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Xiomara Cruz-202015075
Camilo Gutierrez-202012325
Filiación
1. Concepto
La filiación ha sido definida por la jurisprudencia constitucional como un derecho
fundamental y uno de los atributos de la personalidad, el cual se encuentra ligado al
estado civil de las personas (Corte Constitucional, 2017, Sentencia T-207).
Precisamente, la filiación se comprende como el derecho de toda persona al
reconocimiento de su personalidad y, con ello, a los atributos inherentes a su condición
humana como lo es el estado civil, la patria potestad, el orden sucesoral, las
obligaciones alimentarias, la nacionalidad, los vínculos, etc. (Corte Constitucional,
2015, Sentencia C-258).
Particularmente, la filiación es la relación que se genera entre procreante y procreado o
entre adoptante y adoptado (Corte Constitucional, 1999, Sentencia T-488). En otras
palabras, es la relación que existe entre padres e hijos. De hecho, filiación se deriva del
vocablo filius-fili que significa hijo o hija. En ese sentido, la filiación es el vínculo
jurídico que une a un hijo con su padre o madre, el cual puede derivarse de la
procreación como fuente natural o de la adopción o reproducción asistida como fuentes
jurídicas (Consejo Superior de la Judicatura, 2017).
La filiación tiene una relación directa con el estado civil de la persona, puesto que
establece la relación jurídica entre un hijo y su padre o madre. Esta relación es
determinante para definir los derechos y obligaciones sobre los cuales se es titular. De
igual modo, la filiación precisa las demás relaciones que tiene cada hijo o hija con
respecto a los demás miembros de la familia. En ese sentido, la filiación le otorga una
identidad a toda persona.
2. Clases de filiación
En cuanto a las clases de filiación existen las siguientes; (i) filiación matrimonial; (ii)
filiación extramatrimonial; (iii) filiación adoptiva; (iv) filiación asistida. Las primeras
tres filiaciones están reguladas por el ordenamiento normativo, pero la última sólo ha
sido desarrollada por la jurisprudencia pues por su complejidad no se ha formulado aún
ningún proyecto de ley. Cabe resaltar que el tipo de filiación determina si los hijos son
legítimos, extramatrimoniales o adoptivos. Sin embargo, dicha diferencia no tiene
ningún tipo de efecto en la práctica, debido a que todos los hijos sin importar su tipo de
filiación tienen iguales derechos y obligaciones (Ley 29, 1982, art. 1).
i. Filiación matrimonial
La filiación matrimonial se refiere al vínculo que existe entre los padres y el hijo
concebido durante el matrimonio o dentro de los siguientes 300 días a la disolución de
este. Además, el hijo nacido antes del matrimonio puede ser legitimado posteriormente
cuando los padres se unan por dicha figura y cumplan con determinados requisitos que
se mencionan más adelante. Cabe resaltar que no solo se refiere a los hijos nacidos en el
matrimonio, sino también se extendió al hijo que nace después de la declaración de la
unión marital de hecho (Corte Constitucional, 2018, Sentencia C-131). La anterior
unión tiene que estar declarada por los diferentes medios que existen, con el objetivo de
que el hijo se pueda considerar como matrimonial.
Para que se configure la filiación matrimonial debe haber una procreación junto con la
existencia de un matrimonio o la declaración de una unión marital de hecho. En ese
sentido, los requisitos son; (i) nacimiento del hijo después del matrimonio o declaración
de unión marital de hecho; (ii) concepción anterior o durante el matrimonio o unión
marital de hecho declarada (Monroy, 2017, pág. 51).
Sumado a lo anterior, este tipo de filiación está soportado por la identificación de los
siguientes cuatro elementos base:
a. La maternidad
La filiación matrimonial tiene como base el vínculo jurídico que surge entre un hijo o
hija con su madre, el cual se demuestra cuando del parto nace un niño o niña que se
convierte en persona al separarse por completo de la mujer (Código Civil, 1873, art.
