Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
¿Qué es?
El dialogo socrático es una técnica cognitiva que busca provocar una disonancia cognitiva, a través del
descubrimiento guiado del terapeuta mediante preguntas sistemáticas que pongan en evidencia los
errores lógicos en la forma de procesar la información. Sócrates se comparaba con la partera que ayuda
a dar a luz, en este caso el conocimiento, que es descubierto por el alumno mismo, los terapeutas
cognitivos asisten a los pacientes a procurarse a sí mismos, versiones más flexibles, menos
idiosincráticas y más adaptativas de la realidad.
Entendemos por método socrático una metodología a través de la cual se plantea que el ser humano sea
capaz de madurar y movilizar sus recursos y reflexionar sobre las problemáticas que le atormentan.
El objetivo del método socrático o del diálogo socrático no es el de dar una respuesta a las preguntas de
otros, sino el de favorecer que esta persona puede ser capaz de profundizar en su propia psique y
reflexión con el fin de que este desarrollo su propio conocimiento por sí mismo.
En sí, el método socrático consiste más bien en un diálogo entre dos o más personas es el que una guía
a la otra, a través de una serie de preguntas y empleando recursos como la ironía, hacia la resolución de
sus dudas y conflictos. Dicha guía es meramente asistencial, siendo al final el sujeto quien encuentra la
solución por sí mismo. De hecho, técnicamente no es siquiera necesario que dé una respuesta, siendo
también válido que admita la ignorancia respecto a un hecho o aspecto concreto.
Generalmente las preguntas que surgen del sujeto son respondidas mediante otra pregunta preveniente
de quien está aplicando el método, de tal manera que se conduce el pensamiento del sujeto a quien se le
aplica en una dirección concreta sin por ello modificar sus maneras de pensar de forma directa.
Así, lo principal en este método es el uso de preguntas de tipo inductivo, haciendo usar los recursos
propios en la dirección deseada. En cuanto al tipo de preguntas en cuestión tienden a ser relativamente
simples, basándose en tres partículas principales: Qué, Cómo y Para qué.
El funcionamiento básico es en primer lugar elegir un tema o afirmación concreto que se considere
verdadero y examinarlo poco a poco de tal manera que sea falsado y refutado, y posteriormente generar
un nuevo conocimiento respecto al tema en cuestión.
Algunos autores recomiendan introducir los experimentos conductuales lo antes posible, ya que se
entiende que los avances terapéuticos van cogidos de la mano de los cambios conductuales. A los
psicólogos nos interesa la consecución por parte del paciente de cambios amplios y prolongados en el
tiempo (cambios afectivos, cognitivos y conductuales), que casi siempre requieren del cuestionamiento
conductual.
¿Qué es?
Técnica cognitiva mediante la cual los pacientes reflexionan sobre las creencias de otras personas, para
lograr establecer una distancia psicológica con respecto de sus propias creencias disfuncionales.
También para comenzar a percibir una incoherencia entre lo que creen verdadero para ellos y lo que ven
más objetivamente en otras personas.
Su objetivo principal es hacer que el paciente sea capaz de reflexionar sobre sus distorsiones cognitivas
que no logra verlas y las cree verdaderas, pero en el otro las ve como incoherentes, por lo tanto, con la
ayuda de colocar a alguien más en la misma situación, el paciente dará una respuesta alternativa ya que
no se trata de si mismo, sino de alguien más y por eso es capaz de ser objetivo con el resto.
Busca romper con los esquemas que el paciente ha generado y eliminar esos pensamientos y creencias
que el mismo no logra percibir, para que ejemplificando en otros pueda observar y generar alternativas a
esos pensamientos.
¿Cómo se aplica esta técnica y cuando se debe aplicar?
Para poder modificar las creencias se utilizan técnicas semejantes a las que se usan para modificar los
pensamientos automáticos, aunque también se emplean algunas técnicas adicionales, tales como
la utilización de los demás como punto de referencia, podemos utilizarla cuando la persona no puede ver
la distorsión en sí mismo, pero puede observarla en alguien más.
Al utilizar esta técnica el terapeuta busca identificar el pensamiento automático, la emoción y la conducta,
cuestionar el pensamiento y buscar el pensamiento alterno utilizando a otra persona que posea la misma
creencia como referencia para hacer entender al sujeto y que este pueda caer en cuenta.
