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Este material ha sido confeccionado a partir del capítulo 6: Aspectos formales en la

redacción de trabajos científicos, del libro: PANTOJA VALLEJO, Antonio


(Coord.). Manual básico para la realización de tesinas, tesis y trabajos de
investigación. Editorial EOS: Madrid, 2009. pp. 155-159). El material respeta la
elaboración del autor del texto original. Todos los derechos cedidos a FUNIBER.

1. La composición de textos escritos. El proceso de


escritura

Síntesis del apartado con el mismo título, que aparece en el capítulo 6: Aspectos formales en la redacción de
trabajos científicos, del libro: PANTOJA VALLEJO, Antonio (Coord.). Manual básico para la realización de
tesinas, tesis y trabajos de investigación. Editorial EOS: Madrid, 2009. pp. 155-159).
[Esta síntesis ha sido realizada respetando la elaboración del autor del texto original. Todos los derechos
cedidos a FUNIBER]

Cuando un investigador joven intenta por vez primera escribir los resultados de una
investigación, se enfrenta con ese miedo al papel en blanco que ha asaltado a todo
escritor ante su primera página. “Ante el reto de poner por escrito lo que debe decir,
la angustia se apodera de él: considera que escribir es muy difícil” (Martínez de
Sousa, 2007, p. 117).

Es indudable que lo fundamental en un escrito científico es la materia que se quiere


comunicar, pero, también es verdad, que sin un orden expositivo es imposible una
comunicación adecuada. Al comienzo de todo escrito de investigación, el autor tiene
entre manos una gran cantidad de material en bruto, “una nebulosa informe”
(Martínez de Sousa, 2007, p. 118). Pero, mediante el estudio y la escritura,
culminaremos el trabajo.

Cassany (1999, pp. 13-17) considera que escribir es “ser capaz de expresar
información de forma coherente y correcta para que la entiendan otras personas” a la
vez que asegura que “Hay tantas maneras de escribir como escritores y escritoras.
No se pueden dar recetas válidas para todos, […]. Cada uno tiene que desarrollar su
propia técnica de escritura”.

[…]

Un investigador que quiera reflejar de una manera precisa los resultados de su


trabajo debe actuar como los escritores expertos que poseen una amplia gama de
estrategias o microhabilidades para expresar de forma inteligible sus ideas: hacen
esquemas, escriben borradores previos, releen, etc. Es indudable que no se puede
actuar de forma espontánea. Hay que generar las ideas, enriquecerlas y traducirlas a
un código escrito, y no uno cualquiera, sino aquel que tenga en cuenta a los futuros
lectores del trabajo.

La escritura de un trabajo académico, como cualquier otro tipo de escrito, depende


únicamente del emisor, quien realiza, a veces de forma inconsciente, tres
subprocesos: planificación, escritura y revisión. Para que la tarea sea eficaz, estos
subprocesos deben hacerse conscientes. Son varias las tareas que implican cada uno
de ellos.

1.1. Planificación
Este subproceso, previo a la escritura, puede realizarse en cualquier momento de la
ejecución del trabajo. Durante la planificación, los escritores se forman una
representación mental de las informaciones que tendrá el texto final. No hay todavía
un esquema completo. Surgen en esta fase una serie de cuestiones:

a) ¿Qué quiero escribir y con qué finalidad?  La respuesta determinará una


estructura textual concreta. La información que va a transmitirse está en la memoria
del investigador, pero también en la bibliografía, los libros y artículos; en la charla
con profesores, en fichas, etc., y se recupera de diferente manera.
Esta primera parte se ha denominado generación de ideas, y resulta de gran
dificultad pues a veces los principiantes no saben recuperar y reunir la información,
por lo que recurren a la simple asociación de ideas.

b) ¿A quién va dirigido el texto? En la comunicación escrita el receptor está ausente


por lo que no podemos dar por supuesta ninguna información; además, hay escritos
que, a medida que se realizan, requieren hacer referencia a la situación y contexto en
que se origina la información para poder entender lo que se comunica.

c) ¿Cómo lo voy a decir? ¿Qué estructura debo utilizar? ¿Cómo debo organizar la
información para que el texto sea más eficaz? ¿Qué orden debo seguir? (González
Las, 1999, pp. 71-73).

Además de los problemas de contenido del texto que hay que solucionar, también
debemos atender a las cuestiones pragmáticas y textuales. Después de resolver todas
estas dificultades, la información que se obtiene está generalmente desorganizada y
debe ordenarse. La organización de ideas es el subproceso que se encarga de
estructurar la información y decide el orden en que han de aparecer. Y para
ello podemos utilizar cuadros sinópticos, mapas conceptuales, esquemas, es decir,
cualquier estrategia que nos permita estructurar la información y facilite la posterior
escritura del texto. Requiere sucesivas revisiones y afecta al sentido del texto, a la
coherencia.

Finalmente, es necesario formular los objetivos que dirigirán el proceso de la


composición del texto.

1.2. Redacción
Consiste en un conjunto de operaciones a través de las cuales, las ideas almacenadas
previamente, toman forma de texto escrito. Esta parte del proceso entraña una gran
complejidad, pues exige haber desarrollado ciertas habilidades para solventar los
problemas que se plantean en el acto de escribir: organización del contenido,
procedimientos sintácticos, elección de conectores y léxico adecuado, puntuación,
ortografía, etc. También en esta etapa se nos pueden plantear numerosos problemas
pragmáticos: intención, destinatario, estructura textual. Serán necesarias continuas
revisiones que nos harán retroceder a la operación anterior en numerosas ocasiones.

1.3. Revisión
La planificación y la revisión diferencian las producciones orales de las escritas. En
las producciones orales, debido a la inmediatez y espontaneidad, no hay tiempo de
revisar; en cambio, en las producciones escritas puede transcurrir un amplio lapso de
tiempo desde que se planifica hasta que se da por terminado el texto y, por esa
razón, se debe reflexionar y se puede rectificar lo que se crea conveniente (González
Las, 1999, p. 72). La revisión se realiza en cualquier momento de la actividad, no
sólo al final, y puede afectar incluso a la planificación de parte del texto o de todo él.
Algunos escritores revisan muy frecuentemente, cuando han escrito unas pocas
frases, pero es más habitual hacerlo después de haber redactado un grupo de
oraciones, un párrafo o una página. Esta estrategia ayuda al escritor a mantener el
sentido global del texto.

Durante la revisión podemos evaluar los resultados y comprobar si se han


conseguido los objetivos propuestos. En este subproceso podemos identificar y
resolver cualquier dificultad; pero, lamentablemente, el hecho de detectar un
problema no significa que se sepa corregir. Para solucionarlo adecuadamente es
preciso dominar determinadas estrategias lingüísticas y mecánicas. Se ha
demostrado que los buenos escritores dedican más tiempo a la revisión de sus
escritos y durante ese proceso son conscientes de los lectores a quienes va destinado
el texto; se preocupan de que comprendan su significado y lo leen repetidas veces
para detectar los fallos. Se ponen en el lugar del receptor, lo que, además, les ayuda
a resolver los problemas durante la revisión.
No es necesario siempre utilizar “un proceso de redacción lineal y ordenado, en el
que primero se planifique la estructura del texto, después se escriba un borrador,
luego se revise y se termine por hacer la versión final del escrito” (Cassany, 1988,
pp. 106-107). El proceso puede ser recursivo y cíclico: puede interrumpirse en
cualquier punto para empezar de nuevo. En el proceso lineal, la estructura
planificada al principio se mantiene hasta la finalización del escrito, no cambia nada,
y durante el proceso no se buscan ideas nuevas o, si aparecen, no se incorporan al
texto. En el proceso recursivo la estructura inicial se puede reformular a medida que
surgen ideas nuevas, que anteriormente se desconocían, y ahora, debido a nuevas
lecturas o investigaciones, es conveniente cambiar el planteamiento preliminar.

Hay que tener en cuenta siempre al destinatario del texto para así elegir el nivel de
lengua, el léxico y la complejidad de la expresión. Bien es verdad que en un escrito
de investigación – artículo, tesis, memoria de investigación, etc.- los posibles
lectores van a ser especialistas en la materia, a los que se les supone un elevado
nivel lingüístico, pero, pese a ello, se debe procurar sencillez y claridad. Una vez
más, se debe atender un consejo de Martínez de Sousa (2007b, p.117) quien
recomienda evitar el excesivo rebuscamiento y la oscuridad expresiva “los
circunloquios no enriquecen el texto, más bien lo empobrecen”.

2. Cuestiones textuales

Síntesis del apartado con el mismo título, que aparece en el capítulo 6: Aspectos formales en la redacción
detrabajos científicos, del libro: PANTOJA VALLEJO, Antonio (Coord.). Manual básico para la
realización de tesinas, tesis y trabajos de investigación. Editorial EOS: Madrid, 2009. pp. 159-162).
[Esta síntesis ha sido realizada respetando la elaboración del autor del texto original. Todos los derechos
cedidos a FUNIBER]

Mientras se compone un texto hay que utilizar una serie de estrategias que no
siempre se poseen. Si el investigador tiene un buen dominio del código escrito, no
habrá ninguna dificultad en la redacción del texto resultado de la investigación.

Pero, a veces, un investigador, que no tiene por qué ser un especialista en filología,
no dispone de todos aquellos conocimientos necesarios para llevar a buen término su
trabajo: duda acerca de algunas cuestiones ortográficas, no sabe qué vocablo utilizar
en una determinada frase, o cómo enlazar los párrafos. Y eso no debe preocupar en
exceso cuando el investigador es consciente de sus dudas y de sus carencias en
materia lingüística, pues no es muy frecuente que cualquier escritor, incluso el
especialista, posea todos los conocimientos de lengua española. No hay problema
cuando esta impericia se reconoce, pues en ese caso se está en condiciones
inmejorables para solucionarla y la mejor forma de hacerlo es la consulta de los
manuales adecuados: diccionarios, gramáticas, enciclopedias y los actuales medios
informáticos que facilitan la rápida consulta de cualquier duda que pueda surgir. El
resultado final será, con toda seguridad, un texto bien elaborado, sin equívocos ni
errores ortográficos o gramaticales. Para la consulta de estos manuales tendremos
que dominar según Cassany (1988, p. 109) algunas microhabilidades
complementarias a las que este investigador llama estrategias de apoyo, pues no
forman parte del proceso de composición básico, ya que un escritor puede elaborar
su texto sin tener que recurrir a ninguna de estas habilidades.

El texto de un trabajo de investigación, sea cual sea su objetivo final, debe ser claro,
recoger lo que el investigador quiere trasmitir y estar bien redactado. Es indudable
que la buena gramática y la escritura reflexiva harán más fácil la lectura de la tesis,
la memoria de investigación o el artículo.

