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Construcción de la Ciudadanía Argentina

Aarón Tomás Mac Dougall y Tomás Giorgi

Instituto Nuestra Señora de los Ángeles D-53

Nivel Secundario Orientado (5to “B”)

Profesora: Marianela Itatí Leonardi

Entre Ríos, Argentina

19 de Abril de 2023
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Índice

Índice....................................................................................................................................... 2

Resumen................................................................................................................................. 3

Introducción........................................................................................................................... 3

Estado Liberal........................................................................................................................ 4

Estado Benefactor................................................................................................................. 5

Estado Neoliberal................................................................................................................... 7

El Trabajo Como un Derecho…............................................................................................ 9

Conclusión............................................................................................................................19
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Resumen

Este trabajo práctico, propuesto por la profesora Marianela Itatí Leonardi, quien se encarga

de la asignatura Formación Ética y Ciudadana. Nos ha propuesto un trabajo de

investigación e interpretación de textos, mediante los cuales seremos capaces de

centrarnos en un tema primordial, ese es la “Construcción de la Ciudadanía Argentina”, y

¿cómo lo haremos? Primero deberemos analizar los diferentes tipos de Estados que

pasaron por la Argentina, con el pasar del tiempo. Una vez explicado estos modelos y

arquetipos, podremos o mejor dicho seremos capaces de poder leer e interpretar a los

diferentes autores propuestos, en este caso, Belén Cafiero, el escrito de la “Ciudadanía y

Derechos en Argentina”, como también el texto llamado “El Mundo del Trabajo en

Argentina”. Después de haber logrado comprender las tres lecturas en cuestión, deberemos

unificarlos, con el fin de poder desarrollar los siguientes conceptos, la matriz sociopolítica, el

peronismo y el sistema de integración, las vías de integración planteadas por Maristella

Svampa y por último la desafiliación.

Introducción

En este trabajo nos centraremos en la Construcción de la Ciudadanía Argentina,

remontándonos al pasado, con el único fin de explicar los diferentes tipos de Estados que

surgieron con el pasar de los años, entre ellos se encuentran; el Estado Liberal, el Estado

Benefactor y el Estado Neoliberal.

Además debemos analizar, a través de una lectura profunda, diversas obras, cada una con

diferentes autores, como por ejemplo: el escrito de Cafiero, Belén; el escrito titulado

“Ciudadanía y Derechos en Argentina” y a sí mismo hablaremos de otra obra denominada

“El Mundo del Trabajo en Argentina”.

Del mismo tocaremos temas, entre los cuales se encuentran la matriz sociopolítica, el

peronismo y el sistema de integración, por consiguiente deberemos explicar las vías de

integración planteadas por Maristella Svampa, entre otros muchos puntos…


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Estado Liberal

Para comenzar a hablar de este tipo de Estado, primero debemos definir la

palabra “liberal”, este término es usualmente utilizado para cuestionar el poder

absoluto, esta corriente de pensamiento predominó en Europa a finales del siglo XV

y principios del XVI, hasta la conclusión del siglo XVIII.

Según las personas destacadas, quienes defendían estas ideologías, lo

tomaron como una filosofía política de la libertad y de la razón. Esta corriente

representa el respeto por la propiedad privada y el constitucionalismo, en

consecuencia hay que tener bien en claro que esta forma de gobierno fue una

ruptura de los anticuados pensamientos medievales y del absolutismo,

mayoritariamente estas ideas eran acarreadas por la Iglesia e inclusive por parte de

la sociedad.

La formación de este arquetipo de Estado poseía varios antecedentes, entre

los más importantes se encuentran la Revolución Inglesa de 1688 y la Revolución

Francesa 1789, también considerado un precedente importante.

Con una gran capacidad el Estado Liberal había sido capaz de extenderse

por todo el occidente hasta la crisis económica de los años 1920 y 1930.

Debido al gran acrecentamiento de esta forma de gobierno provocó que la

Iglesia abandonara absolutamente todo el monopolio que ésta poseía, sobre la

educación y la cultura.

Este modelo sostiene la defensa de los derechos naturales, inviolables,

precontractuales e individuales. Cada hombre en estado presocial ya poseía

diferentes tipos de derechos como por ejemplo:

● Los derechos de igualdad


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● Los derechos de la libertad

● Los derechos de la propiedad privada

Para mantener estos beneficios los habitantes se vieron obligados a firmar un

contrato mediante, el cual se acordaba vivir en sociedad y la creación de un Estado,

quien se mantenía limitado para dominar o controlar a la sociedad, y por ello el

liberalismo propone un sistema equilibrado. Este proponía la abolición total del

famosos despotismo (cuyo concepto se encuentra referido al poder absoluto

aparecido en el siglo XVIII, en el continente europeo), a través de las elecciones

periódicas, las mismas se mantenían cimentadas en la vigilia de la constitución, esto

no se quedaba atrás sino también era acompañada por las leyes de la división de

poderes.