Para que esta técnica funcione la persona misma debe ver en el otro lo que no logra ver en si mismo,
esta persona debe ser utilizada como ejemplo, debe de tener características de pensamientos y
conductas similares a las del paciente y además de ser una persona cercana al mismo ya que este debe
de conocer a la persona de referencia para que se pueda dar una comparación. Por lo tanto, en la
mayoría de los casos los referentes son familiares y amigos.
La aplicación de la técnica es muy común y utilizada en la terapia conductual, pues se observa como una
técnica para movilizar al paciente, que logre reflexionar y aprovechar sus propios pensamientos en otras
personas como referentes para la mejoría del mismo.
1. Se le solicita al paciente que identifique a alguna persona que parezca tener la misma creencia
disfuncional. Algunas veces, el paciente puede ver la distorsión en otra persona y luego aplicar ese
conocimiento a él mismo. Esta técnica es análoga a la pregunta del Registro de Pensamientos
Disfuncionales, por ejemplo: “si (nombre) se encontrara en esta situación y tuviese ese pensamiento,
¿Qué le dirías?
Decimos que
2. Además, el terapeuta puede llevar a cabo con el paciente una dramatización, en la cual el paciente debe
convencer a otra persona con quien comparte una creencia no válida.
3. Por último, muchos pacientes pueden lograr mayor distancia de una creencia utilizando a sus propios
hijos como punto de referencia o imaginando que tienen hijos.
4. Preguntas para ayudar al paciente a darse cuenta de sus distorsiones cognitivas: “¿qué le diría usted a
otra persona que tuviera este mismo problema o creencia?”, “¿qué le diría a usted una persona en quien
confía sobre esto que piensa?”.
¿COMO SE APLICA?:
1. Identificar todas las cosas que están causando que la persona se sienta abrumada.
2. Crear un gráfico circular, usando cada uno de los elementos que se han enumerado como trozos del
pastel.
Para ello, se deberá clasificar qué cosas son las que más contribuyen a que
Los niveles de malestar se sostengan o aumenten. Luego se asigna a cada una un porcentaje, basado en
cuánto del malestar se puede atribuirle. Por ejemplo, si el gráfico de pastel tiene tres elementos:
conflictos de pareja, preparar una
Presentación y un compañero de trabajo difícil, se les pueden asignar porcentajes
De 60%, 25% y 15%, respectivamente y asegurando que todo suma un 100%.
3. Identificar el problema que más estrés o malestar provoca, y prepararse para abordarlo.
Aunque esto puede parecer de sentido común, cuando se siente abrumado, la mayoría de la gente
percibe que hay tantos problemas que sería inútil resolver cualquiera de ellos. Por consiguiente, terminan
evitando sus problemas mientras estos se agravan. Centrar se en un solo problema a la vez hace que
sea menos probable que la persona se sienta abrumada y que se rinda. De este modo, al resolver el
problema que es responsable de la mayor parte del estrés, la gente generalmente se siente mucho
menos ansiosa y más capacitada para resolver el resto de los elementos del gráfico circular.
4. Dividir el elemento identificado en pasos.
A menudo, un proyecto o problema por sí solo puede desencadenar sentimientos de desesperanza y
preocupación. Identificar todos los pasos necesarios para resolver el problema es una forma de ver de
manera concreta cómo el problema tiene una solución.
5. Completar cada paso uno a la vez.
Centrar se en un pequeño paso en lugar de diez o más pasos, hace que la tarea se sienta más
manejable. Funciona igual que centrarse en un problema del gráfico circular en lugar de todos los
problemas a la vez. A demás, como un paso es más fácil de completar, promueve la confianza y el
dominio, haciendo que el resto del proyecto se sienta menos difícil. Con cada paso completado, parece
más probable que se resuelva todo el problema. Después de completar un paso, se pasa al siguiente.
6. Continuar este proceso para el resto de los elementos del gráfico circular.
Se puede continuar trabajando de esta manera hasta que todos los problemas identificados se han
resueltos, o al menos más manejables. Sin embargo, la mayoría de las personas descubren que ya no
necesitan este enfoque después de completar los primeros elementos del gráfico circular, ya que se
sienten mucho más seguros para resolver activamente los problemas.
Paso1: Identificar el pensamiento automático que viene a la mente cuando se está siendo duro uno
mismo por algo que va mal. Por ejemplo, si se obtiene una mala nota en un examen podría surgir el
pensamiento, "Fallé porque soy estúpido".
