Está en la página 1de 5

Direcciones poéticas de la modernidad

Máster en Estudios avanzados en literatura española e hispanoamericana

Memoria personal y colectiva en Una educación sentimental


de Manuel Vázquez Montalbán

Escrita en 1963 y publicada en 1967, Una educación sentimental es una obra dominada por la
mirada interior, que se fundamenta en el ejercicio de la memoria íntima y colectiva como vía
de recuperación de un tiempo proscrito y que, a su vez, le sirve al yo lírico como filtro en el
que conservar los elementos culturales y sentimentales que han determinado la formación de
la mirada y de la conciencia tanto de su mundo como del de toda una generación.
Construye, con todo ello, un espacio sobre la base urbana de Barcelona, que será
prácticamente un personaje más en el poemario. Coordinada a menudo con otras alusiones
urbanísticas como Praga, esta primera evoluciona desde la Barcelona más derruida y
miserable de la posguerra hasta esa ciudad proliferante y post olímpica de la década de los
ochenta y noventa. Estamos, por tanto, ante una poesía claramente urbana: hay un profundo
vínculo entre la poesía de Montalbán y la realidad histórica de la Barcelona de 1939.

Aunque Vázquez Montalbán contribuya a la renovación poética de su generación, lo hace


desde una particularidad propia y sin menospreciar su poesía precursora, de extremo carácter
crítico. Lo cierto es que apreciamos en la poesía del barcelonés una experiencia policéntrica y
totalizadora, donde coexisten elementos como la memoria, la historia, la filosofía, la realidad
y el sueño; el movimiento político, social y cultural.

Además, su humilde procedencia será un aspecto decisivo en la contribución de dicha


poética, puesto que pertenece al bando de los derrotados en la Guerra Civil. Publicada en
plena dictadura franquista, expresa, mediante esta obra, la insatisfacción y la obstinación
frente a las injusticias del mundo que lo rodea, es una clara proyección de las carencias de la
memoria. Podemos hablar de memoria colectiva porque considera que su memoria está en
consonancia con la de los otros españoles: cuenta lo que vivió a través de testimonios.

El sujeto lírico utiliza la poesía como medio de intimidad y como espacio ahistórico al
devenir cultural que lo circuncide. No reflexiona, entonces, sobre el vacío, como era común
en los principios del neomodernismo predominante de su generación, sino que medita acerca
de la propia existencia personal, desde una perspectiva tanto individual como colectiva.
Direcciones poéticas de la modernidad
Máster en Estudios avanzados en literatura española e hispanoamericana

Cada exhortación interior, cada empleo íntimo de la memoria, así como toda exploración
innovadora del lenguaje, cobra sentido en el autor barcelonés, puesto que se desarrollan en
clara relación con la realidad que vive, con todo el compromiso social ligado no solo de su
propia generación sino a la de sus antepasados.

Hablamos de esa España que empezaba a reflejarse en el gran espejo de Europa, que
terminará conformando la sociedad de consumo. Se integra en lo cotidiano todo aquello que
ya impulsaba la cultura en el resto Europa y de Norteamérica: la música rock y el pop, las
vanguardias artísticas y literarias, el género underground, los movimientos a favor de los
derechos civiles, etc. Estamos ante una etapa de gran diversidad, de heterogéneas tensiones
estéticas y existenciales y de una prolífica producción literaria.

Podemos ver un claro ejemplo de ello en el poema “Argüelles”, donde advertimos cierto
optimismo, que será representación de esa cultura pop, del jazz y de toda su simbología
cultural, tal como se revela en “Twist” o “Jamboree”, donde a través de un enfoque crítico,
Montalbán pretende desmentir la aparente felicidad que la música, el twist o voces como la de
Los Beatles incita a las nuevas generaciones. De este modo, denuncia: «y batíamos palmas si
la muchacha / negra nos cantaba Remember When, ya tarde, / hacia las tres de la mañana,
cuando/ en la plaza del exterior, con estatua, / vomitaba algún padre de familia».
De esta manera, refleja el sujeto lírico ese equilibrio entre la mirada seducida por los atisbos
de felicidad a que ese clima generacional invita y la conciencia crítica que subyace en quien
mira.

Se trata de una obra lírica con una fuerte unidad temática y formal, que avanza a través del
ahondamiento y que reposa en dos de los elementos fundamentales para el autor: la memoria
y el deseo, título con el que Vázquez Montalbán agrupó su obra poética.
La memoria, tanto íntima como colectiva, es el único espacio en el que es posible eludir el
paso del tiempo, es el lugar de la felicidad inmune a la crueldad de la realidad y, a la vez, el
ámbito donde se constituye la conciencia del mundo, donde tiene cabida el desafío a una
sociedad en la que dominan el presente y aquello que ya no se recuerda, el olvido. Por lo
general, sus poemas se alimentan de recuerdos, de lo vivido en el tiempo de la infancia y de
la adolescencia, en los cuales se origina una interrelación dialéctica entre la memoria propia y
Direcciones poéticas de la modernidad
Máster en Estudios avanzados en literatura española e hispanoamericana

la de los antepasados. Será ese el inicio de una lucha constante que no dejará ninguna
esperanza al autor; quiere recuperar esa infancia y ese país robados.