90).
b. El matrimonio o unión marital de hecho declarada
Para demostrar que el hijo tiene una filiación matrimonial con sus padres debe
probarse la existencia del matrimonio o que la unión marital de hecho fue declarada
en la época de la concepción.
c. La concepción dentro del matrimonio o de la unión marital de hecho
declarada
La concepción se determina a partir de la presunción legal establecida en el artículo
92 del Código Civil, en el cual se afirma que de la época del nacimiento se colige la
concepción. Es decir que la fecha de la concepción se debe inferir del momento en
que nació el niño o niña. Precisamente, la regla afirma que se presume que el niño fue
concebido no menos de 180 días antes del nacimiento y no después de los 300 días
contados a partir de este (Código Civil, 1873, art. 92).
d. La paternidad
La paternidad es el vínculo jurídico entre un hijo o hija con su padre que se determina
por la época de la concepción. La presunción de paternidad en el matrimonio se
deriva de las obligaciones que tiene el cónyuge, las cuales son la fidelidad y la
cohabitación. De ahí que, el marido de la mujer se tiene como padre por el hecho de
convivir con la madre y de que esta al ser fiel no tiene relaciones sexuales con otros
hombres (Código Civil, 1873, art. 113).
3. Presunciones
i. Presunción de paternidad
Es una presunción legal que admite prueba en contrario (Corte Constitucional, 1998,
Sentencia C-04). Esta presunción afirma que de la época de nacimiento del niño o niña se
infiere la época de la concepción, según la cual el nacido se presume concebido en no
menos de ciento ochenta días y no más de trescientos días, contados hacia atrás desde el
día de nacimiento (Código Civil, 1873, art. 92). Los avances médicos han admitido
prueba en contrario a esta presunción, debido a que estudios en neonatología han
determinado que el nacimiento puede suceder por fuera de los tiempos establecidos por
la ley. De hecho, hay casos en que los seres humanos sobreviven a los partos cuya
gestación es mayor a los trescientos días o menor a los ciento ochenta días (Corte
Constitucional, 1998, Sentencia C-04).
Esta presunción afirma que la mujer es madre del ser humano que al separarse
completamente de ella se convirtió en persona (Código Civil, 1873, art. 90). Asimismo,
la maternidad es el hecho de que una mujer es la verdadera madre del hijo que pasa por
suyo (Código Civil, 1873, art. 335). Las pruebas de la maternidad se fundamentan en los
siguientes aspectos:
a. Parto de la madre o alumbramiento: Se prueba con el certificado médico o con la
persona que atendió el parto. En ausencia de la prueba del hecho del parto, el lazo
jurídico materno tanto marital como extramarital, puede establecerse con base en la
posesión notoria, es decir, la prueba de que se ha criado y educado al hijo como
suyo, por un espacio de 5 años mínimo.
b. Identidad del hijo: Este se demuestra con el registro civil de nacimiento, en el cual
se deja claro que el hijo es el que la mujer dio a luz. La madre puede reconocer a su
hijo a través de las disposiciones establecidas por el artículo 1 de la Ley 75 de 1998,
como lo son: escritura pública, testamento, manifestación expresa y directa ante un
juez. El reconocimiento de la identidad del hijo se puede realizar sin importar el tipo
de proceso que se está adelantando.
4. De Las Acciones
i. Reclamación de la maternidad
La reclamación de la maternidad no suele ser frecuente, pero puede suceder que el hijo o
hija no viva con la madre biológica o que esté vinculado con una persona que realmente
no es su verdadera madre (Consejo Superior de la Judicatura, 2017).
La filiación o investigación de maternidad se divide en matrimonial y extramatrimonial.
Por un lado, la maternidad extramatrimonial se debe otorgar cuando la madre era soltera
o estaba viuda al momento de concebir el hijo o hija. La reclamación de la filiación
matrimonial se tiene que establecer simultáneamente con respecto al padre y a la madre,
ya que se otorga una vez se comprueba la existencia de la concepción durante el
matrimonio o la unión marital de hecho declarada. En esta, el hijo o hija tiene que
acreditar que su presunta madre tuvo un parto, que de ese parto nació él/ella y, además,
que su madre estaba casada o tenía un compañero permanente (Consejo Superior de la
Judicatura, 2017).
