El paciente se llama Juan, tiene 8 años, soltero, vive con su abuela y es estudiante del tercer

grado.

Los padres de Juan solicitaron la consulta ya que notaron que Juan estaba presentando
problemas de concentración y mostraba actitudes testarudas. Juan presento buena
predispoción a la evaluación psicológica y a la examinadora, aunque le costó cumplir algunas
de las consignas dadas debido a que no quería realizarlas.

Los procedimientos que se aplicaron fueron las entrevistas clínicas, diálogos, conversación con
la psicóloga de su escuela, se aplicaron juegos, gráficos y el C.A.T.

Juan nació a término por parto vaginal con 3.250 Kgs., sin complicaciones pre ni perinatales.
No se reportan complicaciones durante el primer año de vida. Su desarrollo motor fue normal.
El desarrollo de lenguaje fue algo tardío de acuerdo con los parámetros normales evolutivos,
en el relato de los padres. Como enfermedad importante tuvo una neumonía tóxica a los 11
meses, lo que requirió internación y medicación. Los padres creen que, a partir de allí, él se
mostró con actitudes “aceleradas”. Suele estar medicado por su condición bronquial. Hace 2
años refieren los padres que le hicieron a Juan un Examen Neurológico, no detectándose
condición alguna. Tiene un buen relacionamiento social con sus pares. Tiene rendimiento
escolar fluctuante.

La madre de Juan, Mirna, cuenta con 33 años y es funcionaria en una empresa familiar. El
padre de Juan, Julio, cuenta con 35 años y es empleado en una oficina pública además de
trabajar en la empresa familiar de los padres de Mirna. También tiene una hermana de 9 años,
Carlota.

Juan se siente angustiado porque no puede realizar nada bien, aunque intenta demostrar lo
contrario. Adopta posturas negativas en su relación con los otros cuando no sabe cómo
reaccionar ante situaciones determinadas, pudiendo llegar a conductas claramente desafiantes
ante personas que representen autoridad, sobre todo en situaciones en que se siente ignorado
o maltratado.

Juan tiene coherencia de pensamientos y secuencia de ideas, le cuesta desplegar su

pensamiento divergente, es creativo y centrado en sus intereses. Tiene bajo nivel de tolerancia
a la frustración. Quiere controlar aspectos hostiles, que no logra expresar.

Se sugiere acompañamiento de un psicólogo para acompañar a Juan y a su familia para

solucionar el problema que está presentando y así mejorar el clima familiar. El profesional
también podría acompañar al niño en la escuela para ofrecer un servicio de ayuda diseñado
para el caso de Juan detallando un plan de actuación a desarrollar desde la escuela, con
intervenciones eficaces y específicas ante los problemas de comportamiento que puedan
darse en la escuela. Si es necesario se llevan a cabo sesiones de observación directa en la
escuela.