Una poesía con un evidente componente ético, sustentado en una moral colectiva fuertemente
ligada en torno al concepto del deseo, marcado por la convicción de que la experiencia
histórica ha evidenciado la limitada potencia de la poesía como herramienta de
transformación social. Se trata de una poesía con un tono irónico, desdeñoso, donde tiene
cabida también la parte más emotiva del poeta. Apreciamos, con ello, algunos de los rasgos
característicos de las poéticas de los cincuenta, así como el valor de lo cotidiano, la labor de
la memoria, el factor autobiográfico, la consideración del entorno urbano o el mismo uso de
la ironía. Vázquez Montalbán parte de la crisis de identidad que, a partir de los sesenta,
influirá en los ideales surgidos a principios del siglo y de las notables discordancias de las
sociedades occidentales para bucear en las claves culturales, sentimentales e ideológicas que
han marcado a su generación.

Se entiende su poesía como una continuidad con el cincuenta, que reposa en la unificación de
su universo mítico con la experiencia moral de su generación y con la utilización de recursos
vanguardistas procedentes de la poesía europea de entreguerras.
Pese a ser el pasado un elemento clave para el desempeño de su obra, este no es visto como
una vía de escape, sino más bien como una manera de comprender el presente para consolidar
un imaginario de futuro. De acuerdo con esta intención, intervienen también la memoria
íntima, cultural y colectiva, especialmente la de los derrotados a lo largo de la historia y, en
particular, a los pertenecientes a su generación antecedente: aquellos que, como sus padres,
batallaron por la segunda república y fueron abatidos y degradados. Pretende con ello inducir
la reflexión del lector desde una mirada moralmente comprometida con aquellos más débiles.

El contexto, la situación y los personajes serán factores condicionantes. Junto a estos


elementos formales, incorpora, a su vez, una abundante carga simbólica y emocional a través
del uso persistente de algunas imágenes como abril, naufragio, el Sur, el laberinto o las islas.

De este modo, en el poema inicial de la obra, “Nada quedó de abril…” se alude al mes de
abril como metáfora de experiencias generadas por la llegada de la república a la par que
Direcciones poéticas de la modernidad
Máster en Estudios avanzados en literatura española e hispanoamericana

representa la aflicción y el temor naturales de la derrota republicana de 1939. Es, por tanto,
símbolo de esperanza y de quiebra.

En sus poemas están los primeros indicios de una conciencia de la realidad y de un futuro no
siempre sombrío. La conformación de una conciencia crítica en la que pasado y futuro
establecen una convivencia inestable, especialmente en los poemas “Neohumanismo”, donde
prevalece un tono reflexivo sobre la crisis de la formación humanística, “El buen amor”, “El
hombre que sabía demasiado”, “Síntesis” o “Ulises”.
Así, este último, serviría de ejemplo como metáfora de la experiencia colectiva que todavía
entonces se vivía en España, puesto que “Ulises” se constituye en contraste irónico con el
viaje homérico de La Odisea. El héroe, en este caso, es un preso político que, tras retomar el
hogar, será enviado a la cárcel, argumento que sirve de guiño a la experiencia del propio
autor, quien fue encarcelado, donde empezó su período de gestión de esta obra.

Elisa Toujouse Machado


Direcciones poéticas de la modernidad
Máster en Estudios avanzados en literatura española e hispanoamericana

BIBLIOGRAFÍA

López de Abiada, José Manuel (2010). Manuel Vázquez Montalbán desde la memoria.
Ensayos sobre su obra. Augusta López Bernasocchi y Michèle Oehrli (eds.). Editorial
Verbum. Madrid.

Owczarczak, Anne-Sophie. Universidad de Artois (Francia). (s. f.). MANUEL VÁZQUEZ


MONTALBÁN: LA MEMORIA MÁS ALLÁ DEL SILENCIO DURANTE EL FRANQUISMO.
https://tiempopresenterevhist.files.wordpress.com/2016/02/03-la-memoria-mas-alla-del-franq
uismo.pdf

VÁZQUEZ MONTALBÁN, Manuel (2001). UNA EDUCACION SENTIMENTAL. PRAGA.


Edición de Manuel Rico. Editorial Cátedra. Madrid.

También podría gustarte