene una
gran importancia para la vida ética. Es cuando se logra de los valores una costumbre propia del
individuo de forma tal que le define como persona.
La integridad moral puede definirse como una cualidad de la persona que la faculta para
tomar decisiones sobre su comportamiento por sí misma. Se predica de todos los individuos en
cuanto tales. Está muy relacionada con la concepción del sujeto de sí mismo:
sus comportamientos, creencias y forma de actuar. Es la búsqueda incesante de actuar conforme a
las virtudes adquiridas.
El Policía es el modelo que funge como ejemplo para la sociedad, teniendo como objetivo ser una
guía de lo que la sociedad debe llegar a ser como ciudadanos.
Para ello existen normas que regulan nuestra actuación, entre estas están:
1. Constitución Nacional Política de Panamá de 1972
2. Ley 18 de 3 de junio de 1997
3. Decreto Ejecutivo 246 de 15 de diciembre de 2004; “Por el Cual se Dicta el Código de Ética
de los Servidores públicos que laboran en las entidades del Gobierno Central”
4. Código Penal de la República de Panamá.
Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna
de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o
cualquier otra condición.
Solamente los países que suscriben los Pactos Internacionales de Derechos Humanos o Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) y el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) y sus Protocolos –Carta Internacional de Derechos
Humanos– están obligados jurídicamente a su cumplimiento.
30. Nada de esta carta podrá usarse para suprimir cualquiera de los derechos.
La Policía Nacional debe ser garante de abstenerse de interferir con el disfrute de estos
derechos, impedir que otros interfieran con el disfrute de estos derechos y adoptar medidas
adecuadas para lograr la plena realización
LA COMUNICACIÓN
La comunicación es un proceso social, es una forma para que las personas interactúen con el
grupo, la comunidad y la sociedad.
El modelo del proceso de comunicación se concibe como un sistema toda vez que se compone de
los siguientes elementos:
Respuesta: Continuidad al ciclo comunicativo, por parte del receptor, quien se ha convertido en
emisor.
TIPOS DE COMUNICACIÓ N
VERBAL
NO VERBAL
EMPATIA
KINESIA
La kinésica es también conocida como lenguaje corporal. Este concepto alberga todos aquellos
gestos que hacemos y no expresamos de forma verbal. Así pues, la kinesia abarca los gestos
faciales y movimientos corporales.
PROXEMIA
BARRERAS DE LA COMUNICACIÓN
FISICA
Interferencias externas o distracciones, contenido, presión del tiempo, lugar
PSICOLOGICAS
Son condiciones psicológicas en que se encuentra las personas para obstaculizar y que no se
entienda lo que se quiere transmitir o sea que no sea captado para lograr el objetivo de la
comunicación.
CULTURALES
Las interferencias culturales son las diferencias del lenguaje en la comunicación que ocurren en el
ambiente social donde se realiza la misma.
ANTECEDENTES
En 1829, en el Reino Unido la policía fue transferida al Parlamento, autorizando a Sir Robert Peel,
Secretario de Asuntos Internos, la creación de la Policía Metropolitana de Londres, reconocida
mundialmente por ser el primer cuerpo organizado de policía civil de líneas modernas y que se
convirtió en el modelo para el resto de las fuerzas de policía a nivel global. Peel elaboró los primeros
principios rectores de los cuerpos de policía modernos:
Sin embargo, cobraron nueva vigencia con la revisión de los servicios policiales que se comenzó a
hacer a fines de la década de 1960 y los años 1970, especialmente en Estados Unidos. De ese
movimiento revisionista emergió una nueva corriente conocida genéricamente como el Modelo de
Policía Comunitaria, que muchos consideran como un saludable retorno a los orígenes de la función
policial.
Los patrullajes sorpresivos y al azar, que sustituyeron a las rondas y los patrullajes regulares con el
objeto de mejorar la probabilidad de sorprender a los perpetradores, aportaron a la profundización
de la brecha entre Policía y comunidad. Estas nuevas tácticas le quitaron a los miembros de la
comunidad la capacidad de prever la oportunidad de interactuar con sus policías locales a lo que se
sumaba el hecho de que dejaban de saber a qué se dedicaban los crecientes recursos que la Policía
demanda, debilitando la transparencia e incrementando la desconfianza. Contrariamente a lo
esperado, estas prácticas incrementaron las dudas y el manto de sospechas de corrupción.
