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Qué relación hay entre TREC, TC y TCC?

La TREC y la TC empezaron como terapias cognitivas. Tienen en común el


presupuesto de que el principal origen de nuestras alteraciones emocionales son
nuestros pensamientos y su objetivo era cambiar ideas irracionales.

La TRE apareció en los años 50 y la TCC en los años 60 basándose en parte en un


trabajo de Albert Ellis.

Por otra parte Terapia de Conducta (Modificación de Conducta) no tenía en cuenta


los procesos que ocurren en el interior de las personas porque no ser directamente
observables desde fuera.

Tanto la TREC como la TC fueron introduciendo técnicas conductuales en su arsenal


terapéutico y establecieron las bases para la introducción de los pensamientos y
emociones en las terapias conductuales.

Esto condicionó la aparición de la llamada Terapia Cognitivo Conductual (TCC) como


resultado de la fusión entre la terapia de conducta (modificación de conducta) y las
terapias cognitivas.

Esto significa que la diferencia entre TREC y TCC es que la TREC forma parte de las
TCC, es decir, forma parte del total de estas terapias.

Además, hay que señalar que la TREC (Ellis) junto con la TC (Beck) son las dos
psicoterapias más conocidas dentro del conjunto de Terapias Cognitivo Conductuales
(TCC).

Actualmente, estas TCC tienen gran soporte científico y clínico con muy buenos
resultados terapéuticos en una gran variedad de problemas psicológicos.

Una vez aclarado esto, hay que matizar que sí hay diferencias entre las diferentes
terapias de la TCC.

¿Qué similitudes existen entre la TREC de Albert Ellis


y la TC de Aaron Beck?
Ambas parten de la base de que hay una interacción entre pensamientos, emociones
y conducta.

Consideran que los pensamientos (cogniciones) son un aspecto esencial en la aparición


de problemas psicológicos y, por consiguiente, su objetivo es el cambio de los
pensamientos, diálogo interno o cogniciones origen de los trastornos emocionales.
Se enfatiza el elemento didáctico y se enseña al cliente habilidades de pensamiento,
pero también de conducta, que le servirán para afrontar y superar sus problemas
emocionales.

Son importantes las tareas para hacer en casa, es decir las actividades que se proponen
para realizar entre sesiones.

Es muy importante la relación terapeútica y se insisten en la influencia de los


pensamientos en esa relación. Esto incluye tanto el papel del paciente como del
psicoterapeuta.

A pesar de sus similitudes y de que su forma de trabajo se parece, también hay algunas
diferencias a destacar.
¿Qué diferencias podemos encontrar entre TREC de
Ellis y TC de Beck?
TREC es considerada más filosófica y humanista y la TC es más científica. De todas
formas, ambas tienen una base científica y humanística.

La TREC está muy centrada en desarrollo que hizo Albert Ellis según su amplia
experiencia clínica.

La TC de Aaron Beck está más basada en la investigación empírica. De hecho, muchas


de las pruebas presentadas sobre la eficacia de la TREC son, en realidad, trabajos de
investigación de la TC y que se han utilizado por parte de la TREC.

En la TREC se incide rápidamente en las creencias disfuncionales más nucleares de


la persona. En la TREC se asumen esos pensamientos como ciertos para progresar más
rápido hacia los pensamientos y creencias más nucleares.

La TREC considera que las exigencias dogmáticas (“deberías”) son el núcleo central
del que derivan nuestros pensamientos distorsionados. La TREC considera que si
eliminas las exigencias dogmáticas de tus creencias, tus distorsiones cognitivas se irán
diluyendo.

La TERAPIA COGNITIVA esas exigencias dogmáticas son mediadores que mantienen


o agravan el problema emocional, pero que no son la principal causa. La TC empieza
valorando las distorsiones cognitivas de los pensamientos automáticos de la persona
y las creencias disfuncionales nucleares se trabajan al final.

La TREC empieza centrándose en la lógica y el debate racional de las creencias


irracionales y la TC empieza más con la verificación de hipótesis, busca la evidencia
real, para cuestionar las distorsiones cognitivas. Posteriormente, ambas se apoyan en
técnicas conductuales.

La TREC considera que tenemos una tendencia innata a la irracionalidad y una baja
tolerancia a la frustración que hacen centrarse rápidamente en las creencias
irracionales más nucleares.

