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Caso 1

Matías es un niño de 7 años cuyo núcleo familiar se encuentra conformado por sus dos padres,
Camila y Pedro, y su hermano mayor, Roberto de 20 años. Actualmente vive en la comuna de Padre de
las Casas de la ciudad de Temuco, junto a sus dos padres en donde su papá a menudo sufre episodios de
ansiedad. Estos manifiestan no estar pasando por un buen momento económico viéndose afectada su
relación conyugal, además su hermano recientemente emigró a Santiago para estudiar medicina, por lo
que solo lo ve algunos fines de semana.

Se encuentra actualmente cursando su 2° año de enseñanza básica en una escuela de la ciudad de


Temuco. Matías particularmente se caracterizaba por ser un buen estudiante en la educación pre básica,
mantenía una buena relación con su familia y amigos, sin embargo, transcurrido 1° básico su
comportamiento fue cambiando. Ya no representa ningún interés por ir al colegio, pierde fácilmente la
calma al momento de llamarle la atención y a menudo se molesta rápidamente, llegando a tener
discusiones de manera frecuente con sus compañeros y profesores, además de molestar constantemente a
sus compañeros, justificando en ellos el por qué de sus molestias.

En un comienzo sus padres determinaron que estas conductas eran parte de este nuevo proceso
escolar, refiriendo a que en algún momento cesarían, sin embargo, estas conductas se han mantenido en
el tiempo, llegando al punto de que Matías ya no respeta la autoridad de sus padres, los cuales para seguir
ejerciendo un control sobre él, se han vuelto más estrictos en sus medidas.

Matías manifiesta que sus conductas y actitudes se deben a que ya no se encuentra con su hermano,
manteniéndose a su vez distante con sus padres, encerrándose en su habitación cada vez que comienzan a
discutir, tendiendo a desafiarlos.

Su madre refiere estar agotada y preocupada por la actitud y comportamiento de su hijo, llegando
al punto de cuestionar su papel como padres, por lo que decide buscar ayuda médica, en donde es
diagnosticado con trastorno negativista desafiante por el psicólogo del colegio, el cual deriva a Matías a
Terapia Ocupacional.
Caso 2

Joaquín es un niño de 6 año 4 meses, pertenece a una familia formada por su madre (dueña de
casa), padre (dueño de constructora) y hermano (11 años), con quienes mantiene una relación basada en
el cariño, cuidado y apoyo emocional, refiriendo que su comportamiento siempre ha sido tranquilo. Viven
en la ciudad de Temuco en un departamento mediano que cuenta con todas las comodidades para el grupo
familiar. Al cumplir 2 años y medio, el grupo familiar fue a Europa de vacaciones, pasando el verano en
distintos países.

Al volver del viaje, sus padres notaron un cambio en Joaquín, puesto que había dejado de
comunicarse e interactuar con su familia, perdiendo el lenguaje y contacto visual que tenía, a causa de esta
involución la madre decidió llevarlo a neuróloga y psiquiatra, confirmando ambas profesionales el
diagnóstico de trastorno del espectro autista, siendo una situación compleja de asimilar para la familia,
atribuyéndola a múltiples causas.

Desde ese entonces, comenzó a demostrar distintos comportamientos, tales como deambulación
constante, lo que imposibilita la realización de actividades en forma estática, hiperreactividad auditiva y
táctil, evitando ser tocado por personas desconocidas y tapando sus oídos ante ruidos estridentes
(aspiradora, timbre de casa, bocina de autos, etc.), realizando estereotipias motoras (aleteo de brazos,
golpeando sus manos con objetos a su alcance, golpeando sus piernas con la palma de sus manos cuando
está sentado o saltando en el mismo lugar apretando sus piernas). En ocasiones súbitamente demuestra
gran frustración lanzándose al piso, golpeándose con objetos que tenga a mano, observándose esto con
mayor frecuencia cuando lo obligan a realizar actividades que no quiere, como bañarse y cepillarse los
dientes. Es dependiente en higiene de baño y aseo, ya que no presenta control de esfínter utilizando pañales
y en alimentación, ya que tiende a comer con las manos, pese a que sabe utilizar la cuchara y el tenedor.