Paso2: Hacer una lista de explicaciones alternativas tantas como vengan a la mente. No tienen que ser
explicaciones mutuamente excluyentes. En la mayoría de los casos, todas ellas probablemente jugaron
algún papel en el resultado. Para el ejemplo anterior, la lista puede incluir cosas como: la prueba fue
difícil, falté a varias clases, estudié el material equivocado, el profesor se apresuró a revisar el material,
mala suerte.
Paso3: Asignar un porcentaje a cada explicación. El porcentaje debe reflejar el grado en que cada
explicación contribuyó a la situación. Por ejemplo, la explicación "Falté a varias clases" podría recibir un
50% si una gran parte del examen fue sobre material cubierto durante las clases perdidas. Sin embargo,
si las clases perdidas no eran especialmente importantes, podría asignarle menos importancia.
Paso4: Finalmente, usar los porcentajes para dibujar un gráfico circular. Se puede realizar a mano alzada
o usar un programa como Microsoft Excel para hacerlo rápidamente.
¿CUANDO ES RECOMENDABLE UTILIZARLA?:
Se utiliza para ayudar al paciente a establecer objetivos. Cuando un paciente tiene dificultades para
especificar sus problemas y los cambios que desea hacer en su vida o cuando no tiene conciencia del o
desequilibrada que es la misma, la persona se puede beneficiar con una representación gráfica de su uso
real del tiempo en contra posición al uso ideal que se plantea.
Las cartas redactadas por el paciente, pueden incluir todo aquello que la persona necesite expresar. Así
pues, en ocasiones se trata de escritos extensos en los que el propio individuo busca un modo para
exteriorizar el miedo, la rabia, la tristeza y la alegría que, por algún motivo, ha sido difícil comunicar al
“destinatario” de la carta.
Estas pueden ser escritas para hablar, muchas veces de un modo ficticio, con otra persona, con el fin de
expresar todo aquello que, de viva voz, resulta complicado o imposible (por ejemplo, en aquellos casos
en los que la persona a quien va dirigida la carta ha fallecido).
Estas cartas son un camino para expresar sobre el papel todo aquello que el individuo desea decir, por
ejemplo, a una tercera persona (en ocasiones también se crean cartas hacia uno mismo, por ejemplo,
hacia la juventud o el “yo” de futuro).
Incluso pueden utilizarse como cartas de despedida a personas fallecidas en situaciones de duelo mal
resuelto, o personas con las que existe un conflicto o la necesidad de expresar y comunicar (en estos
casos el paciente decide entregar o no la carta).
Por otro lado, las cartas también pueden resultar de utilidad ante la falta de alguien importante en sesión.
En ocasiones, las personas que más preocupan al paciente, deciden no acompañarles en terapia. Poder
aceptar que decidan no formar parte de estas terapias, pero involucrarlas de distinta manera mediante las
cartas, es una opción.
En definitiva, las cartas pueden desempeñar un papel decisivo a la hora de ayudar al paciente a
comunicar y expresar emociones reprimidas, localizar sus propias historias de lucha, e identificar
pensamientos y creencias alternativas a partir de sus vivencias..
Mindfulness es una forma sencilla de relacionarse positivamente con las experiencias vitales. Es un
proceso psicológico que nos permite cambiar nuestra forma de responder ante las dificultades, sean de la
índole que sean: desde problemas cotidianos a trastornos psicológicos tales como la ideación suicida.
También lo definen como “un proceso cognitivo que emplea la creación de nuevas categorías, la
apertura a nueva información y la conciencia desde más de una perspectiva”.
mindfulness es inherente a la capacidad natural de un estado de conciencia que implica atención abierta
y receptiva hacia la experiencia y los eventos en curso.
La parte más importante o núcleo del mindfulness es la práctica de la meditación. Se trata de observar
qué predomina en nuestra conciencia momento a momento. La intención es explorar la experiencia como
es en realidad, es decir, en constante cambio. Por ello, la práctica de mindfulness cultiva el insight (o
introspección) en la naturaleza de nuestros condicionamientos. Este concepto es lo que diferencia la
meditación mindfulness de otro tipo de meditaciones.