En la TC se considera que es difícil detectar y desenmarañar las creencias disfuncionales


profundas y reales del paciente y recomiendan empezar centrarse en los
pensamientos autómaticos y sus distorsiones cognitivas a un nivel superficial para
recabar datos. Posteriormente, se profundizará a un nivel de creencias nucleares.

Se considera que la forma de proceder en la TREC es más directiva que en la TC,


aunque en la práctica los estilos se pueden solapar.
En la TREC es muy importante aceptación incondicional de uno mismo. Para la
TREC la autoaceptación incondicional es la solución que problema de autoestima y no
cualquier tipo de autoevaluación por muy acertada que sea.

En la TREC te aceptas incondicionalmente a ti mismo como el humano imperfecto que


eres, lo hagas bien o mal, te amen u odien. Por ejemplo, si te equivocas en un trabajo,
calificarás tu desempeño como malo, pero de eso no puedes deducir que eres un inútil.

Distingues entre la conducta y tu valor como persona. A partir de ese planteamiento será
más fácil valorar tus comportamientos para mejorarlos en el futuro.

La TC se suele centrar en el refuerzo de la autoestima de los pacientes destacando


cualidades positivas que poseen. Se basa en la valoración realista de uno mismo
evitando las distorsiones cognitivas.

En la TREC se habla de “ansiedad del ego” y “ansiedad perturbadora” y en la TC


de “Supuestos primarios”, “Supuestos secundarios” y “creencias nucleares”.

La TREC destaca la importancia del “síntomas o perturbación secundaria”, es decir,


el perturbarte a ti mismo como consecuencia de tener una perturbación emocional
primaria.

Por ejemplo, te pones ansioso porque te das cuenta que estás ansioso, te sientes
culpable porque estás deprimido o te preocupas de que te preocupas mucho.

Esto tiene mucha importancia desde el punto de vista de la TREC porque suele ser un
factor muy importante que mantiene situaciones de depresión, ansiedad y ataques de
pánico graves y prolongadas. En cambio, en la TC no se habla de ese concepto.

En la TREC se considera que hay respuestas emocionales funcionales o


disfuncionales, adaptadas o inadaptadas.

En la TC se trabaja con las respuestas emocionales inadaptadas y las distorsiones


cognitivas subyacentes.
CASOS PRACTICOS.

FOBIA SOCIAL

Imaginemos el ejemplo de una persona que tiene que ir a una reunión social informal y
se siente muy ansiosa. Repasamos el modelo ABCDEF para analizar la situación y
abordarla:

A. Suceso:

Reunión social. Se pregunta qué pensará la gente de ella si se equivoca o si dice algo
incorrecto o si habla muy poco o si notan que está ansiosa.

B. Pensamientos irracionales:

Debo ser segura de mí misma, decir lo correcto, estar tranquila y desenvolverme con
naturalidad. Debo demostrar que soy socialmente competente, que soy brillante. Si no
es así, será insoportable, terrible y demostrará que son un ser inferior.

C. Emoción: ansiedad social

D. Debate:

¿Qué evidencia hay de que debo comportarme de forma natural y correcta? ¿Qué
consecuencias prácticas tiene el pensar eso?¿Cómo me sentiría si me equivocara y no
pensara eso?

¿Qué prueba hay de que sentirme mal en grupo me convierta en un ser inferior?

E. Pensamiento racional:

No hay evidencia de que deba actuar siempre bien porque soy un ser humano falible e
imperfecto como el resto de la gente. Si piensan mal de mí, mala suerte. No es el fin
del mundo.

Puedo soportar la desaprobación y seguir siendo feliz. A veces me equivocado en un


grupo y las consecuencias no han sido terribles. Aunque me siguiera sintiendo mal en
situaciones sociales el resto de mi vida, podría desarrollar muchas actividades que me
hagan feliz.

El preocuparme acerca de mi ansiedad social hace que me sienta peor y actué peor. Si
me equivoco en público, incluso puede ser gracioso. Si no les caigo bien a los demás,
será desagradable, pero nunca terrible. El que haya gente que me rechace no quiere
decir que todos me rechacen.
F. Nueva emoción: inquietud e incluso tranquilidad.

