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REPÚBLICA DE COLOMBIA

Libertad y Orden

TRIBUNAL SUPERIOR MILITAR


__________

Sala: SEGUNDA SALA DE DECISIÓN


Magistrado ponente: CORONEL
FABIO ENRIQUE ARAQUE VARGAS
Radicación: 157612–6939–XIII–573-009-ARC
HAY PRESO
Procedencia: JUZGADO CIENTO SEIS DE INSTRUCCIÓN
PENAL MILITAR
Procesado: IMAR. RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO
Delito: DEL CENTINELA
Motivo de alzada: APELACIÓN MEDIDA DE ASEGURAMIENTO
Decisión: REVOCA MEDIDA DE ASEGURAMIENTO Y
ORDENA LIBERTAD AL DECRETAR NULIDAD
POR VIOLACIÓN A PRINCIPIO DE
LEGALIDAD

Bogotá, D.C., quince (15) de abril de dos mil trece


(2013)

1. V I S T O S:

Por vía de apelación interpuesta por la Doctora NURIS


ROCÍO RODRÍGUEZ Defensora, conoce la Segunda Sala de
Decisión del interlocutorio fechado el 19 de febrero
de 2013 en Puerto Leguízamo (Putumayo), mediante el
cual el Juzgado Ciento Seis de Instrucción Penal
Militar, impuso medida de aseguramiento consistente en
detención preventiva sin beneficio de libertad al
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IMAR. RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO
DEL CENTINELA

IMAR. RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO, sindicado del punible


del centinela.

2. H E C H O S:

Se encuentran sintetizados en la providencia apelada


en los siguientes términos:

En octubre 14 de 2012, durante una ronda de la


señorita oficial de guardia Teniente de Corbeta
YESIKA RANGEL, encontró dormido al infante de
marina RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO quien estaba
prestando el servicio de centinela en el puesto
denominado yámari o piscis II. 1”

3. ACTUACIÓN PROCESAL

Por los hechos señalados en anterioridad, el Juzgado


Ciento Seis de Instrucción Penal Militar inició formal
investigación el 31 de octubre de 20122 en contra del
IMAR. RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO por el punible del
centinela, recepcionando indagatoria al conscripto el
24 de enero de la anualidad que avanza3, definiendo la
situación jurídica el 19 de febrero del presente año4
donde profirió medida de aseguramiento de detención
preventiva sin beneficio de libertad al citado infante
de marina por el citado punible. Esta decisión fue
apelada por la Doctora NURIS ROCIO RODRÍGUEZ LONGARAY
defensora del sindicado, la cual conoce esta Sala de
Decisión en virtud del recurso en mención.

1
Interlocutorio Juzgado 106 de I.P.M., FL. 106
2
Auto apertura investigación Juzgado 106 I.P.M., fl. 39
3
Indagatoria IMAR. Ramírez Ardila Gustavo, fl. 100 y ss
4
Interlocutorio que resuelve situación jurídica Juzgado 106 de I.P.M., fl. 106 y ss.
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IMAR. RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO
DEL CENTINELA

4. PROVIDENCIA APELADA

El Juzgado Ciento Seis de Instrucción Penal Militar al


resolver la situación jurídica provisional del infante
de marina RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO fundamentó su decisión
mediante la cual impuso medida de aseguramiento de
detención preventiva sin beneficio de libertad en
contra del conscripto, manifestando, que se encuentran
reunidos en el acervo probatorio los requisitos que
contempla el artículo 522 de la Ley 522 de 1999, siendo
claro que el investigado para el 14 de octubre de 2012
fecha de la ocurrencia de los hechos que dieron génesis
a la presente investigación estaba nombrado para
prestar el servicio de centinela en el puesto “YAMARI”
con el indicativo “PISCIS II”, donde su función
principal era la de procurar la seguridad al área de
responsabilidad asignada al puesto en mención, lugar
donde fue encontrado sentado y dormido, acto que está
prohibido durante la prestación de ese servicio.

Al realizar el análisis de los elementos estructurales


del tipo penal cuales son tipicidad, antijuridicidad y
culpabilidad, refiere el A quo, que éstos también se
encuentran reunidos en la conducta desplegada por el
sindicado, la cual vulneró el bien jurídicamente
tutelado del servicio.

Respecto de la justificante dada por el conscripto


cuando mencionó que no se encontraba en buen estado de
salud el día de la ocurrencia de los hechos y que entre
otros síntomas tenía escalofrío, pues en sentir del A
quo, si el sindicado se encontraba en esta situación de

3
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IMAR. RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO
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salud tuvo libre la tarde y mitad de la noche anterior


a la ocurrencia de los acontecimientos, es decir, doce
horas de descanso sin que hubiese acudido a solicitar
atención médica para mejorar los síntomas que
presentaba.

Señala además, que el sindicado habiendo tendio con el


tiempo suficiente para haber informado a sus superiores
la novedad de salud que lo aquejaba a fin que nombraran
un reemplazo, omitió realizar esta acción.

5. RECURSO DE APELACIÓN

La Doctora NURIS ROCIO RODRÍGUEZ LONGARAY defensora


del sindicado, interpuso recurso de apelación en
contra del interlocutorio fechado el 19 de febrero de
2013, mediante el cual el Juzgado Ciento Seis de
Instrucción impuso medida de aseguramiento de
detención preventiva sin beneficio de libertad y le
negó el beneficio de libertad provisional a su
prohijado, mencionando la togada, que el A quo
solamente valoró los testimonios de la Teniente de
Corbeta YESIKA RANGEL y del cabo ARENAS y las fotos
del sindicado donde se observa dormido, pero que
omitió valorar lo favorable al proceso tal como lo
consagra el artículo 29 de la Constitución Política.

