Está en la página 1de 11

LAS TECNOLOGÍAS Y CIENCIAS APLICADAS EN LA PRIMERA

GUERRA MUNDIAL

Durante la Primera Guerra Mundial, hubo un gran avance en ciencias y tecnologías


militares. Aquí hay algunas de las ciencias y tecnologías que fueron utilizadas
durante la guerra:

Tecnología de armas de fuego

Se utilizaron rifles de repetición, ametralladoras y artillería pesada a gran escala.


Estas armas modernas aumentaron enormemente la letalidad en el campo de
batalla. En la Gran Guerra aparecen o se generalizan armas nuevas o recientes de
contundencia definitiva –la “reina de la infantería”, la ametralladora, los cañones de
tiro rápido, los morteros, el fusil ametrallador, la metralleta y otras muchas, como el
submarino y el torpedo, el avión, el gas–.
● Ametralladora: las mejoras realizadas por el modelo Maxim a finales del
siglo XIX hicieron que la ametralladora pasará de ser un arma antigua a
una de las más peligrosas durante la guerra. Clave en la lucha de
trincheras servía tanto como defensa como ataque, siendo una de las
razones de que la guerra estuviera tanto tiempo en las trincheras, ya que
cualquier movimiento en ellas era seguido de una descarga de balas de
ametralladora.
● Fusiles: El arma más básica de cualquier soldado, su evolución durante el
conflicto fue clave y siempre estuvo acompañado por la bayoneta. Entre los
principales fusiles usados durante el conflicto debemos conocer el Mauser
alemán o el Lee-Enfield británico, siendo el arma que más bajas pudo causar
por su facilidad de uso y porque todos los soldados llevaban uno.
● Artillería: La artillería sufrió una gran evolución a lo largo de la guerra, siendo
muy diferente la potencia de las armas usadas al principio del conflicto que al
final. Se crearon numerosas armas de artillería como lanzagranadas,
lanzallamas y cañones antihéroes, los que servían principalmente para
combates a campo abierto. Los cañones también fueron necesarios para
frenar los grandes bombardeos sufridos por las ciudades y salvar a miles de
civiles.
Aviación

La Primera Guerra Mundial fue testigo del surgimiento de la aviación militar. Se


utilizaron aviones para misiones de reconocimiento, bombardeos y combate aéreo.
Los aviones de combate, como el Sopwith Camel y el Fokker Dr.I, jugaron un papel
importante en el conflicto.
Cuando estalló la guerra, todas las potencias usaron los aviones para el
reconocimiento. Fue esencial cuando los soldados cavaron las trincheras y
colocaron la artillería, porque los artilleros necesitaban datos fiables para calibrar
sus cañones.
Esta información se podía conseguir por tierra a un alto coste. Sin embargo, los
aeroplanos podían observar desde el cielo las líneas enemigas. Gracias a estos
datos los artilleros sabían a dónde apuntar, los altos mandos preparar los ataques y
dónde excavar los túneles.
No era un escenario completamente nuevo (Napoleón usó globos aerostáticos para
tareas de avistamiento, aunque los calificó de poco útiles), pero el avance que
alcanzó la aviación militar durante la Gran Guerra fue extraordinario.
Aunque en un principio el ejército usó los aviones para tareas de reconocimiento,
pronto se dieron cuenta de las posibilidades militares que proporcionaban. La
aviación militar atrajo en muy poco tiempo a miles de jóvenes apasionados. De
pronto, una generación tenía al alcance de su mano experimentar con lo que el ser
humano había soñado desde hacía milenios: volar.