ii. Reclamación de la paternidad
Como la paternidad no se puede corroborar con el parto y en algunas situaciones es
difícil de determinar, la Ley 75 de 1968, en su artículo 6, estableció algunas causales
concretas en las que se debe presumir la paternidad, las cuales solo caben con respecto a
la filiación extramatrimonial. Lo último debido a que el hijo concebido durante el
matrimonio o durante la unión marital de hecho tiene por padres a los cónyuges o
compañeros permanentes, salvo prueba en contrario (Código Civil, 1873, art. 213). Las
causales son:
1. Rapto o violación en la época de la concepción: En esta situación solo se tiene que
demostrar que sucedieron los hechos y que al momento de la violación o durante el
tiempo del rapto se dio la concepción. Como mencionamos, la fecha de la
concepción se determina a partir del nacimiento del hijo o hija que no puede ser
menor a 180 días, ni mayor a 300 días.
2. Seducción realizada mediante hechos dolosos, abuso de autoridad o promesa de
matrimonio: En este caso la mujer decide tener relaciones sexuales con el hombre
motivada por hechos doloso, abuso de autoridad o promesa de matrimonio realizadas
por el hombre. En ese sentido, se debe probar la seducción y que la concepción
sucedió en dicho momento. Cabe resaltar que, la mujer tiene que ser mayor de 14
años, sino se tipificaría el delito de acceso carnal abusivo con menor de 14 años
(Código Penal, 2004, art. 305).
3. Carta u escrito del pretendido padre que contenga confesión inequívoca de
paternidad: Esta presunción se configura cuando el presunto padre demandado ha
confesado previamente su paternidad con respecto al hijo o hija determinada y no
existe ninguna duda en ello. La confesión se puede dar por cualquier documento
privado o público. Además, esta es diferente al reconocimiento, puesto que este
último tiene plenos efectos sin necesidad de recurrir a una demanda judicial.
4. Entre el presunto padre y la madre hayan existido relaciones sexuales para la
época en la que puedo tener lugar la concepción: Las relaciones sexuales se
pueden inferir del trato personal y social entre el presunto padre y la madre durante
la época de concepción y de la relación que tenían. Sin embargo, la presunción se
desvirtúa cuando se comprueba la imposibilidad física de tener relaciones sexuales
con la madre o que esta última tuvo pluralidad de relaciones con diferentes personas
en la misma época (Código Civil, 1873, art. 237). Las anteriores excepciones no son
aplicables cuando el resultado del examen de ADN resulta compatible en un 99.99%.
5. Trato personal y social dado por el presunto padre a la madre durante el
embarazo y el parto, demostrado con hechos fidedignos: En esta se debe
corroborar que el presunto padre tuvo un trato preferencial y personal con la madre
en el momento en que estaba encintada y cuando fue el parto. Además, es necesario
evidenciar que el presunto padre realizó hechos externos como el pago de la clínica,
del médico, de la alimentación de la madre, etc. (Consejo Superior de la Judicatura,
2017). Lo anterior, con el objetivo de comprobar que el trato tiene características
ciertamente indicativas de la paternidad. En esta presunción también son aplicables
las excepciones previstas en el numeral 4.
6. Se acredita la posesión notoria del estado de hijo: La posesión notoria del estado
de hijo o hija se tiene que dar por un término no inferior a 5 años y se demuestra
cuando el padre trata al hijo o hija como suyo (Código Civil, 1873, art. 398). En
dicho trato, el padre provee la educación, el vestuario, salud, alimentación y también
lo presenta como hijo propio ante vecinos y amigos (Código Civil, 1873, art. 397). En
consecuencia, para configurar dicha posesión se necesita el tiempo, el trato de hijo o
hija y la fama de que lo es.
La Ley 721 de 2001 realiza una codificación de la jurisprudencia y resuelve todos los
vacíos dejados por la Ley 75 de 1968 en lo que se refiere a los avances científicos de los
exámenes biológicos o también llamados exámenes de ADN. De hecho, la ley 721 de
2001 es la que actualmente regula todo lo relacionado con pruebas de ADN que se
emplean para determinar la filiación. Los aspectos más importantes de dicha ley son:
1. El juez está obligado de oficio a “decretar la prueba que científicamente determine
un índice de probabilidad del 99.99% en los procesos de maternidad y paternidad”
(Avello, 2007).