Además de lo anterior, ha presentado dificultad para conciliar el sueño, por lo que le administran
melatonina 1 hr. antes de dormir, lo cual ha tenido resultados parciales hasta el momento. El acceso a
tratamientos farmacológicos ha sido un tema complejo para los padres, debido al nivel de preocupación
que le generan los efectos adversos de estos. Ha mostrado diversos episodios de rechazo intenso con
duración de 2 semanas o 1 mes, evitando participar en otras actividades, como lavarse los dientes, bañarse,
ir al dentista, ir al supermercado, requiriendo realizar cambios constantes en la rutina cotidiana.

Sus actividades de interés de basan en usar tablet o TV para ver sus dibujos animados y salir a
pasear con su familia. Actualmente se expresa a través de sonidos onomatopéyicos (uhhh, ahhh, ehhh) sin
algún sentido claro o aparente, indicando o llevando a las personas hacia lo que quiere. Responde
efectivamente al anticiparle el cambio de objeto y transición de actividad. Es parte de una escuela regular
con programa de integración escolar (PIE), encontrándose en kínder, sin embargo, debido al contexto
actual de pandemia, solo asiste a clases online, en las que permanece sentado por poco tiempo, no logrando
completar ninguna actividad. Desde los 3 años, ha asistido a terapia ocupacional con distintos
profesionales, no obstante, han abandonado el tratamiento producto de baja adherencia a este, retomándolo
desde hace 1 semana en un nuevo centro integral, comenzando solamente con T.O. para no agobiarlo.
Caso 4

Javier de 8 años, vive con su mamá, papá y hermano de 12 años, asiste hace un mes a 1ro básico
en colegio municipal con PIE, ya que anteriormente asistía a un colegio que contaba solo con apoyo parcial
de Psicopedagoga. Tras evaluación de TO, en el establecimiento anterior se identifica escaso apoyo en
aula, la Educadora refiere que “él no debería estar en este colegio”, “me agota, le gusta hacerme enojar,
porque sale corriendo de la sala y empuja a sus compañeros”. Javier escasamente logra focalizar su
atención en clases, lo cual ocurre principalmente en los primeros bloques en los cuales la profesora ha
decidido realizarle las evaluaciones de manera oral, frente a lo cual plantea que Javier sí sabe, pero “no
quiere aprender”.

En evaluación en sala de TO se evidencia escaso contacto ocular, se le debe solicitar que salude,
manifiesta opiniones, realiza preguntas, establece una conversación si ésta es sostenida y guiada por el
adulto, escasamente logra referir las actividades que realizó durante el día, refiere que ir al colegio es
“aburrido y triste, es gris”, en cambio jugar en su casa y en sala de TO “es de muchos colores”, permanece
en una actividad alrededor de 5 minutos, con intervención de TO logra permanecer 10 minutos aprox.,
reiteradamente se le debe contener o guiar corporalmente para que se oriente a una actividad o
permanezca, lo cual le ayuda a disminuir inquietud.

En observación en sala de juego busca y disfruta los juegos que entreguen estímulos propioceptivos
y vestibulares de alta intensidad como jugar en la piscina de pelotas, columpios, cama elástica, está en
constante movimiento. En pruebas aplicadas de la Observación Clínica de Integración Sensorial, se le
dificulta mantener postura de flexión y extensión contra gravedad, evidenciando bajo tono y control
postural. En cuanto a la coordinación motora bilateral, realiza caminata en carretilla y cruce de línea
media. Logra parcialmente realizar test dedo nariz y movimiento de brazos en arco, en la primera prueba
por unos segundos imita el patrón entregado por el adulto y posteriormente aumenta la velocidad al
ejecutar la prueba disminuyendo la precisión del movimiento, en la segunda finaliza la prueba antes que
el adulto, las demás pruebas de la evaluación no pudieron ser aplicadas por la oposición constante a
participar.

