ESPECIALIZACIÓN EN TERAPIA RACIONAL EMOTIVA CONDUCTUAL TREC

CENTRO ESPECIALIZADO EN SEXOLOGÍA CLÍNICA TERAPIA INDIVIDDUAL Y DE PAREJA

CESTIP

¿CÚALES SON ALGUNOS DE LOS MITOS PRINCIPALES

QUE SE SOSTIENEN SOBRE LA TREC?

Las personas actualmente escuchan o tienen ideas diferentes sobre la TREC, algunas de ellas
basadas en mitos, pues son de algún modo inciertas. Por ello, presentamos la aclaración de
algunos de los mitos que generan en las personas algunas du das y confusiones. Aclarar
estos permitirá que las personas conozcan lo que ES y NO ES la Terapia Racional Emotiva
Conductual (TREC).

Mito 1

Es absolutamente necesario descubrir el pasado para poder comprender verdaderamente

los problemas de las personas. Algunas personas sostienen que la TREC es una orientación
superficial, pues no se detiene en el pasado de la persona. Es importante aclarar que la
TREC sí reconoce que estamos fuertemente influenciados por eventos sucedidos en nuestra
vida temprana, incluso sosteniendo que mucha de nuestra filosofía de vida -lo que pensamos
acerca de nosotros y nuestros valores- ha sido aprendida de nuestras experiencias del
pasado. Sin embargo, para la TREC el pasado se mantiene con nosotros en el presente en la
forma de creencias que llevamos en nuestra mente. La TREC, sin ahondar en el pasado, se
dirige entonces a las creencias que perturban nuestra vida emocional, así como a nuestras
conductas en el presente - sin importarle mayormente cuándo estas creencias surgieron.
Aunque no podemos cambiar estrictamente el pasado, lo ya vivido, sí podemos cambiar
cómo éste nos influye a través de nuestras creencias el día de hoy y cómo a su vez éste nos
puede desviar de nuestras metas el día de mañana.

Mito 2

La TREC trata de eliminar todas las emociones negativas, haciendo que las personas
piensen de manera lógica y objetiva. Algunas personas sostienen que la TREC es muy
“racional”, muy discutidora y brusca, que lleva a las personas a tan solo pensar de una
manera adecuada sin considerar cómo éstas se sientan. Esto es falso. Como señala Albert
Ellis, cuando pensamos, sentimos y actuamos, cuando sentimos, pensamos y actuamos y
cuando actuamos, pensamos y sentimos. Estos tres componentes forman parte de nuestra
naturaleza como seres humanos y no podemos ir en contra de ella. La TREC no deja de
considerar a la naturaleza humana y a las emociones en casi todo aspecto de nuestro
pensamiento y accionar. Desde temprano en la terapia, así como en los escenarios
educativos donde se utiliza la TREC, las personas son alentadas a mantenerse en contacto
con sus emociones e incluso ser capaces de darle claramente un nombre a las mismas. Sin
embargo, la TREC propone que cuando las emociones son muy intensas, sobrepasándose a
lo que se considera esperable a una situación, (por ej. sentimientos de rabia, pánico o
depresión), es importante enseñar a la persona a reemplazar sus emociones muy intensas y
no saludables por emociones adecuadas y de menor intensidad, más en ningún caso,
eliminarlas. Las emociones inadecuadas no solo nos hacen sentirnos muy infelices, sino que
además perjudican nuestra habilidad para solucionar nuestros problemas y manejar nuestra
vida. La TREC entonces ayuda a restaurar el equilibrio emocional en la vida de un
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individuo, proporcionando a las personas herramientas para que logren un pensamiento más
realista y adecuado sobre sí mismos, respecto a los demás y al mundo, que repercutirá
directamente en su salud emocional.

MITO 3
Las emociones negativas tales como la preocupación, la frustración y la tristeza, son
inadecuadas. ¿Acaso la TREC no busca siempre la felicidad y bienestar? ¿Cómo se puede
tener bienestar sintiéndonos preocupados, frustrados o tristes? En lo que respecta a las
emociones, lo que importa para la TREC son la calidad o intensidad de las emociones o
sentimientos y cómo la persona los exprese. Experimentar intensa irritación y malestar
cuando las cosas no nos salen como uno quiere, es absolutamente adecuado y racional;
incluso puede motivarnos a hacer algo por cambiar las condiciones frustrantes. Sin embargo,
las emociones negativas intensas y disfuncionales, tales como los sentimientos de ira o rabia,
depresión y ansiedad, a menudo nos llevan a ver una situación desafortunada, de una manera
más complicada, donde ya sea uno se paraliza de tomar cualquier acción, o actúa en forma
impulsiva o contraproducente a nuestras metas. Por ejemplo, un cierto nivel de preocupación
sobre dar un buen examen final en los estudios puede llevarnos a distribuir nuestros recursos
de la mejor manera y prepararnos para ello, favoreciendo a su vez un mejor rendimiento o
ejecución; sin embargo, una ansiedad excesiva, se constituye en un elemento que interfiere
con nuestro pensamiento y ejecución de una tarea. Que no se entienda a la TREC como una
teoría que pretende dejar a las personas con emociones negativas y no dirigir a las personas a
su bienestar. Más bien, es importante entender al logro del bienestar como el reemplazo de
las emociones intensas debilitantes, pero la consideración que los sentimientos negativos
moderados de displacer, incomodidad o frustración cuando se experimenta un infortunio,
son absolutamente normales, esperables y adecuados.