Reprocha el hecho de no haberse dado credibilidad a lo


afirmado por su prohijado en la indagatoria donde
manifestó de un lado, que se quedó dormido el día que
prestaba su servicio de centinela porque se encontraba
enfermo, y de otro, que no pudo comunicar e informar
4
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IMAR. RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO
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por radio porque el aparato se encontraba descargado,


manifestación que nunca fue corroborada por la Oficial
de Guardia quien tomó la fotografía e informó lo
sucedido, haciendo caso omiso a lo expuesto por el
sindicado quien manifestó que se encontraba enfermo y
tal como se advierte en la fotografía el infante se
colocó un saco encima del uniforme porque tenía
escalofrío.

Señala además, que el infante de marina RAMÍREZ ARDILA


GUSTAVO, tal como se observa en la orden del día “se
encontraba de Guardia, todos los días, el dice “estaba de
Guardia todos los días, tanto como en mañana, medio día, media noche
y madrugada estaban 6 x 12, seis de Guardia por 12 de descanso y
estaban de corrido, prestaban la guardia descasaba 12 horas y volvía
a coger otras 6 así todos los días.5”

Refiere que lo anteriormente expuesto demuestra que su


protegido se encontraba débil físicamente y que por
falta de sueño su cuerpo no aguantaba más en razón a
los horarios de guardia que debió cumplir durante
varios días.

Con fundamento en lo anteriormente expuesto, solicita


revocar la medida de aseguramiento impuesta a su
prohijado en la providencia proferida por el Juzgado
106 de Instrucción Penal Militar porque en su sentir
la conducta desplegada por el IMAR. RAMÍREZ ARDILA
GUSTAVO se encuentra amparada en una circunstancia de
justificación del acto consagrada en el artículo 33.1
y 6 de la Ley Penal Militar, razón por la cual

5
Recurso de apelación, fl. 145
5
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IMAR. RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO
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solicita se precluya y archive la causa penal


adelantada contra el sindicado.

6. CONCEPTO DEL MINISTERIO PÚBLICO

El Doctor JAIRO ALFONSO PLATA QUINTERO Procurador 315


Judicial Penal II, solicita confirmar la medida de
aseguramiento impuesta por el A quo al sindicado IMAR.
RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO, al considerar que “es necesaria la
imposición de la misma, básicamente, como ya se indicó, porque
además de existir los indicios de responsabilidad, atendiendo a
la protección del bien jurídico tutelado y además porque la
medida restrictiva de la libertad cumpliría con los fines para
los que fue creada, como es la protección a la comunidad militar
y también la comparecencia del implicado al proceso”6. Señala
igualmente, que no se observa justificación alguna en el
actuar del conscripto.

7. PARA RESOLVER SE CONSIDERA:

Esta Corporación es competente de acuerdo al artículo


238.3 del Código Penal Militar para conocer del
recurso de apelación interpuesto por la Doctora NURIS
ROCÍO RODRÍGUEZ LONGARAY apoderada el sindicado, en
contra del interlocutorio proferido por el Juzgado
Ciento Seis de Instrucción Penal Militar el 19 de
febrero de 2013, contra el IMAR. RAMÍREZ ARDILA
GUSTAVO por el delito del centinela. En consecuencia,
esta Corporación por vía del bastión de alzada entra a

6
Concepto Ministerio Público ante esta Instancia, fl. 156 y 157
6
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IMAR. RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO
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dilucidar de acuerdo con los argumentos que sustentan


el recurso, si procede o no su revocatoria.

Prudente se considera precisar que el recurso de


apelación genera en el fallador de Segunda Instancia
el respeto por el Principio de Limitación, el cual no
es absoluto, sino que, el Ad quem está facultado para
extender su competencia a otras materias, en palabras
de la Corte Suprema de Justicia “doctrina y jurisprudencia
coinciden en concluir que la extensión de la competencia del
superior a temas inescindiblemente vinculados al objeto de la
impugnación resulta procedente cuando se advierta hacer
prevalecer el derecho sustancial o cuando ello influya en la
coherencia y la lógica que ha de observarse en la decisión del
superior funcional”7.

Sería del caso iniciar el estudio de los argumentos


presentados por la Defensa del sindicado en su recurso
de alzada, de no ser porque luego de revisado el
proceso se advierten irregularidades en las garantías
judiciales que protegen el debido proceso, en
consecuencia, la corrección de las mismas se logrará
por vía de la declaratoria de nulidad. En virtud a la
no existencia de otro remedio procesal para su
corrección.