En concreto, en la elaboración de un trabajo de investigación hay dos momentos


importantes muy relacionados con el aspecto lingüístico: su escritura y su defensa.
Este capítulo procurará ayudar al principiante en las cuestiones relacionadas con la
escritura.

Al escribir el texto, el investigador tiene que mostrar su capacidad para diseñar,


estructurar, y redactar la investigación. Muchas veces una redacción farragosa o
defectuosa, arruinan una buena investigación.

De lo anterior se deduce que cualquier investigador, sea de la especialidad que sea,


debe atender muy especialmente a su forma de redactar, su ortografía, la
organización textual, es decir, a su escritura.

Intentaremos solucionar aquí algunas de las dudas e inseguridades que plantea la


lengua a un hablante, a un escritor y, en especial, a los investigadores e
investigadoras cuando les llega la hora de redactar sus trabajos: memoria de grado,
de licenciatura y tesis. Por razones obvias, solamente vamos a tratar en esta ocasión
algunas cuestiones que puedan resultar difíciles o, cuanto menos, dudosas. No
podemos en el espacio que se nos ha asignado hacer un compendio de los errores
más comunes en nuestra escritura, recopilación que, por otra parte, nunca sería
completa. Sí se va a dar cuenta de todos aquellos errores encontrados en los trabajos
que se nos han ido presentando a lo largo de años como profesora de tercer ciclo y
como miembro de tribunales que juzgan este tipo de trabajos.
2.1. Macroestructura de un trabajo
Una obra, y, por tanto, una tesis, una memoria de investigación, un artículo
científico, se puede dividir en tomos, partes o secciones en las que se incluyen
determinadas porciones del texto.

Los tomos son los volúmenes en que se divide una obra. La división, conceptual, no
es arbitraria sino que debe responder a una ordenación intelectual. En una tesis
puede haber varios tomos, el primero con el cuerpo del trabajo, un segundo tomo
con los anexos y un tercero con el material fotográfico, por ejemplo.

Las partes son los distintos elementos en que se divide una obra o trabajo. Cada una
de ellas suele estar compuesta por un determinado número de secciones o divisiones
internas que, a su vez, acogen a los capítulos, que suelen llevar título propio.

2.2. Microestructura de un trabajo


Constituye la división más importante de un trabajo, es decir, los capítulos. Estos
constan de una serie de unidades semánticas que contribuyen a exponer el contenido
de la obra. Además, suelen subdividirse en apartados y párrafos.

2.2.1. Los capítulos


Acogen las divisiones de la materia para una mejor exposición de su contenido. Si
su extensión es excesiva, se subdividen en subcapítulos para que el contenido resulte
mejor estructurado.

2.2.2. Párrafos
Un párrafo es un conjunto de frases relacionadas que desarrollan un único tema. Es
una unidad superior a la oración e inferior al texto (Cassany, 1999, p. 84). Según la
definición académica (DRAE, 2001, p. 1144), “Cada una de las divisiones de un
escrito señaladas por letra mayúscula al principio de línea y punto y aparte al final
del fragmento de escritura”. Tal vez convenga matizar esta definición, pues hay que
destacar que estas divisiones deben tener unidad significativa, “un párrafo constituye
una unidad de sentido y no un mero encadenamiento de oraciones que tengan algo
que ver entre sí” (Garnacha y Montolío, 2000, p. 70). Podemos quedarnos con la
definición dada por Martínez de Sousa (2007b, 211) cuando asegura que “los
párrafos son unidades estructurales del texto formadas por una oración o una serie
de oraciones que constituyen un bloque temático unitario y homogéneo”. Según sea
el contenido del párrafo y el estilo del autor, los párrafos pueden tener una extensión
muy variable. […]

Tal vez el investigador novel pueda y deba inspirarse en las recomendaciones e


incluso trucos que nos da Cassany (1999, pp. 82-93) para estructurar los párrafos,
pero aquí bástenos con hacer unas leves consideraciones. El párrafo, en especial en
los textos breves, se convierte en el único responsable de la estructura global del
texto. Se habla de párrafos de introducción, de conclusión, de resumen, de ejemplos,
etc. Un párrafo no tiene una extensión determinada pues varía según el tipo de texto,
el tamaño del soporte, o la época histórica. Según recomendación de Cassany, cada
página debe tener entre tres y ocho párrafos, aunque reconoce que resulta peligroso
reducir una recomendación a cifras absolutas.

2.2.3. Frase
Si se repasan los manuales de redacción que hay en el mercado, y hay muchos,
podemos comprobar que la mayoría recomienda una extensión de entre 20 y 30
palabras por frase. Hay que tener en cuenta que, en su mayoría, son manuales
dedicados expresamente al estilo de los periódicos o medios de comunicación (El
País, El Mundo, ABC, Canal Sur, Agencia EFE y tantos más) y que, por tanto,
pretenden conseguir en sus redactores o locutores un estilo suelto, ágil, cercano.
Otra cosa es, en efecto, el estilo de un escrito académico, que va dirigido a un lector
versado y, por consiguiente, no requiere de la inmediatez que exigen los medios de
comunicación.

Pero, en general, en un texto académico también, cuanto más limpio y sencillo sea el
escrito, más fácil resultará la comprensión. En consideración a lo anterior,
deberemos evitar las cláusulas largas y el estilo confuso y en ello insisten muchos de
los estudiosos de la escritura (Cassany, 2007, pp. 97-104). Las frases muy
complicadas, de abundantes incisos, cortan el fluir natural del pensamiento y hacen
enrevesado y menos comprensible el resultado. Aunque la longitud de las oraciones
no está sujeta a normas rígidas y dependa en gran parte del propio estilo del escritor,
en frases muy largas será más fácil cometer “alguna discordancia sintáctica” que en
las cortas (Garachana, 2000, pp. 196-204). Una frase gana en claridad si se elimina
todo lo superfluo y accesorio. Al menos, debemos intentar que los incisos aporten
una información útil pues, en caso contrario, pueden estorbar y hacer confusa la
lectura. Para conseguir un estilo limpio y comprensible, un investigador, cualquier
escritor, debe ponerse en el papel del lector y comprobar si la lectura resulta clara e
inteligible. Si no lo es, la siguiente fase consistirá en podar y eliminar todos aquellos
añadidos, la hojarasca innecesaria, que han complicado el hilo conductor
convirtiéndolo en un galimatías imposible de entender.
3. Propiedades textuales básicas

Síntesis del apartado con el mismo título, que aparece en el capítulo 6: Aspectos formales en la
redacción de trabajos científicos, del libro: PANTOJA VALLEJO, Antonio (Coord.). Manual básico
para la realización de tesinas, tesis y trabajos de investigación. Editorial EOS: Madrid, 2009. pp. 164-
172).
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derechos
cedidos a FUNIBER].

Los textos académicos y científicos son unidades informativas. Cuando nos


enfrentamos a su redacción, debemos dar prioridad a lo que queremos decir, al
contenido, pero también plantearnos cómo lo vamos a decir, la expresión. Por
consiguiente, debemos aplicar las reglas discursivas que se basan en el
cumplimiento de las propiedades textuales básicas: adecuación, coherencia y
cohesión.

Un texto escrito no puede permitirse rasgos propios del lenguaje oral: variedades de
habla, cambios de registro, cambios de tono, superposición de ideas y de temas. Por
el contrario, debe trasmitir los resultados de la investigación con una lengua estable
y estándar, ordenar las ideas e incluir las referencias.

La adecuación es una propiedad textual que nos permite adaptar los principales
factores de la comunicación a la situación concreta y a cada tipo de texto (Sánchez
Lobato, 2006, p. 286).

Del mismo modo que, cuando hablamos, se suele tener en cuenta al interlocutor,
cuando escribimos, debemos pensar en el destinatario, el lector, a quien con
frecuencia olvidan los investigadores noveles. En los textos del tipo de los que nos
ocupan, académicos y científicos, receptores serán todos los lectores de los trabajos,
y de manera inmediata, los componentes del tribunal que ha de juzgar la tesis, o
memoria de investigación.

Por tanto, para que nuestros textos sean adecuados debemos tener en cuenta el tema
a la hora de elegir el lenguaje, el registro lingüístico, el estilo, en definitiva poner en
relación el contenido y la forma del lenguaje del texto con la situación comunicativa.

La coherencia textual “permite entender e interpretar el contenido del texto por


partes y en su totalidad, al dotarlo de unidad organizativa, temática, lógica (lineal,
jerárquica), progresiva y relevante” (Sánchez Lobato, 2006, p. 288).
Consiste en seleccionar y organizar la información que conviene al significado del
texto, de tal modo que el receptor perciba el mensaje de forma clara. Mediante la
coherencia se establece cuál es la información relevante que debemos comunicar y
cómo debemos hacerlo. Para que nuestro texto escrito sea coherente debemos
atender a una serie de aspectos: plantear el asunto en torno a un núcleo temático;
atender a la selección de la información y preguntarnos si están todos los datos que
queremos comunicar; seguir un plan o esquema jerárquico y sistemático que recoja
las ideas esenciales, y atender, asimismo, a la calidad de la información,
asegurándonos de que las ideas sean claras y se expongan de forma ordenada.

Es decir, debemos tener en cuenta el núcleo temático, la estructura de la


información, la cantidad y calidad de la información. De esta forma, construiremos
un escrito lógico y coherente que permita una fácil lectura.

Por otra parte, también debemos cuidar la cohesión de un texto, es decir, la relación
entre sus partes. Los párrafos y oraciones que forman un texto no pueden quedar
aislados, sino que se deben ensamblar para conseguir una unidad de sentido
completo. Mediante la cohesión se consigue una relación gramatical y semántica
entre las diferentes partes que componen el escrito. Los mecanismos de cohesión
aseguran la correcta interpretación de una frase o un párrafo en relación a los demás
del conjunto, ayudan al lector a seguir la línea del discurso. La cohesión, por tanto,
le da unidad al texto. El código de la lengua posee una serie de recursos para que un
texto tenga significado en su conjunto.

4. Algunas cuestiones de ortografía y estilo

Síntesis del apartado con el mismo título, que aparece en el capítulo 6: Aspectos formales en la redacción de trabajos
científicos, del libro: PANTOJA VALLEJO, Antonio (Coord.). Manual básico para la realización de tesinas, tesis y trabajos de
investigación. Editorial EOS: Madrid, 2009. pp. 164-172).
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cedidos a FUNIBER].

[…] es mi intención repasar algunos de los errores más comunes que hemos
encontrado en escritos científicos.

Este apartado abordará las siguientes temáticas:

4.1. Mayúsculas
La escritura normal se debe utilizar en letras minúsculas, pero pueden escribirse
enteramente con mayúsculas palabras, frases e incluso textos enteros, aunque esto
debe ser excepcional y dejar las mayúsculas para posición inicial de palabra.

