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EL INDIVIDUO EN EL GRUPO

Para su bien o para su mal, todo individuo es siempre un miembro de varios grupos. Todo
grupo se compone de personas muy heterogéneas, independientemente de que posea o no
una estructura monolítica y unas tradiciones multiseculares. Por eso, ningún grupo se halla
inmune a las interacciones de sus componentes.

LOS ROLES COMO REFLEJO DE LA PERSONALIDAD

Los roles que el individuo juega en los grupos a los que pertenece reflejan, y al mismo
tiempo modelan, decisivamente su personalidad.

La posición de un individuo en cualquier grupo duradero está subordinada a un rol


específico. Es así que cada persona, en cada uno de los grupos en los que interviene, tiene
que jugar un determinado rol o papel.

La manera según la cual actúa el sujeto, se halla determinada por sus características
personales «propias». Pero para continuar actuando de esa manera de acuerdo a las
exigencias de un determinado rol es necesario que acepte las presiones del grupo, con lo
que se hace posible que su forma de personalidad básica quede deformada.

Determinantes individuales de la conducta del rol

La conducta del rol es el producto de la interacción entre ciertos factores situacionales y los
conocimientos, necesidades, actitudes y rasgos de respuesta interpersonal del individuo. La
conducta de los roles se halla influida por el conocimiento de un individuo acerca de su rol,
su motivación para desempeñarlo, sus actitudes hacia sí mismo y hacia las demás personas,
etc.

Incompatibilidad de roles

Se puede afirmar que los roles de las personas varían a lo largo de una dimensión de
compatibilidad-incompatibilidad. Si una persona que ocupa una determinada posición
percibe que la mayor parte de los individuos de su grupo mantienen las mismas o casi las
mismas esperanzas en lo que respecta a cómo debe comportarse dentro de su rol, entonces
éste se define como un caso de compatibilidad. Si, por el contrario, percibe que las
esperanzas y las exigencias de los demás son contradictorias, se está ante un caso de
incompatibilidad de roles.

Por ejemplo, en apariencia, la incompatibilidad de roles sexuales se encuentra


principalmente en mujeres que se enfrentan con presiones intensas para desempeñar una
vida profesional y que se hallan expuestas también a una fuerte tradición de predominio
masculino.

Rango de variaciones individuales en la ejecución de roles

Aunque las normas de la mayor parte de los grupos permiten una considerable libertad de
movimientos dentro de los roles asignados a los distintos miembros de un grupo, se dan
límites a la variabilidad individual. Newcomb señala que la conducta de roles oscila desde
aquellas conductas que se exigen a todos los que ocupan una cierta posición a aquellas que
se prohiben a los mismos. Entre estos extremos existen varias conductas que están
permitidas, pero no exigidas. Si los que ocupan una determinada posición realizan las
conductas prohibidas o fallan en desplegar la conducta que se exige se les expulsa de su
posición.

Los roles y la pertenencia a varios grupos

Un individuo que vive en una sociedad compleja pertenece a muchos grupos diferentes. En
cada grupo aprende aquellas conductas que son adecuadas al rol que desempeña.

En el curso de un día, cualquier sujeto puede jugar los papeles de marido, padre, amante
clandestino, empleado, cliente y miembro de una peña taurina. A pesar de esta
multiplicidad de los roles, no son demasiado frecuentes los conflictos ocasionados por estas
situaciones tan diversas. Esto ocurre por dos razones: en primer lugar porque los individuos
ocupan ciertas posiciones de una manera sucesiva y no simultáneamente; en segundo lugar,
se proporcionan ciertas claves situacionales discriminativas que disparan la conducta más
adecuada.

Conflicto de roles

Cuando un individuo ocupa simultáneamente dos posiciones cuyos roles son antagónicos,
entonces se habla de un conflicto de roles. El sujeto tropieza con ciertas dificultades que le
pueden incapacitar para realizar ambos roles de una manera adecuada.

El hombre marginal

Es aquel «cuyo hado condenó a vivir en dos sociedades y en dos culturas no sólo diferentes,
sino antagónicas». Los sujetos marginales ocupan una posición ambigua entre dos grupos
culturales. Desean pertenecer a ambos, pero ni uno ni otro los acepta completamente. A
veces se producen, incluso, conflictos muy severos.

Los efectos sobre el individuo de la realización de un rol

La forma según la cual el individuo realiza sus diversos roles refleja no sólo su
personalidad, sino las exigencias incompatibles que son fuente de conflicto a las que la
sociedad le expone.

El influjo de un rol sobre la personalidad aparece, mejor que en ningún sitio, en el campo
de los roles sexuales.

Roles sexuales

Los padres tienden a acelerar, muchas veces de una manera inconsciente, la emancipación
de los hijos, mientras que retardan la de las hijas. Por ejemplo, se concede a los muchachos
mayor libertad para sus deseos íntimos; a las jóvenes se les somete con mayor énfasis a las
normas del honor filial y a las obligaciones familiares. A consecuencia de esto, las
muchachas se hallan menos emancipadas de la familia que en el caso de los muchachos.

Los efectos de los roles profesionales

El tipo de trabajo que utiliza un sujeto para vivir, y particularmente el tipo de técnicas que
implica el trabajo, son los que modelan los pensamientos de las personas, sus relaciones
con otras, su cultura y sus instituciones de control.

Sin embargo, la relación entre la profesión de un individuo y su personalidad es de sentido


recíproco. La «deformación profesional» se produce cuando el individuo se ajusta a las
exigencias de su rol profesional. Pero no es eso todo: un individuo tiende a seleccionar una
profesión que según él piensa que cumple sus demandas de una manera satisfactoria y que
no sobrepasa sus posibilidades.

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