7.1- Del principio de legalidad: Cuando se entran


verificar los elementos de responsabilidad penal de un
sujeto por una conducta que se le atribuye a él como
obra suya, una de las primeras preguntas que surgen es
la determinación de la norma aplicable. Desde ya esta
Sala de Decisión anuncia que la conducta asumida el 14

7
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, Rad. 23259, M.P. Doctor Álvaro Orlando Pérez Pinzón, 23
de marzo de 2006.
7
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IMAR. RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO
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de octubre de 2012 por el IMAR. RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO


se deben adecuar bajo los supuestos normativos de la
Ley 1407 de 2010, y no bajo los contenidos en la Ley
522 de 1999 como erradamente lo expuso el A quo al
momento de resolver situación jurídica:

“Sea lo primero aclarar que a pesar de la existencia de


dos compendios normativos que tratan específicamente el
tema de la justicia castrense, el compilado que resulta
aplicable a este asunto, en razón a que la Ley 1407 de
2010 aún no presente (sic.) posibilidad de aplicación,
toda vez que no está regulada su aplicación de forma
total ni su eventual implementación, tal como lo ordena
esa misma ley. Dicha tesis es la que se ha venido
sosteniendo este despacho con anterioridad (sic.) sin
embargo en esta jurisdicción especializada no se ha
logrado un consenso al respecto”8.

Esta Sala de Decisión no comparte los argumentos


expuestos por el A quo para negarse a aplicar la Ley
1407 de 2010 y menos el argumento que así procede
porque esa es la tesis del Juzgado, ha de aclararse
que de manera pacífica la posición mayoritaria del
Tribunal Superior Militar coincide en que la Ley 1407
de 2010 nuevo Código Penal Militar es aplicable a las
conductas asumidas por los uniformados a partir del 17
de agosto de 2010.

En otras palabras los efectos vinculantes del nuevo


Código Penal Militar, es decir, la Ley 1407 de 2010 se
hacen exigibles para las conductas cometidas desde el
17 de agosto de 2010, salvo la ritualidad
procedimental que está supeditada a un régimen de
implementación, sobre este tema nos remitiremos a las

8
Interlocutorio que resolvió situación jurídica, Juzgado 106 de I.P.M. fl. 106
8
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consideraciones que esta Sala de Decisión ha sostenido


desde el año 2012, como a continuación se indica:

“7.2- De la vigencia de la Ley 1407 de 2010:


Conveniente resulta precisar que son varias decisiones9
emitidas por el Tribunal Superior Militar en las que se
ha señalado que la Ley 1407 de 2010 cobró vigencia a
partir del 17 de agosto de 2010 y en tal sentido ha
aplicado varios de sus contenidos, por solo enunciar
algunos la no imposición de pena accesoria según los
criterios del artículo 51 de la Ley 1407 de 2010 y el
no trámite del grado jurisdiccional de consulta entre
otras.

En igual sentido, la misma decisión10 que invoca el


Apelante como fundamento de su impugnación afirma
categóricamente que la Ley 1407 de 2010 está vigente a
partir del 17 de agosto del mismo año. Y cobra mayor
fuerza argumentativa al cumplir con el carácter
vinculante que implica la Sentencia C-444 del 25 de
mayo de 2011 cuando al decidir sobre la demanda de
inconstitucionalidad del artículo 628 de la Ley 1407 de
2010 afirmó que su fallo tendría efectos desde el 17 de
agosto de 2010, fecha de publicación de la ley en
mención en el Diario Oficial, igualmente, fecha a
partir de la cual “se entenderá vigente la norma para
todos los efectos sin perjuicio de la aplicación de lo
previsto en aparte final del artículo 628 – no demandado –
según la cual los procesos en curso – al entrar en vigencia
la ley – continúan su trámite por la Ley 522 de 1999 y las
normas que lo modifiquen”11.

Ahora bien, no resultan necesarios mayores argumentos


para señalar entonces que el Código Penal Militar

9
Ver Tribunal Superior Militar radicados 157156, Segunda Sala de Decisión, M.P. TC. Fabio Enrique Araque
Vargas, 31 de octubre de 2011; 157086, Primera Sala de Decisión, M.P. TC. Ismael Enrique López Criollo, 14 de
marzo de 2012; 157120, Cuarta Sala de Decisión, M.P. TC. Jacqueline Rubio Barrera, 28 de septiembre de 2011;
157132, Segunda Sala de Decisión, M.P. MY. (R) José Liborio Morales Chinome, 155246, Cuarta Sala de
Decisión, M.P. CO. Camilo Andrés Suárez Aldana, 28 de enero de 2011; 157084, Primera Sala de Decisión, M.P.
CN. (R) Jorge Iván Oviedo Pérez, 30 de agosto de 2011; 157086, Primera Sala de Decisión, M.P. TC. Ismael
Enrique López Criollo, 14 de marzo de 2012; 156649, Segunda Sala de Decisión, M.P. TC. Fabio Enrique Araque
Vargas, 30 de marzo de 2012; 156075, Primera Sala de Decisión, M.P. TC. Noris Toloza González, 11 de marzo
de 2011; 155246, Cuarta Sala de Decisión, M.P. TC. Camilo Andrés Suárez Aldana, 28 de enero de 2011;
156851, Segunda Sala de Decisión, M.P. MY. (R) José Liborio Morales Chinome, 4 de febrero de 2011; 156850,
Tercera Sala de Decisión, M.P. MY. (R) Marycel Plaza Arturo, 28 de febrero de 2011; 156856, Segunda Sala de
Decisión, M.P. CO. María Paulina Leguizamón Zárate, 21 de febrero de 2011; 156898, Primera Sala de Decisión,
M.P. TC. Ismael Enrique López Criollo, 26 de julio de 2011; 156985, Cuarta Sala de Decisión, M.P. CO. Camilo
Andrés Suárez Aldana, 18 de julio de 2011; 156847, Cuarta Sala de Decisión, M.P. CO. Camilo Andrés Suárez
Aldana, 8 de febrero de 2011,; 156425, Primera Sala de Decisión, M.P. CN. (R) Jorge Iván Oviedo Pérez, 21 de
febrero de 2012; 157130, Segunda Sala de Decisión, M.P. TC. Fabio Enrique Araque Vargas, 29 de febrero de
2012.
10
Tribunal Superior Militar, Tercera Sala de Decisión, Rad. 157127, del 4 de noviembre de 2011.
11
Corte Constitucional, Sentencia C-444 de 2011
9
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consagrado en la Ley 1407 de 2010 está vigente a partir


