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TEORIA DEL ACTO JURIDICO

"La Representación Directa y Representativa"


INTEGRANTES GRUPO 9:
- Linarez Oliva Erika Jemira
- Valero Quisocala Julian
- Mamani Mamani, Lizeth Leonela
- Ochoa Chara Nicole Angie
- Quenaya Calcina Yhanina Yhoselin
DOCENTE:
Oswald Angel Galindo Valencia

Arequipa – 21/05/2022
INDICE
INTRODUCCION.............................................................................................................................2
REPRESENTACION INDIRECTA................................................................................................3
Centrándonos ya en la representación directa, pasamos con Martínez-Gil al análisis de
diversas cuestiones controvertidas:..........................................................................................6
Finalmente, Un Apunte Sobre La Doctrina De La Ratificación:............................................6
Representación Legal.................................................................................................................8
Representación Orgánica...........................................................................................................8
Representación En El Derecho Internacional Privado...........................................................9
RELACIÓN REPRESENTATIVA.................................................................................................10
LOS DERECHOS Y DEBERES DEL REPRESENTADO Y DEL REPRESENTANTE........11
Derechos y Deberes del Representado.................................................................................11
Facilitación De Los Medios Necesarios Para El Ejercicio De La Representación........11
Pago De La Retribución........................................................................................................12
Reembolso De Los Gastos..................................................................................................13
Indemnizar Daños Y Perjuicios............................................................................................14
Cálculo de la Indemnización................................................................................................14
Derechos y Deberes del Representante................................................................................15
 Ejercer personalmente la representación y sujetarse a las instrucciones recibidas
15
 Comunicar los resultados de los actos representativos...........................................15
 Rendir cuentas de su actuación..................................................................................15
ACTOS REPRESENTIVOS.........................................................................................................16
La Representación de las Personas Jurídicas......................................................................17
Extinción de la Representación...............................................................................................18
Revocación.................................................................................................................................19
Renuncia del Representante...................................................................................................20
FIGURA AFINE A LA REPRESENTACIÓN...............................................................................20
El Contrato a favor de terceros................................................................................................21
La promesa de la obligación o el hecho de un tercero.........................................................23
Contrato por persona a nombrar.............................................................................................24
Bibliografía.......................................................................................................................................25
INTRODUCCION

En el presente trabajo hablaremos sobre la representación, pues en el acto


jurídico puede ser interesado por el propio sujeto interesado o por un medio de
otro, dando lugar a la figura jurídica de la representación.

El Código Civil ha llevado tratamiento legislativo de la Representación,


pretendiendo legislar considerándola como una figura típica y autónoma en el
intento de plasmar un tratamiento unitario.

Explicaremos el desarrollo del estudio de la Representación atendiendo al


tratamiento legislativo que le dispense el Código Civil e intentando de hacerlo de
una manera que entendamos todos y en relación con los principios que la
sustentan y la doctrina que la informa.
REPRESENTACION INDIRECTA

En lo que respecta a la representación indirecta, ésta será definida como aquella


en la que el representante actúa por cuenta del representado, pero, sin embargo,
no va a actuar en nombre del mismo, sino que realiza el negocio jurídico con el
tercero en nombre propio. Es decir, aquella en que se actúa en nombre propio,
pero en interés ajeno.

En efecto, LA TEORÍA CLÁSICA (Núñez Lagos, Castán), limita el concepto de


representación al de representación directa, esto es, aquella en que además de
los requisitos de:

1) Legitimación para actuar en la esfera ajena


2) Un negocio jurídico representativo
3) Sustitución del representado
4) Consentimiento de éste vía poder o ratificación.

Se exige la CONTEMPLATIO DOMINI, es decir, la actuación en nombre ajeno


(agere in nomine alieno). De la propia literalidad del término se deduce su sentido,
que es el que las partes conocen la existencia de un dominus detrás de la
actuación del representante.

El precepto de partida, dentro de la regulación del mandato, dado que la


representación no tiene regulación independiente, es el artículo 1717 del CC, que
dice cuando el mandatario obra en su propio nombre, el mandante no tiene acción
contra las personas con quienes el mandatario ha contratado, ni éstas tampoco
contra el mandante.

En este caso el mandatario es el obligado directamente en favor de la persona con


quien ha contratado, como si el asunto fuera personal suyo. Dase el caso en que
se trate de cosas propias del mandante.

Lo dispuesto en este artículo se entiende sin perjuicio de las acciones entre


mandante y mandatario.
En sentido parecido dice el 287 C.C. el contrato hecho por un factor en nombre
propio, le obligará directamente con la persona con quien lo hubiere celebrado;
más si la negociación se hubiere hecho por cuenta del principal, la otra parte
contratante podrá dirigir su acción contra el factor o contra el principal.

Del mismo se deduce que cuando el mandatario obra en nombre propio no se da


la esencia del fenómeno representativo, ya que los efectos se producen entre el
mandatario y el tercero, siendo necesario un nuevo acto que los traslade al
dominus oculto.

Argumenta Nuñez Lagos que ni siquiera en la excepción de que se trate de cosas


propias del mandante se da dicho efecto directo, porque:

 Si las partes ya sabían que las cosas eran propias del mandante, entonces
hay contemplatio domini, y por ende representación directa.
 Si no lo sabían y el tercero lo descubre después, entonces no hay acción
directa porque no se pretendió que la hubiera en principio, y lo que procede
a lo sumo es una acción para reclamar el enriquecimiento injusto.

