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Rafael Sanzio fue uno de los artistas más reconocidos y talentosos del alto renacimiento italiano.
Es considerado uno de los pilares del Cinquecento, es decir la corriente artística propia del año
1500 en Italia y que se caracteriza por el antropocentrismo humanista y la inspiración de la
antigüedad clásica.
Rafael fue desde siempre un niño prodigio y gracias a las relaciones sociales de su padre pudo
formarse en talleres prestigiosos y a sus 25 años estaba ya pintando las Estancias del Vaticano,
entre las que se encuentra el fresco del que hablaré que es La escuela de Atenas.
LA ESCUELA DE ATENAS
La escuela de Atenas es un fresco del artista renacentista Rafael Sanzio, realizado entre los años
1509 y 1512 como decoración para las habitaciones que hoy en día se conocen como las estancias
de Rafael, que se encuentran en el Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano.
En este fresco, considerado símbolo del Renacimiento, Rafael quiso representar los orígenes del
pensamiento occidental y el valor del pensamiento científico, nacido en la Antigua Grecia. Para
ello, en su obra podemos ver la presencia de los grandes filósofos y científicos del mundo clásico a
los que en algún caso los representa con rostros de artistas del Renacimiento.
El escenario de la obra es una ilusión arquitectónica, en la que bajo la bóveda de una basílica
decorada con dos estatuas, Apolo y Minerva, Rafael utilizó agrupaciones de figuras para
representar la historia de la filosofía y las diferentes creencias que desarrollaron los filósofos
griegos.
Refiriéndonos a los personajes de la obra, primero hablaré de las dos figuras principales de la obra
que aparecen justo en el medio, en el punto de fuga del fresco, lo que sirve para atraer la atención
de los espectadores. Aquí podemos observar a a Platón y Aristóteles, los cuales representan las
diferentes escuelas de filosofía.
A la izquierda, podemos ver a Platón, representado con los rasgos de Leonardo da Vinci, y
apuntando con su dedo al cielo, lo que podría hacer referencia a su teoría de las formas según la
que el mundo real no es el físico, sino un reino espiritual de ideas llenas de conceptos e ideas
abstractas. Además en su mano izquierda, sostiene una copia de su libro Timeo.
A su derecha, está Aristóteles, sosteniendo también su libro Ética nicomáquea. Su mano derecha,
mantiene la palma paralela al suelo, con lo que Rafael hace referencia a su creencia de que el
conocimiento proviene de la experiencia, o lo que se conoce como el empirismo.
Esta división de filosofías sería el tema principal de la obra.
Las demás figuras de la obra no son tan reconocibles como estas dos, pero hay muchas de ellas en
las que coinciden los expertos.