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¿Legalizar la eutanasia, un acto de crueldad o de

piedad?

Buenos días, profesor y compañeros en general, me honra poder ser escuchados por
tan distinguidas personas.
Está animado. El proyecto de rodar un cortometraje inspirado en su vida que le
permitirá volver a un concierto de música hardcore en su silla de ruedas y conocer a
algunos de sus djs favoritos le estimula. Se nota, pero Rafa Botella, de 36 años,
tetrapléjico a causa de un accidente cuando tenía 16, tampoco olvida. Sigue sintiendo
un dolor inaguantable, pero ha aprendido a convivir con él un poco mejor. No sabe
hasta cuándo. Hace dos años llamó a la asociación Derecho a Morir Dignamente para
pedir ayuda. Su rostro se hizo visible y público al reclamar la aprobación de una ley de
eutanasia que entonces era una promesa y exigir su derecho a decidir sobre su vida,
sobre su muerte. Finalmente, el 25 de junio entrará en vigor en España.
Rafa dice sentirse aliviado, contento porque lo considera un derecho justo. “Cuando se
habla de eutanasia, siempre se piensa en gente que está muy mal, muy mal, que
apenas puede hablar, con una actitud negativa. Pues yo la tengo positiva en estos
momentos y no estoy acobardado y puedo decir que sí, que tengo dolor y soy
tetrapléjico, pero ahora quiero vivir y también quiero que la ley exista porque la puedo
necesitar, no solo yo, cualquier persona. Querer morirse sigue siendo un tabú. Hay
quien prefiere tenerte como un vegetal o sufriendo lo inaguantable toda tu vida. No lo
comprendo”.
Este testimonio le pertenece a Rafa Botella.
Es por eso por lo que vengo a hablarles sobre la libertad de decidir como morir de una
manera digna.

Jesús Blasco le ha quedado una traqueotomía que de vez en cuando le carraspea el


habla y la idea firme de recurrir a la eutanasia cuando lo considere oportuno.
“Mientras tenga esperanza de recuperarme, por supuesto que no. Vivo muy a gusto.
Ahora bien, a cualquier precio no quiero vivir: si no puedo comer o tengo dolor que yo
considere que no esté a gusto, yo me quiero ir”, insiste.
La eutanasia es un tratamiento exclusivamente para aquellas personas que tienen
alguna enfermedad terminal (que no tiene cura), esta debería ser un derecho para
quien desea terminar su vida de manera digna, pues nadie más que uno mismo sabe
cuánto es que más puede aguantar con el sufrimiento. Muchos dicen que es inhumano
que se admita esta ley que promueve a que las personas se ¨suiciden¨. Yo creo que
inhumano es que se tenga que obligar a una persona a que lleve una vida llena de
sufrimiento hasta su último día.
La necesidad de legalizar la eutanasia se realiza porque actualmente a nivel mundial se
ha incrementado enfermedades, que todavía las ciencias médicas no encuentran el
tratamiento adecuado para combatir dicha enfermedad, en tal sentido que muchas
veces los profesionales de las ciencias de la salud a fin de estudiar estas enfermedades
tratan de prolongar la vida utilizando tratamientos experimentales usando a los
pacientes como sujetos de pruebas para poder registrar datos, sirviendo solo como
una prueba sin el fin de garantizar su calidad de vida.

Cuando salí del hospital, vivía con miedo de saber, de ser consciente de que mi
enfermedad seguía avanzando, de que mi cuerpo se seguía deteriorando y de que en
un momento yo ya no lo iba a soportar más. Cuando el juez dijo que se respetara mi
libertad, ese miedo desapareció. Yo sé que es difícil de explicar. Pero un periodista me
recordó una cita de Nina Simone, de que "la libertad significa vivir sin miedo".
Para mí es eso, con la libertad que me han dado ahora me están diciendo "no tengas
miedo, porque si tú lo deseas o en el momento que tú lo desees vas a evitar el
sufrimiento". Testimonio de Ana Estrada
Estoy convencido de que dios jamás habrá escogido que las personas tengan que sufrir
de manera infinita: ¿Dónde hay más humanidad? ¿En dejar a alguien sufriendo,
sabiendo que no tiene recuperación, y que su convicción es pasar a mejor vida? ¨Estoy
seguro de que es mucho más cristiano, mucho más ético, respetar la voluntad de un
enfermo terminal, en vez de obligarlo a alargar su vida artificialmente, asimilando sus
últimos días a una tortura", manifestó. (DC Gabriel Ascencio)
En conclusión, la legalización de la eutanasia no solo significa que una persona pueda
decidir tener una muerte digna, también significa que garantiza que esta pueda vivir
sin miedo a que vaya a sufrir, ya que siempre tendrá la disponibilidad de tomar la
decisión que esta quiera, quitándole un gran peso y dejándole disfrutar plenamente el
resto de vida que le queda.

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