Los padres refieren que Javier desde la infancia buscaba conductas riesgosas, lo cual ha disminuido
de forma paulatina, salta constantemente, se le dificulta graduar la fuerza y le gusta utilizar la fuerza,
disfruta columpiarse y el movimiento.

En relación al procesamiento táctil, disfruta jugar con materiales texturados, con frecuencia limpia
sus manos y permanece jugando. Los padres mencionan que antes rechazaba el corte de pelo, las burbujas
en la bebida y algunas comidas. Sobre la resolución de problemas tanto motores como cognitivos, Javier
con frecuencia logra saber qué hacer, dificultándose en ocasiones el planificar cómo realizarlo y
finalmente ejecutarlo, lo cual mejora con la orientación y utilización de estrategia de encadenamiento por
parte del adulto y refuerzo positivo constante.

Los padres refieren que “no se toma en serio las normas”, se les dificulta que comprenda lo que no
debe hacer y lo que se espera de él, ya que siempre “está moviéndose y buscando jugar”, les preocupa que
Javier en reiteradas oportunidades les ha dicho que “es tonto”, que “no puede hacer las cosas bien”, y “que
no está enfermo”.
Caso 5

Lorena de 14 años, vive con padre (40 años) y abuela paterna (70 años), asiste 7° básico a Colegio
Municipal con PIE, presenta diagnóstico de Síndrome de Down y Leucemia Mieloide Aguda. Actualmente
asiste a controles mensuales a unidad de Oncología en HBV, encontrándose en una etapa estable de la
Leucemia, lo cual ha favorecido su asistencia a clases y participación en taller de pintura que se desarrolla
en el establecimiento.

La Psicóloga del colegio solicita realizar evaluación y eventual inicio de tratamiento desde TO, ya
que se ha dificultado que Lorena incremente independencia en actividades escolares y de la vida diaria
tanto básicas como instrumentales, siendo esta última área intervenida parcialmente en el colegio, donde
aún solicita ayuda para cambiarse de ropa y peinarse al finalizar clases de educación física y para ingerir
alimentos en el almuerzo. Además refieren que Lorena no ha logrado manejar dinero para comprar una
colación y no usa medios de transporte, siendo trasladada siempre por su abuela o por chofer de la familia.
Frente a lo planteado por la Psicóloga el padre y la abuela plantean que les interesaría que logre comer
sola, frente a otras necesidades refieren que cuentan con la solvencia económica para que Lorena “se tome
el tiempo que necesite para aprender”, manifestando que no les preocupa que aún no maneje dinero o
necesite asistencia en vestuario. Además agregan que en el hogar la abuela le ayuda a bañarse y vestirse,
mencionando que Lorena no disfruta bañarse, le disgusta el agua y las texturas del jabón, logrando secarse
con toallas de textura suave, prefiere ropa ajustada y de texturas suaves.

Respecto al desempeño escolar de Lorena, la familia manifiesta interés porque finalice la


enseñanza media, para posteriormente iniciar estudios de formación técnica.

El equipo de PIE informa que Lorena ha logrado avances en desarrollar tareas escolares de forma
parcial, necesitando supervisión del adulto para finalizarlas, evidencia dificultades de memoria y
resolución de problemas, por lo que debe realizar una actividad en reiteradas oportunidades para integrar
y comprender su desarrollo. Disfruta asistir a taller de pintura, colaborar en realizar el aseo en la sala y
repartir los almuerzos a sus compañeros.

Lorena manifiesta interés por jugar con muñecas y coleccionar pulseras, compartiendo en los
recreos con algunas estudiantes de cursos inferiores (4to y 5to básico), con quienes juega a la escondida,
en columpios y con muñecas. Además refiere que le gustaría ir al cine sola con sus amigas, sin que su
familia la acompañe, ya que en algunas ocasiones ha salido con compañeras de curso y su familia la
transporta y la acompañan durante todo el desarrollo de la actividad como ir a comer un helado o ir al
cine.

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