Con la complejización de las sociedades modernas tuvieron como correlato la sofisticación de las
prácticas delincuenciales. Esta sofisticación del delito obligó a adoptar la especialización de los
elementos de las policías tradicionales. Las capacidades de los operadores de seguridad y justicia
se vieron sobrepasadas por los crecientes y cada vez más complejos incidentes. La escasez de los
recursos obligaba a establecer criterios de priorización. Priorización que seguía la combinación de
dos criterios básicos: los que reportaban las estadísticas y los de alto impacto. Pero esa combinación
La militarización policial tuvo otras consecuencias colaterales – la velada carrera armamentista que
se estableció entre operadores de seguridad y delincuentes. Carrera en la que estos últimos llevaban
todas las de ganar porque podían concentrar más recursos y, sobre todo, porque gozaban de las
ventajas que les ofrece tener de su lado los factores sorpresa e iniciativa – los delincuentes deciden
cuando y donde accionar para descargar su capacidad letal frente a un “enemigo” obligado a operar
en las tinieblas a lo largo de todo el frente. Esta circunstancia generó dos consecuencias para la
institución policial – la ultra-especialización, por un lado, y el desarrollo de capacidades de
inteligencia. Pero estas capacidades estaban enfocadas exclusivamente en el “enemigo a combatir”,
dejando totalmente de lado a la “comunidad a proteger”. Además, esta escalada armamentista
expuso al policía a riesgos incrementales, obligándolo a “blindarse”, lo que, lógicamente impuso
nuevas barreras y profundizó la brecha entre la Policía y la comunidad.
Así, el control del delito relegó totalmente a la prevención. Y la prevención se redujo a la disuasión
practicada por el patrullaje que se limitaba a una mera presencia policial pasiva en las calles.
Combinado con el antemencionado “blindaje”, este patrullaje resultaba más simbólico que funcional.
Las investigaciones empíricas han aportado abrumadora evidencia de que la disminución o el
aumento del patrullaje pasivo no tiene ningún efecto sobre la delincuencia, el temor del ciudadano,
las actitudes de la comunidad hacia la policía, el tiempo de respuesta, ni en los accidentes.
Simultáneamente, otro proceso subyacente afectaba la labor y organización policial. Las tensiones
sociales que irrumpieron en la vida social a fines del siglo XIX y la Guerra Fría, que marcó la segunda
mitad del siglo XX, hicieron que la preservación del orden público -entendido como convivencia
pacífica de la comunidad- cediera paso a la protección del régimen sociopolítico, de la forma de
gobierno imperante y del gobierno de turno. La policía se cambió de vereda y dejo de ser el “guardián
del ciudadano” para ser el “protector del régimen”. Esta “politización” policial tenía un efecto oculto:
la virtud del policía no se medía en su grado de profesionalidad sino en su nivel de lealtad al régimen
o, peor aún, al liderazgo político de turno.
Aquellos esquemas de mano duran, a los que en algunos países de América Latina se volvió a apelar
a principios del s. XXI como respuesta a la crisis de inseguridad- resultan ser eficaces para atender
los síntomas visibles de la inseguridad -los incidentes de crimen y violencia- pero demostraron
La explosión de ideas, debates y discusiones que comenzaron a fines de los años 1960
evolucionaron conformando un movimiento social a gran escala. Manifestantes pacifistas, activistas
de derechos civiles y humanos, ecologistas y otros grupos comenzaron a protestar para ser
escuchados. Sobrecargada de trabajo y mal preparada para tal circunstancia, la Policía pasó a
simbolizar lo que estos grupos intentaron cambiar en su gobierno y la sociedad. Centrar la atención
en las prácticas y políticas de la policía se convirtió en una forma efectiva de llamar la atención sobre
la necesidad de un cambio más amplio. La Policía se convirtió en el blanco de hostilidades, que
obligó al liderazgo policial a iniciar el consecuente proceso reflexión y análisis.
En aquella era de protestas, la ciudadanía comenzó a asumir un rol más activo en el devenir de las
políticas públicas y las prácticas que afectaban sus vidas. La incapacidad de la policía para manejar
adecuada y eficazmente aquellos disturbios urbanos trajo aparejada la demanda de los líderes
cívicos y políticos de una revisión de las prácticas policiales. Entre 1968 y 1973, en EE. UU. tres
comisiones presidenciales hicieron numerosas recomendaciones proponiendo cambios en la labor y
organización policial. Recomendaciones que fueron inicialmente formuladas por instituciones ajenas
al ámbito policial. Haciéndose eco de aquellas propuestas, varias dependencias del Departamento
de Justicia, en colaboración con numerosos departamentos de policía de todo el país que estaban
abiertos a la investigación y la innovación, asumieron un papel importante en estimular, apoyar y
difundir la investigación científica y la asistencia técnica para introducir los cambios necesarios
resultante de la investigación básica que llevó a cabo la Policía para reevaluar los métodos policiales
tradicionales.
Mientras gran parte de los estudios que realizó la Policía en Estados Unidos se focalizaba en analizar
las labores de patrullaje, la Corporación Rand analizó el desempeño de los investigadores criminales.