 Frente a este planteamiento, surge LA TESIS MODERNA, con autores como De


Castro y Díez-Picazo, que sostienen que la representación indirecta es verdadera
representación porque puede producir efectos directos entre el dominus y el
tercero sin necesidad de un contrato posterior traslativo de los mismos.

 Así, en el caso del 1717 CC, cuando se trata de cosas propias del mandante, dice
De Castro que, si las partes lo sabían, no sería necesaria regulación específica
porque, en efecto, sería un caso de representación directa, y lo mismo en el caso
del 287 CC en donde las partes no pueden saber que el representante es tal
porque si no, el 285 CC, no tendría responsabilidad alguna. Por ello ambos
preceptos encuentran su sentido en el caso de que el tercero ignorase la
existencia de un dominus en el momento de la perfección, pero viniese en
conocimiento de este hecho a posteriori, y, para este caso, no puede hablarse de
acción de enriquecimiento como defendía la tesis anterior porque el 287 CC es
claro al hablar de la posibilidad de ejercitar su acción contra el mandatario o el
principal, acción que necesariamente ha de ser la misma, pues el artículo no
distingue.

De esta contraposición de teorías se deducen fundamentales consecuencias en


orden a los efectos del mandato para enajenar o para adquirir.

 En el primero de los casos, siguiendo la tesis clásica, nos


encontramos que los autores entienden que el representante
indirecto, para poder actuar en nombre propio, necesita haber
recibido previamente la titularidad del bien, pues no se ve de que otro
modo podría estar legitimado para la transmisión. De este modo el
mandato frente a terceros encubre una clara transmisión del bien al
mandatario.

Opone la tesis moderna que del artículo 1717 CC y de los preceptos


relativos a la quiebra se deduce que no es necesario dicho precio traspaso
para que los efectos se produzcan recta vía en los términos ya estudiados.

En este caso sin embargo aparece una dificultad añadida a la tesis en el


terreno hipotecario, cual es la exigencia del artículo 20 LH de que sólo
pueda disponer de los bienes el titular registral o quien actúe en nombre del
mismo, (principio del tracto sucesivo). Díez-Picazo salva el inconveniente
matizando que, si el número 1 del artículo dice para inscribir o anotar títulos
por los que se declaren, transmitan, graven, modifiquen o extingan el
dominio y demás derechos reales sobre inmuebles, deberá constar
previamente inscrito o anotado el derecho de la persona que otorgue o en
cuyo nombre sean otorgados los actos referidos.

Por otro lado, en el párrafo cuarto del mismo artículo añade que no será
necesaria la previa inscripción o anotación a favor de los mandatarios,
representantes, liquidadores, albaceas y demás personas que con carácter
temporal actúen como órganos de representación y dispongan de intereses
ajenos en la forma permitida por las leyes.

Además, es lógico pensar que la palabra representante no tenga la misma


significación en ambos casos pues de lo contrario nada añadiría esa
segunda mención, y supondría una redundancia carente de sentido.

 En cuanto al supuesto de adquisición, la tesis clásica sostiene que


adquiere el mandatario que compra en su nombre y luego es
necesaria la transmisión por éste al dominus, que sólo tiene carácter
obligado en virtud de la relación contractual.

Frente a ello tanto la doctrina moderna como el TS han sostenido que la


transmisión se produce directamente a favor del dominus, siendo necesario
(y obligado para el mandatario) otorgar sólo una escritura de
reconocimiento de dominio y traspaso posesorio, sin perjuicio de que frente
a terceros haya en el momento intermedio una apariencia de legitimación
que podría, en caso de enajenación por parte del mandatario, dar lugar al
nacimiento de terceros protegidos (464 CC)

Centrándonos ya en la representación directa, pasamos con Martínez-Gil al


análisis de diversas cuestiones controvertidas:

 En materia de capacidad realizar el acto parece claro a tenor del


artículo 1716 CC que la capacidad especial para el acto concreto
debe tenerla el dominus, en cuya esfera se producirán los efectos.
 En relación con los vicios del consentimiento, parece que más que
establecer una solución taxativa, se ha de estar a quien aporta
decisivamente su voluntad para realizar el acto, es decir, a que el
mandato sea más o menos concreto.

Finalmente, Un Apunte Sobre La Doctrina De La Ratificación:

 Dice el artículo 1259CC que ninguno puede contratar a nombre de otro sin estar
por éste autorizado o sin que tenga por la ley su representación legal.
El contrato celebrado a nombre de otro por quien no tenga su autorización o
representación legal será nulo, a no ser que lo ratifique la persona a cuyo nombre
se otorgue antes de ser revocado por la otra parte contratante.

Aunque hay más casos de ratificación a lo largo del articulado del Código. (1727
CC,1892 CC)

 Como dice Nuñez Lagos, la ratificación no es sino un poder a


posteriori, aunque parece que históricamente el poder no fue sino
una ratificación a priori.
 Lo más discutido es el valor del contrato antes de producirse la
propia ratificación, y así se habla de oferta contractual, anulabilidad,
nulidad de pleno derecho (TS) Quizás la tesis literalista parezca la
más adecuada, pero lo cierto es que las partes han concertado un
negocio que no es inexistente, sino que está formulado en unos
términos que llaman a una futura ratificación, y hablar de una nulidad
de pleno derecho insalvable, como defendería la tesis bipartita de las
nulidades nos parecería más que inadecuado para este particular.