El caza de combate
Los británicos habían experimentado con la idea del caza de combate en 1911, pero
produjeron un modelo con avión y artillero, pesado y poco maniobrable. Pero los
que finalmente se convirtieron en cazas de combate eran los aviones usados para el
reconocimiento: monoplazas, ligeros y con motores potentes pero para llevar tan
sólo a una persona. Pronto se empezó a pensar en maneras de mejorarlos e
incluirles armas. La inteligencia militar era clave para el buen desarrollo de las
operaciones terrestres; derribar los aeroplanos podía marcar la diferencia. La
cuestión era cómo. Poco a poco aumentaron la potencia de los motores, dando
origen a fuselajes más resistentes y cargas más pesadas (más tripulación, bombas
y armas). De todos modos, hasta la primavera de 1915 todo esto se seguía
haciendo de manera rudimentaria, con fusiles, pistolas y lanzando las bombas con
la mano.
Fueron los franceses los primeros en desarrollar un sistema relativamente decente
para disparar desde los aviones. De hecho, hasta la llegada de los Fokker
alemanes, Francia fue la que llevó la iniciativa en la carrera tecnológica. En contra
tuvo una menor producción que Alemania y peor organización, eso y que los
germanos les superaron en un buen sistema de disparo.
Las tácticas de combate no se desarrollaron propiamente hasta finales de 1916 y
principios de 1917. Al comienzo de la guerra los pilotos ya tenían suficiente con
volar, observar y disparar como para pensar en formaciones. Pero cuando a los
alemanes les disputaron el dominio de sus Fokker, sorprendieron con los «circos
volantes», es decir, los primeros escuadrones de combate.

Aviones sobre el mar


Eran aeroplanos de mayor tamaño y autonomía de vuelo, cargados con bombas,
torpedos y ametralladoras que pasaban horas sobrevolando el canal en busca de
submarinos (la mayor parte del tiempo estaban en
la superficie).
En 1917 crearon los «barcos volantes», grandes
biplanes que se botaban al mar como si fueran un
navío y se despegaban desde un puerto. Lo malo
es que seguían siendo muy pesados y tenían que
volar muchas horas sobre el mar, se perdía la
ventaja de atacar desde cualquier parte y realizar
vuelos más cortos.
En verano de 1917 el primer portaaviones, el HMS Furious, comenzó sus pruebas y
en 1918 realizó el primer ataque sobre zepelines, que fue un éxito.

Las fortalezas volantes


Los zepelines fueron otro arma al que los alemanes trataron de sacar partido y, en
cierta manera, lo consiguieron.
De hecho, además del daño psicológico, los zepelines apenas fueron efectivos, y se
suspendieron muchos ataques por malas condiciones climáticas. Además, podían
arder de un balazo y eran una perita en dulce para los cañones antiaéreos.
Pero cuando los británicos frenaron a los zepelines, llegaron los bombarderos.
Eran aeroplanos más grandes, los motores ya tenían mayor potencia y llevar peso
era menos problemático. Al principio los pilotos llevaban en la cabina alguna bomba
por el suelo que iba de un lado a otro y la soltaban con la mano; ahora comenzaron
a acoplarlas a soportes en las alas y el fuselaje.
La evolución de la aviación militar durante la guerra fue extraordinaria. En cuatro
años los ingenieros pasaron de tener aviones primitivos a desarrollar casi todos los
roles de la aeronáutica militar moderna: los cazas de combate y sus escuadrones,
los bombarderos, los aviones de reconocimiento y los portaaviones; quizás el
principal elemento que faltó fue el avión de transporte. Fue posible gracias a que los
Estados estaban preparados para idear y fabricar nuevas máquinas a escala
industrial (en algunos casos, a costa del pan de sus ciudadanos), y a que había
miles de jóvenes dispuestos a dar su vida para probar las nuevas tecnologías. Era
posible experimentar el cielo, era posible dominarlo.
Tanques

Los tanques fueron utilizados por primera vez en la Primera Guerra Mundial para
romper las líneas de trincheras en el frente occidental. Aunque al principio eran
rudimentarios y poco confiables, los tanques demostraron ser una herramienta
efectiva para superar las defensas enemigas.
Los primeros tanques en pisar un campo de batalla fueron los Mark I. Hicieron su
debut el 15 de septiembre de 1916 en la batalla del Somme. Unos cincuenta
tanques iniciaron el trayecto hasta las posiciones alemanas escoltando a la
infantería inglesa. El mayor logro que se le puede adjudicar a los tanques en esta
ocasión fue asustar a los alemanes. Poco más. Al igual que ocurrió con los antiguos
romanos cuando vieron aparecer elefantes entre el ejército cartaginés al mando de
Aníbal, los alemanes de la Primera Guerra Mundial abrirán los ojos como cráteres al
presenciar el avance imparable de monstruos de metal.