del 17 de agosto del mismo año. En consecuencia,
resulta importante determinar qué implicaciones trae
que una ley esté vigente; de manera general habrá de
señalarse que todas las normas penales tienen el
carácter de obligatorias durante su vigencia, periodo
que está enmarcado entre dos hitos, el primero, la
promulgación y el otro, la derogación.

De otro lado, la eficacia jurídica es una consecuencia


directa de la vigencia de una ley, eficacia entendida
como los efectos de obligatoriedad y oponibilidad, en
palabras de la Corte: “la vigencia de la ley conlleva
su “eficacia jurídica” entendida como obligatoriedad y
oponibilidad, en tanto que hace referencia “desde una
perspectiva temporal o cronológica, a la generación de
efectos jurídicos obligatorios por parte de la norma de
la cual se predica; es decir, a su entrada en vigor”12.
Entonces, cuando se fija la fecha de inicio de la
vigencia de una ley se señala el momento a partir del
cual dicha normatividad empieza a surtir efectos13, de
la misma manera se alude al periodo de vigencia de una
norma determinada para referirse al lapso de tiempo
durante el cual ésta habrá de surtir efectos
14 15
jurídicos .”

En consecuencia, el hecho de predicarse que una ley se


encuentra vigente genera efectos vinculantes y
obligatorios para la sociedad, incluidos los jueces,
quienes sin embargo, pueden desatender la
obligatoriedad de la ley siempre y cuando en ejercicio
de la excepción de inconstitucionalidad planteen los
argumentos de orden jurídico que en su criterio
contrarían los preceptos constitucionales, sólo en este
evento el carácter obligatorio y vinculante se
debilita.

Aunado a lo anterior, habrá de precisarse que el Código


Penal Militar está consagrado en una sola ley, la cual
se divide en dos partes, una primera, contenida por los
artículos 1º a 171 que se ocupa de la parte sustantiva
donde se incluyen los temas de principios, del
contenido de la conducta punible, de la punibilidad, y
la individualización de los tipos penales.

12
Sentencia C-873 de 2003
13
Sentencia C´-084 de 1996
14
Sentencia C-´873 de 2003
15
Corte Constitucional Sentencia C-444 de 2011
10
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Y una segunda parte contenida en los artículos 172 a


622, titulada procedimiento penal militar, donde se
ocupa de las normas rectoras del procedimiento, temas
de jurisdicción y competencia y naturalmente temas del
ejercicio de la acción penal, la investigación y el
juzgamiento dentro de un sistema oral acusatorio y la
forma como implementará tal procedimiento.

Esta segunda parte nominada EL PROCEDIMIENTO PENAL


MILITAR16 a su vez se divide en diecinueve títulos, el
último de ellos se titula RÉGIMEN DE IMPLEMENTACIÓN17,
desde un método sistemático de interpretación habrá de
entenderse que los presupuestos de este último título
versan sobre el procedimiento penal militar, a esta
conclusión se llega bajo el entendido que dentro del
método de interpretación de la ley existe la técnica
denominada integración de la institución en función de
la división formal del ordenamiento jurídico, la cual
ha enseñado el profesor JAIME GIRALDO ÁNGEL, así:

“La legislación se divide por códigos, y dentro de


ellos puede dividirse por libros, títulos,
capítulos, secciones y subsecciones. Cada división
tematiza una materia con disposiciones que guardan
relación entre sí, y que tipifican y definen las
distintas instituciones. En nuestra legislación,
por ejemplo, se distingue la civil, la penal, la
laboral, la administrativa, etc. La civil se divide
a su vez en personas, bienes, contratos,
sucesiones. Los contratos se dividen en
compraventa, permuta, arrendamiento, etc.

De esta técnica, para interpretar una norma es


necesario mirar el código, libro, título y capítulo
en la cual está inserta, pues su alcance está
determinado por el contenido temático de las
divisiones dentro de las cuales se encuentra”18

El anterior marco doctrinario nos sugiere recordar que


al hacer una interpretación de un artículo se debe
tener en cuenta la división formal del ordenamiento
jurídico al cual pertenece, y en ese orden de ideas
cuando el artículo 628 señala “conforme al régimen de
implementación”19 se está refiriendo al tema del
procedimiento penal militar que va a ser implantado de

16
Ley 1407 de 2010
17
Ley 1407 de 2010
18
GIRALDO ÁNGEL Jaime, Metodología y Técnica de la Investigación Jurídica, Ediciones Librería del
Profesional, pag. 156
19
Ley 1407 de 2010, Artículo 628
11
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manera sucesiva conforme a un plan elaborado al


respecto como lo sugiere el artículo 627 la “ley
establecerá un plan de implementación del sistema acusatorio
en la justicia penal militar”20.