Por eso, con Martínez-Gil, parece más lógico salirse del esquema bipartito aludido
y hablar de nulidad relativa, puesto que no sólo es ratificable por el dominus (es
precisamente lo que establece el artículo, que en sí mismo no encaja en ese
esquema bipartito), sino que concede tres medios de defensa distintos al tercero:

I. la revocación antes de la ratificación (si fuera nulo por completo no se vería


el porqué de revocarlo)
II. la indemnización de daños y perjuicios

  En cualquier caso la ratificación tiene según la mayor parte de la doctrina un


efecto retroactivo a la fecha de celebración del contrato, pero sin perjuicio de
terceros (lo cual es muy importante en la esfera registral porque un contrato no
ratificado presentado en el Registro, no puede tener tras su ratificación la misma
fecha del asiento de presentación, sino en todo caso la fecha de la ratificación
misma, defendiendo Jarabo que la falta de ratificación constituye un defecto
insubsanable siempre porque el 1725 CC no parece que pueda tener incidencia
registral.

Representación Legal

 Junto con la representación voluntaria existe otro tipo de representación,


en el sentido amplio de actuación de una persona con incidencia directa en
el patrimonio de otra, que es la legal.

 La naturaleza de la misma difiere de la ya estudiada, pues se trata de


actividades de gestión por una persona (padre, tutor) del patrimonio de una
persona que aún no es capaz para realizar dichas gestiones por sí mismos,
o bien de proveer a la conservación de un patrimonio para diversos fines y
por variados motivos, con lo que se trata más bien, como reseña la doctrina
italiana, de un oficio de derecho privado encaminado a tutelares intereses
protegibles que el legislador impone como necesario.

  En cuanto a su régimen hay que atenerse a cada supuesto concreto, que es
objeto de estudio en los temas pertinentes, a los que nos remitimos; así

i. La tutela es objeto de estudio.


ii. La patria potestad es objeto de estudio.
iii. El defensor del desaparecido.
iv. El administrador de la herencia aceptada a beneficio de inventario.
v. Los síndicos de la quiebra.

Representación Orgánica

 Este subtipo de representación se da en la esfera mercantil, y  supone la


posibilidad de que ciertas personas físicas(o jurídicas representadas a su vez por
persona físicas), actúen en la gestión de sociedades de modo que sus actos se
entienden actos de la persona jurídica representada, como si la misma sociedad
actuara, diferenciándose de la representación voluntaria por su carácter necesario
y de la legal por la posibilidad de elegir los miembros del órgano, elección que
queda en manos de los socios.

a) De aquí se deduce por ejemplo la compatibilidad entre representación


voluntaria y representación orgánica de la sociedad, que pueden concurrir
en una misma persona, como postulan resoluciones como la de 12-9-94 o
30-12-96, cuyo estudio corresponde a los temas de mercantil.

  b) También de aquí se deduce que, si el órgano de administración es y


actúa como sociedad, no deberían limitarse sus facultades de cara a
terceros.

  c) Problema distinto es el de la donación, dado que de lo dicho hasta


ahora podría decirse que, si los administradores actúan como sociedad, y la
sociedad tiene personalidad jurídica plena, deberían poder donar por sí
mismos sin necesidad de ratificación por la Junta General.

  Sin embargo, lo cierto es que si bien la sociedad, como persona, debe poder


donar, no lo es menos que la ley parte del ánimo de lucro de la misma en todos
sus actos, y por ello parece que este acto excede de los poderes que la ley
confiere a los administradores, necesitándose en este caso de la ratificación de la
Junta General.

Representación En El Derecho Internacional Privado

En esta materia debemos partir del artículo 9.11 CC, que dice A la representación
legal se aplicará la ley reguladora de la relación jurídica de la que nacen las
facultades del representante, y a la voluntaria, de no mediar sometimiento
expreso, la ley del país en donde se ejerciten las facultades conferidas.

En materia de representación legal el punto de conexión establecido debe


entenderse excepcionado por lo dispuesto en el artículo 9.4 CC y 9.6 CC.

En cuanto a la representación voluntaria, hay que estar primero a la voluntad de


las partes mediante el sometimiento, y en su defecto a la del lugar de ejercicio.
I. La posibilidad de usar pólizas, que son documentos públicos, para contener
dichos poderes. Queda fuera de toda duda su carácter de documento
público, pero también queda fuera de toda duda que el 1280 CC está
hablando de documento público hábil para este apoderamiento, condición
que sólo reúnen las escrituras públicas.

En materia de representación orgánica, dada la inaplicación del Convenio de


Roma y la ausencia de norma específica, parece que deben regir los puntos de
conexión del artículo 10.5 CC.

RELACIÓN REPRESENTATIVA

La Representación, con atracción de las Instituciones del derecho Familiar y del


contrato de mandato, puede ser conceptuada como una figura típica u autónoma,
en virtud de la cual una persona, que viene hacer el representante, celebra uno o
más actos jurídicos en cautela de los intereses de otra, que viene a hacer el
representado. Es más, el concepto puede simplificarse si se considera que el
simple actuar de una persona por otra configura una representación.