Cómo manejar la cuestión de la autoestima desde la TREC

El concepto de autoestima hace referencia a la valoración que hacemos de nosotros


mismos.

Muchas veces vemos que las personas que se sienten mal tienen una baja autoestima.
Tras observar esto consideramos que aumentar la autoestima, es decir, la valoración
que hacemos de nosotros mismos, será positivo para estar mejor.

El problema está en que esta visión puede empeorar el problema ya que acabas
asociando valorarte bien a cómo te sientes acerca de ti mismo.

El problema es que no tiene ninguna conexión lógica una cosa con la otra.

Puedes tener una autoestima muy alta y creerte que eres lo máximo y que eso no sea
más que una forma de ilusión patética.

Podemos encontrar gente que “se lo tiene muy creído” y que están totalmente
desconectados con la realidad.

Esto les perjudica porque cuando chocan contra la realidad pueden acabar muy mal.

Peor todavía si esa actividad implica un riesgo para ellos o para los demás.

Por otra parte, hay personas de tendencias psicopáticas y criminales que se tienen a sí
mismos en muy alta estima y se valoran muy alto a sí mismos.

Otra cuestión problemática es que muchas veces asocian tener alta autoestima con el
éxito en el desempeño de una actividad.

En realidad, los que tienen éxito en cualquier actividad lo que suelen tener es
una elevada tolerancia a la frustración.

Esto significa que saben encajar y manejar los contratiempos y fracasos que
inevitablemente ocurren cuando trabajas duro y durante mucho tiempo en una
actividad. Inevitablemente acaban siendo unos expertos.

La idea a transmitir aquí es que el concepto de autoestima no tiene utilidad. Lo ideal es


evitar valorarse a uno mismo. No somos ni nuestros éxitos ni nuestros fracasos.

Lo que único que debemos valorar son nuestras conductas, pero nunca valorar
globalmente nuestra persona.
Tu rendimiento puede ser bueno o malo en una actividad, pero eso no te hace bueno o
malo como persona.

Un ejemplo de una persona con un negocio que funciona mal puede servir de ejemplo.

A. Suceso:

Estoy perdiendo dinero en mi negocio.

B. Pensamiento:

Debo ganar mucho dinero en mi negocio y si no, soy un desastre.

C. Emoción: depresión.

D. Debate:

¿Por qué debo ganar mucho dinero? ¿Qué ley del universo dice que yo deba o no deba
ganar mucho dinero? ¿Qué conexión lógica hay entre ganar o no dinero y ser o no un
desastre como persona? ¿Cómo me siento pensando así? ¿Cómo me sentiría si no
pensara así?

E. Pensamiento racional:

La realidad es tal como es independientemente de lo que yo piense u opine. No existe


ninguna ley que diga que yo deba o no deba ganar mucho dinero. Mejor que acepte que
el mercado fluctúa y que yo soy imperfecto.

Deducir que soy un desastre porque no gano dinero es absurdo. No hay ninguna
conexión lógica. Es un significado que yo me invento.

El éxito o fracaso en mi negocio no me hacen sentir bien o mal, sino lo que pienso y
valoro acerca de ese éxito o fracaso.

El éxito o fracaso que experimente no tienen nada que ver con lo que soy yo como
persona.

F. Emociones: inquietud y voluntad de mejorar la situación.

En este caso, tienes un problema práctico que es la pérdida de dinero en tu negocio y


un problema emocional que es cómo te sientes acerca de esta pérdida de tu dinero.

Distinguimos uno de otro para abordar el problema emocional. Si mejoramos el


problema emocional, será mucho más fácil afrontar el problema práctico.
Como aumentar la motivación y evitar la procrastinación

Muchas veces nos sentimos desbordados porque tenemos muchas cosas que hacer y
nuestro tiempo es limitado.

El problema es cuando tenemos tiempo para dedicar a las tareas que se van
acumulando, ocurre que las dejamos de lado sin una razón aparente o nos inventamos
excusas.

Una de las excusas que nos decimos a nosotros mismos es que estamos exhaustos,
demasiado cansados o poco motivados para desarrollar nuestras tareas.

El problema de fondo tras estas excusas es de baja tolerancia a la frustración.

Tenemos la idea de que las tareas las tenemos que hacer cuando estemos plenamente
concentrados, alerta y perfectamente motivados.

