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Humanizar la empresa.

Hacia una nueva formación empresarial ética

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Humanizar la empresa.
Hacia una formación empresarial ética

Federico Buyolo García

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Bubok Publishing S.L., 2015


1ª edición
ISBN-13: 978-84-606-7616-4
Edición digital
Editado por Bubok

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

“La ética empresarial no es una parte de la responsabilidad


social, sino justo al revés, la responsabilidad social es una
dimension de la ética”
Adela Cortina

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Índice

Introducción
La economía como instrumento y no como fin 9
Capítulo uno
Humanizar la economía y la empresa: Un nuevo
paradigna de la gestión empresarial 14
Capítulo dos
La ética en el frontispicio de la acción empresarial 30
Capítulo tres
Responsabilidad social de las empresas: Un
instrumento para una economía humanizadora 63
Capítulo cuatro
La formación de líderes éticos como elemento
fundamental del cambio 119
Capítulo cinco
La formación ética en el grado de ADE: Lejos de un
buen modelo de formación empresarial ética 140
Epílogo
Sin personas éticas no habrá empresas éticas 158
Bibliografía y otras fuestes 167

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Introducción
La economía como instrumento y no como fin

Estimado lector, el libro que comienza a leer ahora pretende


poner de relieve la necesidad del cambio de paradigma en la
formación de los futuros empresarios, un cambio que ha de ir
innegociablemente dirigido a la formación ética como elemento
fundamental de una economía humanizada y humanizadora.

No podemos seguir asistiendo al desarrollo de una economía


que fundamenta todo su ser en la acumulación de bienes y
capitales sin tener en cuenta la responsabilidad que tiene con la
sociedad. Las actuaciones empresariales no pueden estar
desligadas de una actuación ética, por eso necesitamos una
formación que vaya dirigida a la formación de líderes

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

empresariales que actúen en base a planteamientos éticos


fundamentales.

El capital no puede convertirse en el fundamento de la


economía, sino que ha de servir al bien común. Esta deriva no
corresponde a la visión original que se tenía de la economía,
sirva como ejemplo la Constitución Italiana que en su artículo
41 determina que: “la iniciativa privada es libre… sin embargo
no se puede desenvolver en contra del beneficio de la
comunidad”.

Pero este planteamiento no es novedoso, ya Aristóteles


diferenciaba muy claramente la economía como un instrumento
para la obtención del bien común “oikonomia”, frente a la
economía como un fin en sí mimo “chematiske”, a la que
llegaba a considerar como algo antinatural. Por desgracia
hemos vivido una deshumanización de la economía, y ahora
más que nunca se hace necesario que la ética se convierta en
el elemento fundamental de la acción empresarial redirigiendo
la economía a su valor inicial como un instrumento y no como
un fin en sí misma.

La ética no puede ser algo ajeno a la actividad empresarial. Al


igual que en la economía no podemos confundir los

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

instrumentos con los fines, no podemos caer en el mismo error


cuando hablemos de ética: la RSE, códigos éticos, rendición de
cuentas y otros elementos similares son sólo instrumentos que
disponen la empresa para ejercer una actuación ética, pero no
es la base de su actuación. La ética debe ser la base de toda
acción empresarial, una ética fundamentada en valores que
actúe para favorecer el bien común.

Esta actuación ética puede ser aprendida y ha de ser


aprendida. Un aprendizaje ético que lleve a la toma de
decisiones y actuaciones justas y racionales. Una actuación
personal encaminada a la construcción del bien común desde
mi libertad para elegir mi comportamiento y actuación, que
permita solucionar mis necesidades y la del otro con el que
interactúo.

Las decisiones empresariales han de sustentarse por una ética


personal, las empresas sólo podrán ser éticas si las personas
que trabajan en ella son éticas.

En la primera parte de este libro se hace un análisis de la


realidad social y empresarial donde se pone de relieve la
necesidad de un nuevo paradigma económico. La economía no
pude basarse en un juego de “teneres” (tener y estar) por

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

encima de los “haceres” (hacer y ser), la sociedad demanda


una economía más centrada en el planteamiento aristotélico,
ser un instrumento para la obtención del bien común.

En la segunda parte establecemos la necesidad de desligar los


principios de los instrumentos. Se ha hablado mucho de la
Responsabilidad Social de las Empresas como elemento de
mejora de la gestión empresarial, sin embargo desde nuestro
punto de vista la RSE es sólo un instrumento en manos de las
empresas que no puede convertirse en la base de la acción
responsable de la empresa. La ética es y debe ser la base de
toda acción empresarial, las empresas no pueden ser ajenas a
comportamientos éticos. Pero para la implantación de un nuevo
modelo ético de gestión empresarial es necesario repensar el
papel de los empresarios. En este sentido, dos cuestiones son
indispensables: impulsar un liderazgo ético empresarial como
facilitador del cambio y además introducir la ética en la
formación inicial de los estudiantes universitarios.

Sólo cuando consigamos empresas éticas con líderes


empresariales éticos podremos entender que la RSE, los
códigos éticos y demás instrumentos de gestión socialmente
responsable de la empresa pueden ser efectivos.

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

La tercera y última parte del documento lo configura la


investigación realizada sobre los planes de estudio del Grado de
Administración y Dirección de Empresas para el curso
2014-2015 que se imparten en las universidades españolas.
Con este estudio hemos querido demostrar que las
universidades no facilitan una formación adecuada, ni desde el
punto de vista cuantitativo ni cualitativo, para una actuación
ética tanto personal como empresarial. Es imprescindible que la
formación universitaria de los futuros líderes empresariales
tenga como principal objetivo el aprendizaje e interiorización de
conductas éticas.

Tomando este paradigma de la economía como instrumento


para la obtención del bien común y la ética como elemento
nuclear de la acción personal irrenunciable en la práctica
empresarial, este estudio quiere demostrar que las
universidades, no están dando una formación adecuada para
que se cumplan estas dos condiciones y donde además, el
aprendizaje, cuando este ocurre, está encaminado más a una
formación instrumental que a una formación del
comportamiento humano para una ética personal y empresarial.

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Capítulo uno:

Humanizar la economía y la empresa: Un nuevo paradigma de


gestión empresarial

Cuando en 2008 leíamos en los diarios la caída de los grandes


gigantes económicos de EEUU, ya empezábamos a intuir que la
economía tal como la conocíamos se había acabado. La caída
de Lehman Brothers abrió, según todos los analistas
financieros, el inicio de lo que iba a suponer una crisis mundial
que marcaría el fin de una era: el fin del capitalismo financiero
especulativo.

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

El modelo económico que imperaba en los años anteriores a la


crisis se ha demostrado erróneo. La crisis financiera de EEUU,
que arrastró a todas las economías del mundo convirtiéndola
en una crisis mundial, vino a demostrar que la visión del todo
es válido por el beneficio a corto plazo no era un buen modelo
para la economía mundial. La economía se había convertido,
como bien explica el expresidente Felipe González, en un casino
desregularizado y sin límites a la especulación, donde sólo
existía un solo principio: maximizar los beneficios a cualquier
precio.

Bajo el paraguas de una economía mundial que se centraba


única y exclusivamente en el crecimiento económico y donde el
desarrollo se media con el aumento del Producto Interior Bruto
de cada país, sólo existía una estrategia: la acumulación de
bienes y capitales. Un modelo que determinaba que la mejora
del bienestar social de las personas estaba ligada al mantra de
cuánto más tienes, más vales. El consumo era la piedra angular
del sistema, era necesario que familias dispusieran de poder de
compra aunque eso supusiera su endeudamiento, el sistema no
podía parar. Las entidades financieras diseñaban instrumentos
y productos que facilitaran que las familias pudieran acceder a

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

financiación en unas condiciones muy ventajosas, el objetivo


era sólo uno: facilitar el consumo. Pero esto llevó, como no
podía ser de otra manera, a que las familias se endeudaran,
una trampa que lejos de mejorar la economía de las familias y
facilitar su enriquecimiento económico-cultural, produjo un
endeudamiento insoportable para las familias, y
consecuentemente el ensanchamiento de los desequilibrios
sociales.

Como bien dice el Profesor Aguilera Klink vivíamos en “la


consolidación de esa economía basada en la injusticia,
deshumanizada y deshumanizadora”1 que potenciaba y
facilitaba la acumulación de bienes como modelo de
crecimiento y símbolo de progreso social. La crisis económica y
financiera de 2008 puso de relieve además, una crisis de
valores que alentaba la deshumanización de la sociedad,
donde se premiaban los “teneres” (tener y estar) por encima

1
AGUILERA KLINK, F. (2013): “Sobre la deshumanización de la economía y de los
economistas”. Mediterráneo Económico, 23. Almería, 15-28

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

de los “haceres” (hacer y ser)2. Una economía donde


nuevamente la mano invisible del mercado trabajaba en una
doble dirección: la desregularización del sistema, y la
eliminación de la transparencia y la rendición de cuentas de las
grandes corporaciones financieras y económicas. Estas
actuaciones repercutieron inexorablemente en la ruptura de la
imprescindible confianza de los consumidores en el sistema
económico.

El sistema de capitalismo desacerbado imperante entre el final


del siglo XX y comienzos del siglo XXI, dio prioridad al capital
por encima de cualquiera de otras cuestiones. Los principios del
libre mercado de Adam Smith y Milton Friedman fueron llevados
a su máximo exponente derivando en la desregulación del
sistema financiero internacional y la desmoralización de la
actividad económica y empresarial: “el dogma de la economía

2
CASTAÑO GÓMEZ DEL VALLE, C (2003): “Nueva visión de la ética empresarial.
Informes y códigos éticos”. Anales de mecánica y electricidad, Enero-Febrero.
Madrid, 6-10

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

es una cosa separada de la vida humana, y obedece a leyes


propias” 3

Un sistema económico que actuaba con una motivación


dominante y donde los intereses de los mercados estaban por
encima de los intereses de las personas. Lo que importaba eran
los índices macro-económicos por encima de la micro-
economía, es decir, la economía real de las personas y de las
familias. Con este modelo económico lo que se pretendía, como
ya hemos dicho, es ligar crecimiento a crecimiento económico
y donde lo más importante es el capital.

Este paradigma económico aun dominante hoy en día, potencia


un modelo de empresa ligada al desarrollo de modelos de
rendimiento económico cortoplacista. Un modelo ya caduco
que llevó al descrédito de las empresas que no tienen en
consideración ningún otro aspecto, ni social ni cultural, ni tan
siquiera medioambiental “la causa de la degradación de
nuestras instituciones, desde la familia a las empresas

3
AGUILERA KLINK, F. (2013): “Sobre la deshumanización de la economía y de los
economistas”. Mediterráneo Económico, 23. Almería, 15-28

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

comerciales, ha estado principalmente en la economía”4 Un


modelo empresarial que se centra en la creación de valor para
los accionistas mediante la maximización de los beneficios
empresariales, un modelo de shareholder.

En este enfoque neoclásico del modelo capitalista empresarial,


la producción y comercialización de bienes es la función
primordial de la empresa, por ello, las empresas entienden que
no pueden desviar ni su visión, ni su misión, de aquello que no
suponga un rendimiento económico a corto plazo. Tal como
afirmaba las teorías de Friedman, la responsabilidad de las
empresas con la sociedad son los impuestos, que además eran
considerados por el propio Friedman como una limitación a la
capacidad para invertir y desarrollarse de las empresas. Este
enfoque capitalista exacerbado no reconoce un contrato social
más allá de las obligaciones legales.

Bajo este paradigma económico, la única tarea encomendada a


las empresas es la de producir y vender. Las empresas

4
NARANJO, C. (2013): “Por una economía humanista”. Mediterráneo, 23. Pag 26.
Almeria, 93-122

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

satisfacen las necesidades del mercado obteniendo la máxima


rentabilidad económica posible fruto de sus acciones
comerciales bajo un principio de eficiencia. El valor de la
empresa es el valor de sus activos económicos y financieros. El
negocio del negocio es el negocio.

Estos principios sustentados en el libre mercado y la negación


de responsabilidad social de las empresas nos llevan a varias
reflexiones que pueden entran en colisión con la visión de la
empresa socialmente responsable: ¿se pueden producir sin
tener en cuenta los costes sociales, culturales o
medioambientales? ¿Es ético vender armas a países en
conflicto?, ¿Es ético financiar la venta de armamento a países
de Oriente Medio inmersos en conflictos armados donde
mueren miles de civiles? ¿Quién establece las necesidades a
satisfacer, la oferta o la demanda? ¿Es ético obtener un
beneficio desmedido en los productos de primera necesidad en
momentos de crisis?

No ponemos en duda cual es el objetivo primordial de las


empresas: obtener beneficios. Es necesario entender que la
empresa como organización social, no puede colisionar con los

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

objetivos comunes de la sociedad en la que está inserta. Las


empresas son parte fundamental del entramado económico y
social, por ello, además de cumplir con las obligaciones legales
que regulan su actividad, debe actuar conforme a los principios
éticos de respeto del bien común contribuyendo con su acción
a la mejora y la transformación de la sociedad.

Las empresas socialmente responsables han de constituir la


base de una ciudadanía corporativa, es decir, las empresas
como los ciudadanos, han de favorecer el mantenimiento y
mejora del bien común, sólo de esta manera estas se
convierten en parte activa de la sociedad.

Ciertamente las empresas son claves en el desarrollo de las


sociedades, pero no puede limitar su acción a la creación de
riqueza y empleo como únicos valores de su existencia. “Las
empresas son pilares claves de una sociedad dinámica. Crean
empleos, invierten, innovan, desarrollan a las personas, ayudan
a usar los recursos escasos de un modo eficiente y, desde
muchas perspectivas, tiene un papel importante en la sociedad

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

moderna”5. Todos podríamos dar por válida esta definición de


Canals, pero no podemos olvidar que las empresas se
encuentran en un territorio, bajo un paradigma económico
especulativo y en una sociedad en permanente cambio.

Las empresas nacen para perpetuarse y han de adaptarse a los


cambios sociales y económicos que se producen a lo largo de
su vida útil. Las sociedades exigen cada día más. “El proceso de
globalización ha transformado el papel social de la empresa
aumentado su poder y por lo tanto su responsabilidad”6, tal es
así que hoy se exige a las empresas no sólo el cumplimiento de
sus obligaciones legales en los países donde operan, sino en
aquellos donde tiene ubicadas sus sedes o plantas de
producción. La globalización no puede suponer una puerta
abierta al incumplimiento de los derechos humanos, ni tan
siquiera la excusa para una nueva colonización de los países en
vías de desarrollo.

5
CANALS, J. (2010): “Rethinking the firm’s mission and purpose”. European
Management Review, 7. London

6
GARCÍA-MARZÁ, D. (2007): “Responsabilidad social de la empresa: una
aproximación desde la ética empresarial”. VERITAS, Vol II nº 17. Pag, 185.San Rafael
de Valparaiso (Chile) 183-204

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Pero no sólo la crisis económica y la globalización han sido los


factores claves para el cambio de paradigma económico y la
instauración de una nueva era financiera mundial. Los
escándalos económicos, financieros y medioambientales han
ayudado a deslegitimar la mala praxis de algunas empresas y
corporaciones.

Crisis económica, globalización, escándalos financieros,


desastres medioambientales, falta de transparencia… entre
otros temas, han llevado a replantearnos si las empresas deben
de evolucionar a modelos de empresas socialmente
responsables o por el contrario, pueden seguir dando la espalda
a las reivindicaciones de la sociedad.

Este nuevo paradigma obliga además a repensar la formación


de los directivos de las empresas. La formación inicial de los
empresarios y emprendedores es fundamental para la
consolidación de modelos empresariales más justos y
sostenibles tanto social, como económicamente. La economía
del siglo XXI necesita una humanización de la empresa como
base del cambio socioeconómico que demanda la sociedad y
esta debe de venir de la mano de la educación.

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

“El objetivo fundamental del momento presente es la salida de


la crisis, poniendo las bases para evitar caer en la siguiente”7 lo
que nos lleva a que las empresas han de constituirse como el
elemento esencial para la moralización de la economía y la
actuación empresaria socialmente responsable. Por ello, es
necesario identificar claramente cuál es el sentido de la
actividad empresarial en la sociedad actual, su misión y su
visión.

A los planteamientos que se le pedía a la empresa tradicional


de finales del siglo XX, hoy la sociedad les exige además que
contribuyan al empoderamiento de los trabajadores y
trabajadoras, que su actuación respete el medioambiente, y
además de que respete y fortalezca los derechos humanos.

Las empresas están insertas en la sociedad y como


instrumentos sociales que son, deben de contribuir a la mejora
y la transformación de la misma. “El fin de la empresa,…, puede
ayudarnos a entender en que consiste esa fuerza

7
MELLE HERNÁNDEZ, M. (2012) “Por un gobierno corporativo socialmente
responsable”, en No es Economía, es ideología. EDICIONES DEUSTO. Pag, 99
Barcelona. 89-100

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

transformadora en las tres dimensiones… económica, social y


moral”8. Por lo tanto, las empresas no pueden ser inmunes a
esta realidad, son parte de la sociedad y a su vez,
corresponsables del avance o deterioro de la misma. Las
empresas no pueden mirar hacia otro lado ante una nueva
realidad social más exigente, por ello deben afrontar los nuevos
problemas que afectan no sólo a la economía, sino a la
sociedad con una visión integral.

El bien común no puede estar solamente gestionado y


defendido por las entidades públicas. Las empresas como
instituciones sociales constituidas en ciudadanía corporativa,
configuran un instrumento de primer orden para el
establecimiento de las condiciones necesarias que permitan la
defensa y el enriquecimiento del bien común.

La vieja industria de los años 60 de Inglaterra hoy no tendría


valor ni tan siquiera económico. No se puede entender hoy en
día una empresa que no esté imbricada en la realidad del

8
ARGANDOÑA, A. (2013): “Las empresas como transformadoras de la sociedad”.
Working Paper WP-1072, Julio 2013. Pág, 7. Barcelona

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

entorno que le rodea, ha de hacerse eco de la cultura


predominante de la época.

Se inician nuevos tiempos con nuevos retos. Es necesario


repensar los viejos esquemas mercantilistas y cortoplacistas de
los modelos clásicos de las empresas del siglo pasado. Los
objetivos y actuaciones de la empresa no pueden limitarse al
beneficio a corto plazo, hay que abrir nuevos paradigmas que
nos lleven a una empresa socialmente responsable y
comprometida con el tiempo y el lugar que le ha tocado vivir.

Tal como define la Real Academia de Ciencias Económicas y


Financieras, “el nuevo paradigma de la empresa responsable y
sostenible es la apertura y sensibilidad hacia el entorno, el
sentido de comunidad, la capacidad innovadora, la
consideración del lago plazo y la creación de valor”9 en
definitiva, empresas comprometidas con su objetivo interno de
crear valor para sus accionistas, pero sin desoír y desatender la
responsabilidad que tienen con la sociedad. Las empresas son

9
VVAA (2007): La responsabilidad social de la empresa (RSE) Propuesta para una
nueva economía de la empresa responsable y sostenible. RACEF. Madrid

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

instituciones sociales y no pueden renunciar a su


responsabilidad.