Refiriéndonos al ámbito económico, ésta ideología se sostenía en la creencia

de las leyes naturales del mercado y en la iniciativa, es decir, que se trataba de un

Estado no intervencionista, además buscaban eliminar los obstáculos para que los

mercado lograsen su total autonomía. Por esta misma razón, surgieron versiones

extremistas, las cuales sostenían que al Estado solo le correspondía la total

vigilancia de la seguridad externa e interna del país, además de la realización de

obras públicas y la enseñanza elemental.

Estado Benefactor

Para la explicación del segundo modelo, primero nos debemos remontar a los

años 1939 y 1945, es decir, que nos debemos parar sobre la “Segunda Guerra

Mundial”. Una vez situados en el contexto histórico podemos hablar de cuál fue su
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fin, y ese era con el afán de encontrar una solución al sin fin de problemas

económicos-sociales que habían sidos producidos por los enfrentamientos bélicos y

los altos costos de reconstrucción de las localidades, además se buscaba retomar el

crecimiento que no fue capaz de mantener el Estado Liberal después de la guerra.

En este tipo de gobierno, las instituciones públicas promueven las

transferencias sociales de los fondos públicos (un conciso serían los seguros de

desempleo y las pensiones), y esto se daba con el propósito de otorgarle a la gente

una mejor calidad de vida, en este ambiente tan hostil como las guerras, otra

medida tomada es la implementación de salarios altos, para así poder mantener un

alto nivel de producción y con ellos lograr impulsar el gasto público como el social.

Estas funciones no quedaban a la deriva sino que se encontraban acompañadas por

una legislación que protegía las condiciones laborales, la prestación de servicios y la

calidad de los productos, que eran necesarios para la vida en el contexto social.

No menos importante el Estado buscaba la forma de intervenir en las

relaciones entre las fuerzas del capital y las del trabajo, la intervención implicaba

una fuerte presencia del gobierno, ya sea cómo árbitro y cómo el constructor del

consenso entre las partes.

Otro punto a resaltar era su función referida a la esfera económica y es se

basa en la regulación de la misma, es decir, que el Estado no sólo tenía la función

de intervenir en el ámbito social, sino también tenía la función de regular todo lo

referido al ámbito económico, al contrario que el Estado Liberal, anteriormente

explicado. Ésta ocupación no solo se encontraba limitada a la economía del país,

además debía controlar/regular todos los sectores económicamente dominantes de

la sociedad, con el fin de realizar una eficiente distribución de la riqueza, que se

encontraba dirigido a los sectores con menos recursos.


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Si bien esta forma de Estado, atrajo muchas, en especial por el gasto social

que este generaba, increíblemente también poseía muchos aspectos positivos como

por ejemplo, el aumento de la población y el de la gente activa en la sociedad.

Además se le otorga el reconocimiento por la gran cantidad de mujeres que

ingresaron en el mundo laboral durante esa época. También había logrado generar

una verdadera expansión de los derechos sociales y políticos.

Estado Neoliberal

Para tratar el último Estado que nos compete, en este trabajo, deberemos

retomar la época de los años 90, donde la mayoría de los países socialistas

sufrieron una crisis final, la cual provocó que el comunismo cayera rotundamente, y

en consecuencia se produjo la caída de la Unión Soviética. Con esta crisis se

arraigó aún más la creencia de que el Estado limitarse a los asuntos que se

encuentran referidos al ámbito social. Sin embargo, para este punto el Estado

Soviético se había convertido en un modelo a seguir del autoritarismo, otra cosa que

se sumaba a la crisis de los Estados de Bienestar de Europa.

Por otro lado, el avance de la globalización daba muchos avances conforme

pasaba el tiempo. Como fruto de este profundo avance las fronteras nacionales

dejaban de tener importancia, gracias a que el capitalismo abría una nueva

posibilidad en la que el mundo comenzaba a interconectarse y con ello las barreras

nacionales empezaban a desaparecer.


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Tras la caída del comunismo el capitalismo logró dar paso a una gran

expansión y esto se vio mayoritariamente consolidado por los grandes avances

tecnológicos.

En este contexto; por un lado la globalización quitándole protagonismo a la

funcionalidad del Estado y por eso mismo el capitalismo lograba abrirse paso por los

países que se encontraban en contra de estas corrientes de pensamiento. Esto

quería decir que el neoliberalismo remarcó la necesidad de reducir la importancia,

que le era asignada al Estado Nacional como regulador de la vida social y la

economía.

Este tipo de Estado tuvo grandes exponentes como por ejemplo, la primera

ministra británica Margaret Thatcher, además del presidente de los Estados Unidos,

Ronald Reagan, estas personas gobernaron sus países en los años 80.

Cabe recalcar que el neoliberalismo predicaba, en especial, la apertura total

de la economía, con esto se buscaba la entrada de bienes y servicios de un país a

otro, sin importar la ventaja en la competencia de productos que poseía el país, que

recibe dichos bienes.

Este modelo sostiene que las medidas reguladoras y proteccionistas

atentaban contra el libre comercio con el exterior, también obstaculizan a la

eficiencia económica del Sistema Internacional.

