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La presente pauta busca identificar metodologías aplicadas para el manejo de las conductas disruptivas
al interior del aula.
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Recursos utilizados:
Panel/Láminas
Video
Habladas
Ejemplos
No Identifica
DURANTE
6. Identificación de conductas disruptivas:
Lúdica
Reflexiva
Refuerzo Social (Elogios logros pequeños)
Refuerzo Visual
Otras: _______________________
No realiza acción
Generar un plan preventivo frente a las eventualidades y/o riesgos que puedan darse dentro de la sala de
clases.
Apoyar a cada alumno de acuerdo a sus necesidades específicas de aprendizaje, conducta, afectos e
interacción con su entorno)
Respecto a lo mismo, la ubicación estratégica, el apoyo con asistente y el monitoreo constante son algunas de
las estrategias que permitirán evitar al docente caer en prácticas como “alzar la voz” o “evitar peleas entre dos
alumnos disruptivos”, entre otras acciones.
Estricto con Autoridad: El docente lograr establecer claramente las reglas dentro de la sala. Los alumnos visualizan
la importancia de las reglas y su cumplimiento, existiendo una autoridad que genera que las conductas e
interacción se den de buena manera en el aula.
Inseguro-Tolerante: Los alumnos tienden a transgredir las normas, principalmente porque el docente no visualiza
claramente los problemas al interior del aula. A su vez, la inseguridad, facilita y mantiene las faltas de respeto entre
los integrantes del curso.
Inseguro-Agresivo: Existe un ambiente de desorden agresivo. Docente y alumno se perciben como oponentes y
continuamente se escalan los conflictos. Alumnos aprovechan cualquier oportunidad para actuar indebidamente.
Docente pasa casi todo el tiempo intentando controlar la clase.
Aguantador: Lo relevante es el constante esfuerzo del docente por mantener el orden en la clase, el cual logra a
costa de mucha energía personal. Se sitúa entre el docente inseguro tolerante y el inseguro agresivo.
Represivo: Este docente es la cúspide de la rigidez. Sus clases están estructuradas, pero no bien organizadas, no
fomentándose las preguntas ni muchas aclaraciones. El ambiente describe alumnos temerosos que les impide la
iniciativa al interior del aula.
Estrategias Lúdicas:
“Tarjeta verde y roja”: Utilizar una tarjeta verde y una roja (30 cms. de alto y 17 de ancho), donde si la mayor parte
del tiempo trascurrido de la clase está presente la tarjeta verde significa que van ganando, por el contrario, si la
mayor parte del tiempo se encuentra presente la tarjeta roja, significa que los estudiantes se están comportando
de manera inadecuada en el aula de clase. Se les explica a los estudiantes la dinámica respecto a las conductas
esperadas para que la tarjeta verde esté presente y ante qué conductas disruptivas o comportamientos del grupo
inadecuados se retirará la tarjeta verde y será reemplazada por la roja, el docente debe ser riguroso con la toma del
tiempo en el caso de ambas tarjetas, para lograr esto se recomienda al docente que en el tablero escriba cada 5 o
10 minutos cual tarjeta ha estado presente.
“El Semáforo”: Se deben tener 3 tarjetas, (verde, amarilla y roja), siendo utilizadas de la misma manera que lo hace
el semáforo, donde cada color indica que conductas deben emitir los estudiantes y en qué momentos y tiempos lo
deben hacer. El color verde puede utilizarse para indicar que los estudiantes pueden levantarse a ir al baño o a
botar basura que se haya generado de sus actividades escolares, hablar con los compañeros, pedir algún útil escolar
a un compañero o al docente. El amarillo puede usarse para indicar que deben estar alerta dado que se dará una
instrucción para realizar otra actividad o un anuncio importante. Finalmente el color rojo se podría utilizar para
indicar que los estudiantes del aula deben guardar silencio y concentrarse en realizar las actividades asignadas.
“Señales de alerta”: Esta estrategia pretende advertir al alumno de la aparición de una conducta disruptiva. Se les
explicará que se dará un sonido como señal de advertencia cuando se den conductas disruptivas en el aula.
Mediante, un aplauso o un instrumento musical como un triángulo u objetos similares, el sonido debe ser audible
de modo que capte la atención de los estudiantes. Se debe aplicar haciendo el llamado de atención mediante el
sonido y explicar enseguida, el motivo por el cual se le llamó la atención, pidiéndole que realicen la conducta
esperada.
“Llamando la Atención”: Las presentes estrategias, se enfocan en lograr de manera lúdica que el alumno pueda
mantener silencio escuchando lo que pueda decir el docente. Respecto a las estrategias, las instrucciones se
entregan una única vez al alumno. Posteriormente la acción comienza sin dar explicaciones nuevamente.
1. Manos arri…: El profesor explica que dará una frase que ellos deberán completar (con sus manos y
cuerpo). La frase es “Manos arri” ... (Los alumno responde “BA” y levantan las manos), Manos aba”... (Los
alumnos responden “JO” y bajan las manos), “Manos al la”… (Los alumnos responden “DO” y ponen las
manos al costado. Finalmente el docente dice “Silen”… (Los alumnos responden “CIO” y guardan silencio).