No debe usarse la mayúscula inicial en los siguientes casos:

 Los nombres de los días de la semana, meses y estaciones del año: sábado,


viernes, domingo; verano, primavera. Pero se escriben con mayúscula cuando
forman parte de fechas históricas o festividades: Viernes Santo, Primero de
Mayo.
 Los nombres de notas musicales: do, sí, la.
 Los nombres propios que se usan como comunes: Mi prima es una celestina;
Juan es todo un donjuán; Quiero una rebeca; Me gusta el cabrales; He visto en
una tienda un damasco precioso.
 Los nombres de religiones:catolicismo, judaísmo.
 Los tratamientos: usted, señora, fray, santa, reverendo, salvo si se escriben en
abreviatura: Ud., Sra., Sta. Solamente cuando, por tradición, se han formado
acuñaciones con nombres propios, se pueden escribir en mayúscula: Fray
Luis por fray Luis de León; Santa Teresa por santa Teresa de Jesús.
Hay algunas cuestiones que deben tenerse en cuenta cuando se utilicen las
mayúsculas. A continuación se presenta una síntesis del apéndice 1, tomado de
Antonio Pantoja (2010)1.
 El empleo de mayúsculas no exime de colocar la tilde cuando la norma lo
exija: Rodríguez, Ávila. La única excepción son las siglas que se escriben
enteramente en mayúscula: CIA (del ing. Central Intelligence Agency).
 Se escriben enteramente en mayúscula las siglas y algunos acrónimos: ONU,
OTAN, etc. Pero, en cambio, se escriben en minúscula los acrónimos que el uso
ha convertido en sustantivos
comunes: radar (ra [dio] d [etecting] a [nd] r [anging]); láser (l [ight] a [mplific
ation by] s [timulated] e [mission of] r [adiation]), uci (u [nidad
de] c [uidados] i [ntensivos]). Cuando los acrónimos son nombres propios y
tienen más de cuatro letras, solo se escribe en mayúscula la inicial: Unicef,
Unesco.
 Aunque no se debe abusar de las palabras escritas íntegramente en mayúscula, a
veces puede hacerse para destacar determinada cuestión en un escrito.
 Portadas de libros, partes, o capítulos de trabajos, etc.
 Cabeceras de periódicos o revistas: EL PAÍS, EL MUNDO, ABC.
 En algunos textos jurídicos y administrativos suele ponerse en mayúscula el
verbo que indica el motivo fundamental del documento: EXPONE, INFORMA,
SOLICITA.
 Los textos de aviso o prohibición: PROHIBIDO FUMAR.
 La puntuación exige mayúscula inicial en los siguientes casos:
 En frases interrogativas y exclamativas existen dos posibilidades:
 Si la pregunta constituye la totalidad del enunciado, y su signo de cierre
equivale a un punto, la primera palabra de la pregunta se escribe con inicial
mayúscula y también la primera de la palabra siguiente: ¿En qué año fue la
segunda guerra mundial? Siempre se me olvida.
 Si la pregunta o exclamación constituyen solamente una parte del
enunciado, se pueden dar dos casos:
 a) Si la pregunta o exclamación inician el enunciado, la palabra que sigue
a los signos de cierre se escribe con minúscula: ¿Qué tendremos hoy
para cenar?, creo que es un secreto. También se escribirá con minúscula
cuando se suceden varias preguntas o exclamaciones breves que pueden
separase por comas o puntos y comas: ¿Cómo te llamas?, ¿en dónde has
nacido?, ¿qué estudias?
 b) Si la pregunta o exclamación están situadas detrás de otra palabra, en
ese caso, la primera palabra se escribe con minúscula: Manolo, ¿puedes
venir, por favor?; Profesora, ¡qué bien que esté aquí!
 Hay que recordar que se escriben con mayúscula todos los nombres propios y los
comunes que funcionan como propios, es decir, cuando designan realidades
únicas.
 Los nombres propios de persona, animal y cosa: Maribel, Pitufo, Tizona.
 Los de divinidades: Dios, Alá, Hera, Venus.
 Los apellidos: Sánchez, Aranda, Sáez. Si un apellido empieza con preposición,
o artículo, estos se escriben con minúscula: Juan de la Torre; Pedro de
Miguel; pero, si se omite el nombre de pila, la preposición debe escribirse con
mayúscula: Señor De la Torre, De Miguel.
 Los sobrenombres, apodos, seudónimos: Fernando III el Santo, el Litri.
En estos casos el artículo va en minúscula.

 Los nombres comunes que, por antonomasia, designan a una persona, a Dios,
Jesucristo o la Virgen: el Conquistador (por Jaime I) el Salvador, la Purísima.
 Los nombres abstractos personificados: la Esperanza, la Muerte.
 Los nombres propios de lugar o topónimos: el Guadalquivir, la
Mancha (comarca), los Pirineos, España. Cuando el nombre oficial de un país
o una comunidad autónoma o ciudad lleva incorporado el artículo, éste debe
escribirse con mayúscula: La Rioja (comunidad autónoma). Los nombres
genéricos que acompañan a topónimos deben escribirse con minúscula: río,
montes, sierra, estrecho, etc. a excepción de los casos en que el genérico forma
parte del nombre propio: el río Guadalquivir, la sierra de Jaén, pero, sin
embargo, Sierra Nevada, los Picos de Europa.
 Los nombres de calles y espacios urbanos deben llevar los genéricos en
minúscula y el nombre propio en mayúscula: calle Ruiz Jiménez, avenida de
Andalucía, paraje de Las Lagunillas.
 Los nombres de estrellas, planetas, galaxias, etc.: la Osa Mayor, la Estrella
Polar. Las palabras Sol y Luna solamente se escriben con mayúscula en textos
científicos de temática astronómica, en los restantes textos se escriben
normalmente con minúscula: Por la mañana entra mucho sol en mi
dormitorio.
 Los nombres de los signos del Zodiaco: Aries, Tauro, Libra, Virgo se escriben
con mayúscula, menos cuando designan genéricamente a las personas nacidas
con un signo: Maribel es aries; Manolo es tauro; los virgos son muy
ordenados.
 Los nombres de los puntos cardinales y los puntos del horizonte en su
significado primario: Norte, Sur, Este, Noroeste. Pero, si se usan en sentido
derivado o en aposición, se usarán en minúscula: Vivo en el sur de España;
hemisferio sur; rumbo norte.
 Los sustantivos y adjetivos que componen el nombre de entidades,
organismos, departamentos, monumentos, partidos políticos, etc. Ministerio de
Educación; el Museo de Bellas Artes; la Universidad de Jaén; el Teatro
Infanta Leonor.
 Los nombres de libros sagrados: la Biblia, el Corán, las Sagradas Escrituras.
 Los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de publicaciones
periódicas: El País, El Mundo, Revista de Filología Española.
 La primera palabra de un título de cualquier obra se debe poner en
mayúscula: El jinete polaco, El camino, Los aires difíciles. En el caso de
títulos abreviados, el artículo debe escribirse en minúscula: la Celestina, el
Quijote.
 Los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de documentos
oficiales. Real Decreto 1232/2007, Ley para la Ordenación General del
Sistema Educativo.
 Los nombres de festividades religiosas: Navidad, Corpus, Semana Santa.
 Las advocaciones de la Virgen: La Virgen de la Capilla, la Virgen de la
Cabeza.
 Los nombres de órdenes religiosas: el Carmelo, el Temple, la Merced.
También se escribe con mayúscula la palabra Orden cuando acompaña a uno
de estos nombres: la Orden del Carmelo.
 Las marcas comerciales utilizadas específicamente: Onda, Mercedes, Coca-
Cola.
 Los sustantivos y adjetivos que denominan disciplinas científicas: asignaturas,
cátedras, facultades, etc. Soy licenciada en Filología Románica. Me he
matriculado de Estadística.
 Los nombres de edades y épocas históricas, acontecimientos históricos,
políticos o culturales: la Edad de Oro, la Primera Guerra Mundial, el
Renacimiento.
 Algunos nombres comunes cuando, por antonomasia, designan una sola de las
realidades de su clase: el Muro, la Reconquista.
 Los nombres que designan entidades o colectividades institucionales: el
Estado, el Gobierno, la Judicatura.
 Los nombres de conceptos religiosos usados en su sentido originario: el
Purgatorio, el Infierno, pero, sin embargo, en usos derivados o metafóricos se
escriben en minúscula aquel pueblo era un paraíso.
 Los títulos, cargos y nombres de dignidades como rey, papa, duque, ministro,
presidente se escriben con minúscula cuando aparecen acompañados de
nombre propio: el rey Fernando III; el papa Juan Pablo II; la ministra de
Educación. Aunque no es obligatorio, es frecuente que estas palabras se
escriban con mayúscula cuando se emplean referidas a una persona concreta
sin el nombre propio; el Rey, el Papa. Por razones de respeto a la familia
reinante en España, se suelen usar en mayúscula: el Rey don Juan Carlos; el
Príncipe Felipe; la Infanta doña Elena.

1. En el texto original, el apéndice aparece al final del libro (pp. 409-411). A los efectos de la
elaboración de este texto, en los marcos de la asignatura, hemos considerado pertinente
colocar el contenido de este apéndice – y sucesivos – en este apartado, para evitar la
dispersión de la información y el trabajo con varios documentos a la vez.
4.2. Acentuación
A continuación se presentan las reglas de acentuación2.
El apartado está organizado atendiendo a: problemas más comunes en la
acentuación, reglas de acentuación de palabras con diptongos, hiatos y triptongos,
tilde diacrítica, acentuación de palabras y expresiones compuestas, entre otras
distinciones respecto a la acentuación.

