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Profesor: Diego Torreblanca IES Los Montecillos 17/18

TEMA 7B – GUERRA COLONIAL Y CRISIS DE 1898

ÍNDICE

1. Introducción.
2. El problema cubano (1868 – 1898)
3. La independencia de Filipinas y Puerto Rico
4. Consecuencias de la independencia de las colonias
5. Regeneracionismo y Crisis de 1898
6. Conclusiones

1. Introducción

Hacia finales del siglo XIX el desprestigio del sistema turnista y el desgaste de los
partidos liberal y conservador anunciaban una crisis que afectaría no sólo al aspecto
polítíco, sino también a la economía, la sociedad y la cultura. El detonante de tal crisis
tuvo lugar en 1898 cuando España pierde sus últimos territorios coloniales al ser
incapaz de oponerse a los incipientes deseos imperialistas de los Estados Unidos,
basados en la “Doctrina Monroe”1

2. El problema cubano (1868 – 1898)

Cuba era una importante colonia para España, ya que la “Perla del Caribe” nos
aportaba importantes recursos económicos, destacando la producción y exportación
de azúcar y tabaco, y la importación de productos textiles de Cataluña. Existían además
importantes aranceles comerciales que gravaban las exportaciones hacia Estados
Unidos. En la isla, el poder político estaba en manos de los penínsulares mientras que el
poder económico y social reposaba en los criollos2 (que no podían acceder a los
cargos de gobierno), aunque la mayor parte de la población era indígena o esclavos que
trabajaban en las grandes plantaciones de azúcar y tabaco.

1
América para los americanos… ¿os suena de algo? ;-)
2
Término utilizado para designar a la población que, habiendo nacido en las colonias, tenía padres y
origen europeo.

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A diferencia de las colonias continentales, no se produjeron en Cuba movimientos


emancipadores a principios del siglo XIX. Sin embargo, desde los años treinta de dicho
siglo las élites económicas de la isla (que basaban su riqueza principalmente en el
negocio de la caña de azúcar) comenzarán a mostrar su deseo de una mayor
autonomía respecto a España. Al mismo tiempo, las ideas liberales que habían
triunfado en el continente se fueron extendiendo entre los intelectuales y las clases
medias, que cada vez se mostraban más admiradoras de los vecinos Estados Unidos.

La Guerra de los diez años y la Guerra Chiquita (1868 – 1880)

En 1868 comenzará la primera de las insurrecciones cubanas con el Grito de Yara,


liderada por Carlos Manuel de Céspedes, junto a importantes generales como
Antonio Maceo y Máximo Gómez, así como el apoyo internacional de Estados Unidos,
que consideraba el Caribe una zona estratégica en su proyección exterior. La
sublevación, organizada en guerrillas, se ganó el apoyo popular con la promesa de
acabar con la esclavitud, y mantuvo en jaque a los diferentes gobiernos del Sexenio
Democrático y la Restauración hasta su derrota en 1878, gracias a la intervención del
general Arsenio Martínez Campos.

En la Paz de Zanjón se acordaron un indulto generalizado para los sublevados, un


régimen autonómico para la isla, la integración de la oficialidad cubana en el ejército
español, la abolición de la esclavitud, y la inclusión de representantes cubanos en las
Cortes españolas. Sin embargo, el gobierno de Cánovas imcumplió radicalmente
estas promesas, en parte debido a las presiones de la oligarquía económica penínsular,
con intereses en la isla, así como a la negativa del ejército de compartir cargos con los
que hasta hace poco habían sido sus enemigos.

El incumplimiento de los acuerdos de Zanjón provocaron un nuevo levantamiento


en 1879, la Guerra Chiquita. La nueva sublevación de los mambises3 fue sofocada al
año siguiente debido a la falta de apoyos populares, la escasez de armamento y la
superioridad del ejército español.