En definitiva, este tipo de Estado sostiene medidas que suponen una mayor

obtención de recursos económicos, sobre todo se encuentran centrados en la

recaudación del capital extranjero. Otra medida que se tomó era una que se

centraba en promover la privatización de las empresas públicas, con el fin de

disminuir el gasto público y así poder evitar o reducir el déficit fiscal, cabe aclarar

que esta medida fue tomada entre muchas otras.


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El objetivo de todas estas reformas era el de definir el costo laboral de las

empresas de modo que se puedan ofrecer mejores condiciones y así poder

estimular la llegada de la inversión extranjera.

Básicamente, con este modelo se busca imponer un capitalismo desarrollado

sin normas y/o leyes que restrinjan su actividad y con ellos permitir un aumento de

la misma, y a su vez el de la innovación privada.

El Trabajo Como un Derecho…

Para dar inicio a esta relación primero debemos tener claro el contexto por el

cual pasa la Republica Argentina a lo largo de este análisis. En consecuencia nos

deberemos situar en el 1880 como punto de referencia, pero, ¿por qué este año?,

debido a que en esos tiempos, conflictos sociales como guerras civiles, empezaban

a cesar, la formación de un nuevo Estado Nacional comenzaba y junto a esta, un

sistema educativo laico, obligatorio y gratuito sería impuesto. Sin embargo también

debemos mencionar el contexto económico, por el cual pasaba la República

Argentina, ya que durante estos años el país empezaba a desarrollarse

económicamente gracias al impulso agrario, base de su economía. También cabe

recalcar que en este lapso de tiempo el trabajo era analizado como un derecho, al

igual que la educación, ya que eran indispensables para lograr acceder a los bienes

y servicios.

No obstante, no todo era color de rosas, puesto que la economía, detenida

por la escasez de población rural, necesitaba una fuerza complementaria no local,

causando que el Estado promueva la inmigracion mayoritariamente de origen

europeo reimpulsando económicamente la Nación, así, entre los años 1870 y 1910,
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la población había incrementado en más de seis millones de habitantes solo de

procedencia extranjera(en su mayoría italianos y españoles), quienes lograron

acceder a tierras públicas, gracias al reparto estatal de campos. Tanto así, esta fue

la causa que haría que los inmigrantes tuvieran que ofrecerse como mano de obra

en los sectores productivos.Para entonces, tal fue el crecimiento de la población que

para el siglo XX más de la mitad estaba conformada por expatriados, quienes,

influenciados por el sistema capitalista, empezaron a impulsar las ideas sobre los

derechos de los trabajadores, y, junto a estas corrientes de pensamiento

promovieron la creación de nuevas organizaciones, es decir, se conformaron los

primeros sindicatos y organizaciones obreras.

La innovación de las por entonces jóvenes organizaciones asistieron en

definir al trabajo como un derecho Social (adelantando el concepto del Estado de

bienestar de la ciudadanía), esto fue causado por las constantes luchas contra de

los empleadores y explotadores, estas mismas incluyeron derramamientos de

sangre y por consiguiente involucra una intervención político-estatal, reprimiendo así

a los obreros y poniéndose del lado de los patrones. Para 1901 se creó la

Federación Obrera Argentina (FOA), cuya función era actuar, de manera colectiva,

frente a las malas condiciones y abusos en un ámbito laboral ante los burgueses.

Este movimiento, daría comienzo a huelgas en el periodo de presidencia de Julio

Argentino Roca, mismo gobernante que como medida de represión, implementa la

Ley de Residencia (Ley N° 4144), que permite al poder ejecutivo, exiliar a

inmigrantes si estos comprometen la seguridad nacional o afectan el orden público,

sin necesidad de pasar por un marco judicial. Igualmente, a través de la primer

huelga, el gobierno le pidió a Juan Bialet Massé, quien realizará un informe sobre

las condiciones de trabajo, en donde se cuestionaba el trabajo femenino e infantil,


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tras esto el Estado, en 1912, optó por la creación de un área para poder intervenir

específicamente en las cuestiones laborales, llamado “El Departamento Nacional del

Trabajo (ley N° 8999)”, órgano que le concede a los trabajadores unas mejores

condiciones laborales. No menos importante para el año 1934 el sindicato de

comercio logra conseguir vacaciones pagas como un derecho, la garantización del

cobro de sueldos a pesar de enfermedades. Incluso en esa época empezaba a

surgir el proyecto agroexportador, el cual se basaba en una configuración de la

Argentina moderna, este consistía en muchas inversiones en ferrocarriles y barcos

repletos de granos y carnes que se dirigían a Europa. Fueron muchos años los que

tuvieron que pasar la conformación de una estructura social propia del escenario

capitalista que se definían por a esta sociedad, un ejemplo claro es la clase

dominante, esta clase poseía tierras, capital británico y luego el norteamericano.

Esta situación se mantuvo en pie hasta la presidencia de Yrigoyen, posteriormente

explicada.