 Problemas más comunes en la acentuación ortográfica:


 En las palabras polisílabas.
 Aunque las palabras agudas se acentúan cuando acaban en –n, –s y vocal, si
la –s va precedida de otra consonante se escriben sin tilde: robots, tictacs,
zigzags. Tampoco se acentúan las palabras agudas acabadas en –y pues, a
efectos de acentuación, se considera consonante: guirigay, virrey, convoy
 Las palabras llanas que, como es sabido, llevan tilde cuando no acaban en –
n, –s, y vocal, sin embargo se acentúan cuando terminan en –s precedida de
otra consonante: bíceps, cómics, fórceps y cuando terminan en –y: póney3,
yoquey.
 Las palabras esdrújulas y sobresdrújulas siempre llevan tilde: música,
lingüístico.
 Monosílabos. Las palabras de una sola sílaba, a excepción de los casos de tilde
diacrítica, no se acentúan nunca: res, cien, fe. A efectos de acentuación, hay
que tener en cuenta que algunas combinaciones vocales son siempre
diptongos:
 Toda combinación de vocal abierta (a, e, o) + vocal cerrada (i, u) o
viceversa, siempre que la vocal cerrada no sea tónica, así como la
combinación de dos vocales cerradas distintas, han de considerarse diptongo
desde el punto de vista ortográfico. Es una de las convenciones introducidas
por la Real Academia en su Ortografía (1999: 46-47). Por eso palabras que
antes eran consideradas como bisílabas pasan ahora a ser consideradas
monosílabas y, por tanto, deben escribirse sin tilde: guion4, pion, prion,
truhan.
 Según la propia Academia (1999:46) y el Dpd (2005:636) «es admisible
acentuar gráficamente estas palabras […] si quien escribe articula
nítidamente como hiatos las secuencias vocálicas que contienen y las
considera bisílabas: fié, huí, riáis, guión.» La pronunciación monosilábica es
predominante en zonas de Hispanoamérica, especialmente en México,
mientras que en Ecuador, Colombia, Venezuela y en España es mayoritaria
la pronunciación bisilábica.
 Reglas de acentuación de palabras con diptongos, hiatos y triptongos
 Diptongos. Las palabras con diptongo se acentúan siguiendo las reglas
generales de acentuación: vio, bonsái, huésped, superfluo, lingüística.
 Hiatos.
 Las palabras en hiato formado por dos vocales iguales o dos vocales
abiertas distintas, siguen las reglas generales de acentuación: creó, deán,
peor, Sánchez, Jaén, bacalao.
 Las palabras con hiato formado por una vocal cerrada tónica y una vocal
abierta átona, o una vocal abierta átona y una cerrada tónica, siempre llevan
la tilde sobre la vocal cerrada: armonía, dúo, río, laúd, caída, raíz, oír,
búho, ahíto.
 Triptongos. La tilde va siempre en la vocal abierta: consensuéis, habituáis, si
así lo exigen las reglas generales de acentuación.
 Tilde diacrítica. Se llama tilde diacrítica al acento gráfico que permite distinguir
palabras iguales en su forma, pero con categorías gramaticales diferentes.
 En monosílabos.

 Otros casos
 Demostrativos. Los demostrativos este, ese, y aquel, con sus femeninos y
plurales, pueden llevar tilde si son pronombres (RAE, 1999:49), aunque en
el Dpd(2005:639) la misma Academia recomienda seguir las reglas
generales de acentuación y, por tanto, escribirlos sin tilde: Me quedo con
esta; Quiero dos de aquellas; Mi casa es esta. Pero, cuando en una oración
exista riesgo de ambigüedad, el demostrativo llevará obligatoriamente tilde
en su uso pronominal:
¿Por qué compraron aquéllos libros usados?/¿Por qué compraron aquellos
libros usados?;
Dijo que ésta mañana vendrá/Dijo que esta mañana vendrá.
 Interrogativos y exclamativos. Las palabras adónde, cómo, cuál, cuán,
cuándo, cuánto, dónde, qué, y quién, con valor interrogativo o exclamativo,
son tónicas y
llevan tilde diacrítica. Cuando estas palabras son relativos o conjunciones
no se acentúan:
¡Qué baile! ¡Qué baile!;
No tengo qué estudiar/No tengo que estudiar; No sé cómo decírtelo;
¿Cuál es el motivo?;
No sé cuándo llega el avión;
¡Cuánto nevó la semana pasada!
 Sólo/solo. La palabra solo puede ser un adjetivo: Prefiero café solo; o un
adverbio: Este invierno solo nevó un día. La Academia recomienda
escribirla sin tilde en ambos casos por ser palabra llana, pero, «cuando esta
palabra pueda interpretarse en un mismo enunciado como adverbio o como
adjetivo, se utilizará obligatoriamente la tilde en el uso adverbial para evitar
ambigüedades» (Dpd, 2005, 639):
Me quedaré en Venecia solo un mes (sin tilde, sin compañía);
Me quedaré en Venecia sólo un mes. (Con tilde, únicamente, solamente)
 Aún/aun. Este adverbio lleva tilde cuando puede sustituirse
por todavía (tanto temporal como ponderativo o intensivo): Aún tiene la
rosa guardada; Ahora que he leído nuevamente el libro, me parece aún
más interesante. Cuando se utiliza con el significado de hasta, también,
incluso, se escribe sin tilde: Ni aun de lejos se le parece; Llegaron todos,
aun los que vivían muy lejos; Lo procuraré, pero aun así no sé si voy a
aprobar.
 Acentuación de palabras y expresiones compuestas
 Compuestas sin guión. Las palabras compuestas se pronuncian con un único
acento prosódico. El acento recae sobre la sílaba tónica del último elemento y
sigue, en todo, las reglas generales de acentuación: veintitrés, balonmano,
asimismo, portalámparas.
 Los adverbios terminados en –mente se pronuncian con dos sílabas tónicas.
Llevan la tilde sobre el adjetivo en caso de que éste la llevara: fácilmente,
lentamente, rápidamente, tímidamente, decorosamente
 Formas verbales con pronombres enclíticos. Los pronombres personales átonos
se pronuncian ligados al verbo con el que forman un núcleo acentual: sígueme,
dilo, dáselo. A partir de la Ortografía de 1999 (52-53), las formas verbales con
enclíticos deben acentuarse siguiendo las reglas generales de
acentuación: estate, suponlo, deles, pero déselo, léela, fíjate, oídme, salíos,
reírte.
 Palabras compuestas con guion. Siempre conservan la acentuación gráfica que
corresponda a cada uno de los miembros: teórico-práctico, franco-alemán.
 Expresiones compuestas escritas en varias palabras. Se mantiene siempre la
acentuación gráfica de cada una de las palabras: José Luis; María José;
cuarenta y seis, trigésimo séptimo5.
 Voces y expresiones latinas
 Las voces latinas usadas corrientemente en español se someten a las reglas de
acentuación: Tedeum; quórum; ídem; ítem; accésit; alma máter. Por ser una
voz muy utilizada en los textos de investigación se recomienda tener en cuenta
lo dicho en el Dpd (2005:201) acerca de la palabra currículum. El texto
académico recomienda emplear currículo o currículum vitae y currículos.
Según dicho diccionario, el plural currícula no debe utilizarse
 Las palabras usadas en el nombre científico de plantas o animales se escriben
sin tilde: Jasminum officinalis (jazmín).
 Palabras extranjeras
 Palabras no adaptadas. Los extranjerismos que conservan su grafía original y
no han sido adaptados, deben escribirse en cursiva o comillas, y no deben
llevar ningún acento que no tengan en su idioma de procedencia: catering6,
gourmet7, disc-jockey.
 Palabras adaptadas. Las palabras de origen extranjero ya incorporadas al
español o adaptadas completamente a su pronunciación y escritura deben
someterse a las normas de acentuación: béisbol (del ingl. Baseball); bidé, (del
francés bidet); Milán (del italiano Milano).
 Palabras en mayúscula. Las letras mayúsculas, tanto si se trata de iniciales como
si integran una palabra escrita enteramente en mayúsculas, deben llevar
tilde: Ángel, ÁVILA.
 Abreviaturas. Mantienen la tilde en caso de incluir la vocal que la lleva en la
palabra desarrollada: pág. de página; íd. por ídem; Cía o C.ía por compañía.
 Sólo los acrónimos que se han incorporado al léxico general se someten a las
reglas de acentuación: láser, radar.
 Los símbolos no llevan nunca tilde: a por área; ha por hectárea.

2. En el texto original, este apartado aparece como Apéndice 2. (pp. 412 – 416).
3. En DRAE se recomienda poni.
4. Dpd (2005, 323) «La doble grafía, con o sin tilde, responde a las dos     formas posibles de articular esta palabra: con
diptongo (guion [gión]), caso en que es monosílaba y debe escribirse sin tilde; o con hiato (guión [gi-ón]), caso en que
es bisílaba y se tilda por ser aguda acabada en -n. La articulación con diptongo es la normal en amplias zonas de
Hispanoamérica, especialmente en México y en el área centroamericana; por el contrario, en otros países americanos,
como la Argentina, el Ecuador, Colombia y Venezuela, al igual que en España, esta palabra se articula con hiato y
resulta, pues, bisílaba. Debido a esta doble articulación, y con el objetivo de preservar la unidad ortográfica, en la
última edición de la Ortografía académica (1999) se establece que toda combinación de vocal cerrada átona y abierta
tónica se considere diptongo a efectos de acentuación gráfica. Por ello, en guion y otras palabras en la misma situación,
como ion, muon, pion, prion, Ruan, Sion y truhan, se da preferencia a la grafía sin tilde, aunque se permite que aquellos
hablantes que pronuncien estas voces en dos sílabas puedan seguir tildándolas».
5. Los ordinales compuestos pueden escribirse en una o dos palabras. Hoy es mayoritaria la grafía
simple: decimotercera, vigesimosegundo. A partir de la tercera decena solo se emplean las grafías complejas: trigésimo
segundo.
6. DRAE, 2001:326.
7. DRAE, 2001:777. En la entrada correspondiente a esta voz en internet http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?
TIPO_BUS=3&LEMA=cultura figura como artículo enmendado e incluye algún ejemplo. Pero todavía se incluye en
cursiva por lo que se sigue considerando como palabra no adaptada al español.

4.3. Puntuación

4.3.1. Signos de puntuación


«Sus funciones son marcar las pausas y la entonación con que deben leerse los
enunciados, organizar el discurso y sus diferentes elementos» (Dpd, 2005, p. 604).
De la puntuación depende, en ocasiones, el sentido exacto y la entonación adecuada
de un texto.

Las reglas de puntuación son menos objetivas que las de acentuación; puede haber
un cierto margen de subjetividad en algunos casos. Este pequeño margen de
subjetividad hace que algunos tratadistas hablen de puntuación estilística.

4.3.1.1. Punto
El uso principal del punto es marcar gráficamente la pausa que indica el final de un
enunciado, de un párrafo o de un texto. La palabra que sigue al punto debe escribirse
con mayúscula (Dpd, 2005, pp. 537-538).