La guerra de independencia cubana (1895 – 1898)

Tras la pacificación de la isla, se crearon en Cuba dos grandes partidos: el Partido


Autonomista, que pedía reformas sin llegar a la independencia, y la Unión
Constitucional, de carácter españolista. Sin embargo, a excepción de la abolición de la
esclavitud, que se llevó a cabo en 1888 durante el segundo gobierno de Sagasta, las
reformas de Zanjón no llegaron. Esto favoreció la extensión de los ideales
independentistas, que llevó a la fundación del Partido Revolucionario Cubano en
1892 por José Martí. Por otra parte, la aristocracia azucarera se fue vinculando cada
vez más a Estados Unidos, a donde se dirigían más del 90% de las exportaciones.

En este contexto, el 24 de febrero de 1895 se produce un nuevo levantamiento


independentista, el Grito de Baire, dirigido por Martí, que una vez más contó con el
apoyo militar de Gómez y Maceo. Para recabar un mayor sustento popular, Martí
publicó el Manifiesto de Montecristi, en el que el líder cubano expone los malos usos
de la Corona española respecto a Cuba y los motivos del alzamiento.

3
Nombre con el que se conocía a los guerrilleros independentistas cubanos, filipinos y cubanos.

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La rebelión se inició en Santiago de Cuba, al este de la isla, y rápidamente se


extendió hacia La Habana, en el oeste. Cánovas se apresuró a enviar al ejército, al
mando del vencedor de la guerra anterior, el general Martínez Campos, que creía que
la acción militar debía acompañarse de un esfuerzo político de conciliación con los
sublevados. Los soldados españoles se encontraron con unas duras condiciones
climáticas y geográficas, además de numerosas enfermedades tropicales y el acoso de
las guerrillas rebeldes, apoyadas por la población civil y armadas por EE.UU.

La incapacidad de Martínez Campos para hacer progresos y su negativa a castigar a


la población cubana condujo a que fuese relevado por el general Valeriano Weyler,
que abandonó las negociaciones para centrarse en la victoria militar, quemando
cosechas y recluyendo a la población cubana en aldeas fortificadas que se convirtieron
en auténticos campos de concentración. Las controvertidas medidas de Weyler
generaron una oleada de protestas internacionales, liderada por el presidente
norteamericano McKinley, que propuso a España la compra de la isla, algo que fue
rechazado por el gobierno peninsular.

En agosto de 1897 el asesinato de Cánovas propició un nuevo gobierno de


Sagasta, que intentó alcanzar una solución pactada al conflicto. Para ello, Weyler
fue sustituido por el general Blanco y propuso a los revolucionarios la concesión de la
autonomía y la autonomía arancelaria, pero ya era demasiado tarde: los insurrectos
cubanos se sentían con fuerza para ganar la guerra y lograr definitivamente su
independencia.

La guerra hispano-estadounidense (1898)

En 1898, a Estados Unidos se le presentó el pretexto ideal para intervenir en Cuba:


el 15 de febrero, el acorazado norteamericano Maine explotaba mientras se
encontraba fondeado en el puerto de La Habana. Aunque no se pudo probar que se
tratase de un ataque español (de hecho, se sospecha que pudo ser provocado por los
propios estadounidenses), el presidente McKinley dio a España un ultimátum en el que
se le exigía que renunciase a la isla. Los dirigentes políticos españoles eran conscientes
de la inferioridad militar de nuestro ejército, pero consideraron una humillación
internacional aceptar sin más, especialmente tratándose de una joven potencia como
EE.UU.

La guerra fue un juego para los norteamericanos: la armada española fue


derrotada primero en Cavité (Filipinas) y después en la bahía de Santiago de
Cuba, sin que los estadounidenses sufrieran apenas bajas. España no tuvo más remedio
que rendirse en agosto de 1898, y en diciembre se firmaba el Tratado de París. En
dicho acuerdo, España cedía a Estados Unidos Puerto Rico, la isla de Guam y Filipinas
a cambio de una indemnización de 20 millones de dólares. También renunciaba a la
soberanía sobre Cuba, que conseguirá su independencia política, aunque pasará a
depender económicamente de la gran potencia norteamericana, que además establecía
una base militar en la isla (Guantánamo) y se reservaba el derecho a intervenir en ella si
sus intereses se veían perjudicados (a través de la Enmienda Platt).