Este estudio llegó a la conclusión de que los detectives logran resolver sólo un pequeño porcentaje
de los delitos analizados y que la mayor parte de los casos son resueltos basándose en información
obtenida por agentes de patrulla. Esto cuestionó el pensamiento tradicional sobre los roles de los
detectives y los oficiales de patrulla en el manejo de tareas de investigación criminal. La propuesta
recomendó que los oficiales de patrulla sean incorporados más activamente en las investigaciones
criminales. La implementación de una capacitación adecuada permitiría a los oficiales de patrulla
llevar a cabo algunas investigaciones iniciales que podrían contribuir en la resolución pronta de
casos, reduciendo la gran carga laboral que padecen los detectives, permitiéndoles dedicar más
tiempo a las investigaciones complejas.
Los estudios sobre reducción del temor al delito proporcionaron datos empíricos sobre la eficacia de
las táctica-claves de Policía Comunitaria (por ejemplo, organización comunitaria, contactos de puerta
Por otro lado, adoptar el Modelo de Policía Comunitaria que asegure en el micro-espacio territorial
la concurrencia y confluencia de las intervenciones de todos los operadores de prevención, seguridad
y justicia demostró ser un modelo absolutamente exitoso no sólo en lo que refiere al aseguramiento
de la provisión de los servicios preventivos, sino, sobre todo de la coherencia y consistencia de esos
servicios con las demandas, expectativas y prioridades subjetivas de la comunidad y objetivas de los
profesionales proveedores de esos servicios. Más aun, el Modelo de Policía Comunitaria hace que
esos servicios se presten a través de un proceso de corresponsabilidad y un esfuerzo colaborativo
con la comunidad. Así, esos operadores se encuentran hoy con una comunidad que deja de ser un
actor pasivo ante sus intervenciones, sino un socio activo, consciente y responsable. El hecho de
que la comunidad y autoridades especializadas identifiquen sus problemas, como se indica más
adelante, permite que se pueda identificar el tipo de intervención requerida en cada caso, sin
necesidad de malgastar recursos con intervenciones no demandadas y ordenar, articular y coordinar
las realmente necesarias. Se logra así que la oferta se encuentre con su demanda al menor costo,
con lo que, a la eficacia, el modelo de Policía Comunitaria le suma eficiencia. Pero no se trata solo
de identificar las intervenciones necesarias, sino también acordar el orden en que se proveen y como
se articulan y apalancan entre sí para hacerse más sostenibles en el tiempo - eso agrega el factor
efectividad.
La experiencia internacional muestra que se hace necesario transitar otras fases: la fase de la
incorporación de todos los aspectos de prevención, colocando a la Policía Comunitaria como
articulador territorial de las intervenciones en lo que refiere a su enfoque desde la prevención del
crimen y la violencia que afectan la coexistencia; la fase de la incorporación de métodos científicos
de gestión de información basada en evidencia empírica que respalde el proceso de toma de
decisiones; la fase de incorporación de información valorada de seguridad subjetiva de la comunidad
que complemente la seguridad objetiva de los operadores; la fase de incorporación de nuevos
criterios de gestión y gerenciamiento de la seguridad ciudadana; la fase de la reingeniería de la
arquitectura institucional que dote al estado de una capacidad administrativa adecuada al nuevo
paradigma; y, sobre todo, avanzar en lo que más esfuerzo demanda – el cambio de cultura para
completar así el ciclo de la transición.
En nuestra región, algunos de los países que han logrado mayores avances en la adopción de la
doctrina y la arquitectura institucional necesaria para la implementación completa del Modelo de
Policía Comunitaria bajo el paradigma de seguridad humana han abordado la modernización
comenzando por los cambios culturales y de gestión.
En todos estos casos, la experiencia demuestra que el éxito está asociado a la capacidad del
Ministerio rector de las políticas de seguridad en lograr articular las políticas de prevención con las
de control de crimen y violencia, asumiendo un rol protagónico y proactivo en el componente
Los primeros intentos de adoptar un modelo policial de cercanía datan de la década de 1950, cuando
en el marco de un proceso de reformas policiales se crea la Guardia Rural para atender la demanda
de servicios policiales fuera de la capital, único distrito que contaba con un cuerpo policial
especializado -Panamá Policía- de la Guardia Nacional de aquel entonces. Tres décadas después
se realizaban los primeros esfuerzos de acercamiento policía-comunidad en zonas suburbanas
adaptando el modelo de la Guardia Rural a las actividades policiales desplegadas en San Miguelito,
un distrito conformado por asentamientos informales en las cercanías de la Capital. En 1995, se
adopta un programa tomado de Canadá –“Neighborhood Watch”- que como experiencia piloto es
adaptado al contexto de San Miguelito. Nace así el programa Vecinos Vigilantes que pasó a ser
gestionado por la Oficina de Seguridad Ciudadana, creada al efecto. El programa evolucionó,
creándose numerosas versiones sectoriales (Transportistas Vigilantes, Hoteles Vigilantes,
Comerciantes Vigilantes, etc.) que se fueron complementando con programas de formación en
habilidades de vida, programas de acción social y programas de recreación y capacitación deportiva
que, a solicitud de la ciudadanía, ofrece el actual Servicio de Seguridad Ciudadana. Los policías que
laboran en estos programas y atienden a la comunidad en su contexto y en el marco del programa
recibieron la denominación de Policías Comunitarios.