Pues esta debe ser planteada de una manera más simple, pues se declara su
propia voluntad o recibe una declaración, en lugar y en nombre de otro, se llama
representante, y lo característico de la representación es crear actos jurídicos
donde exista una distinción entre el sujeto que hace la declaración de voluntad y
aquel sobre quien recaen los efectos de la declaración.

Por lo que queda expuesto, la representación puede ser conceptuada en el


sentido amplio, el que queden comprendidas todas sus modalidades, sea que
emane de la ley o de un acto jurídico, y que, como consecuencia de tal acto, el
representante actué en su nombre e intereses del representado. En todas estas
modalidades el representante actúa con su voluntad propia y eso, lo distingue del
nuncio, que no es sino un portavoz o mensajero del interesado en la celebración
del acto jurídico.
LOS DERECHOS Y DEBERES DEL REPRESENTADO Y DEL
REPRESENTANTE

Derechos y Deberes del Representado

Relación representativa como nosotros indica, estipula los derechos y obligaciones


tanto del comitente como del mandatario, en torno a los cuales se toman
precauciones en interés del comitente y de la confianza mutua, que ambos deben
mantener. Aunque el acto jurídico que los crea es unilateral, la relación de
agencia, una vez establecida, es recíproca de los derechos y obligaciones de las
partes.

El representante tiene el derecho fundamental de hacerlo. representar plena y


debidamente sus intereses, y Para ello, dale su confianza dándole Representamos
y creamos la misión que transmitimos Considere el Art. 1796 analógico en la
aplicación de derecho civil.

El Código Civil no contiene disposiciones específicas sobre el manejo Derechos y


obligaciones inherentes a la representación Para una relación de actuación, ¿qué
estás haciendo? Sobre el contrato de fideicomiso de cotización Compromiso, por
lo que incluso al actuar Personalidad típica y distintiva de la persecución,
supongamos En una manera similar, La regla del artículo 1793, que enumera las
obligaciones de Obligatorio, artículo 1796, que enumera Estupendo.

No creas que las misiones se originan en Aplicación similar al limitado art. 1793 y
1796 es el único resultado del informe Representan, como muchos otros derivan
de él, Hemos consultado y seguiremos haciéndolo durante el desarrollo. De
nuestro estudio. Además, se debe tener en cuenta Considere también tareas
similares surge una relación inherente en una agencia la responsabilidad, según
corresponda, se puede rastrear el Agente y representante.

Facilitación De Los Medios Necesarios Para El Ejercicio De La Representación

El representado voluntariamente ha otorgado su representación y ello lo obliga a


facilitar a su representante los medios necesarios para que pueda cumplir con el
cometido. No se trata únicamente de facilitar los medios económicos mediante
provisión de fondos, sino también de facilitar información y todos los
documentos que sean menester. El dominus debe precisarle al representante el
interés que debe cautelar.

Pago De La Retribución

Como lo hemos indicado el detenemos en las características del acto de


otorgamiento de la representación (Supra N.º 96.1), ni la onerosidad ni la
gratuidad son características propias de la representación, pues dependen de su
relación originante. Si de ésta se deriva la obligación de retribuir el ejercicio de la
representación, el
representado está obligado a retribuirla.

Este es un intercambio de bienes o servicios inmobiliarios específico,


especialmente recompensas o pagos. Este concepto está relacionado con la
búsqueda de la naturaleza y los beneficios corporativos. En otras palabras, desea
los beneficios de realizar una determinada actividad económica.

Salarios o remuneraciones pagadas a los trabajadores en dinero o en especie por


los patrones privados o públicos (estados), con sujeción a los límites de los
derechos económicos y laborales, es decir, los establecidos por contrato y los
requisitos fijados por la ley de los trabajadores.

Tipos de Retribución

- Salario o sueldo: Es una retribución habitualmente hecha en términos


monetarios y que compensa un trabajo a lo largo de un determinado
periodo. Habitualmente cuenta con parte fija y parte variable basada en
términos productivos.
- Remuneración: Se trata de pagos compensatorios a la realización
normalmente esporádica de un servicio prestado. También es habitual es la
cesión o alquiler de un activo, por ejemplo, cuando hablamos de viviendas o
maquinaria industrial.
- Incentivos por objetivos o rendimiento: Es frecuente que existan
modalidades de pago por bienes y servicios sujetos a condiciones de
negocio o Productividad. Se realizan en forma de pluses o pagos extra,
habitualmente en finales de periodo de negocio.
- Ganancias derivadas de instrumentos financieros: El cobro de Dividendos o
los rendimientos de acciones por parte de un inversor también es una
modalidad habitual retributiva y está afectada por los intereses creados.

Reembolso De Los Gastos

Reembolso de gastos, en nuestra opinión, procede en todo caso, incluida la


relación de origen del representante le dio las características duro o libre. En el
primer caso, porque es diferentes conceptos, porque uno es un concepto
remuneración por desempeño representación y otro reembolso de gastos hecho
por el agente, porque este reembolso no constituye una consideración, por lo que
no hace que desaparezca Caracteres libres que queremos dar relación de agente.
Sin embargo, no hay parada representante puede distribuir máscaras de dominus
Reembolso.