La destrucción de la flota española convertía a las restantes posesiones españolas en


Oceanía, las islas Marianas y Carolinas en un territorio indefendible y sin estructuras de

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gobierno (ya que el centro administrativo de dichas islas se encontraba en Manila4). Así,
el gobierno español se prestó a venderlas al Imperio Alemán en 1899 a cambio de 25
millones de pesetas. Con ello quedaba definitivamente liquidado el que otrora había
sido el gran imperio ultramarino español.

3. La independencia de Filipinas y Puerto Rico

Aunque las islas Filipinas habían recibido una inmigración española mucho menor
que Cuba, era un importante centro estratégico y conómico para los intereses españoles,
al ser la puerta a los intercambios con el continente asiático, además de un
importante productor de tabaco.

Los orígenes del independentismo filipino se remontan a principios de la década de


1890, con la creación de la organización secreta Katipunan y un partido polltico, la Liga
Filipina, por Andrés Bonifacio y José Rizal respectivamente. Ambas organizaciones
inician un levantamiento en 1896 que fue duramente reprimido por el general
Polavieja, que ejecutó a los principales líderes de la sublevación (incluyendo a Rizal) a
finales de año.

Como hemos visto anteriormente, con la derrota española y la firma del Tratado de
París, en 1898 Filipinas pasará a formar parte de Estados Unidos, no consiguiendo su
independencia definitiva hasta después de la II Guerra Mundial, en 1946. Cabe
destacar el caso de “los últimos de Filipinas”, un pequeño contingente de soldados
españoles que resistió sitiado en la iglesia de Baler hasta el verano de 1899, seis meses
después de concluir la guerra, ya que no creían las noticias sobre la rendición española.

En lo que a Puerto Rico se refiere, la isla gozaba de mayor libertad económica que
Cuba, y la abolición de la esclavitud se había producido en 1873, por lo que los traumas
socioeconómicos de los colonos eran casi inexistentes, así como la influencia
estadounidense. Tras un levantamiento en 1896, se concedió la autonomía política y
administrativa a la isla, estableciéndose un gobierno presidido por Francisco Mariano
de Quiñones, líder del Partido Aunomista Ortodoxo. Con el Tratado de París, pasará
a formar parte de EE.UU.

4. Consecuencias de la independencia de las colonias

El desastre colonial tuvo importantes repercusiones para nuestro país. Desde el


punto de vista político, España quedaba totalmente desprestigiada y se configuraba
definitivamente como una potencia de segundo orden, al tiempo que surgían numerosas
voces críticas en el interior, que culpaban al bipartidismo y el turno de partidos de la
decadencia.

Económicamente, el sector industrial español perdió una significativa fuente de


materias primas baratas y un importante mercado de exportación, en el que vendía
muchos de sus productos. Esta situación afectó negativamente a la industria textil
catalana, a las harineras castellanas, las ferreteras vascas o los productores de vino
andaluces. No obstante, la pérdida de las colonias también tuvo un efecto positivo para
la economía con la repatriación de muchos de los capitales allí invertidos, que

4
Capital de Filipinas que, como hemos dicho, había pasado a formar parte de Estados Unidos.

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buscaron lugar en la península, aumentando la producción de productos coloniales


como azúcar, algodón o tabaco.

En el plano social, debemos destacar la gran pérdida de vidas humanas, que se


estima aproximadamente en 60.000 bajas españolas. Muchas de ellas se produjeron a
causa de enfermedades infecciosas, que además dejaron graves secuelas a los
supervivientes. Por otra parte, la llamada a filas de jóvenes españoles provocó
numerososo tumultos en los que el pueblo pedía la abolición de las quintas5, que
condenaban a los hijos de las familias más pobres. Todo ello cristalizo en un
crecimiento del movimiento obrero, produciéndose acciones violentas por parte de
activistas anarquistas como el asesinato de Cánovas o la bomba del Liceo de Barcelona.