Aquella experiencia de adopción del modelo de Policía Comunitaria de primera generación –reactiva
y de atención a la demanda de la ciudadanía que voluntariamente adhería al programa de Seguridad
Ciudadana- padecía ciertas dificultades de acceso a las zonas más conflictivas, donde por falta de
interés, una relación difícil con la policía o incluso por temor a retaliaciones por parte de grupos
violentos de la propia comunidad, la ciudadanía no correspondía a la man7o que le estrechaba la
Policía a través de Seguridad Ciudadana. Esta situación llevó a la Policía Nacional de Panamá a
buscar un modelo proactivo que resolviera esa dificultad.
Pero no ha sido esta la única experiencia de labor policial con la comunidad: en diferentes
oportunidades y contextos, se han adoptado distintas iniciativas de labor de acción social y mitigación
de ciertos factores de riesgo. Existen programas destinados a atender problemas de niñez y
adolescencia, educación vial, convivencia ciudadana, etc. Además, existen iniciativas preventivas
destinadas al personal de la propia institución, como los detonados a atender aspectos de igualdad
de oportunidades, equidad de género y discapacidad. Estas iniciativas y programas están dispersas
por toda la organización y, en la mayoría de los casos tiene un alcance limitado, dado que sus
intervenciones quedan circunscriptas a territorios geográficos reducidos. Sin embargo, esas
actividades le aportan a la organización interesantes y estimulantes resultados en materia de
convivencia ciudadana. Por otra parte, estos programas e iniciativas le aportan a la organización un
importante menú de habilidades y capacidades que pueden nutrir la oferta de servicios para la labor
de la Policía Comunitaria.
El Modelo se caracteriza por una presencia proactiva, directa, cercana y de confianza, en los lugares
de residencia, actividad económica, o frecuentados por los ciudadanos; organizado para identificar
y comprender en su contexto las prioridades y problemas reales de la sociedad en materia de
convivencia y seguridad, orientando hacia ello las acciones y productos de las diferentes
capacidades, recursos y especialidades de la Policía Nacional; promoviendo la organización,
participación activa y cooperación de la comunidad, así como la vinculación de la administración
pública local o de otras agencias públicas y de proveedores privados, para procurar un abordaje
integral, coordinado, interdependiente y enfocado a la solución progresiva de las problemáticas;
consolidando escenarios propicios para la calidad de vida, el desarrollo social y productivo
sostenible, el respeto y ejercicio pleno de los derechos humanos, las libertades y potencialidades de
las personas.
El modelo de policía comunitaria plantea una propuesta de valor público, dirigido a contribuir de
manera activa en el abordaje y tratamiento integral de situaciones y condiciones que pueden afectar
la convivencia y seguridad ciudadana, centrándose en la noción de emparejar la oferta de servicios
policiales a la demanda de la comunidad, que es el objeto central de los servicios que presta la
Policía. Este, incorpora la responsabilidad de protección y de mantenimiento del orden y la seguridad
ciudadana, a través de un trabajo integral mediante acciones de prevención, disuasión, represión y
control, asegurando una productividad balanceada hacia toda la misión policial.
El enfoque del modelo y su implementación en Panamá está conformado por cuatro componentes
estrechamente interrelacionados: 1. Asociación; 2. Identificación y resolución de problemas; 3.
Adecuación Organizacional; y, 4. Implementación y Gestión del Servicio. Estos cuatro componentes
son inseparables y están estrechamente vinculados. Los dos primeros componentes son el corazón
Así, la Asociación provee información crítica para la Identificación y resolución de problemas. Esta,
a su vez, retroalimenta a la Asociación dotando a sus actores de mayor resiliencia y permite que la
Adecuación organizacional se adapte a las demandas de la comunidad. Por su parte, la Adecuación
organizacional facilita la operacionalización de la implementación y gestión del servicio que presta la
Policía a la vez que retroalimenta la Identificación y resolución de problemas poniendo a su
disposición una oferta adaptada de servicios. La implementación y gestión del servicio retroalimenta
la Adecuación organizacional a través del aprendizaje que permite capitalizar las mejores prácticas
y las lecciones aprendidas y ofrece a la Asociación una atención de seguridad integral, a la vez que
recibe de la Asociación una retroalimentación en forma de información relacionada a los resultados
y apoyos.