Parece que necesitamos tener las condiciones perfectas y el estado de ánimo ideal
para hacer la tarea o eso nos decimos de forma consciente o inconsciente a nosotros
mismos.

Si analizamos esto con un poco de profundidad, nos daremos cuenta que lo que
esconde es un pensamiento rígido del tipo “debería dogmático”.

Por ejemplo, Supongamos que una persona tiene que hacer un presupuesto para
calcular los gastos de una reparación y no lo hace.

Aplicaremos el modelo ABCDEF de la TREC para abordarlo.

A. Circunstancias:

Estás solo en casa porque hay un momento de tranquilidad sin nada que hacer. Te
planteas que podrías empezar a hacer los cálculos pero te sientes cansado.

B. Pensamiento irracional:

Debería ser fácil calcular el presupuesto. Debería estar relajado, alerta y


perfectamente motivado para calcular los gastos.

C. Conducta: me pongo a ver vídeos de YouTube en mi móvil sentado en el sofá.

D. Debate:
¿Por qué debería ser fácil calcular los gastos?

¿Qué ley dice que para ponerme a calcular los gastos debo estar completamente
motivado o totalmente alerta?

E. Pensamiento racional:

No hay ninguna razón por la que debería ser fácil hacer el cálculo de los gastos ni
calcular el presupuesto. No hay ninguna ley que diga ninguna razón para que yo tenga
que estar en condiciones perfectas para hacer los cálculos de que los gastos.
Seguramente que sentiré mucho mejor si hago lo que tengo que hacer.

Puedo hacer cálculos incluso aunque esté cansada. Muchas veces solo hace falta
empezar para que vaya apareciendo la motivación y la satisfacción.

Haciendo algo que no me gusta o qué es incómodo durante un corto espacio de tiempo,
podré evitar muchos problemas después. E posible que después tenga que hacerlo
igualmente y , además, en un momento mucho más incómodo más para evitar las
malas consecuencias.

F. Nueva emoción: más motivación.

Cómo controlar la cólera y la ira con la TREC


El enfado, la ira y la hostilidad pueden ser problemas graves.

El enfado puede estar dirigido a uno mismo a los demás o al mundo, aunque
normalmente nos referimos al enfado o la hostilidad en dirigida o en relación a otras
personas.

En cuanto a pensamientos o creencias irracionales, lo que nos encontraremos


son deberías rígidos asociados pensamientos tremendistas.

Si estos pensamientos son lo suficientemente intensos, darán lugar emociones


coléricas e iracundas exageradas.

Cuando nos sentimos furiosos y nos contrariamos (C), las adversidades (A) han
contribuido a que experimentemos esa emoción (C), pero no la causan directamente.
Lo hacen a través de nuestras creencias irracionales (B).

En realidad, son nuestras creencias irracionales (B) sobre las adversidades (A) que
consideramos “injustas” las que suelen causar directamente las emociones de enfado,
cólera o furia que experimentamos.
En este caso, como siempre, aplicaremos el modelo ABCDEF.

Por ejemplo, supongamos una situación en la que alguien nos trata con desprecio y
que incluso nos insulta. Tenemos una reacción de cólera e ira intensa.

Si esto se da con cierta frecuencia, tendríamos que aprender a afrontar este tipo de
situaciones de una forma más tranquila y seguramente sería mucho más fácil manejar
la situación.

Partimos de la idea de que nadie puede encolerizarnos a no ser que le demos permiso.

A. Situación:

Un compañero hace con cierta frecuencia comentarios despreciativos e insultantes.

B. Pensamiento irracional:

Este compañero bajo ningún concepto tendría que tratarme mal. Nunca debería actuar
de esta manera conmigo nunca y, como lo hace, es una persona despreciable y debería
ser castigada sin piedad. Es terrible que me insulten, no puedo soportarlo, me enfada y
me angustia enormemente y no puede obtener felicidad de esta manera.

C. Emoción: cólera, ira, furia.

D. Debate:

¿Qué pruebas hay de no deben insultarme o tratarme forma despreciativa o injusta?


¿Porque no lo soporto?

¿Es cierto que no hay nada peor que es trato despreciativo o insulto? ¿Qué razón
empírica o lógica existe que diga que no tienen porqué haberme tratado así bajo
ningún concepto? ¿Dónde está escrito?