Por ello, las empresas deben atender a su triple dimensión,


económica, social y medioambiental. Ya no vale tener
únicamente como misión la obtención de beneficios por la
satisfacción de las necesidades del mercado, sino que ha de
tener en cuenta el bienestar, el desarrollo y el empoderamiento
de sus trabajadores. La empresa no ha de perder su dimensión
económica, sino que debe acrecentar su corpus empresarial y
social

Las empresas nacen para perdurar en el tiempo y por ello,


deben compartir los valores y aspiraciones de la sociedad en la
que están insertas. Los cambios económicos, sociales y
culturales acontecidos en el inicio del siglo XXI no pueden ser
ajenos a la misión y la visión de las empresas contemporáneas.
Se plantean nuevos retos que hacen necesarios cambios. Las
empresas deben asumir estos retos y superar los viejos
modelos de los siglos XIX y XX en la gestión empresarial. Las
empresas del siglo XXI han de estar fundamentadas en los
valores éticos y sociales.

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Las nuevas empresas han de colocar la ética en el frontispicio


de su acción. La ética ha de ser la guía que les lleve a
configurar sus modelos de negocios fundamentados en una
responsabilidad proactiva y socialmente responsable.

La actuación ética y socialmente responsable que han de


desarrollar las empresas ha de configurarse como el “corpus
ideológico” de su modelo de negocio, no es sólo una estrategia
económicamente rentable, es y debe ser además, el ADN de la
propia actuación de todos aquellos y aquellas que forman parte
del conglomerado de trabajadores, beneficiarios y afectados de
la empresa.

La empresa del siglo XXI ha de nacer desde la ética, la


participación, la transparencia y la responsabilidad en defensa
del bien común. Una sociedad equilibrada y sostenible requiere
que todas sus instituciones trabajen conjuntamente para
defender y acrecentar el bien común.

Este modelo de empresa socialmente responsable no está


reñido con el lícito beneficio económico de las empresas. Lo
que sí deja claro, es que el crecimiento de la empresa y del
beneficio de sus accionistas pueda hacerse a costa del bien

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

común de todos y todas. No podemos sostener como sociedad


un modelo económico y empresarial que siga generando
situaciones de desequilibrio social y económico, donde el
beneficio de unos pocos sea la perdida de la mayoría. Es
imprescindible desarrollar un nuevo paradigma de modelo
gestión empresarial para una economía humanizadora y
humanizada donde el bien común sea el objetivo máximo.

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Capítulo dos:

La ética en el frontispicio de la acción empresarial

¿Qué es la ética?

Si realizamos una definición etimológica de la palabra ética,


vemos que viene del griego “êthos” que significa “carácter o
modo de ser”. Pero ampliemos este término griego con la
definición que aparece en el Diccionario de la Real Academia de
la Lengua Española:

1. Perteneciente a lo relativo a la ética

2. Recto, conforme a la moral

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

3. Persona que estudia o enseña moral

4. Parte de la filosofía que trata de la moral y de las


obligaciones del hombre

5. Conjunto de normas morales que rigen la conducta


humana

Si exploramos la literatura filosófica, podemos encontrar otras


definiciones como la que realiza Pedro Francés que establece la
ética “como un conjunto de normas y actitudes individuales que
han permitido y permiten a la humanidad alcanzar y mantener
el progreso material, social e ideológicos”10. Otra definición que
nos parece importante resaltar es la que realizó Etkien: “la ética
es el fundamento cuyos valores esenciales deben organizar la
vida social, y son tales como la libertad y la dignidad humana,
así como también se basan en conceptos morales como el bien
común, lo bueno, lo equitativo y lo justo”11 y por último,
haremos referencia a la definición del profesor Argandoña que

10
FRANCÉS, P. (2004): Ética de los negocios. Desclée. Colección ética aplicada.
Bilbao.

11
ETKIEN, J.R. (1993): La doble moral de las organizaciones. Editorial McGraww-Hill
Interamericana. New York

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

la define como “la ciencia que enseña al hombre a conseguir


sus bienes, ordenados de acuerdo con su contribución al
desarrollo de la persona”12

Como podemos comprobar encontramos variadas


interpretaciones del término ética, vamos a tomar como
referencia la definición que realiza Adela Cortina: “la ética es un
tipo de saber de los que pretende orientar la acción humana en
un sentido racional”13

La ética es una práctica individual, un quehacer intransferible,


una manera de entender el comportamiento personal. Nuestra
actuación ética está fundamentada en la escala de valores que
adquirimos a lo largo de nuestra vida y que ponemos en
práctica a través de las virtudes que poseemos.

Aristóteles definió la cadena del comportamiento ético como un


proceso de toma de decisiones en libertad entre el bien y el
mal, donde la repetición y el hábito retroalimenta nuestro

12
ARGANDOÑA, A. (1994): La ética en la empresa. Madrid. Instituto de Estudios
económicos.

13
CORTINA, A, (1994): “¿Qué es la ética?” en Ética de la empresa. Claves para una
nueva cultura empresarial. Trotta. Madrid

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

aprendizaje. Pero este proceso de repetición puede llevarnos al


bien o al mal, es decir, a la virtud o al vicio. Llegamos a la
virtud cuando tomamos el camino del bien, cuando nuestras
decisiones se basan en valores morales, sin embargo, caemos
en el vicio cuando no tomamos en consideración esos valores
morales y persistimos en caminos alejados de la virtud. Así
púes, la acción ética es el arte de la repetición orientada hacia
el enriquecimiento de las virtudes que son hábitos positivos
para hacer el bien.

El proceso que lleva a un comportamiento ético se inicia en la


conciencia moral de la persona, un comportamiento que ira
encaminado a la toma de decisiones justas desde la libertad de
elección de la persona y en la que juega un papel fundamental
la toma de decisiones pensando no sólo en mis necesidades u
objetivos, sino que además en las de las personas con las que
interactúo. Según la profesora López-Jurado 14 existen tres
criterios para la toma de decisiones que a su vez pueden ser
entendidas como consecuencias:

14
LOPEZ-JURADO PUIG, M. , KIM S.(2013): “El aprendizaje moral y la vida buena” en
Revista Española de Pedagogía, nº255 pag.329. Madrid

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

a. La eficacia de la acción: que mide las


consecuencias de la acción en cuanto al beneficio
producido.
b. La eficiencia de la acción: que evalúa los cambios
producidos por el aprendizaje experimentado por
la puesta en práctica de la decisión.
c. La consistencia de la acción: criterio que tiene en
cuenta el aprendizaje del sujeto que recibe la
acción.
Para una actuación ética de las personas es necesario que
todos estos valores y determinaciones éticas estén incorporadas
en nuestra conducta. Sólo a través del aprendizaje, la
experimentación e interiorizamos estos procedimientos éticos
podemos actuar de manera automática ante los retos morales
que se nos plantea en la vida. Tener conciencia ética es
entender que para la consecución de los fines que perseguimos
hemos de actuar conforme a valores morales y sociales

Pero el comportamiento ético, aun siendo personal, sólo se


puede ejercer en libertad. Una de las condiciones
indispensables para la toma de decisiones éticas
fundamentadas en valores morales ha de ser la libertad, sin ella

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

no se puede hablar de ética. Las decisiones condicionadas por


la falta de libertad limitan las posibilidades de desarrollar juicios
morales justos que puedan guiar la intención conductual de la
persona hacia un comportamiento ético. Kant decía que “si
debo, es porque puedo”, es decir, si tengo la convicción de
actuar de una manera concreta es porque tengo la libertad de
elegir ese camino y no otro, sin libertad no puede haber
responsabilidad.

Educar en ética es indiscutiblemente educar para la deliberación


y la actuación justa, una educación para la adquisición de
valores, destrezas y habilidades que permita a la persona
afrontar con garantía los retos morales del día a día. Hemos de
ser conscientes que nuestras acciones tienen consecuencias en
los demás. Adela Cortina habla de un “ethos del ciudadano
democrático” 15 donde deben de existir al menos tres virtudes
deliberativas: el respeto mutuo, la integridad cívica y la
magnanimidad cívica

15
CORTINA, A. (2007): “Ethica cordis”. ISEGORIA, Revista de Filosofía Moral y
Política. Pag, 123. Madrid 113-126

35
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Hablar de respeto mutuo es hablar de convivencia. La


educación para la convivencia lleva implícita una actitud de
tolerancia y respeto a las ideas, costumbres y a las actuaciones
distintas de las propias. Este respeto mutuo ha de implicar
necesariamente una predisposición al diálogo y al encuentro
con otras personas. Vivimos en un mundo global, las ciudades,
los barrios, en definitiva, el territorio social en el que nos
desenvolvemos se ha convertido en un crisol de culturas, de
nuestra capacidad de respeto y tolerancia depende la mejora
de la convivencia ciudadana que nos permita alcanzar una
ética de máximos, la felicidad.

Las personas han de convertirse en personas íntegras y


racionales, la integridad cívica ha de ser la guía de nuestra
acción moral. Debemos respetar nuestra integridad personal y
evitar que nuestras acciones entren en conflicto con nuestros
principios y valores. La práctica y el aprendizaje de la ética nos
permiten interiorizar nuestros valores sociales y morales, y así
poder desarrollar nuestra acción cívica de manera natural. El
valor de nuestras acciones, tal como explica la profesora López-
Jurado “es aquella cualidad de la realidad que afecta a los

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Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

sujetos incrementando la satisfacción de estos”16, en este


sentido el valor real de una acción es la suma de su valor
extrínseco, intrínseco y transcendente, es decir, el valor de
nuestra satisfacción, la reacción del entorno y la satisfacción
que produce en otras personas.

Por último, la magnanimidad cívica nos permite reconocer los


distintos planteamientos morales de aquellas posiciones
contrarias a las nuestras, desde una posición entre iguales,
reconociendo la legitimidad de las mismas y valorando los
planteamientos de los demás. Las propuestas han de
defenderse desde planteamientos positivos, no como
contraposición bélica entre planteamientos distintos. El debate
no se puede desarrollarse desde una posición altiva y
prepotente, se ha de tener la mente abierta y practicar un
diálogo enriquecedor: “win to win”.

16
LOPEZ-JURADO PUIG, M. y KIM S. (2013): “El aprendizaje moral y la vida buena”
en Revista Española de Pedagogía, nº255. Madrid

37
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

¿Puede existir una ética empresarial?

Hasta ahora hemos visto los principios de la ética personal,


pero llegados a este punto, debemos ser capaces de
institucionalizar estos principios personales que configuran la
ética individual en la acción empresarial. El modelo empresarial
para una economía humanizada debe sustentarse en principios
éticos individuales y colectivos que configuren el “ethos” de
cada organización siempre acorde con los principios y valores
aceptados y adoptados por la sociedad.

Las cuestiones que nos han llevado a esta crisis mundial están
muy relacionadas con esta falta de sentido moral en los
negocios, como decíamos en el capítulo anterior, en la época
previa a la crisis económica se implantó una sociedad de
acumulación de bienes y servicios que nada tenía que ver con
actitudes racionales y morales.

Además tal como refleja Argandoña17“en los años recientes han


tenido lugar cambios sociales, legales e institucionales que

17
ARGANDOÑA, A. (2010): “Más allá de la eficiencia: lecciones éticas de la crisis
para la cultura empresarial”, Hacia una nueva ética económica Global JIMENEZ
ARAYA T. (Editor). HUYGENS EDITORIAL. Pag, 207. Barcelona 203-225

38
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

pueden haber acentuado el papel de la codicia”, tal es así que


“la sociedad ha generado situaciones de codicia inducida
alentando y premiando a los que tienen éxito en sus conductas
codiciosas y haciendo más difícil comportarse de otro modo”
Como vemos estas prácticas se alejan de lo que debe ser una
actitud correcta y ética con un sentido racional.

La ética no es algo nuevo, sin embargo, en el nuevo paradigma


empresarial y económico está llamada a ser el gran principio
inspirador y guía de toda futura actuación empresarial. La ética
empresarial no es una propuesta sólo moral, es un modo de
gestionar las empresas, es y debe ser una ética aplicada.

Haciendo un repaso de la literatura económica y empresarial


podemos encontrar varias definiciones sobre ética empresarial.
En todas ellas encontramos similitudes importantes:

1. Epstein (1987)18: “Reflexión sistemática basada en el


valor que los directivos realizan sobre el significado

18
EPSTEIN, E.M. (1987) : “The corporate social policy process: Beyond bussines
ethics, Corporate Social Responsibility an corporate social responsiveness”
California Management review, vol XXIX, nº 3, Spring, 99-114

39
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

moral y personal de las acciones organizativas y sus


consecuencias para los grupos de interés”

2. Etkien (1993): “Es el fundamento cuyos valores


esenciales deben organizar la vida social, y son tales
como la libertad y la dignidad humana, así como
también se basan en conceptos morales como el bien
común, lo bueno, lo equitativo y lo justo”19.

3. De George (1999)20: “Parte de la ética que trata


específicamente de los dilemas morales que surgen
en el contexto empresarial”

4. Crane y Matten (2007)21: “Es el estudio de las


situaciones de negocios, actividades y decisiones en
las cuáles se afrontan las cuestiones relacionadas con
lo bueno y lo malo”

19
ETKIEN, J.R. (1993): La doble moral de las organizaciones. Editorial McGraww-Hill
Interamericana. New York

20
DE GEORDE, R.T. (2006): Business Ethics. Upper Saddle River. New Jersey: Prentice
hall (6th edition)
21
CANE, A. and MATTEN, D. (2007): Business ethics (2º edn) Oxford University Press

40
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Pero dado que estamos hablando de ética empresarial,


debemos también prestar atención a la definición que sobre la
misma realiza la European Business Ethic Network (EBEN):
“Una reflexión sobre las prácticas de negocios en las que se
implican normas y valores de los individuos, de las empresas y
de la sociedad”. En esta definición, podemos comprobar que
EBEN lejos de realizar una definición proactiva, establece una
visión teórica y reflexiva de la ética empresarial, un enfoque
más cercano al estudio que a la acción.

Pero no estamos buscando una ética empresarial teórica, sino


una ética proactiva que establezca las directrices a seguir en la
empresa. Una ética empresarial que basándose en principios
morales y sociales desarrolle una actitud moralmente correcta.
Lo que buscamos es una ética no punitiva, una ética
pedagógica que logre el aprendizaje e implantación de modelos
más justos y socialmente responsables. En palabras de Savater
“En la ética ya está casi todo inventado. Lo que hace falta no es
inventar una nueva ética sino cumplir la vieja, la antigua, con
eso nos bastaría”22. La actuación ética de las personas e

22
SAVATER, F. (2014): Ética para la empresa. Conecta. Pag, 112. Barcelona

41
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

instituciones es una repetición continua y continuada “por hacer


las cosas de la mejor manera posible”. Pero además la acción
ética debe permitir la “transversalidad del comportamiento
ético”23

La ética empresarial no atañe solamente a los directivos de las


empresas, ni sólo a los accionistas, una verdadera ética debe
incluir cada una de las personas que componen la empresa
como entidad, desde la persona con mayor responsabilidad
hasta el último de los trabajadores. Pero no podemos
quedarnos aquí, la exigencia de una ética empresarial ha de ir
más allá, ha de incluir no sólo personas, sino que además debe
contemplar las acciones, las relaciones y los colaboradores de
la misma. La actuación ética debe tener un carácter holístico e
integral dentro de la empresa.

Esta visión integral de la empresa nos lleva a preguntarnos por


“la capacidad de las empresas de ser responsables moralmente,

23
LOPEZ-JURADO PUIG, M. y KIM S. (2013): “El aprendizaje moral y la vida buena”
en Revista Española de Pedagogía, nº255 pag.328. Madrid

42
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

como una persona” 24. Hemos hablado de la necesidad y hasta


la obligación de que las empresas actúen como agentes
morales, pero cuando hablamos de empresa, no podemos
referirnos única y exclusivamente a las personas que la
configuran, sino además tendremos que tomar en cuenta la
cultura propia de la organización ya que condicionará en
positivo o en negativo las actuaciones de las personas
involucradas en el trabajo diario de la empresa.

Adela Cortina sostiene que al igual que las personas van


configurando su personalidad a lo largo de la vida, las
empresas son constructos colectivos que evolucionan desde su
primera naturaleza que se encuentra definida por su visión y
misión. El paso del tiempo y del influjo de las personas que
pasan por la empresa, establece su carácter e identidad,
definen una cultura organizativa propia. Una identidad que ha
sido construida con la suma de muchas aportaciones, es lo que
denominamos la cultura organizativa y que en nuestro caso ha

24
RODRIGUEZ CORONEL, M. M.: “Agencia moral corporativa. Un concepto
integrador” en Forúm de Recerca. Universitat Jaume I. Pag, 74 Castellón. 73-90

43
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

de configurar la estructura moral que de sentido a toda la


acción ética de la empresa.

“La estructura moral de las organizaciones, está sustentada por


tres aspectos: la responsabilidad por las decisiones, la
conciencia corporativa y la identidad empresarial”25. Las
decisiones empresariales son tomadas no sólo por los
directivos, sino que además son tomadas por parte de un
entramado de personas que configuran la empresa, en
definitiva no se trata de decisiones individuales, sino que pasan
a ser responsabilidad de toda la empresa. Por otro lado, la
conciencia corporativa de las empresas se configura como el
saber colectivo que permite la toma de decisiones valorando las
consecuencias que están producen. Y por último, la identidad
empresarial o cultura empresarial, tal como hemos comentado,
es el conjunto de valores morales y éticos que permiten guiar
las actuaciones de la empresa desde un punto de vista moral.

25
CORTINA, A. (1998): “Presupuestos éticos del quehacer empresarial” en
Rentabilidad de la ética para la empresa. Fundación Argentaria. Madrid. 15-36

44
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

La empresa ha de establecer los mecanismos para


institucionalizar los comportamientos éticos, para ello debe
implementar nuevas estructuras de decisión y acción basadas
en la racionalidad y la moral. Esta estrategia de
funcionamiento empresarial permite crear un “êthos
corporativo” que guiará y conducirá la actuación de la empresa
como ente social. No se trata de una reglamentación punitiva,
sino que ha de configurarse como el “alma ética” de la empresa
y que le permitirá mantener su conciencia e identidad
corporativa.

Argandoña26 habla de tres dimensiones en la empresa: producir


bienes y servicios, atender a las motivaciones de los
stakeholders y la ética. En el mismo artículo Argandoña habla
de que “las personas aprenden y desarrollan actitudes, valores
y virtudes en sus actuaciones y sobretodo, en sus interacciones
con los demás”

La ética empresarial ha de comenzar por una ética personal,


porque las personas éticas hacen empresas éticas. Sin duda

26
ARGANDOÑA, A. (2013): “Las empresas como transformadoras de la sociedad”
pag, 4. IESE Business School. Navarra.

45
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

alguna, la ética personal es la base para conseguir una empresa


ética. La actuación individual y ética de las personas configuran
el inicio del proceso ético dentro de la empresa. Todas y cada
una de las personas que configuran la empresa, desde el
Consejo de Administración hasta el trabajador de menor
cualificación o tarea asignada en la empresa, han de tener un
comportamiento ético. Pero está claro que no todos tienen la
misma responsabilidad en la puesta en práctica de
procedimientos y actuaciones éticas, pero sí tienen las mismas
obligaciones morales de tener un comportamiento ético.
Recordemos que además sólo podemos hablar de
comportamiento ético cuando existe libertad.

Dado que no todas las personas que configuran una empresa


tienen la misma responsabilidad, entendemos que quien tiene
la mayor responsabilidad para la puesta en práctica de
comportamientos éticos es el máximo responsable de la
empresa. Como decíamos al inicio, la ética es personal, pero el
empresario tiene la obligación moral de crear las condiciones
para que las personas puedan desarrollarse libremente dentro
de su puesto de trabajo, no sólo profesionalmente, sino que
además lo deben poder hacer como personas libres.

46
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

El liderazgo empresarial debe ser ético o no será


liderazgo.