Se ha acordado que los contracargos se usan comúnmente en contratos


comerciales, compras y otras transacciones comerciales y económicas y pueden
mostrarse numéricamente. Sin embargo, el reembolso no solo se emplea en
aquellas circunstancias en las que confluyen hechos accidentales o erróneos, sino
que también es posible tomar el reembolso como una práctica habitual en la
compraventa de mercaderías y en la contabilidad. 
Se puede utilizar para mejorar la calidad y el servicio. Si recibe el artículo en mal
estado, defectuoso o simplemente por error. En tales casos, el vendedor ofrece la
posibilidad de devolver el artículo y recibir un reembolso. En resumen, servicio
postventa para mejorar la calidad y el servicio al cliente. Otra forma de utilizar un
reembolso como garantía es utilizarlo como garantía mientras se espera el pago
completo o al reservar un producto o servicio. En este caso, se otorgará un
reembolso después de que se complete la transacción o si el comprador posee,
pero no paga el artículo devuelto.

se origina en una intermediación en la realización de la respectiva transacción, es


decir, cuando un sujeto realiza pagos por cuenta y a nombre de un tercero los
efectos de la transacción se radican en cabeza de la persona a cuyo nombre se
realizaron.

Indemnizar Daños Y Perjuicios


Pueden entenderse como detrimentos materiales o morales, causados
contraviniendo una norma jurídica, por los cuales debe existir un resarcimiento.
Los daños se refieren a menoscabos que sufre una persona en su integridad, su
patrimonio o sus bienes. En tanto, los perjuicios son ganancias lícitas que se dejan
de obtener, o gastos que ocasiona un acto o la omisión de un acto por parte de
otra persona.

Hasta cierto punto, puede haber Confundido con el deber de reembolsar los
gastos, Pero no hay. Los gastos son gastos en nombre de Un actor realiza la
actuación. Dañar Sufre como resultado directo de su desempeño. Representación
y daños, lo que ya no gana, su ingreso perdido. Ambos deben provenir de eventos
pasados. Establecer una relación de agencia.

Características de los Daños y Perjuicios

- Existencia real.
- Relación causa-efecto con un hecho antijurídico cometido por otra persona,
es decir, que sean consecuencia de este.
- Acreditables.
- Ciertos o posibles. Si son patrimoniales, deben ser cuantificables y
objetivos. Los extrapatrimoniales, difíciles de cuantificar, son de carácter
subjetivo.

Cálculo de la Indemnización

Debe cumplirse la condición de que haya un ejecutor del deber y de que se deba
hacer el daño causado. En este caso, la indemnización depende de las
circunstancias del deudor: negligencia dolosa o deudor sincero.

- Daño emergente. Todas las pérdidas económicas o patrimoniales que una


persona ha sufrido.
- Lucro cesante. Ganancias dejadas de percibir como consecuencia del
daño.
- Daño moral. Implica las lesiones a la integridad física y consecuencias
emocionales.

Derechos y Deberes del Representante

Los derechos del representante son los deberes del representado, y viceversa, por
lo que también en aplicación analógica del artículo 1793 del código civil pasamos
a considerar los deberes del representado.

 Ejercer personalmente la representación y sujetarse a las instrucciones


recibidas

Como la representación se funda en la confianza del representado en la


persona del representante, este se obliga a ejercerla personalmente, salvo
que se la haya dado la facultad de la sustitución, figura de la cual ya nos
hemos ocupado (Supra N° 152).

El ejercicio de la representación implica, obviamente, sujetarse a las


instrucciones dadas por el moninus, máxime si se trata de la cautela de sus
intereses.
 Comunicar los resultados de los actos representativos

El representante, actué o no en nombre del dominus, lo hace siempre en su


interés. De ahí que tenga la obligación de hacer de su conocimiento los
resultados de los actos representativos y de la manera como han quedado
cautelados sus intereses.

 Rendir cuentas de su actuación

La rendición de cuentas tiene una connotación muy propia, pues significa


expresar los resultados de la actuación mediante una evaluación economía
a fin de determinar lo positivo o negativo que ha resultado de la cautela de
los intereses del dominus, implica, pues, justificar los gastos para su
aceptación por el representado y corresponde reembolso, así como un
detalle documentado de la administración de los bienes o de los resultados
de su disposición.

ACTOS REPRESENTIVOS

La representación implica un hecho por el cual una persona en lugar de otra,


celebra un acto jurídico.

Es un acto jurídico unilateral mediante el cual una persona (representante) recibe


de otra llamada representada facultades para que actúe en su nombre y
representación, es decir, que vele por sus intereses. Cabe señalar que los actos
que el representante realice no van a tener efectos directos sobre él, pero sí
contra el representado.

La representación es una cooperación de las voluntades del representante y el


representado, ambas voluntades concurren en la realización del acto jurídico, de
modo que éste es el resultado del concurso de esas dos voluntades.

No puede afirmarse que el acto sea material por el hecho que el representante
celebre el contrato, pero quien firme la escritura pública sea el interesado, puesto
que el acto jurídico lo cumplió totalmente el representante, y la voluntad del
representado sólo interviene para aceptar lo hecho por el representante.

Podemos definir la representación como la acción y efecto de representar a una


persona física o jurídica, aquella relación jurídica que se produce cuando se confía
a una determinada persona, a la que se denomina representante, la facultad de
actuar y de decidir, dentro de unos límites determinados, en interés y por cuenta
de otra persona, a la que se le denominará representado.

