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Marta Marín
¿Qué es la gramática?
Para la mayoría de las personas, la gramática es, simplemente, algo que se enseña en la
escuela. En muchos casos, se identifica la gramática con el análisis sintáctico o con aprender
de memoria la conjugación de los verbos. Sin embargo, no debería confundirse los ejercicios
escolares de gramática con la gramática misma. Tampoco debería pensarse que constituye el
único estudio válido del lenguaje, sino que es una de las muchas disciplinas que conforman
las ciencias del lenguaje.
Por un lado, la gramática es el nombre de una disciplina, pero también la palabra designa el
objeto que esa disciplina estudia. Como objeto de estudio es el sistema formado por los
principios y leyes de una lengua. Esos principios y leyes forman el entramado básico gracias
al cual los hablantes pueden producir sus propios enunciados de una manera que no sea
caótica, para que puedan ser comprendidos por otras personas. Sin ciertas reglas sistemáticas
que tienen todos los lenguajes, el modo de hablar y de escribir sería tan individual que no nos
entenderíamos los unos a los otros.
Según algunas teorías, todos adquirimos esos principios en la infancia, al aprender el lenguaje
de quienes nos rodean. Según otras teorías, esos principios son innatos, no adquiridos; esto
quiere decir que habría una capacidad mental propia del género humano que nos hacer formar
nuestros enunciados según unas leyes compartidas por todos. De todos modos, esos principios
-ya sean innatos o adquiridos- constituyen un conocimiento gramatical mínimo que nos
impide decir, por ejemplo, “el puerta ser dulzor”. Entonces, cuando esas leyes y principios se
formulan de un modo consciente y razonado, aparece la gramática como disciplina científica.
La gramática, entonces, se propone el estudio de los principios generales que rigen el
comportamiento de las unidades que forman una lengua. En este sentido es abstracta, porque
analiza, clasifica, describe los componentes y la funciones que están presentes en las
expresiones de los hablantes, que son concretas. Esa condición de abstracta es uno de los
factores por los cuales a veces puede resultar difícil, pero en realidad, la gramática actual trata
de acercarse más a las condiciones de uso concreto del lenguaje, y así reducir el nivel de
abstracción de sus explicaciones.
La perspectiva pragmática
Como dijimos, los estudios gramaticales actuales introducen más reflexiones sobre el uso
concreto del lenguaje. Esa reflexión está encarada por la pragmática, que es un modo de
enfocar los estudios del lenguaje. En realidad, tradicionalmente, la gramática ha enfocado la
lengua como un sistema de leyes y principios independiente del uso; en cambio, la perspectiva
pragmática estudia cómo funciona la lengua en los procesos comunicativos.
Los estudios pragmáticos sostienen que el uso de la lengua abarca más que las funciones, el
significado, la forma de las palabras y el modo como se combinan: incluye además
intenciones y acciones recíprocas de los que usan el lenguaje. Por lo tanto, para entender
cómo funciona el lenguaje en la comunicación humana es necesario ir más allá de la
estructura lingüística y observar los hechos comunicativos y los diferentes modos de
realización de la comunicación. La pragmática trata de responder cuestiones como las
siguientes: si me dijo “Ya vamos a hablar”, ¿se trata de una promesa o una amenaza? ¿En qué
situaciones es una u otra? ¿La fecha de vencimiento de algunos productos es solo una
información o también comporta una advertencia?
La gramática y la pragmática no se excluyen, por el contrario, se complementan. Por ejemplo,
si la gramática describe cuáles son los tiempos verbales, la pragmática describe el sentido de
ciertos tiempos verbales y por qué algunos sirven para marcar los hechos principales en un
relato y otros, en cambio, indican que un hecho es accesorio. Del mismo modo, si la
gramática describe cuáles son las terminaciones del diminutivo, la pragmática explica cómo el
diminutivo puede significar menor tamaño, pero también cierta actitud afectiva o despectiva
del hablante hacia el objeto nombrado. Incluso las teorías gramaticales contemporáneas
(funcionalismo y cognitivismo) incluyen la perspectiva pragmática como un componente
significativo.