El liderazgo del empresario es fundamental. Su responsabilidad


es la máxima. En las manos del empresario estará el modelo de
liderazgo que ejercerá no sólo dentro de la empresa, sino con
la sociedad. Así mismo, ha de ser garante de la libertad de los
trabajadores para poder ser libres en la toma de decisiones
responsables y éticas. Pero además, su liderazgo ético permitirá
la resolución de los conflictos morales entre la ética o no ética
de la empresa y la ética personal, la formación en valores que
realice la empresa, si la hace, y todas aquellas actuaciones que
repercutaan en la mejora de la calidad de las actuaciones éticas
de la empresa. Como vemos el papel del empresario ha de ir
más allá de la mera gestión empresarial, ha de ejercer un
liderazgo ético y social.

Savater 27 expone que cada época tiene una figura


emblemática: para los griegos era el héroe de la ciudad, en el
medievo fueron los santos, en el siglo XVIII fue el sabio, y

27
SAVATER, F. (2014): Ética para la empresa. Conecta. Barcelona

47
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

probablemente, concluye Savater, en nuestra época la figura


más emblemática es el empresario. Aun así, cabe matizar que
el empresario de hoy, dada la situación de crispación social y
descrédito institucional que estamos viviendo, no es un modelo
a seguir, e incluso se exige del nuevo empresario o
emprendedor unos valores tanto sociales como directivos. Las
cualidades y valores exigidos a los directivos de hoy distan de
los que se le exigían a los empresarios de mediados del siglo
XIX donde todo se monetizaba y el valor del empresario era
medido en el volumen de riqueza que generaba para los
propios accionistas, es decir, su valor era el valor económico
que garantizaba para la empresa.

El empresario o emprendedor del siglo XX, ha de disponer de


virtudes no sólo directivas y empresariales, sino además,
sociales y éticas. Recordemos la cadena aristotélica de las
virtudes y los vicios, al empresario de hoy se le exige ser un
líder ético.

Podemos encontrar, repasando la literatura empresarial,


multitud de clasificaciones sobre las virtudes que ha tener un
empresario, pero queremos ir más allá, queremos además

48
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

combinarlas con las que necesariamente tiene que tener un


buen líder, además de infundir en su comportamiento valores
éticos personales que le conviertan en un líder empresarial
ético. En definitiva el nuevo liderazgo empresarial ético ha de
sumar las virtudes del empresario, del emprendedor, del líder y
por supuesto valores éticos que guíen su acción.

Para definir las virtudes que debe tener un empresario hoy


tomaremos como referencia inicial las características que
establece Savater28 (2014): audacia, capacidad de identificar el
interés común, prudencia, responsabilidad, eficacia, confianza.

Audacia para asumir riesgos. Capacidad para identificar el


interés común, entendido como “la habilidad para generalizar
los intereses” y así “comprender las exigencias ajenas y
compatibilizarlas con las propias”. Prudencia, necesaria para
gobernar cualquier institución, pero sobre todo aquellas donde
los “errores valientes” propios podrían llevar a pérdidas que
hagan peligrar la empresa, es el complemento perfecto de la
audacia. Responsabilidad, porque un empresario “no puede
sacrificar a los demás para ocultarse”, ni adjudicarse los

28
SAVATER, F. (2014): Ética para la empresa. Conecta. Barcelona

49
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

beneficios o ganancias y socializar la pérdida a los demás.


Eficacia o “la capacidad de generar ganancias”. Confianza,
derivada de su gestión, de su trato con clientes, trabajadores
y demás personas con las que se relaciona en su tarea como
empresario.

Pero el empresario ha de ser además un emprendedor, es


decir, “personas que identifica y crea oportunidades de negocio,
que innovan”29 por ello incluiremos dos nuevas características a
nuestro perfil de empresario ligadas al carácter del
emprendedor: capacidad de innovación y actitud proactiva para
desarrollar la iniciativa.

El emprendedor, como hemos dicho, crea oportunidades de


negocios. No se trata solamente de copiar aquello que funciona
bien, sino que ha de ser una persona que innova, que va más
allá, que desde el conocimiento de las necesidades de la
sociedad aporta nuevas soluciones. No sólo sabe leer la
realidad, sino que además lo lleva a cabo, dos virtudes que han
de ir indisociablemente ligadas: innovación y acción.

29
CUERVO GARCIA, A. (2012): “La razón de ser del empresario”. Mediterráneo
económico, 21. Almería, 13-24

50
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Hasta ahora hemos reflejado las virtudes que ha de tener un


buen empresario y además le hemos añadido las de un
emprendedor, pero esto no es suficiente, para definir las
características del modelo de empresario como referente social
que ha de dirigir los designios de la empresa de hoy y a la vez
contribuir a la mejora de la sociedad, hemos de analizar cuáles
son las virtudes del liderazgo. El empresario es un agente hacia
dentro de la empresa y hacía la sociedad, pero además “lo que
hace que una acción sea honesta no son sus consecuencias
hacia fuera, sino que sea producida por la virtud moral de la
honestidad en una persona en concreto”30

Antes de entrar en definir las virtudes del líder empresarial,


tenemos que analizar cómo ha sido considerado el liderazgo a
lo largo de la historia. Si realizamos un análisis de la literatura
tanto filosófica como política, vemos que el liderazgo está muy
ligado al concepto de influencia, pero si preguntamos sobre qué
es un líder, nos es difícil definirlo si no lo ligamos a una
personalidad de la vida social, cultural, política a lo largo de la
historia. Bennis decía que “en cierto modo, el liderazgo es como
30
LOPEZ-JURADO PUIG, M. y KIM S. (2013): “El aprendizaje moral y la vida buena”
en Revista Española de Pedagogía, nº255. Madrid

51
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

la belleza, difícil de definir pero fácil de reconocer si uno lo


ve”31

A lo largo de la historia reciente, varias corrientes y escuelas


han intentado analizar las características del liderazgo. Desde la
Teoría de los Grandes Hombres a inicios de siglo XX, donde
curiosamente se habla sólo de hombres, y donde se entendía
que el liderazgo era innato a las personas, sólo unos pocos
estaban elegidos para ejercer un liderazgo. Más avanzada fue la
Teoría de Rasgos, que intentaba descubrir que rasgos tenían
los líderes, de tal manera que al descubrirlos era posible poder
establecer programas de aprendizaje, esta teoría quedo
obsoleta con los estudios de R.M. Stogdill en 1948 que
demostraba que no existía una grupo de características que
definan universalmente el liderazgo. La siguiente evolución
sobre las teorías del liderazgo la podemos encontrar en las
teorías conductistas que guiaron a las nuevas escuelas de
estilos de liderazgo, donde se analiza lo que “es y hace” el líder,
definiendo así el mejor estilo de liderazgo, ya no basado en las

31
BENNIS, W. (1990): Cómo llegar a ser un gran líder. Norma, Bogotá

52
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

características o virtudes, sino en su actuación y forma de ser.


Por último, para completar este breve repaso histórico sobre
algunas de las teorías y estudios, cabe resaltar las aportaciones
de Stodgill que concluyó que las habilidades y características
que requiere un líder vienen determinada y condicionada por la
situación social e histórica en la que se encuentre.

Por ello, no vamos a definir un listado de características que ha


de tener inexorablemente el líder, sino que vamos a relatar
aquellas actitudes necesarias para ejercer un liderazgo
empresarial ético positivo y enriquecedor. Sin duda alguna la
primera de las características que debe tener un líder
empresarial son las ya mencionadas anteriormente para los
empresarios, una capacitación técnica sobre la materia en la
cual desarrolla su labor y las virtudes del emprendedor , pero
además de un buen empresario y emprendedor ha de ser un
buen líder.

El liderazgo es influencia, es decir, capacidad para movilizar y


conseguir que los demás actúen en la dirección deseada. Este
rasgo puede ser utilizado como un arma de doble filo tal como
se describía en la cadena aristotélica de la virtud y el vicio. El

53
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

liderazgo ejercido de manera positiva se convierte en


crecimiento y movilización positiva, por el contrario, ejercido de
manera negativa, puede convertirse en manipulación de las
masas y alineamiento.

El poder puede otorgar, incluso imponer, el liderazgo, pero esta


situación no es la más deseable. El poder y la autoridad son dos
conceptos distintos. El detentar poder no otorga autoridad de
manera automática, el liderazgo está ligado al concepto de
autoridad y no de poder. Una autoridad moral que permite el
reconocimiento de la influencia positiva ejercida por el líder.
Puede existir liderazgo sin autoridad pero sí con poder, pero
éste no se puede considerar el modelo de liderazgo ético que
estamos proyectando.

Una de las diferencias más significativas entre poder y liderazgo


la encontramos en su atribución a la persona. Mientras el poder
es otorgado por terceros como una atribución de competencias,
la autoridad es una cualidad que se gana la persona con su
decisión y actuación con el resto de la gente, es una cualidad
que se forja individualmente. El liderazgo se certifica por la
aprobación y asignación de forma voluntaria por terceros.

54
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Hay dos cuestiones del liderazgo que van unidas en la mayoría


de los casos: el carisma y la ejemplaridad. Difícilmente
podemos encontrar un líder con capacidad de influencia que no
sea carismático y que además, no sea visto como una persona
ejemplar. El líder ha de ser un modelo a seguir. Esta autoridad
y ejemplaridad se conjuga perfectamente con su carisma, es
decir, con su capacidad para empatizar con las otras personas y
proyectar su influencia con una racionalidad emocional difícil de
explicar. Hay que recordar que carisma en griego significa
divino.

Y por último, pero no menos importante, los valores. Un líder


que dispone de una capacidad de influencia importante, sea o
no carismático, ha de ser ejemplar y esa ejemplaridad le es
reconocida tanto por sus aptitudes, como por sus valores, “las
virtudes morales son cualidades de las acciones del decisor
cuya posesión perfecciona a la persona, perfecciona su
capacidad de autogobierno” 32 es decir su racionalidad y

32
LOPEZ-JURADO PUIG, M. y KIM S. (2013): “El aprendizaje moral y la vida buena”
en Revista Española de Pedagogía, nº255 pag.332. Madrid

55
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

autogobierno. Un líder o es ético o no puede ser un líder, es


una condición irrenunciable.

Si hablamos de líderes empresariales esto se hace más evidente


e indispensable. Los modelos económicos capitalistas basan su
desarrollo en la confianza: lograr la confianza del mercado para
obtener financiación, la confianza de los clientes para la
comercialización y venta de sus productos, confianza en el
sistema productivo y financiero para el desarrollo de modelos
empresariales efectivos… si queremos afianzar la confianza sólo
hay un camino, un comportamiento empresarial ético.

El líder empresarial ético ejerce una influencia en una doble


dirección: hacia dentro, creando las condiciones necesarias para
el desarrollo de una actitud ética de la empresa además de
crear y potenciar una cultura organizacional ética, pero además,
una influencia hacia el exterior, convirtiéndose en una activista
social que mejore las condiciones en las que operan las
empresas a la vez que contribuye a la mejora social de la
empresa. No hay que olvidar que el último fin de la empresa en
mejorar el bien común.

56
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Las empresas del siglo XXI han de convertirse en


organizaciones que aprenden y mejoraran permanentemente,
han de transformarse en empresas inteligentes, en este
sentido, el líder empresarial ético también ha de jugar un papel
fundamental. De su acción formadora y pedagógica depende en
buena medida la voluntad de mejora que toda organización ha
de realizar para permanecer en el tiempo.

El liderazgo empresarial ético es también, enseñar, facilitar y


promover la formación ética de todas aquellas personas que
componen la empresa. Esta capacitación ética debe basarse en
un aprendizaje a través de la práctica y el ejercicio,
aprendiendo de la observación de modelos de comportamiento
ético dentro de la empresa, así como transmitiendo valores
que permitan el perfeccionamiento de la racionalidad de los
miembros de la empresa. Además de la participación en la
toma de decisiones sobre la implantación de procedimientos y
códigos éticos, es necesario que los trabajadores tengan la
oportunidad de seguir formándose y desarrollándose dentro de
la empresa. Los líderes empresariales éticos han de comprender
que los trabajadores son el primer activo de la empresa, y por
lo tanto, han de contar con el apoyo y refuerzo de toda la

57
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

empresa en su mejora permanente. La mejora de los


trabajadores produce la mejora de la empresa, “los liderazgos
responsables empujarían en la dirección de construir
organizaciones donde las personas están en el centro, desde la
convicción que este modelo de empresa redunda positivamente
en la organización y en el conjunto de la sociedad” 33

Los trabajadores juegan un papel fundamental en la empresa


aunque sean lo que menos responsabilidad tienen dentro de la
escala jerárquica empresarial, pero si queremos transformar la
vieja visión jerárquica empresarial en una cadena de valor es
necesario que los trabajadores y trabajadoras se sientan
implicados en la gestión ética de la empresa, y no sólo eso, sino
que además han de poder desarrollar su responsabilidad dentro
de la misma de manera libre. Tal como ya hemos dicho, sólo se
puede exigir responsabilidad cuando exista libertad, sólo hay
ética si hay libertad.

33
MORENO PÉREZ, C.M. (2012): “Ética empresarial y liderazgos responsable” en El
modelo de la empresa en el siglo XXI: Hacía una estrategia competitiva y
responsable. Germán GRANDA REVILLA, G. Y CAMISON, R. (Directores). Forética.
Ediciones Cinca. Pág, 43 Madrid 34-46

58
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Las empresas y sus máximos directivos tienen la


responsabilidad de desarrollar procedimientos e instrumentos
que permitan y favorezcan la actuación ética de los
trabajadores, además es necesario que existan espacios o
canales que faciliten la participación y la resolución de conflictos
éticos dentro de la empresa. Hay que recordar que la ética es
personal y si queremos empresas éticas no se pueden producir
restricciones de derechos y libertades. La falta de ética de la
empresa o de sus directivos no puede llevar aparejado que a
los trabajadores se les coarte su libertad y por lo tanto su
capacidad para ser responsables y éticos.

La participación de los trabajadores en la confección de


documentos éticos no es muy habitual, en un estudio realizado
por el IESE Businesd School 34 sobre las 500 empresas
españolas, sólo el 5,3% de las empresas afirmaban que los
códigos éticos o de conductas se habían confeccionado a través
de procesos participativos. Por lo tanto, si los trabajadores no
han participado en la elaboración de estos códigos, difícilmente
se verá reflejada la visión ética de los mismos, lo que termina
34
VV.AA (2000): Políticas de ética empresarial en las 500 mayores empresa
españolas. IESE Business School. Universidad de Navarra. Barcelona

59
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

convirtiendo estos documentos en un compendio de normas


internas punitivas que distan mucho de la verdadera filosofía y
correcta aplicación de una gestión integral de la ética
empresarial.

Para evitar los conflictos que se pueden generar entre los


comportamientos éticos de los trabajadores y los códigos de
conducta de la empresa, es necesario que todos participen en
su elaboración, un proceso abierto que enriquezca y acreciente
el êthos de la empresa.

Los valores que se recogen en los códigos éticos no pueden


convertirse en meras normas de obligado cumplimiento, es
necesario que estos códigos sean interiorizados como
elementos estructurales de la empresa, tanto para la
consecución de acciones, como en las aptitudes de cada una de
las personas que configuran el corpus de la empresa. Los
valores deben ser parte del “cuore” de la misión y de la visión
de la acción empresarial y por ello, es imprescindible la
participación de los trabajadores y trabajadoras, además de
todos aquellos que configuran y constituyen la empresa.

60
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Las empresas del siglo XXI son organizaciones de personas, y


por ello, su base diferencial la constituye los propios
trabajadores. No se puede entender una empresa ética sin
trabajadores éticos. La ética empresarial comienza por las
personas que configuran la empresa. Por ello es necesario, la
participación de los trabajadores en la confección del sistema
ético de la empresa, establecer mecanismos de refuerzo de los
comportamientos éticos de los trabajadores, y además es
imprescindible la implementación de procesos formativos
permanente como elemento diferencial de organizaciones
sociales y empresariales que aprenden constantemente.

Sin duda alguna, el factor determinante para la implantación


de modelos éticos dentro de la empresa se debe al papel
ejercido por parte de los directivos de la misma. Si existe un
verdadero liderazgo empresarial ético, la empresa, tanto sus
estructuras como sus recursos humanos, harán que las
actuaciones éticas estén imbricadas en la realidad cotidiana de
la acción empresarial.

Adela Cortina expresa que “la ética empresarial no es una parte


de la responsabilidad social, sino justo al revés la

61
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

responsabilidad social es una dimensión de la ética


empresarial” 35. La empresa ética produce un bien público en la
medida en que, no sólo crea riqueza material, sino contribuye a
crear un clima de confianza, una buena sociedad, que es el
auténtico sentido de lo económico” En definitiva: Good ethics
are good business. Si la ética va bien, los negocios también.

35
CORTINA, A. (2009): “Ética de las empresas: no sólo Responsabilidad Social”.
Revista Portuguesa de Filosofía. Pag, 119. Braga (Portugal) 113-127

62
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Capítulo tres:

Responsabilidad social de las empresas: un instrumento para


una economía humanizadora.

Efectivamente como bien dictamina Adela Cortina la


responsabilidad social empresarial deben de ser instrumentos
cuando hablamos de ética empresarial. La implementación de
prácticas éticas no puede ser un elemento que actúe de cortina
de humo para tapar prácticas no éticas dentro de la acción
empresarial, o como una mera moda. Insistimos que la
aplicación de estos instrumentos no otorga una actuación ética
empresarial.

La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) no puede


convertirse en un elemento de propaganda de las empresas, o
como una mera colección de distinciones que son utilizadas de

63
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

manera utilitarista para la obtención de la confianza del


consumidor. La RSE es la sistematización y puesta en práctica
de una visión real de la ética empresarial.

Si inicialmente realizamos un análisis conceptual de la RSE,


tendríamos que definir los tres términos que la constituyen por
separado: responsabilidad, social y empresarial. Para empezar a
delimitar los tres conceptos tomaremos como referencia la
definición que hace el Diccionario de la Real Academia de la
Lengua Española para cada uno de los tres términos:

Responsabilidad:

1. Cualidad de responsable.

2. Deuda, obligación de reparar y satisfacer, por si o por


otra persona, a consecuencia de un delito, de una culpa
o de otra causa legal.

3. Cargo u obligación moral que resulta para alguien del


posible yerro en cosas o asunto determinado.

4. Capacidad existente en todo sujeto activo de derecho


para reconocer y aceptar las consecuencias de hecho
realizado libremente

64
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Social

1. Perteneciente o relativo a la sociedad

2. Perteneciente o relativo a una compañía o sociedad, o a


los socios o compañeros, aliados o confederados

Empresarial

1. Perteneciente o relativo a las empresas o a los


empresarios

Como vemos, a tenor de las definiciones, podemos concluir que


de los tres términos que compone el concepto RSE, la
responsabilidad es el que da lugar a más interpretaciones que
dan pie a configurar distintos modelos de actuación.

También es interesante la definición que obtenemos de la


palabra social, ya que nos permite inferir que podemos hablar
de una responsabilidad tanto hacia dentro de la empresa, como
hacia fuera. De esta manera la empresa se configura como una
institución social inmersa en un entramado socioeconómico y
cultural que constituye la sociedad en su conjunto, pero
además, ofrece esa visión interna de la empresa en lo relativo a

65
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

su configuración, “desde los socios a los aliados”, es decir,


desde la dirección de la empresa a los stakeholders.

En cuanto al tercer componente de la RSE, empresarial, se


trata de todo aquello que tiene que ver no sólo con la empresa,
sino además con los empresarios. Es importante esta última
acepción en el sentido de que la responsabilidad social ha de
incluir tanto a la empresa como institución socio-económica, y a
los empresarios como líderes éticos de las acciones
empresariales que realiza todo el conjunto de la misma.