Sin embargo, como ocurrió con los elefantes de Aníbal, la impresión no fue
equiparable a la efectividad. La mitad de los tanques se quedaron por el camino
debido a averías, problemas mecánicos y la incapacidad de los tripulantes para
manejarlo. No hubo coordinación para sacarle más partido a la nueva máquina de
guerra, pues su construcción se llevó con tanto secretismo que ni siquiera los
oficiales habían tenido toda la información necesaria para un mejor uso en combate,
menos aún se habían preparado a los soldados encargados de controlar un
armamento muy incómodo y complejo.

“Por dentro, el tanque era una caja sin paredes, de forma que los tripulantes
estaban al lado del motor y respiraban sus vapores de monóxido de carbono,
además del humo generado por los disparos de sus armas. El ruido era
ensordecedor y, para evitar que los remaches que salieran despedidos les
hirieron, los hombres debían llevar una suerte de cota de malla y ropas y
cascos de cuero. Dado que las temperaturas dentro del vehículo alcanzaban
los 50 grados centígrados, tripular era cualquier cosa menos cómodo”.
Medicina y cirugía

La Primera Guerra Mundial, que se libró entre 1914 y 1918, dejó un legado duradero
en muchos aspectos de la sociedad, incluida la medicina y la cirugía. Esta
conflagración global no solo provocó una devastación sin precedentes en términos
de vidas perdidas y territorios arrasados, sino que también actuó como un motor de
innovación en el campo de la atención médica. A través de la necesidad de tratar a
millones de soldados heridos en el campo de batalla, la guerra impulsó avances
significativos en cirugía de emergencia, tratamiento de heridas, cirugía
reconstructiva y tecnología médica.

Además, la guerra condujo a avances significativos en el tratamiento de heridas. La


gran cantidad de soldados que sufrieron lesiones graves generó una urgente
necesidad de desarrollar métodos efectivos para tratar estas heridas y prevenir
infecciones. Como resultado, se desarrollaron y perfeccionaron técnicas de
desbridamiento, que implican la limpieza y el retiro de tejido muerto, y se
implementaron medidas más rigurosas de higiene y antisepsia en los campos de
batalla y hospitales militares.

Otro aspecto importante del legado médico de la Primera Guerra Mundial fue el
surgimiento de la cirugía reconstructiva. Los soldados que sobrevivieron a heridas
graves, como desfiguraciones faciales, necesitaban no solo tratamiento médico para
sanar, sino también atención para restaurar su función y apariencia física. Este
desafío llevó al desarrollo de nuevas técnicas de cirugía reconstructiva, que
permitieron a los cirujanos reconstruir tejidos dañados y restaurar la función y la
estética en la medida de lo posible.

Además de los avances en técnicas quirúrgicas y tratamiento de heridas, la Primera


Guerra Mundial también estimuló la innovación en tecnología médica. La necesidad
de diagnosticar y tratar a grandes cantidades de soldados heridos condujo al
desarrollo de equipos médicos más avanzados y portátiles, como los equipos de
rayos X móviles. Además, se realizaron avances en el desarrollo de nuevos
medicamentos y tratamientos para abordar una variedad de enfermedades y
lesiones, lo que sentó las bases para futuros avances en la atención médica.
Química y armas químicas

Durante la Primera Guerra Mundial, se produjo un uso generalizado de armas


químicas, como el gas cloro, el gas mostaza y el fosgeno. Estos gases tóxicos
fueron liberados en el campo de batalla con el objetivo de incapacitar o matar a las
tropas enemigas.

● Gas Cloro:

Fue uno de los primeros gases utilizados en la guerra química. El cloro es un


gas amarillo-verdoso que, cuando es inhalado en altas concentraciones, puede
causar irritación en los pulmones, tos, dolor de pecho, dificultad para respirar e
incluso la muerte por asfixia. Los efectos del gas cloro fueron devastadores en el
campo de batalla y causaron un gran temor entre los soldados.