En consecuencia se dirá entonces, que los efectos


vinculantes de la Ley 1407 de 2010 en cuanto al
procedimiento penal militar están supeditados a un
régimen de implementación, más no, se puede afirmar lo
mismo en cuanto a la primera parte de la ley penal
militar en mención, es decir, no se puede señalar que
los efectos vinculantes de la parte sustantiva estén
supeditados a dicho régimen de implementación.21”

Del argumento presentado se ha de reiterar entonces


que el Código Penal Militar Ley 1407 de 2010 se
encuentra vigente desde el 17 de agosto de 2010 y
produce efectos vinculantes en aquellas normas
sustantivas y algunas procedimentales de contenido
sustancial. Por ello, la adecuación típica de las
conductas cometidas a partir de la fecha de la
vigencia se habrá de adecuar a los contenidos de esta
normatividad.

Ha de entenderse igualmente que de manera general una


norma sustancial en materia penal es aquella que
describe las conductas y la punibilidad de las mismas,
mientras que las procedimentales son aquellas que
desarrollan la formalidad del proceso y buscan definir
los contenidos de las sustanciales.

Consecuente con lo anterior y partiendo de la


afirmación que la Ley 1407 de 2010 se encuentra
vigente, surge el interrogante si la Ley 522 de 1999
se encuentra también vigente en cuanto a las normas

20
Ley 1407 de 2010, Artículo 627
21
Ver Tribunal Superior Militar, Segunda Sala de Decisión, Rad. 157351, M.P. CR. Fabio Enrique Araque Vargas,
4 de junio de 2012.
12
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sustanciales y la respuesta a tal incógnita no es otra


que afirmar que la Ley 522 de 1999 en sus contenidos
sustanciales está derogada, razón suficiente que
imposibilita la realización de una adecuación típica
en sus contenidos, sobre este tema igualmente esta
Sala de Decisión también se ha ocupado señalando lo
siguiente:

7.3- De la vigencia de la Ley 522 de 1999: Partiendo de


lo anterior, resulta una verdad incuestionable que el
Código Penal Militar contenido en la Ley 1407 de 2010
se encuentra vigente y frente a ello, de manera
correlativa habrá de preguntarse entonces si la Ley 522
de 1999 se encuentra vigente o no.

Ahora bien, para determinar si la ley 522 de 1999 en lo


que hace referencia a la parte sustancial se encuentra
vigente o no, habrán de abordarse previamente los
conceptos de derogación de la ley, criterios que fueron
enseñados por la Corte Constitucional al resolver la
exequibilidad de los artículos 71 y 72 del Código
Civil, allí enseñó lo siguiente:

“En nuestro sistema el sustantivo derogación, es el


único que define a todas las formas enunciadas de
modificación o supresión de una ley. Así, de
conformidad con los artículos 71 y 72 del Código
Civil, la derogación de las leyes puede ser expresa
o tácita.

Es expresa, cuando la ley dice expresamente que


deroga la antigua. Y tácita, cuando la nueva ley
contiene disposiciones que no pueden conciliarse
con las de la ley anterior.

En la derogación expresa, el legislador señala en


forma precisa y concreta los artículos que deroga.
Es decir, no es necesaria ninguna interpretación,
pues simplemente se excluye del ordenamiento uno o
varios preceptos legales, desde el momento en que
así lo señale el legislador.

Contrario a lo anterior, la derogación tácita


supone un cambio de legislación, una
incompatibilidad con respecto a lo regulado en la
nueva ley y la ley que antes regía. Hecho que hace

13
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necesaria la interpretación de ambas leyes, para


establecer qué ley rige la materia, o si la
derogación es total o parcial.

La ley 153 de 1887 en su artículo 3º establece otra


forma de derogación y es la derogación orgánica. Al
respecto, la jurisprudencia de la Corte Suprema de
Justicia, en sentencia de marzo 28 de 1984, señaló
que:

“La derogación orgánica, que para no pocos autores


no pasa de ser una faz de la derogatoria tácita,
sólo se da es verdad cuando la nueva ley “regule
íntegramente la materia” que la anterior normación
positiva regulaba. Empero, determinar si una
materia está o no enteramente regulada por la ley
posterior, depende de la intención revelada por el
legislador de abarcar con la nueva disposición o
disposiciones toda una materia, aunque en realidad
no haya incompatibilidad alguna entre éstas y las
de la ley anterior.

Sea de ello lo que fuere, lo evidente es que hay


que suponer que la nueva ley realiza una mejora en
relación con la ley antigua; que aquella es más
adecuada a la vida social de la época y que por
tanto responde mejor al ideal de justicia, ideal y
necesidad éstos que tornan urgente la aplicación de
la nueva ley; aplicación que por lo mismo debe ser
lo más amplia posible para que desaparezcan las
situaciones que el propio legislador ha querido
condenar y evidentemente arrasó con la ley nueva.
Es un principio universalmente reconocido que
cuando un legislador emite dos voluntades diversas,
la más reciente prevalece”22

De lo anterior se deriva entonces que la derogación


implica dejar sin efecto una ley anterior y que existen
tres clases de derogatoria: i) la derogación expresa,
ii) la derogación tácita y iii) la derogación orgánica;
bajo tales premisas, es posible entonces afirmar que la
Ley 1407 de 2010 derogó tácitamente contenidos de la
Ley 522 de 1999 o por qué no decirlo, la Ley 1407 de
2010 reúne las características para predicar de ella
una derogación orgánica, pues reguló íntegramente la
materia sobre la ley penal militar.

