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SC 0998 2010 R Sap y Relacion Con Otros Sistemas
SC 0998 2010 R Sap y Relacion Con Otros Sistemas
Cuando una Constitución es reformada o sustituida por una nueva, la Constitución en sí,
mantiene su naturaleza jurídica, toda vez que ontológicamente sigue siendo la misma
norma -fundamental y suprema dentro de un Estado- y precisamente por su especial y
exclusiva naturaleza jurídica, su operatividad en el tiempo no es la misma que de las
normas ordinarias, de manera que la Constitución Política del Estado y sus
disposiciones, a partir de su promulgación, el 7 de febrero de 2009, se constituye en la
Ley Fundamental y fundamentadora del ordenamiento jurídico del nuevo Estado
boliviano, acogiendo en su contexto valores y principios propios de la realidad sobre la
cual se cimienta la convivencia social en un Estado Social y Democrático de Derecho;
en consecuencia, todas las normas inferiores deben adecuarse a lo prescrito por ella (art.
410.II de la Constitución Política del Estado [CPE]) pudiendo inclusive, operar hacia el
pasado por cuanto su ubicación en la cúspide del ordenamiento jurídico implica que es
éste el que debe adecuarse a aquélla, pues sus preceptos deben ser aplicados en forma
inmediata, salvo que la propia Constitución disponga otra cosa, en resguardo de una
aplicación ordenada y de los principios constitucionales.
En este sentido, el art. 410.II de la CPE, establece la supremacía de la Constitución
Política del Estado y el art. 6 de la Ley 003 de 13 de febrero de 2010, denominada Ley
de Necesidad de Transición a los Nuevos Entes del Órgano Judicial y Ministerio
Público, que respecto a la primacía de la Constitución y vigencia de las leyes determina:
“Las competencias y funciones de la Corte Suprema de Justicia, del Tribunal
Constitucional, del Consejo de la Judicatura, del Tribunal Agrario Nacional y del
Ministerio Público se regirán por la Constitución Política del Estado y por las leyes
respectivas…”.
Por consiguiente, considerando que la nueva Constitución, ha abrogado la Constitución
Política del Estado de 1967 y sus reformas posteriores, y que la Disposición Final de la
misma determina: “Esta Constitución aprobada en referéndum por el pueblo boliviano
entrará en vigencia el día de su publicación en la Gaceta Oficial”, tomando en cuenta la
primacía de la Constitución, la presente Sentencia, pronunciada en vigencia de la nueva
Ley Suprema, resuelve el caso concreto a la luz de las normas constitucionales actuales,
sin dejar de mencionar las invocadas por el accionante al momento de plantear el
recurso.
III.2. Términos en la presente acción tutelar
La Constitución Política del Estado dentro de las acciones de defensa de derechos
fundamentales, en el art. 128 prevé la acción de amparo constitucional, en cuyo
procedimiento en el art. 129.III establece que: “La autoridad o persona demandada, será
citada en la forma prevista para la acción de libertad…”, luego en el parágrafo IV
añade que: “La resolución final se pronunciará en audiencia pública inmediatamente
recibida la información de la autoridad persona demandada y, a la falta de esta, lo hará
sobre la base de la prueba que ofrezca la persona accionante. La autoridad judicial
examinará la competencia de la servidora pública o del servidor público o de la persona
demandada, y en caso de encontrar cierta y efectiva la demanda, concederá el amparo
solicitado”.
Por su parte, la Ley del Tribunal Constitucional si bien en el art. 97.I y II refiriéndose a
la personería de quien interpone esta acción tutelar lo señala como “recurrente”, y
contra quien se dirige lo denomina parte “recurrida”, empero, es coincidente en lo
referente a la forma de resolución, cuando en el art. 102 establece que: “La resolución
concederá o denegará el amparo…”.
En consecuencia la terminología a utilizarse para referirse a la persona que interpone
esta acción tutelar será “accionante” o “demandante”, y con relación a la autoridad o
persona contra quien se dirige esta acción corresponderá el término “accionado” o
“demandado” indistintamente. Asimismo, en cuanto a la terminología con referencia la
parte dispositiva, en caso de otorgar la tutela se utilizará el término “conceder” y en
caso contrario “denegar” la tutela.