● Gas Mostaza:

Este gas, conocido formalmente como sulfuro de mostaza, fue introducido más
tarde en la guerra y se convirtió en una de las armas químicas más temidas. A
diferencia del gas cloro, el gas mostaza es un agente vesicante, lo que significa
que causa graves quemaduras en la piel, las vías respiratorias y los ojos. Estas
quemaduras pueden ser extremadamente dolorosas y pueden causar daños a
largo plazo e incluso la muerte en algunos casos.
● Fosgeno:

Otro gas utilizado en la guerra química fue el fosgeno, que es un agente


asfixiante que afecta el sistema respiratorio. El fosgeno puede causar edema
pulmonar y daños graves en los tejidos pulmonares, lo que lleva a la asfixia y la
muerte.

El uso de armas químicas durante la Primera Guerra Mundial representó un punto


de inflexión en la historia militar, introduciendo una nueva dimensión de horror y
sufrimiento en el campo de batalla. Las terribles consecuencias del gas cloro, el gas
mostaza y el fosgeno dejaron una marca indeleble en la memoria colectiva de la
humanidad y suscitaron un profundo debate ético sobre los límites de la guerra.

Aunque los tratados internacionales posteriores intentaron prohibir el uso de armas


químicas, su legado sigue recordándonos la necesidad de trabajar hacia un mundo
donde la guerra y el sufrimiento humano sean cosa del pasado.
Comunicaciones

Se desarrollaron nuevas tecnologías de comunicación, como teléfonos de campo y


radios portátiles, que mejoraron la coordinación entre las fuerzas militares en el
campo de batalla.
- Telégrafos: El uso del telégrafo permitió una comunicación más rápida y
eficiente entre las unidades militares, así como entre el frente de batalla y el
alto mando. Esto mejoró la coordinación de las operaciones y la toma de
decisiones estratégicas.
- Radiocomunicaciones: Aunque todavía en una etapa inicial, la primera
guerra mundial vio el uso creciente de radios para la transmisión de órdenes
e información entre las unidades en el campo de batalla. Esto proporcionó
una forma más flexible y menos vulnerable de comunicación que los cables
telégrafos.
- Cifrado y descifrado: El conflicto también impulsó avances en técnicas de
cifrado y descifrado de mensajes, ya que la seguridad de las comunicaciones
se convirtió en aspectos críticos de la guerra mundial.
El desarrollo y la mejora de estas tecnologías de comunicación jugaron un papel
fundamental en la conducción de las operaciones militares durante la primera guerra
mundial, marcando el comienzo de una nueva era en la guerra moderna.
Criptografía

La criptografía desempeñó un papel crucial en la guerra, con la interceptación y


decodificación de mensajes enemigos siendo una parte importante de la inteligencia
militar.
- Cifrado de mensajes: Las potencias en guerra desarrollaron sistemas de
cifrado para proteger la confidencialidad de sus comunicaciones. Uno de los
métodos más conocidos fue la máquina Enigma utilizada por Alemania, que
generaba códigos complejos que requieren ser descifrados por expertos en
criptoanálisis.
- Criptoanálisis: Paralelamente, los países en conflicto también trabajaron en
el desarrollo de técnicas para descifrar los mensajes del enemigo. Esto llevó
a avances significativos en el campo del criptoanálisis, con equipos
especializados dedicados a romper los códigos enemigos y obtener
información estratégica.

- Importancia estratégica: La capacidad de cifrar y descifrar mensajes de


manera efectiva tuvo un impacto directo en el curso de la guerra, ya que la
información obtenida a través de la interceptación y decodificación de
comunicaciones enemigas permitió tomar decisiones informadas y anticiparse
a los movimientos del adversario.

- Legado histórico: Los avances y desafíos en criptografía durante la Primera


Guerra Mundial sentaron las bases para el desarrollo posterior de sistemas
de codificación más sofisticados, así como para el crecimiento del campo de
la criptografía como disciplina científica y tecnológica.

La importancia estratégica de la criptografía durante la Primera Guerra Mundial


influyó significativamente en el desarrollo posterior de esta área, tanto en contextos
militares como civiles.
INTEGRANTES DEL EQUIPO:
- Alisson Desales Angel
- Azul Guadalupe Iglesias Soto
- Fernanda Guzman Enriquez
- Isis Yamilet Melendez Melendez Hernandez
- Dulce Maria Estudillo Rosado
- Yamila del Rosario Manrique Habib
- Neguib Tadeo Manrique Garcia

● Grupo: “603”

También podría gustarte