Cuatro años después, la democratización tiene un gran aumento permitiendo

que Hipolito Yrigoyen salga electo como presidente de la República Argentina, cabe

recalcar que para este tiempo la Argentina ya se había incorporado al mercado

mundial capitalista, como productora de alimentos y compradora de recursos y

bienes británicos (Gran Bretaña era el nuevo centro de poder del cual dependía la

economía de América Latina), el nuevo sistema, a nivel local,condenó a los sectores

populares a la miseria, dándoles a las elites un rol tutelar y responsables de la

implementación de políticas beneficiarias sin intervención del Estado, proveyendo al

mecanismo social un enfoque liberal, que más tarde se conocerá como modelo de

sociedad salarial con el estado con un papel protector y centrándose en la

propiedad transferida. Surgiendo así tres importantes organizaciones obreras:


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● Los Socialistas, esta corriente no se adscribe a las ideas revolucionarios,

ellos pensaban que el síndicato debía apoyar al partido socialista con el fin de

realizar una sociedad más justa. Ellos compartían la definición de ciudadanía

marxista, donde se interpreta como una relación sustantivo-formal y decía

que el liberalismo no debía distinguir lo público de lo privado.

● Los Anarquista, estos obreros denunciaban todo tipo de opresión y

consideraban al Estado como un instrumento opresivo al servicio de los

explotadores. Ellos pensaban que los sindicatos eran herramientas que

facilitaban la organización de huelgas generales revolucionarias, el con

propósito de destruir al sistema capitalista, que para lograrlo primero debían

instaurar una sociedad mucho más justa. Un concepto de ciudadanía que

puede aproximarse o acomodarse a esta ideología sería el de Quiroga, que

estatiza individuos libres, autónomos e iguales ante la ley

● Los sindicalistas revolucionarios, su finalidad era la obtención de reformas

salariales para los trabajadores, se les asocia el mérito histórico de haber

impulsado las primeras organizaciones sindicales y las primeras luchas

obreras en el país. A ellos podemos relacionarlos con el significado que le da

Webber a la ciudadanía, que se define como un vínculo social a una

comunidad, por ejemplo política, en la que se reserva la dominancia de un

ámbito y la acción de sus miembros, reservándose la fuerza física.

Los anarquistas y socialistas contribuyeron de un modo fundamental para la

organización de los trabajadores de nuestro país, para la creación de valores de

igualdad y libertad los sindicatos poseían una importante labor, la creación de

centros culturales, bibliotecas y escuelas. A favor de los socialistas pudieron lograr


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su objetivo, a duras penas, gracias a que el trece de marzo de 1904 Alfredo

Palacios, logró salir elegido como diputado.

Retomando un aspecto económico y por consiguiente, social, hablaremos de

los siguientes conceptos Estado de Bienestar y la ciudadanía en el contexto

argentino. Para poder hacerlo deberemos tener en cuenta las características

particulares de la denominada matriz sociopolítica, que según M. Cavarozzi, “se

refiere a relaciones entre el Estado, una estructura de representación o un sistema

de partidos políticos (para agrupar demandas globales e implicar políticamente a

sujetos) y una base socioeconómica de actores sociales con orientaciones y

relaciones culturales (lo que incluye la participación y diversidad de la sociedad civil

fuera de estructuras estatales formales), todo ello mediado institucionalmente por el

régimen político” (Garretón et al.2004: 17). Siguiendo a Cavarozzi, las principales

características de esta matriz estadocéntrica, las cuales son una estrategia

económica hacia adentro, basada en la industrialización por sustitución de

importaciones y el significativo rol del Estado, cuyo modelo sociocultural fue la

noción de proyecto nacional, sostenida por una visión de cambio social encauzado

por una práctica política revolucionaria, y en la que el régimen político que medió

entre sus componentes se basó en un estado de compromiso, que implicaba

acuerdos entre distintos actores sociales, como los trabajadores industriales, las

clases medias y las distintas fracciones de la burguesía.

Como lo expresa su nombre, en esta matriz es central el rol del Estado. El

Estado no sólo intervino en la economía sino que constituye en el mecanismo

privilegiado a partir del cual los actores construían sus identidades y negociaban

entre sí sus intereses y sus valores. La política tenía como una de sus tareas

principales la articulación y gestión segmentada de las demandas sectoriales, pues


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los agentes políticos eran los encargados de gestionar, de una manera

particularista, las demandas ya sean individuales o colectivas. Fue así que la política

penetró casi todas las esferas de la vida social.

En la crisis económica de 1929 la producción agraria disminuyó y con ello los

salarios, además de la mayor cantidad de desempleo, por ende los trabajadores

rurales tuvieron la obligación de ir a la ciudades con el fin de encontrar algún

trabajo, con el cual ganarse la vida. Debido a ello, por más de una década, las

condiciones laborales se volvieron precarias, hasta 1943 con el golpe de Estado, el

cual derrocó la presidencia de Ramón Castillo y así fue que en ese mismo año Juan

Domingo Perón, asumió el cargo de secretario del Departamento de Trabajo y

Previsión Social, donde impulsó nuevas medidas a favor de los trabajadores,

ganando el apoyo de los sectores sociales. A pesar de lo previamente dicho, ganó

muchos opositores, quienes lo condujeron a su renuncia y aprisionaron. Cuando se

aplicó una nueva forma de participación política de los trabajadores en el año 1945,

se produjo una gigantesca manifestación para liberar al anterior secretario que

resultaría efectiva, y con Peron dando un discurso a todos los trabajadores,

recordándose ese dia como el “Día de la lealtad” (conmemorado el diecisiete de

Octubre). En el año 1946 Juan Domingo Perón es elegido como presidente, dando

el principio de la etapa, que recibe el nombre de “El Peronismo” de manera oficial.