La importancia práctica del estudio reside en que ha de aceptarse que es el


representante y no el representado quien manifiesta su voluntad y que es esta
voluntad exclusivamente, la que, en concurso con la del tercero, da nacimiento al
acto representativo. La manifestación de voluntad del representado, emitida al
otorgar poder, no envuelve una oferta contractual frente a terceros; la oferta la
hará el representante y su voluntad será la que determine el negocio jurídico, pero
a virtud de la modalidad representación, dicho negocio va a afectar al
representado.

La Representación de las Personas Jurídicas

La persona jurídica se piensa como un ser incapaz de obrar por sí mismo, que, a
semejanza con lo que ocurre con los demás incapaces, necesita valerse de un
representante legal. Al ser la persona jurídica un ente sin capacidad de obrar, los
actos ilícitos que pudieran realizar sus órganos no le resultan imputables. Por el
contrario, siguiendo los fundamentos de la teoría del órgano, la persona jurídica, al
ser un ente con plena capacidad de obrar, deberá asumir la responsabilidad
derivada de los actos ilícitos que sus representantes pudiesen realizar.

Es la modalidad de nombrar o designar las personas físicas que constituyen sus


óiganos y la actividad de éstos para cumplir el objetivo o fin de la corporación,
sociedad, asociación o fundación. La facultad jurídica de obrar en nombre de una
persona jurídica, con el poder conferido por sus componentes, directores, gestores
o administradores; representación voluntaria análoga a la forma más frecuente de
representación de las personas físicas; se adquiere una particular relevancia que
el representante, a pesar de actuar en nombre ajeno, declara su propia voluntad,
es decir, emite su propia declaración de voluntad aunque en nombre y con efectos
jurídicos en la esfera de su representado; el representante no declara la voluntad
del representado sino que, por el contrario, declara su propia voluntad aunque con
efectos jurídicos en la esfera de su representado; el órgano y la persona jurídica
se compenetran y, en consecuencia, existe una única voluntad.

Constituyendo la persona jurídica, o denominación equivalente que se prefiera, un


ser capaz de derechos y obligaciones en todos los ordenamientos legales,
requiere para ejercicio de los unos y cumplimiento de las otras, por carecer de
existencia visible y de cuerpo real, que alguien obre por ella, en su nombre, como
parte de la misma, que es su representante.

Para el caso de las personas jurídicas, al no haberse previsto, ya sea en la ley de


creación o en el acto constitutivo, la forma de ejercer sus derechos en
circunstancias determinadas, surge la representación legal

El representante legal o de carácter voluntario, posee las facultades que le ha


otorgado la ley o el interesado. Por ello, sea la ley o el acto de otorgamiento de
poder, le sirven al representante como título en la legitimación de su accionar y,
asimismo, le señalen los límites en dicha actuación. Todo actuar que exceda a lo
señalado por la ley o por el acto de otorgamiento de poder se considerará un
exceso o violación en los límites señalados.

Extinción de la Representación
Si ya no tiene interés en la realización del acto para el cual designó un
representante, pone fin a la representación revocando el poder (Torres Vásquez,
2001, pp. 356- 357)

Rivas Caso (2017) establece: “en cuanto a la renuncia al poder, en el civil law la
doctrina considera a la misma como un supuesto de extinción de poder. Esta
extinción se da a través de un acto unilateral y recepticio. Todo ello se fundamenta
en que la ruptura de la relación de confianza entre representante y representado
es suficiente para que aquel pueda extinguir el poder a través de su renuncia” (p.
222)
Las causales o formas de cómo fenece la representación no sólo se deriva del
contenido del Libro II del Código Civil referente al acto jurídico, sino también de la
parte referida a la extinción del Contrato de Mandato. Realizando una confluencia
de ambas figuras jurídicas, podríamos señalar que la representación se extiende
por las siguientes causales:

a) Muerte del representado.


b) Muerte del representante.
c) Renuncia a la representación por parte del representante.
d) Revocación de la representación realizada por el representado.
e) Cuando la finalidad de la representación ha sido realizada o ejecutada
totalmente.
f) Vencimiento del plazo otorgado para la representación.
g) Interdicción o inhabilitación de representado o representante.

Revocación

Es el documento notarial mediante el cual se deja sin efecto el poder que una
persona concedió a otra para que ésta actuara en su nombre y representación. De
modo que el apoderado ya no podrá celebrar actos o negocios jurídicos en
nombre y representación del poderdante.

La revocación es un modo de extinción de los actos jurídicos unilaterales, y en


algunos casos de contratos, en cuya virtud el autor de la declaración de la
voluntad, en los actos unilaterales, o una de las partes, en los contratos “retrae su
voluntad dejando sin efecto el cotenido del acto o la transmisión de algún derecho”
(Torres Vásquez, 2001, p. 38).

El mandante deberá comparecer por sí o constituir nuevo apoderado bajo pena de


continuarse el proceso en rebeldía. Sin embargo, la ejecución de un acto procesal
por la o el mandante no supone la revocación del poder, salvo declaración
explícita en tal sentido.