22
Corte Constitucional, C-159 de 2004
14
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Sin embargo, ha de recordarse que los efectos


vinculantes de la Ley 1407 de 2010 en cuanto al
procedimiento penal miliar están supeditados al régimen
de implementación, lo que implica contrariamente
afirmar, que en los demás aspectos contemplados en la
Ley Penal Militar (Ley 1407 de 2010), ha generado el
fenómeno de la derogación tácita de los contenidos de
la ley 522 de 1999, distintos al procedimiento penal.

Ahora bien, la misma Corte Constitucional ha precisado


que una norma se expulsa del ordenamiento jurídico por
dos vías como son i) la derogatoria y ii) la
inexequibilidad; sobre estos dos fenómenos se ha de
diferenciar que la primera está fundada en móviles de
voluntad política del legislador conforme a criterios
de conveniencia, y la segunda, obedece a unos móviles
exclusivamente jurídicos.

(…)

Lo anterior nos lleva a otra afirmación, cuando se


hacen valoraciones eminentemente de teoría jurídica
frente a una norma, esto corresponde a la figura de la
inexequibilidad de la ley y por supuesto, tal decisión
está en cabeza exclusivamente de la Corte
Constitucional quien se pronuncia al respecto, pero si
es otra autoridad distinta como un juez de la República
quien conforme a la teoría jurídica quiere incidir
sobre la validez o no de una norma, el camino a seguir
es el agotamiento del instituto de la excepción de
inconstitucionalidad, previa confirmación a que la
Corte Constitucional no haya realizado dicho juicio.

Sin embargo, la Corte Constitucional en sus fallos de


control constitucional sobre la Ley 1407 de 2010 ya ha
realizado varias valoraciones jurídicas23 sobre la
misma y en la última de ellas afirmó que la vigencia se
predicaría a partir del 17 de agosto de 2010. Y frente
a tal decisión ha de recordarse igualmente que ningún
juez puede apartarse de los contenidos de la sentencia
de control de constitucionalidad, es decir, que no
puede ignorar el decisium, como tampoco la ratio
decidendi, pues ellos tienen el carácter de vinculantes

(…)

23
Ver sentencias C-533 de 2008, C-444 de 2011.
15
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IMAR. RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO
DEL CENTINELA

Entendido lo anterior, esta Sala dirá que la vigencia


de una ley implica los efectos de la eficacia jurídica
como son la obligatoriedad y la oponibilidad, y por
regla general la ley empieza a regir a partir de su
promulgación, lo que equivale a afirmar que los
contenidos de la Ley 1407 de 2010 salvo lo referente al
procedimiento penal militar, son obligatorios y
oponibles desde el 17 de agosto de 2010, y tal
afirmación de vigencia implica la derogatoria tácita u
orgánica de los mismos contenidos de la Ley 522 de
1999, en consecuencia, no es posible aplicar contenidos
de la Ley 522 de 1999 que han sido objeto de derogación
tácita u orgánica.

A esta conclusión se llega compartiendo el concepto de


la Doctora JULIA ISABEL GANTIVA ARIAS Procuradora
Judicial ante esta Instancia cuando afirmó “resulta
equivocado sostener que no se puede aplicar y que las
conductas cometidas bajo su vigencia deben por favorabilidad
mirarse bajo la norma derogada”24.

Desde otro escenario argumentativo pero que igualmente


contribuye a la decisión que la Sala aquí ha de
adoptar, se podría evocar el tema de las antinomias
jurídicas entendidas como aquella situación en la que
en un sistema jurídico dos normas establecen
consecuencias jurídicas distintas para el mismo
supuesto de hecho. En estos eventos, la teoría
jurídica ha diseñado que los criterios25 de solución
surgen a partir del análisis de conceptos como lex
posterior, lex especial, favorabilidad, y aplicación de
los principios generales entre otros, sin embargo, la
solución de tal antinomia se inicia a partir de la
vigencia temporal de la norma, es decir, se inicia por
auscultar el criterio de lex posterior.

(…)

Ahora bien, prudente es reflexionar sobre el contenido


del principio lex posterior, para ello, habrá de
recordarse entonces que la derogación de las leyes es
la resultante de la voluntad política representada en
el órgano legislativo en busca de entregar a la
sociedad criterios de conveniencia y por ello, el
actual legislador no puede estar supeditado a los
criterios de su antecesor,

24
Concepto Ministerio Público ante esta Instancia, fl. 162
25
Ver Corte Constitucional Sentencia C-318 de 2007
16
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IMAR. RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO
DEL CENTINELA

(…)

En concordancia con lo expuesto, se reafirma que la ley


posterior naturalmente emanada del legislador y bajo el
entendido de sus motivaciones deroga a la ley anterior
sin que sea necesario recurrir a valoraciones de teoría
jurídica para supeditar la derogatoria, pues ésta
última le corresponde como ya se anotó al control
constitucional que sobre ella hace la Corte
Constitucional en sus decisiones de exequibilidad o
inexequibilidad.