A nivel político pretendía tomar a los trabajadores como fuerza social política y en

un carácter social,buscaba sancionar y garantizar derechos. La participación

cerrada hacia los sectores de trabajo, junto a conflictos laborales y la movilidad

social del momento eran problemas que se trataron de resolver o apaciguar en este

sistema. En este lapso, surge un concepto de ciudadanía industrial pasando desde


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este momento a enfocarse la mayoría de definiciones alrededor de esta ya no en el

ciudadano sino en el trabajador mismo.

El peronismo, combate al liberalismo que plantea un Estado separado de la

sociedad civil y busca la inclusión formal y material de los sectores populares

mediante vías de integración sociales y populares, ligadas entre sí.

Entre las vías sociales, una estaba centrada en la figura del trabajador como

fuerza nacional, con la justicia social y dignidad laboral como valores centrales,

mientras que, la otra se enfoca en la figura del pobre actuando mediante políticas

sociales compensatorias, donde la intervención social estatal que resultaba

insuficiente se complementa con la beneficencia discreta.

El Peronismo refunde a la ciudadanía y la reconoce como social, alrededor

de la esfera económica, aplicó medidas que se fragmentan en dos direcciones, un

eje horizontal, los derechos y su cantidad-calidad, y un eje vertical que comprende a

los sectores sociales incluidos.

En el año 1949 surge al artículo 14-Bis de la constitución “El trabajo en sus

diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al

trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor; jornada limitada; descanso y

vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración

por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la

producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario;

estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática,

reconocida por la simple inscripción en un registro especial.

Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo;

recurrir a la conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. Los representantes


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gremiales gozarán de las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión

sindical y las relacionadas con la estabilidad de su empleo.

El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter

de integral e irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el seguro social

obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con

autonomía financiera y económica, administradas por los interesados con

participación del Estado, sin que pueda existir superposición de aportes; jubilaciones

y pensiones móviles; la protección integral de la familia; la defensa del bien de

familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna”. El

cual en 1955 tras el derrocamiento de Perón, por parte de las Fuerzas Armadas,

este artículo deja de tener vigencia hasta la reforma constitucional de 1957 donde

se vuelve a implementar la vigencia de este mismo (también reconocido en la última

reforma constitucional de 1994). Aún incluso con las medidas sociales y políticas

implementadas, había una tensión por la particularización y universalidad de

derechos que daría origen a una matriz corporativista, donde el poder político, que

recibe y opera las demandas sociales, interactúa con asociaciones profesionales.

Tal interacción le permite a las organizaciones acceso a los medios estatales siendo

por definición, partícipes de la gestión de políticas públicas. Esto significa que en

este periodo para hacer efectivos los intereses ya no se dependía de un poder

regulador sino del acceso a los círculos políticos.

Solo la salud y educación fueron completamente universales, lo cual confirmó

un sistema híbrido entre la seguridad social, de carácter universal, y el seguro

social, limitado a los trabajadores y familiares económicamente dependientes. Era

una red social sostenida sobre una red de seguridad laboral.


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No menos importante es el hecho de las mujeres entrando en el mundo

laboral en el año 1930, pero, ¿por qué se las implementa en ese mundo? Esto se

debe a que las grandes empresas, en este caso estaríamos hablando de los

frigoríficos, argentinos fueron dominados por empresas británicas y

norteamericanas, tras la investigación hecha por Mirta Zelda, en ella nos demuestra

nuevas organizaciones laborales, las cuales aumentaban la productividad de los

frigoríficos norteamericanos. Esa estructura se basaba una organización jerárquica,

esta consistía en supervisores y capataces, el primer caso donde fue aplicada esta

metodología fue en el frigorífico swift, pero para ello necesitaba muchos

trabajadores, además de ello nos estamos refiriendo a un contexto de guerras

dónde la mano de obra escaseaba y por esa razón se empezaron a implementar a

las mujeres en el mundo laboral.

Unos de los aspectos fundamentales de esta transformación es la

redefinición en las vías y modos de la integración social. En lugar de una dinámica

de integración surge lo que Castel (1997) llama una nueva cuestión social: la

desafiliación. Este fenómeno se presenta con mayor crudeza en contextos sociales,

como el de nuestro país, marcados por la polarización y fragmentación social. Con

la crisis del Estado de Bienestar los marcos colectivos, que estructuraban las

identidades sociales e individuales y la socialización de los sectores populares,

sufren un proceso de desinstitucionalización. El principal marco colectivo era el

propio Estado, que ofrecía protección y seguridad, y brindaba una solución al

problema de la integración, convirtiéndose, como señala Castel, en una respuesta a

las dificultades y los riesgos de existir como individuos.

