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10 REGLAS DE ORO DE LA OMS

(ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD)

1. Por seguridad, elige alimentos procesados. 


2. Cuece bien la comida. 
3. Cómete los alimentos cocinados inmediatamente. 
4. Guarda los alimentos cocinados cuidadosamente. 
5. Si tienes que recalentar los alimentos, hazlo bien. 
6. Evita el contacto entre los alimentos crudos y cocidos. 
7. Lávate las manos tantas veces como sea necesario. 
8. Se deben mantener todas las superficies de la cocina escrupulosamente
limpias. 
9. Protege los alimentos de los insectos, roedores y otros animales. 
10. Utiliza solamente agua potable. 

1. Por seguridad, elige alimentos procesados.

Hay alimentos que, como las frutas y las verduras, que son mejores en su estado
natural, pero otros que se procesan. Por ejemplo: compra
siempre leche pasteurizada en vez de la cruda y si puedes elegir, busca las aves
frescas o congeladas tratadas mediante radiación. Cuando compres comida,
piensa que el procesado se inventó tanto para mejorar la seguridad como para
alargar la vida media del producto. Es bien cierto que algunos alimentos, como la
lechuga se comen crudos, pero ¡después de un lavado seguro!
2. Cuece bien la comida.

Algunos alimentos crudos, como las aves, la carne y la leche cruda, presentan con
mucha frecuencia contaminación con patógenos que provocan enfermedades. El
cocinado los matará, siempre que la temperatura de todas las partes de la comida
lleguen como mínimo a los 70 ºC (160ºF). Si El pollo asado queda crudo cerca del
hueso, vuelve a introducirlo en el horno hasta que quede cocido. El pescado, las
aves y la carne congelada, antes de cocinarlo, debe descongelarse.

3. Cómete los alimentos cocinados inmediatamente.

Cuando los alimentos cocinados se enfrían a temperatura ambiente,


los microbios comienzan a proliferar. Cuanto más tiempo pase, mayor es el riesgo.
Para estar seguro, debe comerse los alimentos cocinados tan pronto como se
enfríen.
4. Guarda los alimentos cocinados cuidadosamente.

Si, a pesar de todo, debe preparar comida por adelantado o guardar las sobras,
asegúrate de mantenerlo en condiciones de calor (alrededor o por encima de los
60 ºC ó 140 ºF) o de frío (alrededor o por debajo de los 10 ºC ó 50 ºF). Esta regla
es de importancia vital si quieres guardar alimentos para más de 4 ó 5 horas. Es
preferible no guardar nunca los alimentos de los niños. Un error frecuente y
responsable de innumerables casos de enfermedades alimentarias es poner gran
cantidad de una comida demasiado caliente en la nevera. En un refrigerador
sobrecargado, el alimento cocinado no se enfría uniformemente y el centro tarda
más. Si el corazón de la comida permanece caliente (por encima de los 10 ºC ó 50
ºF) demasiado tiempo, los microbios crecen y llegan rápida y fácilmente a los
niveles de producción de enfermedades.

5. Si tienes que recalentar los alimentos, hazlo bien.


Esta es la mejor protección contra los microbios que puedan haberse desarrollado
durante el almacenaje, que aunque haya sido adecuado, entorpece pero no
elimina el crecimiento de los microorganismos. Otra vez, debemos estar seguros
que el recalentamiento significa que todo alimento ha llegado como mínimo a los
70 ºC ó 160ºF.
6. Evita el contacto entre los alimentos crudos y cocidos.

Los alimentos cocinados y seguros pueden re contaminarse con el más suave de


los contactos con los crudos. Esta infección cruzada puede ser directa (carne
cruda de ave con platos cocinados) o más sutil, como puede ocurrir utilizando el
mismo cuchillo para cortar carne cruda y cocida. Haciendo cosas de este tipo se
pueden volver a introducir los mismos riesgos que ya existían antes de cocinar la
comida.

7. Lávate las manos tantas veces como sea necesario.

Lávate cuidadosamente las manos antes de empezar a preparar la comida y


después de cada interrupción, especialmente si necesitas cambiarte el delantal o
necesitas ir al servicio. Después de tocar alimentos crudos como pescado, carne o
ave, vuelve a lavarte las manos antes de comenzar a tocar otros alimentos. Y si
tienes cualquier pequeña herida en las manos, asegúrate de cubrirla antes de
preparar comida. Recuerda también que los animales de compañía (gatos, perros,
pájaros y especialmente tortugas) frecuentemente son portadores de patógenos
peligrosos que pueden pasar a los alimentos a través de tus manos.
8. Se deben mantener todas las superficies de la cocina escrupulosamente
limpias.
Debido a que los alimentos se contaminan con tanta facilidad, debemos mantener
todas las superficies utilizadas en su preparación absolutamente limpias. Piensa
que cualquier miga, trocito o mancha de alimento puede ser una reserva potencial
de microorganismos. Los trapos de cocina que están en contacto con los platos y
los cacharros de cocina deben de cambiarse a diario y lavarlos antes de volverlos
a utilizar. Las bayetas de mesas y suelos deben de lavarse en coladas aparte.

9. Protege los alimentos de los insectos, roedores y otros animales.


Los animales son frecuentemente portadores de microorganismos patógenos que
pueden provocar enfermedades alimentarias. El almacenaje de los alimentos en
contenedores cerrados fuera de su alcance es la mejor protección para ti y los
tuyos.

10. Utiliza solamente agua potable.


El agua potable es tan importante para beber como para cocinar o preparar los
alimentos. Si tienes cualquier duda respecto al suministro de agua, hiérvela antes
de utilizarla o haz cubitos de hielo para las bebidas. Debemos tener especial
cuidado con el agua utilizada para hacer la comida de los niños.

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