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Departamento Académico de Ciencias humanas y de la Educación

|Licenciatura en Letras/Profesorado en letras para nivel secundario y superior


Teoría y análisis de la prosa literaria
Titulo:
Docente: Marisa Piehl
Estudiante: Castillo Rivas Agustina Salomé
DNI: 45.598.528
1er año – 1er y 2do cuatrimestre – 2.022
Resumen:
En este trabajo, la novela policial “Crímenes imperceptibles “(2004) del escritor Guillermo
Martínez: se abordará una historia narrada por un protagonista incógnita, la temática que se
describe es investigaciones de delitos forenses, cuestiones sociales, problemas de familia. Al
mismo tiempo, este narrador se desenvuelve a través de símbolos para poder referirse a una
situación.
Para esté análisis se recurrirá al libro Las estrategias del narrador de la investigadora Silvia
Adela Kohan (2004) que será la base para fundamentar y llevar a cabo el trabajo que
posteriormente se expondrá a través de una estructura entre: el tipo de narrador, su
focalización, centrándonos en el personaje principal incógnito.
Palabras clave: familia, símbolos, delitos forenses.
Introducción:

Guillermo Martínez (Bahía Blanca, 1962). Se doctoró en Ciencias Matemáticas por la


Universidad de Buenos Aires. Posteriormente residió dos años en Oxford. En 1988 obtuvo el
Premio del Fondo Nacional de las Artes con el libro de cuentos Infierno grande (el cuento
que le da título fue publicado por The New Yorker). A su primera novela, Acerca de Roderer,
traducida a varios idiomas, la siguieron La mujer del maestro y el ensayo Borges y la
matemática. Ganó el Premio Planeta en 2003 con Crímenes imperceptibles, novela traducida
a cuarenta idiomas y llevada al cine por Álex de la Iglesia con el título Los crímenes de
Oxford. En 2007 publicó La muerte lenta de Luciana B., elegida por El Cultural de España
entre los diez libros de ese año. En 2011 publicó la novela Yo también tuve una novia
bisexual. En 2015 ganó el Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez con
Una felicidad repulsiva. Publicó además los libros de ensayos La fórmula de la inmortalidad,
Gödel para todos (en colaboración con Gustavo Piñeiro) y La razón literaria. En 2019
obtuvo el Premio Nadal (España) por su novela Los crímenes de Alicia.

Crímenes imperceptibles
Este trabajo tiene como objetivo analizar el personaje incógnito, el tipo de narrador y su
focalización.
En Crímenes imperceptibles, es llevada adelante por dos matemáticos, uno de ellos recién
graduado, el otro de renombre internacional. Como todos los personajes masculinos de las
novelas de Martínez, son seres pensantes, reflexivos, y desde sus respectivas posiciones
muestran un compromiso con el conocimiento. El enunciador es siempre el que tiene menor
competencia, y los sucesos que se relatan están contados desde su punto de vista: el joven
estudiante que asiste “desde afuera” a la búsqueda metafísica de Roderer, el escritor sin
nombre que admira a consagrado Jordán, el matemático argentino que acompaña al maestro
de lógica matemática en la investigación de los crímenes.
Trata de un joven que va a estudiar en una universidad de Inglaterra, donde allí se sitúa la
novela. Este personaje incógnito es hospedado en la casa de una señora Mrs Eagleton y su
nieta Beth, al poco tiempo de su hospedaje se encuentra a la señora muerta, este personaje se
da cuenta que murió asesinada. Este joven no fue el único que encontró el cuerpo de la
mujer, sino que también estaba acompañado de un matemático muy famoso de la época, el
personaje incógnito era amigo de la señora y su nieta.
Este matemático famoso tenía sus sospechas, al poco tiempo de la muerte de Mrs Eagleton,
pasan tres sucesos bastantes fuertes.
“Afirmaba que la policía se inclinaba a descartar que el crimen hubiera sido cometido
por un intruso, a pesar de que la puerta de entrada estaba sin llave. Nada había sido
tocado o robado en la casa. Había aparentemente una pista, que el inspector Petersen
mantenía en secreto”. (Guillermo Martinez,2004, pág. 38)
“Pensemos en cualquier crimen con sólo dos posibles sospechosos. Cualquiera de ellos
sabe toda la verdad que interesa: yo fui o yo no fui. Pero la justicia no puede acceder
directamente a esa verdad y tiene que recorrer un penoso camino indirecto para reunir
pruebas: interrogatorios, coartadas, huellas digitales”. (Guillermo Martínez,2004, pág.
45)
La historia se narra desde un punto de vista en donde el protagonista incógnita puede contar
desde afuera lo que cada personaje
Según el punto de vista del narrador que relata los hechos nos encontramos en esta novela
con el narrador extradiegético: este tipo de narrador no suele participar en la historia y la
cuenta desde fuera. Se le conoce también como narrador en tercera persona y a su vez puede
ser omnisciente, está en todas partes, lo ve y lo sabe todo, es observador; sabe solo lo que
podría conocer alguien que está observando la escena.
La investigadora Silvia Kohan (2004) nos afirma que: “En la tercera persona observadora, el
narrador cuenta los hechos de los que es testigo como si los contemplara desde afuera, no
puede describir el interior de los personajes. (pág.48)
Esta novela es relatada desde una focalización fija, no cambia a lo largo de la historia y
percibimos los eventos de la historia desde la perspectiva de un único personaje que en este
caso es narrado por un personaje incógnito.
En esta novela podemos encontrar una focalización externa, es decir se da cuando el sujeto
focalizador se encuentra en el nivel de la transmisión narrativa. Es como si una cámara
grabase lo que está sucediendo, pero no aportase más información. Solo conocemos lo que
está pasando, pero no lo que los personajes piensan o sienten. Es decir, cuando se usa una
focalización externa, el narrador sabe menos que los personajes.

Según Silvia Kohan: “El personaje central narra su propia historia. Usa preferentemente el
<<yo>> gramatical” (pág.71). Tal como lo utiliza el narrador incógnito durante la novela:
“Yo tenía veintidós años, una edad en la que casi todo es todavía disculpable; acababa
de graduarme como matemático en la Universidad de Buenos Aires y viajaba a Oxford
con una beca para una estadía de un año, con el propósito secreto de inclinarme hacia la
Lógica, o por lo menos, de asistir al famoso seminario que dirigía Angus Macintire”.
(Guillermo Martínez,2004, pág. 3)
“Yo había estudiado durante meses para un seminario el más famoso de sus teoremas:
la prolongación filosófica de las tesis de Gödel de los años 30”. (Guillermo Martínez,
2004, pág. 14)
PISTAS:
“Estaba seguro de que esto no lo había visto. En uno de ellos había sólo una letra, la A.
En el otro había dos: la R y la O, esto significaba sin duda que Mrs. Eagleton había
jugado hasta el final, hasta agotar todas las letras de la bolsa, antes de dormirse. Me
entretuve un rato tratando de pensar palabras en inglés que pudieran formarse todavía
sobre el tablero con esas últimas letras”. (Martínez, 2004, pág. 133)

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