Recibe diferentes nombres, según marque el final de un enunciado, de un párrafo o


de un texto:

 Si se escribe al final del enunciado y a continuación, en el mismo renglón, se


inicia otro, se denomina punto y seguido. Separa, por lo tanto, los enunciados que
integran un mismo párrafo.
 Si se escribe al final de un párrafo y el enunciado siguiente inicia un párrafo
nuevo, se denomina punto y aparte. La primera línea de cada párrafo debe tener
un margen mayor que el resto de las líneas que lo componen, es decir, ha de
quedar sangrada.
 Si se escribe al final de un escrito o de una división importante del texto, se
denomina punto final. No es correcta la denominación *punto y final por
analogía con punto y seguido y punto y aparte
A continuación se presentan los usos del punto (.)8:
 Se escribe punto detrás de las abreviaturas: Sra., edit., Lda.
 No se pone punto en aquellas abreviaturas en las que el punto se sustituye por
una barra: c/por calle; c/c por cuenta corriente, etc.
 Si la abreviatura incluye alguna letra volada, el punto se coloca delante de esta:
D.a , 1.o , M.a .
 Actualmente las siglas no llevan puntos (OTAN), menos si forman parte de un
enunciado escrito todo él en mayúsculas: MEMORIA ANUAL DEL C.S.I.C.
Cuando se combina con otros signos hay que tener en cuenta lo que sigue:

 El punto se escribirá siempre detrás de las comillas, los paréntesis y las rayas de
cierre: Ella dijo: «Ya se ha acabado». Creo que ya conoces a Juan –un buen
compañero. Puedes recurrir a él cuando quieras.
 No debe escribirse punto detrás de los signos de cierre de la interrogación o de
exclamación, aunque con ellos termine el enunciado: ¿Dónde estás? ¿A qué hora
vuelves?; ¡Queda muy poco tiempo! ¡Vamos a llegar muy tarde! Solamente debe
escribirse punto si tras los signos de interrogación o de exclamación hay
paréntesis o comillas de cierre: Se puso a gritar como un loco (¡vaya genio!). El
profesor me pregunto: «¿Sabe usted algo de mi asignatura?».
 Si el punto de una abreviatura coincide con el punto de cierre de un enunciado,
solo debe escribirse un punto, nunca dos: Asistieron el rector, los profesores, los
alumnos, etc.

Usos incorrectos del punto (.):


 No debe escribirse punto tras las unidades de millar en la expresión numérica de
los años, ni en la numeración de páginas, códigos postales, ni en los números de
artículos, decretos o leyes: año 2008; página 1325; 17080 Jaén.
 Nunca debe escribirse punto detrás de los títulos y subtítulos de los libros,
artículos, capítulos, obras de arte, etc., cuando aparecen aislados y son el único
texto del renglón:
 Tratado de Educación Física
 Introducción a la Fonética/i>
 Tampoco deben llevar punto los nombres de autor en cubiertas, portadas,
prólogos, firmas de cartas y otros documentos.

8. Tomado del apéndice 5, en el texto original (pp. 420 – 421).


4.3.1.2. Coma
La coma indica la existencia de una pausa breve en el enunciado (Dpd, 2005, pp.
144-148). A veces usar este signo de puntuación depende del gusto o de la intención
de quien escribe, pero existen comas de presencia obligatoria en un escrito para que
éste sea entendido.

A continuación se incluyen algunos de los usos normativos de la coma (,)9.


 Para delimitar incisos se deben utilizar dos comas, una delante del inciso y otra al
final. La coma puede alternar en este uso con la raya y con los paréntesis. Los
incisos pueden ser:
 Aposiciones explicativas: Luisa, la mujer de Juan, trabaja por las tardes.
 Adjetivos explicativos pospuestos al sustantivo u oraciones adjetivas
explicativas: El delincuente, asustado, se escondió en un parque; Todos mis
alumnos, que estudian mucho, van a sacar muy buenas notas
 Expresiones u oraciones de carácter accesorio, sin vinculación sintáctica con
los elementos del enunciado en el que se insertan: Éste es, según dicen, el
personaje del año; Tu arroz, ¡qué rico!, es el mejor que he probado.
 Cualquier comentario, explicación o precisión a algo dicho: Todos los
profesores, incluso la de Lengua, estaban de acuerdo; El buen profesor, según
se dice, debe ser accesible
 Para separar o aislar elementos u oraciones dentro de un mismo enunciado.
 La coma separa los elementos de un enunciado: Antonio, Eva, Gabriel y Paqui
vinieron a mi casa. Si estos son complejos y ya contienen comas en su
expresión, se debe recurrir al punto y coma.
 Se separan mediante comas los miembros gramaticalmente equivalentes dentro
de un mismo enunciado: Antes de acostarte, desenchufa el brasero, apaga el
horno, cierra la llave de paso y echa la llave.
 Se separan por comas los sustantivos que funcionan como vocativos: Manolo,
no quiero que te muevas del cuarto de estudio en toda la tarde; Ven aquí, niña.
 La coma sirve también para separar el sujeto de los complementos verbales
cuando el verbo está elidido: Nosotros iremos a Italia, mis hijos, a Alemania;
En la playa lo pasó bien, en el mar, regular.
 Se escribe coma delante de cada una de las oraciones o elementos coordinados
encabezados por adverbios correlativos que funcionan como conjunciones
distributivas o disyuntivas: bien…, bien; ya…, ya. Celebraremos nuestro
aniversario, bien en la casa, bien en un restaurante; Ya seas bueno, ya seas
malo, te va a dar igual. También se separan por comas las oraciones
yuxtapuestas de sentido distributivo: Unos estudian, otros trabajan.
 Se debe escribir coma delate de excepto, salvo, y menos: Todo tiene solución,
excepto la muerte; Sus padres le perdonan todo, menos que no estudie.
 Se escribe coma delante de las conjunciones que unen las oraciones incluidas
en una oración compuesta:
 Ante oraciones coordinadas adversativas introducidas por pero, más, aunque,
sino: Puedes ver la televisión un rato, pero no te olvides de terminar los deberes;
El Real Madrid es un gran equipo, aunque este año está fatal.
 Ante oraciones consecutivas introducidas por conque, así que, de manera que,
etc.: Ya has visto la tele un buen rato, así que ponte a estudiar.
 Ante oraciones causales lógicas o explicativas: Ha llovido, porque el césped está
húmedo. (la humedad no es la causa de la lluvia, sino su consecuencia), sin
embargo, El césped está húmedo porque ha llovido es una causal pura y no lleva
coma.
 Se escribe coma para separar los dos términos de la construcción copulativa
intensiva: Me gustaría que lo hicieras no solo por mí, sino por ti mismo.
 Cuando se invierte el orden normal de las partes de un enunciado, se escribe
coma detrás del bloque anticipado:
 En las oraciones simples, cuando los complementos circunstanciales van delante
del verbo, salvo que sean muy cortos: Desde la terraza de mi casa, la campiña de
Jaén se ve preciosa; En aquellos fríos días del mes de febrero, no pudimos salir
al campo; Por un buen amigo, se hace lo que sea. También pueden separase por
comas otros complementos del verbo cuando se anteponen a él y se convierten en
foco oracional: De política, no queremos que se hable aquí; A los jóvenes, hay
que darles un margen de confianza
 También se pone coma en las oraciones compuestas, cuando la subordinada
adverbial precede a la principal: Si vienes a Jaén, no dejes de llamarme; Cuando
te enteres, me lo dices; Como no me lo dijiste, no pude hacer nada.
 Se escribe coma detrás de algunos enlaces como esto es, es decir, a saber,
pues bien, ahora bien, en primer lugar, por una parte… por otra parte, en fin,
por último, además, con todo, en tal caso, sin embargo, no obstante, por el
contrario, en cambio y otros similares, así como detrás de muchos adverbios o
locuciones adverbiales que modifican a toda la oración y no solo a uno de sus
elementos, como efectivamente, generalmente, naturalmente, por regla
general, etc.: Verdaderamente, Juan estaba nervioso; Naturalmente, los
alumnos que no traigan identificación no podrán examinarse; En síntesis,
trataremos de acabarlo; En primer lugar, no voy a ir porque tengo trabajo, en
segundo lugar, porque no tengo traje de esquí, por último, no me apetece.
 Se escribe coma detrás de los complementos encabezados por locuciones
preposicionales de valor introductorio, del tipo en cuanto a, respecto de, en
relación con, con referencia a, a tenor de, etc.: En cuanto a lo de antes, no
tengo nada que decir; Respecto a esa cuestión, no hay nada que objetar; Con
referencia a lo anterior, podemos seguir adelante.
 Se escribe también coma cuando se repite una palabra para introducir una
explicación sobre ella: Se compró un traje carísimo, traje que, al mes
siguiente, ya no se puso ni una vez.
 La palabra etcétera y su abreviatura se separan con coma del resto del
enunciado: Los alemanes, italianos, franceses, etcétera, vienen mucho a
España
 Se escriben entre comas los sobrenombres o seudónimos cuando se mencionan
tras el nombre verdadero: José Martínez Ruiz, Azorín, escritor de la
generación del 98. Por el contrario, los sobrenombres que no pueden utilizarse
solos, se unen al nombre sin coma: Fernando III el Santo, Guzmán el Bueno;
Alfonso X el Sabio.
 Conviene escribir entre comas el nombre del autor cuando se pospone al título
de una obra: El cuadro “El Guernica”, de Picasso, está inspirado en el
bombardeo del pueblo vasco.
 En las cartas y documentos se debe poner coma entre el lugar y la fecha: Jaén,
30 de septiembre de 2008.
 En las direcciones se pone coma entre el nombre de la calle y el número de la
casa: Avenida de Andalucía, 53.
 Para distinguir entre sentidos posibles de un mismo enunciado. Una misma
secuencia de palabras puede tener varios significados dependiendo de cómo esté
puntuada:
Yo os prefiero amigos / yo os prefiero, amigos.
Tú, hijo, come bien / Tu hijo come bien.
Alfonso, estudia / Alfonso estudia.
Los niños, que son buenos, irán al cielo / Los niños que son buenos irán al cielo.
No lo hice como me dijiste / No lo hice, como me dijiste.
Señor: muerto está, tarde llegamos / Señor muerto: esta tarde llegamos.
 La coma suele ser incompatible con la conjunción y, pero hay casos en que no lo
son:
 Cuando hay una relación de elementos separados unos de otros por punto y
coma, delante de la conjunción que introduce el último elemento se pone
coma: Juan es simpático; su mujer, un poco seria; Pedro, amable, y María,
tímida
 Se escribe coma delante de las conjunciones cuando la secuencia que
encabezan enlaza con todo el predicado anterior, y no con el último de sus
miembros coordinados: Compró verdura, fruta y carne, y se fue del
supermercado.
 Cuando se enlazan miembros gramaticalmente equivalentes, si el último es
semánticamente heterogéneo, se pone coma delante de él: Pusieron aire
acondicionado, pintaron las paredes, compraron muebles nuevos, y quedaron
muy contentos con el resultado.
 Cuando la conjunción y tiene valor adversativo puede ir precedida de
coma: Los niños se alegraron de que no hubiera clase, y eso no les gustó a sus
padres (pero eso no les gustó a sus padres).
 Debe escribirse coma delante o detrás de las conjunciones si hay un
inciso: Este chico, si no se malea, y su hermana llegarán lejos; Puedes
hacerlo o, si no estás muy decidido, dejarlo sin hacer.

