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SHIRLEY MILAGRITOS NAVARRO PEREZ 5D

La problemática
PARA CUIDAR LA SALUD
La salud en los tiempos modernos se plantea como algo más que una
lucha contra la enfermedad, Shepard (1995) define la salud como “Una
condición humana con una dimensión física, emocional social y,
psicológica”. La salud puede ser considerada desde varios puntos de
vista y es una condición de un buen estilo de vida. Henderson y Cols
(1980) definen los estilos de vida como “el conjunto de pautas y hábitos
comportamentales cotidianos de una persona o grupo”. Para Gutiérrez, (2000a), es
la forma de vivir que adopta una persona o grupo, la manera de ocupar su tiempo libre, el
consumo, las costumbres alimentarias y los hábitos higiénicos, son elementos configuradores
de lo que se entiende como estilo de vida. Según Gutiérrez, (2000a) existen diversas opiniones acerca
de qué es la calidad de vida y cómo alcanzarla. Para algunos, significa ausencia de problemas de
salud; para otros, es tener abundancia de tiempo libre para disfrutar de lo que deseen hacer. Entre
los hábitos que se consideran más favorables para la salud, Stephard (1984), contempla los de una
alimentación correcta, una actividad física adecuada y unas pautas de descanso regulares y
apropiadas. Dentro de toda esta serie de factores que mediatizan la consecución de calidad de vida,
la actividad física y el deporte contribuyen de forma decisiva al bienestar de la sociedad. No hay duda
que una práctica de actividad física realizada de acuerdo con una frecuencia, intensidad y duración
adecuadas está encuadrada dentro de los modelos o estilos saludables de vida (Gutiérrez, 2000a).
En definitiva, los hábitos de actividad física y los estilos de vida de los ciudadanos son elementos
importantes del bienestar social y la salud de las personas, por lo que el ejercicio físico regular es
positivo, tanto desde el punto de vista físico, como del mental y del social (Carron y cols., 1996). De
hecho, el deporte es percibido como la actividad de ocio que aporta mayores beneficios, no obstante,
aunque el hábito de hacer ejercicio se ha instalado de forma clara en la sociedad, la mayoría de los
trabajos de investigación sobre los niveles de práctica físico-deportiva en la población constatan que
esta ha disminuido. Realizar actividad física ayuda a prevenir enfermedades como: problemas
cardíacos, obesidad, diabetes y cáncer. Además, mejora el humor, la autoestima y disminuye la
posibilidad de desarrollar trastornos, como depresión y ansiedad. Por esto, la necesidad de modificar
el estilo de vida sedentario es cada vez más importante.

a crisis sanitaria originada por el SARS-CoV-2 (covid-19) ha provocado que se hayan tenido que
adoptar medidas extraordinarias para evitar la transmisión del virus y no sobrepasar la capacidad de
los sistemas sanitarios. Y precisamente una de las principales consecuencias del confinamiento está
siendo la restricción de movilidad de las personas, con los riesgos para la salud que esta situación
comporta. De ahí que algunos autores se hayan apresurado a afirmar que nos estamos enfrentando
a dos pandemias de manera simultánea: la pandemia de covid-19 y una pandemia de inactividad
física. Para minimizarlo, como bien recomienda la Organización Mundial de la Salud, es importante
mantenerse activos durante la pandemia de covid-19.

a permanencia en casa favorece la inactividad y el sedentarismo, importante mencionar aquí que la


falta de actividad física es un factor de riesgo considerable para las enfermedades no transmisibles
(ENT), el termino enfermedades no transmisibles se refiere a un grupo de enfermedades que no son
causadas principalmente por una infección aguda, dan como resultado consecuencias para la salud
y con frecuencia crean una necesidad de tratamiento y cuidados a largo plazo. Estas condiciones
incluyen canceres, enfermedades cardiovasculares (por ejemplo, los infartos miocardio o accidentes
cerebrovasculares), diabetes y enfermedades pulmonares crónicas, incluyen también lesiones y
trastornos de salud mental. Las ENT representan con diferencia la causa de defunción más importante
en el mundo, pues acaparan un 63% del número total de muertes anuales (OMS).