Mito 4

La TREC, en la reducción de la perturbación emocional, puede alentar quitarnos la

motivación por hacer las cosas mejor. Una de las frases principales que definen claramente
lo que se trabaja en TREC fue expresado originalmente por Reinhold Neibuhr, quien dijo lo
siguiente: "Concédeme el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar, la serenidad
para aceptar aquellas cosas que no puedo cambiar, y la sabiduría para reconocer la
diferencia". Así, demás estamos las personas en buscar cambiar aquello que no podemos
cambiar o aquello que no tenemos control en nuestras vidas. La persona que entiende bien
esto, se preocupará en buscar influir o cambiar aquello que no le agrada pero que sí está
dentro de su control e influencia. La TREC lleva a las personas a desarrollar un mejor
control sobre ellas mismas y a buscar influir en aquello que pueden cambiar, enseñándoles a
no perturbarse excesivamente por no poder cambiar aquello que no está bajo su control.
Esta es la “sabiduría” que señala Neibuhr: reconocer la diferencia.

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Mito 5

La TREC enfatiza mucho el bienestar en “uno mismo”. Esto alienta más el egoísmo en
un mundo donde de por sí ya existe mucho egoísmo. Esto no es cierto. La TREC ayuda a
las personas a desarrollar habilidades y actitudes para volverse menos egoístas. El egoísmo
usualmente es motivado por la satisfacción del ego. Muchas personas egoístas tienden a ser
muy demandantes y exigentes, e intentan obtener lo que ellas quieren a cualquier costo para
sentirse bien consigo mismas. La TREC ayuda a las personas a reducir sus propias
demandas y exigencias, desalentando el egoísmo, enseñando en vez lo que Ellis llama: el
valor de una autoaceptación incondicional. Como menciona el Dr. Ellis, las personas
saludables están alegres consigo mismas por el hecho de estar vivas, se aceptan a sí mismas
y desarrollan responsabilidad personal por su bienestar. Esto no implica egoísmo, sino el
desarrollo de un interés y responsabilidad personal adecuada. Son personas que se niegan a
medir su valor intrínseco por sus logros, posesiones materiales o lo que otros piensen de
ellas. Son personas que escogen aceptarse incondicionalmente evitando condenarse por sus
comportamientos. Disfrutan de la vida, en lugar de sentir que deben probarse frente a los
demás.

Mito 6

La TREC sólo se preocupa de “discutir” las ideas de las personas. El terapeuta TREC
solo está interesado en que las personas cambien sus “ideas irracionales”. Si bien la
TREC ayuda a las personas enseñándoles a reconocer y cambiar aquellos aspectos de su
pensamiento que no son lógicos, sensatos, realistas o útiles usando la discusión cognitiva
como su principal herramienta; la TREC utiliza además muchos métodos o técnicas de
carácter emocional y conductual diseñados para reducir los sentimientos de malestar e
implementar comportamientos adecuados y responsables. Dentro de estos métodos se
incluyen la: imaginación racional emotiva, los ejercicios de ataque a la vergüenza, el
entrenamiento asertivo y en habilidades de comunicación, la toma de riesgos, la solución de
problemas, las tareas y ejercicios para la casa, entre otros. El cambio pues, se logra no solo
en las cogniciones o esquemas de las personas, sino también en la manera de sentir y
comportarse, que se derivan de las mismas.