Usos incorrectos de la coma


La coma es incorrecta entre el sujeto y su verbo. Aunque el sujeto sea muy largo, no
debe colocarse ninguna coma, a pesar de que oralmente pueda hacerse una leve
pausa antes del comienzo del predicado: Sus amigos, sus hermanos, sus sobrinos
fueron al hospital a verla.
Cuando una enumeración del tipo de la anterior se cierra con etcétera, o cuando hay
un inciso, sí que aparece una coma necesariamente delante del verbo: Sus amigos,
sus hermanos, sus sobrinos, etcétera, fueron al hospital a verla; Juana, como ya
sabes, ha tenido mellizos.
Tampoco se debe escribir coma detrás de pero cuando precede a una interrogativa o
exclamativa: Estuviste quince horas estudiando, pero ¡qué disparate!
En español no se usa coma detrás de las fórmulas de saludo en los documentos y
cartas pues es un anglicismo que debe evitarse: *Querida Lola, te adjunto el archivo
que me pediste10. Debe escribirse: Querida Lola: Te adjunto el archivo que me
pediste.

9. En el texto original, estos contenidos aparecen en el apéndice 3 (pp. 417-419).


10. Siempre que aparezca un asterisco ante una palabra o una oración es para resaltar la incorrección de lo que
sigue.
4.3.1.3. Punto y coma
Es un signo de puntuación que indica una pausa mayor que la coma y menor que el
punto (Dpd, 2005, pp. 539-540). De todos los signos de puntuación, es el que
presenta un mayor grado de subjetividad pues, en muchos casos, es posible optar por
un punto y seguido, por una coma o dos puntos.

A continuación se presentan los usos del punto y coma (;)11:


 Para separar los elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones
complejas que incluyan comas: Mi abuelo era telegrafista; mi padre, profesor de
universidad; mi hermano, médico.
 Para separar oraciones independientes entre las que existe una estrecha relación
semántica: Todos a la calle; aquí no hay nada qué ver.
 También se debe poner punto y coma delante de conectores adversativos,
concesivos o consecutivos, como pero, mas, aunque, sin embargo, por tanto, por
consiguiente, cuando las oraciones que encabezan tiene cierta longitud: Los
jugadores eran los mejores del mundo; sin embargo, fracasaron
estrepitosamente en el campeonato de liga.
 Se escribe punto y coma después de una lista o relación cuando se escriben en
líneas independientes, menos en el último que se pone punto:
Algunas de las variedades del español en España son:
 el andaluz;
 el extremeño;
 el murciano;
 el canario.

12.Tomado del apéndice 4, en el texto original (p. 420).

4.3.1.4. Dos puntos


Este signo de puntuación implica una pausa mayor que la de la coma y menor que la
del punto (Dpd, 2005, pp. 239-240). Sirve para llamar la atención sobre lo que viene
a continuación, que siempre está en estrecha relación con el texto precedente.
A continuación se presentan los usos de los dos puntos (:)12
 Cuando se va a realizar una enumeración de carácter explicativo: Esta mañana he
comprado dos novelas: «Cien años de soledad» y una de Juan Eslava.
 Si se anticipan los elementos de la enumeración, los dos puntos sirven para
cerrarla y dar paso al concepto que los engloba: Trabajo, método, interés: esas
son las bases de una buena tesis
 Para reproducir citas o palabras textuales, es decir el denominado «estilo directo».
La cita debe escribirse entre comillas e iniciarse con mayúscula: Cervantes
escribió: «En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…».
 Después de las fórmulas de saludo en el encabezamiento de cartas y
documentos se escriben dos puntos. La palabra que sigue a los dos puntos, y que
inicia el cuerpo de la carta, se escribe con inicial mayúscula y en renglón
aparte: Estimado amigo: / Le envío los datos que me pidió.
 Sirven para separar una ejemplificación del resto de la oración: Algunas veces no
lo entiendo: hoy me ha chillado sin ninguna razón.
 Se colocan después del verbo que presenta el objetivo fundamental de
documentos jurídicos y administrativos, como decretos, sentencias, bandos,
edictos, certificados o instancias: El verbo se escribe con todas sus letras en
mayúscula y también la inicial de la primera palabra que le sigue, escrita en
párrafo aparte: M.ª del Carmen Ledesma CERTIFICA: / Que la alumna…
 Sirven para marcar una pausa enfática después de locuciones introductorias del
tipo a saber, ahora bien, pues bien, esto es, dicho de otro modo, en otras palabras,
más aún, etc. y no precisan que la oración que los sigue se inicie con
mayúscula: Existen problemas en España; a saber: el terrorismo, la inseguridad
ciudadana, el paro. En estos casos también se puede usar comas, pero el énfasis
desaparece.
 Se utilizan los dos puntos para enlazar oraciones relacionadas entre sí sin
necesidad de emplear otro nexo. Las conexiones que pueden expresar son:
 Causa-efecto: No podré ir de vacaciones este puente: tengo mucho trabajo
 Conclusión, consecuencia o resumen de la oración anterior: Mi hermano come
mucho: está muy gordo; Últimamente comemos demasiado y no hacemos
deporte: no sabemos cuidarnos.
 En títulos y epígrafes los dos puntos suelen utilizarse para separar el concepto
general del aspecto parcial que va a tratarse: La Educación Física: una
aproximación histórica
 No es correcto escribir dos puntos entre una preposición y el sustantivo o
sustantivos que esta introduce: *La obra será coordinada por: Pedro López y
José Santamaría.

12. En el texto original, esta información aparece en el apéndice 6 (pp. 421 – 422).

4.3.1.5. Puntos suspensivos


Signo de puntuación formado por tres puntos consecutivos (Dpd, 2005, pp. 538-
539). Indican la omisión o la interrupción de un texto. Si los puntos suspensivos
cierran el enunciado, la palabra siguiente debe escribirse en mayúscula: Iremos mis
hermanos, mi madre, yo… Toda la familia al completo.
A continuación se presentan los usos de los puntos suspensivos (…)13:
 Indican la existencia en el discurso de una pausa breve que expresa duda, temor,
vacilación o suspense: Y entonces se acercó…, dio un paso…, crujió la
madera…, allí estaba. Te llaman de tu casa… Espero que no pase nada.
 Señalan la interrupción voluntaria de un discurso cuando se supone que el lector
ya conoce lo que continúa, en especial, si se reproduce un refrán o fragmento
literario conocido: Me gustaría contarte mis penas, pero… no merece la pena. Ya
sabes que a buen entendedor…
 Se usan para evitar reproducir expresiones o palabras malsonantes o
inconvenientes: ¡El hijo de… quería estafarme!
 Cuando se desea dejar incompleto el enunciado, se escriben puntos
suspensivos: La pobre lo pasó muy mal, se puso blanca… es preferible que no se
lo recuerdes.
 En enumeraciones abiertas o incompletas, tienen el mismo valor que la
palabra etcétera: Muchos turistas vienen a España de vacaciones: franceses,
italianos, alemanes…
 Colocados entre corchetes […] o entre paréntesis (…), los puntos suspensivos
muestran la supresión de una palabra o un fragmento en una cita textual. En este
caso, creemos preferible seguir lo recomendado por Martínez de Sousa (1987,
92):
 Si al tomar un texto interesa hacerlo por un punto en que no aparece
mayúscula (por no ser principio de párrafo ni ir después de un punto y seguido
o signo que haga sus veces), la grafía de la primera cita debe corresponder a la
que tiene en el original; para ello, si empieza con minúscula se hace uso de los
puntos encorchetados: «[…] encontramos difícil de entender […]». El mismo
recurso se utiliza cuando la cita se interrumpe en un lugar que no es punto: se
escribe la última palabra con la puntuación que le corresponda y se cierra la
cita con puntos encorchetados: «Una solución estriba en socorrer al herido;
[…]».
 Sin embargo, en el Dpd (2005:539) en estos casos no se exige la presencia de
corchetes.
 Cuando los puntos suspensivos van al final del enunciado, no debe añadirse a
ellos el punto de cierre. Solo se escribirán tres puntos. Pero si los puntos
suspensivos van detrás de una abreviatura, se suma el punto de cierre de esta por
lo que se deben escribir cuatro puntos: En las tesis deben escribirse abreviaturas
como pág., núm., leg…

13. Tomado del apéndice 7, en el texto original (pp. 422 – 423).


4.3.1.6. Paréntesis
Es un signo ortográfico doble que se debe utilizar para insertar en un enunciado una
información complementaria o aclaratoria (Dpd, 2005, pp. 486-487). Veamos
algunos ejemplos de sus usos:
 Interrumpir el enunciado con un inciso aclaratorio o explicación
complementaria: Las oraciones adjetivas (también llamadas de relativo)
complementan a un sustantivo. En su lugar se pueden utilizar comas o rayas, pero
el paréntesis aporta un mayor grado de aislamiento del enunciado
 Intercalar algún dato: fechas, lugares, el desarrollo de una sigla, el nombre de un
autor o de una obra: El descubrimiento de América (1492) lo realizó Colón.
 Introducir opciones en un texto. Se encierra entre paréntesis el elemento que
constituye la alternativa: Se deberá(n) indicar el (los) día(s) en que se realice la
excursión.
 Desarrollar las abreviaturas o reconstruir las palabras incompletas del texto
original cuando se reproducen o transcriben textos, códices o inscripciones: Imp
(eratori) Cae s (ari). En estos casos el Dpd (2005, p. 182) recomienda usar
corchetes.
Es conveniente recordar que los signos de puntuación correspondientes al periodo en
el que va inserto el texto entre paréntesis se colocan siempre después del paréntesis
de cierre: Llevo trabajando muchos años (el año pasado cumplí los diez trienios),
pero nunca me había tomado una baja laboral.
No debe emplearse nunca un signo de puntuación que no sea necesario cuando se
suprimen los paréntesis. Especialmente, hay que evitar el uso de la coma cuando el
paréntesis está situado entre sujeto y verbo: *Las Juntas de Facultad (la última
terminó a las cuatro de la tarde), son muy pesadas / Las Juntas de Facultad (la
última terminó a las cuatro de la tarde) son muy pesadas.
El texto incluido entre paréntesis tiene una puntuación independiente: La manía de
Juan por almacenar cosas (cajas, papeles, revistas…) es un auténtico síndrome de
Diógenes.
El punto se colocará siempre detrás del paréntesis de cierre: El director terminó
dando voces. (Creo que no fue muy educado).