En suma, se habrá de señalar que la propuesta


argumentativa del apelante de indicar la atipicidad de
la conducta de su defendido no está llamada a prosperar
toda vez que dado el principio de legalidad la ley
aplicable al caso concreto es la vigente al momento de
los hechos y ella es la 1407 de 2010 en su artículo 108
que tipifica el punible de abandono del servicio de
soldados voluntarios o profesionales, y consecuencia de
este postulado, no es viable acudir al tipo penal
consagrado en el artículo 127 recogido en la Ley 522 de
1999, pues éste ha sido derogado.26”

7.1.1- Con la claridad anterior, simplemente se habrá


de afirmar, que la adecuación típica de la conducta
asumida por el IMAR. RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO se ha de
hacer bajo los contenidos normativos de la Ley 1407 de
2010, y de no hacerse ello, implica una vulneración al
principio de legalidad como garantía que protege el
debido proceso.

La hipótesis anterior se ha de desarrollar a partir


del contenido del artículo 29 de la Constitución
Política es desarrollado en nuestra Ley Penal Militar
en su artículo 7º27, cuyo contenido central gira en

26
Ver Tribunal Superior Militar, Segunda Sala de Decisión, Rad. 157351, CR. Fabio Enrique Araque Vargas, 4 de
junio de 2012.
27
Ley 1407 de 2010, Principio de Legalidad, Art. 7º.- Ningún miembro de la Fuerza Pública podrá ser procesado,
juzgado o condenado sino conforme a las leyes preexistentes al acto que se le atribuye, ante el juez o tribunal
competente y con la observancia de la plenitud de las formas propias de cada juicio.
Tampoco podrá ejecutarse pena o medida de seguridad en condiciones diferentes a las establecidas en la ley.
La preexistencia de la norma también se aplica para el reenvío en materia de tipos penales en blanco.
17
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IMAR. RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO
DEL CENTINELA

torno a que a ningún miembro de la Fuerza Pública


podrá ser juzgado sino conforme a las leyes
preexistentes al acto que se le imputa, es decir, no
se puede desarrollar en la jurisdicción penal militar
acción penal, ni endilgar responsabilidad a un miembro
de la Fuerza Pública sin que previamente la conducta
haya sido determinada en una ley.

El principio de legalidad ha señalado la


jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia que
está integrado a su vez:

“Ahora bien, el principio de legalidad está


integrado a su vez por el principio de reserva
legal y por el principio de tipicidad, los
cuales guardan entre sí una estrecha relación.
De acuerdo con el primero, sólo el legislador
está constitucionalmente autorizado para
consagrar conductas infractoras, establecer
penas restrictivas de la libertad o sanciones de
carácter administrativo o disciplinario, y fijar
los procedimientos penales o administrativos que
han de seguirse para efectos de su imposición.
Conforme con el segundo, el legislador está
obligado a describir la conducta o
comportamiento que se considera ilegal o
ilícito, en la forma más clara y precisa
posible. También debe predeterminar la sanción
indicando todos aquellos aspectos relativos a
ella, esto es, el término, la naturaleza, la
cuantía cuando se trate de pecuniaria, el mínimo
y el máximo dentro del cual ella puede fijarse,
la autoridad competente para imponerla y el
procedimiento que ha de seguirse para su
imposición. 28”

Ahora bien, partiendo del hecho en el caso sub judice


el Juez Ciento Seis de Instrucción Penal Militar al

28
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, Rad. 20740, M.P. Doctor Sigifredo Espinosa Pérez, 23 de
febrero de 2006.
18
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IMAR. RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO
DEL CENTINELA

momento de resolver la situación jurídica adecuó la


conducta del. IMAR. RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO tal como lo
contempla el artículo 131 de la Ley 522 de 1999,
vulneró el principio de legalidad en el entendido que
aplicó una norma que se encuentra derogada, es decir,
que no cumplió con el mandato de emplear la norma
preexistente a la conducta conforme a las
prescripciones del artículo 29 de la Carta Política y
7º de la Ley 1407 de 2010.

El debido proceso se puede entender desde dos


perspectivas la formal y la material. El concepto
formal de debido proceso, es un proceso rituado
conforme a la ley, es decir, la sucesión de pasos
estrictamente fijados en la ley, y que sólo el
agotamiento de cada uno de ellos, permite al final,
que el funcionario judicial profiera su decisión.
Como complemento a lo anterior, desde el punto de
vista material el proceso debido, es el método que
permite efectivizar el derecho sustancial buscando
armonía entre los derechos fundamentales del
procesado y la facultad punitiva del Estado.

Los anteriores enunciados, adquieren mayor riqueza


descriptiva si determinamos cuál es el fin y la
función de un proceso, ellos se estructuran del
modelo de Estado, y el fin en un Estado Social y
Democrático de Derecho tiende a llevar al funcionario
judicial a obtener la verdad histórica, protegiendo a
su vez los derechos fundamentales del individuo y a
buscar el restablecimiento del derecho.

19
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De manera, que el proceso tendría como función la


realización del derecho sustancial traducido en
responder por los derechos de las víctimas,
satisfacer a la sociedad y determinar la
responsabilidad penal del individuo.

Partiendo de lo anteriormente expuesto, es decir, que


el debido proceso tiene una concepción formal en el
entendido de la ritualidad legal, también está la
concepción material, entendiendo que el debido
proceso es el conjunto metodológico de una sucesión
compuesta, escalonada y consecutiva de actos
regulados en la ley procesal, en busca de un fin que
dentro de un Estado Social de Derecho no es otro, que
la aproximación a la verdad histórica de los hechos
que se investigan, con respeto por los derechos
fundamentales y la vigencia del derecho sustancial.

