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Análisis financiero

Que son los Indicadores financieros: como aplicarlos a través de la herramienta que
permite dar una medición en los estados financieros y poder tomar decisiones a la hora de
observar financieramente los estados financieros y los valores que se han llevado a cabo a
través de la contabilidad.

¿Qué son indicadores financieros?


Rta/= Son herramientas que permiten realizar análisis financieros de la situación de las
empresas, también son un método de gestión empresarial.
Los indicadores financieros permiten que inversionistas o accionistas formar una opinión
de cómo se encuentra la empresa o como va en el mercado.
¿En qué situaciones podemos utilizarlos?
El uso del análisis de los indicadores proporciona a la dirección de la empresa información
importante, la información facilita la selección de diversas opciones de actuación y crea un
punto de referencia para verificar la convergencia de los planes con el grado de
implementación. También permiten identificar las debilidades de la empresa para una
mejora inmediata.

¿Cómo analizar los indicadores financieros?


Para analizar los resultados de los indicadores financieros es necesario verificar si se ha definido el
valor óptimo para el indicador financiero utilizado. Es decir, hay que comparar el resultado
obtenido con el valor óptimo sugerido. Luego, se debe evaluar el resultado en función de la regla
asignada al indicador. Este tipo de información facilita la interpretación de los resultados. Además,
hay que recordar que diferentes autores definen los valores óptimos de manera diferente al igual que
los países y el tipo de industria.

5 INDICADORES FINANCIEROS FUNDAMENTALES PARA LA EMPRESA


1. INGRESOS
La mayoría de los empresarios piensan que los ingresos son el dinero que han recibido en su
cuenta bancaria o en la caja registradora durante un determinado periodo de tiempo, aunque en
realidad representan el resultado financiero de las obligaciones de la empresa con sus clientes. En
términos sencillos, las ventas o el volumen de negocio.
Por ejemplo, una empresa suministra productos alimenticios a los comercios con el siguiente
esquema:
Prepago: 60 %
Pago posterior en un plazo de dos semanas: 40 %
El comprador realiza el pedido y transfiere el anticipo. El proveedor entrega la mercancía y, si todo
está bien, recibe el importe total en un plazo de dos semanas. Pero esto es sólo un acuerdo sobre
un esquema de liquidación.
Los ingresos pueden contabilizarse cuando existen documentos que prueban que el derecho a los
bienes se ha transferido completamente al comprador. Por ejemplo, si el cliente tiene derecho a
devolver productos de calidad inadecuada en un plazo de dos semanas, el dinero de la entrega
puede contabilizarse una vez finalizado el periodo de garantía y no en el momento del pago.
La forma más fácil de entender el estado de la empresa es controlar las ventas regularmente. En el
negocio de la venta al por menor o la hostelería, es útil controlar este indicador cada hora para
comprobar la eficacia del trabajo del equipo.
Los ingresos deben ser controlados en todo momento. Para el análisis, el indicador puede
desglosarse en dos: el número de clientes y la factura media. Esto te ayudará a entender qué es lo
que influye en el crecimiento o la disminución de las ventas. Si los ingresos y la factura media
suben, significa que puedes vender productos más caros. Disminución de los ingresos y menos
clientes: es hora de empezar a anunciarse y atraer a un nuevo público.

2. BENEFICIOS

El beneficio no es el dinero de la cuenta, sino la diferencia entre los ingresos de la


empresa y sus gastos de explotación. Al fin y al cabo, el dinero de la cuenta tiene que
servir para pagar el alquiler, las deudas y comprar bienes. Algunos gastos, como los
salarios de los empleados, pueden haberse calculado ya pero no haberse pagado todavía:
el dinero permanece en la cuenta, pero ya no pertenece realmente a la empresa.

Es útil no sólo para calcular los beneficios, sino también para planificarlos, sobre todo si
aún no están disponibles. Cuando una empresa está empezando, sus gastos son siempre
significativamente mayores que sus ingresos. Esto se llama una pérdida planificada. Una
empresa no puede cubrir todos los costes de equipamiento, compras, promoción,
formación y contratación de personal en un solo día. Se necesitarán varios meses.

Para saber cuándo una empresa será rentable, es preciso construir un modelo financiero
para el desarrollo del negocio. Deberás indicar claramente hasta cuándo se espera una
pérdida, cuándo la empresa alcanza el punto de equilibrio y cuándo obtiene su primer
beneficio.