4.3.1.7. Corchetes
Se utilizan, de forma parecida a los paréntesis, para incorporar información
complementaria o aclaratoria (Dpd, 2005, p. 182). Se emplean en los siguientes
casos:
 Cuando dentro de un enunciado entre paréntesis es preciso introducir algún inciso
o precisión: Hay que emplear bien la palabra «desternillarse» (algunas personas
dicen «destornillarse» [de tornillo en vez de ternilla]).
 Cuando, en un texto transcrito, el editor quiere incorporar alguna aclaración, nota,
desarrollo de una abreviatura o cualquier interpolación ajena al texto original, se
usan los corchetes (también es posible utilizar los paréntesis con esta función).
L[ey] O[rgánica de] U[niversidades].
 También se utilizan tres puntos entre corchetes cuando en el texto transcrito se
omite una parte de él: Antonio Muñoz Molina nació en Úbeda (Jaén) en 1956
[…]. Académico de número de la Real Academia Española […] es un gran
novelista.

4.3.1.8. Comillas
Signo ortográfico doble utilizado para delimitar niveles distintos en una oración
(Dpd, 2005, pp. 149-150); y (Martínez de Sousa, 2007b, pp. 154-155; 169; 570).
Hay diferentes tipos: las comillas angulares, llamadas latinas o españolas («…»),
las inglesas (“…”) y las simples (‘…’).
En los textos impresos, el Dpd (2005, p. 149) recomienda usar en primera instancia
las comillas angulares, reservando los otros tipos para cuando deban entrecomillarse
partes de un texto ya entrecomillado: «Manolo me dijo: “vaya ‘bólido’ que se ha
comprado Juan”». Estas mismas directrices las podemos encontrar en Martínez de
Sousa (2007b, p. 168), autor que considera un galicismo ortográfico utilizar las
comillas inglesas en lugar de las angulares o españolas. Puesto que los actuales
medios informáticos permiten usar cualquier tipo de símbolo, es aconsejable seguir
estas recomendaciones14. Algunos periódicos, como El País, sin embargo,
recomiendan a sus redactores el uso de las comillas inglesas en detrimento de las
latinas, muy posiblemente por comodidad.
A continuación se presentan algunos usos de las comillas15:
 Para encerrar las citas textuales: La profesora ha dicho: «tenéis que estudiar
todos los días, si queréis aprobar mi asignatura».
 Antes era costumbre colocar comillas de cierre al comienzo de cada párrafo en el
caso de que el texto reproducido constara de varios, pero hoy lo normal es
sangrar el texto y utilizar un cuerpo menor, en especial cuando la cita es larga, de
más de cinco líneas. En ese caso, no son necesarias, por redundantes, las
comillas.
 Cuando se intercala un comentario del transcriptor de la cita, este debe
enmarcarse entre rayas: «Es necesario –ha dicho el presidente– que todos nos
unamos contra el terrorismo»
 En las obras literarias de carácter narrativo, las comillas sirven para marcar los
textos que reproducen de forma directa los pensamientos de los
personajes: «Cuidado con los escalones», dijo la guardesa, «que son muy
traicioneros». (Muñoz Molina, El jinete polaco).
 También sirven para indicar que una palabra o expresión es impropia, vulgar,
procede de otra lengua o se utiliza irónicamente o con un sentido especial: Como
estaba tan cansado dijo que pensaba «arrellenarse» en su sillón toda la tarde. El
alcalde está muy ocupado con sus «negocios».
 En textos impresos en letra redonda es más frecuente y recomendable reproducir
los extranjerismos crudos en letra cursiva, mejor que entre comillas: La avería es
del software y me tendrán que formatear el ordenador.
 Para citar títulos de artículos, capítulos de libros, poemas, cuadros, etc.: Nos leyó
el «Romance sonámbulo» de García Lorca.
 Los títulos de los libros, sin embargo, se escriben en cursiva cuando aparecen en
textos impresos en letra redonda y viceversa:
 Esto podéis leerlo en el capítulo titulado «Aspectos formales en la redacción
de trabajos científicos» del libro Manual básico para la realización de tesinas,
tesis y trabajos de investigación, obra que se ha redactado entre varios autores.
 También: Esto podéis leerlo en el capítulo titulado «Aspectos formales en la
redacción de trabajos científicos» en el libro Manual básico para la realización
de tesinas, tesis y trabajos de investigación, libro que se ha redactado entre
varios autores.
 En obras de carácter lingüístico, se utilizan las comillas simples para enmarcar los
significados: «Espiar» ‘acechar’ no significa lo mismo que «expiar» las faltas.
Cuando las comillas se combinan con otros signos hay que tener en cuenta lo
siguiente:
 Los signos de puntuación correspondientes al periodo en el que va inserto el texto
entre comillas se colocan siempre después de las comillas de cierre: Sus palabras
fueron: «No me presento a Matemáticas»; pero después se examinó.
 El texto entrecomillado tiene puntuación independiente y lleva sus propios signos
ortográficos: Pregúntale al camarero: «¿El baño, por favor?».
 Cuando el entrecomillado es final de enunciado o de un texto, debe colocarse
punto detrás de las comillas de cierre, incluso si delante de las comillas va signo
de interrogación, exclamación o puntos suspensivos: «¿Dónde vas?». Le dijo
muy enfadada.
 Si debe realizarse una llamada de nota que afecte a todo el texto entrecomillado,
se situará entre las comillas de cierre y el punto: Estamos de acuerdo con lo
dicho por El País: «Un texto informativo debe explicarse por sí mismo»16.
 Si la nota solamente hace referencia a la última palabra del entrecomillado la
llamada debe colocarse delante de las comillas de cierre: Nos dijo en su charla:
«Esta revista está escrita en bable17».

14.Pese a que los ordenadores marcan por defecto las comillas inglesas, un pequeño esfuerzo con las teclas de números no
angulares con facilidad (insertar, símbolo «…»).
15. En el texto original, esta información aparece en el apéndice 8. (pp. 423 – 424)
16. El País, (1990), Libro de estilo, 31.
17. Dialecto de los asturianos (Asturias, España)

4.3.1.9. Raya
Es el signo de puntuación representado por un trazo horizontal de mayor longitud
que el guion (Dpd, 2005, pp. 556-558). Generalmente se usan dos rayas para
aclaraciones, incisos, comentarios, etc.
A continuación se presentan algunos de los usos de la raya18:
 Para aclaraciones o incisos que interrumpen el discurso: Me encontré con don
Mariano – mí querido profesor– al que hacía tiempo no veía. También pueden
usarse paréntesis o comas. Con rayas supone un aislamiento mayor que con
comas y menor que con paréntesis.
 También se usan para hacer una aclaración o inciso en un texto entre
paréntesis: Si es necesaria alguna aclaración (los datos de las instrucciones –en
seis idiomas pueden ser confusos), se recomienda nuestra página web.
 En la reproducción escrita de un diálogo, la raya precede a la intervención de
cada uno de los interlocutores: – ¿Qué has hecho esta tarde? –Nada en especial.
He estado trabajando un poco.
 La raya se utiliza también en los textos narrativos para introducir o enmarcar los
comentarios y precisiones del narrador a las intervenciones de los
personajes. Hay que tener en cuenta lo siguiente:
 No se escribe raya de cierre si tras el comentario del narrador no sigue
hablando inmediatamente el personaje: Espero que vengáis –dijo Gabriel con
mucho interés. Gabriel sabía que no era posible que vinieran.
 Sí se escriben dos rayas, apertura y cierre, cuando las palabras del narrador
interrumpen la intervención del personaje y esta continúa inmediatamente
después: Tenemos que tenerlo todo preparado para mañana –dijo Maribel.
Son muchas las cosas que necesitamos
 Cuando la intervención del narrador va introducida por verbos como asegurar,
añadir, decir, exclamar, preguntar, responder, etc., se inicia en minúscula,
aunque venga precedida de un signo de cierre de interrogación o exclamación:
– ¿Cómo vamos a ir?- preguntó curiosa Pilar.
 Si el comentario del narrador no se introduce con un verbo de habla, las
palabras del personaje deben cerrarse con punto y el inciso del narrador debe
iniciarse con mayúscula: – Buenos días tenga usted. –Salió del ascensor y se
alejó por el pasillo. Si después del comentario del narrador continúa el
parlamento del personaje, el punto que marca el fin del inciso narrativo se
escribe tras la raya de cierre: ¿Podemos salir ya? –Se levantó del sillón con
decisión. No creo que debamos quedarnos por más tiempo.
 Si hay que poner dos puntos, estos se escriben detrás de la raya de cierre: –
Ayer salí con ella –me confesó, y añadió: Me vio mucha gente.
 Las rayas también enmarcan los comentarios del transcriptor de una cita
textual: «Es necesario –recalcó el profesor– que estudiéis todo lo relativo al
segundo tema».
 La raya sirve también para introducir cada uno de los elementos de una relación
que se escribe en líneas independientes:
 Se escribe con minúscula cada uno de los conceptos, cerrando los enunciados
con punto y coma, excepto el último, que se cerrará con punto; si son
elementos simples también podemos eliminar la puntuación:
Las oraciones pueden ser:
* transitivas;
* intransitivas;
* pasivas;
* impersonales.
 Se escribe con mayúscula cada uno de los conceptos, si se trata de enunciados
completos.
Entre los rasgos del castellano hablado en Andalucía, sobresalen los que
siguen:
* La entonación más rápida.
* El seseo o el ceceo.
* El yeísmo.
* La confusión r/l
 En listas alfabéticas, índices bibliográficos y otros repertorios, la raya al
comienzo de una línea se usa para indicar que en ese renglón se omite el
elemento común ya expresado:
Verbos intransitivos:
* transitivos
* irregulares
* regulares