PASOS /APLICACIÓN
Puede ser practicado de múltiples y diferentes maneras y su aplicación no es exclusiva para el paciente,
sino que también lo es para el propio terapeuta.
la práctica de mindfulness o meditación abarca desde la práctica más ortodoxa o tradicional (sería el caso
de la meditación vipassana más conservadora, la practicada en un templo budista); pasando por
practicarse como un componente terapéutico clave dentro de un programa de intervención, (durante
numerosas horas y de diferentes modos); hasta la mera realización de uno o varios ejercicios de
mindfulness aislados dentro del curso de una terapia.
Este trabajo recoge sólo un par de ejercicios básicos representativos de cómo se practica mindfulness.
Normalmente, la práctica de la meditación mindfulness comienza con la práctica de la meditación-
concentración. Esto se hace así, porque como ya se ha visto anteriormente que la mente está siempre
divagando continuamente de un lugar a otro, arrastrada por la corriente incesante de pensamientos,
emociones, etc.
El primer objetivo de la práctica de mindfulness es aquietar la mente, calmarla, tornarla serena y
tranquila. Para ello, se entrenará a la mente a permanecer centrada (o concentrada) en un solo punto, en
un solo estímulo, de forma constante, de un modo ininterrumpido. El estímulo seleccionado recibe
normalmente el nombre de “objeto” de meditación. El objeto de meditación utilizado por excelencia es la
propia respiración.
Veamos detenidamente las instrucciones a seguir para realizar un ejercicio básico representativo de
mindfulness, propuesto por Kabat-Zinn
1. Adoptemos una postura cómoda, tumbados de espaldas o sentados. Si optamos por sentarnos,
mantengamos la columna recta y dejemos caer los hombros.
2. Cerremos los ojos si así nos sentimos más cómodos.
3. Fijemos la atención en el estómago y sintamos cómo sube y se expande suavemente al inspirar, y
desciende y se contrae al espirar.
4. Mantengámonos concentrados en la respiración “estando ahí” con cada inspiración y espiración
completas, como si cabalgásemos sobre las olas de nuestra respiración.
5. Cada vez que nos demos cuenta de que nuestra mente se ha alejado de la respiración, tomemos nota
de qué es lo que la apartó y devolvámosla al estómago y a la sensación de cómo entra y sale de él.
6. Si nuestra mente se aleja mil veces de la respiración, nuestra “tarea” será sencillamente la de
devolverla cada una de ellas a la respiración sin que nos importe en lo que se haya involucrado.
7. Practiquemos este ejercicio durante quince minutos [todos los días y en el momento que más nos
convenga, nos agrade o no, una vez a la semana y veamos cómo nos sentimos al incorporar una práctica
disciplinada de la meditación en nuestras vidas. Percatémonos de lo que se siente al pasar un rato todos
los días nada más que estando con nuestra respiración y sin tener que hacer nada.
UTILIZACIÓN
Es un proceso psicológico que nos permite cambiar nuestra forma de responder ante las dificultades,
sean de la índole que sean: desde problemas cotidianos a trastornos psicológicos tales como la ideación
suicida.
#1. Orientación o actitud hacia los problemas: Hace referencia a una disposición o estilo general hacia los
problemas de la vida, pero o puede verse también como una forma de ver y valorar un problema
determinado. La orientación hacia los problemas incluye respuestas de reconocimiento de estos,
creencias, valoraciones y expectativas sobre los problemas de la vida y sobre la propia capacidad para
solucionarlos, y respuestas emocionales a los mismos.
1. Identificar y reconocer los problemas de la vida: A veces se emplean listados de problemas para
identificarlo.
2. Asumir que los problemas forman parte de la vida
3. Desarrollar autoeficacia percibida: Aceptar que tenemos control personal en lo que hacemos y que
todo lo que hacemos tiene determinadas consecuencias.
4. Inhibir hábitos de respuesta automática: Quitar distorsiones y no responder de forma automática sin
analizar la situación.
Es importante aclarar y comprender la naturaleza y origen del problema. Para ello, deberemos buscar
información sobre el problema, describir los hechos que lo componen, aprender a diferenciar los
problemas relevantes de los irrelevantes, aprender a seleccionar los factores que hacen que un problema
sea un problema y establecer objetivos.
Es normal que los pacientes presenten varios problemas y no uno solo. Cuando esto ocurre, hay que
establecer qué problema o problemas se van a considerar primero en función de variables como
gravedad de los problemas, malestar que producen, preferencias, relación de dependencia entre los
problemas (se empezaría por el problema del que dependen otros) y facilidad de resolución de los
problemas.
