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El hígado es el órgano sólido de mayor tamaño del organismo, situado en el cuadrante superior
derecho del abdomen, ocupa el hipocondrio derecho, parte de la región epigástrica y el
hipocondrio izquierdo. Está fijado al diafragma y la pared anterior del abdomen por el
ligamento falciforme. Es importante recordar los recesos o reflexiones peritoneales a nivel
subfrénico y hepatorrenal por su importancia en la localización de procesos patológicos como
el absceso subfrénico o la ascitis
incipiente. Es fundamental repasar
la anatomía lobar y vascular
normal, así como conocer las
estructuras anatómicas útiles para
identificar los segmentos
hepáticos. Aunque el interés de la
identificación de lesiones y su
localización segmentaria precisa es
fundamental para el cirujano, el
clínico debe conocer también esa
división anatomoquirúrgica, en
particular la anatomía de
Couinaud.
Del conducto hepático común se deriva otro que se dirige hacia la vesícula biliar, denominado
conducto cístico, a partir de ese punto, el conducto hepático común cambia de nombre a
conducto colédoco, el cual se unirá en la región duodenal con el conducto de Wirsung o
también conocido como conducto pancreático.
La vesícula biliar es irrigada por la arteria cística, la cual la mayoría de las veces es una rama de
la arteria hepática derecha, otras veces de la arteria hepática media y más raras veces de la
arteria hepática izquierda.
EXAMENES COMPLEMENTARIOS
Los hallazgos clínicos asociados con la colangitis aguda incluyen dolor abdominal, ictericia,
fiebre (tríada de Charcot) y rigidez. La tríada ya fue reportada como indicador de fiebre
hepática por Charcot en 1877, 3 e históricamente ha sido utilizada como el hallazgo clínico
generalmente aceptado de colangitis aguda. Alrededor del 50% al 70% de los pacientes con
colangitis aguda desarrollan los tres síntomas. La pentada de Reynolds (tríada de Charcot más
shock y disminución del nivel de conciencia). La pentada se usa a menudo para indicar
colangitis grave (grado III), pero se observa shock y disminución del nivel de conciencia en solo
el 30 % o menos de los pacientes con colangitis aguda. Una historia de enfermedad biliar,
como cálculos biliares, procedimientos biliares previos o la colocación de un stent biliar son
factores que son muy útiles para sugerir un diagnóstico de colangitis aguda.
Los síntomas clínicos de la colecistitis aguda incluyen dolor abdominal (dolor en la parte
superior derecha del abdomen), náuseas, vómitos y fiebre. El síntoma más típico es el dolor
epigástrico derecho. La hipersensibilidad en la parte superior derecha del abdomen, una
vesícula biliar palpable y el signo de Murphy son los hallazgos característicos de la colecistitis
aguda. Un signo de Murphy positivo tiene una especificidad del 79-96% para la colecistitis
aguda.
Algunos de los hallazgos característicos de la colecistitis aguda incluyen una vesícula biliar
agrandada, pared de la vesícula biliar engrosada, cálculos en la vesícula biliar y/o desechos en
la vesícula biliar, signo ecográfico de Murphy, líquido pericolecístico y absceso
pericolecístico. El signo ecográfico de Murphy es un hallazgo muy fiable de colecistitis aguda,
con una especificidad superior al 90%. La tomografía computarizada o incluso la radiografía
simple pueden demostrar aire libre, neumobilia e íleo.