Para Cuba, lo cierto es que la independencia no favoreció a la isla, que pasó a


convertirse prácticamente en un protectorado norteamericano; en 1903, el 10% del
territorio cubano pertenecía a compañías y particulares estadounidenses. Para Estados
Unidos, la guerra de 1898 (descrita como una “splendid little war”) supuso su primera
lucha fuera de sus límites continentales, y el inicio de un marcado imperialismo que
continuará en época del presidente Theodore Roosevelt, con la política del “Big Stick”.

5. Regeneracionismo y Crisis de 1898

La derrota ante Estados Unidos y el desastre colonial abrieron una profunda


herida en la sociedad española del momento, extendiéndose un sentimiento de
inferioridad, pesimismo y frustración. El ambiente de confianza creado por la
Restauración comenzó a quebrarse justo ahora, y los españoles tomaron conciencia de
que eran una nación pobre, atrasada y con un sistema político corrupto e ineficaz. Es lo
que conocemos como la Crisis del 98.

Esta situación hará estallar las críticas contra el sistema y la aparición de un


movimiento intelectual dedicado a analizar de forma científica y objetiva las causas de
la decadencia española, buscando salidas y proponiendo soluciones para superar la
crisis: el Regeneracionismo. La figura más representativa de este movimiento es la de
Joaquín Costa, destacando también otras personalidades como Antonio Maura o José
Canalejas, que serán dos de los políticos más influyentes de principios del siglo XX.

Costa, en su obra “Oligarquía y caciquismo”, identificó los problemas del país, a


los que bautizó con el nombre de “los males de España”: corrupción, farsa electoral,
caciquismo, desigualdades sociales… Para solucionarlos, creía necesaria la existencia
de un “Cirujano de hierro”, es decir, un gobernante autoritario dispuesto a acometer
las reformas de la agricultura o la educación, modernizando el país desde las propias
instituciones (una “revolución desde arriba”). Las medidas planteadas por el
regeneracionismo nunca llegaron a aplicarse, aunque las tesis de Costa sirvieron al
dictador Primo de Rivera para justificar su llegada al poder, presentándose a si mismo
como ese cirujano salvador de la patria.

Culturalmente, la crisis moral e ideológica española tuvo su expresión en la obra de


la Generación del 98. Así, autores como Azorín, Pío Baroja, Unamuno, Valle Inclán,
Machado o Maeztu, entre otros, plasmaron en sus escritos los males de España descritos
5
Sistema de reclutamiento militar por sorteo que permitía a las clases altas librarse del servicio militar
pagando una suma económica.

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por Costa, expresando una gran preocupación por el atraso del país. Al igual que había
ocurrido en el siglo XVII, la crisis económica y política vino acompañada de una Edad
de Oro literaria, que nos ha permitido conocer mejor la idiosincrasia de la España de
principios del siglo XX.

6. Conclusiones

La crisis de 1898 y el desastre colonial suponen el cierre del siglo XIX español, que
se había inagurado precisamente con la independencia de las colonias continentales
durante la Guerra de Independencia y el reinado de Fernando VII. A lo largo de la
centuria, el país tuvo que enfrentarse también a numerosos conflictos armados en el
interior del país, como las tres guerras carlistas o la sublevación cantonal, que
concedieron a los militares un papel fundamental en la vida política española,
protagonizando innumerables pronunciamientos y apareciendo siempre como garantes
del orden social. Esta situación será fundamental en el desarrollo histórico del siglo XX,
en el que los militares se sentirán con el deber y el derecho de salvar a España,
propiciando la dictadura de Primo de Rivera y la sublevación de 1936 contra la II
República, un hecho fundamental en nuestra historia, que no es comprensible sin
analizar en profundidad los acontecimientos del siglo anterior.

