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Yo no sé mucho de ingeniería militar, pero la historia nos ha enseñado tres cosas sobre el

diseño de tanques:
1: Nunca diseñar un tanque con prisas.
2: Nunca diseñes un tanque a través de un gran comité.
3: los tanques molan en animes kawaii (Clip de Girl und Panzer)

Pero el peor caso es hacer ambas cosas como hicieron los británicos con el tanque TOG. Y el
tercero no lo aplicaron, gran error. Este fue el tanque horriblemente diseñado por el Comité de
Desarrollo de Vehículos Especiales en 1939 para satisfacer la necesidad de un tanque pesado
británico superior. Esto se convirtió en una prioridad absoluta, ya que la guerra con Alemania
se estaba convirtiendo en una posibilidad clara. El tanque resultante, el TOG I, era brillante,
innovador, potente y letal. Pero había sido diseñado y desplegado al final de la Primera Guerra
Mundial, 20 años antes, por lo que para los estándares de 1939 era anticuado y engorroso,
como ir al banco con tu abuelo.

El primer tanque fue diseñado para una era de guerra de trincheras, no para una era que ahora
exigía un rendimiento ágil y completo que pudiera aprovechar la nueva guerra móvil
personificada por las tácticas de la Blitzkrieg alemana. Qué complicadoo para un coche gigante
y feo que lanza bombas. Al mismo tiempo, al otro lado del mundo, a 11.000 millas de distancia,
en Nueva Zelanda, también estaban despertando a la posibilidad de que otra guerra mundial
pudiera aparecer. Así, como cuando crees que puede venir lluvia en la tarde.

Así que de la misma forma en que a las abuelas les da un pálpito que predice el futuro,
finalmente ocurrió lo inevitable y Gran Bretaña declaró la guerra a Alemania el 3 de septiembre
de 1939, Nueva Zelanda también lo hizo ese mismo día, ¿Por qué? Pues, ya estaban allí y
justo cargaban unos cañones así que les quedó perfecto. Luego, cuando Japón entró en la
guerra en diciembre de 1941 con el ataque a la base estadounidense de Pearl Harbor, Nueva
Zelanda se dio cuenta, porque quizás que los japoneses ataquen una base militar americana
pueda significar que podría haber guerra. En la Primera Guerra Mundial, Nueva Zelanda había
enviado patrióticamente tropas para luchar y morir por un ideal en los campos de batalla desde
Oriente Medio hasta Francia. Todos unos Tíos Sam, o Tíos Nueva Zelanda ¿No? Pero la
Segunda Guerra Mundial iba a ser totalmente diferente para los neozelandeses. Como Japón
se había unido a la guerra, existía la posibilidad real de que Nueva Zelanda, geográficamente
aislada, fuera invadida. Que tenían q los japos allí al lado, con sus barcos y sus robots gigantes
que disparan por las tetas (Clip de Mazinger Z).

Desde el principio de la guerra, Nueva Zelanda se dio cuenta de que le faltaba todo en todas
esas tonterías que quizás sean necesarias para una guerra, como barcos, aviones y tanques, y
sabía que sus aliados no podían necesariamente ayudarlos, ya que tenían sus propias
necesidades para la noble actividad de matar extranjeros cuyo nombre ni conoces. Pero vamos
avanzando. Nueva Zelanda se apresuró a rearmar y modernizar sus ejércitos, pero con muchas
limitaciones para crear armamento porquw una guerra no se hace con tres pelas, quizás cinco,
pero tres no. Así que, para satisfacer la necesidad de aviones de combate, les aceptaron a sus
coleguis unos aviones obsoletos que parecían los aviones de los hermanos Wright. Uni de esos
aviones fue el Vickers Vildebeest, además de convertir a duras penas los aviones civiles de
pasajeros D.H.86 en bombarderos. Solo había que pedirles el favor a los pasajeros de lanzar
un par de bombas por la ventana y tendrían descuentos

Al comienzo de la guerra, Nueva Zelanda hizo todo lo posible para aumentar su fuerza naval.
Esto incluyó medidas tan desesperadas como convertir un barco de pasajeros de 1940 en un
crucero mercante armado. "Tío, ¿Esto no era un crucero? Aquí se casó mi hermana", "Era"
(Clio de disparo desde un barco). Pero el gobierno y los militares neozelandeses sabían que
todo esto podría no ser suficiente para disuadir una invasión japonesa más si tenían mechas,
¿Cómo asustáis a tíos con mechas? Así que empezaron a enfrentarse a la aterradora realidad
de que podían estar luchando contra el enemigo en su propio suelo. Ya habían previsto este
problema en el verano de 1940, tras la caída de Francia. Así que se dirigieron a Bob Semple, el
Ministro de Obras, que era conocido por ser un hombre sin pelos en la lengua. Y sin barcos en
el ejército tampoco.

Aceptó el proyecto con gran entusiasmo y llegó a la conclusión de que el mejor enfoque era
utilizar lo que ya tenían. Así que se concentró en convertir los vehículos existentes en lugar de
construir algo desde cero. Al principio no tuvo problemas por estar atado
a un comité y hasta cierto punto se le dio libertad de diseño. Por ello, eligió como base para su
diseño los tractores Caterpillar D8 americanos, que en aquel momento estaban disponibles en
Nueva Zelanda para su conversión. El Caterpillar D8 era un tractor oruga americano probado y
popular que se fabricó por primera vez en 1935 y que acabó utilizándose en todo el mundo en
grandes cantidades. Sí, pensáis que es una gilipollez usar tractores, pero presten atención.