Asimismo, cabe señalar que si bien de conformidad a lo establecido por la SC
0505/2005-R de 10 de mayo y el AC 0107/2006-RCA de 7 de abril, la Comisión de
Admisión revisa los casos en que las acciones de amparo hubiesen sido declaradas
“improcedentes” o “rechazadas” por los tribunales de garantías; existen casos en los que
pese a ser admitida la acción tutelar, haberse llevado a cabo la audiencia y emitido
resolución, una vez elevada la causa, en revisión ante este Tribunal, en forma posterior
al sorteo, el Pleno advierte que no es posible ingresar al análisis de fondo, sea por una
de las causales previstas por el art. 96 de la LTC, por el incumplimiento evidente al
principio de subsidiariedad o por haber sido presentada la acción en forma
extemporánea, a objeto de guardar armonía y no generar confusión con la terminología
propia de la fase de admisión, corresponde en esos casos, mantener la terminología
“denegar” con la aclaración de que “no se ingresó al análisis de fondo”.
A fin de unificar y armonizar criterios de orden procesal, se deja constancia, que a partir
de la SC 0096/2010-R de 4 de mayo, corresponde utilizar la terminología
precedentemente explicada, la cual será de carácter vinculante conforme disponen los
arts. 4 y 44.I de la LTC, para todas las autoridades judiciales que actúen como tribunal
de garantías constitucionales, como para este Tribunal.
III.3. Análisis del caso
A partir del Sistema de Programación de Operaciones se definen los objetivos de
gestión (anuales), las operaciones a desarrollar para alcanzar dichos objetivos y los
recursos necesarios. En función de las necesidades de personal, identificadas en el
Servicio de Programación de Operaciones, a través del Sistema de Administración de
Personal, se promueve la elaboración del plan de personal, para proveer a la entidad de
los recursos humanos necesarios que apoyen el logro de objetivos y corresponderá al
Seguro Obligatorio Automotriz (SOA), definir la estructura de la entidad, la cual sirve
de base para que el Sistema de Administración de Personal, promueva la elaboración del
plan de personal y se realice la contratación para conformar las áreas y unidades
organizacionales. La función del Sistema de Administración de Personal es atender
integralmente las demandas de personal para apoyar el funcionamiento de la entidad,
ajustándose continuamente a los cambios que se producen en la estructura
organizacional.
Doctrinalmente la carrera administrativa, ha sido definida como el derecho del
funcionario público a ascender, dentro de la jerarquía administrativa, a través de un
sistema de promoción que le permita a lo largo de su vida profesional, tanto la
consolidación de mejores retribuciones, como el acceso a puestos de trabajo más
cualificados. La carrera administrativa, por un lado para el funcionario público,
constituye una garantía de progresar hacia mejores puestos de trabajo, con la certeza que
su esfuerzo continuado en el trabajo, es reconocido por la misma normativa; por otra
parte para la Administración supone que va a poder contar con un adecuado contingente
laboral, sin necesidad de acudir a otras fuentes de dotación, en un ambiente favorable
para el desempeño diario de servicios públicos.
La carrera administrativa consiste en la promoción y ascenso de un funcionario, de un
puesto de trabajo a otro de mayor nivel, constituye un auténtico derecho del funcionario
público, que va a permitirle el progresivo avance en su vida profesional y el acceso a
puestos de trabajo más cualificados, con mayor responsabilidad y con superior
retribución; supone, pues, la valoración de la actividad profesional del funcionario
desde su inicio, de manera que las sucesivas adquisiciones de grado superiores van a
entrañar un implícito reconocimiento del nivel de competencia profesional que en cada
momento alcanza el funcionario.
El art. 23 del EFP, establece que: “Los procesos de reclutamiento de personal en las
entidades públicas, comprendidas en el alcance del presente Estatuto, estarán fundados
en los principios de mérito, competencia y transparencia, a través de procedimientos que
garanticen la igualdad de condiciones de selección”.
En función a lo establecido en el Estatuto del Funcionario Público, sus modificaciones,
su Reglamento, las Normas Básicas del Sistema de Administración de Personal y
disposiciones complementarias, la carrera administrativa se aplicará solamente a todos
los servidores públicos cuyos puestos estén comprendidos entre el cuarto y octavo nivel
jerárquico de la entidad; es decir: profesionales, técnicos-administrativos, auxiliares y
servicios. La normativa de la carrera administrativa, se aplica al personal del sector
público que se desempeña en puestos de carrera y que no pertenecen a otras carreras
públicas o grupos regulados por leyes especiales.