¿Qué conexión hay entre que me traten de esta forma y que sean canallas o malvados
en su totalidad?

E. Pensamiento racional:

Me molesta que me insulten y prefiero que dejen de hacerlo. No hay ninguna ley del
universo que diga que me tengan que tratar de forma respetuosa o justa, aunque
prefiero que lo hagan así. Las personas son imperfectas y tiene libertad para elegir
cómo tratar a los demás. Aunque me hayan tratado bastante mal, podría haber sido
mucho peor.
Si sigue así, evitaré a esa persona en lo posible. Esta situación es muy desagradable,
pero no es terrible. Aunque no me gusta que me traten mal o que me insulten, puedo
soportarlo. Si dejo de encolerizarme, podré seguir disfrutando de la vida aunque no
tanto como si me hubieras tratado bien.

F. Nueva emoción: Decepción.

Posible abordaje de la depresión desde la Terapia Racional Emotiva


Conductual

La depresión puede tener diferentes intensidades que van desde ligera a moderada o
severa.

La persona deprimida se siente desamparada sin ningún tipo de esperanza y como si


no valiera nada. En los casos más severos, pueden experimentar la vida diaria como si
fuera un infierno.

Cuando la depresión es muy intensa afectará mucho a su vida familiar, laboral y social
y cada vez le costará más disfrutar de la vida.

Las personas que tiene una depresión severa tienen que buscar ayuda
profesional para administrarles un tratamiento farmacológico. Cando están mejor, se
puede trabajar con la psicoterapia y sus pensamientos.

Muchas veces también se habla depresión cuando es un sentimiento de tristeza más o


menos intenso que puede impregnar toda la vida de la persona. Puede que sea
secundario a circunstancias adversas que se han ido acumulando.

La idea a recordar aquí es que las circunstancias en sí mismas no tienen el poder


deprimirnos por muy extremas o desafortunadas que sean.

El problema es la evaluación que nosotros hacemos de esas circunstancias.

No voy a entrar en poner ejemplos extremos, pero todos conocemos personas que en
circunstancias muy desafortunadas consiguen mantener bien su estado de ánimo y
eso les facilita buscar soluciones para seguir hacia delante.

Lo que quiero decir es que los pensamientos irracionales y distorsionados son en gran
parte el origen de estas emociones negativas. En estos casos puede ser muy útil el
aplicar el modelo ABCDEF de la TREC a este estilo de pensamiento para transformarlo
en un estilo más racional de pensamiento que haga que la persona se encuentre
mucho mejor anímicamente.
Como siempre, cuando analicemos las creencias que acechan, nos encontraremos
deberías y exigencias muy poco razonables sobre uno mismo que están en la raíz de
esa sintomatología depresiva.

Por ejemplo, nos podemos encontrar una persona es que tiene un importante estado
de tristeza porque ha tenido varias adversidades últimamente, sobre todo el último
día.

A. Circunstancias: ha perdido la cartera, lee han puesto una multa, ha llegado tarde al
trabajo y le han criticado.

B. Pensamiento irracional: La vida tendría que ser más tranquila y no ponerme tantos
problemas que me hacen sentir desesperado.

C. Emociones: depresión.

D. Debate: ¿Qué evidencia hay de que la vida no tenga que haberme causado de
problemas? ¿Qué pruebas hay de que eso me tenga que hacer sentir desesperado?
¿Qué ley dice que no tendría que tener adversidades cotidianas cómo le pasa al resto
de la gente?

E. Pensamiento racional: No hay ninguna evidencia ninguna prueba ninguna ley que
diga que yo no debo tener problemas en mi vida cotidiana. La vida consiste en tener
problemas. Eso puede ser una incomodidad y puede ser muy desafortunado, pero de
ninguna manera es algo catastrófico. El universo no me debe nada porque no soy
ningún ser especial respecto a las demás personas y no tiene porqué protegerme de
tener molestias y problemas. Soy un ser humano imperfecto y a veces perderé cosas,
seré poco eficiente o incluso seré yo mismo quien cause mis propios problemas. A
pesar de todo, puedo seguir disfrutando de la vida y rechazar estar todo el día
quejándome sobre esto.

F. Nuevas emociones: incomodidad.


TERAPIA COGNITIVA CONDUCTUAL
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CONDUCTUAL

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