Es importante no sólo controlar constantemente la rentabilidad de la empresa, sino


también planificar los beneficios en función de los gastos futuros. Si los ingresos
aumentan, comprueba si tienes que gastar más para mantener la empresa en
funcionamiento y si tus beneficios disminuyen.

3. FLUJO DE CAJA NETO

El flujo de caja neto es la diferencia entre todas las entradas (flujo de caja positivo) y las
salidas (flujo de caja negativo) de fondos durante un periodo de tiempo determinado.
Muestra si una empresa está ganando o perdiendo dinero. El flujo de caja, o cash flow
(DCF), es más importante para los inversores que los beneficios porque muestra la salud
financiera real de la empresa.

Al mismo tiempo, un flujo de caja negativo no siempre indica una crisis. Por ejemplo,
puede ocurrir durante el periodo de reestructuración de una empresa, cuando se
necesitan más fondos que durante las operaciones normales.

Si no se controla el flujo de caja y no se planifica, se corre el riesgo de que se produzcan


desfases de tesorería, es decir, situaciones en las que no hay suficiente dinero para pagar
las obligaciones corrientes. Por ejemplo, el dinero de la mercancía llegará en una semana,
pero el alquiler hay que pagarlo hoy.

Una gestión adecuada de la tesorería le ayudará a saber cuánto dinero le queda para
cumplir con sus obligaciones con los clientes, cuánto le queda para el desarrollo de la
empresa y cuánto puede pagarse en forma de dividendos. Esto le da tiempo para
encontrar recursos o negociar con otras partes en caso de escasez de fondos: pedir a los
clientes que paguen sus facturas antes de lo previsto, obtener un aplazamiento de los
proveedores o solicitar un préstamo.

4. PUNTO DE EQUILIBRIO

El punto de equilibrio (TBU) es la cantidad de producción e ingresos en la que éstos


compensan todos los costes de la empresa. Cada centavo siguiente después del punto de
equilibrio es un beneficio del negocio. Para calcular el punto de equilibrio, es necesario
conocer tres cosas: los ingresos, los costes variables y los costes fijos.

Los costes fijos son costes cuyo nivel no depende del volumen de productos vendidos.
Incluyen el alquiler de locales, los salarios del personal, etc. Los costes variables están
directamente relacionados con el volumen de producción. Se trata de los costes de las
materias primas, el transporte y los servicios públicos, que varían en función de la escala
de producción, etc.

La fórmula para calcular el TBU

Punto de equilibrio Ingresos = Costes fijos / Margen (%)

Margen (%) = (Ingresos / (Ingresos - costes variables)) × 100

Es un gran error calcular el TBU sólo al inicio de la actividad y confiar en esta cifra para los
próximos años: los ingresos de cualquier empresa fluctúan constantemente y dependen
de varios factores, por ejemplo, la estacionalidad, y el TBU también variará.

Esta cifra, al igual que los ingresos, debe ser controlada regularmente, por ejemplo,
mensualmente. Si tienes más de un negocio, puedes calcular el punto de equilibrio de
cada uno para saber en qué momento empieza la rentabilidad.

5. CAPITAL DE TRABAJO
El capital circulante es la base de activos de una empresa que financia su ciclo de
producción.

Capital de trabajo = Caja + Inventario + Cuentas por cobrar - Cuentas por pagar

Una ratio de capital circulante positivo indica que la empresa se financia con fondos
propios y que apenas hay deuda en circulación. También indica que la mayoría de los
fondos propios de la empresa están congelados en las existencias y las cuentas por cobrar.
Esta es exactamente la situación en la que los beneficios están disponibles, pero la
empresa no tiene realmente dinero, por lo que la tasa de crecimiento es baja.

El capital circulante negativo significa que la empresa se financia con cuentas por pagar y
que se le debe algo constantemente. En este caso se reduce la sostenibilidad financiera de
la empresa. Si el acreedor exige el pago mañana, la empresa puede tener que vender sus
activos o pedir un nuevo préstamo que la acerque a la quiebra.

El capital circulante negativo permite un crecimiento más rápido, pero también aumenta


los riesgos. A largo plazo, el empresario debe aspirar a tener un capital circulante positivo,
de modo que la suma de los activos supere a la de los pasivos y la empresa pueda
arreglárselas por sí misma sin necesidad de pedir préstamos. El capital circulante debe
controlarse cada mes.

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