ealizar ejercicio físico en especial las aeróbicas, tienen muchos beneficios, entre ellas, incrementar
y acelerar el metabolismo. El metabolismo es un conjunto de procesos físicos y químicos que ocurren
a nivel celular y en el organismo. Las células necesitan una entrada continua de energía para impulsar
sus reacciones químicas que requieren energía, el realizar ejercicio físico
continuo permite que los nutrientes de los alimentos se conviertan más
rápido en energía necesaria para que nuestro cuerpo cumpla con sus
funciones vitales. Una investigación ha descubierto que los corredores
entrenados que paran de correr, ven como su tasa metabólica en reposo baja
entre 7 y un 10 por ciento. Dicho esto, cuanto más hagas un ejercicio, más
eficiente se volverá tu cuerpo y menos energía gastara para realizar
nuestras actividades cotidianas. Hacer ejercicio a cualquier edad es vital
para tener huesos sanos, y es fundamental para la prevención y el tratamiento
de la osteoporosis. El ejercicio no solamente puede mejorar la salud de los huesos
sino que también puede aumentan la musculatura, a la vez que los tonifican y dan mayor resistencia.
Por lo que hacer ejercicios también nos ayuda a mantenernos en forma.
or otro lado la pandemia según lo informa la OPS está provocando un incremento de problemas de
salud mental; el duelo, el aislamiento, la pérdida de ingresos y el miedo están generando o agravando
trastornos de salud mental en la sociedad. El miedo la preocupación y el estrés son respuestas
normales en momentos en los que nos enfrentamos a la incertidumbre o a lo desconocido o a
situaciones de cambios, también es normal sentir frustración porque no podemos hacer lo que
deseamos, estábamos acostumbrados a una vida libre de restricciones y de mucho movimiento, pasar
a una vida con limitaciones ha afectado en gran medida nuestro estado emocional. El aislamiento
social dispuesto para la prevención del contagio de COVID-19, por ejemplo originó un descontento por
quienes realizan ejercicio en gimnasios, clubes deportivos o los que disfrutan de actividades físicas al
aire libre. La mayor parte del día nos encontramos en casa, no podemos ya sea practicar el deporte
que nos gusta, no podemos visitar a nuestros amigos y parientes, etc. Sin duda ha creado una
situación que puede ser estresante, pero el cuidado personal y una buena rutina de ejercicios pueden
contribuir a mantener la buena salud física y mental.

l ejercicio físico ayuda estar y sentirse mejor o bien con uno mismo, debido que durante su práctica
el estado de ánimo mejora, la autoestima se incrementa y podemos hasta olvidar el agobio, la
ansiedad e incluso reducir los niveles de estrés.

uando hacemos ejercicio físico nuestro sistema nervioso central genera y activa a través de las glándulas
pituitarias unos neurotransmisores, las endorfinas, conocidos también como las “hormonas de la felicidad”,
que se distribuyen por todo el cuerpo a través de los nervios periféricos. “Sus aumentos de concentración
disminuyen la ansiedad, favorecen los sentimientos de autoestima y euforia, de ahí la prescripción de
ejercicio físico como parte del tratamiento de todos los procesos de depresión y ansiedad” explica José
Miguel del Castillo, licenciado en ciencias de la Actividad Física y del Deporte.” Además funcionan como un
analgésico natural”.

partir de las investigaciones sobre las endorfinas, muchos científicos


argumentan que la felicidad es un estado bioquímico que todos podemos
alcanzar. El buen humor, los pensamientos positivos, el amor, los
estímulos sensoriales y el ejercicio físico aumentan el nivel de
endorfinas y nos ayudan a superar los pequeños estrés cotidianos.
El deporte es uno de los recursos más comunes para lograr
bienestar.

ntes de que las endorfinas revolucionaran los laboratorios, se


hablaba de la adrenalina. Pero, por sí sólo, un poco de adrenalina
no puede explicar los efectos del ejercicio sobre el estado de ánimo de
las personas. Con esta consigna, los científicos comenzaron a explorar qué
más ocurría en el organismo y si el cerebro estaba relacionado con los beneficios que venían tras la práctica
de ejercicios físicos. Las investigaciones determinaron que la actividad física estimula la segregación de
endorfinas y estas hormonas producen sentimientos positivos que pueden durar desde unos pocos minutos
hasta 24 horas o más, ya que son neutralizadas por enzimas del organismo.