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PREGUNTAS CORTAS

1. ¿Con qué nombre conocemos al grupo social que controlaba el poder social y
económico en las colonias?
2. ¿Con qué acontecimiento comenzó la insurrección cubana de 1868?
3. ¿En qué periodo histórico se situa la insurrección cubana de 1868?
4. ¿Quién fue el líder de la insurrección cubana de 1868?
a. Describa brevemente las causas de dicho conflicto.
b. Explique con brevedad el desarrollo de dicho conflicto.

5. ¿Con qué acuerdo concluyó la Guerra de los Diez Años en Cuba?


6. ¿En qué año concluyó la Guerra de los Diez Años en Cuba?
a. Explique las principales medidas acordadas en dicho acuerdo.

7. ¿Con qué acontecimiento comenzó la insurrección cubana de 1895?


8. ¿Quién era el presidente del gobierno español cuando se inició la insurreción
cubana de 1895?
9. ¿Quién fue el líder de la insurrección cubana de 1895?
10. ¿Qué generales comandaron el ejército español durante la Guerra de
Independencia de Cuba, a finales del siglo XIX?
a. Explique con brevedad el desarrollo de dicho conflicto.

11. ¿A qué país se enfrentó España durante la guerra colonial en Cuba?


12. ¿Qué acontecimiento provocó el inicio de la guerra hispano-estadounidense
durante la independencia cubana?
a. Describa brevemente las causas y consecuencias de dicho conflicto.

13. ¿Con qué acuerdo concluyó la guerra hispano-estadounidense de finales del


siglo XIX?
a. Explique las principales medidas de dicho acuerdo.

14. ¿Qué personaje destaca en el proceso de independencia de Filipinas?


a. Explique con brevedad el desarrollo de dicha independencia.

15. ¿En qué año se produjo el desastre colonial que liquidó definitivamente el
imperio ultramarino español?
a. Describa las principales consecuencias de dicho desastre.

16. ¿Qué movimiento intelectual surgió en España durante la “Crisis del 98”?
a. Explique las principales ideas de dicho movimiento y mencione alguno
de sus integrantes.

17. ¿Qué movimiento literario se produjo en España a finales del siglo XIX?
a. Mencione las principales características y autores de dicho movimiento.

18. ¿El asesinato de qué político se produjo en el transcurso de la Guerra de


Independencia de Cuba, a finales del siglo XIX?
a. Exlique brevemente los acontecimientos que ocurrieron desde ese
momento hasta el inicio de la guerra con Estados Unidos.

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TEMA 7B – GUERRA COLONIAL Y CRISIS DE 1898

Apartado Contenidos Puntuación


1. Introducción - Carrera colonial y rivalidades
(0,25 puntos) - Debilidad española XIX y fin imperio
- Interés español, criollo, autonomismo
2A. Cuba hasta 1880
- Grito de Yara + Céspedes + EE.UU.
(0,5 puntos)
- Paz de Zanjón y Guerra Chiquita
- Incumplimiento Zanjón + políticos
2B. Guerra de independencia - Grito de Baire + Montecristi
(1 punto) - Martínez Campos y Weyler
- Asesinato Cánovas + nuevo gobierno
- Maine + ultimátum + inicio guerra
2C. Guerra hispanoamericana
- Inferioridad española y derrotas
(0,75 puntos)
- Paz de París + Alemania
3. Filipinas y Puerto Rico - Previo, Liga Filipina, Rizal, Polavieja
(0,5 puntos) - Esclavitud, libertad, Quiñones
- Desprestigio internacional
- Economía: MP, mercados y capitales
4. Consecuencias y Crisis del - Sociedad: muertos y disturbios
98 (1 punto) - Pesimismo y reflexión
- Regeneracionismo: personajes e ideas
- Generación del 98 y autores
6. Conclusiones - Fin del XIX: conflictos militares
(0,25 puntos) - Papel militares: 1923 y 1936

- Ortografía y términos específicos


I – Vocabulario y expresión
- Redundancias, frases ordenadas…
II – Presentación y estructura
- Márgenes, letra, tachones…
(1,25 puntos)
- Orden lógico, índice, títulos…

III – Errores

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