Semántica:
La semántica (del griego semantikós= significativo) es la parte de la gramática que se ocupa
de los significados y alcances de las distintas clases de palabras. El análisis semántico nos
dice, por ejemplo, que algunos adjetivos sirven para describir los objetos (“plato verde”) y
que otros sirven para indicar la clase de objeto: “plato playo”.
Dentro de la gramática, la semántica analiza el sentido y el uso de las grandes categorías
gramaticales (sustantivo, adjetivo, pronombre, etc.) y de las subcategorías (sustantivos
comunes y propios, por ejemplo). También se ocupa de los efectos pragmáticos de los
enunciados, pero el significado de cada palabra en particular -ese significado que figura en el
diccionario- es estudiado por la lexicología (léxico=vocabulario; logos=estudio).
La semántica está relacionada con la morfología (morphé= forma; logos= estudio) de las
palabras. Por ejemplo, hay sustantivos que se usan solo en plural (y eso lo dice la morfología)
porque nombran objetos que son pueden separarse en unidades, por ejemplo, “los celos” (y
eso lo dice la semántica). Del mismo modo, la morfología de los verbos da información sobre
el tiempo o la persona, que son aspectos semánticos. Igualmente, la semántica está
relacionada con la sintaxis; por ejemplo, hay verbos que por su significado (semántica)
requieren determinados complementos (sintaxis). Por ejemplo, los verbos “regalar” o “ser”
tienen significados que necesitan complementarse.
Juan regaló. Juan le regaló un celular a su novia.
Juan es. Juan es aquel chico alto.
Morfología
Todos los que aprendimos gramática en la escuela estamos acostumbrados a analizar la
estructura de la oración, a identificar el sujeto y el predicado, por ejemplo. Estamos menos
acostumbrados, sin embargo, a identificar la estructura de las palabras. De eso se ocupa la
morfología; esto quiere decir que la morfología estudia las unidades básicas (morfemas) que
forman las palabras (y que no son las letras). Por ejemplo:
In- movil- idad amarill- ento
Deber- íamos franc- és
Cambiar cambio
cambista
cambiable
cambiazo
incambiable
cambiador
Los morfemas que se agregan para hacer derivaciones reciben el nombre de afijos (prefijos si
se colocan al principio, sufijos si se colocan al final; interfijos si se colocan dentro de la
palabra).
Los sustantivos, adjetivos, verbos y adverbios tienen derivación.
Las palabras llamadas funcionales (preposiciones, conjunciones) y los determinativos no
tienen derivados.
Una de las diferencias entre la flexión y la derivación es que la flexión no cambia la clase de
palabra. Por ejemplo, al agregarle el morfema -a a un adjetivo (gordinflón- gordinflona) no
deja de ser adjetivo. En cambio, cuando se agrega un morfema derivativo, la palabra puede
cambiar de categoría:
Crear (verbo)
Creación (sustantivo)
Creativo (adjetivo)
Una característica de los morfemas derivativos es que pueden combinarse varios para
modificar una misma raíz, por ejemplo:
Probar im + proba + ble + mente
Por otra parte, cuando hay varios morfemas en una palabra, cada uno tiene una colocación fija
dentro de ella: el morfema in/im- no puede ir después de la raíz, ni tampoco entre ambos
sufijos (-ble y – mente) y el sufijo -mente aparece siempre en el último lugar.
Sintaxis
Es la rama de la gramática que describe cuáles son los principios por los cuales las palabras de
una lengua se combinan entre sí, es decir que estudia la combinatoria de las palabras que se
unen para producir construcciones y oraciones. La diferencia entre oraciones y construcciones
es que la oración está compuesta por palabras y grupos de palabras organizados todos en
función de un verbo (presente o supuesto). En muchas oraciones el verbo no está presente,
sino que se supone (en “Todo bien”, el verbo que está pensado, pero no dicho es “está”).
Al escribir, las palabras aparecen una junto a otra, del mismo modo que, al hablar, las
palabras se emiten una a continuación de otra; sin embargo, dentro de cada construcción hay
relaciones jerárquicas.
música
Una delicada y suave.
CONSTRUCCIÓN CONSTRUCCIÓN
También hay palabras accesorias, por ejemplo, “muy”, que está usada solo como un
intensificador del significado de los adjetivos.