Pero vamos a centrarnos en el concepto responsabilidad y las


tres acepciones que establece el diccionario de la Real
Academia de la Lengua:

1. Para la mayoría de la gente la responsabilidad está


estrechamente ligada con la culpa, es decir, la
consecuencia de una acción equivocada que ha de ser
penada o sancionada. Tal como podemos observar esta
idea está recogida en la segunda acepción de la
definición de la RAE, abundando en esta visión Garcia-

66
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Maza (2007)36 argumenta que esta definición no puede


ser considerada correcta si hablamos de la
responsabilidad de las empresas por dos cuestiones: “la
responsabilidad es un concepto más amplio desde el
momento en que también somos responsables de los
bienes que causamos” aunque está es una idea muy
discutible, ya que el hacer el bien es algo más que una
responsabilidad, es sin duda el camino correcto que ha
de guiar nuestro comportamiento social y ético. Por otro
lado, García-Maza, en el mismo artículo, también
argumenta que “no somos solo responsables de las
acciones pasadas, también lo somos de las acciones
posibles”. La responsabilidad no se puede limitar a
actuaciones pasadas, sino que además, debe tenerse en
consideración cómo afectaran las decisiones

36
GARCÍA-MAZA, D. (2007): “Responsabilidad social de la empresa: una
aproximación desde la ética empresarial”. VERITAS, vol II, nº 17. San Rafael de
Valparaiso (Chile) 183-204

67
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

empresariales a corto y largo plazo. Responsabilidad


pasada, presente y futura.

2. Otra de las acepciones que encontramos en la definición


que realiza la RAE sobre la palabra responsabilidad, está
ligada al concepto de “libertad”. Como ya hemos
comentado, sólo podemos ser responsables de nuestras
acciones cuando estas han sido tomadas libremente. Sin
libertad de elección no puede haber ni responsabilidad,
ni actuación ética. Esta acepción nos abre muchos
interrogantes y conflictos dentro de la empresa, tal es
así, que podemos encontrarnos con decisiones
empresariales que han de ejecutar los trabajadores sin
otra posibilidad para estos que no sea su cumplimiento.
Efectivamente sólo podemos exigir responsabilidad a las
personas sobre las acciones que han podido realizar en
libertad, la empresa en este sentido ha de procurar que
todos los trabajadores de la empresa puedan actuar de
manera responsable.

3. La tercera de las acepciones que nos da el diccionario de


la RAE es la que más nos interesa para hablar de la
responsabilidad social empresarial, “Cargo u obligación

68
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

moral que resulta para alguien del posible yerro en cosas


o asunto determinado.” Una visión más enriquecedora,
preventiva y proactiva de la responsabilidad. La
responsabilidad empresarial no puede limitarse al
cumplimiento de la legislación vigente, ni tan siquiera a
su visión punitiva, la responsabilidad debe ir más allá, ha
de configurarse como una obligación moral, una manera
de ser y actuar, una forma de entender nuestra acción.
La acción de la empresa no puede realizarse sin tener en
consideración, además por supuesto de las estrictamente
legales, aquellas cuestiones sociales, culturales e incluso
de derechos que nos amparan. Por eso, la
responsabilidad social empresarial ha de ir más en la
línea de convertirse en una “obligación moral” que
impregne todas las áreas, decisiones y acciones de la
empresa.

Después de este acercamiento por separado de cada uno de los


componentes que configuran la RSE, es necesario realizar una
aproximación a las diferentes definiciones que han producido
algunos autores a lo largo de la historia reciente, veamos como
la definen estos autores:

69
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

1. Davis (1960)37: “Decisiones y acciones de los directivos


que han sido tomadas por razones que van más allá del
interés económico directo o técnico de la empresa. El
término se refiere a las obligaciones socio-económicas y
humanitarias respecto a otros”

2. Sethi (1975)38: “Llevar el comportamiento corporativo a


un nivel en el que sea congruente con las normas
sociales, valores y expectativas de rendimiento
preponderantes”

3. Carrol y Buchholtz (2000)39: “La responsabilidad social


corporativa comprende expectativas, económicas,
legales, éticas y filantrópicas que la sociedad deposita en
la empresa en un momento determinado”

37
DAVIS, K. (1960): “Can business affrord to ignore social responsabilities?”
California Management Review, 2:3, p 70
38
SETHI, S.P. (1975): “Dimensions of corporate social performance: An analytic
fraamwork” California Management Review, 17:3 Spring 58-64
39
CARROLL, A.B, AND BUCHHOLTZ, A.K. (1979): Business and society: ethics and
stakeholders management (4th edition) Concinnati: Thomson Learning

70
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

4. Boatright (2007)40: “La responsabilidad social implica la


selección de objetos corporativos y la evaluación de los
resultados no sólo por criterios de rentabilidad y
bienestar organizativo sino también estándares éticos y
juicios de convivencia social”

5. RACEF (2007)41: “ La RSE en la empresa estaría


conformada por el conjunto de actividades responsables
que realiza la empresa a lo largo de toda la cadena de
valor en los ámbitos económico, social y ambiental que
van más allá del cumplimiento legal”

Como podemos ver, existe un denominador común en las


distintas definiciones que han realizado los autores citados: la
RSE es entendida como acciones voluntarias emprendidas por
las empresas. Pero con estas definiciones no podemos delimitar
que es la RSE, ni que acciones configuran el corpus de la
acción socialmente responsable de la empresa, su ethos social
responsable y ético.

40
BOATRIGHT, M., and J.G. FRYNAS (2005): “Setting corporate social responsibilityin
the devoloping world” International Affairs, 81 (3) 499-513
41
VVAA (2007): La responsabilidad social de la empresa (RSE) Propuesta para una
nueva economía de la empresa responsable y sostenible. RACEF. Madrid

71
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Para entender que es la RSE es necesario definirla, como


hemos hecho hasta ahora, pero no sin antes delimitar que
actuaciones pueden ser consideradas como acciones
socialmente responsables y cuáles no. La RSE no es una
estrategia empresarial mercantilista, no es filantropía, no es
cooperación al desarrollo, no es mecenazgo socio-cultural, no
es una legislación, no es una campaña de marketing ni una
estrategia comercial, no es una acción a corto plazo y sobre
todo, no es exclusivamente propia de las grandes corporaciones
empresariales. La RSE no puede ser un paquete de buenas
acciones, no planificadas, ni sistematizadas en busca de
objetivos cortoplacistas de rentabilidad económica.

No podemos entender la RSE como una moda pasajera, ni


solamente una estrategia de marketing, algo que otorga buena
reputación a nuestra empresa. No se trata de ofrecer una
imagen de marca vacía, sin un compromiso social real. En
muchas ocasiones, las actuaciones de RSE han surgido como
respuesta a una campaña de desprestigio de una marca o de
una empresa. En estos casos, estas acciones han venido
sobrevenidas por un escándalo medio-ambiental o social
protagonizada por la mala praxis de las empresas.

72
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Podemos ver algunos ejemplos de estas prácticas: la revista


LIFE en un artículo en Junio de 1996 denunciaba a la empresa
Nike por la utilización de niños pakistanís en el cosido de sus
balones. Las empresas Exxon y BP fueron las causantes de
vertido de petróleo en el Golfo de México en 1989 y 2010
respectivamente. La empresa Union Carbide propietaria de una
planta de almacenamientos de productos químicos en Bhopal
(India) fue la responsable de una fuga de gas que provocó la
muerte de 18.500 personas. Estas malas prácticas provocaron
la caída del precio de las acciones de las empresas que se
devaluaban poniendo en riesgo su propia marca y el
mantenimiento de la empresa. Como solución a esta
devaluación de la marca las empresas gastaron millones de
dólares en campañas de “lavado de imagen” de sus propias
empresas, medidas puntuales para paliar los devastadores
efectos que en estas empresas habían producido los
escándalos. Estas actuaciones empresariales no pueden ser
consideradas buenos ejemplos de gestión empresarial, ni tan
siquiera puede ser considerada RSE, ni mucho menos puede
ser un modelo a seguir. La responsabilidad social de las
empresas no es una acción de maquillaje, ni una actuación a

73
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

posteriori tras la pérdida de confianza de los clientes o de la


sociedad en general ante las malas praxis de las empresas. La
RSE es ir más allá.

La Unión Europea aprobó el 18 de Julio de 2001 el Libro Verde


para “Fomentar un marco europeo para la responsabilidad
social de las empresas”, un documento donde se establecía qué
se entendía por RSE: “Ser socialmente responsable no significa
solamente cumplir plenamente las obligaciones jurídicas, sino
también ir más allá de su cumplimiento invirtiendo más en el
capital humano, el entorno y las relaciones con los
interlocutores”.

Hay que destacar que el libro verde establece claramente el


interés de la UE en la RSE, aunque sorprende que este interés
no sea entendido como una mejora social, ética y responsable
de las empresas con la sociedad, sino que la importancia del
desarrollo de la RSE es impulsado en la UE en la medida que
pueda contribuir positivamente al objetivo estratégico
establecido en Lisboa: “convertirse en la economía basada en el
conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de
crecer económicamente de manera sostenible con más y

74
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

mejores empleos y con mayor cohesión social”. LA RSE no


puede ser sólo una estrategia económica ni a corto ni a largo
plazo.

Para tener una visión más amplia de lo que supone la


implantación de políticas empresariales de responsabilidad
social podemos analizarlas desde el “punto de vista operativo”
42 definiendo qué mejoras ha supuesto la implantación de RSE
en las empresas:

1. Aquellas empresas que desarrollan políticas


empresariales responsables imbricadas en su manera de
actuar evitan conflictos, no sólo laborales, sino legales.
Como veíamos en la definición de responsabilidad, ésta
no puede ser interpretada como la consecuencia de una
acción, es decir de una manera punitiva, tiene que ser
tomada como una acción que evite poner a la empresa

42
DÍAZ MIER, M.A. (2005): “Ética empresarial e internacional”. Ética y economía
ICE, nº 823. Madrid, 69-86

75
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

en riesgo por no aplicar conductas responsables.

2. Las actuaciones responsables de las empresas generan


buena reputación de las mismas, lo que permite evitar
conflictos comerciales o un menoscabo de las marcas
que hagan perder valor a las mismas. De esta manera
las empresas evitan conflictos con el mercado, ganando
a su vez en reputación de marca.

3. Las empresas que han adoptado medidas de fomento de


RSE y han conseguido imbricar estas políticas como ejes
centrales de su acción, consiguen dar más libertad a sus
trabajadores evitando así regulaciones innecesarias.

4. Igualmente, las empresas socialmente responsables


evitan litigios innecesarios al mismo tiempo que ganan
en reputación. Son sin duda un foco de atracción de
inversiones frente aquellas empresas que no consideran
que la RSE añada valor a su empresa. Las empresas
socialmente responsables son más atractivas a los
inversores que gracias a su acción responsable están
contribuyendo a su sostenibilidad económica.

La RSE es tal como establece la Comisión Europea en el Libro

76
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Verde “Fomentar un marco europeo para la responsabilidad


social de las empresas” aprobado el 18 de Julio de 2001: “…la
integración voluntaria, por parte de las empresas, de las
preocupaciones sociales y medioambientales en sus
operaciones comerciales y sus relaciones con sus
interlocutores” decisiones y actuaciones que han de ser
incluidas dentro de su propia cultura.

En Octubre de 2011 la Comisión Europea presentó la


“Estrategia Renovada de la Unión Europea sobre
Responsabilidad Social de las Empresas” donde la RSE toma un
nuevo impulso introduciendo una nueva definición. Con esta
nueva definición la UE trata de ir más allá, las empresas
además del cumplimiento de sus obligaciones legales, deben
desarrollar una actuación ética que le haga responsabilizarse
de sus acciones y omisiones presentes, pasadas y futuras. La
empresa pasa a formar parte del desarrollo armónico de la
sociedad.

La empresa actúa con eficiencia no sólo en la maximización del


valor capital para los propietarios o accionistas, sino que con su
acción responsable y liderazgo ético se convierte en un ejemplo

77
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

de ciudadanía corporativa. Por ello es necesario que las


empresas, además de actuar de manera socialmente
responsable, han de tener una actitud ética. En este sentido,
Rodríguez Ruiz y otros 43 recogen la teoría de Fisher en su
trabajo seminal del año 2004, donde estableció desde cuatro
enfoques las conexiones entre responsabilidad social y ética:

1. Un primer enfoque sostiene que la responsabilidad social


es ética en el contexto organizativo. Las personas tienen
ética, mientras que las empresas tienen responsabilidad
social.

2. Un segundo enfoque que sostiene que la responsabilidad


social se centra en el impacto de la actividad
empresarial, mientras que la ética se centra en las
actuaciones y conductas de las personas.

3. Un tercer enfoque que desvincula los conceptos de ética


y responsabilidad, y por lo tanto no entiende que están
relacionados.

43
RODRIGUEZ RUIZ, O., FERNÁNDEZ MENÉNDEZ, J., MARTIN-CASTILLA, J.I., (2007):
“Percepción directiva de las relaciones entre responsabilidad social y ética
empresarial”. Boletín económico de ICE, Nº 2927. Madrid, 43-56

78
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

4. Un cuarto enfoque que determina que la responsabilidad


social es un concepto multidimensional, siendo la ética
una de sus dimensiones.

Tomando como referencia esta perspectiva multidimensional,


los autores infieren que “la responsabilidad social tiene que
afrontar la totalidad del espectro de obligaciones que la
empresa tiene hacia la sociedad: obtener beneficios, obedecer
a la ley, ser ético y ejercer, en definitiva, una ciudadanía
corporativa”.

Siguiendo esta perspectiva multidimensional, Carroll44 distinguía


cuatro tipos de responsabilidad que han de cumplir las
empresas: económica, legal, ética y filantrópica.

Responsabilidad económica: no sólo hacia dentro de la


empresa, es decir, la maximización de los beneficios de los
inversores de la empresa, sino además hacia fuera de la misma,

44
CARROLL, A.N. (1979): “A three-Dimensional Conceptual Model of
Corporate Performance”. The Academy of Management Review, vol. 4, nº 4.

79
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

generando economía y riqueza en la sociedad.

Responsabilidad legal: en el cumplimiento de la legislación


vigente. Es una condición indispensable para la realización de
cualquier actividad. Las empresas han de ser garantes del
cumplimiento de la legislación. Esta responsabilidad es
ineludible y la base para el desarrollo de políticas socialmente
responsable de la empresa. Una empresa que no cumple con la
legalidad no puede ser socialmente responsable.

Responsabilidad ética: como ya hemos comentado, la ética


empresarial ha de configurarse como la columna vertebral de la
gestión empresarial. Una ética empresarial configurada a través
de un “sistema integral de gestión ética” y a su vez, un
liderazgo ético empresarial que permita además, generar una
dinámica ética en todos los niveles de la empresa, desde los
trabajadores hasta los inversores de la misma.

Responsabilidad filantrópica o social: las empresas son


entidades sociales y por lo tanto deben estar inmersa en la
sociedad, ser partícipe tanto de la mejora de la cohesión social,
como de la mejora de las condiciones de vida del territorio
donde está inmersa. Las empresas como entidades sociales no

80
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

pueden estar de espaldas a la realidad del entorno, han de


contribuir económica y socialmente, son ciudadanía corporativa.

Pero existen diversos enfoques y motivaciones para poner en


marcha este modelo de responsabilidad social dentro de las
empresas, Díaz Mier45 establece tres enfoques distintos:
utilitario, positivo, negativo.

1. Utilitario: “la responsabilidad social aparece como un


instrumento útil y capaz de ayudar a las empresas a
conseguir sus objetivos definidos en términos de
beneficios, rendimiento de las inversiones y volumen
de negocios”.

2. Positivo: “las empresas pueden estar automotivadas


para conseguir un impacto positivo, sin tener en
cuenta las presiones sociales para llevar a cabo
iniciativas en tal orden”

3. Negativo: “las empresas se vería obligadas a adoptar


iniciativas de responsabilidad social para adaptarse a

45
DÍAZ MIER, M.A. (2005): “Ética empresarial e internacional”. Ética y economía ICE,
nº 823. Madrid, 69-86

81
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

las exigencias de los stakeholders”.

En un momento donde el utilitarismo social juega un papel


predominante y el individualismo está más enraizado en el
imaginario colectivo, es necesario defender y hacer valer los
valores del bien común. Un bien común, entendido no como la
suma de los bienes privativos, sino como el factor común de
una sociedad plural. Ante esta realidad, la empresa debe jugar
un papel fundamental en la constitución de una ciudadanía
corporativa éticamente responsable. Las empresas como
organizaciones sociales y económicas deben de actuar en
defensa del bien común.

La empresa, además de sus responsabilidades legales, tiene


que actuar de manera responsable y comprometida con el
desarrollo de la sociedad donde está inserta. Por ello, la
empresa debe de tener una visión más amplia de su función.
Ampliar su función social no significa que tenga que renunciar
a su papel de generar réditos económicos para sus
administradores para sólo ser un factor de desarrollo económico
para la comunidad.

Es imprescindible que la empresa vea la RSE como algo innato

82
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

a su funcionamiento, no como una lista de tareas a realizar, ni


como una campaña de marketing, ni tan siquiera como una
estrategia de generación de beneficios económicos a corto
plazo. La empresa debe ser socialmente responsable porque es
su deber, es una manera de dirigir bien. La RSE permite darle
una visión ética a la empresa. Una visión de organización social
y éticamente comprometida en todos los aspectos de su
actividad. Desde sus objetivos a sus acciones, hacia dentro y
hacia fuera de la organización.

La RSE es una actuación voluntaria adoptada desde la libertad,


por lo que compromete a la empresa a actuar de una manera
éticamente responsable y socialmente comprometida. La RSE
debe ir más allá, debe incluir a cualquier persona que esté
afectada o beneficiada por la consecución de los objetivos y las
acciones de la empresa, desde sus propios trabajadores y
trabajadoras hasta el conjunto de la sociedad donde ejerce su
actividad. Todos son empresa, todos son socialmente
responsables. Todas estas personas configuran los
stakeholders. La empresa debe identificar y tener en cuenta a

83
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

todos sus stakeholders. Goodpaster (1991)46 propone una


nueva síntesis en la teoría de los stakeholders, donde distingue
entre las obligaciones fiduciarias frente a los propietarios y
otras no fiduciarias y restringidas frente a demás implicados.
Podemos hablar así de stakeholders internos y externos.

Los stakeholders internos lo configuran el accionariado, los


directivos y directivas, así como los trabajadores y las
trabajadoras de la misma. En este sentido observamos que este
grupo de interés tiene una doble condición, por un lado se
configura como un beneficiario y por lo tanto como un
stakeholders, y por otro lado, actúa como garante de una
correcta ejecución de los objetivos y visión de la empresa desde
un punto de vista socialmente responsable.

La empresa, como ya hemos dicho anteriormente, es una


organización social además de económica, una comunidad de
personas que colaboran en un proyecto común. Por ello, se
debe buscar sus motivaciones atendiendo a los stakeholders
internos, conseguir una ciudadanía corporativa con

46
Goodpaster, K.E (1991): “Busidess ethics and stakeholdesanalysis” Business Ethics
Quarterly

84
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

participación activa, donde cada trabajador acomode sus


aspiraciones y se sienta participe de la construcción de la acción
de la empresa.