os científicos comprobaron que la cantidad de endorfinas que se sintetizan en el sistema nervioso central
determina el estado de ánimo: en los trastornos depresivos, por ejemplo, disminuye la liberación de esas
sustancias.

uando uno se siente feliz libera energía y mejora sus relaciones con los demás. Regular nuestras emociones
en situaciones difíciles es importarte para mejorar la convivencia en el hogar y en general en la comunidad
en la que vivimos. La importancia de las relaciones sanas es esencial en un contexto excepcional como la
que vivimos, y una forma de sostener una buena conducta en el tiempo es a través del reforzamiento
positivo, nada que una buena rutina de ejercicio no pueda lograr, mejor si lo hacemos en conjunto, ahora
que sabemos sus beneficios.

1. JUSTIFICACIÓN DE LA INDAGACIÓN
Durante el aislamiento social por COVID-19 muchas personas han presentado signos como el temor,
ansiedad o estrés; de una vida libre de restricciones y movimiento hemos pasado a una vida con
limitaciones, manteniendo la distancia social y haciendo difíciles algunas actividades. La ciencia ha
demostrado que el practicar ejercicios físicos mejora nuestro bienestar físico, emocional y psicológico.
En cuanto a lo físico, reduce la probabilidad de contraer enfermedades no transmisibles, como las
enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes, ya
que según la Organización Mundial de la salud, la inactividad física es un factor de riesgo de
mortalidad e influye considerablemente en las enfermedades no transmisibles. Además mejora las
funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea. En cuanto a lo emocional, hacer ejercicio
influye en nuestro estado de ánimo, gracias a que cuando lo realizamos se generan unas hormonas
llamadas endorfinas en el sistema nervioso central, conocidas como las “hormonas de la felicidad”,
son transmisoras de placer y alegría, hasta se puede decir que contribuye a encubrir el dolor por su
“efecto analgésico”. Y en lo psicológico nos ayuda a la autorregulación, de manera que reduce la
intensidad de las emociones como la ira, la agresividad, la ansiedad y la depresión. Concientizar a las
familias y población en general sobre la práctica de ejercicios físicos para mejorar la salud, es algo
muy importante, pues significa mejorar la calidad de vida de las personas. Demostrar cómo aumenta
la segregación de endorfinas cuando hacemos ejercicio físico es una buena forma de comprobar sus
beneficios en la salud, pero esto es muy complicado o complejo de demostrar y además no se tiene
los recursos disponibles que se necesitan para esa demostración.

Sin embargo, se puede establecer la relación entre práctica de ejercicios y bienestar emocional a
través de un indicador de la salud, y este indicador es la frecuencia cardiaca, Irene Esteban- Cornejo,
de la UAM indica que “las endorfinas se liberan a la circulación cuando se alcanza el 76% de la
frecuencia cardiaca máxima de entrenamiento” .Si sentimos que nos estamos ejercitando
arduamente, es probable que nuestra frecuencia cardíaca varíe, la frecuencia cardiaca es un
indicador de salud, es decir, del estado de funcionamiento de nuestro corazón, y está asociada con
las actividades físicas en general, pues nos indica de manera objetiva cómo nos estamos adaptando
al ejercicio físico, según lo explica la Fundación española del corazón, es una herramienta valiosa que
ayuda a monitorear la salud y el estado físico.

2. pregunta de indagación
Según asegura Martin Recalt, preparador físico “ saltar permite quemar unas 12 calorías por minuto
siempre y cuando se haga con frecuencia de 120 revoluciones por minuto, es decir que la soga pasa
por debajo de los pies 120 veces en un minuto”, además menciona que mejora la resistencia del
cuerpo, “El entrenamiento continuo con soga mejora casi expotencialmente la resistencia”, pues
“fortalece el corazón, ya que es un ejercicio cardiovascular por excelencia, viéndose todo el circuito
sanguíneo beneficiado por este acontecimiento aeróbico, favoreciendo los procesos biológicos como
a nivel celular para el intercambio de gases”, ayudan también a fortalecer los músculos y mejora la
coordinación motriz ; es un ejercicio simple de aprender y prácticamente no tiene contras, sin embargo
hay que prestar atención en las articulaciones “en principio puede hacerlo todo el mundo, a excepción
de quienes tengan problemas en las rodillas”, explica Recalt. Saltar soga implica mucha movilidad,
articular tobillos, rodillas, muñecas, hombros, es casi todo el paquete en un solo ejercicio.