Por desgracia de los trabajadores se volvía a una precarización del trabajo,

esto ocasiona un trabajo informal o una flexibilización de los contratos, aunque el


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fenómeno más importe o mejor dicho el que fue más notable durante esta etapa fue

el “Cuentapropismo”, este término se le otorgó a la busqueda de vivir de manera

autónoma, junto a este fenómeno surgió el “Falso trabajo autónomo”, son

trabajadores que para el Estado son autónomos, no obstante estos eran

asalariados, es decir una forma de fraude. Estos cambios se dieron en nombre del

Estado, eran medidas que degradan el trabajo y la seguridad social, pero, ¿quiénes

fueron los más afectados? Los más afectados en esta época fueron los que no

tenían ningún tipo de estudio, ya que la educación y el trabajo empezaba a tener

una relación muy estrecha con la educación, por esto mismo las empresas dejaban

de contratar gente que no poseían estudios y por consiguiente la desocupación

aumentaba cada vez más, también conllevaba una mayor desorganización de los

trabajadores.

Ya en un escenario Neoliberal, se otorgó prioridad al mercado como

mecanismo de inclusión, lo que produjo un desgaste en la ciudadanía como modelo

social. Asimismo, se implementaron reformas que podrían simplificarse en 3

grandes grupos.

· Patrimonialismo, el Estado pierde la autonomía y capacidad institucional

sobre la propiedad privada, cuando las ciudadanías se fragmentan, se puede

apreciar el modelo patrimonialista, ligado al régimen liberal, presenta dos ejes, la

idea del ciudadano propietario y la autorregulación como base de la autonomía

individual y se adjudica a aquellos con los recursos para encarar estos

conceptos

· Asistencialismo, se basa en la contención de la pobreza mediante planes

sociales y ayuda social directa


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· Reforzamiento del sistema represivo institucional, se criminaliza el conflicto

social apuntando a las capas más pobres.

Como consecuencia de lo anteriormente dicho, es decir que nos referimos a la

desigualdad social generada por el Estado neoliberal, tras esto los trabajadores se

vieron en la obligación de formar una nueva organización, la cual se basaba en

trabajadores ocupados y desocupados, explicados a continuación.

● Trabajadores ocupados, eran principalmente los “sindicatos”, estos era una

organización que agrupaban a los trabajadores (esto era en función al trabajo

que realizaba la empresa), cuya función era defender los intereses de sus

afiliados y a su vez promover acciones sociales y culturales, además de

complementar los de seguridad social obligatoria, etc. En la Argentina, hubo

diferentes legislaciones que regulaban la actividad de los sindicatos. Estos

sindicatos eran regulados por la Ley N°23551 de asociaciones sindicales,

sancionada en 1988, reformada en 2002 (Ley N° 25674) y nuevamente en

2008 (Ley N° 26390). De acuerdo a esta Ley hay 3 formas que pueden

asumir sindicatos o uniones, federaciones y confederaciones.

● Trabajadores desocupados, nació por la lucha para recuperar sus puestos de

trabajo, estas decisiones eran tomadas en asambleas, y a este grupo de los

denominó como “piqueteros”. Estas luchas incluían el derramamiento de

sangra por lo tanto Carlos Menem y Fernando De La Rúa, tomaron la

decisión de responder a sus reclamos, otorgando planes para disminuir los

conflictos, por esto mismo el nuevo sujeto en los sindicatos con otros tipos de

reclamos hacia el Estado.


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Derechos politicos

Para comenzar a hablar de este tema, totalmente centrado y referido a la

Argentina (ergo no vamos a realizar una explicación desarrollada de la Revolución

Francesa y otras Revoluciones o movimientos organizados que tuvieron lugar en

otros países), deberemos situarnos en el Río de la Plata, donde los principios de

soberanía popular y sufragio universal fueron los pilares del sistema político desde

comienzos del siglo XIX. En la década del 1820, la provincia de Buenos Aires

estableció el voto sin restricciones para todos los varones adultos y no lo cambiaría.

Y cuando se dictó la Constitución Nacional en 1853 esa tradición quedó consagrada

para siempre. Todas las leyes electorales dictadas desde entonces han respetado

este principio. De manera tal que, en la Argentina, nunca hubo límites legales para

el voto ciudadano, un hecho que nos diferenciaba del resto de países.

No obstante, resultaría ilusorio afirmar que la historia de la participación

política ciudadana fue menos conflictiva aquí que en otras tierras. Las cuestiones

vinculadas al sufragio y la ciudadanía fueron tema de debate permanente para las

élites locales. No faltaron voces que, apelando a los mismos esquemas

argumentativos que las élites conservadoras de Europa, se alzaran contra el voto de

los sectores populares.

Un buen ejemplo de ello puede encontrarse en los debates en torno a los

alcances del sufragio que tuvieron lugar en el Congreso de 1826. Allí, Castro,

hombre de la Iglesia católica, proponía excluir a “todo aquel que no tuviera

propiedad u oficio útil” y exclamaba, “¡Cuán difícil será que emita en su voto su

propia opinión aquel que del patrón de quien depende recibe su pan y su
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subsistencia!”. Casi cincuenta años más tarde, en la Asamblea Constituyente de

Buenos Aires (1870-1873)., el diputado Marín proponía el sufragio calificado y

censitario, “Limitemos el ejercicio de la soberanía a la parte más inteligente y capaz

de la provincia o de la ciudad, daremos gran responsabilidad a las mesas receptoras

de votos y entonces el resultado de la elección será manifestación franca y

verdadera de la mayoría del país”

Si bien estas propuestas nunca alcanzaron el consenso necesario para

convertirse en ley, son de cualquier manera ilustrativas del problema que

representaba el sufragio universal irrestricto para las élites de la época.