Junto a los stakeholders internos debemos incluir a los


proveedores y agentes colaboradores estratégicos de la
empresa. Una empresa que actúa de manera socialmente
responsable no puede descuidar ninguno de los aspectos que
están relacionados con su actividad. Esta acción de compromiso
puede actuar como revulsivo y locomotora para estos grupos de
interés, es necesario implicarlos en la implantación de procesos
socialmente responsables y estos a su vez deben de realizarlo
con sus grupos de interés. De esta manera se consigue una
extensión de la RSE.

Los stakeholders externos los configuran todos aquellos grupos


de interés de la empresa, ya sean afectados directamente por
la acción de la empresa, como aquellos, que indirectamente
puedan verse afectados por la misma. Si analizamos la
actividad de las empresas transnacionales es fácil descubrir
cuáles son sus stakeholders externos: comunidades indígenas,
grupos locales, pequeñas poblaciones, entidades menores,

85
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

grupos de presión…. Pero las pequeñas y medianas empresas


no pueden renunciar a descubrir quienes configuran sus
stakeholders locales y una vez descritos, establecer procesos de
diálogos abiertos.

Identificar y trabajar con los stakeholders de la empresa, ya


sean grandes o pequeñas empresas, implica una voluntad de
diálogo constructivo, donde la escucha y la reflexión sea la nota
característica de la interacción. Escuchar no significa dar la
razón necesariamente, sino abrir procesos de diálogo y acuerdo
que beneficien a ambas partes. La empresa socialmente
responsable no puede vivir de espaldas a los intereses y
preocupaciones de sus stakeholders externos

La gestión de las aspiraciones, motivaciones e inquietudes de


los stakeholders internos y externos proporciona a la empresa
un valor añadido de compromiso con su entorno, es una acción
de responsabilidad. La empresa supera así el viejo paradigma
empresarial donde su único objetivo era la maximización de los
beneficios económicos, de esta manera la empresa crea
además un valor intangible.

De esta manera la empresa ya no es sólo entendida como una

86
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

entidad productora de bienes y servicios, sino como una


institución socioeconómica que actúa de manera ética
acrecentando su cadena de valor. Pero ya hemos dicho que la
RSE no puede ser la adopción de medidas aisladas o no
sistematizadas, en este sentido Garcia-Marzá nos habla de la
necesidad de implantación en las empresa de un “sistema
integrado de gestión ética”47 que facilite el desarrollo de
prácticas y actitudes éticas no sólo de la empresa, sino de
todos y cada uno de los actores que configuran la misma.

Hay tres elementos o herramientas imprescindibles para el


desarrollo de un “sistema integrado de gestión ética” en la
empresa: el código ético, la auditoría ética, y el comité de ética,
tres elementos que están interrelacionados en un sistema que
sistematiza la institucionalización del comportamiento moral,
social y ético que toda empresa debe cumplir.

El código ético es la expresión y compromiso de la empresa con

47
GARCÍA-MAZA, D. (2007): “Responsabilidad social de la empresa: una
aproximación desde la ética empresarial”. VERITAS, vol II, nº 17. San Rafael de
Valparaiso (Chile) 183-204

87
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

el cumplimiento con sus obligaciones éticas y sociales. Es un


compromiso que va más allá del cumplimiento de la legislación
vigente. Desde la aparición de los escándalos financieros que
han puesto de relieve las prácticas fraudulentas y nada éticas
de los directivos de las entidades financieras de medio mundo,
estas se apresuraron a aprobar códigos éticos que obligaba
sobre todo a los directivos que forman los consejos de
administración de las entidades financieras a una actuación
responsable y ética.

Para ilustrar estos códigos éticos, hemos cogido como


referencia los documentos de siete empresas del IBEX35. Hay
que señalar que en la mayoría de los casos de las empresas
cotizadas en el IBEX35 se utiliza la nomenclatura “código de
conducta” como referencia a los citados documentos éticos. No
se pretende tener una significación estadística, sino mostrar un
ejemplo de cómo actúan empresas españolas de distintos
sectores como son: telecomunicación, obras públicas,
alimentación, transporte, banca, tecnología y textil.
Encontramos aspectos comunes en todas ellas:

1. Las siete empresas analizadas utilizan la nomenclatura

88
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

“códigos de conducta” como referencia a los


documentos relacionados con la actuación ética de la
empresa

2. En todas ellas, el primer apartado hace referencia a


principios generales de actuación, se trata de
enunciados generalistas que se ciñen a un esquema
de ética de máximos.
3. Todas estas empresas establecen códigos de
conducta y tratamiento con terceros: clientes,
proveedores, empresas colaboradoras, contratistas y
accionistas principalmente
4. Otros de los temas recurrentes en todos los
documentos es la transparencia en la información y la
conducta ética referida a sobornos y aceptación de
regalos. Aquellas empresas que tienen un contacto
más directo con la administración también dedican un
apartado especial a la prevención prácticas ilegales
referidas a la relación con funcionarios públicos.
5. Existe una serie de temas socialmente aceptados por
todos que se incluyen de manera recurrente: trabajo

89
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

infantil, respeto de los derechos de los trabajadores,


igualdad de oportunidades, seguridad en el trabajo…
Estas planteamientos quedan como meras
declaraciones de intenciones, ciertamente la realidad
dista mucho ser tal como aparece en estos códigos de
conducta.
6. Otro de los temas comunes a los siete documentos
analizados es el referido al compromiso social y
medioambiental que aparece como una declaración
explícita de respeto y responsabilidad por parte de las
empresas.
7. En cuanto a la redacción que podemos observar en los
siete documentos hemos podido comprobar que
algunas cuestiones que aparecen como compromisos
éticos están más bien relacionados con la política de
calidad de la empresa que con una actuación ética. En
muchas ocasiones se pretende utilizar estos
documentos de compromisos como enumeración de
una carta de servicios o apartados de un plan de
calidad de la empresa. Con estos planteamientos da la
sensación de encontrarnos con un documento

90
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

elaborados por parte del departamento de marketing


y no, como el compromiso firme de las empresas por
el respeto y protección de los derechos humanos.

El segundo elemento del sistema integrado de gestión ética lo


constituyen las auditorias. Las auditorias éticas son
imprescindibles para evaluar el cumplimiento por parte de la
empresa de sus compromisos con el respeto de los derechos
humanos y compromisos sociales recogidos en sus “códigos de
conductas”. Una auditoría que ha de ser anual y en la que se
debe reflejar fidedignamente la realidad ética de la empresa. Es
necesario que eleve conclusiones, recomendaciones y
propuestas de mejora que ayuden a garantizar el
fortalecimiento ético de las empresas. Respecto a las auditorias
éticas de las empresas analizadas todas ellas incluyen éstas en
el informe de Responsabilidad Social Corporativa (RSE) que
realiza la empresa. En la mayoría de los casos, las empresas
cuentan con “buzones de sugerencias” o con mecanismos de
denuncia que permite a cualquier persona relacionada con la
empresa poder cursar una reclamación. Actualmente existe una
tendencia de encargar estas auditorías, principalmente nos

91
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

referimos a las auditorias de RSE, a consultoras especializadas


en procedimientos auditores. Aunque pueda parecer una
manera efectiva el tener una auditoría externa imparcial, es
necesario que en los procedimientos de auditoria se incluya la
participación de las personas relacionadas con la empresa en
todos sus aspectos. Este procedimiento ha de ser participativo y
participado. Claro está, que si los documentos de compromisos
éticos no han sido el fruto de la participación de los distintos
actores de las empresas, se hace difícil entender que la
auditoría, que puede implicar la pérdida de reputación de la
empresa por la puesta de relieve de malas prácticas, se abra a
la participación.

Por último, el tercer elemento imprescindible en el desarrollo de


un sistema integral de gestión ética, son los Comités de ética.
Estos comités son los encargados de velar por el cumplimiento
de los códigos aprobados por la empresa. Así mismo, actúan de
órgano de gestión de las reclamaciones y denuncias que
pudieran producirse. Otra de las funciones que ejercen es
actuar de consejo de asesor ético para cuestiones que no se
recojan dentro de los códigos, así como para el análisis de
decisiones que se tomen dentro de la empresa y que requieran

92
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

un análisis ético de las mismas. Estos comités es conveniente


que estén formados por personas de diversos niveles dentro de
la empresa, de tal manera que pueda dar una visión más real e
imparcial. En nuestro caso, de las siete empresas seleccionadas
del IBEX35 hemos podido comprobar que los comités están
formados entre 3 y 5 personas, todas ellas elegidas por el
Director General o Presidente de la empresa y que
fundamentalmente representan a los departamentos
relacionados con las políticas de RSE y recursos humanos. En
ningún caso podemos encontrar que en estos comités estén
presentes representantes de los trabajadores, proveedores o
incluso clientes. Otra de las cuestiones que llama la atención es
que estos comités dependen orgánica y funcionalmente del
Presidente de la empresa, o en su caso, del Director General,
circunstancia que le resta sin duda alguna imparcialidad al
trabajo que realizan.

Pero, profundicemos más sobre esta gestión de la ética


empresarial. En el año 2000 IESE Business School 48 publicó un
estudio sobre las políticas éticas en las 500 mayores empresas
48
VV.AA (2000): Políticas de ética empresarial en las 500 mayores empresa
españolas. IESE Business School. Universidad de Navarra. Barcelona

93
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

españolas. Tras las respuestas recibidas la muestra quedo


configurada por 106 empresas de diversos tamaños, desde los
750 trabajadores a empresas de más de 30.000 trabajadores y
que recogía información de 14 sectores industriales y de
servicios. En este caso, los cuestionarios fueron
cumplimentados por altos cargos de las empresas (62,3%),
pero además fue rellenado por el Director General (28,3%),
Director de Recursos Humanos (20,8%) y por el Director de
Comunicación (13,2%). Al mismo tiempo podemos comprobar
que el 83,8% de las empresas informaron que es el Director
General el responsable de las cuestiones éticas.

Sobre los documentos formales disponibles en la empresa, el


71% expresaron que contaban con ellos. En el mismo estudio
se refleja que el 62% de las 500 mayores empresas poseen
documento formal que incluye aspectos relacionados con la
ética empresarial, y un 43% de las empresas disponen de
Códigos de Conducta. Como ya hemos comentado
anteriormente la elaboración de estos Códigos y documentos
éticos no ha contado con una amplia participación, tan sólo el
3% de las empresas establecieron procesos participativos, por
el contrario, en el 46,7% de las empresas estos documentos

94
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

fueron redactados por altos directivos de las mismas.

Respecto a la motivación para la confección de estos


documentos existe unanimidad en todas ellas sobre el principal
motivo: Difundir la filosofía corporativa de la empresa (6,5/7).
Por otro lado, en la parte baja de los motivos para implementar
códigos éticos podemos encontrar: Proteger la firma de
acciones legales (3,5/7) y Proporcionar una ventaja competitiva
(4,5/7).

Por último, cabe también reseñar, según el estudio


mencionado, que las empresas que disponen de documentos
éticos están más implicas en el desarrollo de un sistema
integrado de gestión ética en la empresa que aquellas que no
disponen de documentos, en cuestión estas empresas realizan
auditorías (26,7%) y cuentan con oficina especial (14,7%)
además de disponer de procedimientos formalizados para
gestionar los problemas éticos (24%).

Aunque se trate de un estudio exploratorio del año 2000,


podemos comprobar como las empresas españolas ya estaban
apostando por una gestión ética, queda mucho por hacer,
institucionalizar la ética dentro de la gestión empresarial no es

95
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

tarea fácil, ha de suponer la sistematización de los


procedimientos, la creación de documentos e instrumentos que
permitan llevar a cabo ésta y la implicación activa de todos las
personas que configuran a la empresa y en especial de un
liderazgo empresarial ético que impulse la implantación de un
sistema integrado de gestión ética dentro de la empresa.

Hasta ahora hemos dado una versión de la RSE poniendo el


foco en la empresa, en la actuación con los stakeholders y la
gestión de la ética empresarial. Pero está es una acción de
conjunto, una acción coordinada que implica tanto a la sociedad
civil organizada, las administraciones públicas y las instituciones
supranacionales.

En este sentido existen varias iniciativas de sistematización e


implementación de la responsabilidad social en las empresas.
Se trata de recomendaciones y acciones voluntarias que han de
implementar las empresas para el cumplimiento de la
Responsabilidad Social Empresarial

Por un lado podemos encontrar la SA8000 desarrollada por la


Social Accountability International (SAI) que establece unos
mínimos de cumplimientos que han de desempeñar las

96
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

empresas que deseen certificarse como empresas socialmente


responsables. Entre otros convenios y tratados se incluyen: la
Convención de los Derechos Humanos, la Convención de las
Naciones Unidas de los Derechos del Niño, la Convención de
Naciones Unidas sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer, la Convención sobre salud y
seguridad en el trabajo…

Otra norma existente es la AA1000 desarrollada por el Intitute


for Social and Ethical Accountability, que fue concebida para
ayudar a las empresas: en la configuración de sus objetivos, la
elaboración de auditorías e informes, así como mecanismos de
retroalimentación. Se divide en cinco fases: Planificación,
Responsabilidad, Auditoria, Integración, Implicación.

Por último y quizá la más importante la ISO 26000 “Guía sobre


responsabilidad social” desarrollada por la organización
Internacional de Estandarización (ISO), ofrece agregar valor al
trabajo sobre la responsabilidad social. Esta norma contiene
guías “voluntarias” en siete materias fundamentales:

1. Gobernanza de la organización

97
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

2. Derechos Humanos

3. Prácticas laborales

4. Medio ambiente

5. Prácticas justas de operación

6. Asuntos de consumidores

7. Participación activa y desarrollo de una comunidad

La ventaja que ofrece esta normativa sobre otras existentes


radica en la participación de 83 países, 450 expertos
participantes en su confección así como 210 observadores en
todo el mundo. En definitiva, se trata de una norma
mundialmente aceptada y reconocida, tanto por las
organizaciones empresariales, las instituciones de más de 99
países, así como 42 organizaciones internacionales.

Pero la iniciativa más importante desarrollada para el fomento y


desarrollo e implantación de políticas socialmente responsables
dentro de la empresa la puso en marcha as Naciones Unidas.
La creación del Pacto Global (Global Compact) es la mayor
iniciativa de ciudadanía corporativa impulsada a nivel
internacional por el cual las empresas se comprometen a

98
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

alinear sus estrategias y operaciones en diez principios


universalmente aceptados por todos. Estos diez principios que
deben ser asumidos por las empresas están distribuidos en
cuatro áreas temáticas: derechos humanos, estándares
laborales, medio ambiente y anticorrupción. El Pacto Mundial es
el mayor ejemplo de ciudadanía corporativa del mundo.

El Pacto Mundial (Global Compact) es una iniciativa para


desarrollar políticas empresariales socialmente responsable que
permitan una ciudadanía corporativa para un desarrollo
sostenible: “una especie de compromiso mundial de las grandes
compañías en favor del cumplimiento de unas bases mínimas
de ética en los negocios, decencia en los marcos laborales y
compromisos medio ambientales” 49 . Los objetivos que
persigue el Pacto Mundial de Naciones Unidas van encaminados
a:

1. Incorporar los 10 principios en las actividades


empresariales de todo el mundo.

49
JAUREGUI ATONDO, R. (2012) “Estudio preliminar. Un camino por hacer”
Autonomía y heteronomía en la responsabilidad social de la empresa. LÓPEZ
CUMBRE, L (Coordinadora) COMARES Editorial, Pag, 4. Granada 3-12.

99
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

2. Canalizar acciones en apoyo de los objetivos más


amplios de las Naciones Unidas, incluidos los Objetivos
de Desarrollo del Milenio.

La aceptación e implementación de este conjunto de valores y


principios por parte de las empresas participantes compromete
a estas, a la transparencia tanto en la información como en el
seguimiento de la acción responsable. Esta plataforma
internacional de ciudadanía corporativa mundial permite
además, el intercambio de experiencias y la implantación de
códigos de conducta o estándares de actuación éticas y
socialmente responsables.

Los diez principios están ligados a principios básicos de


comportamiento social. Unos principios fundamentados en el
respeto de la dignidad de las personas y el bien común. Estos
principios básicos de ciudadanía han de convertirse en una guía
de trabajo, una forma de gobernar de manera correcta y
consecuente la empresa. Estos diez principios organizados en
cuatro grandes áreas son:

100
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Derechos Humanos:

Principio 1: Las Empresas deben apoyar y respetar la protección


de los derechos humanos fundamentales reconocidos
universalmente, dentro de su ámbito de influencia.

Principio 2: Las Empresas deben asegurarse de que sus


empresas no son cómplices de la vulneración de los derechos
humanos

Estándares Laborales:

Principio 3: Las empresas deben apoyar la libertad de


Asociación y el reconocimiento efectivo del derecho a la
negociación colectiva.

Principio 4: Las Empresas deben apoyar la eliminación de toda


forma de trabajo forzoso o realizado bajo coacción

Principio 5: Las Empresas deben apoyar la erradicación del


trabajo infantil.

Principio 6: Las Empresas deben apoyar la abolición de las


prácticas de discriminación en el empleo y ocupación.

Medio Ambiente:

101
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Principio 7: Las Empresas deberán mantener un enfoque


preventivo que favorezca el medio ambiente.

Principio 8: Las empresas deben fomentar las iniciativas que


promuevan una mayor responsabilidad ambiental.

Principio 9: Las Empresas deben favorecer el desarrollo y la


difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente

Anticorrupción:

Principio 10: Las Empresas deben trabajar en contra de la


corrupción en todas sus formas, incluidas la extorsión y el
soborno.

Como podemos comprobar, los principios establecidos en el


Pacto Mundial de Naciones Unidas configuran un corpus de
responsabilidad ética que cualquier empresa debería cumplir.
Las empresas firmantes del Pacto Mundial de Naciones Unidas
además de sellar su compromiso con el cumplimiento de los 10
principios, se comprometen a la elaboración de informes de
progreso anuales (COP) donde reporten las acciones realizadas
e implementadas en pro de la implantación de los 10 principios.

102
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

El fin de la Comunicación de Progreso (COP) es ir dando cuenta


del cumplimiento de los objetivos, es en definitiva un
compromiso de transparencia y buen hacer. La Comunicación
de Progreso sirve además de vehículo para dar información a
los grupos de interés de la empresa sobre sus esfuerzos en
implementar los principios del Pacto. A su vez, estas
comunicaciones son una herramienta eficaz para promover el
diálogo entre los accionistas y los stakeholders de la empresa.

Desde su creación hace 10 años, en España la Red Española del


Pacto Mundial de Naciones Unidas incorpora a 2.522 entidades
según los datos de la propia institución. El perfil de las
empresas adheridas al Pacto Mundial en la red española pude
resumirse de la siguiente manera: el 12% corresponde a
grandes empresas, el 75% son pequeñas y medianas empresas
y un 13% está constituido por entidades del tercer sector,
sindicatos e instituciones educativas entre otras. Un buen
ejemplo que demuestra que la implantación de políticas de RSE
no es exclusivo de las grandes empresas.

Por último, dentro de las instituciones internacionales que


impulsan la implantación de políticas socialmente responsables

103
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

en la empresa, hay que destacar el papel del Global Reporting


Initiative (GRI) que tiene como fin impulsar la elaboración de
memorias de sostenibilidad en todo tipo de organizaciones.

GRI es una organización sin ánimo de lucro que fue fundada


por CERES y el Programa de Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA) en el año 1997. Su misión estaba
encaminada a impulsar “una economía sostenible donde las
organizaciones gestionen responsablemente su desempeño e
impactos económicos, ambientales y sociales, y elaboren
memorias de una forma transparente”. Para hacer real esta
misión el GRI impulsa la implantación como práctica habitual
de memorias de sostenibilidad.

