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En 1868 estalló una revuelta conocida como el “Grito de Yara”, que pretendía la
independencia de la isla, lo que provocó la Primera Guerra de Cuba (1868-1878), que terminó
con la firma de la Paz de Zanjón. En dicho acuerdo se estableció una amnistía, la abolición de la
esclavitud (lograda en 1888 con el gobierno de Sagasta,), y se prometió una reforma que
contemplaba cierta autonomía, (Antonio Maura) libertad de comercio y representación en las
Cortes, promesas no cumplidas por los grupos españolistas, por lo que el problema del
independentismo quedó sin resolver
.Un 1879, un año después de los acuerdos de Zanjón, dio comienzo en la zona oriental de la
isla un nuevo levantamiento contra las autoridades españolas (la denominada “guerra
chiquita”), dirigido entre otros por Guillermo Moncada y Calixto García, pero la falta de apoyo
entre la población cubana favoreció que el movimiento fuese reprimido en unos meses por el
general Polavieja.
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Paralelamente, se fueron configurando en Cuba diversos partidos políticos: el Partido
Autonomista, que irá perdiendo pe o frente al independentismo por los incumplimientos del
gobierno español; la Unión Constitucional, formado por españolistas; y el Partido
Revolucionario Cubano, independentista, fundado por José Martí (1892) y apoyado por
EE.UU., principal comprador de azúcar y tabaco cubanos, que se veía perjudicado por las tarifas
arancelarias impuestas a la entrada de productos extranjeros en Cuba
A)La inexistencia de una política colonial que cumpliese los compromisos adquiridos por España
en la Paz de Zanjón. Por ello, la concesión de autonomía a la isla a partir de 1 de enero de 1898
llegó demasiado tarde.
B)El imperialismo norteamericano, interesado en los territorios españoles del Caribe y del Pacífico
Mientras tanto, también en Filipinas, el movimiento independentista cobraba fuerza,
aglutinándose en torno a la llamada Liga Filipina.
En Filipinas, el movimiento independentista fue liderado por José Rizal, que fundó en 1892 la
Liga Filipina. Desde 1896 el independentismo se fue generalizando pero fue militarmente
reprimido por el general Polavieja, siendo José Rizal detenido y ejecutado. Desde el exilio, Emilio
Aguinaldo reinició el conflicto coincidiendo con el comienzo de la guerra hispano-
norteamericana.
En el Caribe, la escuadra española del almirante Cervera, enviada desde España hubo de
refugiarse en Santiago de Cuba para abastecerse de carbón. En junio, los norteamericanos
desembarcaron en Guantánamo y, tras duros combates, amenazaron la ciudad. La flota de
Cervera, más antigua y reducida que la norteamericana del almirante Sampson, hubo de
presentar batalla siendo fácilmente aniquilada en pocas horas el 3 de julio en la denominada
batalla naval de Santiago de Cuba. A partir de entonces, la resistencia española fue inútil y unos
días después capitularon Santiago y La Habana. . En la última semana de julio las fuerzas
norteamericanas desembarcaron también en Puerto Rico y ocuparon la isla.
Ante tales acontecimientos, España se vio obligada a capitular en agosto, lo que llevó a la firma
del Tratado de París (diciembre de 1898), un conjunto de exigencias norteamericanas que el
gobierno español tuvo que aceptar . España renunciaba a Cuba, que se convertía así en un país
independiente aunque fuertemente condicionado por los norteamericanos, y cedía a EE.UU.
Puerto Rico, las Filipinas y la isla de Guam. Así pues, mientras que las grandes potencias
edificaban imperios coloniales y se repartían buena parte del mundo. España quedaba
marginada de ello y además perdía los últimos restos de su imperio colonial, pues debilitada su
presencia en el Pacífico, al año siguiente vendió a Alemania las islas Palau y las Marianas.
Respecto a España, la pérdida de las colonias provocó un fuerte debate sobre las
responsabilidades de la guerra y un revisionismo político que se tradujo en una crisis
política y moral.
Las repercusiones económicas fueron poco importantes, pues muchos empresarios
cubanos se trasladaron a España y repatriaron sus capitales, y se fomentó el cultivo de la
remolacha en España para obtener azúcar.
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Las consecuencias políticas afectaron al sistema de la Restauración, que acusó el
golpe. Sagasta dimitió como presidente del gobierno, y el Partido Liberal, hubo de asumir las
críticas que todos los sectores del país vertieron sobre su actuación durante el conflicto. El
sistema canovista en su conjunto fue objeto también de críticas, se abrió paso la idea del
regeneracionismo nacional, y se incrementaron los movimientos nacionalistas.
Las repercusiones morales e ideológicas fueron sin duda las más importantes:
España perdió su imperio cuando los demás países lo estaban formando y se convirtió en una
potencia secundaria, al tiempo que en la sociedad española se extendió la idea de estar en
manos de político políticos corruptos e incompetentes.
El “Desastre del 98” significó, además del fin del dominio colonial, la irrupción en la vida
política de grupos sociales no integrados en los bloques de poder (pequeña burguesía,
intelectuales, clase obrera, nacionalistas) que lanzaron duras críticas contra el sistema político.
En este sentido, los escritores de la generación del 98, como Unamuno, Ramiro de Maeztu,
Baroja, Azorín, etc…, plantearon un proceso de reflexión sobre los males de España y cómo
solucionarlos.
a) Políticas: Acabar con el caciquismo y con el poder de la oligarquía, y hacer que los
ciudadanos fuesen los verdaderos protagonistas de la actividad política.
b) Económicas: Llevar a cabo una política hidrográfica para extender los regadíos y
mejorar la actividad agraria.
c) Sociales: Utilizar los medios educativos para combatir el atraso y la incultura y crear
en España una gran clase media debidamente instruida y preparada.
Los conservadores dirigidos primero por Silvela y luego por Maura, trataron de realizar
una reforma desde “arriba” con iniciativas como una nueva Ley Electoral en 1907, cierta
descentralización administrativa o la fundación del Instituto Nacional de Previsión.
Los liberales con José Canalejas al frente, trataron de reducir la influencia de la Iglesia
en el país y adoptaron algunas medidas de política social regulando las condiciones laborales.
Su asesinato en 1912 a manos de un anarquista, acabó sin embargo con el proyecto de
regeneración de España, abriéndose desde entonces un período de creciente inestabilidad
política.
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CONCLUSIÓN