Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
futuro y surgieron tres posibles alternativas: la continuidad sin cambios del sistema franquista
defendida por los franquistas puros o inmovilistas, la ruptura democrática defendida por los
integrantes de la Junta Democrática y la ruptura pactada o reforma de las instituciones franquistas,
defendida por los miembros de la Plataforma de Convergencia Democrática y el sector aperturista
de personalidades vinculadas al régimen franquista. Dos días después de la muerte de Franco, las
Cortes franquistas nombraron a don Juan Carlos como el nuevo rey de España, quien optó por la vía
reformista para comenzar el camino hacia el restablecimiento de las instituciones democráticas.
A pesar de que Arias Navarro fue confirmado como Presidente del primer Gobierno de la
Monarquía para garantizar la estabilidad, el rey se dio cuenta de que no podía llevar las reformas
hacia la democracia con él, y las protestas aumentaban en el país. Fernández-Miranda logró que
Adolfo Suárez fuera incluido en la lista de candidatos para el puesto de presidente del gobierno y el
rey lo eligió en 1976, aunque la oposición y los reformistas del franquismo no estuvieron contentos
con la decisión debido a su origen falangista y su inexperiencia. A pesar de esto, el rey y Suárez se
unieron con otros políticos franquistas para liderar la transformación del régimen franquista desde
adentro.
La Ley de Reforma Política de 1976 significó el fin del franquismo y estableció la creación de las
futuras Cortes bicamerales elegidas por los ciudadanos. Durante los primeros meses de 1977, el
gobierno de Suárez usó el decreto-ley para agilizar la reforma política, legalizando los partidos
políticos, incluyendo al Partido Comunista de España (PCE), lo que era crucial para convocar
elecciones verdaderamente democráticas.