Tras la sanción de la Constitución Nacional en 1853, las elecciones que se

realizaban periódicamente, servían para pautar la designación de diputados

provinciales y nacionales, de electores para presidente y vicepresidente, y de

integrantes de Gobiernos municipales. Sin embargo estas elecciones no respetaban

al cien por ciento lo que efectivamente era el verdadero ejercicio de la soberanía

popular.

En Argentina, el control de la maquinaria estatal ofrecía los instrumentos para

manipular las elecciones. Para esta época el voto no era secreto ni obligatorio, lo

cual facilitaba, aún más, la posibilidad de tener un control total sobre los sufragios.

En todas las fases del proceso electoral, desde el empadronamiento hasta el

escrutinio y el pronunciamiento definitivo sobre la validez de los comicios, el aparato

oficial tenía un peso decisivo.

En principio, es de total importancia remarcar que los votantes, además de

estar sometidos a las reglas de manipulación, la participación en las elecciones

durante gran parte del siglo XIX era demasiado limitado, un ejemplo conciso, es en
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la provincia de Buenos Aires, quienes votaban no alcanzaban a representar el dos

por ciento de la población.

Finalmente, es primordial destacar que los actos electorales se

caracterizaban por altos niveles de fraude y violencia, que llegaban a convertirlos en

enfrentamientos abiertos entre las huestes de los poderes locales; lo cual

desalentaba notablemente la participación en los comicios de quienes no formaban

parte de las clientelas.

Para seguir avanzando en la historia nos deberemos situar entre el 1862 y

1930, que como anteriormente se mencionó, ésta etapa se encontraba totalmente

caracterizada por la gran cantidad de inmigrantes que ingresaron al país. En

consecuencia se comenzaba así a configurarse una sociedad nueva que alteraba

sus rasgos culturales, económicos y demográficos a un ritmo vertiginoso.

Sin embargo, estas transformaciones no estuvieron acompañadas por la

ampliación de derechos políticos ni la participación popular en los asuntos públicos.

La clase dirigente que llevó adelante la organización y conducción de Estado entre

1880 y 1916 fue profundamente conservadora en el plano político. Tenía ante sí el

desafío de construir un régimen de gobierno estable y, al mismo tiempo, evitar que

la democracia pudiera socavar su poder y sus privilegios. Desde ese momento, si

bien se respetó el principio de sufragio universal, construyó una modalidad de

gobierno basada en la exclusión de hecho de las mayorías, la mediatización de los

modos de elección (a través del voto indirecto) y diversos mecanismos de control y

manipulación del voto popular.

Avanzando un poco más en el tiempo deberemos situarnos en el año 1910,

mientras se celebraba el Centenario de la Revolución de Mayo, cobraron impulso


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las voces de muchos intelectuales y políticos que veían con preocupación el

distanciamiento, que con cada situación era cada vez más grande, entre los

gobernantes y la sociedad. Joaquín V. González, por ejemplo, senador por la

provincia de La Rioja, en ocasión de los debates en torno a la reforma electoral que

proponía Roque Sáenz Peña (1912), quien planteaba ante la Cámara:

“Este país según mis convicciones, después de un estudio prolijo de nuestra

historia, no ha votado nunca. [...] Lo odioso no es que cometan venalidades, que se

cometan maniobras fraudulentas por los ciudadanos, sino que sea el Gobierno

mismo el que provoque esos delitos” (Roque Sáenz Peña 1912).

El resultado de estos debates se vió reflejado en la sanción de la Ley 8871,

conocida como Ley Sáenz Peña. Esta ley estableció, por primera vez en la

Argentina, el voto universal, secreto y obligatorio para todos los varones adultos.

Como en cada situación había parte de las personas que confiaban en él, sin

embargo, también había una parte opositora, que eran la “otra parte de la élite”,

quienes se mostraron más cautelosos y propusieron modalidades de ampliación

política que permitieran un mayor control de esa incorporación (por ejemplo, que el

voto sea secreto, pero no obligatorio)

Tras este hecho en 1916 se realizaron las primeras elecciones generales bajo

la nueva ley. Para sorpresa de muchos, el triunfador fue Hipólito Yrigoyen, líder

radical, que había ganado la adhesión de las capas medias urbanas y, en menor

medida, la de los sectores populares.

La sanción de esta ley marca, sin lugar a dudas, un hito en la historia de los

derechos políticos en la Argentina. Cabe recalcar que, la participación política de la


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ciudadanía en los asuntos públicos encontraría, a lo largo del siglo XX, nuevas

ampliaciones y, también, nuevas restricciones.