La revocación es un negocio jurídico unilateral de carácter recepticio. El


destinatario del mismo es el representante, y sí no toma conocimiento y continúa
actuando como tal, entonces los actos celebrados son válidos, y surtirán todos sus
efectos respecto a los terceros que hayan contratado con él de buena fe. Esto
porque los ordenamientos jurídicos privilegian la seguridad dinámica sobre la
estática; inclusive en el supuesto de hecho de la norma una situación de
representación aparente en la que han confiado los terceros porque desconocen
su discordancia con la realidad, no obstante, ello debe ser protegidos por el
ordenamiento jurídico, tenga o no culpa el representado en la creación o
subsistencia de aquella situación. En este punto, se establece para el
representado la carga de notificar a determinados terceros la revocación del poder
que dio para contratar con ellos. Si no lo hace y el representante contrata con
ellos, lo actuado es válido frente al dominus negotii. Sin embargo, el ordenamiento
jurídico exige la buena fe del representante, lo que nos advierte su ratio: la
afirmación de la continuidad de la relación representativa (entre dominus negotii y
representante). De ahí que, por ejemplo, el representante tenga derecho al
reembolso de los gastos que haya efectuado en ese caso.

Renuncia del Representante

La renuncia es una declaración de voluntad recepticia, que deberá ser puesta en


conocimiento del representado, y produce efectos aun cuando le perjudique. Sin
embargo, la buena fe impone el deber de continuar con la representación hasta
que el dominus negotii pueda tomar las precauciones necesarias, otorgando la ley
un plazo prudencial para estos efectos.

En caso de extinción de poder por renuncia del representante, el duplicado de la


carta notarial cursada al representado, con la constancia de su entrega o de las
circunstancias de su diligenciamiento, salvo se encuentre inserta en la escritura
pública.

Deberá, bajo pena de daños y perjuicios, continuar los trámites hasta el


vencimiento del plazo fijado por la autoridad judicial a la o el mandante para que
comparezca personalmente o designe nuevo apoderado. La resolución que otorga
el plazo contendrá apercibimiento de continuarse el proceso en rebeldía y será
notificada por cédula en el domicilio de la o el mandante

El representante puede renunciar a la representación comunicándolo al


representado. El representante está obligado a continuar con la representación
hasta su reemplazo, salvo impedimento grave o justa causa. El representante
puede apartarse de la representación si notificado el representado de su renuncia,
transcurre el plazo de treinta días más el término de la distancia, sin haber sido
reemplazado. (art. 154 CPC)

FIGURA AFINE A LA REPRESENTACIÓN

Es una figura jurídica por la cual lo que una persona ejecuta o celebra en nombre


de otra, facultada por la propia persona representada o designada por la ley para
representarla, y que produce efectos jurídicos de esa actuación en la esfera
patrimonial y jurídica del representado.

Del nuncio o mensajero: que es aquel que no actúa en nombre de otro, sino
que se limita a transmitir una voluntad ya formada, el Artículo 55 del Código
Civil que regula el matrimonio por poder.

Del contrato de mandato: que es un contrato que, aunque pueda otorgar


representación, no siempre la supone. El mandato, además, sólo surge por
contrato, mientras que la representación puede venir también de la ley.

El Contrato a favor de terceros

Hay contrato en favor de tercero una vez que uno de los contratantes (promitente)
se impone frente al otro (estipulante) a realizar una prestación en favor de un
tercero. La estipulación contractual en favor del tercero puede comprender todos
los efectos favorables del contrato o solamente parte de ellos.

El tercero consigue el derecho contra el promitente por impacto directo e


inmediato de la festividad del contrato. Lo cual se persigue es apoyar en
excepcionalidad al tercero, evitando que el crédito de éste contra el promitente no
se incluya en instante alguno al patrimonio del promisario o estipulante, y que, una
vez fallecido este último, dicho crédito no forme parte de su herencia, por lo cual
no podría ser objeto de colación o de reducción por lesión o inoficiosidad, ni podría
ser presa de los acreedores o de los herederos del estipulante. Si bien el tercero
consigue el derecho a partir del momento mismo en que festeja el contrato, no
obstante, para exigirlo se necesita que lo reconozca. A medida que el tercero no
reconozca el beneficio, el estipulante puede cambiar o derogar el derecho del
tercero. Este derecho se trasmite a los herederos del estipulante y es renunciable.
Si se revoca el derecho del tercero el contrato se extingue, salvo acuerdo
diferente, ejemplificando, que la prestación se ejecute en beneficio del estipulante,
en cuyo caso el contrato deja de ser en favor de tercero para transformarse en un
contrato ordinario

El tercero puede admitir el beneficio o rechazarlo. Si lo rechaza, la prestación


permanece en beneficio del estipulante Estipulante y promitente son las piezas
contratantes, empero la obligación asumida por el promitente en lugar de
aprovechar al estipulante, va a ayudar a un tercero que no es parte contratante. El
estipulante obra en nombre propio y con interés personal en la ejecución de la
obligación. El contrato en favor de tercero es una de las excepciones de la máxima
nemo alteri stipulari potest, por cuanto el estipulante conviene con el promitente
para que éste ejecute una prestación en favor de un tercero.

El Código civil francés permitió que en un contrato se agregue una cláusula por la
que parte del mismo, sin embargo, no todo él, produzca sus efectos en un extraño,
constantemente que se intente efectos favorables para el tercero. La casación
francesa inició disponiendo que el tercero beneficiario adquiría el derecho de
crédito para obtener del promitente el cumplimiento del acuerdo (ex nunc) en la
fecha de su exigibilidad. Ejemplificando, en el seguro de vida el beneficiario
adquiría el derecho a reclamar el capital a la muerte del asegurado. Después el
Tribunal francés se percató que es un error tener en cuenta que el derecho a la
prestación del promitente lo obtenía el beneficiario luego de la festividad del
contrato, pues puede ocurrir que entre esta fecha y la subsiguiente de la
adquisición del crédito por el tercero, encontrándose el derecho en el patrimonio
del estipulante, podía ser presa de las actividades ejercitadas por sus acreedores
o por sus herederos. La actitud a ello consistió en implantar que el crédito del
tercero contra el promisario fuese coetánea a la festividad del contrato, es decir
que el derecho del tercero no ha estado en ningún instante en el patrimonio del
estipulante. Esta es la ideología aceptada hoy unánimemente, en consecuencia, el
crédito no radica en ningún momento en el patrimonio del estipulante. En todo
instante el único merecedor del promitente es el tercero y no el estipulante.