2. Los laboratorios donde se realizan las pruebas deben estar certificados de acuerdo
con los estándares internacionales para que cumplan las exigencias legales y, con
ello, tengan la facultad para realizar pruebas de maternidad y paternidad.
3. Nace una “comisión de acreditación y vigilancia de orden nacional para vigilar a los
laboratorios que realicen las pruebas de filiación” (Avello, 2007). Entidad que fue
regulada en el decreto 2112 de 2003.
4. Establece que la técnica DNA con marcadores genéticos será utilizada para obtener
99.99% de certeza hasta que haya un método más exacto. Lo que hace la prueba
ADN es encontrar material genético de la persona cuya filiación está en duda, pues
el ADN es el componente químico primario de los cromosomas por lo que con ello
se puede determinar el aporte paterno o materno que recibió un hijo según lo
analizado en el marcador.
5. El informe del resultado científico debe ser claro, preciso y detallado.
6. Las pruebas genéticas sólo pueden tener 3 resultados: Se pueden estimar
compatibles, hace referencia a la coincidencia de los marcadores genéticos del
hijo(a) con el presunto padre o madre. La validez del estudio de paternidad está
relacionada con el número de marcadores genéticos realizados, entre 13 y 15
recomendablemente, y de la separación de las frecuencias poblacionales entre los
marcadores. Por otra parte, se encuentran los resultados no concluyentes que
indican insuficiencia de los datos obtenidos para concluir acerca de la concordancia
de los marcadores genéticos en cuestión. Finalmente, aquellos que indican
exclusión, los cuales tienen lugar cuando 3 o más marcadores no son compatibles.
Excepcionalmente al encontrar exclusión en 2 se deben realizar más marcadores que
señalen con certeza que no corresponden a mutaciones genéticas. (Avello, 2007).
7. La prueba debe realizarse entre el padre, la madre e hijo. Si uno de los padres se
niega, el genetista acudirá a otros marcadores.
8. Si el presunto padre o madre fallecieron, hay 2 posibilidades para obtener el
porcentaje de 99,99%. La primera posibilidad es exhumar el cadáver (si no fue
cremado) para extraer ADN de sus huesos. La segunda posibilidad es practicar la
prueba con los familiares del presunto padre o madre para “determinar cómo serían
los marcadores genéticos del presunto padre o madre” (Avello, 2007). La decisión
de a cuál familiar practicarle la prueba suele dejársela al perito.
9. Tal como indica la sentencia C-808 de 2002 el pago de la prueba de paternidad o
maternidad debe ser asumido por quien la solicita, excepto en casos de extrema
pobreza donde es el Estado quien asume el costo. (Corte Constitucional, C-808-02,
2002).
10. Se debe acudir a testimonios, documentos y otros medios probatorios para emitir un
fallo cuando no exista o sea insuficiente la prueba de ADN. (Ley 721, 2001).
11. El juez del conocimiento tiene la potestad de utilizar todos los mecanismos
estipulados en la ley en caso de resistencia a la realización de la prueba por parte de
los interesados. Si persiste la negativa, el juez de oficio mediante sentencia
inmediata declarará la paternidad o maternidad en cuestión. (Ley 721, 2001).
Por otro lado, aunque no está expreso en la ley, es importante resaltar el peso que tiene la
prueba científica frente a otras pruebas. La corte ha establecido que “Es posible destacar
que esas probanzas indirectas (testimonios, cartas, seducción dolosa) no tienen el peso
probatorio de las pruebas biológicas. porque la paternidad biológica, esto es, la
posibilidad de que un gameto femenino haya sido fecundado por uno de determinado
hombre” (Corte Suprema de Justicia, Expediente 6188, 2000). También cabe aclarar que
“el Juez o Jueza no solo debe tener en cuenta la prueba genética (pues no se puede tomar
como prueba única de los procesos de filiación) o la renuencia a decretarse la prueba,
para dictar sentencia, sino que le corresponde estudiar todas las pruebas que sean
necesarias para tomar una decisión fundada en la certeza sobre quién es el padre o la
madre del niño, niña o adolescente.” (Avello, 2007).