El diseño era tan bueno y versátil que había evolucionado a lo largo de los años y la versión
más reciente hoy en día es el D8T que se introdujo en 2004. Así que era una buena opción
para la conversión y Bob Semple propuso diseñar kits de conversión que permitieran utilizar la
flota actual de tractores y que todavía sirvieran para proyectos de construcción, pero que
pudieran convertirse en tanques de combate rápidamente porque no había tiempo que perder
para disparar a japos.

El concepto era realmente ingenioso, pero cuando se presentaron públicamente algunas


conversiones de prueba, se lo tomaron de cachondeo la prensa como y el público en general, y
muchos pensaron erróneamente que el blindaje atornillado era solo una teja fea encima del
tractor. Lo que en realidad había creado era un tanque con un blindaje de 0,31 pulgadas con
una placa de acero corrugado de media pulgada rica en manganeso soldada. Armado con
múltiples y legendarias ametralladoras ligeras Bren apuntando en todas las direcciones y un
robusto tractor de oruga comercial debajo de todo ello con un motor de 127 caballos. Una
pasada, para ustedes que no saben de ingeniería, que yo tampoco, pero yo hice el guion así
que supongamos que sí.

Estaba previsto que el tanque tuviera un cañón de 37 mm. Sin embargo, ese armamento no
pudo conseguirse a tiempo y en su lugar se utilizó un cañón Bren. ¿Bren por qué iba mal todo?
Este problemilla hizo que el diseño ya no fuera tan burno. De hecho, fue uno de los peores
tanques jamás producidos. El ejército neozelandés se refirió a él como un fortín móvil, que
siendo justos no era una mala descripción. Como tanque, era deficiente en prácticamente todo,
lo único bueno es que fabricarlo era más fácil que tu prima la del pueblo. La gente se refería al
tanque como el tanque Semple. Qué forma tan guay de pasar a la historia.

El Semple más probable con el que se hubiera encontrado en combate en aquella época era el
tanque ligero japonés Type 95 HA-GO. El cual era el tanque ideal para usar en un asalto anfibio
a Nueva Zelanda ya que era ligero y compacto, como los mismos japoneses. El Type 95 podía
acelerar fácilmente más que el tanque Semple. Era mucho más rápido, capaz de alcanzar
velocidades de 28 millas por hora en comparación con la velocidad del Semple de sólo 7,5
millas por hora, que tío, seamos justos, era un tractor con un cañón, algo así como un
Blastoise, tampoco podáis tanto.

El Type 95 era mucho más ágil al poder girar en movimiento, algo que el Semple no podía
hacer. Y además, la agilidad del Semple se veía obstaculizada por medir 12 pies, casi cuatro
metros, era Pie Grande con cañón, lo que significaba que cuando estaba en caminos con
baches o cruzando zanjas fuera más inestable que la salud mental de Hitler, mientras que el
Type 95 era mucho más estable y presentaba un blanco mucho más pequeño para ser
disparado, con poco más de 2 metros de altura, lo que hacía que su silueta fuera un 40%
menor que la del Semple.

Incluso el tiempo que podía permanecer móvil en el campo de batalla era mucho menor que el
del Tipo 95. El tanque Semple sólo tenía un alcance operativo de aproximadamente noventa y
nueve millas, mientras que el Type 95 podía hacer treinta millas más antes de necesitar echar
gasolina. Y tú ¿También estás dando la milla extra? #MomentoDeAutoayuda.

En cuanto al armamento entre ambos, era más desigual que un suizo haciendo turismo en
Zimbabue. El Semple tenía seis ametralladoras ligeras Bren de calibre 303. Una en la torreta,
otra en la parte izquierda, otra en la parte derecha y dos orientadas hacia delante. Que sólo
servían para destruir camiones y para atacar a la infantería. Pero era una plataforma inestable,
la artillería solo era efectiva cuando se movía a baja velocidad en superficies planas o cuando
estaba parado. "Esperadme para disparar, necesito dónde parquear el tanque, no disparad
mientras tanto ¿Eh?" (Clip y sonido de bomba sonando). "Jo-".

Por si queréis más pegas, estaba el problema de que los cañones Bren sólo tenían cargadores
de treinta cartuchos y había que cambiarlos constantemente durante el tiroteo. El Type 95 no
era perfecto cuando disparaba en movimiento, pero era mejor que el Semple y contaba con un
cañón antitanque de 37 mm que podía penetrar fácilmente el blindaje compuesto del Semple.
Es decir, al tanque neozelandés le estaba ganando el manco del pueblo. El propio diseñador
afirmó que el blindaje sólo podía soportar proyectiles antitanque de hasta 20 mm.

Los Type 95 no podrían hacer ningún daño real a un tanque como el Semple, pero no estaban
diseñados para eso, ya que su función era atacar a la infantería o a vehículos blindados muy
ligeros, de los que no tiene gluten ni grasas trans. ¿Quién sabe qué habría pasado si el tanque
Bob Semple se hubiera producido en masa? O se hubiera enfrentado a un Panzer III de los que
estaban repartiendo ostias y tiros en Europa.

Irónicamente, Bob Semple había dicho sobre el proyecto del tanque tractor:"Si este país va a
ser invadido necesitamos tener un equipo tan bueno como el del otro, si no mejor", "¿Y lo
tendremos?", "No, tendremos un tractor con tirachinas, pero sí lo necesitamos".

En ese sentido, su tanque fracasó estrepitosamente, pero muchos, incluido él mismo, se


sintieron orgullosos de lo que había logrado, ya que sentían que al menos habían intentado
hacer algo durante la hora más oscura de su país. En 1942 volvieron a ser tractores, ya que los
tanques Valentine de los Aliados y los portadores de armas Bren de producción local estaban
disponibles y la amenaza de invasión japonesa había disminuido. Así que es un final triste para
los neozelandeses pero un final feliz para esos pobres tractores que solo querían regresar con
sus familias a construir avenidas.

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