El Policía Tradicional es un modelo de trabajo policial donde sus prioridades están a menudo en
conflicto, ya que la atención a la prevención de los delitos más graves, son los que reportan más
beneficios ya que son los que implican violencias. En este tipo de trabajo la efectividad radica en la
rapidez de la intervención, es decir que prioriza la Policía reactiva.
El Policía Comunitario es un modelo de trabajo policial donde sus prioridades están mejorar la
calidad de vida de los ciudadanos donde los Problemas que preocupan a la comunidad,
cualesquiera que sean son los que importan. En este tipo de trabajo la efectividad radica en la
cooperación con el público, es decir que prioriza la Policía Proactiva.
• Un Policía integral
• Un miembro de la comunidad
• Integrado en el tejido social
• Representante de la Policía en la propia comunidad
La Policía Comunitaria es una filosofía y no una estrategia específica, es una filosofía de trabajo y
de vida, es un concepto proactivo y descentralizado desde el cual el Policía Comunitario realiza las
acciones comunitarias en conjunto con su comunidad lo que desarrolla el sentimiento de confianza
en los ciudadanos suficiente para colaborar con la Policía proporcionándole información y
cooperación. Se trata de un sistema de trabajo capaz de mantener una visión actualizada de las
grandes y pequeñas situaciones de conflicto, y esto es posible mediante el conocimiento y
seguimiento de los problemas que cotidianamente suceden en el vecindario. La acción de tratar a
la población como un organismo vivo y en constante y dinámica actividad nos demuestra que en los
pequeños conflictos vecinales es donde se presentan los más grandes problemas con toda la carga
de agresividad y tensión que generan.
Las tácticas utilizadas por el modelo son variadas, por ejemplo, el relacionamiento vecinal diario
mediante el patrullaje y charla informal con los vecinos durante la cual se crea un flujo de información
vital para el accionar de la policía y de soluciones a pequeñas dificultades de los propios vecinos; la
integración del Pol. Comunitario en comisiones barriales o pro-fomento del barrio como articulador
de otros servicios ya sean públicos o privados; la Gestión para el aporte de soluciones adaptadas a
cada uno de los problemas planteados por la comunidad; la integración, articulación, coordinación
y manejo de la red comunitaria de la zona; etc.
Seguridad: es un estado en el cual los peligros y las condiciones que pueden provocar daños de tipos físicos,
psicológicos o material son controlados para preservar la salud y el bienestar de los individuos y de la
comunidad
Seguridad Ciudadana: es el conjunto de acciones que adopta el Estado, a través de sus instituciones, con
la participación activa de la comunidad para protegerla, asegurar la convivencia pacífica y prevenir la comisión
de hechos delictivos.
Artículo 17. Las autoridades de la República están instituidas para proteger en su vida,
honra y bienes a los nacionales dondequiera que se encuentren y a los extranjeros que
estén bajo su jurisdicción; asegurar la efectividad de los derechos y deberes individuales y
sociales, y cumplir y hacer cumplir la Constitución y la Ley.
Artículo 310. Para la conservación del orden público, la protección de la vida, honra y
bienes de quienes se encuentren bajo jurisdicción del Estado y para la prevención de
hechos delictivos, la Ley organizará los servicios de policías necesarios, con mandos y
escalafón separados.
Artículo 3. Proteger la vida honra y bienes y demás derechos y libertades de quienes se encuentran
bajo la jurisdicción del Estado, conservar el orden público, así como prevenir y reprimir las faltas y
hechos delictivos, constituyen el fundamento de la seguridad pública, cuya competencia corresponde
primordialmente al estado, que la mantendrá en todo el territorio nacional por intermedio de la Policía
Nacional.
Artículo 8.6. Normar y organizar la participación ciudadana en la lucha contra la criminalidad a través
de la movilización de los vecinos en los programas de vigilancia y alerta de su entorno de seguridad
Esto fue suficiente motivo para implementar programas exitosos de prevención delictiva de otros
países, es por ello que implementa dentro de las comunidades el programa Vecinos Vigilantes como
una alternativa a combatir estos flagelos.
Al programa de Vecinos Vigilantes se les hicieron adaptaciones de acuerdo con las características
de nuestra sociedad, resultando una favorable respuesta. Al observar los resultados positivos se
adoptó al sector comercial con el Programa de Comercios Vigilantes y posteriormente al sector
transporte con el Programa Transportistas Vigilantes, los cuales se llevan a nivel nacional.