El 1 de abril de 2004, es creado el Servicio Nacional de Geología y Minería y del
Servicio Técnico de Minas, dependiente del Ministerio de Minería e Hidrocarburos con
competencia a nivel nacional, autonomía de gestión administrativa, legal y técnica,
dependiendo funcionalmente del Viceministerio de Minería y estructura propia, en la
que se encuentran la Dirección Técnica de Geología y la Dirección Técnica de Minas en
segundo nivel, dependiendo únicamente de la Dirección Ejecutiva Nacional, entonces,
los niveles jerárquicos, comprenden al Director Ejecutivo Nacional, Directores de
Servicios Técnicos y Geológicos, Jefes Regionales y Departamentales y el personal
profesional y técnico.
Por lo expuesto, y del análisis e interpretación de las conclusiones efectuadas, se puede
concluir que el accionante, fue designado como Director Técnico de Geología del
SERGEOTECMIN el 7 de octubre de 2004, mediante memorándum 149/2004, siendo
ratificado en dicho cargo, el 3 de enero de 2005, por el Director General Ejecutivo,
razón de orden legal por la que se puede afirmar que, el ingreso del mismo a la entidad
no se encuentra dentro de los alcances de la carrera administrativa, en primer lugar,
debido a que el proceso de incorporación no fue realizado en base a una convocatoria
pública, sin la consecuente validación por parte de la Superintendencia del Servicio
Civil, y en segundo lugar, porque el cargo de Director que ocupaba el accionante, hasta
el momento de su desvinculación, correspondía a la categoría de libre nombramiento,
señalada en el art. 5 inc. c) del EFP, extremo confirmado por la Superintendencia del
Servicio Civil, entidad titular, del resguardo del cumplimiento de la carrera
administrativa, cuando, a través de la RA SSC-002/2006, determinó la no incorporación
a la carrera administrativa del accionante, en base al fundamento legal ya expresado en
esta Sentencia, que encuentra su respaldo en las SSCC 1311/2005-R y 1714/2004-R,
que señalan; “...no están sujetos a las disposiciones relativas a la carrera
administrativa, lo que importa que no se reconoce para estos servidores algunos de los
derechos que el catálogo de derechos del funcionario público consagra, como el de la
estabilidad, pues su ingreso, también diferente del de los funcionarios de carrera, está
exento de formalidades, requisitos y procedimientos, siendo por ello que se denominan
de libre nombramiento, pues es suficiente la voluntad de la máxima autoridad de la
entidad; de igual modo para proceder a su retiro o remoción, tratándose de
funcionarios de libre nombramiento, sólo es suficiente la voluntad de la autoridad
que lo nombró, por lo que no necesita de ningún procedimiento disciplinario
sancionador interno, o de otro tipo, siendo una facultad discrecional otorgada por la
ley” (las negrillas son nuestras).
Por los argumentos señalados ut supra; consecuentemente, se concluye que la supuesta
falta de competencia del Ministro de Minería para conocer y resolver el recurso
jerárquico no es tal, toda vez que, reiterando lo expresado, el accionante no contaba con
el estatus de funcionario de carrera; por tanto, es inaplicable al caso de autos el DS
26319; consiguientemente, no se detecta vulneración a la garantía del debido proceso en
su vertiente al juez natural, por cuanto la autoridad que conoció el recurso actuó
conforme las atribuciones previstas por ley.
En cuanto a la supuesta vulneración de los otros derechos invocados, este Tribunal, no
encuentra relación de causalidad entre los hechos ocurridos y las vulneraciones
denunciadas, en razón a que no se precisó de qué forma éstos derechos o garantías
constitucionales fueron lesionados; entonces, la problemática planteada por el
accionante, en lo que se refiere a éstos puntos, no tiene relevancia de orden
constitucional.
De todo lo expuesto, se concluye que el Tribunal de garantías, al haber concedido el
recurso, no evaluó correctamente los datos del proceso y las normas aplicables al
mismo.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción y competencia que le confieren
los arts. 4 y 6 de la Ley 003 de 13 de febrero de 2010, denominada Ley de Necesidad de
Transición a los Nuevos Entes del Órgano Judicial y Ministerio Público; 7 inc. 8) y
102.V de la Ley del Tribunal Constitucional, en revisión, resuelve REVOCAR la
Resolución 020/07 de 13 de junio de 2007, cursante de fs. 485 a 486 vta., pronunciada
por la Sala Social y Administrativa Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de
La Paz; y en consecuencia, DENIEGA la tutela solicitada, sin costas ni multa.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional.
Fdo. Dr. Juan Lanchipa Ponce
PRESIDENTE
Fdo. Dr. Abigael Burgoa Ordóñez
DECANO
Fdo. Dr. Ernesto Félix Mur
MAGISTRADO
Fdo. Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Marco Antonio Baldivieso Jinés
MAGISTRADO