18. En el texto original, la información aparece en el apéndice 10 (pp. 427 – 428).

4.3.2. Signos auxiliares

4.3.2.1. Guion
Este signo se utiliza para enlazar los dos elementos que integran una palabra
compuesta (italosuizo; fonético-fonológico), y también para expresar distintos tipos
de relaciones entre palabras simples (relación causa-efecto; A VE Sevilla-Madrid).
En estos casos, cada una de las palabras unidas por guion conserva la acentuación
gráfica que le corresponda (Dpd, 2005, pp. 323-327).
A continuación se presentan los usos del guion (-)19:
 Puede unir nombres propios, nombres comunes y adjetivos:
 Con los nombres propios se usa: a) para unir nombres de pila, cuando el
segundo de ellos se puede confundir con un apellido: Juan-Martín; o para
formar apellidos compuestos por la suma de dos simples: Carrillo- Albornoz;
b) para establecer distintas relaciones circunstanciales entre nombres
propios: trasvase Tajo-Segura.
 Con los nombres comunes se usa: a) para crear compuestos ocasionales
mediante la unión de dos sustantivos, de los cuales el segundo actúa, en
aposición, como modificador del primero: «La Reina inauguró ayer la escuela
de perros-guía de la Fundación ONCE que […] es el mayor centro de
adiestramiento de Europa». (La Razón, 27/05/99). Este tipo de compuestos
puede escribirse también sin guion, en especial en el caso de palabras que
aparecen unidas con fre- cuencia y pasan a formar parte del léxico
asentado: sofá cama, hombre rana, etc.; b) para establecer relaciones entre
conceptos, que pueden ser fijas: causa-efecto, o bien
circunstanciales: conversaciones patronal-sindicatos; c) con valor de
conjunción copulativa, para unir dos sustantivos que tienen un mismo
referente: La coordinadora-editora del libro está satisfecha con el resultado.
Es más aconsejable en estas construcciones usar la conjunción copulativa.
 En el caso de los adjetivos, a) Cuando se trata de unir dos gentilicios, pueden
separase con guion o sin guion. Si el compuesto resultante se siente como
consolidado no se escribe guion entre ellos: hispanorromana,
navarroaragonés, asturleonés. En estos casos, el primer elemento pierde el
acento gráfico. Pero, si el compuesto no es sentido como unidad, puede
escribirse con guion: chileno-argentinas, hispano-ruso. b) Cuando se trata de
aplicar conjuntamente a un sustantivo dos adjetivos calificativos o
relacionados, se escribe guion entre ambos: lingüístico-literario, teórico-
práctico, el primero es invariable pero conserva el acento gráfico. Si el primer
elemento no es un adjetivo independiente se une sin guion: morfosintáctico,
socioeconómico.
 El guión también puede servir como signo de división de palabras al final de
línea, por motivos de espacio. En estos casos se utilizará guion de acuerdo con las
siguientes normas:
 No debe separar letras de una misma sílaba; es decir, el guion final de línea
debe ir detrás de alguna de las sílabas que componen la palabra: re-/loje-ro,
relo-/jero o reloje- /ro. Como excepción a esta regla, en la división de las
palabras compuestas de otras dos, o en aquellas formadas por una palabra y un
prefijo, se dan dos posibilidades:
 Realizar la división coincidiendo con el silabeo de la palabra: ma-/linter-
pretarhispa- /noamaericano.
 Dividir la palabra separando sus componentes: mal-/interpretar, hispano/
americano. Esta división solo será posible si los componentes de la palabra
compuesta tienen existencia independiente, o si el prefijo sigue funcionando
como tal en la lengua moderna. Por lo tanto, serían incorrectas
divisiones *pen-/ínsula, *arc-/ángel, puesto que pen- y arc- no son
partículas que hoy puedan considerarse prefijos. Tampoco es posible la
división tras el prefijo si la forma a la que aparece unido no es una palabra
que pueda funcionar de manera independiente; así, sería incorrecta una
división como *in-/erme, puesto que *erme no quiere decir nada en español.
 Dos o más vocales seguidas nunca se deben separar al final de
renglón: pau-/sa no *pa-/usa; pelea-/ríais no *pelearí-/ais.
 Nunca se debe dejar sola al final de renglón la primera vocal de una
palabra: ama-/dor y no *a-/mador. Pero en el caso de que la vocal vaya
precedida de h sí se pude dejar a final de línea: hu-/manidad.
 Con las palabras que tienen h intercalada, se actuará como si esta letra no
existiese, por lo tanto no podrán romperse sílabas ni secuencias
vocálicas: adhe-/rente no *ad-herente; inhi- birse no *in-/hibirse.
 Si la x va seguida de vocal, no puede separarse de esta, de forma que el guion
debe colocarse delante de la x: bo-/xeo, Alei-/xandre. Pero, si va seguida de
consonante, forma sílaba con la vocal: ex/ceso, ex/traño. Al final de renglón
debe tenerse en cuenta lo siguiente:
 Los dígrafos no se pueden dividir ya que representan un solo
sonido: me-/lla, ca-/ rro, capa-/cho. La única excepción se produce cuando
la grafía rr es el resultado de añadir un prefijo terminado en –
r: hiper-/realismo, super-/rápido; inter-/racial.
 Cuando en una palabra aparecen dos consonantes seguidas, generalmente, la
primera pertenece a la sílaba anterior y la segunda a la siguiente: cal-ma;
per-fec-ta; Son excepción los grupos formados por consonante seguida
de l o r, como bl, cl, fl, gl, kl, pl, br, cr, dr, gr, kr, pr, tr, pues siempre
inician sílaba y no pueden separarse: te- /clado; co-/brar; incum-plir;
su-/primir. Pero cuando las secuencias br y bl surgen de la adición de un
prefijo a otra palabra, sí pueden separarse, puesto que cada consonante
pertenece a una sílaba distinta: sub-/rayar; sub-/rogar; sub-/liminal.
 Cuando hay tres consonantes seguidas dentro de una palabra, se reparten
entre dos sílabas, teniendo en cuanta lo dicho anteriormente y que los
grupos st, ls, ns, rs, ds, bs, siempre cierran sílaba y no deben
separarse: ist-/mo; sols-/ticio; cons-/ tracción; supers-/ticioso, abs-/traerse.
 Cuando las consonantes son cuatro, la dos primeras pertenecen a la primera
sílaba y las otras dos a la siguiente: cons-/treñir; abs-/tracto.
 En el caso de palabras de otras lenguas en las que no se conozcan las reglas
vigentes en esos idiomas es preferible no dividirlas.
 Las abreviaturas y las siglas no se dividen nunca. Solo los acrónimos que se
han incorporado al léxico general pueden dividirse: lá-/ser; ov-/nis
 Tampoco deben dividirse las expresiones numéricas, tanto en romanos como
en arábigos: *Juan XX-/III, *2800-/000 euros. Para las composiciones
tipográficas de textos es recomendable seguir las indicaciones:
 Es conveniente evitar las divisiones de palabras que den lugar a voces
malsonantes: este curso me matri-/culo; o puedan dar lugar a
malentendidos: El Gobier-/no lleva razón
 Es recomendable no dividir palabras de solo cuatro letras.
 Debe procurarse que después de punto y seguido no quede al final de línea
una sílaba de menos de tres letras: El sábado iremos a Madrid.
Co-/meremos por el camino. Es mejor come-/remos.

19.En el texto original, la información aparece en el apéndice 9 (pp. 425-427).

4.4. Abreviaturas
Según el DRAE (2001, p. 8) una abreviatura es «tipo de abreviación que consiste en
la representación gráfica reducida de una palabra mediante la supresión de letras
finales o centrales y que suele cerrarse con un punto».
Las abreviaturas convencionales no pueden aparecer en cualquier lugar del
texto: *Giré a la izqda. y vi el letrero. Las abreviaturas de tratamiento solamente
pueden usarse cuando preceden al nombre propio: Sr. Márquez, D.ª Rosa.
La abreviatura ha de ser rentable y, por eso, debe suprimir como mínimo dos letras.
Existen dos procedimientos para formar abreviaturas:
 Por truncamiento. Se suprimen letras o sílabas finales: cód. por código; art.
por artículo. En este caso la abreviatura no debe terminar en vocal. En el caso de
fórmulas fijas, se abrevian todas las palabras que las integran: q. e. p. d. por que
en paz descanse.
 Por contracción. Se eliminan letras centrales y se dejan solo las más
representativas: dpto. o depto. por departamento. Entre las abreviaturas formadas
por contracción están las que presentan la letra o letras finales
voladas: n.º por número; af.mo por afectísimo. Formación del femenino y plural en
las abreviaturas:
 Si la abreviatura del masculino termina en –o, el femenino sustituye esta vocal
por una –a: Lcdo., Lcda.; si el masculino termina en consonante, se le añade
una a, volada o no. Hay abreviaturas que sirven para masculino y
femenino: izq. (izquierdo e izquierda). Cuando el masculino termina en
consonante, hay que tener en cuenta lo siguiente:
 Las abreviaturas obtenidas por truncamiento forman el femenino añadiendo
una a volada, subrayada o sin subrayar, pero siempre con punto antes de la
voladita: Dir. y Dir.a o Dir.a. . En algunos países de América es frecuente
que el femenino se escriba con a no volada: Profa. Es más recomendable
para España la volada.
 Las abreviaturas obtenidas por contracción admiten las tres
posibilidades: Sr. para señor y Sra., Sra. o Sr.a para señora.
 El plural de las abreviaturas depende de su método de formación:
 Si la abreviatura se obtuvo por truncamiento, se añade –s: págs.
por páginas a excepción del plural de las abreviaturas cent. (centavo,
centésimo) y cént. (céntimo) que es cts. En abreviaturas formadas por una
sola letra, el plural se expresa duplicando esta: ss. por siguientes; EE.UU.
por Estados Unidos.
 Si la abreviatura se obtuvo por contracción, se siguen las reglas generales de
formación de plural y se añade –s o –es según la terminación: dptos.
o deptos. por departamentos. Como excepción Ud. (usted) forma el plural
en –s Uds. (ustedes).

Ortografía
 Las abreviaturas mantienen la tilde en caso de incluir la vocal que la lleva en la
palabra desarrollada: pág. por página; íd. por ídem. C.ía por compañía.
 Las abreviaturas se escriben con mayúscula o minúscula según corresponda a la
palabra o expresión abreviadas: Bs. As. por Buenos Aires; FF.AA. por Fuerzas
Armadas; pág. por página. Siempre se escriben con inicial mayúscula las
abreviaturas de fórmulas de tratamiento: S. S. por Su Santidad; S. A. R. por Su
Alteza Real; Ud. por usted; Sra. por señora.
 Cuando las abreviaturas van precedidas de un número se escriben separadas de
este por un espacio: 17 págs. salvo las referidas al vuelto y al recto de un folio
que van pegadas: 12v.º, 12r.º.
 Se escribirá siempre punto detrás de las abreviaturas, salvo en el caso de aquellas
en las que el punto se sustituye por una barra: c/ por calle c/c por cuenta
corriente. En las abreviaturas que llevan letras voladas, el punto se escribe
delante de estas: Sr.a; 3.er. Si una abreviatura coincide con final de oración o
párrafo, el punto de la abreviatura sirve de punto final. Los otros signos de
puntuación sí deben escribirse tras el punto de la abreviatura; por lo tanto, si tras
la abreviatura hay puntos suspensivos, se escriben cuatro puntos
 Una abreviatura no debe quedar como único componente de una línea:
*A la inauguración de curso, irán el Rector, los profesores, las autoridades,
PAS, etc.
Lo correcto es:
A la inauguración de curso, irán el Rector, los profesores, las autoridades, PAS,
etcétera
Cualquier nómina de abreviaturas que pudiéramos dar sería necesariamente
incompleta. Aconsejamos, por tanto, comprobarlas en cualquiera de los libros
recomendados en la bibliografía, en especial el Dpd (2005, pp. 725-732)20 o Martínez
de Sousa (1987, pp. 231-238).

20. http://buscon.rae.es/dpdI/ [30 de septiembre de 2008]..

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