Estas memorias de sostenibilidad “exponen la información


acerca del desempeño económico, ambiental, social y de
gobierno de la organización”. Gracias a la elaboración de estas
memorias de sostenibilidad las empresas mejoran su reputación
así como le ayudan a comprender los riesgos y oportunidades
que derivan de su actividad empresarial. Las memorias de
sostenibilidad son herramientas claves para comunicar los
impactos de sostenibilidad positivos de la empresa y además,

104
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

una herramienta de análisis para corregir los negativos. Un


ejercicio imprescindible de transparencia.

Las empresas españolas son un buen ejemplo en lo


concerniente a la aplicación de estándares de transparencia y
reporte de actividad. Según los datos del Ministerio de Empleo,
la evolución de la participación de empresas españolas tanto en
el Pacto Mundial como en el GRI es espectacular. En 2002 tan
sólo 7 empresas hicieron uso del paradigma de rendición de
cuentas que marca el Global Reporting Iniciative, en el año
2011 fueron ya 186 empresas. En lo concerniente al número de
compañías firmantes del Pacto Mundial, hemos pasado de 62
empresas en el año 2002 a 1.381 empresas en el año 2013. Un
compromiso decidido del empresariado español por la
implantación de políticas empresariales socialmente
responsable, la transparencia y rendición de cuentas.

Pero este avance se ha visto impulsado en gran medida gracias


al empuje que ha venido ejerciendo la Administración General
del Estado y las instituciones políticas. La primera iniciativa
tomada a este respecto fue adoptada por el Pleno del Congreso
de los Diputados el 27 de Diciembre de 2002 que acordó la

105
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

creación de una Comisión Técnica de Expertos para la


elaboración de un informe de responsabilidad social de la
empresa. A esta Comisión Técnica hay que unirle el trabajo
realizado por la subcomisión parlamentaria para el estudio de la
responsabilidad social empresarial en España dirigida por el
diputado socialista Ramón Jáuregui que permitió la recopilación
de las iniciativas y tendencias emprendidas por las empresas y
la puesta en común de las mejores propuestas. Estas dos
iniciativas supusieron el embrión que permitió la creación del
“Foro de expertos sobre RSE” impulsado por el Ministerio de
Asuntos sociales y la “Mesa de Diálogo Social” formada por el
Gobierno, Organizaciones empresariales y Sindicatos.

Gracias a este trabajo realizado para poner en marcha la RSE


en España, el Ministerio de Asuntos sociales aprueba REAL
DECRETO 22/2008, de 15 de febrero, por el que se crea y
regula el Consejo Estatal de responsabilidad Social de las
Empresas (CERSE) como órgano asesor y consultivo pionero no
sólo en España, sino en Europa.

Otro factor fundamental para el fomento e implantación de


políticas de RSE en las empresas ha venido a través de la

106
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

legislación aprobada durante los últimos años, es especial hay


que ddestacar dos leyes:

1. Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad


efectiva de mujeres y hombres, que recogía la
implantación voluntaria de acciones de responsabilidad
social de las empresas en materia de igualdad de
oportunidades entre hombres y mujeres.

2. Ley 2/2001, de 4 de Marzo, de Economía Sostenible que


incluye cuatro referencias de impulso de la
responsabilidad social empresarial:

a. Artículo 27: sobre principios del buen gobierno


corporativo

b. Artículo 25: sobre sostenibilidad en la gestión de


las empresas públicas

c. Artículo 39: sobre la promoción de la


responsabilidad social de las empresas.

d. Disposición trigésima: donde se establece las


condiciones para la difusión de información
referida a las inversiones de los fondos de

107
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

pensiones, en lo concerniente a los criterios


sociales, medioambientales y de buen gobierno.

Tras tres años de parálisis legislativa en materia de RSE


recientemente el Gobierno ha presentado “La Estrategia
Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-
2020” que tiene como objetivo apoyar “el desarrollo de
prácticas responsables de las organizaciones públicas y privadas
con el fin de que se constituyan como un motor significativo de
la competitividad del país y de su transformación hacia la
sociedad y una economía más productiva, sostenible e
integradora”. Para ello la Estrategia Española establece como
principios:

1. La apuesta por excelencia empresarial como elemento de


mejora de la competitividad de las empresas.

2. La mejora de la eficacia de las organizaciones en la


promoción de la igualdad de oportunidades que facilite y
mejore la cohesión social.

3. La creación de valor compartido a través de colaboración


efectiva con los grupos de interés que genere impactos
positivos.

108
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

4. La sostenibilidad tanto medioambiental como social que


favorezca un desarrollo sostenido en el tiempo para las
sociedades en las que se integra.

5. La transparencia como factor de ejemplaridad que


aumente la credibilidad y confianza en las empresas.

6. La voluntariedad por parte de las empresas para la


adopción de las medidas de responsabilidad social que
estimen oportunas. Esta voluntariedad debe ser la base
del cumplimiento de las expectativas que generen las
empresas.

El impulso de la Estrategia Española de Responsabilidad Social


de la Empresa es fundamental para crear un marco de
referencia común que permita impulsar y promover la RSE en
España. De esta manera se logra establecer la RSE como un
atributo de competitividad, de sostenibilidad y de cohesión
social.

Ciertamente, las administraciones públicas están haciendo


grandes avances en la promoción y difusión de la RSE, además
de concienciar a las empresas para que desarrollen políticas
empresariales socialmente responsable dentro de sus

109
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

organizaciones. Como vemos son muchas las posibles


estrategias a desarrollar, lo que si es cierto es que la
implantación de la RSE es tan imparable como necesaria.

Por otro lado, es exigible a las instituciones públicas que


aumente la protección de los derechos de los ciudadanos por
encima de los intereses particulares de las empresas. En este
sentido, el impulso de los Principios Rectores sobre las
empresas y los derechos humanos: puesta en marcha del
marco de Naciones Unidas para “proteger, respetar y remediar”
es un buen ejemplo de la implicación de las instituciones
públicas de ir más allá.

Pero hay que destacar también el impulso de la iniciativa


privada en pro de la promoción de la RSE. Iniciativas como la
Asociación Española de Directivos de RS (DIRSE) nacida en
2013 constituye la primera agrupación profesional y personal de
la RSE en España. Una iniciativa que pretende dignificar la
función directica de los responsables de RSE. Sus objetivos
fundacionales recogidos en sus estatutos son:

 La Asociación tiene como fines el apoyo a, y la


promoción, la formación permanente y el reconocimiento

110
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

singular y profesional de, la función específica que


desarrollan los directivos y ejecutivos de responsabilidad
social en sociedades, instituciones, asociaciones,
fundaciones y en cualquier otro tipo de organización ya
sea pública o privada.

 A estos efectos, la Asociación entiende la responsabilidad


social (siguiendo las directrices de la Unión Europea)
como la responsabilidad de las empresas, instituciones u
organizaciones por sus impactos en la sociedad y
trabajará en los ámbitos económico y social, de
gobernanza y transparencia, medioambiental y de los
derechos humanos y laborales y en la gestión ética y
prácticas justas de operación

Como hemos podido ver en los distintos documentos, desde el


Libro Verde la Unión Europa o la Estrategia Española de
Responsabilidad Social de la Empresa entre otros, existe un
consenso en delimitar las acciones de RSE al ámbito de la
“voluntariedad”, es decir, en la libre decisión de las empresas
para adoptar medidas que vayan más allá del obligado
cumplimiento de la legislación vigente. No podemos obviar que

111
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

la sociedad civil y las instituciones internacionales son cada día


más severa con las empresas, de tal manera que exigen que
las empresas vayan más allá de esta voluntariedad.

Existen multitud de teorías a favor y en contra de la


obligatoriedad o voluntariedad de la adopción de estas medidas
por parte de las empresas. Si nos basamos en una visión ética,
la responsabilidad social empresarial debería ser voluntaria ya
que nacería de la propia voluntad de la empresa de hacer el
bien no sólo en su propio beneficio, sino además en beneficio
de toda la comunidad. Pero este planteamiento “idílico” choca
con aquellos que no entienden que las empresas tienen unas
responsabilidades que van más allá del cumplimiento efectivo
de la legalidad vigente.

No entraremos ahora en dilucidar si efectivamente la RSE debe


ser de obligado cumplimiento o por el contrario debe ser
voluntaria y nacer de la actuación ética de las empresas, pero sí
que es cierto que las empresas han de avanzar en esta mayor
asunción de responsabilidades.

112
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

El modelo Dahrendorf50 establece tres niveles normativos de


jerarquía donde cada nivel lleva aparejado unas obligaciones
morales a cumplir, estos tres niveles son: debe, debería, puede.
Veamos en detalle estos tres niveles:

1. Nivel “debe”: En este nivel se incluirían las obligaciones


legales no negociables, es decir, el cumplimiento de la
legislación vigente en cada uno de sus niveles
territoriales. Pero también en este nivel se incluye el
cumplimiento de las obligaciones empresariales con
accionistas y empleados, rendimiento de las inversiones
realizadas y correcta actuación con los trabajadores y
trabajadoras de la empresa.

2. Nivel “debería”: Aquí se incluyen las actuaciones de


responsabilidad empresarial, aquellas actuaciones
emprendidas por la empresa que van más allá del
cumplimiento de las obligaciones legales. Es decir, la
implantación de sistema integrales de gestión ética, la
relación con los stakeholders, la implicación en las

50
LEISINGER, K.M. (2010): “Hacia una nueva ética económica global: Consecuencias
para la actividad empresarial” en Hacia una nueva economía global. JIMENEZ
ARAYA T. (Editor) Barcelona. HUYGENS EDITORIAL.

113
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

comunidades locales, los procesos de rendición de


cuentas y transparencia…

3. Nivel “puede”: Superada la implantación de políticas


empresariales de responsabilidad social, las empresas
ejercen un liderazgo ético, ya no sólo contribuyen a la
mejora de la sociedad en la que están inmersas, sino
que van más allá interpretando activamente su papel
como ciudadanía corporativa. En este sentido, las
empresas que llegan a este nivel de “pueden”
contribuyen no sólo de manera filantrópica, sino que se
constituyen como una ciudadanía corporativa
protagonista de la realidad socio-económica del territorio
donde están inmersos. Son parte activa de la sociedad.
Una visión ética de la actuación empresarial.

Sin duda alguna, el tercer nivel que estable Dahrendorf en su


modelo de jerarquía de la responsabilidad empresarial es al que
han de aspirar las empresas humanizadas y éticas.

La empresa ha de superar el viejo paradigma empresarial y


contribuir con su actuación a la configuración de una economía
más humanizada. Las empresas como entidades sociales han

114
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

de favorecer la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y


ciudadanas, son parte de la sociedad, son ciudadanía
corporativa. Sin el trabajo coordinado entre las dos esferas:
público y privada, es difícil que se puedan proteger y acrecentar
el bien común dando sentido verdadero al fin de la economía.

La sociedad no pude impregnarse de los peores valores


desarrollados por una economía deshumanizadora y un sistema
empresarial egoísta y cortoplacista. Sólo con la defensa del bien
común podremos construir una sociedad más justa e igualitaria
donde el respeto a la dignidad de las personas y la defensa del
bien común ha de ser la piedra angular de todas las acciones
tanto públicas como privadas, una modelo empresarial ético
para una sociedad ética.

Las empresas como ciudadanía corporativa contribuyen a la


creación de valor, no sólo al mantenimiento del bien común,
sino a la creación de riqueza y mejora de las condiciones de
vida de todos y todas. Las empresas socialmente responsables
han de tener una apertura y sensibilidad hacia el entorno, han
de ser parte de la comunidad.

La implantación de modelos empresariales socialmente

115
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

responsables bajo liderazgos éticos ha de ser entendida como


un elemento dinamizador de la eficiencia empresarial. Frente a
la empresa tradicional centrada en el corto plazo, la empresa
socialmente responsable con liderazgo ético es: abierta,
inclusiva y sostenible en el tiempo.

Pero los buenos propósitos y las buenas intenciones han de


materializarse en proyectos claros que reflejen la voluntad de la
empresa en tener una actuación socialmente responsable.
Como ya comentamos en lo referido a la ética empresarial
donde planteamos la necesidad de que las empresas adopten
un sistema integral de gestión ética de la empresa, la empresa
ha de sistematizar su compromiso social.

La RSE es algo más que una sistematización de las actuaciones


socialmente responsable de las empresas, es la manera
correcta de dirigir una empresa, “lo correcto es que los
ciudadanos corporativos demuestren tener un comportamiento
adecuado y justo en términos de normas responsables en

116
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

materia social y medioambiental”51. Pero esta actuación debe


impregnar a toda la organización, desde arriba hacia abajo,
desde dentro hacia fuera y viceversa.

Aunque ciertamente existen costes de oportunidad asociados a


la responsabilidad social de la empresa y está puede ser vista
solamente como una ventaja competitiva, no podemos
entender que esta RSE sea tomada como una estrategia
meramente económica. La justificación empresarial no puede
ser medida a corto plazo, si fuera así, correríamos el riesgo de
que las empresas implantaran modelos de RSE con vista a
obtener un rendimiento a corto plazo, o bien económico, o bien
de reputación empresarial, pero nos estaríamos alejando del
objetivo real de la RSE.

Hay que ampliar el planteamiento social que la empresa debe


devolver a la sociedad parte de lo que la sociedad le da, la RSE
va más allá. La RSE es dignidad, respeto, diálogo, ciudadanía,
escucha activa, preocupación, acción coordinada,

51
LEISINGER, K.M. (2010): “Hacia una nueva ética económica global: Consecuencias
para la actividad empresarial” en Hacia una nueva economía global. JIMENEZ
ARAYA T. (Editor) Pag, 49. Barcelona. HUYGENS EDITORIAL. 33-57

117
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

responsabilidad, transparencia. Las empresas tienen unas


responsabilidades de obligado cumplimiento, pero además,
tienen unas obligaciones éticas irrenunciables. “La
responsabilidad puede ser ese instrumento transformador, una
herramienta preciosa para hacer que las empresas colaboren en
un proyecto de sociedad con valores, con dignidad humana,
con justica, con libertad”52.

La sociedad exige cambios radicales. Los ciudadanos y


ciudadanas exigen a las empresas cada día más, no sólo que
cumplan con sus obligaciones legales, sino que vayan más allá
y tengan una actuación ética de responsabilidad con la
sociedad. Es necesario un cambio de conciencia, “el problema
es que somos demasiados en el mundo para pensar que sea
posible un cambio de conciencia generalizado”53.

52
JAUREGUI ATONDO, R. (2007) “Estudio preliminar. Un camino por hacer”
Autonomía y heteronomía en la responsabilidad social de la empresa. LÓPEZ
CUMBRE, L (Coordinadora) COMARES Editorial. Granada 3-12.
53
NARANJO C. (2013): “Por una economía humanista”. MEDITERRANEO
ECONÓMICO, 23. Almería, 93-122

118
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Capítulo cuatro:

La formación de líderes éticos como elemento fundamental para


el cambio.

No podemos persistir en la reproducción de los modelos


educativos que sustentan el viejo paradigma de la empresa
tradicional. La sociedad se encuentra en un permanente
cambio, y la educación ha de convertirse en el motor del
cambio de esa conciencia. Es indudable que la educación
desempeña un valor crucial en la mejora permanente tanto de
los trabajadores como de la sociedad en general. Una sociedad
inteligente es aquella que tiene la educación como un elemento
fundamental de su avance social y cultural.

119
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

La formación de la persona es un camino que se inicia en los


primeros años de nuestra vida con la educación obligatoria y se
extiende hasta el final de nuestra vida. La educación nos
capacita para ser libres, para desarrollar nuestro proyecto de
vida y sobre todo, para transitar durante toda nuestra vida con
las máximas garantías de realización. Una educación que nos
capacita para el ejercicio de una profesión, pero también para
vivir en libertad dentro de una comunidad de iguales.

En este sentido la Universidad ha de cumplir su cometido más


importante: servir a la sociedad. Son muchos los autores que
han puesto de relieve, a lo largo de la historia, la íntima
relación que existe entre universidad y sociedad. El papel de la
Universidad como formador de los trabajadores y trabajadoras
permite a la sociedad contar con el talento necesario para
avanzar. Una formación encaminada a la adquisición de
conocimientos, habilidades y valores, pero también, una
formación integral de la persona.

Las Universidades son el motor de avance de la sociedad. En el


Preámbulo de la Ley Orgánica de Universidades de 12 de Abril
se establece esa visión integral de la formación universitaria:
“Se debe tener en cuenta que la formación en cualquier

120
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

actividad profesional debe contribuir al conocimiento y


desarrollo de los Derechos Humanos, los principios
democráticos de igualdad entre mujeres y hombres, de
solidaridad, de protección medio ambiental, de accesibilidad
universal y diseño para todos, y de fomento de la cultura de la
paz”. Como vemos, la formación universitaria debe estar no
sólo centrada en la capacitación profesional, sino además en
una educación ética y moral de la persona.

Las Universidades son permeables a las demandas de la


sociedad. Los empresarios exigen que los conocimientos y
habilidades que adquieran los estudiantes les confieran una
formación teórica y técnica adaptada a las necesidades de las
demandas de sus modelos empresariales. Por su lado, la
sociedad demanda a las Universidades que formen a los
estudiantes para ser ciudadanos, exigen que su formación no
sea la de grandes profesionales excelentemente capacitados,
sino que además estos tengan valores sociales y éticos. “En el
actual contexto sociocultural, la universidad es un óptimo
espacio de aprendizaje, no sólo de carácter profesional y
cultural en su sentido más amplio, sino de carácter humano, y

121
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

por ende, ético y moral”54.

Para este nuevo tiempo económico “necesitamos movilizar la


inteligencia, pero una inteligencia que integre lo intelectual, lo
inconsciente y lo afectivo-emocional” 55. Por ello, es necesario
que realicemos un cambio en la formación universitaria, no sólo
de los trabajadores y trabajadoras, sino de los líderes
empresariales que han de estar al frente de nuevos proyectos
emprendedores.

La formación de los nuevos gestores empresariales no puede


limitarse a una capacitación económico-financiera. Hoy la
sociedad demanda “líderes empresariales” que no sólo tengan
una capacitación empresarial, sino además una formación
social, humana y ética para una actuación socialmente
responsable. La formación de los nuevos líderes empresariales

54
MARTÍNEZ MARTÍN, M.(2006): “Formación para la ciudadanía y educación
superior”. Revista Iberoamericana de Educación, nº 42.

55
AGUILER KLINK, F. (2013): “Sobre la deshumanización de la economía y de los
economistas”. MEDITERRANEO ECONÓMICO, 23. Almería, 15-28

122
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

debe estar acorde con las demandas de la sociedad actual.

Es imprescindible incluir en los planes de estudios de los


futuros profesionales, conocimientos, habilidades y valores que
le permitan reflexionar sobre las metas de su profesión, c la
forma de alcanzarlas de manera justa y que problemas éticos
puede encontrase en el ejercicio cotidiano de su actuación
profesional. De esta manera, el profesional formado en la
universidad adquiere unos conocimientos esenciales para el
ejercicio de su actividad, pero además interioriza los valores
éticos que han de guiar su acción no cómo un simple técnico,
sino como una ciudadano ético.

Si volvemos a nuestra premisa inicial, donde hemos puesto de


relieve la necesidad de un cambio del paradigma empresarial
para lograr la humanización de la economía, vemos como es
necesario comenzar este cambio por la adaptación de los
planes de estudios de las universidades tendiendo a una
formación más integral de la persona.