Indagará si realizar ejercicio físico influye en la variación de la frecuencia cardiaca a través de


determinar en qué medida la práctica de salto con soga incide en el ritmo cardiaco. Dicho esto, la
pregunta a indagar es:” ¿Qué sucede con la frecuencia cardiaca si aumentamos la frecuencia de
saltos?”

2.1. Variables a partir de la pregunta de indagación formulada.

 variable independiente

Frecuencia de saltos en soga

 variable dependiente

Frecuencia cardiaca

 variable interviniente

Utilizar la misma soga, saltar bajo y con los dos pies, y hacerlo a la misma
hora, descansar dos minutos antes de hacerlo nuevamente y contar los
latidos del corazón en el mismo tiempo.

3. Hipótesis científica de trabajo

“Si la frecuencia de saltos en soga aumenta, entonces la frecuencia cardiaca también aumentara”

4. Diseño de estrategias
4.1 Frecuencia de saltos y la frecuencia cardíaca

- La frecuencia destinada con una “f” se calcula como el número de saltos o latidos del corazón
divido entre el tiempo que en nuestro caso puede ser saltos o latidos por minuto:

f = # latidos/ # latidos, entonces la frecuencia tendrá como unidad f: min-1

- Para determinar la frecuencia de los saltos, se medirá cuantos saltos en soga se realiza en
dos minutos
- Para determinar la frecuencia cardiaca se medirá los latidos del corazón en un minuto, seguido
de los dos minutos de haber saltado la cuerda.

4.2 materiales

Se utilizará el cronometro del celular para medir el tiempo y una Cuerda para saltar (no se
debe cambiar la cuerda durante todo el proceso de experimentación).

4.3 indumentaria
Se utilizará zapatillas adecuadas que amortigüe adecuadamente los impactos, de esta manera
se evitará lesiones de tipo muscular y sobre todo de tipo tendinosas. Con respecto a la ropa,
se usará ropa ligera que no entorpezca el movimiento de la cuerda.

4.4 Lugar de desarrollo


Espacio suficientemente aireado, superficie plana, lisa y preferiblemente no muy dura para
evitar las lesiones y que la cuerda se rompa con el rose del suelo, y que el espacio no tenga
obstáculos.

4.5 Pasos a seguir

Salta con los dos pies juntos a un ritmo moderado.


Mantén las rodillas y los tobillos relajados para amortiguar el impacto.
Trata de que sea un movimiento fluido en lugar de dos posiciones diferentes.
Aumenta la velocidad de la cuerda y el ritmo en que saltas.
Anota la cantidad de saltos que realizas en dos minutos.
Para fijar el tiempo en dos minutos usa un cronómetro de reloj o de teléfono
celular.

Una vez que tengas dominio saltando con las dos piernas, aumenta la
dificultad técnica y ve si aumenta el ritmo cardíaco aún más.
En lugar de saltar con los dos pies, hazlo de manera alterna con uno y con el
otro.
Coordina para que pases la cuerda por debajo de cada pie cuando hagas el
cambio, como si estuvieras corriendo en el mismo lugar.
5. Generación y registro de datos
N.° DE N.° DE TIEMPO FRECUENCIA DE FRECUENCIA NÚMERO DE FRECUENCIA FRECUENCIA
INTENTO SALTOS (MIN) SALTOS (MIN- PROMEDIO PULSACIONES CARDÍACA (F) CARDÍACA
1) DE SALTOS POR MINUTO (MIN-1) PROMEDIO
(MIN-1) (FP) (MIN-1)
86 2 43 115 115
1 94 2 47 47 122 122 122
102 2 51 128 128
88 2 44 120 120
2 98 2 49 49 132 132 131
108 2 54 142 142
90 2 45 124 124
3 104 2 52 51 138 138 136
114 2 57 145 145
96 2 48 56 130 130 138
4 110 2 55 138 138
128 2 64 147 147
106 2 53 60 131 131 141
5 122 2 61 142 142
130 2 65 151 151
118 2 59 63 136 136 148
6 124 2 62 153 153
138 2 69 155 155