5. Efectos
Los efectos de la filiación se enmarcan en 5 aspectos; (i) derechos y obligaciones entre
padres e hijos; (ii) patria potestad; (iii) emancipación; (iv) estado civil, (v) derecho
sucesoral.
i. Derechos y obligaciones
El vínculo filial que une a los padres con sus hijos tiene como efecto principal que se
configuren una serie de obligaciones y derechos del padre y madre para con sus hijos. La
madre tanto como el padre tienen la obligación de: (i) orientar, cuidar, acompañar y criar
a los hijos e hijas durante su proceso de formación (Código Civil, 1873, art. 253); (ii)
dirigir la educación y formación moral e intelectual de sus hijos e hijas (Código de la
Infancia y de la Adolescencia, 2006, art. 14); (iii) vigilar, corregir y sancionar. Los hijos
tienen las siguientes obligaciones para con sus padres; (i) tratarlos con respeto y
obedecerlos (Código Civil, 1873, art. 250); (ii) brindar cuidado y socorro cuando lo
necesiten, ya sea económico o de cuidado personal.
ii. Patria potestad
La filiación les otorga a los padres patria potestad sobre sus hijos no emancipados.
Precisamente, la patria potestad se define como el conjunto de derechos que la ley le
reconoce a los padres sobre sus hijos o hijas, con el objetivo de facilitar el cumplimiento
de sus deberes (Código Civil, 1873, art. 288). En ese sentido, uno de los efectos de la
filiación es permitir al padre y a la madre ejercer la patria potestad sobre la persona que
reconocen como hijo o hija.
iii. Emancipación
Como efecto de la filiación los hijos quedan vinculados a sus padres y, con ello, se
encuentran bajo la patria potestad de estos como se mencionó anteriormente. Por lo cual,
la filiación también ocasiona que se establezca la emancipación para dar por finalizada la
patria potestad. Precisamente, la emancipación es el hecho que pone fin a la patria
potestad (Código Civil, 1873, art. 312).
iv. Estado civil
La filiación tiene como resultado que la persona adquiera el estado civil de hijo o hija de
dicho padre, puesto que se reconoce una relación entre una persona y su familia. El
estado civil se define como la situación jurídica de una persona en la familia y la
sociedad, la cual es esencial para determinar su capacidad para ejercer derechos y
contraer obligaciones. Este es indivisible, indisponible e imprescriptible (Decreto 1260,
1970, art.1). En consecuencia, sólo existe un único estado civil para cada individuo, no
puede disponerse libremente de él al ser sus normas de orden público y no se extingue
aun cuando no se ejerce.
v. Derechos sucesorales
Como resultado de la filiación, el hijo o hija adquieren derechos sucesorales frente al
padre y madre, igual que estos últimos frente a sus hijos. Precisamente, por el vínculo
que poseen tienen el derecho a formar parte del orden sucesoral en la sucesión intestada
y, con ello, reclamar parte de los bienes.
REFERENCIAS
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- Corte Constitucional, Sala Plena. (3 de octubre de 2002) Sentencia C-808-02 [MP
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- Corte Constitucional, Sala Sexta de Revisión. (9 de julio de 1999). Sentencia T-488
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- Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil y Agraria. (10 de marzo de 2000)
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- Corte Constitucional, Sala Plena. (28 de noviembre de 2018). Sentencia C-131-18
[MP Gloria Ortiz].
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- Congreso de la República (5 de marzo de 1936) “Sobre reformas civiles (filiación
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- Congreso de la República. (24 de febrero de 1982) Ley “Por la cual se otorga
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- Congreso de la República. (30 de diciembre de 1968). Ley “Por la cual se dictan
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- Monroy Cabra, G (2017) Décimasexta edición. Derecho de familia, infancia y
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- Parra Benítez, J. (2017). Segunda Edición Derecho de Familia. La filiación.
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https://repository.usta.edu.co/bitstream/handle/11634/26788/Segundapartederechofa
miliacapitulo3filiacion2020luzserrano.pdf?sequence=1