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Mito 7

Los terapeutas que utilizan la TREC hacen mucha confrontación o discusión con sus
pacientes, por ello no demuestran apoyo, soporte y empatía con ellos. Contrariamente a lo
que se cree, los terapeutas TREC se interesan primero en establecer una alianza útil, de
soporte y que facilite la relación con las personas, reconociendo que no todas las personas
que vienen a terapia se encuentran preparadas para el esfuerzo que implica el trabajar por un
cambio. Algunas personas requieren de mucho apoyo y empatía antes de que estén
preparadas para el mismo. De otro lado, no podemos confundir la falta de empatía que se
señala, con el rol activo, directivo y hasta persistente que el terapeuta TREC demuestra
sobre todo en el empleo de la técnica de discusión de las creencias o ideas irracionales de los
pacientes. Es importante aclarar también que, si bien se discute sobre las ideas que están
interfiriendo con el bienestar de un paciente, no se discute al paciente por mantener las
mismas. Un aspecto que resaltar es la aceptación incondicional que como terapeutas TREC
hemos desarrollado tanto con uno mismo como con nuestros pacientes. Finalmente, los
terapeutas TREC somos educadores y por ello intentamos educar y formar a las personas en
un estilo de vida saludable, que les permita manejar adecuadamente las situaciones difíciles
y que idealmente aprendan a usar estas herramientas y convertirse en su propio terapeuta
fuera del ambiente de la sesión.

Mito 8

Los Terapeutas TREC por ser tan activos, terminan de algún modo “controlando” al
paciente. Los terapeutas TREC colaboran con los pacientes en clarificar los problemas
que ellos presentan, ayudándolos a que los entiendan mejor, a que identifiquen en
muchos casos cómo sus estilos de pensar, sentir y/o actuar podrían estar interfiriendo u
obstaculizando el logro de sus metas de vida y la ausencia de bienestar en sus vidas. Del
mismo modo, una vez identificados los temas a trabajar CON el paciente, el trabajo es
plenamente en conjunto, pues consideramos que es el mismo paciente el que tendrá que
ponerse en “la cancha para jugar el partido de la vida", y el terapeuta brindarle las
herramientas y recursos para ello. El terapeuta no puede vivir por el paciente. Por ello,
la TREC no “controla” a sus pacientes, más bien, les da la posibilidad de conocer
cómo pueden manejar sus propias dificultades emocionales de maneras más efectivas;
y en general les enseña a tomar por ellos mismos el control de sus vidas.

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Mito 9

La TREC, al tratar de eliminar los "deberías" en las personas, puede resultar siendo
incompatible con los valores religiosos o individuales de las personas. La TREC enseña a
las personas que imponer de manera rígida demandas en ellos mismos, en otras personas y
en el mundo, conlleva a que experimenten de manera innecesaria mucho malestar y
perturbación. Estas expectativas que las personas se imponen sobre la realidad y los demás
son expresadas en la TREC como exigencias o “deberías”. Ej: Pensar que debo ser
competente en las cosas que hago en el trabajo puede llevarnos a que cuando fallemos nos
sintamos intensamente deprimidos. La TREC resalta el valor y satisfacción que resultan de
los logros y gratificaciones personales, pero ayuda a las personas a dejar de lado sus
exigencias por el éxito absoluto o total. La TREC defiende, por el contrario, un sistema de
valores de tipo preferencial que motive a las personas a alcanzar sus metas, mas no a
menospreciarse cuando no las consiguen. De igual modo, la TREC ayuda a las personas de
diversas orientaciones religiosas a aceptarse más a sí mismas, a mantener una filosofía sana
que no se contradiga con sus creencias religiosas, pero también a lograr una mayor
aceptación de aquellas personas que puedan no compartir sus valores, creencias o filosofía.

Finalmente, una de las inquietudes más frecuentes consiste en que la mayoría de las
personas comprende fácilmente la teoría de la TREC y cómo las personas escogen
perturbarse, sin embargo, tienen una gran dificultad en aplicarla en sus vidas,
comprendiéndola “intelectualmente”, mas no “emocionalmente” ...

Cuando se piensa sobre el objetivo que propone la TREC, suena bastante ambicioso:
"¿Cómo puedo llegar a cambiar o sustituir las creencias que he pasado toda mi vida
sosteniendo, viviendo y “sintiendo”?

Lógicamente, el cambio no es sencillo. Comprender algo no significa necesariamente

incorporarlo u optar por ello. Para muchas personas, toma algo de tiempo lograr que lo que
su cabeza ya comprende sea incorporado emocionalmente en su vida. Aprender nuevas
formas de pensar se puede comparar a un carruaje que por muchos años es guiado por un
mismo caballo y conductor. El caballo prácticamente conoce donde ir sin tener el conductor
que decírselo. Sin embargo, una vez que uno cambia al conductor (nuevas formas de
pensamiento), el caballo todavía presenta la tendencia de ir hacia la misma dirección
(emociones y conductas antiguas). Es el conductor el que deberá tensar las riendas para
producir un cambio en la dirección (emociones y conductas nuevas). El aspecto positivo del
cambio que uno puede experimentar en usar la TREC, es que ésta nos demuestra que uno
está aprendiendo nuevas maneras de sentirse y comportarse haciéndose cargo de su propia
dirección en la vida.

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Mg. Luis Enrique Tenorio Aguado
Psicólogo/Terapeuta Trec y Sexólogo
Clínico
C.PS.P N°21479