Llegados a este punto, ha quedado claro que la formación de


los nuevos empresarios no puede despreciar una educación en
valores que le permita afrontar los retos sociales con justicia.

123
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Pero para la implementación de un nuevo modelo de formación


empresarial, no podemos seguir manteniendo que la formación
de los contenidos esté viciada por los viejos principios de la
empresa tradicional, la formación teórica no pude reproducir y
transmitir a los estudiantes los viejos conceptos de empresa y
de una economía deshumanizada. Por otro lado, es también
necesario que el estudiante pueda adquirir nuevas habilidades
más cercanas a una visión ética de la gestión empresarial, unas
habilidades que le permitan el desarrollo de una actuación
socialmente responsable en su gestión como líder empresarial.

Martínez Martín56 establece que las dimensiones de la función


ética de las universidades son tres: una formación deontológica
relativa al ejercicio de la profesión, una formación ciudadana y
cívica de los universitarios, y además, una formación humana y
social que contribuya a la excelencia ética y moral. La formación

56
MARTÍNEZ MARTÍN, M.(2006): “Formación para la ciudadanía y educación
superior”. Revista Iberoamericana de Educación, nº 42. 85-102

124
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

universitaria no puede ser entendida sin la contribución de


estas tres dimensiones. Una formación integral de la persona.

En este sentido, en el año 2007, un grupo de trabajo de


sesenta decanos, rectores de universidades, representantes de
escuelas de negocios más prestigiosas del mundo desarrollaron
una plataforma mundial que establecería los Principles for
Responsible Management Education (PRME). Estos principios
están inspirados en los valores internacionalmente aceptados y
recogidos en el Pacto Mundial de Naciones Unidas.

La iniciativa PRME sirve como marco de referencia para el


cambio gradual de las universidades y escuelas de negocio a
una formación de un liderazgo empresarial socialmente
responsable. La base de esta plataforma se sustentaba en tres
acciones: la mejora permanente, establecer una red de
aprendizaje y la publicación de informes de progreso por parte
de las entidades adheridas al mismo.

El PRM siguiendo el esquema del Pacto Mundial de Naciones


Unidas estable seis principios con el fin de facilitar una mejora
permanente en la formación de los nuevos líderes
empresariales con criterios éticos.

125
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Los seis principios que sustentan la plataforma PRME están


basados en:

Principio 1: Propósito

Desarrollaremos las capacidades de los estudiantes para que


sean futuros generadores de valor sostenible para los negocios
y la sociedad en su conjunto, y para trabajar por una economía
global incluyente y sostenible.

Principio 2: Valores

Incorporaremos a nuestras actividades académicas y programas


de estudio los valores de la responsabilidad social global, tal y
como han sido descritos en iniciativas internacionales como el
Global compact de Naciones Unidas

Principio 3: Método

Crearemos marcos educativos, materiales, procesos y entornos


pedagógicos que hagan posible experiencias efectivas de
aprendizaje para un liderazgo responsable.

Principio 4: Investigación

126
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Nos comprometemos con una investigación conceptual y


empírica que permita mejorar nuestra comprensión acerca del
papel, la dinámica y el impacto de las corporaciones en la
creación de valor sostenible y social

Principio 5: Partenariado

Interactuaremos con los gestores de las corporaciones


empresariales para ampliar nuestro conocimiento en sus
desafíos a la hora de cumplir con sus responsabilidades sociales
y ambientales y para explorar conjuntamente los modos
efectivos de enfrentar tales desafíos.

Principio 6: Diálogo

Facilitaremos y apoyaremos el diálogo y el debate entre


educadores, empresas, el gobierno, consumidores, medios de
comunicación, organizaciones de la sociedad civil y los demás
grupo interesados, en temas críticos relacionados con la
responsabilidad social global y sostenibilidad.

Las instituciones académicas, como formadoras de los nuevos


líderes empresariales, se comprometen voluntariamente a
asumir estos seis principios, de tal manera que con su práctica

127
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

e implementación sirvan como ejemplo de los valores y


actitudes que deben transmitirse a los estudiantes. A su vez, las
instituciones se comprometen a reportar los avances en la
implantación de estos principios y a participar activamente en
la difusión de las buenas prácticas que enriquezcan las acciones
de otras entidades permitiendo así una mejora permanente.

Desde la aprobación de los seis principios del PRME en 2007,


son más de 500 escuelas de negocios y universidades de 80
países las que ya los han signado. En España, según los datos
del PRME, hasta 2014 han sido 23 instituciones académicas las
que se han adherido a la plataforma PRME. En este listado de
instituciones españolas aparecen 4 universidades (Pompeu
Fabra, Polítecnica de Madrid, Deusto, Nebrija), 18 Escuelas de
negocios y la Escuela de Organización Industrial dependiente
del Ministerio de Industria, Turismo y Consumo.

Los Principles for Responsible Management Education (PRME)


suponen un buen ejemplo de como las instituciones educativas
se comprometen e involucran en el desarrollo de una formación
socialmente responsable. Es una apuesta por la mejora
permanente y la formación integral de los líderes empresariales.

128
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Volviendo al inicio de nuestro planteamiento, si queremos


apostar por un nuevo liderazgo empresarial como elemento
fundamental para la humanización de la economía es necesario
proyectar un nuevo modelo de formación ética en las
universidades.

Este planteamiento nos lleva a analizar la situación actual de la


formación de ética en las universidades. Aunque el perfil de los
nuevos empresarios es muy variado, hemos elegido para
conocer el grado de implementación de las asignaturas
relacionadas con la ética y la RSE en el Grado de
Administración y Dirección de Empresas (ADE). Sin lugar a
dudas, los estudiantes de ADE tienen una relación fundamental
con la empresa y por lo tanto están llamados a dirigir en un
futuro los designios del mundo empresarial.

El objetivo de esta investigación se centra en: “Conocer el


grado de implantación de las asignaturas de ética y RSE en la
titulación de Grado en Administración y Dirección de Empresas”.
Una vez conocido el grado de implementación estaremos en
disposición de plantear propuestas de mejoras encaminadas a
que los nuevos gestores empresariales tengan un aprendizaje
ético.

129
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Es necesario dar respuesta a las nuevas demandas de la


ciudadanía que exige a las empresas que cambien sus prácticas
empresariales deshumanizadas por acciones éticas socialmente
responsables. Por ello es necesario apostar por planes de
estudios que favorezcan la capacitación de los nuevos titulados
universitarios para una actuación ética.

Hemos realizado una investigación descriptiva de todas las


Universidades, tanto públicas como privadas en la que se
imparten la titulación de Administración y Dirección de Empresa
(ADE), con el fin de determinar qué grado de importancia
otorgan a las asignaturas relacionadas con la ética y la
responsabilidad empresarial.

El proyecto de investigación se ha realizado en varias fases con


el fin de obtener unos resultados integrales que nos den una
visión de la situación en la que se encuentra actualmente la
formación en ética y RSE, esto nos permitará avanzar en el
planteamiento de propuestas de mejora encaminadas a una
formación más ética de los estudiantes de ADE.

130
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Fase Objetivo Metodología

Fase I Conocer los estudios realizados Análisis y estudio de los artículos y


con anterioridad publicaciones realizadas semejantes
al tema tratado

Fase II Conocer el número de Estudio a través de la base de datos


universidades que tienen del Ministerio de Educación.
implantadas dentro de sus
planes de estudios dentro del
grado de ADE asignaturas
Revisión de los Planes de Estudios
relacionadas con ética y RSE
de aquellas Universidades que
tienen implantadas asignaturas
relacionadas con el estudio

Fase III Conocer el nivel de Análisis descriptivo cuantitativo


implementación de las según los descriptores seleccionados
enseñanzas de ética y RSE en el
Grado de ADE

Fase IV Analizar los contenidos de todas Análisis descriptivo cualitativo de las


las materias de los planes de asignaturas seleccionadas
estudios relacionadas con la ética
y la RSE en el Grado de ADE

Fase V Realizar propuestas de mejora Contrastar los resultados obtenidos


con los Principles for Responsible
Management Education

Proponer puntos de mejora

Fase VI Realizar Conclusiones Descripción de las principales


conclusiones

131
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Los elementos estudiados van desde: la implantación o no de


esta asignatura en el Grado de ADE, el número de créditos, el
carácter de obligatoriedad de las asignaturas o como materia
optativa, el curso en el que se imparte, así como aspectos
relacionados con la metodología de impartición y evaluación de
la misma.

La información con la que hemos trabajado ha sido


seleccionada desde las mismas páginas web que disponen las
propias universidades y donde publican sus planes de estudios,
así como las guías didácticas de cada una de las asignaturas.
Se trata de un análisis descriptivo de cada una de las
asignaturas.
Los descriptores que hemos establecido para el estudio
descriptivo cuantitativo de la investigación en su Fase III han
sido el siguiente:
1. Tipo de Universidad que imparte el Grado de ADE:
a. Pública: En este apartado no hacemos distinción
entre universidades presenciales o no presenciales
b. Privadas: Consideramos con el mismo tratamiento
las de corte confesional, laicas y empresariales

132
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

2. Asignaturas relacionadas con el tema de estudio: Se han


seleccionado aquellas asignaturas que tienen que ver
con varios aspectos, para tener una visión lo más amplia
posible, en este sentido se han seleccionado asignaturas
nombradas como:
a. Ética: en cualquiera de sus acepciones
(empresarial, general, personal…)
b. RSE: Incluyendo cualquiera de sus aspectos
(Responsabilidad Social, Responsabilidad Social
Corporativa, Sostenibilidad…)
c. Deontología profesional, como concepto de una
ética en el ejercicio de la profesión

3. Carácter de la asignatura
a. Obligatoria: Tal como viene determinada por el
plan de estudios de la universidades
b. Optativa: Entendida como asignatura de libre
configuración y optativas dentro del plan de
estudio

133
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

4. Distribución por cursos: Es importante este prescriptor


para conocer la importancia otorgada por cada una de
las universidades
5. Número de créditos: Con ello queremos conocer la carga
lectiva que se le otorga a cada asignatura relacionada
con el tema del estudio

Para la realización de la Fase IV de la investigación hemos


realizado un análisis descriptivo desde un punto de vista
cualitativo. En esta fase de la investigación nos interesaba
conocer aspectos relacionados con el contenido de cada una de
las asignaturas, la metodología de aprendizaje y la evaluación
de las mismas. Nos parece importante conocer además del
valor en términos de carga docente o el carácter de las
asignaturas, que método de aprendizaje se ha diseñado para
las asignaturas relacionadas con la ética y la RSE dentro del
Grado de ADE.

Entendemos que el aprendizaje de la ética no puede reducirse a


la acumulación de conceptos, sino que ha de tener en cuenta
aspectos relacionados con los valores y las aptitudes. Conocer
si la metodología de aprendizaje es teórica, práctica o mixta, así

134
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

como los métodos de evaluación es fundamental para conocer


el grado de desarrollo del aprendizaje de la ética y la RSE en el
grado de ADE.

135
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Capítulo cinco:

La formación de ética y RSE en el Grado de ADE: Lejos de un


buen modelo de formación empresarial ética.

Para el curso 2014-2015 son 71 las Universidades las que


impartirán la titulación de Administración y Dirección de
Empresas, en concreto se trata de 47 universidades públicas
que representan el 66,1% del total, mientras que las
universidades privadas representan el 33.9% con 24
universidades tal como podemos apreciar en el Gráfico 1.

136
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Gráfico 1: Universidades que imparten Grado de ADE


Elaboración propia

De las 71 universidades españolas que para este curso tiene


implantada la titulación de ADE, tan sólo 24, es decir el 32 %
imparten asignaturas relacionadas con la ética o la RSE.
(Gráfico 2)

Gráfico 2: Universidades con ADE que imparten asignaturas de RSE/Ética


Elaboración propia

137
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

De las 24 universidades que imparten asignaturas relacionadas


con el estudio, 9 son públicas que representan el 37,5 % y 15
privadas, es decir el 62,5 %.

Universidades Privadas Universidades Públicas


Alfonso X el Sabio Barcelona
Camilo José Cela Burgos
Católica de Ávila Complutense
Católica de Murcia Córdoba
Católica de Valencia Illes Balears
Católica de Valencia San Vicente
León
Mártir
CEU San Pablo Pablo de Olavide
Francisco de Vitoria Rey Juan Carlos
Instituto Empresa Valladolid
Internacional de Catalunya
Loyola Andalucía
Navarra
Pontificia de Comillas
San Jorge
Universidad a distancia de Madrid
Cuadro 1: Universidad que imparten asignaturas de RSE/Ética
Elaboración Propia

138
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Entre las 24 Universidades que imparten asignaturas


relacionadas con la RSE y la ética encontramos diferencias en el
número de asignaturas impartidas. En este sentido, el 62,5%
de las universidades imparten una sola asignatura, el 29,2%
imparten dos asignaturas y el 8,3% imparten hasta tres
asignaturas, tal como refleja el Gráfico 3. Respecto a la
diferencia entre la universidad pública y la privada, podemos
observar en el Gráfico 4 que en cuanto a las universidades que
imparten una sola asignatura la diferencia es poca en favor de
la pública, 8 frente a 7, pero que en la universidades que
imparten dos asignaturas esta diferencia es mayor en beneficio
de la privada, 6 a 1. En cuanto a las universidades que impartes
3 asignaturas sólo hay dos universidades y son privadas.

Gráfico 3 : Universidades por número de Gráfico 4 : Universidades por número de


asignatura RSE/Ética asignaturas publicas/privadas
Elaboración propia Elaboración propia

139
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Una Asignatura Dos Asignaturas Tres Asignaturas


Universidades privadas
Alfonso X el Sabio Católica de Murcia Francisco de Victoria
Camilo José Cela Instituto Empresa Navarra
Católica de Ávila Internacional de Catalunya
Católica de Valencia Loyola Andalucia
Católica de Valencia Pontificia de Comillas
CEU SAN PABLO San Jorge
Universidad a distancia
de Madrid
Universidades Públicas
Burgos Córdoba
Barcelona
Complutense
Illes Balears
León
Pablo de Olavide
Rey Juan Carlos
Valladolid
Cuadro 2: Universidades por número de asignaturas de RSE/Ética que imparten
Elaboración propia

De las 35 asignaturas impartidas en las distintas universidades,


el 71,4 % corresponde a universidades privadas con un total de
25 asignaturas y el 27,6% se imparte en universidades
públicas, es decir 10 asignaturas.

140
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Del total de las asignaturas impartidas, el 53% corresponde a


asignaturas de carácter obligatorio y el 47% son de carácter
optativo, la diferencia entre ambas es sólo de una asignatura.
En cuanto al reparto entre Universidades públicas y privadas,
tal como se refleja en el Gráfico 6, la diferencia es muy
sustancial, ya que entre las asignaturas de carácter obligatorio
encontramos que tan sólo 2 corresponden a universidades
públicas, en concreto León y Rey Juan Carlos I, y las 16
restantes se imparten en universidades privadas.

Gráfico 6 : Asignatura RSE/Ética optativa y obligatorias por tipo de


Universidad
Elaboración propia

141
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Sin embargo existe un mayor equilibrio entre universidades


públicas y privadas en aquellas asignaturas de carácter
optativo, 8 en universidades públicas y 9 en universidades
privadas.

Entre las Universidades que ofertan asignaturas de RSE/Ética


encontramos una universidad que tienen asignaturas tanto
obligatorias como optativas, en concreto se trata del Instituto
Empresa.En lo concerniente a la distribución de las asignaturas
entre los distintos cursos que componen el Grado podemos
observar en el Gráfico 7 que las Universidades públicas como
privadas sitúan esta asignatura en el último curso
mayoritariamente un 45,7% del total de asignaturas

Gráfico 7 : Asignaturas impartidas de RSE/Ética por


curso y tipo de universidad
Elaboración propia

142
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Por lo que se refiere al carácter de la asignatura, vemos en el


Gráfico 8 como en los primeros cursos las asignaturas son de
carácter obligatorio, por el contrario en el último curso es
fundamentalmente de carácter optativo.

Gráfico 8 : Asignatura RSE/Ética optativa y obligatorias por


curso
Elaboración propia

Si atendemos al tipo de universidad, vemos que la distribución


de las asignaturas y el carácter de las mismas es muy diferente
según el tipo de Universidad. Mientras las públicas, tal como
refleja el Gráfico 9, la asignatura de RSE/Ética se lleva al último
curso y es de carácter optativo.

143
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Las universidades privadas tienen una distribución más


homogénea entre todos los cursos, tal como podemos
comprobar en el Gráfico 10. También podemos comprobar que
en los primeros cursos las asignaturas tienen un carácter
obligatorio, mientras que en el último curso, tal como sucedía
en la pública, es de carácter optativo mayoritariamente

Gráfico 9 : Asignaturas RSE/Ética por Gráfico 10 : Asignatura RSE/Ética por


curso en Universidades Públicas curso en Universidades Privadas
Elaboración propia Elaboración propia

En relación al peso de las asignaturas de RSE/Ética medido por


el número de créditos en las distintas universidades es muy
similar.

En el Gráfico 11 podemos comprobar que la mayoría de


universidades tanto públicas como privadas, en concreto el
71,4%, otorgan seis créditos. Por otro lado, también

144
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

comprobamos en el Gráfico 12 que los datos son muy similares


si realizamos esta comparación entre asignaturas de carácter
obligatoria u optativa.

Gráfico 11 : Asignaturas impartidas de Gráfico 12 : Asignatura RSE/Ética


RSE/Ética por número de créditos, cursos número de créditos, cursos,
y tipo de Universidad optativa/obligatoria
Elaboración propia Elaboración propia

Si comparamos el número de créditos de las asignaturas por


cursos entre las universidades públicas y privadas, volvemos a
ver que las diferencias son sustanciales.

En el Gráfico 13 correspondiente a las Universidades públicas,


podemos ver que los créditos se concentran en gran medida en
los últimos cursos, mientras que en las universidades privadas

145
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

como vemos en el Gráfico 14, los créditos están más repartidos


entre los distintos cursos.

Gráfico 13 : Asignaturas impartidas de Gráfico 14 : Asignatura RSE/Ética


RSE/Ética por número de créditos y número de créditos, y cursos en
curso en Universidades públicas Universidades privadas
Elaboración propia Elaboración propia

Las 35 asignaturas ofertadas por las universidades podemos


agruparlas en seis bloques según el temario que desarrollan:
Ética, Deontología, Responsabilidad Social Empresarial, ética +
Deontología, ética + RSE, RSE + Deontología.

146
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Ética Deontología RSE


Comillas Católica de Valencia Burgos
Francisco de Vitoria Instituto Empresa Francisco de Vitoria
UCAM Francisco de Vitoria Complutense
Internacional de CEU San Pablo Navarra
Catalunya Rey Juan Carlos I Alfonso X
León Camilo José Cela
Loyola Valladolid
San Jorge Comillas
Córdoba

Ética + Deontología Ética + RSE RSE + Deontología


Católica de Ávila Illes Balears A distancia de Madrid
Loyola Pablo Olavide
San Jorge Córdoba
Católica de Valencia Universitat de
Barcelona

Las asignaturas relacionadas con la ética y la Responsabilidad


Social Empresarial son las mayoritarias en el cómputo general
de asignaturas ofertadas por las universidades. Cabe destacar
también que la asignatura de ética está presente además
complementado otros temas tanto de Deontología como con
RSE, por lo que 16 de las 35 asignaturas ofertadas por las

147
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Universidades dan importancia a la asignatura de ética dentro


de la configuración de sus planes de estudio. Le siguen la RSE
que aparece en 12 de las 35 asignaturas y por último, la
asignatura de Deontología que está presente en 9 de las 35
asignaturas estudiadas.