Día Frecuencia de saltos Frecuencia cardíaca


promedio (min-1) promedio (min-1)
1 47 122
2 49 131
3 51 136
4 56 138
5 60 141
6 63 148

Relación entre las frecuencias promedio de


saltos con las frecuencias cardíacas promedio

148

141

138

136

131

122

100

45 47 49 51 56 60 63 65 67
6. Análisis y conclusión
6.1 Análisis de datos e información
Los datos tienen un patrón, es decir que siguen un comportamiento, y al unir todos los puntos se
asemeja a la forma de una línea recta. Por lo que los datos relacionan la frecuencia de saltos con la
frecuencia cardíaca mediante un patrón recto.

Según el grafico, la frecuencia de saltos muestra un aumento, en el caso del comportamiento de la


variable independiente, la frecuencia cardiaca; esta también aumenta. Es decir, en ambos casos, las
dos variables aumentan, y cuando esto sucede se dice que tienen una relación directa o dependencia
directa, cuanto mayor es la frecuencia de saltos, mayor es la frecuencia cardíaca.

6.2 Contrastación de los resultados con la hipótesis


Con los resultados teníamos que demostrar si es verdadera la afirmación que “Si la frecuencia de saltos
en soga aumenta, entonces la frecuencia cardiaca también aumentara”, de acuerdo a los resultados
obtenidos la hipótesis es verdadera, en la gráfica se observa ese comportamiento, a medida que la
frecuencia de saltos aumenta, la frecuencia cardiaca también lo hace.

6.3 conclusiones
- La frecuencia de saltos y la frecuencia cardiaca
tienen una relación directa. Esto quiere decir que
si una variable aumenta, la otra también.
- Los ejercicios aumentan la frecuencia cardiaca.

7. Evaluación
Se propuso en un principio indagar si realizar ejercicio físico influye en la variación de la frecuencia
cardiaca, a través de determinar en qué medida la práctica de salto con soga incide en el ritmo
cardiaco. Las conclusiones llegadas nos dan la respuesta, pues se comprobó que el realizar ejercicio
físico aumenta la frecuencia cardiaca, que se evidencia en el grafico obtenido al organizar los datos,
donde se muestra que las variables tienen una relación directa, eso significa que si una variable
aumenta la otra también, entonces con esa información se demostró que la hipótesis o respuesta
afirmada en un principio es verdadera y que practicar ejercicio es una saludable manera de aumentar
la Frecuencia cardiaca, uno de ellos es saltar la cuerda.

El diseño de la estrategia ayudó a poner a prueba tu hipótesis. Se contó la cantidad de pulsaciones


seguido de los dos minutos en que se saltó la cuerda, por un tiempo de un minuto

No se ha tenido ninguna dificultad al determinar la frecuencia de saltos, porque se tomó precauciones


y se contó con ayuda para contar los saltos por si acaso mi persona cometa un error al contar, y otra
ayuda para controlar el tiempo de dos minutos en el celular

En cuanto a la dificultad para determinar la frecuencia cardíaca, bueno tal vez se abra tenido un
pequeño margen de error, ya que hasta soltar la cuerda y despejar una mano para poner los dedos
en el cuello, habré perdido como unos 3 o 4 segundos de pulsaciones. Después en cuanto al tiempo
para empezar a contar no se tuvo complicaciones, debido a que se recibió indicaciones de cuando
dejar de saltar para inmediatamente empezar a contar.

Por último, para medir el tiempo se utilizó un cronometro para contabilizar los saltos durante dos
minutos, esto lo repetí en tres ensayos con tres minutos entre cada repetición, un minuto para contar
las palpitaciones y los otros dos para descansar; obtenidos los tres resultados con sus respectivos
valores, a cada uno se le dividió entre dos pues se necesitó el número de saltos en un minuto, de
esa manera se obtuvo la frecuencia de saltos.

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