Los pasos a seguir para conseguir estos objetivos son los siguientes:
- Recogida de información
- Comprensión del problema
- Establecimiento de meta/s
- Reevaluación del problema
- Especificidad: Hay que describir las soluciones en términos en vez de generales De esta forma, se
facilita la toma de decisión posterior y podrá disponerse de más posibles soluciones.
- Cantidad: Hay que pensar en tantas soluciones como sea posible.
- Aplazamiento del juicio: Hay que dejar volar la imaginación e intentar conseguir un gran número de
ideas originales sin pensar en si serán apropiadas o factibles.
- Variedad. Se trata de lograr la mayor cantidad posible de tipos de soluciones. Para ello, conviene escribir
todas las soluciones y clasificarlas según el tipo de estrategia o aproximación que representan para
resolver el problema. Para esto se puede:
a) Pedirle que piense cómo resolvería el problema otra persona (p.ej., un amigo).
b) El terapeuta podría proponer una o dos soluciones claramente inapropiadas con el fin de potenciar el
principio de la crítica diferida y favorecer así el surgimiento de más soluciones.
c) Si luego de intentarlo a una persona no se le ocurren soluciones para un problema, se le puede sugerir
alguna posible solución o soluciones correctas.
Una mujer tenía el problema de que su madre se metía demasiado en su vida: llamadas telefónicas
diarias, visitas dos veces por semana, muchas críticas sobre su estilo de vida, etc. La paciente generó la
siguiente lista de soluciones:
- Abandonar la ciudad.
Una vez generado un número suficiente de posibles soluciones, se trata de ver cuáles de ellas son las
más adecuadas para lograr la meta propuesta. El objetivo de este punto es evaluar las opciones y
seleccionar la mejor para llevarla a cabo.
Se debe preguntar:
- Elaboración de un plan de acción: Una vez elegido el plan de solución, el paso final es establecer
cómo será ejecutado; esto es lo que se conoce como elaborar el plan de acción. Este debe incluir las
respuestas a preguntas como qué se hará, en qué orden, cómo, cuándo, con quién, con qué frecuencia,
etc.
Hay que establecer un plan de acción y llevarlo a cabo. Además, se debe tener en cuenta que algún paso
puede no llevarse a cabo tal y como se había establecido. Se recomienda realizar una autoevaluación y
registrar los criterios de valoración de la toma de decisiones. Si la cosa va mal se puede retroceder.
Aplicación de la solución. Para comprobar si la solución funciona, hay que ponerla en práctica. Es en
este momento cuando se pueden experimentar obstáculos inesperados ya sean de tipo ambiental o
personal.
Algunas personas tienden a postergar la puesta en marcha de la solución elegida. Burns (2000)
ofrece varias técnicas útiles para abordar la posposición:
La principal idea de esta técnica es exigirles a los pacientes que detengan la tendencia de tratar,
evadir o controlar sus síntomas. Se les pide justo lo contrario de lo que, racionalmente, pensarían que
deben hacer. Los pacientes no pueden controlar sus síntomas para que desaparezcan, pero sí para que
aparezcan y se vuelvan más conscientes.
Se requieren dos requisitos para poder aplicar el procedimiento. Por un lado el paciente deberá
renunciar a los intentos de control del síntoma, en tanto que no los puede hacer desaparecer. Por el otro
lado, deberá estar dispuesto a hacer aparecer y aumentar los síntomas, algo que no siempre es posible,
en función de cuán desagradables sean estos y cómo de partidario sea el paciente de esta opción
terapéutica tan poco ortodoxa.
Ambos requisitos van en contra de la lógica terapéutica que seguramente el paciente maneje. Es por este
motivo que se deberá explicarle, de forma extensa y convincente, de qué forma el potenciar a corto
plazo la conducta/pensamiento no deseado puede implicar una mejora del problema.
EJEMPLO DE UTILIZACION
Para comprender mejor esta técnica y como suele emplearse, podemos utilizar un ejemplo. Imaginemos
que un estudiante se pone muy nervioso cuando tiene que hacer un examen. Sus nervios son muy
intensos, hasta el punto de que cuando tiene las preguntas delante se queda totalmente en blanco. Sus
nervios aumentan a la vez que su bloqueo, y se vuelve incapaz de hacer el examen como el resto de sus
compañeros. Esto le sucede porque cuando se pone nervioso intenta evitar este estado, pero el intento
de evitación y por supuesto la falta de recursos para lograrlo, hacen que sus nervios aumenten.