En el caso específico del interlocutorio que resuelve


la situación jurídica es un acto procesal que
requiere de unos elementos formales y materiales, los
primeros, un control de legalidad como protección a
los derechos fundamentales; y en cuanto a los
segundos, no son otros que la existencia de por lo
menos un indicio grave, obtenido de la valoración de
las pruebas legalmente obtenidas y que tal indicio
comprometa la responsabilidad del sindicado.

Esta responsabilidad es la esencia del requisito


sustancial o material de la medida de aseguramiento,
y ha de ser entendida como la consecuencia de la

20
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valoración en sede de tipicidad, antijuridicidad y


culpabilidad. Consecuente con ello, en el proceso de
subsunción para la valoración de la tipicidad de la
conducta, necesariamente se ha de partir del
entendido que es la conducta definida de manera
inequívoca, expresa y clara en la ley penal, ley que
de acuerdo al principio de legalidad ha de ser la
vigente y preexistente al momento de la ocurrencia de
los hechos.

Con fundamento en lo anteriormente señalado entonces


se ha de concluir, que el interlocutorio que resuelve
la situación jurídica debe cumplir con unos parámetros
mínimos tanto formales como materiales, que dentro de
los formales se requiere la descripción de los hechos,
su calificación provisional y la pena correspondiente,
esto implica, hacer el proceso de subsunción frente a
la ley vigente. De otro lado, en cuanto a los
parámetros materiales, se indica la existencia de un
indicio grave de responsabilidad, responsabilidad que
se construye entre otros a partir de la tipicidad y
ésta, naturalmente se estructura a partir del tipo
penal definido en la ley vigente.

De manera pues, que haber resuelto la situación


jurídica sin acogerse a la ley vigente genera un vicio
que afecta el principio de legalidad como una de las
garantías que protege el debido proceso, la corrección
de dicho yerro no podría hacerla esta Corporación,
pues la decisión que se llegare a tomar carecería de
la garantía de la doble instancia, razón suficiente

21
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para señalar que la corrección se hará por vía de la


nulidad.

De manera que en el caso sub judice no es sólo la


irregularidad sustancial que se evidencia, sino que
dada la trascendencia de su vulneración se puede
afirmar que con ella se afecta de manera real la
garantía del sujeto procesado como lo es el ser objeto
de la ley vigente al momento de los hechos.
Adicionalmente, la corrección a este yerro sólo es
viable por vía de la nulidad acogiendo así el
principio de residualidad que gobierna la declaratoria
de las nulidades.

Conforme a los anteriores planteamientos, se reitera,


se decretará la nulidad de la actuación a partir
inclusive del auto que resuelve la situación jurídica
a fin que el proceso de valoración que implica dicho
interlocutorio se realice bajo los contenidos de la
Ley vigente29 al momento de la ocurrencia de los hechos
cual es la Ley 1407 de 2010.

Conforme a lo anterior, al anular en su integridad el


interlocutorio del 19 de febrero de 2013 emitido por
el Juzgado Ciento Seis de Instrucción Penal Militar,
implica naturalmente dejar sin efectos la medida de
aseguramiento de detención preventiva que allí se le
impuso al IMAR. RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO por el punible
del centinela, en consecuencia, se dispondrá la
libertad inmediata e incondicional a su favor. Para el
cumplimiento de esta decisión, es decir, notificación

29
Ver Corte Constitucional C-444 de 2011

22
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y expedición de la boleta de libertad y los demás


trámites necesarios se comisiona al señor Juez Ciento
Seis de Instrucción Penal Militar con sede en la Base
Naval ARC de Puerto Leguízamo (Putumayo).

En mérito de lo expuesto la Segunda Sala de Decisión


del Tribunal Superior Militar,

8. RESUELVE

PRIMERO: DECRETAR la nulidad parcial a partir


inclusive del auto proferido por el Juzgado Ciento
Seis de Instrucción Penal Militar fechado el 19 de
febrero de 2013 con sede en la Base Naval ARC de
Puerto Leguízamo (Putumayo), mediante la cual resolvió
la situación jurídica que impuso medida de
aseguramiento por el punible del centinela al IMAR.
RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO. Enmendado el yerro, continuar
el curso normal del procedimiento, aclarando que el
material probatorio permanece incólume, tal como se
señaló en precedencia.

SEGUNDO: Disponer la libertad inmediata e


incondicional del IMAR. RAMÍREZ ARDILA GUSTAVO, como
consecuencia de la declaratoria de nulidad contenida
en esta decisión que conlleva naturalmente a
desaparecer la fuerza vinculante del acto procesal
fechado el 19 de febrero de la anualidad que avanza,
proferido por el Juzgado Ciento Seis de Instrucción
Penal Militar que restringió la libertad del sindicado
en mención. Para su cumplimiento, se comisiona al
Juzgado en mención para que expida la correspondiente
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orden de libertad a favor del sindicado, tal como se


expuso en precedencia.

TERCERO: Regresen las presentes diligencias al Juzgado


Ciento Seis de Instrucción Penal Militar de la Base
Naval ARC en Puerto Leguízamo (Putumayo), para lo de
su cargo.

CÓPIESE, NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE.

Coronel FABIO ENRIQUE ARAQUE VARGAS


Magistrado Ponente

Coronel MARÍA PAULINA LEGUIZAMÓN ZÁRATE


Magistrada

Mayor (R) JOSÉ LIBORIO MORALES CHINOME


Magistrado

Abog. MARTHA FLOR LOZANO BERNAL


Secretaria
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