El 6 de septiembre de 1930, el general José F. Uriburu encabezó el primer

golpe de Estado de la historia Argentina, derrocando al segundo constitucional de

Hipólito Yrigoyen. Un poco más tarde, se realizaron elecciones para elegir

gobernador en la provincia de Buenos Aires, y en esa oportunidad los radicales

volvieron a triunfar. La reacción del Gobierno fue inmediata, las elecciones fueron

anuladas y el radicalismo fue proscripto. A partir de entonces, y hasta 1935, el

radicalismo quedó excluido de los comicios.

Luego, para evitar un nuevo triunfo del yrigoyenismo, los conservadores y sus

aliados recurrieron al fraude. Y no dejarían de hacerlo, a lo largo de 1930, el

régimen político se sustentaría sobre la práctica sistemática del fraude electoral.

Esta década fue denominada como “Década Infame”, no faltaban quienes defendían

este fraude.

Los Gobiernos fraudulentos de ésta década se vieron interrumpidos cuando

un grupo de oficiales del Ejército realizó un nuevo golpe de Estado, el 4 de junio de

1943.

Para ponernos más en contexto sobre lo que pasó el 6 de septiembre de

1930, hablaremos sobre lo que realizó Uriburu, quien se puso al frente de las tropas

y oficiales del Colegio Militar de la Nación y marchó sobre el centro de buenos. Las

fuerzas a sus órdenes eran apenas dos mil soldados y cadetes, pero a medida que

avanzaban se le fueron sumando gran cantidad de civiles; no encontró resistencia

alguna hasta llegar frente al Congreso, donde un tiroteo dispersó la columna que

intentaba frenarlo. Acompañado por unos pocos oficiales, siguió camino hasta la
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Casa Rosada, donde forzó la renuncia del vicepresidente. Yrigoyen huyó a La Plata,

y entregó su renuncia al comandante de un regimiento. Fue arrestado, recluido en la

Isla Martín García, y su casa fue saqueada. Uriburu se nombró a sí mismo

presidente provisional, dando inicio al primer golpe militar de la historia Argentina.

Retomando el fin del fraude, que tuvo lugar en la elección de febrero de

1946, en la que la fórmula Perón-Quijano, del Partido Laborista, triunfó con un

cincuenta y dos por ciento de los votos y Juán Domingo Perón asumió por primera

vez la Presidencia de la Nación. El primer gobierno peronista habilitó el voto de las

mujeres, sancionando en 1947 la Ley 3010. En las elecciones generales del año

1952 (en las que Juan D. Perón fue reelecto), las mujeres argentinas, ejerciendo su

nuevo derecho de elegir y ser elegidas, votaron por primera vez, y las primeras

legisladoras asumieron sus cargos públicos. Se alcanzaba, así, el punto más

inclusivo en la historia argentina en materia de ciudadanía política.

El ejercicio de esta ciudadanía encontró, además, nuevos modos de

expresión. La participación activa de los sectores populares en la vida política se

manifestó, también, más allá de las urnas. Esta participación se dio

fundamentalmente a través de la constante organización y movilización a la que

apelaba el Gobierno, a la que algunos sectores del peronismo denominaron

democracia participativa.

Conclusión

Como se ha podido observar, la Ciudadanía es un término cuyo significado

puede ser interpretado acorde a un contexto social y político, ligado, a sucesos en el


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ámbito económico y productivos y una búsqueda interminable por reconocimiento ,

esta definición siempre relaciona dos elementos, cada uno con un rol donde se

busca beneficiar a un sector social y por resultado salir beneficiado uno. Así como

fue previamente dicho, aquella parte que actúa sobre la otra tomó una

denominación formal como Estado, el cual variará sus ideologías y formas de

accionar con el desarrollo del tiempo y la sociedad, o sectores populares, que, en

teoría, vendrían a ser el elemento de la relación beneficiada. Los Estados vendrían

a vincularse a diversos sectores populares, los cuales, presentan reclamos en

materia legal, laboral, social, cultural y política para intentar alcanzar un estado de

igualdad en la sociedad produciendo así múltiples enfoques aplicados por los

distintos tipos de estados para cumplir, o intentar cumplir, las demandas. Entre las

medidas, se disputaba el respeto a la propiedad individual, el apoyo a los sectores

sociales y el rango así como organización que los mercados tendrían. Esto define a

los tipos de Estado Liberal, Benefactor y Neoliberal, donde cada uno presenta una

postura que permite una interpretación diferente de la ciudadanía, donde de

igualdad social en ámbitos jurídicos, pasa a un concepto particularista y no

universal, más tarde llevándola a degradarse como modelo social y laboral.

Por lo tanto, podemos establecer a la ciudadanía como un elemento sujeto a

tantos factores que su consideración es mayormente subjetiva, descartandose lo

concreto más que para una generalización no precisa.

Lista de Referencias

CAFIERO,Belen. Transformaciones en la conformación de la ciudadanía de los

sectores populares en la Argentina Neoliberal. Buenos Aires, 2008.


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Melgarejo Mariana. Política y Ciudadanía. Buenos Aires. Ministerio de la Nación,

2015.

Eggers-Brass, Teresa. Construcción de la ciudadanía III. Ituzaingó, Maipue, 2016.

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