La interacción elemental que nace del contrato entre estipulante y promitente es


designada como interacción de cobertura, de la cual se deriva la obligación del
promitente de llevar a cabo su prestación frente a el tercero, y la interacción entre
estipulante y tercera toma el nombre de interacción de voluta o de costo.

Por el inicio de la relatividad del contrato, cada contratante se atribuye para sí la


prestación que debería realizar el otro. Los contratantes celebran el contrato
regulando sus intereses privados, por tanto, los efectos favorables o desfavorables
son para ellos. El contrato surte sus efectos dentro de la soberanía privada, no
puede ayudar ni dañar a quienes no forman parte en él. Sin embargo, el inicio de
la relatividad del contrato no es absoluto, porque el ordenamiento jurídico posibilita
que el contrato logre producir sus efectos favorables en cabeza de un tercero; de
esta forma sucede una vez que uno de los contratantes tiene interés en obtener
que la otra parte ejecute su prestación frente a un tercero beneficiario,
atribuyéndole a este último el derecho de exigirla.

Hay contrato en favor de tercero una vez que en medio de las piezas se estipula
una virtud en favor de una persona que no es parte en el contrato, sin que a
cambio de ni promete nada. Es decir, no es que, con el contrato en favor de
tercero, el ordenamiento jurídico someta al sujeto al arbitrio impropio obligándolo a
aceptar los derechos y obligaciones de un contrato en el que no es parte, sino que
solamente asumirá los efectos favorables y constantemente que los reconozca.
A nadie se le puede imponer a admitir los efectos favorables de un contrato que
no quiere. Si el tercero asumiera las obligaciones de un contrato impropio finaliza
convirtiéndose en cierta medida contratante.

La promesa de la obligación o el hecho de un tercero

En el precepto 1470 CC pudimos encontrar ambos matices de la promesa: que el


tercero asuma una obligación o que cumpla el hecho prometido. Esto significa
visiblemente que el tercero no está obligado a nada, sino únicamente el promitente
en cualquier persona de dichos 2 sentidos: obtener la aceptación del tercero para
obligarse a hacer una prestación de ofrecer, hacer o no hacer que favorezca al
promisario o a quien este designe; o conseguir que el tercero ejecute un hecho
definido que puede consistir en un dare, un facere, o un non facere en favor del
promisario o tercera persona. (Arias Schreiber Pezet, 2011, p. 281)

Para una ideología nacional, la promesa del hecho de un tercero es un contrato


por el que una sección, llamada promitente, promete a la otra parte, llamada
promisario, que un tercero realizará un hecho y pagará una «indemnización» si el
tercero no hace el hecho. (Morales Hervias, 2004, p. 317)

De lo dicho tenemos la posibilidad de sustraer a los 3 sujetos intervinientes en la


promesa de la obligación o del hecho de un tercero: El promitente, el promisario y
el tercero. El primero es quien guie y asegura que un tercero asuma una
obligación o cumpla un hecho en favor del promisario, el segundo es quien espera
que un tercero asuma una obligación o cumpla un hecho en su favor y el tercero
quien sin estar obligado asume una obligación o cumple un hecho en favor del
promisario.

De las doctrinas expuestas tenemos la posibilidad de concebir a la promesa de la


obligación o del hecho de un tercero como ese comercio jurídico en ventaja del
cual una sección llamada promitente se impone (prestación de hacer) a lograr que
un tercero asuma una obligación o cumpla un hecho que involucre un ofrecer, un
hacer o un no hacer en favor de otra parte llamada promisario. Debiendo dar el
promitente una prestación indemnizatoria al promisario en caso que el tercero no
asuma la obligación o cumpla con el hecho prometido.

Contrato por persona a nombrar

Tenemos la posibilidad de concebir al contrato por persona a nombrar como ese


consenso celebrado por una sección llamada estipulante con otra llamada
promitente, reservándose el primero el derecho de nombrar a un tercero que más
adelante asuma sus derechos y obligaciones de forma retroactiva. Para que el
contrato genere efectos entre el promitente y el tercero designado se necesitará
del asentimiento de este último. Asimismo, los sujetos del contrato por persona a
nombrar son los próximos:

 Estipulante: Es aquella parte del contrato que se reserva el derecho de


nombrar a un tercero que después asumirá sus derechos y obligaciones de
forma retroactiva.
 Promitente: Es aquella parte del contrato a la que el estipulante tendrá que
comunicar que se reserva el derecho de nombrar a un tercero que asumirá
sus derechos y obligaciones de forma retroactiva.
 Tercero: Es ese individuo destinado por el estipulante para que asuma sus
derechos y obligaciones de forma retroactiva. Requiriéndose que el tercero
reconozca el nombramiento para que el contrato haga efectos entre este y
el promitente

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