2. Siguiendo las manos: El docente levanta las manos con los puños cerrados, esperando que los alumnos
repitan lo mismo, luego con las manos arriba abre los puños, con la intencionalidad que los alumnos
también repitan ello. El objetivo es que el docente de una serie de movimientos con las manos y brazos
para que el alumno esté atento a las instrucciones, abriendo una mano, luego la otra, unos dedos luego
otros hasta que finalmente se abre la mano derecha tapando la boca para que no hable más.
3. Señor Silencio: La presente actividad busca que los alumnos aprendan y practiquen
(regularmente) una canción que los lleva a mantener el silencio inicial o durante el
transcurso de la clase. La canción dice: “Señor Silencio, ¡Ven para acá!, Chh Chh. (Se repite 3
veces), porque los niños, porque los niños hablando están Chh Chh”. En esta actividad se
puede incorporar el elemento visual del Seño silencio.
4. La lechuza hace Chh: La presente canción así como la anterior, guía a que los alumnos
aprender una canción que les capte de manera lúdica la atención y motivación inicial. La
canción comienza con: “La lechuza, la lechuza hace chh, hace chh. Todos calladitos, como la
lechuza, hace chh, hace chh” (Se repite 2 a 3 veces, dependiente de cada curso). Se puede
incorporar la imagen de una Lechuza. (En el caso de que no la conozcan).
Estrategia Reflexiva:
“Expectativas de conducta y compromiso”: Esta estrategia se puede realizar cada 3 meses, tanto para la
elaboración de conductas esperadas como la evaluación de éstas. La actividad consiste en la construcción conjunta
entre los estudiantes y el profesor, de los compromisos conductuales a cumplir. Los compromisos, podrán quedar
enmarcados en un panel el cual podría incorporar diferentes elementos visuales. Finalmente se entrega la lista de
compromisos a los estudiantes en una hoja tipo contrato, la cual llenarán con sus datos personales y/o la firma.
Esto último, con el fin de establecer un acuerdo concreto y real entre el alumno y el docente; de lo mismo los
estudiantes devolverán al docente los compromisos, siendo enseñados a los estudiantes cuando se evidencien
faltas en el cumplimiento de dicho contrato.
Refuerzos:
“Juego del buen comportamiento para el trabajo en equipo”: La estrategia se fundamenta en la entrega de
refuerzos positivos ante la emisión de conductas deseables por parte de los estudiantes. Estas conductas esperadas
son fijadas con anterioridad como ya se mencionado. Con esta estrategia se busca el trabajo en equipo, el espíritu
de unión y cooperación además de la participación de todos de manera ordenada. Se sugiere que el curso sea
dividido en grupos a los cuales se les asigna un color, por ejemplo; un equipo amarillo, otro azul y otro el color rojo.
Los grupos deben ser estipulados y conformados por los criterios del docente (Con distintas características). Luego
se crea una tabla de registro donde se marcarán las conductas deseables y disruptivas, enseñándoles de manera
positiva el comportamiento esperado de ellos. Se refuerza y premia al finalizar la jornada al alumno y al grupo, que
presentaron el mejor registro de conductas esperadas, mediante “caritas felices” o algún timbre” o dibujo. Para
sesiones posteriores se pueden mezclar estudiantes en distintos grupos en aras de que no solo un grupo sea quien
gane siempre o en la mayoría de las clases, esta estrategia también le permite al docente observar potencialidades
y falencias de cada estudiante.
“Yo me comporto bien”: En esta estrategia se elabora una hoja para cada estudiante, premiando y reforzando las
conductas esperadas de ellos. Se les dará la instrucción que llenen sus datos personales, reiterando las conductas
esperadas en el aula y la importancia de cumplirlas. Con la emisión de éstas se otorgará el refuerzo que puede ser
una “carita” feliz que ira pegada en la hoja. A la 5ta “carita” feliz se transformará en una estrella, la cual significa
que ganó un premio. Los refuerzos deben ir cambiando, al principio tangibles y a medida que se incrementen las
conductas deseadas serán intangibles. Además, aquellos alumnos que más estrellas ganan, se debe ser más
exigentes en las conductas que se esperan de ellos.
El que un alumno pueda mostrar avances en cualquier área de su vida es importante, no solamente porque hay
un indicador que muestra al adulto que el alumno está mejorando, sino además porque le demuestra al propio
estudiante de que él es el protagonista de capaz de lograr estos cambios. Sin embargo, en una sociedad donde se
“castiga lo malo y se ignora lo bueno” se hace necesario prestar atención no solamente a las conductas negativas
del alumno sino también a los logros y aspectos positivos que puedan darse en el o los alumnos con problemas
conductuales.
De ello, existe una serie de estrategias como por ejemplo elogiar los avances y/o aptitudes que pueda
presentar en el proceso de la clase, la semana, el mes y el semestre.
Otro aspecto que permite al alumno mantener su motivación así como interés por sus logros es sobre todo en
cursos más grandes, “otorgar décimas o puntos para evaluación”.
Finalmente y en base de los refuerzos, es importante la actitud de interés del docente, la cual puede ser
percibida por los seres humanos a temprana edad. Entiéndase que los niños ya desde los 2 años reconocen
emociones, por lo que una actitud de indiferencia o desinterés podría ser interpretada por el alumno como una
rivalidad o enemistad del docente hacia el alumno. Por el contrario, una actitud de interés podría tener una lectura
de alianza o alguien que cree en él.