Imaginemos ahora que después de ir al psicólogo, comienza a utilizar la técnica de la Intención
Paradójica como un recurso integrado en su intervención. Pensemos que después de un entrenamiento
utiliza esta técnica en clave humorística, diciéndose a sí mismo antes de un examen cosas como:
-«Ya verás…, voy a hacer el peor examen que el profesor haya visto en su vida…»
-«Voy a intentar ponerme tan nervioso como pueda para que se me note lo máximo posible…»
Curiosamente cuando el estudiante mantiene este diálogo consigo mismo previamente al examen, y
también durante el reparto del mismo, sus nervios no sobrepasan el límite de lo normal. Por el contrario
consigue mantener unos nervios normales y adaptativos. Para la sorpresa del estudiante cuando
comienza a leer las preguntas del examen, se da cuenta de que pueda hacerlo bien, y que no se
encuentra bloqueado, lo cual le permite hacer el examen con normalidad, mejorando con creces su
rendimiento anterior.
Evaluación del problema e identificación de la lógica que mantiene a la persona en soluciones ineficaces.
Redefinir el síntoma en función de los datos de la fase anterior. Aportar un nuevo significado del síntoma
(por ejemplo, ventajas).
Indicar los cambios paradójicos en función del patrón de queja.
Conceptualizar los cambios a partir de la intervención paradójica (establecer el mecanismo explicativo).
Prevención de recaídas.
Finalización y seguimiento del paciente.
I. ¿En qué consiste la técnica de Modelado participante? El modelado participante combina modelado,
facilitadores o instigadores verbal y físicos, ensayo de conducta y desensibilización in vivo. El modelado
participante también es conocido como una desensibilización por contacto (Ritter, 1968, 1969) o
participación guiada (Bandura, 1976). El modelado participante se utiliza con frecuencia para el
afrontamiento de situaciones que provocan ansiedad y que son evitadas por miedo o por falta de
habilidad. La técnica se utiliza tanto de forma individual como en grupo.
II. Pasos
La aplicación de la Desensibilización Sistemática requiere de unos pasos iniciales preparatorios antes de
comenzar con las sesiones de desensibilización propiamente dichas. Estos pasos son:
2. Elaboración de una jerarquía de ansiedad: La presentación gradual del estímulo temido requiere la
elaboración de una jerarquía de exposición que ordene los pasos que se irán dando en el acercamiento y
manejo del estímulo o situación temida
3. se utiliza una escala de ansiedad subjetiva de 0 a 100. Los ítems de la jerarquía deben ser concretos y
cercanos a la realidad del sujeto, la construcción de una jerarquía lleva cierto tiempo y no es frecuente
que se complete en una única sesión.
1) En que consiste: Consiste en enfrentarse gradualmente a situaciones que representen un mayor grado
de dificultad para el sujeto. Es Enfréntese al miedo, pero se debe hacer en dosis que resulten incómodas,
pero no abrumadoras para el paciente. Se permite experimentar la ansiedad, para que esta disminuya y
se extinga con el
1. Primero, se realiza una jerarquía de 0 a 100 (de mínima a máxima ansiedad) con situaciones en las que
puede darse la presencia del estímulo temido. Por ejemplo, desde escuchar de lejos un ladrido (la menor
situación ansiógena) hasta tener delante un perro y poder tocarle y acariciarle (máxima situación
ansiógena), en caso del miedo a los perros.
2. Después, se le pide al paciente que entre en un estado de profunda relajación. Una vez relajado, se le
guía para que vaya imaginando escenas y situaciones en las que esté presente el estímulo temido. Este
proceso se denomina desensibilización sistemática y se utiliza para inhibir los síntomas de ansiedad.
4. El número de sesiones puede variar de un sujeto a otro y dependerá de la intensidad de los síntomas
iniciales de ansiedad, así como de otras variables psicológicas y contextuales; se pueden realizar
sesiones semanales de entre 30 minutos y 1 hora y media, intercalar la exposición con descansos, etc.
Lo importante es que el psicólogo sea quien paute el procedimiento en función de las necesidades del
paciente.
5. La ansiedad disminuirá cuando el paciente se confronte con ella una y otra vez, y logre darse cuenta de
que no hay nada que temer. En la exposición gradual el psicólogo ayuda al cliente a construir una
jerarquía de miedos a la exposición, en la que los objetos, las actividades o las situaciones temidas se
clasifican según su dificultad. Se suele comenzar con exposiciones leves o moderadamente difíciles, para
progresar a exposiciones más difíciles.
instrucciones generales.