Encontramos también asignaturas ligadas a principios


cristianos, el humanismo y a la doctrina social de la iglesia,
fundamentalmente en las universidades privadas confesionales,
en este sentido sirva de ejemplo la universidad de Comillas que
imparte una asignatura de Cristianismo y ética social.

También queremos reseñar dos datos sobre las asignaturas


estudiadas: la Universidad de Burgos oferta la asignatura de
“Corporate Social Responsibility” impartida en Ingles, y la
Universidad de Córdoba ofrece una asignatura sobre “Teoría
de los Derechos Humanos”.

En la descripción que aparece en los planes de estudio de las


distintas asignaturas estudiadas encontramos que en todas
ellas se habla de las ellas como una “aproximación” o
“introducción” al estudio de los conceptos de ética y/o RSE.
Esto nos hace pensar que el estudio de estas asignaturas
proporciona al alumno una visión básica y general del tema.

148
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Respecto a los temarios de las asignaturas podemos comprobar


que cada universidad establece su propio esquema de trabajo,
por lo que no podemos encontrar un patrón común, cada
universidad ha determinado su propio temario atendiendo sin
duda a la libertad de cátedra que les ampara.

Realizando un análisis de los temarios de las asignaturas


encontramos que estos podemos agruparlos en cuatro grandes
áreas. Tal como refleja el Gráfico 15 la ética es la materia
mayoritaria en el cómputo general de la asignatura, seguida de
los temas relacionados con la RSE.

Gráfico 15 : Distribución de los temas de las asignaturas

149
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Temas
Ética 108
RSE 67
Deontología 3
Ética+RSE 6

Tabla de datos sobre temas

Vemos por lo tanto que en las asignaturas impartidas en el


Grado de ADE relacionadas con el estudio, El temario
fundamental es la ética, ciertamente esto es debido en gran
medida al peso que tienen en el cómputo general las
universidades privadas de ideología cristiana.

En este punto queremos resaltar algunas cuestiones que


resultan interesantes analizar:

1. El temario de la asignatura “Responsabilidad Social


Empresarial” de la Universidad Alfonso X el Sabio está
compuesta por 11 temas. Todos los temas abordan un
aspecto de la RSE, pero todas ellas son ofrecidas bajo el
prisma de una visión desde nuestro punto de vista no es
el adecuado. En este sentido todos los temas vinculan la

150
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

acción de RSE con una visión de marketing


denominándola “Marketing Social Corporativo”
2. Sólo en la asignatura Ética empresarial de la Universidad
de Navarra, encontramos tres temas relacionadas con
los stakeholders:
a. La empresa y los stakeholders internos: los
trabajadores,
b. La empresa y los stakeholders externos: los
consumidores,
c. La empresa y los stakeholders externos: Estado y
Sociedad
3. La asignatura de “Responsabilidad Social de la Empresa”
de la Universidad de Navarra está compuesta por 12
temas que abarcan toda la acción de la RSE siendo la
asignatura más completa en cuestión de contenidos. Sin
embargo, no ofrece un aprendizaje sobre ética personal
y empresarial por lo que la asignatura tiene un carácter
de aprendizaje instrumental de la RSE y de su aplicación
en la empresa, sin profundizar en la formación en
valores éticos.

151
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

4. El temario de la Asignatura “Ética de la empresa y


deontología profesional” de la Universidad Católica de
Ávila es más cercano al aprendizaje de la Doctrina Social
de la Iglesia que a un temario de Ética empresarial.
5. No se ha encontrado ningún tema, dentro de las 35
asignaturas estudiadas relacionadas con la rendición de
cuentas y la transparencia en la gestión empresarial.
6. Solamente la Universidad de Navarra ofrece un tema de
estudio relacionada con la inversión socialmente
responsable dentro de la asignatura de “Responsabilidad
Social Empresarial”.

Otro aspecto importante a estudiar ha sido la metodología con


la que se imparten estas asignaturas. La formación que se
plantea desde la universidad ha de estar encaminada a una
formación integral del estudiante, es decir, la adquisición de
conocimientos, habilidades y valores. Sin embargo las
asignaturas relacionadas con la RSE, la ética y la deontología
ofertadas en la titulación de Administración y Dirección de
Empresas (ADE) sigue un patrón que combina las clases
teóricas (75% del tiempo total) con clases prácticas (25% del

152
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

tiempo total), si bien es cierto, diversas universidades


introducen actividades como seminarios o trabajos prácticos
tanto individuales y grupales como complemento a la
formación. Queremos destacar algunas buenas prácticas:

1. La Universidad de Valladolid eleva la práctica de la


asignatura hasta el 50% combinando la parte no
presencial con trabajo individual (40%) y trabajo en
grupo (60%).
2. La Universidad de Navarra, que su metodología es
netamente práctica, dedica sólo 20 horas a la teoría y el
doble, es decir 40 horas, a la práctica. Aunque a la hora
de la evaluación el 60% de la nota corresponde a la
parte teórica y sólo el 40% a la práctica, algo que no
está muy acorde con lo planteado en la metodología de
estudio de la asignatura.

La evaluación de estas asignaturas es la gran paradoja, tal


como explica la profesora Echainiz Barrondo57 “es que a al
alumno se le evalúa por sus conocimientos sobre ética, no por

57
ECHANIZ BARRONDO, A. (2003): “Ideas para la formación ética” en LAN
HARREMANAK/9. Universidad del País Vasco, pag. 54

153
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

su actuación ética”, en el mismo artículo sigue diciendo “Lo


importante no es saber lo que está bien, sino hacer lo que está
bien”. Efectivamente no se trataría de evaluar los
conocimientos adquiridos a lo largo del curso, sino de evaluar
cómo el alumno ha interiorizado la adquisición de valores éticos
que le hagan desarrollar su acción de liderazgo empresarial con
criterios socialmente responsable.

La evaluación en las Universidades analizadas demuestra todo


lo contrario, se premia la adquisición de conocimiento frente a
la interiorización de valores y aptitudes, tiene un mayor peso en
la evaluación final el saber, que el hacer. En este sentido, sólo
encontramos que la Universidad Francisco de Vitoria establece
una evaluación continua, lo que permite poder evaluar de una
manera más integral todo el aprendizaje de la asignatura.

La evaluación se basa fundamentalmente en tres aspectos:


teoría, práctica y evaluación continua. Tal como se refleja en la
tabla la mayoría de las universidades apuestan por la
evaluación teórica y no todas tienen una evaluación continua de
las asignaturas

154
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Universidad Teoría Práctica Continua


UDIMA 70 10 20
Alfonso X 50 40 10
Burgos 50 50
Camilo José Cela 50 50
Universitat de Barcelona 50 50
UCAVILA 70 25 5
Católica de Valencia 50 40 10
Comillas 60 40
Complutense 60 30 10
Córdoba 60 40
Instituto Empresa 40 50 10
Illes Balears 80 20
Valladolid 60 40
Francisco de Vitoria 100
Internacional de Cataluña 50 50
Rey Juan Carlos I 80 20
León 60 40
Loyola 60 40
75 25
Navarra 40 60
70 30
60 30 10
Pablo Olavide 50 50
San Jorge 50 50
UCAM 70 30
Tabla: Tipo de evaluación de las asignaturas estudiadas por Universidades
% de peso en la evaluación final
Elaboración propia

A tenor de los datos obtenidos, vemos como el aprendizaje de


ética y RSE no está extendido en el Grado de ADE. Los datos
arrojan que el peso de estas asignaturas es insuficiente tanto
en el número de asignaturas, cómo en el grado e importancia
que se le da a las mismas.

155
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

No puede entenderse que las Universidades no oferten una


formación más integral a personas que deben desarrollar en el
futuro funciones de liderazgo empresarial. No es lógico que el
Grado de Administración y Dirección de Empresas esté más
centrado en reproducir los esquemas del capitalismo imperante
que en fomentar prácticas de aprendizaje para una actuación
ética y socialmente responsable de los futuros líderes
empresariales.

Sorprende además el bajo índice de implantación de manera


obligatoria de estas asignaturas, e incluso, que la oferta de las
mismas se concentre en los últimos cursos, desde nuestro
punto de vista esta formación ha de ser obligatoria en los
primeros cursos como elemento base de una formación ética.

El aprendizaje ético va más allá de la adquisición de unos


conocimientos o técnicas para el desarrollo de prácticas
socialmente responsables, sin embargo vemos que las
asignaturas ofertadas, así como la metodología utilizada para su
aprendizaje está basada en una visión utilitarista y para nada
centrada en el aprendizaje de comportamientos y valores para
la toma de decisiones éticamente justas.

156
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Es necesario que en el Grado de Administración y Dirección de


Empresas, que es aquel que está diseñado para comprender el
funcionamiento y gestión de las distintas áreas de la empresa y
la economía, implemente una formación en valores mucho
mayor que la actualmente se ofrece. Si necesitamos establecer
un nuevo paradigma de empresa que facilita la humanización
de la economía, es indispensable que la formación en ética y
responsabilidad social forme parte del grado de ADE.

Es indiscutible que la formación ética y en valores de los


universitarios debe figurar en los planes de estudio de las
universidades, pero lo que es innegable es que las titulaciones
relacionadas con la gestión económica y empresarial deben
implementar esta formación de manera clara.

157
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Epílogo:

Sin personas éticas no habrá empresas éticas

Sin duda alguna la base ética de las empresas la configura la


ética personal. Una ética fundamentada en decisiones
racionales en busca del bien común. La formación ética de los
futuros directivos de las empresas es una tarea que no
podemos dejar de acometer de manera inmediata.

En este sentido encontramos varias debates abiertos sobre si


esta formación ha de ser transversal o por el contrario ha de
limitarse a la introducción de una o varias asignaturas dentro de
los planes de estudio. En cualquier caso lo que sí se hace
imprescindible es la coherencia dentro de los planes de estudio.

158
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Es un contrasentido que existan asignaturas que reproduzcan


los viejos esquemas mercantilistas de una economía
deshumanizada y deshumanizadora, mientras que por otro
lado, se introducen asignaturas que hablen de la actuación ética
de los líderes empresariales.

Otra de las cuestiones a reflexionar es sí los estudiantes llegan


a la Universidad con la base necesaria sobre ética, sin duda
alguna, esta es una de las grandes asignaturas pendientes en
nuestro sistema educativo. Hemos asistido a debates
ideológicos y partidistas que utilizando la asignatura de
“Educación para la ciudadanía” como arma arrojadiza han
desvirtuado la necesaria formación ética de los estudiantes. La
actuación ética se adquiere en un proceso continuo de
aprendizaje, no sólo desde la escuela, sino desde todos los
ámbitos de la sociedad y en especial desde la familia.

Si todos actuáramos de forma ética seguramente no sería


necesario establecer dentro de los planes de estudio este tipo
de formación, pero la realidad es que tenemos un déficit ético
como sociedad. Hemos vivido unos años dominados por una
economía deshumanizadora y deshumanizante donde la falta de
ética ha contribuido a un modelo social amoral.

159
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

La crisis institucional y social que estamos viviendo ha llevado a


la pérdida de confianza de la ciudadanía, ya no sólo en los
poderes públicos, sino también en los modelos empresariales
existentes hasta ahora donde lo único que se premia es la
acumulación de bienes como modelo de crecimiento.

Ante esta situación es necesario repensar la formación


universitaria de los nuevos líderes empresariales. Los planes de
formación deben por un lado tener coherencia entre la
formación empresarial que se imparte y la actuación ética de
los estudiantes.

Las Universidades deben implementar tal como establece el


Preámbulo de la Ley de Universidades, los instrumentos
necesarios para que la formación de los nuevos universitarios,
independientemente del puesto de trabajo que vayan a ocupar
en el futuro, sea integral. Una formación en conocimientos,
habilidades y por su puestos valores éticos.

A este respecto, sobre la necesidad de integrar la ética en los


currículum de los grado de ADE, la profesora Echaniz Barrondo
concluye que “la formación de buenos profesionales no
necesariamente conduce a la formación de profesionales

160
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

buenos. De ahí la necesidad de impartir la asignatura de ética


empresarial”58.

En este mismo artículo la autora expone las razones a favor y


en contra para incluir la ética empresarial dentro de los planes
de estudio universitarios. Entre los motivos a favor se
encuentra:

 Supone un espacio para la reflexión sobre la profesión.

 Explicita campos especialmente sensibles a la reflexión.

 Permite una revisión crítica de los conceptos.

Por el contrario, en los motivos en contra de la introducción de


la asignatura de ética la autora destaca:

 Puede considerarse una asignatura menor,

 ser vista como algo ajeno a la titulación,

 puede tener un encaje complicado dentro de los planes


de estudio.

58
ECHAINS BARRONDO, A. (2003): “Ideas para la formación en ética
empresarial”. LAN HARREMANAK, 9. Universidad del País Vasco, 51-59

161
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

En cualquier caso, los argumentos en contra de la introducción


de la asignatura en el grado de ADE son muy flojos y nada
convincentes.

Según el estudio realizado en 2010 por el Club de Excelencia en


Sostenibilidad con la colaboración de Ministerio de Trabajo e
Inmigración, “Una aproximación al estado de la RSE en la
enseñanza en España” sólo cinco universidades introducían
asignaturas obligatorias de RSE en sus programas de estudios,
en concreto dos universidades públicas y tres privadas. El
mismo estudio refleja que existen asignaturas relacionadas con:
ética, medio ambiente, discapacidad, igualdad y diversidad.
Respecto a las asignaturas optativas, el estudio recoge un
grupo de temas que también han pasado a formar parte de los
planes de estudios de las distintas titulaciones, como son:
medio ambiente, educación, discapacidad, patrocinio,
mecenazgo y RSE.

La introducción de una asignatura de ética empresarial de


manera obligatoria en todas las titulaciones que están
relacionados con la gestión y dirección de las empresas, debe
no sólo tener un carácter normativo e instrumental, sino que
ha de estar encaminada a un aprendizaje de valores y

162
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

comportamientos para una actuación personal y empresarial


ética

Igualmente, hay que entender que esta formación ha de ser


netamente práctica, por supuesto sin despreciar ni descuidar la
adquisición por parte de los estudiantes de los contenidos
teóricos necesarios para entender el alcance y la importancia de
la responsabilidad ética de sus actuaciones.

Es necesario mejorar la formación ética de los estudiantes en


todo su recorrido educativo. Pero también es necesario que
apostemos por una formación integral de los estudiantes, tal
como establece la profesora Echainiz más centrada en saber
hacer.

No podemos dejar que esta formación llegue por generación


espontánea, las universidades deben introducir en sus planes
de estudios asignaturas obligatorias de ética en todos aquellos
estudios de Grado relacionados con la dirección de empresas y
en especial en el Grado de Dirección y Administración de
Empresas.

Los contenidos curriculares han de ser fijados indiscutiblemente


por parte de las Universidades, pero queremos apuntar algunos

163
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

de los temas que deberían ser imprescindibles en la formación


ética de los estudiantes empresariales:

 Fundamento para una economía humanizada

 Ética general

 Ética empresarial

 Liderazgo empresarial ético

 Estilos de dirección responsable

 Fundamentos de la Responsabilidad Social Empresarial

 La Responsabilidad Social Empresarial como una nueva


forma de gestión empresarial

 Gestión de la RSE. Los grupos de interés

 Gestión de la RSE. Rendición de cuentas y transparencia

 Gestión de la RSE. Compromiso empresarial

 Gestión de la RSE. Compromiso social

 Gestión de la RSE. Compromiso medioambiental

 La inversión socialmente responsable

 Ciudadanía corporativa

164
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

 Transparencia y rendición de cuentas por parte de las


empresas

 Deontología profesional

La implantación de esta asignatura debe marcar un cambio en


la formación de los planes de estudio de las titulaciones
relacionadas con la gestión empresarial y en especial del Grado
de ADE. Pero además es indispensable que exista una
coherencia entre los objetivos de la formación universitaria, la
visión ética de la economía y la formación de los nuevos líderes
empresariales.

La formación ética, como ya hemos dicho, debe ir más allá de


la implantación de una asignatura, ha de estar ligada al
fortalecimiento de los valores éticos que hacen que la persona
tome de manera libre decisiones que dan respuestas a sus
necesidades sin que ello suponga un menoscabo del entorno
social y medioambiental en el que interactúa.

Las Universidades han sido y siguen siendo el motor de avance


de la sociedad. Es el momento de dar un impulso ético a la
formación de los universitarios que están llamado a ser los
nuevos líderes empresariales. Hemos de apostar por que su

165
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

formación sea sobretodo una formación ética para una acción


empresarial socialmente responsable.

Es necesario, mediante la apuesta por la formación ética


empresarial, el liderazgo ético y la responsabilidad social
empresarial, avanzar en la configuración de la economía como
un instrumento de la construcción del bien común.

Tras el análisis de los planes de estudios de las universidades


españolas que imparten la titulación de ADE, hemos podido
demostrar que es necesario repensar la formación empresarial,
pero además, realizar una propuesta concreta de temas que
serían imprescindibles para la realización de esta formación
universitaria más integral y ética

A tenor de esta investigación podemos dibujar nuevas líneas de


investigación que abundarían en la necesidad de implementar
de manera más decidida la ética dentro de la formación
empresarial para el cambio de un modelo económico donde la
empresa actué en pro del bien común.

En este sentido, es necesario analizar la coherencia de los


planes de estudio de las universidades para la formación de
nuevos líderes empresariales e introducir en las asignaturas

166
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

fundamentales de estos grados la importancia de un


comportamiento ético para ejercer un liderazgo empresarial. No
tendría sentido alguno implementar asignaturas para la
formación ética empresarial mientras en otras asignaturas,
dentro del mismo plan de estudios, se establezca que el fin de
las empresas es la acumulación de capital a cualquier precio,
“oikonimia” frente “chematiske”. Si verdaderamente apostamos
por una formación integral ética de los estudiantes y futuros
líderes empresariales la coherencia en los planes de estudios es
fundamental.

Otra de las aportaciones de esta nueva visión de la formación


empresarial y el papel de las universidades va encaminada a la
necesidad de que estas desarrollen programas de investigación
sobre la ética y la responsabilidad social empresarial. En este
sentido son muchas las universidades que disponen de
Cátedras y de programas de investigación, la aportación que
realizan las universidades a este campo es crucial para poner
de relieve la importancia cada vez mayor de la ética y la RSE
en las empresas, cumpliendo además el mandato del PRME

La formación de los nuevos directivos empresariales y en


especial de los estudiantes del Grado de Administración y

167
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

Dirección de Empresas debe mejorar en muchos aspectos si


queremos lograr una humanización de la actividad empresarial.
Tanto la cantidad de horas ofertadas en las universidades
españolas, como la metodología y evaluación de la misma son
inadecuadas.

Es imprescindible que las Universidades se sumen a los


movimientos internaciones de respeto de los derechos humanos
así como al fomento de principios responsables en la formación
de los estudiantes.

La formación ofrecida por las universidades está


mayoritariamente centrada en la acumulación de conocimientos
y no en un aprendizaje observacional y práctico que permita la
adquisición de matrices de valores éticos. La formación ética ha
de ir encaminada al perfeccionamiento de la racionalidad de las
personas que le lleve a tomar decisiones de manera correcta, a
la transmisión de valores que permitan la toma de decisiones
éticas.

En definitiva, las instituciones académicas deben favorecer la


implementación de procesos de aprendizajes éticos que
favorezcan el crecimiento personal de los estudiantes y la
consecución de una economía humanizada.

168
Humanizar la empresa. Hacia una nueva formación empresarial ética

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