De igual manera se generan programas teniendo en cuenta las necesidades de los ciudadanos y
previniendo los posibles cambios sociales, por cual se desarrollan iniciativas tendientes a generar
ciudadanos modelos, para tal fin se trabaja en proyectos que edifiquen a estos ciudadanos desde
los centros de estudios más básicos, sin pasar por alto los establecimientos de niños y adolescentes
desde donde también se trabaja en el mejoramiento continuo de los ciudadanos, forjándolos por
medio de la inyección de valores positivos.
La Policía Comunitaria puede ser considerada como “... una filosofía de actuación policial
personalizada en pleno servicio, en la que el mismo agente patrulla y trabaja en la misma zona
permanentemente desde un lugar descentralizado, trabajando en colaboración proactiva con los
ciudadanos para descubrir y resolver los problemas. “(Universidad de Michigan).
Policía comunitaria:
Policía tradicional:
Zonas Policiales
2. Su jurisdicción generalmente es una provincia o distrito (en los sitios de alta densidad
poblacional).
Elabora, organiza, supervisa programas de prevención, destinados a crear tejido social comunitario y
contribuir a la articulación de los diferentes gremios y sectores sociales económicos y comunitarios
que coexisten en una jurisdicción.
Su misión es recuperar espacios geográficos con alto índice delictivo erradicando la presencia de
pandillas y fortaleciendo la unidad Policía-Comunidad.
• Vecinos Vigilantes
• Comercios Vigilantes
• Transportista Vigilantes
• Bancos Vigilantes
• Alianzas Empresarial
• Hoteles Vigilantes
• Universidades Vigilantes
• Restaurantes Vigilantes
• Grupo Juvenil Canino
• Ganaderos Vigilantes
• GREAT: Gang Resistance Education and Training (Educación y entrenamiento a la resistencia contra
las pandillas)
Para ello se requería sustituir a la Unidad Control de Multitudes, quienes por 22 años habían laborado
en Curundú, pero que debido a su dualidad de funciones como policía regular y garantes del orden
público; le hacían una dependencia policial en donde sus miembros mantenían una poca relación
comunitaria siendo mucho más represiva ante las necesidades operativas del sector.
Para ello, en el 2011, se envió a unidades policiales a la ciudad de Rio de Janeiro, Brasil; en un
intercambio de experiencia y para que conociesen el trabajo de Unidad de Policía Pacificadora,
creada en el 2008; y sus resultados en cuanto a proyección comunitaria y disminución del índice
delictivo en las favelas de Rio de Janeiro.
Este Pilar se desarrolla por medio de un grupo de policías que tienen un acercamiento “continuo y
permanente y personalizado”, con los residentes por medio de un plan de delimitación geográfica
denominado “Plan Cuadrante” con el cual se establece el contacto cotidiano con los moradores del
sector a través de las visitas domiciliarias, las interacciones con los niños, jóvenes y adultos;
influyendo de manera positiva en el cambio progresivo de la cultura en la comunidad, hacia una
cultura de paz y la aceptación de sus integrantes entre sí; mediando conflictos.
Teniendo en cuenta los cuatro (4) niveles de prevención, se desarrollan programas que refuerzan
las actividades ya desarrolladas en conjunto con las visitas domiciliarias donde se busca la
construcción de capacidades, reforzar la autoestima y la eliminación de viejos mapas mentales
donde se establecen barreras imaginarias entre los barrios y paradigmas de aceptación entre sus
Los programas se desarrollan en primera instancia en niños y jóvenes tomando en cuenta que son
adultos potenciales y la población más maleable en términos conductuales y de mayor capacidad de
captación y aceptación los métodos empleados, teniendo como objetivo ofrecer herramientas que
mejoren su autoestima, eliminar las barreras imaginarias y discriminatorias que existen entre los
barrios y reforzar la resistencia a las presiones grupales que induzcan a la comisión de acciones
ilícitas o a la inserción en grupos delincuenciales.
La Definición de Problemas
Esta estrategia recopila las mejores experiencias nacionales e internacionales, en ese sentido se
han tomado en consideración los planes cuadrantes de las Policías de Colombia, Chile y la Policía
de Proximidad de España entre otras, pero adecuándolo a las exigencias y las necesidades de
nuestra realidad panameña.
Esta estrategia permite desarrollar el trabajo policial organizado, de forma tal que no solo logra un
acercamiento con nuestros clientes potenciales que son los ciudadanos, sino que permite que cada
patrullero tenga una asignación bien definida en la que generará iniciativas, con el fin de resolver
problemas desde los más mínimos hasta los más complejos.
Este plan cuadrante tendrá dos finalidades: una objetiva que se centra en la disminución de delitos
y faltas y la otra subjetiva que se enfoca en incrementar los índices de sensación de seguridad de
parte de los ciudadanos.