- exposición: se enfrenta al sujeto con los estímulos que le causan incomodidad en la modalidad que el
terapeuta considere apropiada de acuerdo a historia clínica y valoración psicológica.
- retirada en caso necesario: cuando el sujeto siente que la ansiedad puede salirse de control, se
aconseja retirarse o abandonar temporalmente la situación hasta sentirse mejor para luego volver a la
situación. Hay circunstancia que pueden generar ansiedad y en la que no es posible retirarse físicamente,
sin embrago, mentalmente puede retirarse a un lugar apartado y tranquilo usando el recurso imaginativo.
- recuperación: en caso de que el sujeto se haya retirado de manera temporal de la situación conflictiva,
es necesario esperar hasta que se restaure los niveles de ansiedad a un grado que sea manejable, las
técnicas de respiración y movimientos físicos pueden ayudar a que la restauración sea pronto.
- repetición: se reitera la exposición a los estímulos incomodos, tratando de ir un poco más lejos esta vez
y de tolerar mayor grado de ansiedad que en la exposición pasada. Cuando el nivel de angustia parase
que empieza a ser incontrolable se retira para posteriormente recuperarse.
III.Cuando utilizarla
La técnica de exposición es el tratamiento conductual más eficaz para hacer frente a los
comportamientos de evitación característicos de la ansiedad y fobias. Se basa en la exposición de la
persona con fobia al estímulo temido. Teóricamente, se basa en la psicología del aprendizaje.
I. Definición de la Técnica:
En el juego del roles, el paciente se permita recrear una situación real o imaginaria, que tiene como
objetivo que el desarrollo de la empatía y la perspectiva social, en donde a partir de esto, se pueda
encontrar una solución a algunos conflictos que generen malestar en el individuo, mediante la actuación o
dramatizaciones en donde se desarrollen papeles en situaciones conflictivas, en las cuales pueden existir
diferentes posturas y estas deben ser trabajadas.
Estos roles se definen de manera que se apliquen determinadas habilidades; aquellas que se pretende
establecer y mejorar.
Los juegos de roles generalmente tienen tres tipos de participantes: jugadores, observadores y
facilitadores.
Se utilizan para trabajar las relaciones interpersonales, el comportamiento los valores y las actitudes.
Cambio de rol: indicar al protagonista que actúe en lugar de otra persona, aunque también se puede
recurrir a objetos e incluso sentimientos del mismo sujeto.
Inversión de roles: reemplazo mutuo entre dos o más participantes. Esta técnica es particularmente útil
aplicada a integrantes de un conflicto, ya que les permite una nueva perspectiva para afrontar el
problema. Es muy utilizado en terapia de pareja o familiar sistémica.
II. PASOS
Momentos a considerar en el juego de roles:
Información
En primer lugar, se informa sobre la situación sobre la que se llevará a cabo la aplicación del juego de
roles. Es posible que sean los propios participantes quienes definan el escenario. En todo caso, tenga en
cuenta que el juego de roles debe ser flexible. Es decir, las situaciones han de ser mínimamente
detalladas, pero demasiado hasta el punto de que sea difícil recordar los elementos clave del papel a
desarrollar.
Aplicación
El facilitador (formador en acciones de capacitación) prepara el escenario. Los asientos, accesorios,
soportes técnicos, como la videocámara, en caso de grabación de la situación. Mientras los participantes
desempeñan sus roles, el formador se preocupa de que la situación se desarrolle sin dificultades. En
caso necesario, indica la finalización del juego de roles, si esta no surge de forma natural.
Análisis
Una vez finalizada la aplicación, se comenta la experiencia. Una posibilidad es iniciar con la opinión de
los jugadores de rol acerca de la experiencia. Otra es comenzar con los comentarios de los
observadores. El formador se preocupará que estos comentarios sigan las pautas correctas para
maximizar la eficacia de la actividad.
Definición del objetivo de la sesión de rol.
Hay que explicar claramente qué es lo que se pretende entrenar en la aplicación concreta de la técnica.
Por ejemplo, en el caso de un curso Calidad en la Atención al Cliente, habría que definir los componentes
del proceso de atención al cliente. O de la resolución de situaciones conflictivas y de la atención
telefónica, según el bloque de habilidades que queramos entrenar.