1. La Disminución del delito (objetivo), ya que delimitando el terreno y asignando unidades con
responsabilidades en el mismo espacio geográfico, tendremos un mejor desarrollo del servicio
diario, así como un análisis más profundo y sectorización de los problemas. En base a esto, en
Esta estrategia operacional se consolidará en la columna vertebral, que nos permite trabajar de
manera organizada mediante las alianzas estratégicas que buscan el acercamiento con la
comunidad, en donde el ciudadano dejara de ser un simple espectador, para ser parte fundamental
en la seguridad. Es por ello que se hace necesario la docencia, para lograr generar una conciencia
de prevención, convivencia pacífica y cultura de paz. En la que cada uno de los actores asuma con
responsabilidad su compromiso de coadyuvar al mejoramiento de la seguridad como un compromiso
de todos.
El Plan Cuadrante se implementa a través de la Oferta, la Demanda, Plan Cuadrante que da como
resultado la Unidad de Vigilancia Especializada.
Para desarrollar este plan cuadrante de una forma estandarizada se han segmentado toda la
jurisdicción de la República de Panamá en: Zonas, Áreas, Cuadrantes y sectores. Partiendo de esa
premisa la Zona será la máxima división geográfica policial, en la cual la Policía Nacional divide el
nivel operativo y ejecutor de las labores policiales. Están delimitadas conforme a la división política
provincial de la República de Panamá, a excepción de las Provincias de Panamá y Colón, las cuales
por razones de seguridad especial han sido segmentadas en varias Zonas Policiales; o tal es el caso
de la Zona de Policía del Canal, que abarca parte de estas dos Provincias y se extiende por toda la
cuenca canalera.
Para continuar con esta segmentación es necesario establecer que la Zona a su vez se subdividirá
en Áreas, la cual quedará circunscrita a determinada división política distrital; a excepción de la
Provincia de Panamá, en la que, por su condición especial y compleja de seguridad, obliga a hacer
una división diferente.
En este sentido el Área se subdividirá en cuadrantes, los cuales serán jurisdicciones de vigilancias
más pequeños, cuyo tamaño lo determinara la incidencia delictiva, los accidentes geográficos que
presente el lugar, así como el diseño vial y la demografía. En consecuencia, entre mayor incidencia
Los cuadrantes a su vez se podrán subdividirse en sectores los cuales podrán ser modificados ya
que va a depender de la demanda y disponibilidad de oferta que podamos brindar. Lo cual nos
permite focalizar, en que horarios se registran mayores incidentes para enfatizar nuestra atención
ante dichas demandas.
FACTORES DE DESARROL LO
Para la confección de nuestro plan cuadrante se deben tomar en consideración los siguientes
factores:
1. Característica Territorial:
Se refiere a como está conformado ese espacio físico que ha sido delimitado. En ese sentido se
hace énfasis en dos aspectos los cuales son si es de tipo urbano o si es rural y que elementos
contiene dentro del mismo. En cuanto a lo urbano podemos decir que incorpora elementos tales
como conjunto de edificaciones, carreteras, autopistas, caseríos, centros comerciales, y estructuras
contiguas cuenta por lo general con servicios públicos esenciales. Mientras que en cuanto a lo rural
se circunscribe a una porción de terreno no urbanizadas al menos en su mayor parte o destinadas a
la limitación del crecimiento urbano, en donde dispersión de la población es más notable, en donde
2. Incidencia Delictiva
Está determinada por la cantidad de delitos y faltas de un lugar. En este sentido se referencia a la
ubicación donde ocurren estos delitos y faltas cometidas en un espacio de tiempo determinado
dentro del mapa geográfico de la jurisdicción. El control para el líder del cuadrante sobre su
jurisdicción radica en aspectos tan importantes como tener referencia geográfica del delito,
enmarcado en los análisis delictuales, que permitan vislumbrar futuras conductas delictivas o faltas,
pues estas últimas podrían hacer incrementar el número de los delitos de forma acelerada. De allí
la importancia que se tengan bien identificados los núcleos delictivos y aquellas áreas críticas que
merecen una especial atención para afrontar la problemática de forma integral. Los núcleos
delictivos que son la conjugación o agrupación de incidentes reflejados en un determinado terreno.
Podemos expresar de igual forma que el núcleo delictivo de un terreno es la generadora o base de
información vital para una estrategia policial y así diseminar la actividad delincuencial en un
cuadrante en particular. Las áreas críticas son los lugares donde se dan estos núcleos delictivos,
requieren un control y se pueden relacionar procesos operativos, de regulación y apoyo que tengan
una necesidad tal que sea indispensable. Ambos términos crean dificultades y necesidades en las
comunidades.
3. Demografía:
Se refiere a la cantidad de habitantes de un lugar, así como la población flotante, además de las
cualidades de estas, es decir que también abarca aspectos tales como la condición socioeconómica.
En ese sentido involucra al número de personas que viven en un lugar determinado incluyendo su
cantidad, tamaño, composición, densidad, crecimiento y cualidad social, económica y cultural, de
igual forma las personas que en determinada hora y etapa concurren en cierto lugar de manera
temporal. Este estudio nos reflejará la necesidad de recurso o personal a utilizar para este terreno,
determinando los horarios más necesitados y en los que posiblemente se den o puedan darse la
mayor cantidad de incidentes. Ejemplo: Terminales de buses, parques, centros comerciales, etc.
4. Tiempo de Respuesta:
Se tomó como tiempo de respuesta un lapso no mayor de 10 minutos para la atención de un incidente
en cuadrantes con características urbanas. Este factor está enmarcado en la capacidad de
respuesta rápida a un incidente por parte de una patrulla. A diferencia de los cuadrantes con
características rurales los cuales dependerá de la forma o la manera como acceder a estos, en los
cuales pueden influir muchos aspectos como lo son: ríos, montañas, lugares sin acceso vía terrestre,
lugares sin comunicación.
Es que tan relevante o de interés sea un lugar determinado que merezca que se le confiera el rango
de cuadrante para que pueda generar datos estadísticos. En base a qué información y de qué tipo,
necesitamos de un lugar determinado para una mejor evaluación y análisis. Este factor comprende
2. Mayor Supervisión y Control: Permite monitorear y evaluar las acciones que desarrolla
cada patrullero en servicio dentro de sus cuadrantes asignados. En este sentido se podrá
determinar la calidad de servicio que brinden nuestros colaboradores y las alianzas
estratégicas que logren con los agentes socializadores y los ciudadanos. En la que el control
previo no va a ser la forma más efectiva de determinar si los patrulleros están desempeñando
de forma adecuada su trabajo, por lo que el supervisor realiza un sondeo en la comunidad,
para conocer de forma directa y espontánea si están recibiendo una buena atención de por
parte de los patrulleros asignados a esa jurisdicción geográfica.
3. Incrementa la Productividad: Por parte del capital humano asignado a estos cuadrantes
haciéndolos sentirse responsables de lo que ocurre, por lo que desarrollaran iniciativas
innovadoras que consoliden un binomio entre la policía y la comunidad. Promoviendo que
los patrulleros fundamenten su servicio en la planificación buscando que sean más
preventivos que reactivos. En ese sentido las unidades policiales conocerán al detalle el
espacio geográfico y lo harán sentirse comprometido con el mismo, dando como resultado
que aumente la interacción y mejore la calidad de servicio policial diario de manera
significativa; elevando, mejorando la atención y solución de problemas y necesidades,
promoviendo que los patrulleros hagan docencia en el servicio de manera preventiva. De
igual manera al mantener una constancia, facilitará el recorrido y accionar policial por parte
de las unidades policiales.
6. Disminuir los tiempos de respuesta: Se debe atender los incidentes en el menor tiempo
posible en virtud que los policías tendrán identificado todo lo que se encuentre dentro de sus
cuadrantes asignados, y podrán acudir con más precisión.
8. Mejora la Distribución de Recursos y la Eficiencia: Toda vez que permite administrar los
recursos disponibles con base en la demanda de servicios que se genere determinado lugar,
en donde se busca una atención de calidad total, que llene las expectativas.
El patrullaje es el recorrido en un sector, a pie o en vehículo (terrestre, fluvial o aéreo), con el objetivo
de prevenir los delitos y demás infracciones de la ley, así como perseguir y capturar a los
transgresores, para ponerlos a orden de la autoridad competente.
2. Patrullaje Vehicular: Es el recorrido de un área, realizado con mayor rapidez y que abarca
zonas más extensas. Puede patrullarse en forma terrestre, fluvial o aérea.
Es un proceso de captación rutinaria de información; es controlar qué tal progresan las actividades
mediante la observación sistemática e intencionada.
Mando Y Liderazgo
En términos simples, “Mandar”, es imponer la voluntad sobre otra u otras personas, para lograr que
ella haga lo que desea quien manda; por lo tanto, tiene “Autoridad”.
Liderazgo Policial
El liderazgo policial representa la capacidad que debe poseer un oficial para orientar y conducir a
sus hombres y a su organización, hacia el logro de un objetivo. La esencia del liderazgo militar
consiste en influir en otros, para que hagan cosas que no harían sin la intervención de alguien. Es
más bien influencia y cumplimiento, antes que la relación de ordenar y obedecer
1. Conozca su trabajo.
5. Dé el ejemplo.
Violencia es el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza contra
personas, grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones,
muerte, daños psicológicos.
Tortura es todo acto con el cual se inflija intencionalmente a una persona dolores o sufrimientos
graves, ya sea físicos o mentales con el fin de obtener de ella o de una tercera información.
Fuerza no letal.
Fuerza letal.